Hijo de la Luna
Capitulo 34
Departamento de la familia Black:
Cuando el aire les faltó a Helios y Hotaru, ambos se separaron con nerviosismo. Hotaru estaba sonrojada y a Helios le costaba contenerse y seguir los lineamientos de su excelente educación Inglesa que en ese momento deseaba tirar por el balcón, pero la fragilidad y la perfección de su ninfa, de su hada, lo hicieron detenerse y recordar que no podía arruinar aquel momento con un arrebato carnal.
-Yo… lo lamento- Se disculpa Helios luego de toser un poco y apartarse de aquel cuerpo hechicero.-Me dejé llevar…
-yo también lo lamento- se disculpa Hotaru
-¿por dejarte llevar o porque vas a romperme el corazón?-pregunta temeroso el peliplata
-yo…
-Helios, he vuelto-Se escucha la voz nada oportuna del tío Zafiro. Hotaru se apresura a ponerse de pie y tomar el regalo de Helios- tienes visita
-tío, has vuelto- saluda sonriente El muchacho de Ojos Dorados-La señorita Hotaru Chiba, Hija del doctor Chiba, te he hablado de ella. Hotaru, él es mi tío Zafiro Black.
-Encantada-Saluda la joven haciendo una reverencia y Zafiro sonríe al reconocer a la chica que había obsesionado a su sobrino durante todo ese tiempo.
-Es un honor conocerla finalmente, he tenido el honor de conocer a su padre y a su bisabuelo, Helios me había hablado de usted.
-encantada,Señor Black
-Lamento no haber ido al templo Hikawa con Helios.
-puede visitarnos cuando desee. OkaSan le hará una ceremonia del té con mucho gusto
-Debes conocer a la señora Hino. Es realmente hermosa, Hotaru heredó su belleza.
-Entonces estoy seguro que es una mujer realmente hermosa. Aquí tenemos a la prueba viviente
-Gracias, Señor Black. Yo debo ir al templo, los dejo, seguramente tienen mucho de qué hablar.
-Pero, Hotaru…
-Nos veremos después. Encantada de conocerle, Señor Black, visítenos cuando lo desee, con gusto le daremos un recorrido
-Te prometo que lo haré-responde Zafiro y Hotaru corre fuera del departamento saliendo como si la persiguieran y en el rostro de Helios se cuelga un gesto de tristeza-Luces decepcionado…
-No es por tí, Tío… es solo que, ella parece estar destinada a escabullirse de mis manos como el agua.
-calma,sobrino, no desesperes. Si es su destino estar juntos así será…
-Si que estás positivo. Te hizo bien ese viaje¿Alguna novedad?
-¿te cuento ya que me de un baño y descanse un poco?
-Claro, iré a mi habitación
-Helios…
-¿si?
-Nada…solo, me da gusto volverte a ver.
-A mí también, tío.
El joven se fue a su habitación y Zafiro lo miró alejarse, lo entristeció ver a ese joven alejarse, recordó al niño pequeño del que se hizo cargo en medio de la guerra, ahora era un joven, casi un adulto que en nada estaría listo para ser independiente ¿qué haría ahora él? Toda su vida la había dedicado a Helios y él había crecido ya, seguramente necesitaría reorganizar su vida muy pronto.
Cafetería Crown:
El muchacho de ojos violeta se encontraba sentado ante la muchacha rubia de ojos verdes que le veía enamorada mientras bebía su malteada, ambos se observaban en silencio y sonrientes.
-¿por qué me ves tanto, Raymond?
-Es que no puedo creer que tengo a la novia más hermosa del mundo-responde embelesado el chico de cabellos negros
-Eres un adulador-sonríe la muchacha
-Claro que no, digo la verdad, jamás mentiría.
-Gracias por venir a verme al trabajo
-sé que estás ocupada así que es lo menos que puedo hacer. ¿Me acompañaras al templo Saliendo de tu turno?
-claro que si. Sí no voy contigo ¿ con quién entrenarán Hotaru y tú?
-Eres de gran ayuda, ojalá y oka San dejará de insistir tanto en que entrenemos tan duro
-Ambos son muy buenos, pero si, la tía Rei los hace entrenar como si fueran a participar en las olimpiadas, lo que sea que la asuste debe ser grande.
-si. Seguro lo es- apoya el chico Chiba
-Come, pervertido-Suelta Andrew que deja en la mesa una Hamburguesa frente a Raymond y su hija lo observa con molestia
-papá ¿vas a seguir enojado?
-No estoy enojado-hace un puchero el rubio
-tío. Te ves realmente enojado. Apoya Raymond-Además me llamaste pervertido
-pues si dejarás de tocarle las manos a mi hija
-papá, eres un exagerado.
-es que eres mi bebita y yo…yo…¡por qué tuviste que crecer, Sayuri!-llora dramático el rubio
-ay papá-Se avergüenza la muchacha
-tío, tranquilo. Te prometo ser el mismo caballero que fuiste tú con la tía Makoto y Otou San con Oka San-Ofrece Solemne Raymond y Andrew comienza a respirar nervioso
-papá ¿estás bien?
-este… si, Sayuri en diez minutos termina tu descanso.-recuerda Andrew antes de correr a la cocina
-si, papá. Gracias por recordarlo cada diez minutos-grita la rubia y Raymond sonríe
-El tío Andrew está celoso
-Es un dramático.
-solo está preocupado, eres su adoración y la mía
-Ray…-Sé sonroja la de ojos verdes-¿te quedarás hasta el final de mi turno?
-claro que si. Usaré sabiamente la tarjeta que me dió Otou San y pediré todo el menú. ¿Serás mi mesera?
-no dejaría que nadie más te atendiera
-¡Sayuri!-grita Andrew desde la cocina
-Debo irme.
-Anda, aquí estaré-ofrece caballeroso el pelinegro y Sayuri se aleja corriendo, ambos están felices por poder pasar tiempo el uno con el otro.
Lucerna Suiza
La mujer de cabellos rubios estaba en su habitación empacando su ropa con Tsukiko en el Hombro, la Ardilla se puso en alerta y luego se tranquilizó. Serena no volteó al oír abrir la puerta, sabía de quién se trataba.
-Así que es cierto que te vas-Se escucha la voz de Diamante a sus espaldas que se acerca y toca su hombro
-¿por qué no lo haría? Mi periodo de desintoxicación ha concluido, ¿por qué más me quedaría aquí?-Responde ella sin girarse
-¿Quizás por mi?-Dice temeroso el hombre de ojos amatista y cabellos plateados.
-¿A qué Rayos estás jugando, Diamante? Primero me dices que no quieres luchar por lo nuestro y luego me dices esto. -Se gira la rubia enojada
-¿Quién querría estar con un monstruo como yo, Serena? ¿Cómo podría obligarte a estar con un desterrado deforme como yo?
-No has cambiado ni un poco, Diamante Black-Se enoja Serena y el hombre luce confundido-hace Veinte años me secuestraste sin mi consentimiento y me alejaste de todo. Hoy de nuevo eliges por mi y me sacas de tu vida
-¡No puedo obligarte a estar conmigo ahora que no tengo un Reino, ni siquiera soy un hombre completo, soy un monstruo!
-¿y crees que a mi me importa eso?-Grita desesperada la Rubia-¡Ni siquiera me has preguntado!
-Sería un egoísta si lo hiciera
-Entonces no me pidas que me quede aquí, curándome de algo que no tengo ya. Por fin entendí la raíz de toda mi amargura
-¿volverás con él?-Inquiere dolido el médico con el rostro deforme
-¿De verdad te importa?
-Sabes la verdad-Murmura él
-creí Saberla. Creí que tu amor por mí sería tan fuerte para superar esas cosas.
-¿Podrías seguir amándome a pesar de ser esto en lo que me he convertido?-Inquiere asustado el hombre de cabellos claros sin atreverse a mirar a los ojos a Serena, temiendo su asco y ella se acerca y acaricia la parte de su rostro que luce quemado
-Aun cuando perdí la memoria, aún cuando te borraron de mi mente, en lo más profundo de mi corazón jamás dejé de amarte ¿Cómo podría hacerlo ahora que por fin te he encontrado?
-¡Porque soy un monstruo, Serena!
-Para mí sigues siendo el mismo hombre del que me enamoré, tus ojos me miran de la misma forma en que me veían entonces, para mí eso es suficiente.
-¿No te doy asco?-interroga asustado y ella lo besa con suavidad, él se sobresalta un poco y luego reacciona al beso con el mismo amor que ella lo ha besado
-¿Eso responde tu pregunta?-Responde la rubia que acaricia él rostro de él mientras él la sujeta del talle acercándola hacia sí.
-Lo suficiente-Sonríe por primera vez el de ojos amatista-¿Aun así te irás?
-Ahora más que nunca-Suelta Serena y un gesto de confusión en el rostro de Diamante- creo que tengo mucho que resolver en Tokio y un divorcio que tramitar.
-Eso me agrada, me agrada mucho-Sonríe Diamante abrazando a Serena contra su cuerpo-¿Qué te parece si antes de eso nos tomamos unos días libres? Creo que nos merecemos un descanso antes de la tormenta que viene
-¿Qué propones?-Se interesa la rubia
-vámonos de viaje a algún sitio, al que desees, será como la luna de miel que nunca tuvimos.
-Pero solo un par de días, Diamante. Quiero ser libre de ese matrimonio que tan infeliz me ha hecho. Después iremos a donde sea.
-¿A dónde te gustaría ir?
-A Quebec, jamás he ido y Darien nunca tenía tiempo para llevarnos.
-Quebec será-Ofrece el de cabellos de nieve
-Pero solo un par de días,Diamante. Hay mucho por resolver
-Lo prometo. Después de eso si quieres podemos dar la vuelta al mundo
-Creí que habías dicho que eras pobre
-Dije que ya no soy un príncipe ni tengo un Reino. No seré el dueño de los hospitales Chiba pero a esta clínica no le va nada mal.
-Bueno, cuando sea libre decidiremos qué hacer
-Anda, arregla tus cosas. Iré a hacer la maleta y a comprar los boletos a Quebec - Ofrece el hombre caminando hacia la puerta tras dar un suave beso a la rubia
-Diamante…
-¿Si?
-Te amo
El hombre sonrió con su rostro desfigurado y tras susurrar un "Y yo a ti" salio de la habitación, ella se sentía como quinceañera enamorada y él por primera vez en muchos años, realmente feliz…
Templo Hikawa:
Hotaru vestía su chihaya de sacerdotisa mientras barría las escalinatas del templo. Kenzo y Setsuna la habían acompañado a practicar artes Marciales y tras darse un baño continuó con sus actividades en el templo. La hacía feliz y ser útil, así como distraer su mente un poco antes de ponerse a estudiar para su clase del día siguiente.
-Cuando te veo así, pareces más que una mariposa una bella hada de cuento de hadas mi bella mariposa-Se escucha la voz de Helios que aparece con un ramo de tulipanes violeta en su mano.
-Helios¿qué haces aquí?-se sorprende la muchacha de ojos amatista
-vine a traerte un obsequio-entrega el joven el ramo a la chica de cabellos negros que se sonroja al verlas.
-Es la primera vez que me regalan flores, muchas gracias-Sonríe la joven
-Ya te había traido flores antes, pero estas son con el deseo expreso de demostrarte un sentimiento y pues debes acostumbrarte porque ahora que me has confirmado que me amas pienso regalarte flores a menudo-explica el joven a Hotaru acortando la distancia
-Helios…
-no puedes echarte para atrás,no ahora que sé que me amas tanto como te amo yo
-Pero…Rini…
-También quiero mucho a Rini, pero no del mismo modo que a tí, yo te amo y a ella la veo como a una pequeña hermana, jamás podría amarla…mi corazón es tuyo. Ella tendrá que entender, porque yo solo te amo a ti, creí que eso había quedado claro- insiste el de ojos dorados que eleva la barbilla de la muchacha para mirarla a los ojos-Sé que no será fácil mi bella mariposa pero seamos Valientes, sé que estaremos bien, lucha a mi lado, di que sí
-Está bien-Acepta Hotaru que cierra sus ojos y se une a aquel baile de labios al que Helios la invita,ambos se pierden en un tierno beso que si bien no es el primero si es quizás el más importante ya que es el beso que les confirma que no fue un sueño o un impulso, fue verdadero amor…
-¡Hotaru, Helios!-Se escucha el grito de Rini a espaldas de los jóvenes que se separan sorprendidos al oír aquella voz
-Rini, nombra asustada la hermana mayor
-¿cómo pudiste, Hotaru? Tú sabes que yo amo a Helios
-Rini, lo lamento, yo…
-escapé de casa para venir a verte y a contarte cómo me sentía y te encuentro besándote con el Hombre que amo, eres igual a tu madre, lo mismo le hizo Rei a mamá-Enojada la joven
-Puedo explicarte
-Señorita Rini, sé que está enojada pero le suplico que cuide sus palabras. Hotaru se ha preocupado siempre por sus sentimientos y creo que no es apropiado decir esas cosas sobre la señora Rei.
-Tú no te metas, esto es entre mi hermana y yo-enojada la pelirrosa- confié en tí, Hotaru. Sabías que yo amaba a Helios ¿y qué hiciste tú? Te le metiste y lo sedujiste ¿qué hiciste? ¿Pedirle a la golfa de tu madre la receta para conquistar a un hombre ajeno?
-Rini, cállate por favor-pide Hotaru apretando sus puños
-Sabes que digo la verdad, tu madre y tú son un par de zorras roba hombres-grita Rini y sus palabras son calladas por una fuerte bofetada por parte de su hermana mayor que se escucha fuerte y sonoro.
Estacionamiento del Templo Hikawa:
La mujer de cabellos negros baja del Ferrari rojo cuando su ex marido le abre la puerta, él sonríe coqueto y ella respira resignada, su auto estará varios días más en el taller y sabe que pelear es algo que solo le robará energía, para él es algo reconfortante ver que las ganas de ella por alejarlo han disminuido.
-Hoy luces hermosa, Hobijín-Lanza él al aire esperando la reacción de ella que aunque no es satisfactoria tampoco es de coraje, solo lo mira y guarda silencio-¿está todo bien? Luces algo seria
-Ayer descubrí a Raymond comunicándose con el fuego sagrado-cuenta Rei al aire y Darien la observa confundido- Raymond no había manifestado tener poderes hasta ahora y anoche lo descubrí hablando con él fuego. Me preocupa que sus poderes estén despertando por alguna razón.
-Quizás solo es por su edad, no te preocupes Hobijín, seguro el fuego no te ha dicho nada al respecto ¿me equivoco? -deduce el padre del muchacho y ella asiente- deja de preocuparte, esas ojeras en tus bellos ojos sólo me dicen que estás sobre pensando las cosas
-pero Hotaru también tuvo un incidente con sus poderes dormidos hace un par de semanas
-Hotaru y Raymond son hijos de una de las mujeres más fuertes y poderosa que conozco, era lógico que en algún momento desarrollaran poderes, además, si lo piensas también tienen los poderes de la tierra en su sangre, quizás solo debamos trabajar en enseñarlos a manejarlos, si. Ambos-Suelta él cuando ella lo observa de reojo-somos sus padres y aunque lo nuestro como pareja esté en pausa, nuestra responsabilidad con ellos es permanente
-No necesitas…
-Si, si necesito y no seas terca. Gasta esa energía en pensar si Hotaru será tu dama de honor o tu pajecita en nuestra próxima boda
-no empieces-Refunfuña ella y Darien sonríe al ver que al menos de momento le ha quitado la preocupación de encima.
"Sabes que digo la verdad, tu madre y tú son un par de zorras roba hombres-grita Rini y sus palabras son calladas por una fuerte bofetada por parte de su hermana mayor que se escucha fuerte y sonoro."-logra escucharse a un par de escalones y ambos corren al escuchar el grito de Rini y luego el sonar de aquella bofetada para aparecer en la explanada justo cuando Rini cae al suelo con la mano en la mejilla sorprendida por la fuerza de su hermana y un Halo violeta envuelve a la joven de cabellos negros
-¡Hotaru!-Grita Rei a su hija tratando de desconectarle del trance en el que comienza a entrar mientras Helios también la llama, esto ayuda a que la muchacha recupere su tono amatista en las pupilas y casi caiga desmayada en el piso pero Helios la detiene antes de que eso pase-Helios, llévala adentro por favor
-Si, Señora Chiba…Hino- cambia de pronto el de ojos dorados y toma en brazos a una Hotaru casi desvanecida
-Rini ¿cómo pudiste decir esas cosas sobre tu hermana y sobre Rei?-Reprende el padre
-Papá, yo…
-Iré con Hotaru, ustedes tienen asuntos familiares que tratar…-comenta la sacerdotisa y da media vuelta
-Rei…yo…-Suelta la joven de cabellos rosas apenada.
-charlamos luego Rini.-se despide Rei corriendo tras Helios y su hija.
-Papá yo… yo puedo explicarte.
-No,Rini. Nada justifica que le hablaras así a tu hermana. Lo escuché todo; estoy muy decepcionado de tí, Rei no ha hecho más que tratarte con cariño y las palabras que dijiste sobre ella son espantosas. Reiko fue mi novia mucho antes que tu madre, mi esposa antes que Serena y no tuvo nada que ver jamás con mi decisión de dejar a tu madre, por el contrario, la que me ha presionado para que siga a su lado siempre ha sido Rei, y no tienes ningún derecho a decir palabras tan terribles, estoy avergonzado de la forma de expresarte. Vamos a casa y tienes completamente prohibido volver a pisar el templo Hikawa mientras vengas a ofender.
-Si, papá…-acepta la muchacha de ojos granate que sigue a su padre en silencio hasta el automóvil.
En el interior del templo Hikawa Helios había recostado a Hotaru en su cama y esta seguía inconsciente respirando con agitación, Rei apareció minutos después y se sentó al lado de la cama para ver con preocupación el rostro de su hija.
-¿Estará bien?-Preocupado el de ojos Dorados
-Si. Es solo que está agotada, se ha quedado dormida y sin energía pero estará bien, ahora solo necesita descansar.
-¿podría quedarme un poco más? Por si despierta
-Helios, creo que lo mejor es que vayas a tu habitación, la verás mañana por la mañana, por ahora lo mejor para Hotaru es descansar y aunque despertara solo la cansaremos más.
-Sobre eso… mi tío ha regresado y tendré que volver mañana a casa, quiero agradecerle su hospitalidad y apoyo
-Ha sido una bendición tenerte aquí y si en el futuro necesitas un sitio donde quedarte, Hikawa siempre te recibirá con gusto
-Gracias, Señora Chi.. Hino. Iré a mi habitación, por favor…
-Si despierta le diré que estuviste aquí y estás preocupado por ella
-Gracias
Helios salió de la habitación buscando que Hotaru despertara en ese instante pero no fue así y tuvo que pasar un cuarto de hora para que la muchacha de ojos amatista abriera los ojos.
-¿qué pasó, Oka San?
-creo que te quedaste dormida del cansancio
-Estaba muy enojada y yo…¿Rini está bien?
-Si. Tú padre y ella se fueron a casa
-No hubiera querido que escucharas esas palabras de sus labios
-Está dolida. Una mujer dolida puede decir muchas cosas en el momento.
-Me enojó mucho que te ofendiera
-tu y yo sabemos que las cosas no fueron así y eso es suficiente para mí. Lo que me preocupa es tu desvanecimiento. Es la segunda vez que ocurre en poco tiempo; en ambas ocasiones perdiste los estribos.
-Quizás mis poderes se activan al molestarme.
-Deberemos trabajar en tus emociones, Cho. Tu poder es muy grande para dejarlo fluir indiscriminadamente, podría ser peligroso para ti y para todos.
-Si, Oka San. Estoy de acuerdo.
-Por otro lado, Helios…-sonríe la madre- ¿tienes algo que decirme?
-finalmente acepté mis sentimientos, Oka San. Fue cuando Rini nos encontró
-Ya veo. Debió ser un shock muy fuerte para ella
-¿Crees que hice mal?
-para nada. Seguir a tu corazón siempre será lo correcto, Cho. Rini solo necesita tiempo para entender las cosas
-¿Crees que lo entienda?
-a pesar de las cosas horribles que dijo, Rini es una buena chica. Su vida no ha sido fácil y terminará aceptando las cosas, nadie puede tener a su lado a alguien que no te quiere a la fuerza
-gracias, Oka San- agradece la joven a su madre y la abraza.
-Descansa, pequeña Cho- suelta la madre y deja a su hija en su habitación para que pueda descansar.
La mujer de ojos amatista fue hacia su habitación pero al pasar cerca de la de su hijo pudo ver las luces encendidas y escucharlo hablar con alguien, lo que le llamó la atención y a pesar de no gustar de espiar a sus hijos sintió demasiada curiosidad así que se acercó con cuidado y pudo verlo desde la entrada de su habitación gracias a la puerta entreabierta; Raymond se encontraba moviendo sus manos ante la chimenea de su habitación, justo como ella solía hacerlo, el fuego se movía en distintas direcciones evidenciando que podía entenderlo pero en este no se reflejaba nada claro, solo eran sombras.
-fuego sagrado, respóndeme- dice Raymond intentando mantenerse tranquilo pero luce desesperado y la chimenea crece empujando el fuego hacia el muchacho que consigue alejarse lo suficiente para no quemarse y su madre por inercia entra de prisa a la habitación haciendo que él fuego se apacigüe.
-Fuego Sagrado, deténte-ordena la madre al fuego haciendo que este vuelva a su tamaño normal- ¿Estás bien, Ray?
-Si, Oka San. Estoy y bien… yo-se apena el muchacho al verse descubierto-Lamento no haberte contado
-¿cuánto tiempo tiene que puedes hablar con el fuego?
-un par de semanas, yo no lo busqué, solo ocurrió, Oka San
-No estoy enojada. ya te había visto hablar con el fuego-Aclara Rei y el gesto preocupado del muchacho desaparece-me hubiera gustado que me tuvieras confianza
-me asusté un poco y cuando paso lo de Hotaru te vi tan preocupada que no quise darte más problemas
-mi trabajo es preocuparme por ustedes siempre, Ray-Sonríe la de ojos amatista- el fuego no es cualquier elemento y tú necesitas aprender a controlarlo
-¿me enseñarlas?
-podemos empezar mañana después del trabajo y tú escuela-ofrece la madre y el joven sonríe- pero tengo una duda ¿qué querías preguntarle al fuego?
-no sé si sea real pero siento como si una energía ajena a nosotros y muy fuerte estuviera cerca, puedo sentirla sobre todo por las noches.
-yo también la he sentido, pero no he logrado descifrarlo. El fuego no me muestra nada tampoco pero deja de preocuparte, esa energía no se siente malvada pero si bastante fuerte. Mañana lo indagaremos entre ambos ¿te parece?
-si, oka San
-Ray
-¿si?
-No uses el fuego de tu chimenea para consultar el fuego sagrado, estas en un templo sinotísta, puede ser peligroso como lo que pasó hace un instante.
-Si, Oka San
-descansa
-Lo haré
Raymond se quedó a solas en su habitación, se sentía más tranquilo al saber que su madre estaba enterada de su contacto con el fuego; cuando descubrió que el fuego respondía a él fue un día por accidente en el templo, mientras intentaba calentar su cena, él le habló a esa pequeña flama y está se movió a la indicación de sus palabras, lo que llamó su atención, luego hizo algunas pruebas y supo que no había sido coincidencia, pero cuando estuvo a punto de contarle su descubrimiento a su madre, su hermana mayor manifestó sus poderes de Sailor Saturn, lo que aterró a la mujer, por lo que no quiso darle más problemas no dolores de cabeza a aquella mujer. El saber que ahora ella estaba enterada y no estaba enojada ni preocupada lo tranquilizaba mucho, aunque a Rei, en realidad aquel descubrimiento le provocaría una noche total de insomnio más que tranquilidad, pero no podía decírselo a sus hijos.
Estanque de peces Koi dentro del templo Hikawa:
La mujer morena de cabellos verdes se encontraba de pie con la vista perdida en los peces en el estanque, lucía triste y preocupada.
-Sea lo que sea no encontrarás tu respuesta en esos peces-la interrumpe Kenzo
-No te escuché llegar-se sobresalta la mujer
-Te ví muy preocupada y no quise interrumpir, pero se hace tarde y creo que deberías dormir
-Dormir solo es posible con una conciencia tranquila y no es mi caso, Kenzo
-Ya veo. Sea lo que sea que te hace sentir mal deberías dejar de ser un juez tan duro contigo
-lo merezco
-algunas veces, somos los jueces más implacables con nosotros mismos y no con los demás, a veces deberíamos tener más consideración con nuestras cargas ¿no lo crees?
-sé lo que hice y sé que fue terrible
-¿si otra persona te hubiera hecho ese daño a tí, podrías perdonarla?
-no estoy segura, quizás no.
-al menos deberías confesar eso que se carga en tus espaldas, quizás te sientas más ligera.¿Quieres contarme?
-no podrías verme igual…además, jamás me creerias
-si necesitas descargar esos sentimientos te prometo que te creeré y no te juzgaré
-¿por qué me creerías?no me conoces
-conozco a la gente por su mirada, lo que sea que hicieras no fue por maldad
-¿puedo invitarte un té? Tengo mucho por contar
-es excelente, tenemos mucho té en Hikawa. Vamos, los cocineros del doctor Chiba dejaron galletas en la cocina. Tenemos toda la noche-sonríe el hombre
-Kenzo
-¿si?
-gracias…
Aquella noche mientras compartían una taza de té, Setsuna le contó a Kenzo todos los pesares que había mantenido a cuestas, por suerte o desgracia, Kenzo le creyó, Ella jamás pensó que alguien pudiera creer su historia y encontrar comprensión y compasión en aquella mirada la hacían sentir una paz que no recordaba haber vivido nunca.
Sueños de Helios Black:
El muchacho de cabellos plateados se encontraba en un inmenso corredor con puertas altas y blancas donde pudo ver varios nombres conocidos y desconocidos, el joven se transformó en un pegaso de alas blancas y comenzó a volar buscando el nombre del hada de sus sueños, en su aleteo se topó con una puerta entreabierta que emanaba una energía roja con destellos violeta y pudo ver en nombre de "Rei Hino" en ella, en el piso pudo ver al padre de Hotaru entrando a aquella puerta a hurtadillas, decidió no indagar más y siguió a aquel aroma a lavanda que lo embrujada hasta llegar a las puertas que tenían escrito "Hotaru Chiba" en ellas. No tuvo que tocar, la puerta estaba entreabierta y pudo ver a su amada Hada vestida con una túnica lila corriendo por un campo de tulipanes, sonrió al verla feliz, lucía hermosa y quiso acompañarla; cuando estuvo a punto de llegar a ella pudo ver una inmensa obscuridad y destrucción que se acercaba a ella, él se asustó y voló hacia ella para intentar protegerla pero pudo ver que su hermosa mariposa se vió envuelta en una luz púrpura que hizo a aquella luz alejarse, no sin antes dar batalla y lanzar un hilo de oscuridad que iba directo a Hotaru pero Helios voló hacia ella para abrazarla con sus alas y protegerla de aquel ataque.
-¿estás bien, mi bella Mariposa?-pregunta Helios que deja de ser un pegaso para volverse un humano y sus alas dejan de ser alas para volverse unos brazos que cubren a su amada.
-Si, no sé qué era eso
-Lo importante es que se ha ido y tú estás bien ahora
-Gracias por protegerme-Sonríe ella y Helios se derrite al ver aquella bella sonrisa
-no importa si son sueños o realidad, siempre te protegeré mi hermosa Hada-promete Helios
-Este sueño es tan real- susurra Hotaru
-es un sueño hermoso, puedo oler tu perfume
-Tu hueles a mar-se acurruca ella en los brazos de él- a la suave brisa de Santorini
-¿en verdad?-Sonríe Helios agachando su cabeza para cruzar su mirada con la amatista de Hotaru que luce sonrojada-no lo sabía
-Desde que te conocí lo sentí así
-¿te gustaría ir conmigo?-Ofrece Helios
-¿a Santorini? No podríamos, yo tengo escuela y tú…
-en los sueños todo es posible mi bella princesa
-no quiero despertar-sonríe Hotaru y Helios le regresa la sonrisa.
El joven se transforma en un pegaso de nueva cuenta y Hotaru sube a su lomo para segundos después emprender el vuelo con la joven a cuestas, Hotaru reía maravillada cuál si fuera una niña pequeña al disfrutar del vuelo y la vista y Helios también disfrutaba del abrazo de la joven, de sentir su aroma y escuchar la risa de su voz.
-Es justo como lo recuerdo-susurra Hotaru al ver las aguas color turquesa del mar
-¿ya habías estado aquí antes?-interroga el joven de cabellos plata
-cuando era pequeña. Oka san y yo vinimos juntas, antes de que supiera que estaba embarazada de mi hermano Raymond y antes de… bueno, eso no importa. Pensé que era un sitio hermoso, me dió mucha paz y cuando te conocí me diste esa misma paz
-es hermoso, justo como tú.
-No soy tan hermosa-se sonroja Hotaru
-¿bromeas? Eres la mujer más bella que he conocido en mi vida. Tus ojos, tu sonrisa, para mí es como si te hubieran sacado de un cuadro renacentista, simplemente perfecta e Irreal
-que cosas dices, Helios
-No miento, soy sincero en mis palabras
-¿Podemos pasear un poco?-Pide Hotaru y Helios sonríe y asiente al ver el nerviosismo en la bella muchacha y le ofrece su brazo para caminar juntos por las calles de Santorini, ella está embelesada en los pequeños puestos de joyería artesanal y él en la naturalidad de la joven.
-Nos los llevamos-dice el joven a la vendedora cuando ve que Hotaru se pierde en unos aretes de cristal en forma de mariposa en color morado
-Pero, Helios-susurra ella y él paga a la vendedora y le coloca los aretes a la joven aprovechando para acariciar la parte trasera de su lóbulo y estremecer a la muchacha
-Es lo más hermoso que he visto jamás-Asegura él y acaricia la mejilla de Hotaru, ambos saben que no habla de los aretes y roba un fugaz beso a la joven- si, simplemente lo más hermoso
-Helios…
En un momento los jóvenes estaban sentados en la parte alta de un mirador con la mejor vista de la isla donde pudieron ver en primera fila el atardecer, él estaba sentado junto a ella Hotaru recargó su cabeza en el hombro de él, ese momento de paz era para ella suficiente para poder soportar lo que vendría después.
La joven de ojos amatista abrió sus ojos a causa del despertador que la arrancó de su sueño, un sonrojó en sus mejillas y llevó las manos a su rostro que se sentía irritado por el sonrojó, pero sus dedos toparon con algo en sus orejas y pudo sentir algo colgando de ellas, fue al espejo y pudo ver los aretes de su sueño " ¿qué es esto?" Se sorprendió ella, podía recordar su sueño completo y sabía que esos aretes no estaban en su joyería y que eran los mismos que Helios le había comprado en su sueño, si, definitivamente algo raro estaba pasando aquí…
¡hola!
primero que nada mil perdones por tardar tanto en actualizar. ha habido mucho por hacer y he avanzado poco en las 2 historias que tengo en el horno.
gracias por seguir esta historia y espero que la disfruten tanto como yo, cuéntenmelo en un review por favor.
