"Hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

~~~~~ • ~~~~~ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 19:

"¿Están planeando una remodelación?"

La mirada de todos los mangos se volvió molesta por la pregunta burlona del Uzumaki, que una vez más estaba en una auditoría con ellos, solo que esta vez la majestuosa sala del consejo, que alguna vez fue glorioso e imponente adentro los ojos impresionables de su población.

Ahora estaba en reconstrucción.

El ataque de Ultear había hecho caer la fortaleza de los magos, al menos pudieron evitar que huyera y fue puesta bajo arrestó.

"No juegues con nosotros muchacho"

"Es gracioso que lo digan, a mi también me metieron en su juego" gruño con fastidio Naruto, la misión que le habían dado Ultear o el sujeto afeminado de cabello Azul, Jallal o como se llame, "Me mandaron a una misión que era una trampa, como una cerdo al matadero"

"Estas vivo"

"No gracias a ustedes" resopló irritado Naruto, "Yo viví, solo porque hice lo que tenía que hacer… y ustedes… sabían de esos hermanos, lo que podían hacer, de lo que hicieron… y jamás hicieron nada, ¿Tienes idea de cuántos murieron? ¿De cuánto se perdió por su cobardía?"

El shinobi había perdido toda la poca fe que le tenía a este concejo, la solo existencia de estos hermanos asesinos, demostró no que solo había personas peligrosas allá afuera.

Robando.

Atacando.

Destruyendo.

Asesinando.

La sola idea de que hubiera magos que podrían ser como los miembros de Akatsuki, significa solo que nadie estaba a salvó.

Y eso no le importaba al concejo mágico, en lo más mínimo.

Su mundo era diferente, eran varias aldeas shinobis dónde solo veían lo mejor para ellos mismos, la desconfianza estaba en el aire, más preocupados de que una aldea vecina pudiera atacarlos, que encargarse de los shinobis renegados más peligrosos.

Solo se volvían una amenaza cuando hacían estragos en sus propios territorios. Luego de su paso de muerte y destrucción, se enviaba un equipo de elite para tratar con ellos. En el que había dos posibilidades.

Que se vayan de su territorio y sean el problema de alguien más.

O que muchos de sus propios shinobis tengan que morir para poder derrotarlos.

Al principio Naruto pensó que este mundo era diferente. Que había paz, después de todo, todos estaban unidos bajo un solo reino, así que no podría haber conflictos con otros, que ingenuo fue.

Obviamente los magos se tomaron a pecho sus palabras y fue un ultraje, un adolescente los estaba juzgando, los estaba menospreciando no solo el concejo mágico, sino como personas.

La pesada aura de todos los magos se unió, formando un instinto asesino que se pudo sentir en todo el edificio, muchos de los magos más experimentados hubieran caído de rodillas ante tal poder.

"Ustedes no merecen este poder"

Al gran aura de instinto asesino de Naruto sacudió los cimientos del edificio, una gran silueta del zorro de nueve colas se formó detrás de el, con sus ojos brillando en rojo de pura furia y puños apretados, solo esperando ansioso que cualquiera de los magos lo atacara.

Sería la excusa perfecta para darles una lección, porque para el, ellos no merecían ser parte del concejo, no merecían la responsabilidad de ser líderes, de tener la confianza y seguridad de todo un reino en sus manos.

El más anciano y poderoso de los magos, que sentía como si las venas en su frente estallarían y magia ardía en sus puños, estaba a solo un paso de atacar, "¡TU NO ERES QUIEN PARA JUZGARNOS!"

"Pero yo si…"

Todo ese caos dentro de la sala del concejo cesó de un segundo a otro, cuando las puertas fueron abiertas, y una persona hizo acto de presencia, el solo estar ahí hizo que un silencio sepulcral se formará en la habitación.

Todos los magos se quedaron paralizados.

Naruto solo levanto una ceja, al ver a un anciano muy bajo, que de seguro era de la misma estatura que Makarvo, cabeza calva y pequeño bigote. Y una expresión de piedra que dio un aire de autoridad que se hacía sentir.

No tenía el poder.

Tenía la actitud.

¿Así que este es el rey de Fiore?

Lo hubiera creído más como una versión semejante al Daymonio del país del fuego, que a sus ojos era solo un anciano arrogante con una actitud que dejaba mucho que desear, y eso que solo lo vio una vez en los exámenes Chunnin.

"¡Mi-i Rey!" de inmediato el líder del concejo se olvidó de la furia contra el chico de Fairy tail, su furia se convirtió en confusión, después de todo no esperaba que el rey estuviera presente en esta reunión.

Todos los miembros del concejo se inclinó ante su Rey, que seguía con una expresión de piedra.

"Fuera… todo el concejo"

Todos los magos se quedaron mirando confundidos a su rey, creyendo que habían escuchado mal, uno de ellos se atrevió a preguntar, "¿Por qué?"

"¿Por dónde empiezo?" con un suspiro de frustración el Rey saco de su chaqueta una hoja, que arrojo con desdén a los pies de uno de los magos, "Mal manejó de funciones, misiones impuestas a magos no calificados, muchos de ellos terminaron muertos…"

"No es nuestra responsabilidad que los magos mientan y tomen misiones que no deberían"

"¿Y que tal la infiltración y el uso de nuestra arma más peligrosa?"

Esa sola pregunta por parte del Rey, fue un golpe bajo para todos los presentes no tenían una excusa válida que los defendiera.

Jallal y Ultear se infiltraron y jugaron con ellos, haciendo qué toda la estructura de Fiore quedará colgado de un hilo muy delgado.

"Tienen treinta minutos para juntar sus pertenencias y retirarse, todo el concejo mágico queda disuelto, y les recomiendo que no hagan nada estúpido, ahora son como cualquier civil, cualquier uso imprudente de magia será castigado"

10 segundos, fue el tiempo que los magos tardaron en procesar todo lo escuchado.

"¡No puede hacer eso!"

"¡Invertí décadas de mi vida a este trabajo!"

"¡Por favor considere está decisión!"

"¡¿Está loco?!"

Negación.

Furia.

Pánico.

Incredulidad.

Fueron muchas emociones para personas que estuvieron décadas en un puesto de poder que les hacía sentir que tenían a un continente en sus manos, y cuando todo eso se les era arrebatado.

El Rey de mantuvo tranquilo por el poder mágico que inundó el gran salón, que se sacudió aún más cuando otro poder contrarresto el de los magos.

Naruto se paró erguido frente al Rey, siendo el parteaguas que hizo que los magos se tuvieran que tragar toda su furia y frustración, para bajar la cabeza y dejar la sala.

Dejando solos al Rey y al shinobi.

"¿Quieres tragó?" el Rey camino hacia un escritorio por dónde abrió un cajón y saco una botella cristal, con dos copas.

"Supuestamente no tengo la edad para beber"

"No eres un niño" el gobernante se encogió de hombros, "Ni uno que haya conocido hizo una décima parte que tú, y eso… me hace pensar que tengo que tratarte como tal"

"¿Un adulto?"

"Un aliado" corrigió rápidamente el anciano que se sirvió una copa y otra se la dio al ninja, chocando copas los dos voltearon a mirar el gran ventanal, que tenía el símbolo de Fiore.

Dando un sorbo y haciendo una mueca por el fuerte sabor, Naruto miro de reojo al Rey, "¿Qué quiere de mi?"

"Quiero salvar a mi Reino, haciendo lo que sea mejor para él… y para eso tendré que tomar muchas decisiones, y rogar a Dios que hayan sido las correctas"

"Hmmm" estrechando los ojos con sospecha, Naruto tenia sus dudas de a dónde iba está conversación, "No respondió mi pregunta"

"Hay muchos magos como los de Fairy tail, que tiene corazón, pero no la determinación de tomar decisiones difíciles, y tú Uzumaki Naruto tienes lo que ahora este reino más necesita"

"¿Quieres que sea un salvador?" pregunto en tono casi de burla, no haciéndose a la idea de salvador que el Rey quería meterle a la cabeza.

"Quiero que hagas la diferencia, como lo has hecho hasta ahora"

"…" Mas serio, el Uzumaki levantó una ceja, sintiéndose curioso, "Escucho"

Asintiendo con la cabeza, el Rey saco una bola de cristal de su abrigo, la cuál dejó caer a sus pies y está brillo, creando una gran ilusión a su alrededor, que mostraba cientos de diferencia escudos que representaban cada gremio.

Algunos brillaban en un tono dorado, como lo era Fairy tail.

Otros, tenían un brillo oscuro y lúgubre, describiendo a los gremios oscuros.

"El número de gremios oscuros ha tenido un aumento nunca antes visto, y no solo eso, se están haciendo más fuertes, más meticulosos e inteligentes… aunque algunos tienen sus propios intereses, hay un objetivo que comparten… Zeref"

La sola mención de su nombre, hizo que todos los escudos de los gremios se agrietaran, haciendo qué de entre las sombras saliera una titánica figura.

"¿Quién es él?" pregunto con cautela el shinobi al mirar a ese silueta, había escuchado de el, de todo el tema de los demonios creados por el, pero necesitaba más información.

"El mago más oscuro que haya pisado la tierra y desgraciadamente tiene un poder… que llevaría este mundo a la ruina, solo muerte y destrucción en todo lo que traerá si es que vuelve"

"¿Es eso lo que se intentó en la torre del cielo?"

"Temo sí" con el temor reflejándose en sus ojos, el Rey tuvo que seguir, "De seguro también el concejo le tuvo tanto miedo a que la torre del cielo pudiera tener una conexión con ese mago oscuro, que no lo pensaron dos veces, no era ético, y que sacrificar las vidas de quién haya estado ahí sería egoísta, pero tenían miedo, y no los culpó"

Naruto gruño internamente, estaba seguro de que si el concejo hubiera destruido esa torre con sus amigos adentro, nada lo hubiera parado hasta hacerlos polvo.

Y peor aún, quería decir que los shinobis no harían lo mismo.

Falso.

De seguro que si los altos mandos como los Kages hubieran estado en una posición igual, les hubiera dado igual cuanta gente muera, un sacrificio justo por el valor de muchos.

Todos eran humanos al final del día.

Era más fácil sacrificar desconocidos por un bien mayor, que las personas más preciadas por ti como daño colateral.

"Veo el conflicto en tus ojos… es una buena señal" con un suspiro de pesadez el Rey se dejó caer lentamente de rodillas, "Por eso… se que estoy haciendo lo correcto"

"…" Naruto se quedó mirando incrédulo como el Rey se arrodillaba ante el, "¿Qué es-"

"Uzumaki Naruto, la Bestia de Fairy tail y mago rango S del gremio Fairy Tail, tienes el poder, tienes la convicción, tienes la determinación de hacer un cambio importante en este continente… tus acciones son toda la evidencia que necesito para saber que tú siempre ayudarás al inocente y castigaras a los culpables…"

"…"

"Como Rey de Fiore, se me dio la responsabilidad de hacer lo que sea mejor para mi reino, mis antecesores pusieron su fe en mi, y soy capaz de hacer lo que sea por mi reino… por mi gente… por mi familia… yo sé que no puedo hacerlo… no tengo ese poder… pero estoy dispuesto a arrodillarme ante alguien que si pueda"

"…" Naruto se quedó de pie un largo rato sin saber que responder a eso, pero al ver la mirada del anciano, no, un rey, que estaba dispuesto a dejar de lado todo.

Su orgullo.

Su honor.

Su posición.

Para decir que no podía hacer algo, pero estaba dispuesto a pedir la ayuda de alguien que si podría.

¿El podría hacerlo?

~~~~~~~~ • ~~~~~~~~

"¿Maestro?" Mirajane miro preocupada a su maestro, normalmente era mucho más alegre a la hora feliz de la cantina, durante la última media hora había pedido solamente un tarro de cerveza y ni siquiera lo había tocado.

"¿Mmm?" el anciano levantó la mirada y suspiro por la mirada preocupado de una de sus hijas, "Lo lamento Mirajane, no es por ti… es el concejo"

"¿Esta preocupado por la que puedan hacerle a Naruto-kun?" Pregunto angustiada, también se sentía nerviosa por todo lo ocurrido las últimas semanas, extrañaba los días más simples.

Una guerras de gremios.

Una misión rango S que terminaba en un asesinato.

La torre del cielo.

Extrañaba el tiempo cuando Lucy y Naruto se unieron por primera vez, todo era mucho más divertido y lindo.

"Estoy preocupado por le que ellos quieren que el haga" Makarov golpeo sus dedos contra la barra, recibió una carta que venía directamente de la mano de su rey.

Y no le gustaba lo que estaba pasando.

"¿Crees que le harán algo malo?" Mirajane apretó el agarre de la charola, "¡Deberíamos ir a decirles que-"

"No es solo por lo que ellos harán hija" dando un pesado suspiro, el maestro del gremio miro hacia la nada un breve segundo, "Sino también por lo que el pueda hacer"

"Naruto-chan no es una mala persona" defendió la camarera que le dio una mala mirada a su maestro, "Es un chico dulce y amable, que tal vez tenga su temperamento, pero también estoy segura de que es una maravillosa persona"

"Lo sé" gruño también con una punzada de enojó en su voz, no por lo que ella dijo, sino por el estaba pensando, "Es impredecible…"

"No entiendo…" murmuró la maga, no creía que esa fuera una mala cualidad.

"No lo has visto pelear enserio…" Makarov muro mucho más serio a la maga, "Yo lo ví, y es como ver a una persona completamente diferente, solo piénsalo de esta forma, la disciplina de Erza, el temperamento de Gray, el hambre por la batalla de Natsu, y el corazón que alguien como Lucy puede tener, todo eso y más cualidades que hacen a una persona… impredecible…"

"Oh" Mirajane ahora se sentía mucha más nerviosa, "Lucy me habló de sus entrenamientos, lo que el hace… es una locura, pero dijo que lo hace por nosotros, para nunca perder"

"Si, también escuché sobre eso" dando otro suspiro más pesado que el anterior, el mago también tenía que pensar en ese otro gran problema que el shinobi tenía, "¿Has oído esa frase? Que dice, 'Mientras menos tengas de el, más te aferraras'"

"¿Qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando?"

"Todo" jugando con el tarro de cerveza que ya estaba caliente, Majarov trato no decir demasiado, después de todo al chico le gustaba su privacidad, pero podría darle una idea a Mirajane, "Solo imagínalo, en toda tu vida, apenas tuviste algo de interacción con otras personas y en cambio tenías solo odio, desconociendo cosas como lazos paternos, maternos, hermanos, mierda tal vez ni siquiera un solo amigo, solo pequeñas muestras de afecta de personas que podrías contar con solo una mano"

Mirajane tuvo que sentarse, ella sabía muy bien de quién hablaba y la sola idea de pensar en que tipo de vida tuvo, era como para llorar, "Suena… una vida muy triste"

"Si, y luego en los últimos meses, de pronto lo tienes todo, tienes personas a tu alrededor que te hablan, que te elogian, que se ríen contigo, que lloran contigo, todo eso que jamás tuviste, lo tienes… ¿No harías lo que sea para proteger eso?"

"Si, pero no todo depende de el, nosotros también debemos de protegerlo y ayudarlo"

"El no lo ve así, el se puso a si misma una carga muy pesada, creer que tiene que sostener el mundo sobre sus hombros…"

"¡Se lastimara si lo hace!"

"Y no podemos hacer nada para detenerlo" empujando a un lado el tarro de cerveza, Makarov se puso de pie, "No puedo echarlo del gremio, tampoco persuadirlo para que vea que no tiene que hacer esto solo, porque se que no lo hará, esto es algo que tendrá que ver por si mismo"

"Maestro…"

"Voy a dormir, estoy viejos huesos ya necesitan un descanso" diciendo eso, el anciano se despidió de la camarera que se quedó de pie dónde estaba.

Ella se mordió los labios nerviosa, dándose la vuelta iba a tratar de seguir trabajando para distraerse, pero paro en seco cuando Lucy estaba parada detrás de el.

"¿Tu… lo escuchaste?"

La mirada de preocupación de Lucy fue una respuesta muy clara.

~~~~~~~~ • ~~~~~~~~

Golpeando su espalda contra la puerta apenas salió de la habitación, el adolescentes se quedó un largo rato solamente mirando a la nada, aún incrédulo de todo lo que acababa de suceder ahí dentro.

No le pudo dar una respuesta al Rey, le pidió un plazo de un día para dar su respuesta.

Nunca fue una persona que dudaba, normalmente su propia estupidez y el ser temerario era lo que le hacía tomar decisiones rápidas. Sin embargo, sabía muy bien lo que implicaba decir que si.

Sería como tomar el papel que siempre debió tomar para su aldea.

Ser un arma.

Una que causaría el miedo en sus enemigos.

Y también su muerte.

Tenía que ser la espada de Fiore, para que no vuelva ocurrir algo como lo de Jallal. Antes de tomar cualquier tipo de decisión, necesitaba ver a alguien.

~~~~~~~~ • ~~~~~~~~

Pocas personas sabían que debajo del consejo, había un calabozo que ponía al resguardo a los peores magos antes de ser enviados a la cárcel dónde pasarían el resto de sus vidas.

Y Ultear estuvo ahí durante un par de días, esperando pacientemente la sentencia que le darían por innumerables crímenes de seguro rompería, se sentía orgullosa de eso.

De rodillas y con la cabeza gacha, tenía pesadas cadenas alrededor de cada una de sus extremidades, un collar medieval alrededor de su cuello y como si eso no fuera suficiente. Debajo de ellos había unas complejas ranuras que formaban un círculo mágico que sellaban su magia.

"Me pregunto, ¿Cómo puedes ir al baño así?"

Una ceño fruncido se formó en el rostro de Ultear, que lentamente levanto la cabeza, para cruzar miradas con un sonriente Naruto, "Tengo una bacinica debajo de mi, cada cuatro horas viene un soldado a cambiarla"

"Okey… ¿Y también te tiene que limpiar? ¿Dónde queda tu orgullo cuando te tienen que limpiar como una bebé?"

Apretando sus puños, Ultear fulminó con la mirada al adolescente, "Tu… lo arruinaste todo… ¡¿Sabes lo que haz hecho?! ¡¿Cuánto tiempo invertimos para esto?! ¡Has arruinado el despertar del nuevo rey de este mundo!"

"¿Qué pasa con las personas que siguen a los genocidas?" pregunto ya cansado el adolescente, "Todo lo quieren es caos y destrucción, ¿En serio quieres vivir en un mundo así?"

"¿Qué es esto? ¿Una intervención?" escupió la maga con desdén, "¿Me pedirás que me una a tu gremio y jure ser una buena niña para ti? ¿Por qué no te bajas los pantalones y te doy una mamada también?"

Ultear se sentía humillada.

Todos los objetivos se fueron por el caño, Jallal estaba muerto, años de planeación y espionaje, pensar que todo ese esfuerzo significó nada, cuando esté chico llegó y en solo minutos saco a su sacrificio, inhabilito a Jallal, dejó que la torre explotara.

Odiaba a Uzumaki Naruto.

"Si dependiera de mi, estarías tirada en una zanja, siendo comida por los cuervos y gusanos"

Pero también le temía.

Ultear se sentía pequeña ante la mirada fría y penetrante del shinobi.

Que también estaba enojado, no solo una amiga preciada fue secuestrada, todo su equipo casi muere por intentar rescatarla, esto pudo haber terminado de la peor forma posible.

Y mato a uno de los responsables, pero otro aún respiraba.

La maga podría jurar que veía los ojos de una bestia gigante, que de solo una mordida haría trizas su cuerpo, sin que pudiera hacer nada para detenerlo.

Una presa del pánico y el miedo, una carcajada se escapó de los labios de la maga, una carcajada que se convirtió en una larga risa.

"…" Naruto tuvo que contenerse para no arrancarle la cabeza.

Paso un rato hasta que la risa de la maga se apagará, pero la sonrisa en sus labios nunca la abandonó, "¡Tu no eres un mago! ¡Mucho menos un héroe! Te vez a ti mismo como el protector de tu gremio, yo solo veo una bestia rabiosa encadenada, que de vez en cuando es aflojada para atacar a tus enemigos… el nombre te queda… Bestia de Fairy tail"

Frunciendo el ceño, el adolescente tuvo que apretar sus puños tratando de calmarse.

"¡No somos los primeros ni los últimos Bestia! ¡Hay magos oscuros por todo el continente! ¡Mata a uno y otro tomara su lugar! No lo sabes, pero ahora mismo hay algo grande escribiéndose en el destino, va a suceder y no podrás hacer nada para detenerlo… lo perderás todo…"

Ya cansado de escucharla, se dio media vuelta para irse, pero la maga no había terminado.

"¡Ya no ere un humano! ¡Eres un monstruo Uzumaki Naruto! ¡Cuyas cadenas un día se romperán y el verdadero tu saldrá! ¡Serás la amenaza que acabará con todo! ¡¿Me escuchas?! ¡Tu eres un monstruo!"

Ultear no dejo de gritar, aún cuando el shinobi ya se había ido.

~~~~~~~~ • ~~~~~~~~

Bueno… eso fue una mierda.

Ya cansado, Naruto fue hacia la salida, al final el cruce de palabras con esa maga fue una perdida de tiempo, y no sabía suficiente de tortura como para sacarle esa información.

Golpearla como un saco de boxeo, arrancarle algún dedo.

Pensando bien… eso podría funcionar.

Sin que el jinchiruki lo supiera, sus ojos brillaron levemente en rojo. Sus emociones empezaron a volverse caóticas, levemente, solo para parecer que nacieron de el mismo.

Era curioso, algunas personas creían en el libre albedrío, que se tiene la libre elección de lo que sea, pero siempre, siempre había que tener en cuenta lo que estaba a su alrededor o más bien dentro de cada uno. Los que nos hace tomar las decisiones de todos los días.

Si… las malas decisiones, pueden venir de los peores momentos de la vida de uno.

"Al carajo con la filosofía…" gruño internamente Naruto que paro en seco, cuando estaba por darse la vuelta para volver a ver a Ultear, y hacer lo que tenía que hacer para sacar la información que necesitaba para ayudar a las personas que en verdad la merecieran.

Justo cuando se dio la vuelta, se cruzó con una persona.

Era una adolescente de su edad, unos 13 a 14 años, bella como pocas chicas podrían ser, piel clara y perfecta, tiene el cabello verde y ondulado que llega hasta los hombros con dos mechones de cabello que enmarcan su cara y llegan hasta los hombros. Sus ojos son grandes y brillantes.

Por el vestido grande y blanco que dejaba muy en claro que ella era de la realeza. Era la hija del rey.

Y también una chica tímida, apenas cruzaron miradas su rostro se sonrojo y una sonrisa nerviosa se formó en sus labios.

"¡Hola-a! Me alegra llegar antes que te fueras, soy Hisui E. Fiore" se presento con los modales digno de su título, olvidándose de su timidez para ahora ser centrada y tranquila.

"La educación de una princesa" Naruto respiro honda, no estaba de humor para tener que lidiar con una princesita malcriada, "Ahg" tomándose de la cabeza, alejo esos pensamientos, no podía desquitarse con ella, "Mucho gusto, soy-"

"¡Uzumaki Naruto!" la chica de inmediato se tapo la boca y se sonrojó avergonzada, "Lo siento-o, es que se tanto de ti, leí en los periódicos, ¡Sigo las noticias!" la adolescente se mordió la lengua al pensar en lo que dijo, "¡No-o es como si te estuviera acosando! Es que, eres increíble"

Naruto tuvo que sonreír, no podía evitar recordar a un pequeño Konohamaru en la princesa, "Gracias"

"Eres un héroe, me gustaría ser como tú… aunque se que no puedo" la princesa suspiro con desánimo, sin poder evitar mirar sobre su hombro el que había vario caballeros a su alrededor, siempre había alguien, "No todos podemos ser Uzumaki Naruto"

"No tienes que serlo…" murmuró el shinobi que le sonrió a la chica, "Para hacer lo correcto"

"¡Ohhhhh!" el rostro de la princesa se iluminó y saco una libreta, "Que buena frase"

"Algo cliché…" Naruto se froto el cuello un poco avergonzado, no era de sus mejores frases, "La tome del libro de una amiga, está escribiendo un libro"

"A veces lo cliché es lo que todos necesitan escuchar, aunque yo que se, soy una princesa, se supone que soy una chica de crital en una jaula de oro"

"Bueno… no pareces el tipo de chica que rompe árboles con sus puños"

"Oye, para que lo sepas, se karate, se defenderme sola" dijo con una sonrisa de desafío.

"Si…" el shinobi se rasco la barbilla y levanto su mano derecha mostró tener una pequeña corona, "¿Crees que me quede?"

"¡Cool!" Una vez más Hisui miro con asombro y admiración, tocando su cabeza se dio cuenta que no tenía su corona, la tomo sin que ella lo notara, "¡Eres tan cool!" Recuperando su corona se la puso.

La interrupción entre ambos adolescentes se interrumpida cuando uno de los caballeros se acercó a tocar el hombro de la princesa y dar aviso que su padre ya estaba en la carroza.

Dando un bufido de desanimo, la princesa asintió con la cabeza, "Tengo que irme"

"Yo también, Fairy tail me espera" Naruto levanto su mano y se la ofreció, "Fue un gusto conocerte"

Estrechando su mano con rapidez, la chica asintió con la cabeza con una gran sonrisa, "¡Para mí mucho más! ¿Puedo pasar a verte en el gremio? Sino te molesta-a claro"

"Claro, y te puedo enseñar algunos trucos además de solo robar coronas"

"¡Cool!"

Naruto sonrió al despedirse de la princesa, que se reunió con su padre en la carroza, aún a esta distancia podía escucharla diciéndole todo lo que sucedió.

Bueno… tenía que volver al gremio.

Fin del capítulo 19.

Dame al Naruto más bipolar.

No, no tan bipolar.

El rey tiro las cartas sobre la mesa.

Y como alguna vez Hiruzen le pidió a Itachi que hiciera lo impensable, también ahora el Rey se lo pidió a Naruto, que tendrá que tomar una decisión.

¿Ser el jinchiruki que debió ser en Konoha?

Gracias a Zero por escribir algunos fragmentos del capítulo, como siempre sabe que trama hacer que la historia avance.

Díganme ustedes en los comentarios que les parece muchachos, los leo.

Mirio fuera.