Hijo de la Luna
Capítulo 32
Lucerna Suiza:
Serena se encontraba sentada bajo el árbol desde donde podía ver el consultorio del doctor Weber, aun cuando se había negado a tomar consulta esa semana con él, le gustaba verlo aunque fuera de lejos trabajar., Había seguido participando en las actividades grupales y eso la había mantenido animada pero algo dentro de ella la hacía mantenerse alejada de él, quizás el miedo a aceptar ese sentimiento impropio que estaba creciendo dentro de ella.
-No la he visto mucho esta semana, Serena- escucha aquella voz que la hace estremecer involuntariamente
-Doctor Weber- susurra Serena mientras el hombre se sienta al lado de la rubia y le ofrece unos caramelos que ella acepta gustosa y comienza a comerlos.
-¿Se encuentra usted bien?- preocupado el hombre del rostro quemado
-Si, es solo que necesito pensar muchas cosas y el tiempo de desintoxicación está por terminar
-parece preocuparle
- no estoy lista para volver a Tokio, -confiesa la rubia
- Si no se siente lista puede permanecer aquí hasta que lo desee- ofrece él médico
-¿En serio?- Sonríe la rubia
- bueno, soy su médico, si yo digo a la junta que considero que necesita extender su terapia ellos aceptarán
- Eso me haría muy feliz, Doctor Weber
-pero tengo dos condiciones para ello
-¿y cuáles son?- intrigada la rubia
- la primera es que deje de faltar a sus consultas, si no se siente cómoda conmigo puede solicitar cambio de terapeuta pero debe tomar en serio su terapia
- no estoy interesada en cambiar de terapeuta, creo que si he logrado cambios ha sido gracias a usted
-¿entonces por qué dejó de asistir a sus consultas?- interroga él
- Necesitaba pensar, hay muchas cosas en mi mente que me tienen confundida- Acepta la rubia- y necesitaba pensarlas sola
- Serena, soy tu terapeuta. Si no tienes confianza conmigo entonces creo que no podré ayudarte
- es que si confío en tí- interrumpe ella- he tenido muchos sueños, algunas pesadillas pero todo es tan confuso.
- a veces nuestros sueños guardan las verdades de nuestros sentimientos
-¿de verdad lo cree?
-¿Tú no?
-mis sueños son muy confusos- explica Serena
- podemos intentar con Hipnosis, la Hipnosis nos ayudaría a dar con el origen de todo.
- Tengo miedo..
-¿de qué?
- ¿qué tal si lo que descubro no es bueno? ¿qué tal si mi cerebro me protege de algo?
- ¿qué tal si no?
-la última vez no funcionó- recuerda la rubia
- vamos a intentarlo de nuevo, por favor… siento que esta vez podríamos tener éxito-ofrece él médico
La mujer rubia asiente y el médico le ofrecen un dulce de su bombonera sobre la mesa antes de que la rubia se recueste en el diván.
-cierre sus ojos, por favor-pide el médico- respire profundo
-siento como si tuviera mucho sueño- susurra la rubia
- es normal, respire, de momento todo es oscuridad, pero al fondo hay una pequeña luz, camine hacia ella, es tan pequeña como la luz que se cuela por la cerradura de una puerta, hay una perilla por donde se cuela esa luz ¿la puede sentir?
-si
- gire la perilla, por favor, Serena… empuje la puerta
- la puerta es pesada
- empújela, usted puede, no es tan débil como siempre ha pensado. ¿Qué es lo que ve?
-veo un bosque, ahí está, es el bosque de mis sueños
- ¿qué hay ahí?
- hay un pequeño, un niño hermoso de ojos dorados y cabellos de plata, tiene una sonrisa hermosa- confiesa la rubia- ven no corras
- ¿a dónde va?
- no lo sé, pero debo seguirlo, corre muy rápido, espere… hay un palacio, el pequeño corre hacia el palacio, ¡espérame! Es un lugar inmenso pero él sabe hacia dónde va, corre seguro y ríe, ríe como si fuera una bella canción, ha entrado a un salón, hay un trono en él y se ha lanzado a los brazos de un hombre vestido de blanco, el pequeño le cubre el rostro pero, me estoy acercando, veo su rostro, está sonriendo, es… ¿doctor Weber?
Tokio
La mujer de ojos amatista salió en su hora de comida a tomar un poco de aire, había sido un día pesado pero se sentía feliz al saber que la tarde sería más tranquila para ella por lo que decidió ir a la cafetería más cercana a su trabajo para relajarse un poco y pedir algo de comer, quizás una ensalada porque eso de tener a Makoto en la misma ciudad que ella estaba haciendo que su peso aumentara considerablemente al menos para ella, amaba y odiaba los postres de Makoto siempre se iban directo a sus caderas y eso significaba entrenar más esa semana si no quería tener que comprar ropa de una talla más y eso no iba a pasar, definitivamente no era una opción.
-Una ensalada sin aderezo y aguas mineral- pide la pelinegra una vez sentada en la mesa de la cafetería
- eso es una entrada, Hobijín, no una comida - escucha ella una voz que la Regaña a sus espaldas y ella no necesita voltear, sabe de quién se trata- por favor agregue un salmón con crema de champiñones y para mi lo mismo pero con una naranjada y de postre dos rebanadas de pastel de chocolate y dos tazas de café, el de ella descafeinado
-¿se puede saber por qué modificas mi orden de comida y agregas cosas que yo no pedí? ¡y cómo te atreves a pedirme un café descafeinado!
- trabajas de sol a sol, todavía administras Hikawa y entrenas después del trabajo, una ensalada no es suficiente, casi puedo jurar que solo desayunaste café por lo que tengo la respuesta a tu última pregunta, seguro ese café no es ni el primero ni el segundo de tu día.
-no es tu asunto- refunfuña Rei cruzándose de brazos
-lo es
-como vuelvas a salir con que ni en el catolicismo ni en el sintoísmo hay divorcio te calcino las cejas-amenaza la mujer de ojos violeta
-entonces no me preguntes porqué me meto en tu vida, sabes la respuesta
- eres insufrible- Reniega la mujer de cabellos negros que pone su mejor sonrisa al mesero que le lleva su comida y sirve la de Darien- se supone que estarías con Ray
- Ray me envió mensaje diciendo que iría con los chicos Hansford a un juego de basquet Ball de Los gemelos y no podría comer conmigo
- ya veo. Y Elegiste venir a molestarme
- es que ya me acostumbré a comer con unos ojos amatista frente a mí, me sentí raro
- pudiste buscar a Hotaru
- tiene clases
- para la otra ve con mi padre
- me detesta
- ¿y crees que yo soy parte de tu club de fans?
- bueno, se que no pero tú si eres algo lindo para ver mientras como y al menos contigo puedo hablar de los chicos. ¿Podemos tener tregua para comer?
- supongo que necesito mi energía para el trabajo después de comer- gira la mujer de ojos amatista su rostro a la calle.
- creo que eso es un sí- sonríe Darien que toma una papa de su plato- luces muy linda hoy
- dijimos que tendríamos una tregua- se defiende la de ojos amatista pero su celular suena y una sonrisa malévola se cuelga de sus labios rojos- Michael, qué gusto que me llames, justo estaba pensando en ti, si ¿cómo supiste que estoy comiendo? No, te ha fallado, no solo es ensalada y agua mineral
- Hola, Michael- toma el celular de la sacerdotisa y pone el auricular en su oído- qué gusto saludarte, solo quería agradecerte el favor del otro día, prometo regresarte el favor cuando nos visites en Tokio, es terrible, si, que pena que no puedas venir pronto, descuida, yo cuido de ella y de los chicos, justo ahora estamos comiendo, si, yo le digo- el pelinegro cuelga la llamada- dice que te marca luego
- estaba hablando con él
-no no estabas. Él te marcó y yo quise saludarlo
- ¿desde cuándo son amigos?
- oye, me sacó de la cárcel ¿cómo no serlo? Además, en estos años fue bueno con los chicos y te apoyó, cuidó a mi familia en mi ausencia, le debo una grande
- ¿Qué mosca te picó? Ese día estabas furioso
- lo estaba. Fue humillante y tú no lo hiciste más fácil pero Michael fue un tipo decente, según me cuentan los chicos siempre lo ha sido y eso es de respetarse.
- ¿quién eres y qué hiciste con el neurótico de mi ex?- incrédula Rei
- he pensado mucho las cosas y si hubiera algo entre él y tú, hubiera hecho algo en estos quince años, si él sintiera que tiene la mínima oportunidad contigo lo hubiera intentado hace mucho, si no lo ha hecho es o porque no está interesado en ti, cosa que es poco probable si tiene ojos o sabe que nunca lo aceptarías y prefiere quedarse en tu vida como amigo lo que me parece más lógico, yo lo hice una vez.
- qué listo, Sherlock- se burla Rei que come su ensalada- si sabes que eso no significa que tiene algo que ver contigo ¿verdad?
- bueno- sonríe de oreja a oreja el médico al leer el rostro de marfil de Rei- no dije que lo pensara, Reiko…
- bien, nos entendemos finalmente como los adultos que somos.
- algo así
- ¿algo así?
- Tú sabes lo que hay en mi corazón, Reiko. Sabes quién es la dueña y quién tiene la llave de mi alma, eso no se va a discutir, lo sabes- asegura serio el pelinegro- por otra parte, no voy a manchar lo que siento por tí haciendo estupideces
- ¿Adiós a Darina?
- no te burles- suelta él- no voy a dar ningún paso hasta no ser un hombre legalmente libre, tú mereces que haga las cosas como deben hacerse. Después de eso no pienso detenerme hasta convencerte de volver a estar juntos…
- ¿qué estás diciendo?
- hablé con mi abuelo, cuando Serena salga de su rehabilitación voy a pedirle el divorcio
- ¿estás loco? Ella está vulnerable, lo último que necesita es que le pidas el divorcio ¿ya olvidaste que cuando volvió intentó suicidarse porque descubrió que estábamos juntos? ¿Quieres que vuelva a intentar matarse?
- ya no voy a dejar que mi vida la decida otra persona y eso te incluye, Reiko. Yo decidí acabar con esa farsa de matrimonio que tenemos Serena y yo. Creo que si hubiera sido fiel a mis sentimientos esto no habría llegado tan lejos y tal vez ella no estaría internada en un centro de rehabilitación.
- pues te aviso que si te divorcias de ella yo no voy a regresar contigo.
- ¿estás segura de eso?- coqueto el de ojos azules que encara a Rei mirándola directo a las pupilas y esta lo mira a los ojos en un duelo de miradas.
- lo estoy
- ya veremos- burlón el médico
- quien sabe, quizás me dé una oportunidad con Michael- suelta a la ligera la pelinegra
- bueno, es tú decisión aunque no te creo en absoluto y si al final decides que él es el amor de tu vida lo aceptaré, quien sabe, quizás me dé una oportunidad con la señorita Kitagawa, es una gran cocinera y les agrada a los chicos.
- ¿ah si?
- si. De igual forma solo te lo estoy avisando como padres en común de Raymond y Hotaru, quizás tu felicidad esté con Michael pero lo dudo, pero definitivamente la mía no está con Serena ni la de ella conmigo, creo que ya fuimos lo suficientemente infelices y debo terminarlo.
- si lo haces por mí te voy avisando que…
- esta es la primer cosa que hago por mí en mucho tiempo, Reiko. Jamás debí casarme con ella para empezar. Me gustaría que regresaras conmigo cuando sea un hombre libre, pienso luchar por tí pero si después de ello tu decides no quedarte en mi vida y darle una oportunidad al insípido europeo estaré de acuerdo, aunque dudo que lo ames.
- quizás mi felicidad está con él
- si te gustan los europeos aburridos quizás, aunque no debe gustarte tanto ya que según me dijo él cuando íbamos a Hikawa solo son amigos
- maldito Michael… pues deberías darle una oportunidad a la señorita Kitagawa
- quizás lo haga. Raymond la adora
- si. Hazlo, cuando te divorcies
- me encantaría continuar esta bella charla pero debo irme, Hobijín. Tengo una consulta en media hora, me encantó comer contigo. - sonríe él médico y se pone de pie besando la mano de su ex esposa- hoy luces bellísima.
Cuando Darien se retiró de la cafetería la mesera le llevó el postre y el café que había pedido el pelinegro, cuando Rei quiso pagar la cuenta le dijeron que él la había liquidado antes de irse y le dejó pedida una tarta de fresas con crema y un té de lavanda para llevar " ten una linda y relajante tarde, Hobijín " decía la nota que había dejado previamente escrita el pelinegro para que le pusieran a su postre, esa definitivamente no era una forma de mantenerse al margen de su vida pero una parte de ella estaba contenta con aquel detalle aunque jamás lo aceptaría.
Colegio Mugen:
Los gemelos Hansford habían tenido un partido de basquet Ball en el que habían ganado. Ellos junto a Raymond disfrutaban de una bebida energética cuando vieron a Sayuri sentada en las bancas de la entrada del colegio junto a un chico de tercer año, el chico era rubio y alto y le sonreía a Sayuri con galantería, los gemelos observaron a Raymond y luego a su hermana, el chico lucía bastante molesto y a pesar de ser blanco como la leche en ese momento su rostro era rojo como un tomate.
-Sayuri- nombra el chico de ojos amatista a la muchacha que lo mira sonriente
-Hola, Ray- Saluda sonriente la Rubia- pensé que ya se habían ido
- te esperábamos en el juego y nunca llegaste- dolido el de cabellos negros
- bueno es que Hiroshi estaba platicando conmigo y no me di cuenta de la hora ¿ya acabó su juego?- indiferente la rubia
-si, ya terminó, los gemelos y yo iremos a celebrar que ganamos ¿vienes con nosotros? - suelta el chico a la joven
- me gustaría pero Hiroshi me invitó por un helado
- Hiroshi, pero la directora te busca- interviene Andy
- si, dijo algo de unos cigarrillos- apoya Motoki
- Sayuri, lo dejamos para después, olvidé que tengo algo que hacer- se despide el rubio que sale casi corriendo del colegio
- par de granujas - Regaña Sayuri A sus hermanos menores- eso no es cierto
- no, pero ese chico no es nada brillante, Sayuri, además fue novio de Rini y los dos son igual de huecos- se defiende Andy
- ese chico no sabe atarse las agujetas ¿Has notado que solo usa zapatos con velcro?
- ¡eso no es cierto!- se defiende Sayuri
- Hablando de, ¡corre, Andy, viene la directora!- Motoki jala de su hermano y ambos salen corriendo al ver a lo lejos a la directora del colegio y recordar que tenían pendiente los castigos de más de una fechoría, dejando a su hermana con Raymond a solas
- ¿de verdad ibas a aceptar la invitación de ese chico, Sayuri?- triste el joven Chiba
- ¿por qué no, Raymond? Es un chico guapo y no veo a nadie más invitándome a salir
- yo…nosotros íbamos a invitarte a festejar
- sabes a lo que me refiero, Raymond. A Hiroshi le gusto ¿Sabes de alguien más a quién le guste y quiera invitarme a una cita?- sería la rubia
- bueno…
- yo no voy a quedarme sentada esperando, Raymond- enojada la rubia- soy joven, quiero salir, tener citas, tener un novio
- ¿un novio? ¿Te gusta el idiota de Hiroshi para novio?- indignado Raymond- Motoki y Andy lo convencieron de morder una piedra el otro día pensando que era una bola de arroz ¿eso es lo que quieres por novio?
- en vista de que otro tonto no tiene interés en salir conmigo ¿qué más da un tonto que come piedras?
- ¡Sayuri!
- ¿qué?- enojada la rubia
- tú no puedes salir con Hiroshi
- ¿y por qué no?
- por… porque tu me gustas- confiesa sonrojado el muchacho de ojos amatista- tú me gustas y si sales con él no voy a poder pedirte que seas mi novia
- pues pídemelo, tonto- responde en el mismo tono la mayor de los Hansford
- Sayuri Hansford, ¿quieres ser mi novia?- pide de un solo grito el muchacho que está sonrojado y apenado cubriéndose los ojos temiendo la respuesta de la chica que conoce desde siempre
- pues si. Vamos a comer algo, muero de hambre- suelta con toda tranquilidad la rubia que sale de la escuela despreocupada
- ¿qué? ¿solo así?- confundido Raymond
- si, se un buen novio e invítame a comer, es nuestro primer día
- ¡si, vamos! ¿Qué quieres comer?- pregunta Raymond que se empareja a la muchacha y la toma de la mano
- vamos por una sopa Udon, hace frío hoy
- si…Sayuri
- ¿qué?- se gira la chica y Raymond besa su mejilla
- hoy luces muy linda
Con cuatro simples palabras Sayuri Hansford que siempre tenía algo que decir se había quedado muda, ahora era ella la sonrojada y Raymond estaba sonriendo al ver que sus palabras habían afectado a la bella chica que tenía a su lado y sonrió, ese sí que era un buen día.
Templo Hikawa:
La heredera de la mirada amatista de su madre se bajó del autobús casi al atardecer, Helios que se encontraba con su karihinu blanco y azul barriendo la explanada del templo saludó a la muchacha que apareció con su cello a cuestas, él se apresuró para alcanzarla y ayudarla con este.
-No es necesario, Helios. Gracias
-claro que lo es, Su cello pesa bastante y no sería un buen representante del colegio en el que me crié si no soy caballeroso
-claro, que tonta. Es por su educación- dice Hotaru que ya había soltado el estuche al muchacho de cabellos plata.
- Soy caballeroso con todas las damas, pero usted sabe perfectamente que en su caso no es lo único que me mueve, se lo he confesado ya en más de una ocasión- serio el muchacho pero seguro de sus palabras- su sonrisa es lo que hace latir mi corazón, lo que le da sentido a mis días…
- Helios- se apena Hotaru
- me alega que la pulsera fuera de su agrado
- ¿cómo supiste lo de las mariposas?
- no lo supe hasta que escuché a la señora Rei y a su padre llamarla cariñosamente "Cho" que significa Mariposa, pero luego de conocerla en Okinawa y regresar a Europa no salía de mi mente, cuando acompañé a mi tío a Santorini y vi esa pulsera la imaginé a usted y a sus hermosos ojos; compré esa pulsera con el anhelo de algún día volver a verla y entregársela
- gra… gracias- se sonrojó Hotaru
- Hotaru, yo…
Helios no pudo seguir hablando ya que se llevó las manos a la cabeza soltando un grito de dolor y cayendo al suelo inconsciente, Hotaru notó que algo brillaba en su pecho bajo la tela de la camisa, como si fuera un dije pero no se atrevió a mirar.
Estacionamiento del Templo Hikawa:
Del coche Rojo de Darien Chiba bajó él y de prisa corrió a la puerta del copiloto para ayudar a su ex esposa a abrirle la puerta y darle la mano para que baje del coche.
-Me parece increíblemente conveniente que tú estuvieras cerca de mi trabajo cuando me di cuenta que alguien golpeó mi coche estando estacionado, Darien- incrédula la pelinegra
-¿Ahora vas a decir que yo provoque el accidente y todo fue intencional para hacer puntos contigo?
-Si lo dices así suena demasiado retrocido hasta para tí
- Mi coche no provocó ningún golpe ya que como puedes ver no tiene ningún raspón- se defiende el Médico
-No creo en las casualidades, Darien.
-Yo si, tú eres la casualidad más bonita que me presentó la vida
-¿Así le llamas a haberme pisado la cabeza y ni siquiera disculparte?
-¿Siempre vas a echarme eso en cara? Ya te he pedido perdón mil veces, fuí un imbécil
- Lo fuiste- acepta Rei sonriente
-Por otro lado ya te dije mis planes
-¿qué no dijiste que no vas a decirme nada al respecto hasta que te divorcies de Serena?
-Dije que no haría nada, no que no diría nada ¿por qué? ¿Quieres que te vuelva a decir mis planes contigo?- dice con voz melosa el médico
- yo no dije que te aceptaría en mi vida de nuevo- segura la pelinegra
- No es una opción
-¿piensas obligarme?- se burla la mujer de ojos amatista
- a tí nadie puede forzarte a nada pero solo estoy diciéndote lo que va a pasar: Enójate, golpéame, haz esos corajes con los que luces tan linda pero tú y yo…
- Tú y yo ¿qué?- lanza altiva la pelinegra girándose y retando con la mirada al médico
- Tú y yo nos vamos a volver a casar- confiesa seguro y sonriente el heredero de la tierra
- Esa es una pésima propuesta matrimonial, además ¿qué no dijiste que en el catolicismo no hay divorcio?
Darien sonríe con las palabras de su ex esposa y ella nota esa mirada.
-No existe y lo sabes, seguimos casados en el catolicismo y en el Sintoísmo para toda la eternidad, por cierto. Pero me falta legalmente y no quiero que demos ese ejemplo a los muchachos.
- ¿No estás siendo muy codicioso?
- claro que lo estoy, si se trata de tí siempre seré el hombre más codicioso del mundo, además, verte de nuevo vestida de novia me haría muy feliz, eso y una segunda luna de miel.
-pervertido, ahora lo entiendo todo- continúa caminando Rei que ya está cerca de la explanada del templo
- Pues si, lo acepto. Muero por tenerte otra vez entre mis brazos, he esperado demasiado y muero porque llegue el día en que vuelvas a ser mía- confiesa el médico que aprovecha que están cerca de uno de los edificios para aprisionar entre la pared y sus brazos a la pelinegra y acercar su rostro al de ella con una sonrisa que hace que la piel de ella se erice.
-hay mucha seguridad en sus palabras, Doctor Chiba, tenga cuidado con ellas…quizás tenga que comérselas
- ¿de verdad lo crees así?- susurra el pelinegro que acerca sus labios a los de la sacerdotisa y casi rozarlos
- ¡Helios, despierta! ¡Helios!- se escucha la voz desesperada de Hotaru Chiba
- Es Hotaru-preocupada la madre que se apresura a seguir el rastro de la voz de su hija seguida por el padre de la joven que encuentran en la explanada abrazando a un desmayado Helios
- ¿qué ocurre, Cho?- interroga el padre a la muchacha que luce preocupada
- Helios y yo estábamos charlando y de repente se llevó las manos a la cabeza y luego se desmayó- cuenta la muchacha
- Bueno, llevemoslo adentro para que tu padre lo revise y después estaremos más tranquilos todos- intenta calmar la madre a la muchacha
- ¿va a estar bien, Otou San?- preocupada la joven de melena corta
- te lo digo luego de revisarlo- contesta el padre de la joven cargando al peliblanco en sus espaldas y siguiendo el camino que Rei y su hija Le muestran hacia la habitación de Helios, el joven luce más pálido de lo normal pero su respiración se mantiene estable.
Lucerna Suiza, sueño de Serena:
Aquel sueño era más confuso de lo normal, desde aquella sesión de hipnosis con el doctor Weber y aquel extraño recuerdo que vieron durante la consulta había alterado toda su mente, lejos de sentir que estaba encontrando respuestas se sentía confundida y no sabía lo que era realidad y lo que no.
El médico le había explicado que quizás lo vio en su sueño porque sintió que él le daba seguridad y puso su rostro a aquel recuerdo para evitar recordar al verdadero rostro del hombre en sus sueños, Serena le creyó ya que no encontraba una respuesta lógica a ver a aquel hombre y menos a ese sitio que parecía sacado de un cuento de hadas.
Desde ese día sus sueños fueron más y más confusos aunque siempre regresaba al mismo lugar…
Aquellos jardines tan hermosos le eran ya familiares, corrió tras aquel pequeño niño al verlo jugar con naturalidad por entre los arbustos "Helios" "se llama "Helios " escucha una voz masculina parecida a la del doctor Weber y ella se anima a llamar así al pequeño "Helios" el niño voltea y Sonríe corriendo hacia la mujer "mami" la llama el pequeño que se abraza a la rubia con todo el amor del mundo, ella abraza con todas sus fuerzas al niño y algo dentro de ella se enciende y comienza a recordar, las lágrimas corren por sus ojos sin que ella pueda pararlas y el llanto y la emoción la invaden hasta que consigue calmarse y consigue articular "si, mi pequeño, soy tu mamá".
La rubia apenas y consigue ver por las lágrimas que nublaba su mirada, son lágrimas de alegría y lágrimas de dolor.
El lugar en el que están cambia de repente y junto a su hijo puede ver las escenas ante sus ojos tal si se tratara de una película y ella fuera una espectadora:
Eres muy testaruda, mi pequeño conejito…-susurra una voz desde la puerta, una que ella conoce y no puede evitar correr a encontrarle
- ¡Diamante!
El joven estaba lleno de heridas y moretones en el cuerpo, no se veía nada bien
- Volví por ti, por ustedes…
- ¿qué pasó, Diamante?
- Una fuerza superior a todo lo conocido intervino en mitad de la batalla, todo ardía, todo fue luz y destrozó muchas de las naves, nos atacó como un monstruo lleno de furia, apenas y logré escapar, Creí que había muerto, pero desperté y conseguí que me trajeran aquí. Debemos irnos…
- ¿qué crees que pudo haber sido?
- No lo sé…pero es la fuerza más destructiva que había visto jamás, no quiero que eso nos alcance
- vámonos de aquí…
- si…
- De aquí si saldrá alguien, pero no precisamente tu…- retumba una voz cuando aparece una alta mujer de cabellos ondulados.
- Luna ¿tú qué haces aquí?
- Vine por ti, Serena. Es hora de volver a casa, ven conmigo
- ¡no!
- Serena…este lugar se destrozará, ven conmigo
- Ella no va contigo a ningún lado, bruja
- ¿vas a dejarla morir aquí? Porque este basurero explotará pronto
- La tierra ya no es mi hogar, Diamante lo es, si él no viene…
- Este hombre te secuestró y tú tienes un destino que cumplir, sabes que debes de reinar en la tierra y…
- ¡al diablo! Yo tengo una vida aquí, Luna, no me interesa ir a ningún lado
- ¿vas a dejarla morir aquí?- interroga la pelinegra al joven- vi lo que esa fuerza es y…no irán muy lejos
- Eres tan egoísta… esta chica esta destinada a la grandeza, a ser una reina, a mantener la paz no a refundirse en un muladar de estos…
- maldita bruja- ruge el de cabellos plateados cuando reconoce el cristal en las manos de la pelinegra- ese brillo… ¡tú causaste esa explosión!
- ¿qué dices?
- Esta bruja lo causó todo, Serena…ella lo causó todo…
- ¿qué?
- debemos volver a la tierra, Serena. Ven conmigo, no lo repetiré dos veces- dice segura la de cabellos ondulados
- Luna ¿tú provocaste la muerte de esas personas? ¿tú provocaste la guerra en esta galaxia? ¿eras aquella persona que los incitaba a atacarse unos a otros?
- Necesitaba llegar a ti, no fue fácil llegar hasta el lugar donde este animal te trajo, tuve que ofrecer muchas cosas, pedir ayuda…
- Maldita bruja, tu lastimaste a mi gente. Destrozaste la paz que nos costó generaciones lograr
- No deseo hablar contigo, Serena, hora de irnos. El portal no durará abierto mucho tiempo
- Entonces regresa por donde llegaste porque no voy a volver, Me quedo con mi familia…
- Volverás a la tierra si no quieres que este animal muera…- Amenaza Luna apuntando el cristal de plata hacia Diamante- Sabes que lo mataré
- No puedes usar el cristal de plata sin mi…
- ¿estás segura?- se burla la pelinegra- conseguí la forma de hacerlo, tarde varios años en poder hacerlo, pero lo conseguí, así que ven conmigo ahora, Serena
- ¡No!
Luna apuntó el cristal que atacó directamente el costado del joven de cabellos plateados y el rayo lanzado por éste lo derribó haciéndolo sangrar nuevamente.
- ¡Luna, detente!
- La próxima vez no fallaré, Serena…ven conmigo
- ¡está bien! Solo…no lo mates…iré contigo, pero…no lo mates…
- Serena…
La rubia se giró y abrazó al herido hombre, besándolo en los labios, no pudo evitar susurrar a su oído muy quedito, lo suficiente para que Luna no lo escuchara.
- Encuentra la forma de volver por mi… -suplica quedito la rubia mientras un par de lágrimas corren por sus mejillas.- estoy lista, Luna…
- bien…vamos
La rubia caminó entre lágrimas silenciosas con la mirada al suelo, pudo ver de reojo que un portal se abría, era un portal brillante
- Hora de irnos, Serena- la rubia entró al portal y pudo escuchar como una decena de guerreros lo atravesaban corriendo- ustedes… Némesis es suyo como lo prometí, pero maten a ese idiota y al niño…
- ¡No! ¡lo prometiste, lo prometiste, Luna!
- Serena, será mejor que duermas… será un viaje largo
- ¡ordenaste la muerte de mi familia!
- te di la oportunidad de recuperar lo que mereces, Serena…
- ¡no lo quiero, los quiero a ellos!
La pelinegra sacó una pequeña caja y tomó una aguja que estaba en su interior, pinchando con ella el cuello de la muchacha, Serena cayó desmayada en el momento.
- lo querrás…me encargaré de que así sea…
La rubia y el pequeño niño que llora junto a ella con el mismo dolor y desconsuelo siguen abrazados incrédulos ante el espectáculo ante sus ojos que parece sacado de una película de terror, en un momento un viento fuerte arrebata al niño de los brazos de su madre y el pequeño solo grita implorando la ayuda de los brazos de su madre que luce impotente ante aquella fuerza, ella solo puede gritar y llorar pero solo consigue despertar sobresaltada con lágrimas empapando su rostro.
Las Manos de Serena tiemblan y ella solo puede ponerse en pie y enredarse en su bata blanca para salir de su habitación y caminar hacia el consultorio del doctor Weber, sabe que es de madrugada y él no puede estar ahí pero también sabe que su habitación debería estar cerrada por fuera y no lo está por lo que no se detiene a preguntarse nada y entra al consultorio encontrando al doctor Weber de espaldas a su consultorio, parado en el balcón y mirando a la luna que luce más llena que nunca y con su luz ilumina el rostro deforme del hombre que no la escucha entrar.
-Creo que es hora de hablar con la verdad, Diamante..
Hola a tod@s, les dejo un capitulo de hijo de la Luna para empezar bonito el mes, les cuento que ya pude terminar esta historia y estoy trabajando en el reemplazo a marchas forzadas, así como otro fic que estaba en el "cementerio de ideas" que para mi suerte empecé de cero al perder el borrador.
mil mil gracias a Matona que espero que tengas algo para leer con esto.
Irais: gracias por seguir mis historias se que este cierre de capitulo te gustó
genesis, vi que empezaste a leer espero llegues hasta aquí, gracias por leer
ryolu: rini es terca terca pero algun dia aprenderá
reividel: feliz de leerte
lector silencioso, deja review, dicen que da buena suerte.
con cariño:
La maga del mal
