El hada madrina.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
Fe de erratas o ratas con mucha fe.
Omití por error una ficha de un Fic, aquí estan
Keibatsu de Brown phanton.
Capitulo uno
Review
Angelmolina056
Soy coautor, solo subiría las versiones beta de los capítulos que me tocan, ya que el estilo de Black998 hace incompatible sus fic.
Diego
¿Eh? Un poco de claridad por favor.
Comenzamos.
Sakura estaba que echaba chispas, Anko había tomado una pausa para ir al baño, aunque algunos aseguraban oír gemidos ahogados. A todo esto, no era la única que había ido ahí.
-Estoy muy decepcionado de ti- dijo Gai- con un tono de reprobación- de ambos, mi juvenil rival y mi joven pupilo.
-Cierto- recordó Minato- no te vimos ahí.
- Aproveche para ir al baño- comento Gai- respeto la intimidad de las damas.
"Ok, eso es nuevo" pensaron sonriendo las mujeres ahí presentes "si no fuera por esa obsesión que tiene"
-Bueno, bola de puercos- zapateo Kushina exasperada- ¿Ya podemos continuar?.
-¿Porque todos lucen conmocionados?- preguntó Moegi.
-!Sabía que nos censuraron algo¡- dijo enojado el pequeño Ssrutobi.
-¡NADA, NO PASO NADA¡- exclamó la pelirrosa.
-De acuerdo- tomo Shin el orbe y se lo dió a Sakura- dadas las circunstancias, haz los Honores.
Así lo hizo Sakura, mostrando una casa suburbana de clase media alta.
-¿Cómo que tienes que quedarte en la oficina hasta tarde? Mamá, no lo entiendes. ¡Esto es una emergencia!
Sakura recorría el salón de un lado a otro con el teléfono inalámbrico pegado a su oreja y una mueca de enfado en su bello rostro, impecablemente maquillado. Su cabello rosa estaba recogido en un elegante moño, nada acorde con el top de tirantes y los vaqueros desgastados que llevaba puestos.
-¡No de nuevo¡- exclamo la pelirrosa.
-Vaya otro mundo no Shinobi- dijo algo emocionada Ino. El primero que habían visto era sumamente interesante, posiblemente el otro también podía serlo.
-Pues dudo que llegue a ser tan humillante para Sakura como el anterior- cometo Shizune, pero su sensei la vio bastante divertida.
-Nunca digas nunca- canturreo la ojimiel.
-!NO INVOQUE LA MALA SUERTE, TSUNADE SAMA¡- Chillo la ojijade.
-Lo siento, cielo –respondió la señora Haruno, al otro lado de la línea, intentando sonar asertiva-. Pero ya sabes que tu padre y yo estamos muy ocupados esta semana con el tema de la fusión y tenemos que asistir a muchas cenas de negocios. Es una reunión muy importante.
-Vaya, parece que tus padres son hombres de negocios- le comento Ino a su antigua amiga.
Ella solo asintió , algo le decía que esto no iba a salir bien. Ya fuera por el mundo anterior o no, tenía ese presentimiento.
-¡Lo mío sí que es importante, mamá! ¡Esta noche es el baile de graduación y mi vestido está roto! ¿Has oído? ¡ROTO!- Exclamó exaltada la joven perdiendo rápidamente la paciencia.
-Son tal para cual- expresó su opinión Hinata- emo malcriado y mocosa malcriada hacen buena pareja.
-¡Hinata¡- expresó ofendido Sasuke. Sakura lo hizo escandalizada.
-Vamos, se ve que ha de andar cerca de los veinte, vive con sus papis y está haciendo un berrinche- señaló Anko- algo que hasta ahora solo habíamos visto hacer a su majestad ojitos de cebolla.
-Tienes razón, Tebane- se unió Kushina.
-Kushina Sama…- intento protestar Kakashi- no creo que ….
-Cierra la boca Bakashi- lo silencio en el acto- no creas que ya disminuyó el enojo que te tengo.
Kakashi se encogió en su lugar. Había perdido demasiado rápido la guerra.
-Ya te oí la primera vez, Sakura. Pero te repito que tu padre y yo estamos muy ocupados esta noche. ¿Por qué no tomas dinero del cajón del escritorio de tu padre y sales a comprar otro vestido? La dependienta de la tienda era muy simpática, seguro que te hace un descuento de última hora ¿Te parece bien, cielo?
La joven colgó el teléfono sin dignarse a responder. Estaba tan cabreada que a punto estuvo de tirarse sobre el sofá y ahogar un grito apretando la cara contra los cojines, pero se acordó del peinado y el maquillaje y se contuvo. ¿Cómo podía pasarle esto precisamente a ella? ¡A SAKURA HARUNO!
-De acuerdo, hasta yo empiezo a ver el parecido- dijo Ino sintiendo pena ajena de la ojijade.
-No, esto no es justo- decía llorando la pelirrosa como fuente-¿Porque a mí?.
"Y todavía se Pregunta porque?" Pensó Tenten de forma sarcástica.
Ella era sin duda la chica más adinerada y popular del Instituto de Konoha, además de la capitana indiscutible del equipo de animadoras y novia del quarterback Sasuke Uchiha , el chico más guapo del instituto y probablemente también de la ciudad.
-¡Si, cero y van tres¡- cambio de humor repentinamente Sakura- ! Entiéndelo puerca, el universo mismo dice que Sasuke es mio¡
"Ok, cada quien sus prioridades" pensó el Uzumaki. Jamás creyó que saber de qué la hasta hace poco, dueña de sus suspiros, andaba con el emo, no le dolería. Cómo dijo Sakura, ya habían visto varios mundos, pero hasta ahora, salvó en el anterior, parecía ser que él y Hinata acababan juntos. Una constante que creía no merecer, pero en la que haría lo necesario para hacerlo.
A sus dieciocho recién cumplidos, el baile de graduación representaba la culminación de una adolescencia perfecta. Se suponía que era la noche en que pasaría a la historia del instituto como la Reina de la Graduación; la noche en que todas las chicas se morirían de envidia deseando estar en su pellejo (y los chicos deseando estar en su cama).
-!Que¡- grito tan fuerte Sakura que todos juraron que se reventaron sus tímpanos- ¡Yo no soy una cualquiera¡.
-A que eso es una constante- le dijo Hinata de forma bajita a Anko, que tras volver del baño, se había acomodado junto a ella. A todo esto, la sensei de la ojiperla se acomodo junto a Anko. No iba a corromper a Hinata, si ella podía evitarlo.
¡Pero todos sus sueños se irían al traste por culpa de ese maldito vestido!
Sakura levantó la cabeza y miró aquel desastre que colgaba de una percha en mitad del pasillo. Aquel estúpido vestido de color azul claro, con un escote perfecto y un corte exquisito.
-¿Tanto drama por un vestido?- preguntó incrédulo Kiba.
-Te compadezco- le dieron el pésame la mayoría de las ahí presentes.
Y casi enseguida, Ino le aplicó un buen golpe en la cabeza a Kiba.
-Bruto- se quejó ella.
-Puedo saber ¿Cómo era el vestido?- quiso saber por curiosidad Moegi.
Shin mostró el vestido, de cómo se veía antes del desastre que haya pasado.
Según todas las mujeres, si era una tragedia que eso se hubiera arruinado.
La primera vez que lo vio en la tienda se volvió loca de alegría porque era el vestido soñado para una Reina de Graduación: ostentoso pero no escandaloso, iba a juego con su pelo y se ceñía a su impresionante figura como si hubiese sido diseñado exclusivamente para ella. Pero ahora no sentía más que odio hacia ese puto vestido.
¿Cómo era posible que se le deshicieran las costuras? Ni siquiera estaba realmente roto ¡Era como si el maldito hilo se hubiese desintegrado!
-Eso si está raro- pensó en voz alta Shikamaru- por lo que dice Shin, parece que algo disolvió las costuras. No creo que haya Sido una casualidad.
-Yo estaba pensando lo mismo- asintió el Yondaime- esto no huele nada bien.
Estaba segura de que el vestido estaba perfectamente bien cuando salió para la peluquería. Pero nada más al volver se lo encontró así... ¡Hecho un desastre! En menos de una hora, Sasuke pasaría a recogerla en una limusina alquilada y no había tiempo de salir a buscar otro vestido. ¡Y encima sus padres estaban demasiado ocupados como para venir a solucionar su crisis!
-¡Esto ya no puede ir a peor! –gritó, maldiciendo su suerte.
-Yo en su lugar no habría dicho eso- dijo Neji palmeando su cara- ya entendí a la mala que si bien el destino no está escrito en piedra, decir "No podrá ponerse peor" es prácticamente retar a la suerte.
-Cierto- asintió de acuerdo Asuma- lo siento por ti niña, pero esto se va a poner peor.
"Al menos el drama es por un baile" pensó con relativo alivio la joven.
Casi de inmediato, su teléfono móvil comenzó a sonar. Era el Uchiha.
-¿Cariño? –dijo la joven, agarrando el teléfono con lágrimas en los ojos-. ¡No te imaginas lo que acaba de pasar! ¡Es horrible!
Lo único que se oía al otro lado de la línea era una risita nasal, intercalada con sonidos de besos. Por fin, Sakura oyó la voz de su novio.
-!Óyeme Idiota¡- tomo la ojijade al Uchiha por su camisa- ¡¿QUIEN TE CREES PARA SERME INFIEL!?.
Sasuke en ese momento, sintió el verdadero Terror, siendo el día de la masacre Uchiha la otra única ocasión dónde lo había sentido. Bien que dicen que el infierno no tiene furia como una mujer despechada
-S... Sakura, ese no soy Yo- volvió a aclarar el Emo.
-Más te vale- lo soltó echando fuego por la boca…. En definitiva no era su racha.
-Esa no era la voz de "ella"- le comento Naruto a su madre.
-A mi también me lo pareció- sonrió divertida la ojilila, en su opinión, que el emo y su novia se jodan, ya les tocaba sufrir a ellos.
-¿Nena? –dijo Sasuke, evidentemente nervioso-. ¿Podemos hablar?
-¡Uy¡- dijeron todas las mujeres a coro con sarcasmo y calilla.
-Esto va a estar bueno- dijo Hinata frotando sus manos con maldad.
-¿Qué ruidos son esos, Sasuke? –preguntó Sakura, secándose las lágrimas con el antebrazo y frunciendo el ceño-. ¿Estás con alguien?
-Eh... bueno... Verás, nena. Esto es más complicado de lo que me esperaba. ¿Te acuerdas de Karin, la chica de la clase de Química?
¡Claro que se acordaba!
-!QUE¡- rugió la rosada mordiéndose la lengua para no insultar a Karin, después de todo, ella no era suicida.
Karin Uzumaki era la antítesis de Sakura. La chica más insociable pese a ser de las más atractivas del instituto. Una nerd que además era hermosa y que seguro por mérito propio iría a la universidad.
-!Eso Niña, Tebane¡- aplaudió Kushina de pie- Sacando la cara por el clan.
-Asi se hace prima- asintió Naruto.
-Bravo- estuvo de acuerdo Tsunade. Al fin de cuentas, ella era mitad Uzumaki, definitivamente, si lo que entendió era verdad, le iba a arrebatar al imbécil de Orochimaru a su prima segunda.
-Pues... eh... Creo que voy a ir a al baile con ella. ¿Te parece bien? No es nada personal, Sakura. Pero es que me he dado cuenta de que Karin tiene cosas... eh... que tú no tienes. ¿Todo bien, nena?
-Se me ocurren dos buenas razones- canturreo divertida Anko.
-Ella es plana- dijo enojada Sakura, pues su tamaño de Bra y el de Karin no era muy diferente.
-Yo hablaba de inteligencia y aparentemente, no ser una perra- dijo divertida Anko- carismas a la larga mata carita.
"Definitivamente voy a recordar eso" pensaron varios hombres ahí presente. En especial Chouji y Lee.
La ojijade se había quedado con la boca abierta, tratando de procesar lo que acababa de oír. Su novio la estaba dejando por teléfono... la noche del baile de graduación... ¡para irse con una nerd cuatrojos !
-Te lo dije- sonrió el Hyuga con suficiencia.
-Definitivamente, no es mi racha- lloraba por su desgracia la Kunouchi.
-Cariño... ¡Si esto es una broma no tiene ni puta gracia! ¿¡Me oyes!?
-Lo siento, nena. ¡No te lo tomes así! Te puedo pasar con Karin si quieres. Está aquí conmigo.
-¡No quiero hablar con esa zorra! ¡Lo que quiero saber es cuándo mi novio se volvió loco de atar! ¿Me quieres decir con quién voy ahora al baile?
-Bueno, Karin dice que su primo Naruto podría estar interesado. Y es tu vecino de enfrente, ¿no?
-Más te vale ir con Orochiteme y arrancarle a mi sobrina de sus pederastas garras- amenazó Kushina a Jiraiya- porque si no, como fantasma, de mi cuenta corre que jamás vuelvas a espiar en un solo Onsen.
El Sanin trago duro. Dado lo que hasta ahora habían visto…. Definitivamente Kushina iba a cumplir esa amenaza.
Por su lado el Uzumaki sonrió, allá afuera tenía familia, solo era cosa de encontrarla. Quizá y además de Karin, Yuna estaba ahí afuera esperando por él.
-Al baile... ¿con Naruto Uzumaki? ¿El rey Friki-Nerd del insti?
- ¡Este si¡- grito triunfal Kiba- !Estoy seguro que este Naruto no es nada cool.
-Ya veremos, cara de perro- le arrojó una sartén Kushina que dejó a Kiba semi inconsciente.
-¡Sí! –exclamaron Sasuke y Karin al unísono, soltando una risa.
La pelirrosa no dijo una palabra más. Se levantó del sofá, colgó el teléfono y lo lanzó con todas sus fuerzas, haciendo trizas un gran espejo que decoraba la pared del salón. Acto seguido agarró su vestido deshecho y corrió escaleras arriba, entrando en su habitación y cerrando de un portazo. Ya no le importaba despeinarse ni estropear su maquillaje. No tenía pareja. No tenía vestido. ¡La noche más importante de su vida se había ido oficialmente a la mierda!
-Ouch- se encogió de hombros Kurenai- eso debió doler.
-Pero es demasiada coincidencia- pensó Shino en voz alta- ¿No opinas lo mismo?- preguntó a Shikamaru que asintió en respuesta.
Eso sí pico la curiosidad de todos. Aparentemente había gato encerrado.
La joven arrojó el vestido a una esquina de la habitación y se tiró sobre la cama, hundiendo la cara en la almohada y sollozando. No sólo estaba triste. ¡Estaba enfadada! Enfada con sus padres por no estar ahí para ayudarla. Enfada con la tienda por haberle vendido un vestido defectuoso. Enfadada con su ex novio por haberle destrozado la vida. ¡Y enfadada con ese cabroncete pervertido de Naruto Uzumaki por el mero hecho de existir y por tener una prima tan hija de puta!
! KABOOM¡
En el fondo de un cráter, Sakura estaba más muerta que viva, siendo la única posible señal de que seguía viva, los espasmos de sus piernas, pues si cabeza estaba enterrada en el fondo del cráter.
-¡Ve a insultar a tu abuela, Tebane¡- se sacudió las manos Kushina.
-Dime que lo tienes- pidió Anko a Hinata que estaba usando una carama de vídeo de última generación 4K.
Ella solo asintió divertida, esto para ella definitivamente valió la pena estar aquí.
-¡Es como si el universo se hubiese vuelto en contra mía! –gritó, pataleando sobre la cama-. ¿De verdad merezco esto?
-Por supuesto que no, niña preciosa –dijo una voz femenina.
-¡Woaw¡- Exclamaron todos al ver a quien había dicho eso.
Sorprendida, volvió la cabeza para encontrarse con algo inesperado. En medio de su habitación, envuelta en un halo resplandeciente, había una joven ojiperla de cabello azulado oscuro y corto, con piel marmórea , contemplándola con el gesto más dulce que había visto en su vida. Por su aspecto, la joven debía de tener más o menos su edad, llevaba el pelo decorado con una diadema roja, a juego con la resplandeciente túnica de seda larga que abrazaba sus generosas caderas y revelaba parte de sus pechos con un escote poco pudoroso. Aquella chica brillaba con luz propia.
-Luces como toda una diosa- le comento el Uzumaki a Hinata que se sonrojo por el halago.
-G... Gracias Naruto kun- dijo muy apenada la ojiperla.
-Es idea mía o tiene esa cara- le pidió confirmación Kiba a su compañero de equipo.
-Definitivamenente tiene esa cara- le confirmó Shino.
El Aburame hablaba de un gesto de la ojiperla, uno que aparentemente hacia en una situación en particular.
-Genial- farfullo celosa la pelirrosa- yo soy una berrinchuda y Hinata es una suerte de diosa.
-Bueno, por algo se llama Naruverso- dijo también con un toque de envidia Ino- es natural que le vaya bien a ella, dado que parece ser la primera persona en notar a Naruto por su valor.
-¿Qui... quién es usted? –fue todo lo que alcanzó a decir Sakura, obnubilada por la puesta en escena.
La joven la miraba con ojos entrecerrados, dedicándole la más tranquilizadora de las sonrisas. La porrista tendría que haberse sentido asustada al encontrarse con una extraña en casa, pero por algún extraño motivo... se sentía completamente a salvo. Sorprendida, pero a salvo.
-Mmmm- murmuró en vago, su sensei a lado suyo, enarco una ceja.
-¿Pasa algo Shikamaru?- preguntó Asuma.
-No pasa nada- admitió el Nara- creo. Sin toda la data lo mío podía ser una conjetura apresurada.
-Mi nombre es Hinata, preciosa –dijo la intrusa, haciendo una delicada reverencia, revelando aún más su amplio busto-. Y soy un ser mágico que ha venido a ayudarte en esta noche tan especial para ti.
-¿Un hada... madrina? ¿Cómo la Cenicienta?
-Un cuento popular- acotó Shin- y un hada es una suerte de diosa menor.
-Si, definitivamente Hinata es una suertuda- dijeron varios a Coro.
-Te mereces ese título y uno más grande- opinó el Uzumaki.
-Gracias Naruto kun.
A pesar de lo inaudito de la situación en la que se hallaba, no le costó demasiado aceptar la idea de que la visitara un hada madrina. Sakura había dejado de creer en la magia hacía más de diez años, y sabía perfectamente que las hadas sólo existían en los cuentos o en las películas para críos. Y sin embargo, aquella despampanante chica aseguraba ser un hada de verdad... y la ojijade no podía hacer otra cosa que creer sus palabras. ¿Cómo iba a mentirle alguien con una sonrisa tan... plácida? Se sentía tan segura…
-Así le miraban a mi tía y ahora estoy lleno de primos- comentó Casualmente Shino.
-Bueno, ese mundo no es shinobi- defendió a su consentida Kurenai- además estamos hablando de Hinata.
-Y de Sakura- reviró Shino- dudo que una diosa menor se pare a ver a una mujer ordinaria por mucho que le haya pasado.
-Pero ya vimos que todo puede ser posible- respondió la Sensei- quizás sea común en ese mundo.
Hinata soltó una dulce risita.
-Bueno, ese es un excelente ejemplo, querida. Aunque las cosas no van a ser exactamente como en el cuento.
-¿A qué te refieres? –preguntó Sakura, alzando una ceja.
La sonriente hada puso una mano sobre su busto con teatralidad.
-Soy experta en hacer realidad los sueños de la gente. Pero entiendo que los sueños son complicados y que no puedo basarme exclusivamente en mi criterio. Por eso voy a necesitar tu ayuda para hacer que esta noche sea absoluta y totalmente inolvidable, preciosidad. Voy a concederte tres deseos a tu elección. ¡Puedes elegir libremente cualquier cosa que necesites para ir al baile y hacer que esta sea la mejor noche de tu vida!
-¡Puta, que ofertón¡- Exclamó admirada Anko.
-Si eso es demasiado afortunado- asintió Kushina algo enojada.
-Las cosas no podrían ser lo que parece- le consoló su esposo.
-O serlo, ese no es un mundo shinobi- no estuvo de acuerdo Kushina.
La expresión de la niña mimada fue pasando del asombro a la más absoluta fascinación, sin el menor atisbo de incredulidad. Se levantó de la cama y miró a su deslumbrante hada, tan emocionada que se le saltaron las lágrimas.
-¿Cualquier cosa que quiera?- preguntó la joven ilusionada.
-¿Que parte de que tengo que cumplir sus deseos es la que no entendió?- preguntó nada contenta con lo que veía la ojiperla.
-Sera menos inteligente que nuestra Sakura- opinión Naruto sin pudor alguno.
Con su madre cerca, podía expresar su opinión sobre su compañera de equipo, sin temor a represalias y es algo que iba a aprovechar.
-Cualquiera cosa que tu corazón anhele, tesoro. Siempre que tenga relación con el baile de esta noche –añadió el hada, levantando un dedo para hacer énfasis.
¡Eso era mucho mejor que el cuento de la Cenicienta! ¿Por qué dejar que el hada eligiera por ella si podía tener exactamente lo que buscaba? Pensó en su vestido destrozado, en el cabrón de Sasuke... ¡En todas las posibilidades que se abrían ante ella! Podría convertir aquel baile de instituto en el evento más grande de la historia si así lo deseaba... ¡Y ella sería la protagonista!
-Vaya eso es ser superficial- comentó Shizune.
-Algo que cualquiera ahí haría- le reprendió la ojimiel.
Al menos la ojionix tuvo la decencia de sonrojarse.
-Dios esto es... ¡Esto es fabuloso! Creía que iba a ser la peor noche de mi vida pero... pero... ¡Casi no me lo creo! ¡Ino no me creera cuando se lo cuente!
-Parece que su amistad no se rompió- le comento Chouji a la Yamanaka.
-Eso parece- asintió Ino, no muy renuente a esa idea. En el fondo, realmente si quería el recuperar a su primer gran amiga. Parecía ser una constante que su amistad se renovaba. Por lo que se estaba haciendo a la idea de intentar nuevamente restablecer ese lazo con la pelirrosa.
El hada puso sus manos sobre sus amplias caderas, todavía sonriente.
-Bueno, cariño. Recuerda que tienes que salir para el baile dentro de cuarenta minutos. ¡No querrás hacerles esperar! –dijo la ojiperla, acariciando suavemente su cabello -. Y te aseguro que esta hada madrina está loca por conceder deseos. ¡Pide lo que quieras!
-Algo anda mal- dijo entrecerrando los ojos de forma acusadora Kurenai al oír el tono de voz y ver la expresión de la ojiperla mayor.
-Parece ser que mis sospechas podían no ser infundadas- le comento Shino a Kiba que le dió la razón.
Sakura ni siquiera reparó en el discreto tono de burla con el que el hada había acabado la frase. ¡Tenía tanta razón! El baile empezaría en breve y ella debía aprovechar bien sus deseos. La pelirrosa miró el vestido, hecho una bola en el suelo de su habitación. Sabía por dónde empezaría.
-Un vestido… que original- rodo los ojos el Uchiha.
-Dime que otra cosa podría necesitar en este momento- le desafío el Uzumaki.
El silencio dijo mucho. Haciendo muy dulce la victoria de Naruto.
-Hada madrina –dijo con solemnidad-. Estoy lista para pedir mi primer deseo.
-¡Oh, sí! ¡Sí! –dijo Hinata, visiblemente emocionada-. Vas a tener tu deseo, niña preciosa. ¡Pide por esa boquita cualquier cosa que quieras!
-Sarcasmo detectado- dijo Ino que estaba empezando a aprender a leer las expresiones de Hinata. Y a admitir con celos que incluso así, se veía simplemente preciosa.
En condiciones normales, a la ojijade le habría parecido muy poco apropiada la actitud del hada, tan ansiosa por concederle un deseo. Pero ella no reparó en eso. Tenía la cabeza en otro lugar. ¡Un lugar en el que todos sus sueños estaban a punto de hacerse realidad!
-Hinata, para el baile de graduación deseo llevar el vestido de mis sueños. ¡Con todos los complementos!
-¡SÍ! ¡SÍ! ¡Niña preciosa, sí! –
La belleza de piel nívea sacó de entre sus voluminosos pechos una deslumbrante varita mágica con incrustaciones de diamante y la alzó orgullosa-¡Tu deseo va a hacerse realidad como que me llamo Hinata! ¡Oh, sí! ¡SÍ, CARIÑOOO!
-Tiene una sexy manera de hacer la cosas- decía el Sanin con un par de tapones de papel higiénico en las fosas nasales- el gaki si que es un Maldito suertudo al tenerla a su lado.
-Si que tiene suerte- asintió la Sanin- y si te soy franca, me habría gustado ser como esa versión suya a su edad.
-Esa versión de Hinata es más segura de si misma- decía lo obvio Anko, antes de abrazar a la ojiperla como si fuera un peluche- ¡Y de mi cuenta corre que seas así en poco tiempo¡
-Ya te dije que consigas a tu propia alumna- se la quito Kurenai.
Ella estaba segura de lograr que Hinata fuera así. Bueno no tan así, pero al menos más acertiva.
Con la varita en una mano, el hada comenzó a canturrear envolviendo a Sakura en un torbellino de purpurina y destellos. La joven estaba tan maravillada con la magia y las luces que ni siquiera prestó atención a la curiosa sonrisa del hada.
-¡...gala-sadoola-magika-dooooooOOOOOH, SANTO CIELO! Vo... ¡Voy a cumplir tu deseo, primor! Bibbity Bobbity...
De pronto, hubo un fogonazo y la porrista fue incapaz de ver nada más allá de la resplandeciente luz que envolvía todo a su alrededor. Se sentía liviana, como si estuviese flotando. Y de hecho... ¡Sí, estaba flotando, suspendida en aquel vacío fulgurante! No trascurrieron ni cinco segundos cuando la chica notó de nuevo el suelo bajo sus pies, y al instante el escenario volvió a dibujarse a su alrededor. Los destellos fueron disolviéndose poco a poco hasta que fue capaz de distinguir junto a ella la majestuosa y sonriente figura de su hada madrina, que la miraba con un gesto de ensueño mientras acariciaba cariñosamente su varita mágica. ¡Todo era tan... maravilloso!
-Si que sabes hacer un espectáculo- le dirigió Tenten a Hinata el comentario.
-Oh vaya que esto va a mi próxima novela- garabateo con seguridad el Sanin. No era una escena lasciva, sabía que no corría riesgo en hacer anotaciones.
-Tu deseo se ha cumplido, preciosidad –dijo el hada, satisfecha hasta límites insospechados por la joven-. ¡Sin duda vas a ser la más bella del baile! –añadió, mandándole un seductor beso.
-¡No,ni madres¡- dijeron a coro ojiperla y pelirrosa- ¡Yo jamás haría eso¡.
-Ya sé me hacía raro- entrecerró los ojos Kurenai. Bueno, ya le tocaba a su alumna la humillación.
-Pero que buenas tijeras- dijo divertido Konohamaru.
! KABOOM¡
Fue enterrado en un cráter por Hinata…. Ni más ni menos.
-Escuchame bien, chamaco de porra- expresó enojada Hinata- en el remoto caso que yo fuera bisexual o lesbiana, si no hubiera en ese mundo una versión femenina de Naruto Kun, estoy segura que iría por cualquier chica menos Ella.
-!Oye¡- le dijo ofendida la pelirrosa-.
Ya dije- sentencio la ojiperla- si no hubiera una Naruto femenina, yo iria por cualquier otra chica menos una amargada, grosera, tonta, gorila que golpea solo para ocultar su frustración.
Sakura apenas podía creerse lo que veían sus ojos. Ya no estaba en su habitación, sino en el salón del piso de abajo, justo frente al enorme espejo que ella misma había roto en pedazos minutos atrás y que ahora lucía milagrosamente intacto. Reflejada en aquel espejo, vio algo que la dejó sin respiración.
-Vaya, ese vestido es bellísimo- decían las mujeres con corazones en las pupilas.
-Es bellísima- dijeron varios hombres de los ahí presentes, causando celos en el emo.
Vaya que la magia de la ojiperla sacó a relucir todos sus encantos.
-Y bien, tesoro –dijo la ojiperla, con una mano en la cadera y la otra blandiendo su chisporroteante varita- ¿Soy buena en mi trabajo o no?
Su lustrosa melena estaba recogida en un exquisito moño, tan perfecto que el que le habían hecho en la peluquería no podía compararse ni de lejos. El maquillaje de su cara era digno del de una estrella de Hollywood, y el vestido... ¡El vestido!
-Hollywood es el lugar donde se hace el Cine más comercial- respondió por adelantado Shin.
La pelirrosa creía que el vestido de la tienda se acercaba a su ideal de perfección, pero palidecía al lado de la maravilla que llevaba puesta. Era un precioso vestido largo de color azul oscuro que acababa en una ostentosa y refulgente cola de seda celeste. El escote realzaba y acentuaba sus pequeños pechos de una forma un tanto atrevida, pero muy elegante. Llevaba un par de guantes largos de satén blanco, y unos brillantes pendientes de diamante a juego con el distinguido collar con joyas incrustadas que centelleaba alrededor de su cuello. Era una visión de ensueño.
-Hada madrina... esto es... esto es... ¡No tengo palabras! ¡Jamás he estado tan guapa en mi vida!
Sakura Posaba frente al espejo, emocionada y orgullosa de su cuerpo y su resplandeciente vestido. ¿Quién necesitaba al tarado de Sasuke? ¡Si se presentaba así en el baile, todos los chicos del instituto harían cola para ser su pareja! Y probablemente incluso las chicas porque... ¡Oh, Dios! No podía dejar de mirar su reflejo. ¡Estaba embelesada!
-¿Alguien aquí decía no ser bisexual?- preguntó Burlona la ojiperla- porque a mí me pareció que si batea en ambos equipos.
-!No es cierto¡- dijo Sakura que vio a Ino en ese momento hacerse a lado- ¡Ya te dije que no me gustas así¡
-Mas vale prevenir- se alejo Ino.
-Pero no olvides, preciosa, que todavía tienes dos deseos esperando para convertirte en la más dichosa de las criaturas –añadió la peliazul-. Dos deseos para ti solita, querida.
-¿Eh? ¡Ah, sí!- ella se había quedado embobada lanzándole besos a su reflejo. Su hada tenía razón; todavía quedaban dos deseos que gastar. El vestido y los complementos eran ideales, pero no iba a ser tan tonta como para desperdiciar la oportunidad de su vida. Aquella noche tenía que ser realmente inolvidable... ¡la noche más especial de su vida! Una noche que sería recordada en la historia de Ciudad Acero. Pero... ¿por qué dejarlo ahí?
-¿Eh?- se quedaron varios ahí con cara de What.
-En ese mundo Konoha es el nombre de la escuela, sigue siendo el país del Fuego, pero la ciudad se llama Acero.
-Ah- dijeron varios satisfecha su curiosidad.
-¡Hinata! –dijo Sakura, ajustándose uno de los guantes-. Prepárate porque ya sé cuál va a ser mi segundo deseo.
-¡Oh! ¿De verdad, primor? –exclamó el hada, acariciando distraídamente su cabello -. ¡Eso es fantástico! Estaré feliz de poder cumplir tu deseo, niñita preciosa.
Tal y cómo había ocurrido la vez anterior, un brillo especial se hizo presente en la mirada del hada.
-No será un mundo shinobi- comento Kakashi- pero yo en su lugar ya no me confiaría en las intenciones de Hinata.
-Cierto mi juvenil rival- asintió Gai- aquí hay algo raro.
Naturalmente, la joven siguió sin darse cuenta de ello, pues estaba concentrada en lo que iba a pedir.
-Deseo que esta noche sea nombrada Reina del Baile de Graduación... ¡De todos los bailes de graduación del país, porque mi coronación va a ser retransmitida en directo en la televisión nacional!
-Y vos solo sois sencillita- dijo Ino con un marcado acento argentino, algo que ni ella sabía de dónde salió.
-Callate puerca- dijo sin ánimo Sakura, pidiendo a Kami que esto ya acabé.
-Sí... sí... sí... ¡OH, SÍ! ¡Piensa a lo grande, preciosa! ¡Bibbity Bobbity! ¡Bibbity Bobbity! –comenzó a alabar la ojiperla, alzando la varita y llenando el salón de estrellitas-. Qué tus sueños... ¡Se hagan realidad!
El hada madrina volvió a hacer cursis pases con su varita. Sakura ni siquiera se dignó a mirarla, tan asombrada como estaba por la rutilante lluvia de polvos de hada que inundaba su salón. De pronto, la televisión se encendió.
-... muy interesante, Idate –dijo la voz de un conocido presentador de televisión, dando las noticias en la cadena con más audiencia del país-. Pero sin duda el evento de esta noche es la retransmisión del baile de graduación del Instituto de Konoha en Ciudad Acero. Tenemos ahí a nuestra enviada especial Mei Terumi , dispuesta para el gran evento.
-Vaya que mujer tan hermosa- babeo Kakashi al verla.
-Esa mujer es Mei Terumi de Kiri- recordó Jiraiya- y si mal no recuerdo, es tan mortal como lo es de hermosa.
-Osea que es sumamente fuerte- aseguro Kushina.
-Lo pongo asi- aclaro el Sanin- yo jamás espiaria un Onsen donde se que ella podria estar bañándose.
-Vaya- dijeron los conocidos de Jiraiya. Esa mujer debía ser muy fuerte para hacerlo actuar así. La otra persona con la que sabían había dicho eso, era precisamente su rubia compañera de equipo.
La imagen cambió a una vista general de la fachada del instituto, aunque Sakura apenas podía reconocerlo con tantos adornos y tanta gente saludando a la cámara a la luz de los focos. Una periodista pelirroja con un bonito vestido de color rosa claro sonreía a la cámara mientras sostenía el micrófono.
-Así es, Idate. No se ha hablado de otra cosa esta última semana que de la coronación de Sakura Haruno , reina indiscutible de este y todos los bailes de graduación del país.
Junto a la presentadora, apareció una foto de archivo en la que la ojijade salía con los ojos entrecerrados, sonriendo y sacando la lengua mientras hacía el signo de la victoria con ambas manos.
-mph- se aguantaron la risa varios. Sin duda la foto la dió a la prensa, la peor enemiga de la pelirrosa.
-Aún no sabemos si la susodicha acudirá con pareja o no, . ¡Pero no tenemos la menor duda de que su entrada va a ser espectacular! La alfombra roja ya está preparada y, a falta de media hora para que comience el evento, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿qué vestido llevará ella?
-Gracias, Mei –dijo el presentador, volviendo a aparecer en pantalla-. Ahora vamos con el parte meteorológico, pero no cambien de cadena porque pronto volveremos a Konoha para seguir de cerca...
Hinata apagó la tele con un movimiento de su varita
, mientras la ojijade se puso a aplaudir, riendo como no había reído en su vida.
-¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Voy a salir en la tele! Ahora sí que voy a ser la envidia de todas en el instituto. ¡Ino se va a morir cuando se entere! Seguro que ahora mismo está mandándome mensajes haciéndome la pelota –rió ella-. ¡Voy a mi cuarto a por el móvil!
-En definitiva, parece que esa maña tuya de andar frotando en la cara a los demás las cosas es una constante- dijo Ino sin que le haga la menor gracia.
Sakura simplemente se sonrojo en respuesta. No tenían cara para reclamar.
La bella joven se dirigió hacia las escaleras sin poder parar de sonreír, con la cola de su vestido de gala ondulando tras ella.
-Pero preciosa –dijo la hada, llamándole la atención-. ¡Todavía te queda un deseo, y el baile es dentro de media hora!
Sakura se volvió para ver como el hada madrina la miraba sin molestarse en disimular un pequeño deje de impaciencia en su tranquilizadora mirada. La ojiperla frotaba la varita con cierta inquietud, deseosa de volver a usarla.
-Esto se va a poner bueno- comento Kushina- esa mirada la tenía Hanamei cuando había planeado algo especial.
Vaya que la hija había recibo mucha influencia de su madre.
-¡Sí, es verdad! –dijo, llevándose una mano a la cara-. ¡Todo tiene que estar listo para la hora del baile!
Asi que hizo un pequeño repaso de la situación mientras regresaba al salón. Ya tenía el vestido y la atención que merecía. ¡Ahora sólo necesitaba una pareja!
-¡Hada madrina! –dijo.
-¡¿Sí?! –sonrió Hinata con malicia .
-Hasta yo siento la tensión- comiendo con emoción Tenten.
-Deseo que... eh... ¡Un momento! Espera un momento.
La pelirrosa no prestó atención al mohín del hada, molesta por no haber podido usar su magia una vez más. Una idea acababa de asaltar a la joven : ¿por qué iba a ir al baile con Sasuke, pudiendo ir con quién deseara? Su ex novio había demostrado ser un cabrón insensible que no había tenido ningún reparo en engañarla con la chica más deshabrida del pueblo. ¡No se merecía ser su Rey de la Graduación!
-!Oye¡- reclamo molesto el Uchiha.
-Esa no era yo Sasuke Kun- dijo espantada la peligrosa.
-Niña preciosa... –dijo el hada, visiblemente más impaciente- ¿No ibas a pedirme un deseo, primor?
-Sí, sí... eh...
Podía desear ir con alguno de los chicos mayores que ya se habían graduado del instituto. ¿Pero era suficiente? ¡Tenía que pensar a lo grande! Tenía que desear que la acompañara algún actor de cine o un deportista de élite. Alguien guapo, famoso y con dinero... ¡La mejor pareja para aparecer en público ante todo el país! La joven sonrió. Ya sabía quién sería su rey.
-¿Hay feudales en ese Mundo?- pregúntaron Anko y Shizune.
-Si los hay.
-Entonces ya sé cuál será su pareja- se aventuró a Opinar Anko. Se le antojaba que solo un feudal llenaría la muy superficial y estricta Lista de candidatos de esa Sakura.
-Deseo... –dijo.
-¿Sí...? –dijo Hinata, sin disimular una cruel sonrisa.
-!No lo hagas pendeja¡- le trato de advertí la chica a su versión mayor.
-Deseo que mi pareja para el baile sea...¡Naruto Uzumaki! –anunció , con una radiante sonrisa que, al momento, fue sustituida por una expresión de horror-. Espera... ¿qué? ¡¿Qué cojones acabo de decir?!
-¡Quuuueeeee¡- Exclamaron todos.
-Vaya no la Vi venir- expresó Ino.
-Algo me dice que Naruto tuvo que ver - opino Neji.
Dado lo que ya habían visto, ya a estás alturas, no era una conjetura descabellada.
Sakura se sintió aún más escandalizada cuando se dio cuenta de que su hada madrina le miró de forma muy depredadora.
La ojijade intentó hablar, pero sencillamente no encontraba palabras.
-Esto definitivamente se puso muy interesante- decía Anko comiendo dangos y tomando Mirna
-¡...un rey! –aceptó el hada, ¡Un rey precioso para esta reina tan guapa ¡SÍ! ¡Bibbity Bobbity...! ¡
Sakura retrocedió asustada cuando lanzo un nuevo fogonazo de magia. Esta vez no hubo ingravidez ni destellos, sólo silencio... y miedo.
-Ahora que lo pienso- opino Kurenai- parecía que su otro yo estaba en una especie de Genjustu. Suspendió demasuo fácil su incrédulidad.
-O bajo un hechizo- completó Kushina.
-Eso quiere decir….- comenzó el Nara.
-Que Sasuke San y el vestido fueron afectados también por la magia de Hinata
-Pero ¿Cómo para que?- preguntó Lee.
-No lo sé- se encogieron ambos de hombros.
-Po... por favor –dijo la pelirrosa. Su maquillaje lucía perfecto a pesar de las lágrimas que corrían por sus mejillas-. No... no acabo de entender lo que está ocurriendo aquí... Pero creo que esto se me ha ido de las manos... Ti... ¡Tienes que marcharte!
-Muy tarde- dijeron los niños burlones. En su opinión, lo que le fuera a pasar, se lo merecía.
Era como si hasta ese momento no hubiese sido capaz de percibir lo irracional de la situación... ¡Y lo potencialmente peligroso que resultaba! Pero ahora todo empezaba a tambalearse dentro de su cabeza, asustándola de una forma inconcebible.
-Lo sabía- canto triunfal la ama del Genjustu.
-Eso no me ayuda- decia resignada Sakura.
-Ya tienes tus tres deseos, preciosa. ¡Disfruta de ellos mientras puedas! –fue todo lo que dijo el hada, dedicándole una sonrisa llena de picardía!
En ese momento, la puerta de entrada abrió, dejando ver a la última persona con la que Sakura deseaba encontrarse.
-Papito- babeo Anko.
-Esta hecho a mano- dijo sonrojada Tenten.
-Y es todo mío - dijo Hinata babeando.
"Maldito suertudo" pensaron caídos con envidia de que, como los buenos vinos, se pusiera mejor con los años.
-¡Hola, bombón! –dijo Naruto , cerrando la puerta y ofreciéndole un ramo de flores-. ¡Caray! ¡Estás tan...! Estás muy... –el chico soltó una risa muy atractiva- ¿Lista para el baile?
-¡Ni madres!- rugió enojada Hinata.
Naruto solo se encogió en su lugar. Vaya que la ojiperla tenía su carácter.
-No... no... ¡NO, NO, NO! –gritó Sakura, retrocediendo espantada-. ¡No pienso ir al baile con este bicho raro! ¡Antes prefiero no ir a ningún sitio! –miró a su hada madrina, que contemplaba la escena con una sonrisa, sentada elegantemente en un cojín de seda púrpura apoyado en el suelo-. ¡Tú! ¿No decías que eras mi hada madrina? ¡Haz que este memo salga de mi casa ahora mismo!
! Kaboom¡
-!Que te dije¡- dijo Kushina blandiendo un objeto que se suponía era un sartén. Palabra clave era, está deformado por el impacto en la frente de Sakura.
La belleza sobrenatural comenzó a reír y, levitando elegantemente, se puso en pie sin esfuerzo. Mientras le daba una escalofriante sonrisa.
-Eso es estilo y elegancia y no tonterías- dijo con algo de envidia Ino al ver el regio porte de Hinata.
-Pero niña preciosa –dijo el hada, con teatralidad-, ¿no te acuerdas de que sólo tenías derecho a tres deseos? ¡Creo que lo dejé muy claro! Además, ¿cuándo he dicho que fuera un hada madrina? Sólo dije que era un ser mágico.
-Eso es verdad- asintió Udon- ella solo dijo que era un ser mágico, el título de hada se lo endoso Sakura San.
-¿Qué...?
Sakura estuvo al borde de un ataque de nervios cuando vio como la atractiva joven se aproximaba a Naruto , moviendo sus caderas con aire seductor. El adolescente sonreía , sin poder apartar los ojos de la mujer.
"Maldito gaki, no merece ese poder" lamentaron Kakashi y Jiraiya. Y creían que no verían a alguien con más pegue con las mujeres que Minato. Vaya que se equivocaron. Al menos esa persona era su hijo.
-Soy la esposa de Naruto, ¡por supuesto! –rió, apretando el rostro del chico contra su impresionante busto-. ¡El niño más precioso y más adorable del mundo! ¡Lo más bonito de Konoha y del universo! ¿Hay algo que tu esposa pueda hacer por ti, príncipe precioso? –añadió, acariciando el pelo del ojiazul.
-¡Su esposa¡- Exclamaron varios sorprendidos.
-Acaso ¿No lo vieron venir?- dijo burlón Shin.
El chico, rojo como un tomate, comenzó acariciar el cabello de su auto proclamada esposa, para darle un tierno beso en los labios.
Sakura no podía creerse lo que estaba ocurriendo ahí mismo... ¡en su sala! Y encima todo ese asunto de hadas madrinas y magia... ¡Era una auténtica locura!
-!Ah, pero cuando se trataba de tu conveniencia, la magia si existía!- Exclamó divertida Hinata. Saberse esposa de su amado le había devuelto el ánimo.
-Ya... ¡Ya basta! –gritó, sin apartar los ojos de la pareja.
Naruto giro su la cara hacia la ojijade y sonrió a su vecina.
-¿Algún problema, monada? –dijo, cinicamente el Uzumaki.
-¡¿Algún problema?! –repitió Sakura, frunciendo el ceño-. ¡Ya lo creo que hay un problema! ¡Exijo saber lo que está ocurriendo aquí, pedazo de imbécil! ¿Has pagado a una prostituta para que me drogue y me meta estupideces en la cabeza?
! Kaboom¡
-Kakashi, más te vale controlar a tu alumna- rugió furiosa Kurenai.
Solo de ver qué Kurenai había dejado en un cráter a su alumna, vio que Kushina le había enseñado sus modos bastante bien en su época de Genin.
-Estoy orgullosa- le levantó el pulgar la pelirroja.
-Gracias Sensei- se sonrojó la ojirubi.
–la pelirrosa trató inútilmente de quitarse uno de los guantes-. ¿Y de dónde habéis sacado este vestido? ¿Por qué no me lo puedo quitar? ¡Mierda!
La chica no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.
-Bueno, niña. Creo que la respuesta es evidente, ¿no? No te costó tanto aceptar la existencia de las hadas y la magia cuando me presente en tu dormitorio hace media hora, ¿me equivoco?- se burló Hinata.
-Eso es a lo que me refiero- asintió de acuerdo con su otro yo la peliazul.
-La... ¡la magia no existe, capullo! –gritó la ojijade, agarrando unas tijeras e intentando cortar el vestido sin éxito-. ¿Pero qué...?
-¿De que Demonios está hecho?- silbo admirado Asuma- esa tela parece indestructible.
-Magia- dijo en un tono sabiondo Anko.
Asuma se palmeó la cara. Claro que sería eso.
-El vestido es mágico, preciosa –dijo la ojiperla-. ¡Lo he creado especialmente para que luzca impecable tooooda la noche! Aunque ahora que lo pienso, le falta un detallito... –el hada se sacó la varita apuntó con él a Sakura-. Bibbity Bobbity... ¡Bibbity Bobbity...! ¡Con esta canción yo hago Bibbity Bobbity, Bibbity Boo…! ¡Bibbity Boobity! ¡Boobbity Bibbity! ¡Bibbity Bobity BOOBS!
-¿Pero que carajos?- Exclamaron los hombres en shock.
-¡Presente me a su hada madrina¡- rogaron Ino, Sakura, Kurenai y Tenten a la Sanin.
-¡Sabía que había algo raro¡- cantaron triunfales Jiraiya y Shizune
El único trauma de Sakura con respecto a su cuerpo, era que no tenía pechos grandes, era bella, si, pero siempre quiso tener mínimo una copa D en vez de su modesta C. Para su horror su sueño se volvía realidad, como si fueran globos, sus pechos aumentaron de tamaño hasta alcanzar la talla E. Y todo sin que el maldito vestido se reventará.
-Me gustaría morirme- dijo muerta de pena Sakura.
-Es bellísima- dijo admirado el Uchiha.
-Kya- se desmayo la pelirrosa.
-¿Que rayos pasa?- preguntó en pánico la porrista.
-Hace un año en una excursión playera, encontre una botella antigua, la traje a casa y quise lavarla para convertirla en una lámpara- explicó el Uzumaki- Imagina mi sorpresa cuando al destapar la botella, salió una columna de humo roja de la que salió Hinata.
-¿Es una Genio?- preguntó Konohamaru a Shin.
-Si, ella es muy inteligente- respondió divertido Shin.
-No sea payaso Shin sama- dijo algo molesta Anko.
-Bueno, en realidad no.
-Pero estaba en una botella, como en algunos cuentos- objeto Ino.
-Los genios no son los únicos seres que están atrapados en eso.
-¿Entonces que es?- preguntó Moegi.
-Vean.
-¿Ella es un genio?- preguntó pálida la ojijade.
-Efrit, el término correcto es efrit- corrigió Hinata que había cambiado su atuendo, luciendo como una sultana- los Efrit tenemos los poderes de un genio, pero no concedemos deseos, de hecho….. Normalmente mataríamos a quien nos libere.
-!Yo jamás mataría a Naruto Kun¡- negó enfáticamente Hinata
-Nunca digas nunca aquí- respondio Shin- y para que quede más claro, los Efrit son cuasi Dioses, prácticamente el único límite para lo que ella puede hacer, está determinado por lo que seres como Kami harían si les toca las pelotas. O lo que haga este en conflicto con otro Efrit.
-Maldito suertudo- dijeron una vez más, varios a coro
-Para mi fortuna ella leyó mi mente para así pensar en una forma de atormentarme previo a liquidarme y al ver en ella…- explicó el ojiazul- se enamoró de mi.
-¿Y quien no?- asintió totalmente de acuerdo Hinata.
-Me gustaría que regresará su Yo tímido- dijo con algo de miedo Kiba.
-Es un cambio para mejor- difirió Shino.
-Estoy de acuerdo con Shino- asintió Kurenai- solo me gustaría que fuera menos…. Menos Anko.
-Pues a mi me agrada tal y como está Ahora- le saco la lengua la domadora de serpientes.
-Oye, tus llamados "padrinos" están robando tu herencia
-No por favor-
-¡Siempre te he querido como a mi hija¡
-Ademas…
-No soy yo.
(Una explosión de dos megatones después)
-Babosos- farfullo Kushina molesta. Parecía que otra constante era, que habían elegido muy mal a los padrinos de su hijo. Y este lamentablemente pago caro ese error.
, eres dulce y considerado, guapo y de gran corazón- enunció sus cualidades Hinata- ¿Que chica en su sano juicio no se iba a enamorar de ti?- miró a Sakura casi de forma retórica-
-No es un crimen no estar enamorada de alguien más- se defendió la ojijade al ver cómo le miraron varios.
-Pero el como le pegas ,si- remarcó Hinata.
-No es ilegal- acusó Sakura.
-De forma repetida y sin justificación, es agresión a un compañero shinobi- vio el punto de Hinata, el Aburame- Si Naruto San o alguien te denuncia, con el código penal de la aldea en la mano, Tsunade Sama podría de menos suspender temporalmente tu licencia shinobi.
-No suena tan mal la idea- medito en voz alta la ojimiel.
-Debiste quedarte callada- negó con resignación Ino.
así que…. Lo converti en mi amado esposo y como una buena esposa que soy, decidí que tendría lo que legítimamente es suyo y más.
Por ejemplo un harén de cachondas y complacientes concubinas para nuestro deleite personal.
-¡Necesito una de esas¡- gritaron Kakashi, Jiraiya y Kiba.
! Kaboom¡
-¡ERES UN IDIOTA¡- se sacudieron las manos Shizune, Tsunade y Kurenai respectivamente.
-Si que tienes buena suerte- lloro cómicamente Lee al abrazar al Uzumaki.
-Ok, el destino no existe- replanteo sus convicciones Neji- pero aparentemente, el Karma si. Es la única posible explicación.
-Yo jamás diría eso- negó furiosa Hinata.
Ella jamás accedería a tener un harén. Naruto era solo de ella.
-Esposa y concubina no es lo mismo- negó divertido Shin- además, está versión tuya tuvo una educación muy diferente. En eso estriba el porque no lo vio mal.
-No me importa.. no me gusta y es inconcebible que esa version mia acepte eso.. -cruzo los brazos Hinata con verdadera rabia hacia su alterna por siquiera pensar compartir a su amado Naruto-kun.
Naruto sólo se sonrojo, por ello, aunque Hinata tardó tiempo en convencerlo de su idea, seguía poniéndose así por ello, lo que lo hacía más adorable aún para su auto proclamada esposa.
Y dando su punto, con un chasquido, el vestido de noche de la porrista se convirtió en otra cosa.
"Flush"
Volaron por los aires por tremenda hemorragia nasal, Kiba, Kakashi, Jiraiya y para sorpresa y deleite de la ojijade, el emo. Bueno, al menos ya sabía que si la considera atractiva.
Sakura seguía teniendo su cabello y maquillaje pulcramente arreglados, sólo que ahora tenía una tiara de plata en la cabeza, un top de seda roja, un pantalón del mismo material y zapatillas negras, además de tener brazaletes y una gargantilla de plata también.
-Parece una bailarina de Roran o del lado sur del País del viento- silbó admirada Anko.
-Vaya que sabe sacar partido de la vestimenta- estuvo de acuerdo Kurenai- permíteme un segundo.
! Kaboom¡
-Pero nomás no aprendes- negó la Uzumaki. Y nadie sabía a cuál de los tres pervertidos estaba dirigido ese comentario.
-No se saldrán con la suya- tuvo su esperanza la joven- alguien va a notar que desaparecí.
-Dado sus poderes, lo dudó- negó el Nara- desde el momento en el que decidieron hacerle daño, Sakura estaba condenada.
Lo que notaron varios. Ante alguien de ese nivel de poder, nada podía hacerse.
-¿Quien mi niña preciosa? ¿Sasuke, tus padres, tus amigas Ino y Tenten?-
-!A mi ni me metas¡- negaron enfáticamente ambas.
preguntó retóricamente la ojiperla con mucha burla en su tono de voz- Sasuke ahora está ocupado dándole la mejor follada de su hasta hoy célibe vida a mi cuñadita, tus papis pronto no sabrán que existes y sobre tus amigas, ¿Recuerdas lo de darle a mi esposo un harén de cachondas esclavas? Digamos que tendrás la compañía de esas perras que tienes por amigas.
-¿Y yo porque?- lloraron ambas como fuente. No podrían soportar esa humillación.
Chouji y Lee se acercaron para intentar consolarlas. Algo que no estaban logrando.
Naruto era buena persona y todo, pero santo no era, las tres perras alfa de su escuela a menudo se burlaban de él por ser un friki amante de la robótica y un huérfano. Así que cuando Hinata le habló del harén y le preguntó por alguna candidata, el no lo pensó dos veces, esas tres estarían ahí por haber sido unas perras con él, la broma a la pelirrosa era un toque que por diversión fue añadido por Hinata para tratar con la peor de las tres.
-Ya veo a que se refieren con constante- pensó en voz alta Shino.
-Me puedes explicar eso- pidió Kiba.
-Como el Sanin Orochimaru dijo en ese primer mundo que vimos, Naruto San no perdona u olvida y se venga con bromas. Está versión de nuestro camarada se acerca más a esa versión que a la que conocemos.
Y viéndolo así…. Tenía mucho sentido eso.
-Bueno, cariño, hora de ir al baile- anunció Hinata que ahora usaba un sexy vestido de noche rojo y estaba arreglada de tal forma que parecía o modelo o estrella de cine.
"Flush"
¡Kaboom!
Tsunade, Kurenai y Anko clavaron al suelo a Lee, Asuma e Iruka respectivamente.
Hinata estaba sonrojada al ver el hilito de sangre del Uzumaki y Tenten no entendía de dónde salió ese extraño sombrero en la cabeza de Neji, tanto así que no noto su hilito de sangre (si, trae sombrero Norteño)
-Naruto, por favor, por lo que más quieras- trató de rogar Sakura antes de que la efrit hiciera el pase final.
La mente de la ojijade fue borrada, ahora sólo sabía una cosa, era una cachonda y sexy esclava al servicio de sus amos Naruto y Hinata.
-¡Pero que Demonios te pasa¡- tomo por su chandal el Uchiha al Uzumaki.
-Ese no soy yo- uso por primera vez ese argumento Naruto- yo no haría eso.
-Uchiha san- dijo con fría calma Hinata- como no suelte a Naruto Kun en los próximos segundos….. va a perder ambas manos.
Y lo dijo con tanta convicción que Sasuke lo soltó en el acto. A estas alturas, la creía capaz de cumplir esa amenaza.
-Gracias Hinata chan.
-De nada, Naruto Kun.
-¿Podemos ir primero por la profesora Mitarashi ? - preguntó el Uzumaki a su esposa dándole la mano de forma cortes- su enfermedad terminal se agrava a cada momento.
-!Yo sabía que te caía bien!- abrazo melosa la pelipurpura a Naruto. Siendo ese tipo de abrazo el que una hermana mayor daría.
Y eso fue precisamente lo que la salvó de la ira de Hinata.
Hinata sólo sonrió y asintió, por eso se había enamorado de él, por ello sintió tanto placer por convertir a sus atormentadores en sus perras personales, su "Madrina" fue la primera en ser la esclava de Naruto y convirtió al padrino en una estatua que adorna ahora la sala de la casa del Ojiazul.
-Me salió barata- sudo balas el Sanín.
-¿Porque a mí?- se lamento la Ojimiel.
-Coincido con usted Neji san- asintió Shizune- el karma existe.
Su casa, a la que daría unos toques personales, después de todo, ahora ambos tendrían la vida de sultanes.
El orbe dejo de funcionar, dejando a todos con la duda de que sucedía más adelante.
-Me da miedo preguntar- dijo con resquemor Ino- ¿Que paso después?.
Naruto es inmortal gracias a su esposa- empezó Shin- tiene un harén de concubinas aunque los únicos hijos que tiene, son hijos de Hinata. A Tsunade, Sakura, Tenten y a ti las tratan como sus perras y no hay manera de que se salven.
-¿C... como porque?- se atragantó con la pregunta Tsunade.
-Al igual que Naruto, todo el harén ahora es inmortal, incluso ustedes. Así que morir no es una salida. Y Hinata alteró su mente para que les cause placer ser humilladas. Entre peor las tratan….
-Kya- gritaron las cuatro a coro.
-Si, en definitiva me salió barata- dijo sudando frío el Sanin.
-¿Mencione que estás conciente pese a ser de piedra?- preguntó Shin- eso te llevo a enloquecer hace unos mil años. Además, sigues sintiendo, a menudo te ponen al rojo vivo.
Eso sí puso blancos a varios. Esa versión de Naruto y Hinata eran bastante sádicos.
-Pero bueno- dijo el Observador tomando al orbe antes de pasarlo a Kakashi- veamos que sucede a continuación.
El peliplata activo el Orbe y mostró a la aldea de noche y a una turba iracunda. Esto se había puesto feo demasiado rápido.
Y corte.
Una versión oscura aunque al principio no lo parecía.
Mis disculpas si parece que le doy prioridad a mis Fic, pero me di cuenta de ese detalle hasta después. Juro que no va a pasar. Tan seguido…. En fin. Ahora ¿Que sucederá en el siguiente mundo? Ya veremos.
One shoot
El hada madrina.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.
