Una fiesta fuera de control parte 2.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.
Review
A la hora buena, no se puede revisar eso, se los debo y espero que la página arregle ese detalle.
Comenzamos
-Vamos, ¡Ni que le hubiera engañado Ino¡- bufo exasperado Naruto.
-¿A qué viene ese comentario?- quiso saber el Nara, aunque la aludida también tenía curiosidad por saber que quiso decir.
-Sostengo que debe ser una constante que Ino es una buena esposa y una novia cariñosa- afirmó Naruto- hemos visto alusión directa o indirecta de ello, pero de Tenten, que es una controladora y una…..
¿Kaboom?
-!No en mi guardia perra¡- defendieron Ino y Hinata al Uzumaki del ataque de la chiva con rodetes.
-Gracias Naruto- sonrió de forma boba Ino y viendo a Hinata añadió- te quedaste al mejor, admito la derrota.
-Mas te vale- sonrió aliviada Hinata, era una lagartona menos cerca de su Naruto Kun- pero estoy de acuerdo, parece ser una constante que es solo la impresión de wue eres muy superficial y egocéntrica. Creo que seríamos buenas amigas.
-Yo también lo creó- sonrió Ino y le dió la mano- ¿Amigas?
-amigas- asintió la ojiperla.
Neji estaba bebiendo como loco para ahogar sus penas y tenía bastantes servilletas donde se había sonado la nariz por tanto lloriqueo, y a un lado Karin estaba fastidiada.
-Pobre de mi sobrino- lloraba a moco tendido Hanamei- tan hombre que no le importa llorar de pena.
-Meh…- bufo el Sanin- en mis tiempos les decíamos…..
Kaboom.
-Zoquete- se sacudió Hanamei las manos.
—Soy un tonto, yo dejé que pasara. Le di lo que quería, iba a conseguirle un departamento y a pedirle matrimonio. Me tragué sus mentiras—decía el castaño tal cual una alma en pena.
-!Ah perra, nos saliste interesada¡- miro acusadoramente la matriarca Hyuga a la castaña.
-Hanamei sama- sonrió nerviosa Tenten- esa no soy yo.
-Mas te vale pandita, más te vale- le amenazó la mujer.
Tenten solo trago saliva y asintió nerviosa, esperando que esto acabará pronto.
—Sí, papi. Lo sé, lo sé—rodó los ojos la pelirroja bastante aburrida de lo mismo.
-Se que se siente- todo también sus ojos Shizune- típico, aguantar borrachos mal de amores.
Tsunade se cayó porque por extraño que fuera, sabía que no se refería a ella, estando así le daba por lamentarse perder a sus seres queridos en general, no por no tener vida amorosa.
—La perdí, la perdí, ¡¿Qué voy a hacer, que voy a hacer?!—se lamentaba el chico pero la Uzumaki se molestó mucho.
—¡¿De que estas hablando?!—dijo la mujer con aura asesina.
—¿Eh?—.
—¡Tú eres Neji Hyuga, mírate niño estirado!—exclamó la Uzumaki dándole golpes con un periódico que encontró—¿Qué vas a hacer? Eres rico, guapo y tendrías a las putas que quieras. Si esa chica te dejó, se está perdiendo una buena oportunidad. ¡Ten algo de dignidad, niño mimado!—.
-Vaya, eso es muy gracioso- sonrió divertida Hinata- verme hacerle eso a Hanabi es una cosa, pero ver a mi cuñada haciendo eso….
-¡Hinata Sama¡- chillo Neji.
-Te considero mi hermano, así que ella es mi cuñada.- sonrió divertida Hinata- además, parece ser pariente directa de Naruto kun, eso la hace también mi cuñada.
—Es que ella era mi mundo, yo la amaba. Era mi reina—.
—Ya déjate de mamadas, huasteco. Saca ese clavo con otro clavo. Ya de seguro vendrá otra buena mujer que si te valore—le animó la pelirroja.
-Estoy de acuerdo- asintieron Asuma, Gai y Shikamaru.
—¿Sabes que es lo peor? Hace un tiempo le pedí que perdiéramos la virginidad juntos, apuesto a que ella ya lo hizo o por eso se hacía tonta con esperar el momento—.
-Por favor que esto acabe ya- lloraba cómicamente Tenten al ver la mirada asesina que le dedicaron Ino, Hanamei, Kurenai, Anko y Kushina.
—Sí, nene. Lo sé, lo sé. ¿Quieres olvidar a esa infiel por el día de hoy? Sigue bebiendo y mañana te seguirás lamentando—le invitó la chica.
-No es el mejor consejo del mundo, pero al menos sirve de momento- tuvo que admitir Minato. Hizashi asintió de acuerdo, viendo una versión alternativa de su hijo, vivir lo que le habría gustado ver de la vida de su hijo, tener su vida. Esto sería algo que atesorará a su regreso al Mundo puro
Mientras tanto, Naruto y Hinata bailaban juntos música lenta y la millonaria se sentía como la princesa de un reino. Estaba bien drogada y borracha pero al menos ahora tenía novio aunque debía asegurarse de que no se le vaya de las manos.
-¿No va a hacer lo que pienso?- quiso saber Hiashi.
-No lo sé, tu dime- le respondió divertida Kushina- si crees que lo va a enganchar con una noche de sexo salvaje, posiblemente.
-!No te atrevas¡- regañó al Doppelganger de su hija el líder de los Hyuga.
-Cariño, no es nuestra hija- recordó Hanamei- déjanos ver.
Hiashi solo se cayó, nada contento con lo que posiblemente iba a suceder.
—Vamos a un lugar privado donde nadie nos moleste—le susurró la chica.
—Espera, ¿lo quieres hacer?—preguntó Naruto nervioso porque no estaba considerando perder su virginidad.
—Quiero que mis 16 termine de esta manera, deseo ser una mujer con el joven que me notó por primera vez—.
—¿No te vas a arrepentir de esto?—.
—No, no si eres tú—.
Hinata asintió, entendiendo bien a su otro yo mayor. No es algo que ella aprobará, no del todo, pero al igual que su otra Yo, no renunciaría a ese pedacito de cielo tan fácilmente. Entendía que tenía que amarrar el compromiso de alguna manera.
Hinata se llevó a Naruto a un lugar privado dejando la fiesta y lo guiaba a un sitio secreto de la mansión que era especial para la millonaria. Era una especie de casita de juegos donde ella pasaba a solas diseñado para las antiguas herederas de la fortuna de la familia pero nadie recordaba este sitio.
-¡Kyaaa¡- gritó espantada Hanabi- no podré jugar ahí de nuevo, no sabiendo eso.
-Espera- interrumpio Sakura- ¿Ese lugar también existe en su mundo?
-Si, es una suerte de santuario privado en el complejo Hyuga para la heredera principal- respondió Hinata- ya no voy ahí tan seguido, pero es un sitio al que Hanabi y yo tenemos derecho de estar.
Era algo interesante eso, en opinión de algunos, una coincidencia así entre un mundo no shinobi y el suyo.
Aquí la chica mató dos pájaros de un tiro y es que Hinata besó con toda su pasión a Naruto, de forma que el rubio le empezó a gustar a pesar de que era su primera vez haciendo esto ya que era impopular con las mujeres.
-Y no tengo idea de porque- se cruzó de brazos Kushina- es guapo y galán, no tiene a Kurama. Era para que tuviera muchas atrás de él.
-Debe ser una constante- se aventuró Minato.
—Tú relájate y yo nerviosa, te voy a dar la mejor noche de tu vida—le sonrió de forma extremadamente lasciva y el Uzumaki vio que la personalidad de la tímida dio un giro en este instante.
(Chasquido)
-Gracias- asintió Hanamei al ver que volvía a congelar a su hija menor.
Si las cosas hubieran sido algo diferentes, Hinata habría sido la sumisa pero por los efectos de la droga lo peor del carácter de la chica salió a relucir. Ahora estaban desnudos y Naruto no supo como terminó con las manos amarradas a la cama pero no importaba ya que se concentraba en sentir la lengua de la Hyuga recorrer su cuerpo de forma demasiado vulgar y lasciva.
La kunoichi ojiperla tenía la cara roja y brillando, además de humo saliendo de sus orejas por la pena de que estuvieran viendo a otro yo de ella hacer esas cosas.
Naruto estaba a segundos de desmayarse por esas escenas, mientras que la mayoría de las kunoichi genin estaban rojas, pero con un hilito de sangre al igual que varios de los hombres
Hiashi estaba desmayado junto a Neji, con espuma saliendo de sus bocas, mientras el yondaime tenía los ojos tapados por Kushina y el sanin por su compañera. Previa amenaza a caparlo si llegaba a tomar una sola nota de eso.
El cuerpo de la peliazul era sin duda algo que parecía tallado por las Musas y estaba sudando por los efectos de las emociones encontradas, de forma que aumentaba más su erotismo.
-Esa parte de su trabajo es lo que envidió- sonrió Anko mientras veía todo comiendo palomitas de maíz- a nuestro regreso voy a hacer el esfuerzo de que valga la pena.
-¡Gracias por recordarmelo!- gritaron enojados varios al darse cuenta que la intimidad era una ilusión. Con ese conocimiento, esas cosas ya no podrían hacerlas.
-Si quieren intimidad, les puedo decir al acabar esto una forma de bloquearme- los calmo Shin- veremos eso más adelante.
Estaba mintiendo. Pero no tenían los demás porque saberlo.
—¿Te gusta lo que hago, Naruto?—.
Si le dijeran al joven que opinaba es que Hinata era tan buena como una actriz porno aunque sus pensamientos fueron interrumpidos al momento en que la chica comenzó a masturbarlo.
—No me entra en la mano, no voy a poder caminar mañana. Esto dibuja una sonrisa en mi rostro—le dijo la chica de forma maliciosa.
-¡Diablos señorita¡- exclamaron algunos.
-Aun- sonrió divertida Anko.
-¡Eso no ayuda¡- tapo Kurenai los ojos de Asuma.
Kiba y Tenten no soportaron más y cayeron en la inconsistencia tras una hemorragia nasal.
Mientras tanto, Yugito también estaba pasada de copas y platicaba con el reportero muy amenamente desahogándose del medio artístico.
-Mou, lo corto en lo mejor- hizo un mohin Hanamei.
-¡ Mamá¡- chillo Hinata.
-¡Cada quien sus gustos hija¡ -Sonrió de forma un tanto pervertida Hanamei.
—Ya nadie quiere idols de 30 años, mi carrera esta a punto de terminar. Todas las quieren jóvenes, le dediqué mi vida y juventud a este negocio. Si me voy a retirar, que sea por mis medios—.
—¿Cómo piensas retirarte?—.
—Siempre he querido una familia pero casi todos los hombres se quieren aprovechar de mi fama. Así no se puede—.
-Mira, a pesar de su fama tiene un bonito sueño, aunque sencillo- se conmovió Kurenai.
-Pero tiene razón. La fama no le hará fácil tener ese alguien especial- estuvo de acuerdo Shizune.
—A mi me gustas mucho, soy uno de tus fans—alegó el reportero Ryoku.
—Me halagas mucho, parece que eres de los pocos que quedan. No he llenado todo un lugar desde hace tiempo y me está deprimiendo eso—se quejó la chica algo borracha.
—¡Yo confío en que saldrás adelante, eres una idol de primera categoría y nadie te va a igualar!—declaró con emoción el sujeto.
-Parece que es sincero- sonrió la ojimiel tetona.
-Es un rasgo de su personalidad que permanece inalterable- corroboró Shin- por algo se le conoce como el Caballero dragón. Es honorable y honrado cómo esos equivalentes a los Samurái.
-Entonces, parece que ella encontró sin querer a su otra mitad- comenzó a escribir notas el Sanin- esto vale oro.
—OK, esos ánimos me gustan. ¿Te importaría llevarme a mi departamento? No puedo conducir así y no confío en Bee para estos casos—.
—Será un honor, mi lady—.
-Jajajajaja- comenzó a reír Gai - eso creo que no le va a gustar a alguien.
En otro lado, Riki estaba ya afuera de la mansión y esperaba que sus compañeros salieran de la mansión pero cuando llegó vio que el carro ya no estaba.
—¿Y el carro?—.
En ese momento, ella recibió un mensaje de Ryoku que decía "Perdóname niñita", cosa que la puso furiosa al extremo.
—¡RYOKUUU!—exclamó furiosa la mujer.
Todos estallaron en carcajadas, pero era un bonito cierre para esa inusual pareja.
Mientras tanto, Shiro había terminado de hacerlo con la sirvienta y la verdad es que había sido el mejor sexo de su vida. Había venido por cobre y terminó encontrando oro pero esto aún no había terminado.
—¿Voy a volverte a ver?—.
-Espero que no- se cruzó de brazos Hiashi, al culpar a Shiro de lo que estaba pasando.
—Claro que sí, no desperdiciaría la oportunidad de volver a salir contigo—alegó el sujeto fumando un cigarro que le compartió a su amante.
—Mañana voy a morir de seguro, si me despiden podría ir a vivir contigo—alegó la maid sonriente.
-Al menos sabe que le va a pasar- rio divertida Anko.
—Estoy seguro que no te van a despedir, digamos que tengo maneras de chantajear a tu jefe. ¿Sabes donde guarda sus documentos?—.
-Como si ese plebeyo pudiera conmigo- río Hiashi de las intenciones de Shiro.
—Tiene una computadora en su despacho—le comento la peliverde.
—Seguro que encuentro algo que te salve tu lindo y sexy trasero. Déjame hacer mi magia—le sonrió Shiro de forma diabólica.
-Hay que admitir que es un pervertido, pero uno lindo- admitió la Senju.
-¡¿Que tiene de lindo?!- pregunto el Sanin.
-Se preocupa por ella y solo saca su lado pervertido en confianza- enumero la ojimiel- a diferencia de alguien que conozco.
Mientras tanto, Karin y Neji estaban bastante perdidos entre el alcohol y las drogas, pero de repente se organizó un torneo de póker de prendas entre varios de los parranderos, cosa que les llamó la atención.
-Eso va a terminar mal- se palmeo la cara Shizune.
—Voy a entrar, quiero humillar a alguien—sonrió la Uzumaki.
—Sabes jugar póker—.
—Mi tía Tsunade es una ludópata de lo peor. Pero a diferencia de ella soy muy buena en eso—.
-Jajajajaja- estallaron en carcajadas los conocidos de Tsunade.
-Parece que su mala suerte en el juego es una constante- rió divertida Kushina.
-Afirmo- sonrió divertido Shin.
—Yo sé jugar muy bien, este juego es común en la gente rica. Es perfecta para ojos avispados como los míos—alegó el Hyuga.
-Nos constanta- chillaron cómicamente Kushina y Tsunade.
Hanamei solo reía malignamente recordando las veces que les quitó a ambas hasta la risa.
—¿Quieres apostar, niño mimado?—.
—¿Que quieres apostar?—.
—Si yo gano, me pagarás bastante dinero. Si yo pierdo, te vendo mi virginidad—.
-!no puede apostar eso¡- chilló escandalizada Tenten.
-Estoy de acuerdo- negó Ino- no puede apostar eso, a menos que…!que buena jugada¡
-¿Que?- preguntaron varios
-Es una maldita genio- asintió Anko que entendió igual que Ino lo que Karin realmente intentaba.
En otro lado muy lejos de la ciudad, los padres de Hinata estaban cenando en un lugar muy elegante con los padres de Naruto. Por pura casualidad, Minato era el empleado de confianza y había firmado su ascenso hace unos minutos por lo que celebraban con una cena.
-Al menos algo bueno hay de esa realidad- sonrió divertido Hiashi y añadió- te ves muy hermosa con ese vestido cariño y además Minato es mi empleado.
-Vas a ver al rato- le amenazó oscuramente Kushina.
—Va a ser un placer seguir hablando de negocios, señor Namikaze—dijo Hiashi muy formal.
—No hay de que, señor Hyuga. Es bueno que haya reconocido mis esfuerzos—.
-A que es un negrero- afirmó Kushina.
-Seguramente- admitió Hanamei.
-Coincido con ambas- negó Hizashi en decepción.
-! Oigan!- se quejo el aludido.
La cena era de lo más pomposa posible y no tenían ni idea de que sus hijos estaban fornicando como conejos ni que la mansión estaba destruyéndose.
—Señora Uzumaki, ¿ha de ser difícil tener que lidiar con una familia para usted?—preguntó Hanamei, la madre de Hinata.
—Oh, ser madre y esposa siempre es difícil. Mi esposo trabaja bastante pero mi hijo llena bastante ese vacío aunque es algo grosero cuando se lo propone. Pero aún así es un amor—.
-¡Ah ,qué bueno! -Sonrió conmovida Kushina- al menos ahí a diferencia del otro mundo no shinobi, tengo una vida feliz.
-Eso es un consuelo- admitio Minato.
—Mis niñas son finas y educadas, la menor es una prodigio y esta estudiando en un internado fuera de este país—.
-Lo se, soy genial- se pavoneo Hanabi que fue descongelada por Shin una vez más.
—¿Y la mayor?—.
—Es bastante torpe e ingenua, no la quise mandar fuera. No vale la pena—.
-jajajajajaja- se rió Hanabi.
-! mamá!- gritó Ofendida Hinata.
-Cariño…. - tragó saliva Hanamei- Esa….
-... No soy yo- completaron varios.
-Ya sabemos- todo mundo todo los ojos por lo dicho por el Nara. Casi todos lo habian dicho, pero era soprendente lo rápido que perdió significado para la mayoría esa oración.
—Oye, no es por ser grosera pero esa clase de actitud va a darles problemas. Es karma es una perra—les advirtió Kushina a los dos padres.
-Jajajajajaja- rio la Uzumaki- !es mi venganza Spanky¡
Hanamei la humilló en otro mundo, era refrescante ver un mundo donde seguramente ella sería la humillada.
—Bah, Hinata es un rollito de canela. Es incapaz de quejarse sin temblar—.
-Estupida, estúpida- se golpeaba contra un muro la Matriarca Hyuga al oír a su doble.
En ese momento, un mesero prendió la televisión y le puso a un canal donde se veía a la reportera Riki Senryaku transmitir el evento o al menos subir parte de este lo más que pudo en vivo.
-Pasame las palomitas sabor ramen- pidió la Uzumaki a su retoño- esto se va a poner bueno.
—Estamos en vivo en la Mansión Hyuga donde se ha hecho una party loca, este lugar está de cabeza. Aquí tenemos a la señorita Hinata Hyuga, la cumpleañera—.
—¿Esto es la televisión? Que bien, siempre quise salir en la televisión—dijo excitada la chica animada.
-Aqui vamos- sonrió de forma sádica Anko
—¿Qué día es hoy?—preguntó Hiashi al oír eso último.
—27 de Diciembre—.
—¡Oh mierda, hoy es el cumpleaños de Hinata! ¡No me acordé!—exclamó Hanamei muy preocupada.
-Idiota, soy una idiota- seguía dándose de topes en la pared la Matriarca Hyuga.
-Yo no haría eso- impidió Hizashi que su gemelo consuele a su mujer- a menos que quieras regresar con nosotros y no con ellos, no haría eso, porque te va a ir muy mal.
Hiashi trago saliva, porque su hermano tenía razón, le iría peor ahora que cuando se calme un poco. Y quería seguir vivo el mayor tiempo posible.
—Son unos pésimos padres, en serio—alegó Kushina con la lengua afilada.
—No tengo como defenderlos—asintió Minato comiendo.
-Y lo dices tan fresco- lo acuso Hiashi.
-Kushina no dijo nada que no sea verdad- se encogió de hombros Minato.
—¿Qué se siente cumplir 16 años?—preguntó Riki a la millonaria.
—Al principio creí que sería otro cumpleaños cualquiera, mis padres jamás me celebran algo. Mi hermana Hanabi ni siquiera me mandó una llamada o saludo. Estuve esperando horas y hasta el momento mi correo están vacío. Mi primo Neji se fue con la puta de su novia que estoy segura que lo está engañando con otro, se le nota a mil leguas. Mi vida es una mierda pero ahora que mi novio Naruto me hizo esta fiesta, me siento tan feliz y mimada por alguien a quien le importo—declaró ante todos la Hyuga.
-Mira que para que Hinata también lo notará- se palmeo la cara de pena ajena Ino.
-Queria decir que era un secreto a voceso de Neji- completo Sakura.
-Basicamente…
"Y QUE NO LE DIGAN EN LA ESQUINA, EL VENAO, EL VENAO" Se oyó a través del orbe.
Los que entendieron la referencia estallaron en carcajadas, para molestia de Neji. Vaya que Shinobu hizo un gran trabajo con el orbe.
—¿Algún mensaje para ellos?—.
-No quiero saber- los Hyuga se encogieron y cerraron los ojos como si los fueran a lastimar seriamente.
—Neji, púdrete. Hanabi, eres la peor hermana del mundo, te odio. Madre, padre, los aborrezco con toda el alma. Mis amigos imaginarios, las voces de mi cabeza y yo llegamos al acuerdo de que son una horrible familia—les confesó Hinata con la amargura total de su alma impregnada en su voz.
-¿También oye voces en su cabeza?- Preguntó asombrada Hinata.
Kaboom.
-Me lo merezco- dijeron Neji y Hiashi al fondo del cráter.
-Ya hablaremos de eso- tocó gentilmente de un hombro la sanin a la Hyuga.
-Tendremos una charla tu y yo- lo mismo hizo Ino con Hanabi.
-Hinata chan- tomó tras la sanin las manos de la Hyuga, el Uzumaki- yo me haré cargo de que dejes de oír esas voces, es una promesa, deberás.
-si, al rato te doy una copia- le dijo Shin a Kushina que vio embelesada la escena.
En ese momento, se escuchó algo que se rompía y Kushina tenía un bolillo cerca de Hanamei para molestarla al ver su cara de consternación al ver la realidad.
—Escucha el crujido—.
-!Eso no ayuda!- le fulminó Hanamei a su amiga que reía a carcajadas porque el karma se la cobro muy rápido.
Justo en ese momento, se veía a Naruto llegar al sitio bailando con unas cervezas en la mano y miró que había cámaras.
—Hinata, vamos a bailar—interrumpió Naruto llegando animado.
—Naruto, mi amor. Él es mi novio, es un chico tierno y dulce conmigo—cambió su tono de voz a la de un rollito de canela.
….
-Esto se va a poner interesante- rompió el silencio tras ese timing, Kakashi.
—¡¿Qué hace Naruto allí?!—se levantó de la mesa Minato.
—Oh, miércoles. ¿Esa era la fiesta a la que iba a ir hoy?—dijo Kushina en shock.
—¡¿Qué hace tu hijo con la mía?!—reclamó Hiashi muy molesto.
—Ni idea, pero se mira bastante feliz—mencionó Minato serio.
-Que es lo que importa- asintió Kushina de acuerdo.
-Coincido- admitió Hanamei.
Y eso era malo para Hiashi.
A todo esto, Hanabi seguía en shock al oír otra versión de su hermana diciendo que la odiaba.
—¡Karin, pásate el pomo!—gritó Naruto al fondo.
—¡Pásalo tú, estoy muy ocupada!—se escuchó al fondo a la pelirroja.
-Asi es- asintió Anko- está seduciendo a su…- no pudo terminar porque Neji le tapó la boca.
—¡Voy a ir a mi casa, ella me va a oír!—exclamó Hiashi furioso por lo que estaban haciendo con su casa.
En ese momento, salieron afuera para buscar el auto de los Hyuga pero les habían ponchado las 4 llantas de forma misteriosa, por lo que no había forma de regresar rápido al lugar.
-Aclaracion, esa fue Riki, pero no la de la fiesta, si no la mano derecha del Asesino de Dioses- acotó Shin- se los dije, vela porque este par sean felices.
-Pues que oportuna- se cruzó de brazos molesto el Hyuga. Al menos no era directamente él, quien fue humillado a nivel nacional.
—¡Señor Namikaze, présteme su carro!—exigió el castaño fuera de control.
—Yo ni carro tengo, me paga poco—aprovechó el rubio para sacar a relucir el tema.
-¿Es en serio?- acusó Hiashi a su mejor amigo.
-Solo ví la oportunidad y la use- se excuso el yondaime.
-Ahora resulta- negó el líder Hyuga.
—Voy a pedir un taxi—mencionó Kushina usando un celular.
Al mismo tiempo que eso pasaba, Karin y Neji estaban en una partida de poker e iban sumamente igualados en la partida. Habían perdido zapatos, blusa y camisa, cualquier artílugio para ir casi empate.
-Bola de mirones- se quejó Neji al ver el público.
(Chasquido)
-Gracias.
—Tres de reyes y dos de reinas—declaró el castaño sonriente.
—Está vez ganaste Hyuga—.
En ese momento, Karin se quitó el pantalón quedando en ropa interior pero el chico vio que la Uzumaki usaba tanga, empezando a sonrojarse.
-No está nada mal- admitió Kiba- está algo planita, pero lo compensa bastante bien.
Para su fortuna le pusieron más atención al juego que él, incluso Neji que tenía que admitir que adulta o adolecente, Karin era muy hermosa.
—No mires demasiado, aún no ganas el juego—le sonrió de forma coqueta la pelirroja.
-Definitivamente ella es de las mias.- sonrió Anko.
-Ella podría ser tu pupila- le metió la idea la ojirubi.
Que la perdonen Kushina sensei y los demás, pero debía mantener a Hinata lo más pura posible, esa era una buena forma de desmarcarla de Anko y no iba a desaprovechar la ocasión.
-No es una mala idea- sonrió viendo lo positivo de ello la domadora de sepientes.
Sin que Karin lo supiera, la chica cumplía bastante bien dos de los más fuertes fetiches que el Hyuga tenía como gustos con las mujeres: Era una completa Tsundere y la otra es que estaba bastante ejercitada y en forma pero no musculosa. Además se notaba que la pelirroja tenía un rico trasero bastante firme.
Neji sacaba espuma por la boca, todos adivinaron que era una constante que mantenía con él y eso quería decir dos cosas, ya se estaba planteando conocer a Karin y también sabía que principalmente Naruto y Lee no lo dejarían en paz con esto.
—Siguiente ronda, papi—.
En ese momento, la chica empezó a jugar sus cartas y se veía segura de su jugada, pero el Hyuga lo parecía más. Si había algo más fuerte que su depresión era su orgullo como Hyuga y el hecho de querer desnudarla alejaba más sus sentimientos negativos.
-Picaron- canturreo Anko.
-No soy yo.
-Aja, amante de las Tsundere- se unió a la pulla Kushina- solo te diré que si le haces algo malo, te mato.
Y el ojiperla tragó saliva, porque sabía que la Uzumaki lo decía muy en serio.
—Corrida de ases—declaró Karin triunfante.
—Uuuuh—dijeron los que sólo estaban de espectadores.
-Esa es una muy buena mano- admitió Tsunade
Neji de inmediato se quitó los pantalones y quedó en bóxer estando a una prenda de perder el juego por lo que su mente estaba ahora a mil por hora y todo lo ebrio que estaba se fue por la horda superado por su estrés.
—¿Te vas a rendir y desnudarte de una vez por todas?—se relamió los labios la chica.
—Nunca—.
-Eso es juventud- lloro cómicamente Gai.
Las dos barajas se les entregaron y ambos estaban a flor de piel, pensando en su jugada para ver quien ganaba.
—Tres de jotos y dos de 9—declaró Karin.
—Dos de reinas y tres de ases—le enseñó el castaño bastante orgulloso y la rival estaba un poco molesta porque había pedido.
—Reglas son reglas—.
-Al menos es mejor perdedora que alguien que conozco- sonrió divertida Shizune.
En ese momento, Karin se levantó sin miedo y comenzó a quitarse lentamente el sostén negro que tenía para dejarlo caer frente a Neji y luego se cubrió con sus manos.
-!dejen de ver así a mi prima, bola de lujuriosos!- intento Naruto tapar los atributos de Karin- en especial ustedes dos.
Sasuke desactivo el Sharingan y Neji el Byakugan y siguieron viendo las cosas de mala gana.
—La próxima vez no vas a sonreír, niño mimado—.
En cuanto la próxima baraja se repartió, la jugada fue inesperadamente difícil para ambos y no estaban seguros si ganar con eso.
—No tengo jugada—.
—Ni yo—.
-Es un empate- canturreo con deleite Anko.
—Según las reglas es empate y ambos pierden la prenda—se escuchó a alguien del público.
-Amen por eso- sonrió Anko
Karin se desnudó y se bajó la tanga, quedando totalmente desnuda pero Neji no quería hacerlo ya que tenía una erección terrible.
-Que guardadito- se relamio los labios Anko.
—Vamos, no voy a burlarme de tus miserias—le mencionó la chica cubriéndose como podía.
El joven se bajó de golpe los bóxer y Karin junto a todos vieron que Neji se cargaba una tremenda anaconda del Amazonas.
Flush.
-papacito- murmuró semi inconsciente Shizune.
-Nos tenía que salir shotacona- se palmeo la cara Tsunade.
-Quiero- susurro Tenten.
-Soy tuya papi- decía igual de ida Hanamei- Hiashi, dámelo.
-Cariño- protestó el Hyuga muy apenado.
-Si, es igual a su papá a esa edad- corroboró Kushina.
-Eso lo explica- asintió Minato- se ha de haber acordado de algo.
—¡Con eso deberías ser actor porno!—exclamó la mujer en shock.
-Pero ella no se queda atras.- decía Kiba igual de inconsciente.
—Para desempatar, se juega una ronda extra. Quien pierda, debe masturbarse frente al ganador—declaró el árbitro autodeclarado.
Kaboom.
-baboso- se sacudió Kurenai las manos tras golpear a su alumno Inuzuka.
-Valdra la pena- rio al fondo del cráter Kiba, muy orgulloso de lo que su doble propuso.
—Bien, quiero ver como te la jalas pensando en mi—aceptó el reto la pelirroja.
-!Rayos¡- se quejo Hiashi- que mujer tan vulgar.
—Inténtalo si puedes—.
-Esto va estar bueno- se frotó Tsunade las manos.
Digamos que la ludopatia le estaba ganando.
Se repartieron las barajas y Karin pensaba su jugada próxima con la que estaba segura de ganar. En ese momento, ella puso en su mano su última jugada.
—Escalera de reina, joto, 9, 8 y 7—alegó la chica.
-Buena mano- admitió Jiraiya.
—Esa es una jugada casi perfecta, sin embargo eso no va a ser suficiente—sonrió el Hyuga triunfante y Karin se puso pálida—Escalera real—.
-Pero esa es mejor- remarcó Minato.
Karin se levantó y se sonrojó porque había perdido pero luego sonrió ya que tenía que cumplir su apuesta y mirando bien las cosas podría salir ganando.
-Ese es el espíritu- asintió de acuerdo Anko.
—Bien, tu ganas. Disfruta el espectáculo, niño mimado—.
Neji jamás pensó que su rival cumpliría su promesa y vio como comenzó a masajearse los pechos y a estimularse con sus manos de forma que a todos los pervertidos les estaba dando un buen show pero el castaño tenía la sensación de que era solo para él en realidad.
Flush.
La mayoría de los hombres y mujeres estaban en el piso con sendo charco de sangre, exepto los Namikaze, Hyuga, Tsunade, Gai, Asuma, Kurenai y Anko.
—Neji, esto se siente muy bien—.
Sin duda, varios en el lugar tenían una severa erección pero el más afectado era sin duda el ojiperla que grababa ese momento para la posteridad.
—Neji, esto me encanta—.
-!Anko deja de hacer eso!- exclamó muy sonrojada Kurenai.
-Yo que- hizo un mohin la aludida, muy ofendida.
-Lo siento- se disculpó la azabache- es la costumbre.
-Meh, no es algo que no haría- le resto importancia la Jounin.
"No sé si sentir envidia o pena de Iruka" sintieron envida varios de los ahí presentes por el sensei de la academia que aparentemente traía más loquita de lo que estaba a esta Anko.
Si no fuera por su increíble fuerza de voluntad el joven la habría violado allí mismo pero quería ver como terminaba allí mismo y eso estaba próximo.
—¡Ay Neji, me vengo!—.
La Uzumaki estaba agitada y en sus piernas se veía algo de fluido que salía de su vagina, como prueba de que cumplió su reto.
-Si, definitivamente es Anko- se paleamearon sus conocidos la cara.
—Uf, eso se sintió bien. ¡Hora del chapuzón!—.
La chica se fue corriendo afuera y todos la siguieron para ver que se arrojaba de anuda a la piscina y gritaron en celebración por su intrépidez.
—¡Ven aquí, Neji! Voy a darte la mejor noche de tu vida—le invitó muy provocativa la mujer al respecto.
El sujeto no lo pensó dos veces y se arrojó de igual forma para después ser abrazado por la chica y esta se reía divertida al respecto.
-! Qué juvenil¡- lloro cómicamente Gai- eso es expresar su juventud, no es la forma que más apruebo, pero me da gusto ver una versión de Neji tan juvenil.
—Eres bastante valiente, no le huiste a mis provocaciones. Me agradas bastante para ser un niño rico sangrón—alegó la Uzumaki.
—¿Me vas a cumplir la apuesta?—.
-Voy a recordar no tener a ese par juntos a solas- se palmeo la cara la Senju por lo que estaba viendo- aunque debo admitir que hacen bonita pareja.
—Sol te pido que me trates como una dama, no quiero una mala experiencia de mi primera vez—le advirtió la Uzumaki con su dignidad de por medio.
-Es lo mínimo que espero- miraron de forma amenazadora Hinata, Kushina y Hanamei al mini Hizashi.
Este solo asintió frenéticamente, más por auto conservación que otra cosa.
En el otro lado de la ciudad, los adultos estaban esperando transporte pero ni siquiera habían taxis así que le habló a la única persona que Kushina pudo contactar. En un auto pequeño llegó la madre de Karin llamada Misa Uzumaki quien era una linda viuda dos años mayor a Kushina.
-Misa- sonrió con ternura y al borde del llanto la mujer- así que Karin si es mi sobrina.
-En ese realidad, si- admitió Shin.
-¿Y en la nuestra?- quiso saber Tsunade.
-Tambien.
Tsunade y Kushina tomaron a Jiraiya por su yukata y le amenazaron. Ahora tenía el sanin una muy poderosa razón para salvar a Karin de la manos de Orochimaru. Después de todo, no quería vivir el resto de su vida como Eunuco. O que Kushina embrujara todos los onsen que él visitará.
—Súbanle, súbanle, que hay lugares pipipipi—saludo en broma la pelirroja de ojos púrpura.
-Definitivamente es hermana de ella- sonrió divertido Minato que solo conocía a su cuñada de oida.
—Cállate, Misa. Lamento molestar a estas horas, ¿ya estas enterada de la situación?—preguntó la otra Uzumaki seria.
—Sí, ya sé. Suban mientras disfruten del viaje ya que estamos muy lejos—.
-Algo me dice que esto no va a salir bien- tuvo un mal presentimiento Hanamei al respecto.
En cuanto subieron, los Hyuga notaron que la mujer conducía muy despacio y Hiashi estaba demasiado impaciente por terminar la fiesta en su hogar.
—¿No puede conducir más rápido?—.
-Eso es trampa- se quejo el Hyuga
-Su auto sus reglas- negó Kushina defendiendo a su hermana.
-Pero parece ser que esas cosas pueden ir muy rápido- protestó nuevamente.
-Debe tener un motivo válido- rebatió la pelirroja.
—Ah no, si voy muy rápido podríamos tener un accidente. Mejor relajémonos con algo de música, ¿Qué les gusta a ustedes?—preguntó Misa a los presentes.
-Te lo dije- sonrió triunfal Kushina.
-Que se lo crea otro- no cedió Hiashi en esa treta.
—A mi me gusta los Elefantes no olvidan—sugirió Hanamei de forma refinada.
-Eso es muy de Hanamei- afirmó Kushina.
-Que me guste la buena música no tiene nada malo.
-Bueno, no vamos a discutir de nuevo por eso- quiso sanjar la inminente discusión la Uzumaki.
—¿Tiene a la mano algo de Beethoven?—.
—No soy fanática de los perros pero tengo algo mucho mejor—asintió la pelirroja y sacó su USB donde tenia su música.
-¿Que tiene que ver un perro?- se interesó Kiba.
-Es el nombre de un perro de una popular película, el perro se llama como el compositor- explicó Shin.
-Definitivamente es hermana de Kushina- rió por lo bajo Hanamei.
—Ah perra, traes puro metal. ¡Córrela!–exclamó Kushina emocionada.
En ese momento, una música casi salida del mismo infierno resonó por todo el carro y los Hyuga estaban espantados por el caos que se había armado en el vehículo.
-Ese ruido es todo menos música- se espantó Hanamei.
-Que buen ritmo, me gusta- movía la cabeza Anko al ritmo del metal.
-Puedo entender porque le agrada a mi otro yo- también hizo lo propio Kushina.
—¡El mal, el mal encarnado, muerte, muerte a la muerte, muerte y aniquilación! ¡Quiero ver, quiero ver, toda la sangre, toda la sangre…!—empezaron a cantar de forma diabólica las hermanas junto con el coro de la rola y el matrimonio Hyuga volteó a ver horrorizado a Minato.
-Ya veo porque les gusta- se sintió incómoda Kurenai.
—A mi no me miren, así fue como conocí a mi esposa y nació mi hijo—alegó el rubio nervioso.
-Ya veo otra constante- sonrió Jiraiya- los polos opuestos se atraen. Mismo caso de este par de tortolitos- señaló a Hinata y Naruto.
Ambas parejas se sonrojaron, y es que era verdad.
—¿Su hijo escucha esa clase de música?—preguntó el millonario.
—Sí—.
—Juro que cuando reprenda a mi hija, le voy a prohibir esa clase de música—alegó Hanamei horrorizada.
-No me vean asi- negó el Uzumaki- me agrado pero no tanto esa música.
—Demasiado tarde, Hinata está cantando en la fiesta—señaló el Namikaze mostrando su celular.
En ese momento, se veía que Hinata estaba en el escenario bastante suelta y es que Karin le habló de inmediato a su tío Nagato que era primo de Kushina y su madre. Ellos tenían una banda de rock pesado local llamada Akatsuki y no perdieron la oportunidad para darse promoción.
-Esto debo enseñárselo a Itachi- sonrió divertido Jiraiya. Al estoico Uchiha le iba a dar un infarto al ver una versión suya que le daba duro al bajo, aunque también debía admitir que el aspecto punk metal le quedaba de maravilla a Konan. Ojalá pudiera volverla a ver en buena lid y mosntarle esto.
Lo que en verdad nadie se esperaba es que Hinata tuviera pulmones para cantar y era bastante versátil a la hora de entonar rolas.
-Definitivamente debemos oírte cantar- tuvo una idea Ino- apuesto a que esa es otra constante.
La ojiperla solo negó nerviosa, se iba a morir si la oían cantar.
—¡MAMÁ PON LA GRABADORA QUE ESTOY EN LA TELE!—se escuchó a Hinata en el micrófono.
—¡Tenemos que ir cuanto antes a mi mansión!—exclamó Hanamei horrorizada por la frase.
—Bueno, sujétense bien—asintió Misa y le echó toda su fuerza en el acelerador.
-Y no se porque, pero tengo la sensación de que no van a llegar- vaticinó la Senju.
Algo que posiblemente iba a pasar, si la mano del asesino volvía a intervenir.
Y corte
Los espero en el desenlace de este Fic.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.