La muñeca maldita.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Comenzamos.

Tras acabar de ver otra vez el mundo de las feminazis, algo que ya varias sospecharon que Shin hacia a propósito, el grupo vio, luego de que Shin le diera el orbe a Shiro, un mundo donde Naruto recibió un pergamino de un desconocido con un Justu para hacerse de un harén, alcanzaron a ver a Naruto seduciendo a Ino, Tsunade, Koharu y Hinata antes de que exigieran las kunoichi ahí presentes que acabará eso de una jodida vez.

Y con el apoyo de Chancla Sama y su fiel Chancla de infinito, Shin le dió el orbe a Hanamei que lo activo y le mostró un nuevo mundo, totalmente diferente al que habían visto antes

-¿Porque todo lo que tocas tiene resultados sexuales?- mascullaba Riki mientras fulminaba con la mirada a Shiro que solo sonreía como el niño bueno que no era.

-Conste que no activé un mundo donde Naruto es griego- advirtió algo que pudo pasar Shiro.

-Amén- asintieron los que entendieron la referencia.

-Pero ya vimos algo griego en el mundo de los santos de Athena- alzó la mano Kiba.

-Eso no es algo verdaderamente griego. Los verdaderos griegos eran bisexuales- explicó Chusai.

-Prefería no saber eso…..

Una tarde pesada de mudanza que había llegado a su fin. En un fino complejo de departamentos se establecía el joven Konohamaru Sarutobi, un muchacho listo y emprendedor, con un gran espíritu digno de un joven adulto de 24 años.

-Es una lastima que Hanabi no esté aquí- sonrió cómplice Hanamei- se perdió de ver al nieto del Saruinutil de adulto.

-Los Sarutobi en términos generales son atractivos- admitió Ino que por la cercanía de sus clanes, conocía a varios jóvenes del clan del Sandaime y debía admitir que eran de menos, bien parecidos.

-En eso tienes razón- admitió Konran- incluso Fedelobo tiene un atractivo que no se explicar.

-Bajele de Guevos- hizo una pequeña rabieta el aludido.

Después de mucho esfuerzo, había logrado el ascenso que tanto quería en las Empresas Uzumaki y la siguiente semana tomaría el puesto de asistente personal del Presidente. Pero necesitaba un nuevo lugar para vivir, más cerca de la empresa, a buen precio y que le diera todo lo que necesitara. La mudanza no fue difícil, en especial por la ayuda que recibió de su amigo de toda la vida Udon, pero no se esperaba las cajas extras recibidas como herencia por parte de su abuelo y tío. Y aunque hubiera querido rechazar las antigüedades de su abuelo, su cariño hacia él, le hizo aceptarlo.

-Nos salió Godínez- entendió Chusai de dónde iba el asunto.

-Al menos se ve que quiere tener un buen futuro- sonrió orgulloso Asuma.

-Y sin importar que, parece que Udon y él son buenos amigos- vio también algo bueno Naruto de su protegido.

— Esta es la última, sí que fue una gran caja – hablo Konohamaru tirándose en el sofá de su sala nueva – no puedo creer que el abuelo Sarutobi me dejara esta gran caja

— Se nota que tu abuelo te quería mucho – su amigo Udon se sentó en otra parte mientras se sonaba la nariz

— Eso, y que el tío Asuma se cansó de tener estas cosas en casa. De seguro su esposa Kurenai lo amenazó con tirarlas

-¡Uuuyyyy!- hicieron una mueca traviesa Ino y Anko.

-Felicidades Kurenai sensei- felicitó la ojiperla a su sensei que estaba imitando su sonrojo a la perfección.

Kakashi solo codeo a Asuma de manera cómplice mientras Chusai molestaba a Nageru.

-Mira, también es de tu club del mandil.

-Pudrete.

— ¿Cómo conseguiste este departamento? Es muy espacioso, y en su mayoría estaba ya amueblado

— El jefe sí que fue muy amable, es neta – Konohamaru miro hacia las habitaciones con emoción – aquí podremos hacer fiestas o incluso traer chicas. Podría incluso conseguirme una linda novia.

-Soy un dios generoso- comentó burlón Naruto.

-¡Buen uso de la referencia!- le daba su aprobación Shiro.

-Se necesita ser bueno con los esclavos que diga empleados, es una táctica clásica del arte de la guerra- defendió desde un punto pragmático Chusai ese asunto

-Eso o que efectivamente es generoso- defendió Hinata al doble de su enamorado.

-Eso también puede ser

-Y como siempre, es un pequeño pervertido- negaba Sakura que también conocía al precoz mocoso.

— Eso mismo dijiste de esa chica llamada Lemon y resulto que ya estaba comprometida – Udon se rio al ver como su amigo decayó un poco

— Bueno, si hubiera llegado antes. En fin, ¿Quieres ir a buscar algo de cenar?

"Con que Lemon" pensaban madre e hija al oír ese nombre.

A diferencia de Hiashi, ambas si veían algo bueno en el pequeño Sarutobi y pensaban que quizás al más puro estilo de Polos opuestos se complementan y atraen, él era la pareja ideal de Hanabi, así que no estaría de más ir sacudiendole las lagatonas al Sarutobi.

— Me gustaría, pero debo salir rápido a otra cita. Ya te veré el lunes en la oficina.

Konohamaru se despidió de su amigo y procedió a buscar algo que cenar, dejando la caja de su abuelo en un armario. Al día siguiente se levantó temprano para salir a caminar y explorar los alrededores, aunque se sentía muy solo porque los departamentos estaban casi vacíos, y los que los habitaban eran familias con los cuales no podía convivir como quisiera. Aburrido por no tener nada que hacer, miro al armario donde guardo la vieja caja de su abuelo, así que no teniendo nada que hacer saco la caja de gran tamaño y la abrió para inspeccionar su interior. Lo primero que descubrió con pesar, es que tenía mucho polvo, no pudiendo evitar llenarse un poco del rostro. Al ver el contenido de la caja, solo vio antiguas reliquias, álbumes de fotos, objetos antiguos. Entre ellos estaba un antiguo bastón de guerra que tenía grabado la palabra "Mono". Konohamaru se sintió como todo un ninja al sostenerlo en sus manos.

-Que coincidencia- sonrió con nostalgia el hijo del Sandaime.

-En ese mundo no hubo guerras shinobi, pero si mundiales, tu papá fue veterano de la segunda- reveló Shin- llegó a capitán en la guerra y eso que empezó como soldado raso.

-Sí, eso suena como papá.

-Eso es mantener sutilmente la ley de las constantes- sonrió Chusai con diversión.

También había antiguos pergaminos que parecían que iban a hacerse polvo con solo abrirlas, así que prefirió dejarlas en su lugar. Había otras cosas que le hubiera gustado mostrar en su sala, pero apenas y tenía espacio, así que empezó a seleccionar algunas. En eso, encontró una curiosa caja al fondo, al levantarla, se sorprendió de lo pesada que estaba, así que con cuidado la saco y la coloco en la mesa del comedor. Al verla con detalle, solo era una caja de cartón, pero tenía un viejo papel que cubría su tapa, como si con esto se evitara el abrirla. Lleno de curiosidad, Konohamaru la quito y abrió la caja, encontrando una especie de contenedor con vitrina transparente, pero empolvada. Al sacarla de la caja, descubrió que la base de esta era de porcelana, de ahí que fuera muy pesada. Al retirar la vitrina llena de tierra, descubrió en su interior a una pequeña muñeca articulada con un viejo kimono y maltratado. Su cabello parecía ser real, era largo y peinado, lo único que la muñeca parecía mantener intacto. Toda la piel de la muñeca tenía un tono pálido, casi muerto, sus labios estaban pintados con un leve carmín gastado y sus ojos eran totalmente blancos. La muñeca estaba en una posición como si estuviera en espera y sentada y dentro de la caja había un pequeño sobre y lo que parecía un plato pequeño de los que se usan para colocar ofrendas. Abrió el sobre y encontró una nota curiosa y apenas legible:

…………

-¿Es idea mía, o esa muñeca se parece mucho a Hanabi?- Preguntó Hinata a su mamá.

-A mi también me lo pareció- admitieron Hiashi y Hanamei.

Muñeca de la Suerte

Bendecido eres al tomar esta pequeña muñeca en tus manos, pues ahora es tu responsabilidad. Esta muñeca, así como la ves, ha sido abandonada y busca un hogar. Por tanto, ofrécele un regalo a diario, un dulce, una moneda, todo siempre acompañado de un incienso de aroma agradable como la primavera.

Si eres bueno con la muñeca, esta te recompensará, concederá un deseo para ti y los tuyos, siempre y cuando este en sus manos. Cuando tu deseo sea cumplido, se agradecido, y pide permiso para dejarla reposar en paz.

Pero atento, trata a otros como quieres ser tratado. Si eres malo con la muñeca, esta será mala contigo, no olvides que a nadie le gusta que se le maltrate. Una vez la primera ofrenda sea aceptada, ya no habrá vuelta atrás.

Decreto …

-Eso me recuerda una vieja modo de nuestro mundo natal- recordaba Nageru que junto a Chusai, eran cronológicamente, los mayores entre los generales- hace tiempo, se pudo de moda el cuidar muñecos de hadas y duendes en la creencia de que estos ayudaban con un deseo o una labor.

Prosperidad, tener suerte en los exámenes, amor, lo que imagines.

-Sí, recuerdo eso- comentó Chusai- estaban algo creepee esos muñecos y supuestamente si servían. Apuesto que hubiera podido estafar incautos si creaba un par de ellos, uno para quitarle lo salado al Cruz azul y otro para que tigres sea grande.

-¿Se supone que cumplían deseos o que hacían milagros?- pidió una aclaración Konran.

-En la parte de estafar incautos estaba la respuesta- se defendió Chusai.

La última parte ya no podía ser leída, solo se veía una curiosa letra "H" y con ello el símbolo de la luna. Al verla con más detalle, la expresión en la muñeca era triste, llena de desolación.

— Veo que has sufrido mucho… - el chico inspecciono a la muñeca y vio su nombre grabado en el viejo kimono – Hanabi. Es un bonito nombre. Bueno, la abuela y el abuelo creían en estas cosas. Supongo que algo de buena fortuna extra no me haría daño

Konohamaru acerco el pequeño altar al pie de donde había colocado las otras reliquias de su familia, colocando sobre una mesa de madera el altar de porcelana. Limpio la vitrina y luego el altar. Sacudió con delicadeza el vestido de la muñeca y le cepillo el cabello, para después sentarla en posición de rezo. Vio el pequeño altar de tributo, así que encendió un incienso de aroma suave y coloco un dulce sabor fresa sobre este. Konohamaru lo pensó un poco, pero por el momento no tenía un deseo, así que decidió dejarlo así y coloco la vitrina sobre el altar y se fue a guardar el resto de cachivaches de la caja más grande en otras partes.

-Lo admito, esa es una faceta suya que no conocía- dijeron a coro Asuma y Naruto.

Era curioso verlo ser tan concienzudo en una actividad como esa.

-Èl es así- confirmó el Dios- es muy creyente de las tradiciones, aIgo a lo que le da siempre la seriedad debida.

Eso era algo lindo en opinión de algunas y loable en opinión de varios.

Definitivamente el pequeño era como Naruto en el sentido de que también era bueno para sorprender a los demás.

Esa noche, Konohamaru se recostó, pensando que mañana debía preparar algunos papeles para su primer día de trabajo, así que solo cerro los ojos y dejo que el sueño lo dominara por completo. En sueños, vio a su tío Asuma con su familia, su sobrina de al menos 12 años, a sus viejos amigos, pero en eso, la imagen se tornó oscura, como si hubiera caído en un abismo. Al explorar todo a su alrededor, sintió un frio mortal, que le calaba hasta los huesos y le haca sentirse débil. En eso noto la silueta de alguien a lo lejos, parecía una chica de su misma edad, solo un poco más bajita, con un viejo y descuidado kimono sin color ni vida. Al intentar acercarse, vio que ella extendía su mano, en la cual se encontraba una pequeña fresa, la cual la chica tiro, como si fuera basura. Cuando estaba por acercarse a ella, un fuerte viento le sacudió y de repente cayó al suelo. Al abrir los ojos, se dio cuenta que estaba en su departamento, se había caído de la cama, y a pesar del día soleado que se mostraba afuera, el seguía sintiendo un poco de ese aire frio que lo había envuelto en sueños. Decidió levantarse, tomar un baño y seguir con sus actividades planeadas. Paso por el altar y noto que el incienso se había apagado a la mitad, pero lo extraño es que el dulce de fresa colocado se había tornado negro, como si estuviera podrido y estaba muy duro. Algo hizo click en la mente del chico, que simplemente tiro el dulce, pidió disculpas a la muñeca y se aproximó a una alacena de la cocina, buscando en una caja de dulces a su disposición. Busco algún otro dulce, encontrando solo los que menos le gustaban, de banana con leche. Un poco temeroso, decidió dejarlo en el altar y encender un nuevo incienso, esta vez con un aroma más agradable, y al depositar el dulce, junto sus manos para una oración.

-jajaja- reía divertida Hinata- fail de su parte, Hanabi odia las fresas

-Queda más que claro que es un mundo similar a dónde Hinata San era un fantasma- entendió Shino.

-No, es el mismo mundo- aclaró Shin.

-¿No somos hermanas en ese mundo?

-esta vez será sin spoiler.

-Usted es malo Shin sama- hizo un adorable puchero la ojiperla.

— Creo que lo que más anhelo, ahora que ya tengo un buen trabajo y un hogar, seria a una persona especial a mi lado – el chico miro a la muñeca mientras sonreía - ¿Sería posible pedir a una linda chica como mi pareja?

Al recitar esa petición en su mente, Konohamaru sintió una suave brisa que acaricio sus cabellos y al abrir los ojos, vio que el incienso cubría a la muñeca, y el dulce parecía haberse colocado en las manos de la muñeca, como si hubiera aceptado el regalo. Un poco temeroso, decidió ignorar eso y buscar algo que desayunar. El resto del día paso sin ningún hecho relevante, aunque Konohamaru no dejaba de ver de vez en cuando a la muñeca del altar, en especial porque le parecía escuchar risitas que provenían de la muñeca.

-Eso es raro- decía Anko con algo de diversión- tierno, pero raro.

-Eso es material de oro- garabateaba unas notas el sanin, ya sea una historia paralela o ligada a la que ya tenía, el concepto que tenía ante él daba para una de sus historias, lo bueno es que ya se había grabado en su mente a fuego la apariencia de varias mujeres que no podrían quejarse porque aparecieran en esos libros, como Canario negro o Miia.

Llego la noche y decidió tomar un baño y dormir, mañana seria su gran día. Pero de nuevo, un sueño extraño sacudió su mente, en esta ocasión se encontraba en lo que parecía una habitación antigua, con puertas corredizas de tela. Se encontraba sentado y al parecer delante suyo había una mesita con algunos bocadillos, pero no pareciera que fueran para él. En eso, vio que la puerta frente suyo se recorría, en la cual una chica similar a la de su sueño anterior aparecía, pero se veía cansada, agotada y sobre todo con sus ropas sucias. Se sentó en frente de Konohamaru, pero este no podía verle el rostro, lo cual le hizo tragar duro por los nervios. La chica se acercó a la mesita donde extendió su mano para tomar lo que parecía un vaso, el cual contenía leche. La chica empezó a tomar un poco de ella y al termino lo dejo en su lugar y empezó a retirarse, pero el chico se levantó y la tomo del hombro, preguntándole quien era. La chica se giró para verlo y abrió la boca para hablar, pero no emitió sonido alguno. Konohamaru intento acercarse un poco para ver el rostro de la chica, pero en ese instante un fuerte ruido lo sacudió y lo hizo caer de nuevo. Al abrir los ojos, solo podía escuchar el ruido de su alarma mientras volvía a despertar en el suelo y fuera de su cama.

-¡Rayos, justo en la mejor parte!- se quejaron Ino y Tenten.

Hiashi suspiro aliviado, no quería ver a nadie siendo tan….. digamos cercano a su princesa.

Se levantó con prisa, saco sus ropas de oficina, la cual olvido preparar la noche anterior, tomo sus cosas y se disponía a salir, pero cuando tomo el picaporte de su puerta, se detuvo un momento y se acercó de nuevo al altar de la muñeca. La miro detenidamente por unos momentos, y noto que el incienso ahora se había consumido por completo, además de que el dulce había desaparecido. No quiso darle más vueltas al asunto, así que, con un poco de prisa, fue a la cocina, tomo otro dulce de banana, y después sirvió un vaso de leche fresca y los coloco en el altar, para después encender otro incienso. Hizo un pequeño rezo para su jornada laboral y se fue a toda prisa a la oficina. Su día sí que fue pesado, pero no negaba que se sentía orgulloso por su ascenso, en especial el poder trabajar con su jefe y su esposa, que se encontraban en muchos trámites para el bien de la empresa. Llegado el anochecer, volvió a su hogar, se hizo un Ramen instantáneo para cenar y reviso unos papeles necesarios para el día de mañana. Cuando se disponía a dormir, vio de nuevo el altar, y con sorpresa descubrió el vaso de leche vacío, y sin ningún dulce, además de que el aroma suave del incienso se percibía en todo el departamento, como si protegiera el lugar. Un poco temeroso, decidió respetar el ritual de la muñeca y volvió a llenar el vaso con leche y dejo otro dulce de banana.

-Estoy comenzado a sospechar que esa versión de mi hija es un Yokai- meditó Hanamei en voz alta.

-Yo también- admitió Riki- algunos yokai son de naturaleza bondadosa, bien podría ser ese el caso de esa versión de Hanabi.

-Eso querría decir que no estamos relacionados por sangre en ese mundo- entendió Hiashi.

-Infintas posibilidades- recitó Neji la frase mantra de este lugar.

La semana paso con una rutina similar, pero de vez en cuando, la basura dejada por el departamento era recogida, no había polvo en los libreros o en los muebles y había días en que la ropa del día siguiente aparecía en la cama lista y planchada, como si alguien la preparaba.

— Esta semana paso muy rápido – hablo Udon que se encontraba en el departamento de Konohamaru revisando unos papeles – el jefe sí que es muy amable, y su esposa es muy hermosa

-Jajaja, no es nada Dattebayo.

-Y olvidó decir que es humilde.

-Pero….¿Qué hora traes Dobe?

-Tou che- admitió a regañadientes Sakura

Esa interacción hizo sonreír a Kakashi, lentamente su equipo estaba finalmente uniéndose. Aunque dolía saber que lo que no pudo hacer él, lo estaba haciendo un dios.

— ¿Verdad que sí? Tiene una piel tan clara, como si fuera de nieve, es neta – Konohamaru se emocionó al hablar de la esposa de su jefe que visitaba la empresa muy seguido – y las chicas de la oficina son muy lindas

— Muchas ya son muy mayores, aunque escuche un rumor sobre una – Udon busco la fotografía de una chica en su celular – me dieron que ella sale con cualquiera que le invite un trago

— Creo que ella se llama Shion, es mi superior. Pero es extraño, me habían dicho que salía con el supervisor Kiba

-Definitivamente eso confirma que es el mismo mundo- Dijo con los dientes apretados Hinata a quien seguía sin hacerle gracia su enorme parecido con la rubia ceniza.

— Tal vez el rumor sea viejo – Udon guardo su celular, pero noto el pequeño altar de su amigo - ¿Es esa la muñeca que mencionaste?

— Si, se llama Hanabi – el dueño también la vio, pero noto algo extraño en ella – que raro, no recuerdo haberle comprado un kimono nuevo

— ¿Y de verdad crees que cumpla tu deseo?

— Bueno, mis abuelos eran muy apegados a las costumbres y ritos antiguos. Creo que una familia rica del campo les enseño esas cosas. Además, no está demás tener algo lindo adornando mi casa

-De hecho, eso es verdad- corroboró Asuma- mis papás tenían un altar shinto en casa.

-Dado lo que hemos visto, creo que será buena idea que retomemos todos algo de esas costumbres- comentó Shizune.

-En su mundo espeficamente, los que existen son la Trinidad suprema- les explico el Observador- Kami, Yami y Shinigami, luz, oscuridad y nada, aunque Shinigami también es el que rige al mundo puro.

-Un espejo de Orden, Caos y La Nada- acotó Konran.

-Esa es una constante universal- afirmó Shin.

Definitivamente estaban aprendiendo los shinobi cosas que nadie creería, como que existen seres a los que incluso sus dioses temen, como al propio Shin, a los Centinela o a lo que fuera que Konran era.

— En todo caso, no creo que ella pueda hacer aparecer una linda chica como si nada para que sea tu novia...

-Y tenía que decirlo- negó Shiori- esto no va a Malir Sal.

El sonido del timbre sorprendió un poco a los dos jóvenes. Konohamaru abrió la puerta con Udon detrás suyo, descubriendo a una linda chica de cabellos anaranjados, los cuales tenia atados en dos coletas caídas. Llevaba una sencilla blusa un poco grande que dejaba ver que tenía un lindo cuerpo bien trabajado y un mini short de mezclilla. Ambos chicos no pudieron evitar ruborizarse al verla.

-Pues ella tampoco va a estar nada mal- dijo Kiba, pero notó que todos le miraron feo.

-Bienvenido al club de Ryoku- le comentó Nageru.

-!Oye! mi club es de carne asada- se defendió el aludido.

- Aja, claro- dijeron sin creerle sus compañeros.

-Más bien, es del club de Orochimaru.

-Amén- dijeron los shinobi.

-Hola, ¿FBI? - hizo una llamada Chusai- traigan aquí a su mejor agente, acabo de oír una cosa espantosa.

-¿Tienes señal aquí?- Preguntó incrédulo Nageru.

-Mi teléfono lo hice yo merengues- dijo orgulloso el rubio- ¡Claro que tengo señal aquí!

-¡Hey!- se defendió Kiba- dije que se verá bien, no que me la quiero ligar ahorita.

-Más te vale- le amenazó Sakura que empezaba a simpatizar con Moegi.

— Hola vecinos, mucho gusto, me llamo Moegi Kazamatsuri – la chica se presentó de forma muy animada – me estoy mudando al departamento de aquí al lado y quería pasar a saludarlos

— Ho-hola, me llamo Konohamaru – se presentó el chico un poco apenado mientras Udon se ponía en frente de su amigo

— Yo me llamo Udon, es un gusto conocerte – el chico se presentó moqueando un poco, pero con mucho entusiasmo – no nos dimos cuenta que alguien se mudaba

— Empecé la mudanza entre semana, pero siempre que venía nunca había nadie, lo cual me parecía muy raro porque siempre escuchaba ruido provenir de este departamento

-Sí no fuera porque sabemos que pasó con este par- dijo Chouji señalado a Naruto y Hinata- esto ya me habría asustado.

— ¿Ruido? – Konohamaru no pudo evitar mirar de reojo a la muñeca en el altar, pero decidió ignorar ese asunto – pues se bienvenida. Te invitaría a pasar, pero estábamos ocupados y bueno…

— No se preocupen, solo quería saludarlos, pero debo regresar a mi departamento para desempacar – la chica les guiño el ojo a ambos chicos mientras se dirigía a la puerta de al lado - ¿Les parece que nos veamos en la noche para cenar?

— Por supuesto – Udon se despidió de la chica junto a Konohamaru para después cerrar la puerta – muy bien, me retracto de mis palabras. La muñeca sí que concedió tu deseo

-No es por ser aguafiestas- negó Ino- técnicamente no hay nada de malo, pero como que algo no cuadra.

-¿Verdad que sí?- Asintió de acuerdo Hinata- que casualidad que ella oye ruidos desde su departamento que está no tan enfrente. Solo lo haría si ella hubiera estando toda la semana yendo a "conocer" a sus vecinos. Algo no me agrada.

-Lo mismo pensé- dijeron Ino, Kurenai, Shizune, Kushina y Hanamei.

— Ni yo puedo creérmelo – Konohamaru regreso a la sala para seguir con el trabajo, pero noto que la muñeca tenía la cabeza agachada, como si ocultara aún más su rostro – en todo caso, según lo que leí, hasta que no esté cumplido mi deseo por completo, no puedo guardarla

— Cuando termines con ella, me la prestas

— Como digas amigo

El resto del día paso volando, llegando la noche que fue cuando los dos chicos fueron invitados al departamento de Moegi para cenar algo delicioso y tomarse unos tragos para conocerse mejor. Al parecer, Moegi era diseñadora de interiores y tenía talento para el tejido, lo que le valió para abrir su propia oficina personal para hacer pedidos de vestidos o diseños para empresas. La noche paso rápida, terminado con Udon quedándose a dormir con Konohamaru, despidiéndose de Moegi, que sugirió que deberían tener noches así de "divertidas", lo que puso nervioso al sujeto. Acostó a Udon en la habitación de huéspedes y se retiró a su alcoba, pero se detuvo delante del altar para colocar la ofrenda de la noche, no sin antes acariciar la cabecita de la muñeca y darle un cálido "gracias" por ese pequeño milagro.

-Milagro mis calzones- también vio el sanin algo que no cuadraba- esa versión de la niña es alguien que no me agrada nada. Me recuerda a cierto tipo de mujer

-En nuestro mundo les decimos Yandere- entendió también a qué se refería Ryoku.

-¿Yandere?- dijeron los demás con duda.

-Al rato lo explicamos que es medio tardado el tema- salió al paso Chusai.

No la culpo, si yo fuera la muñeca y él fuera Naruto, haría exactamente lo mismo- dijo la ojiperla sin ver nada malo en el comportamiento de Moegi.

-Yo que ustedes, me iba con cuidado- les advirtió Anko a las genin ahí presentes que asistieron enfáticamente muy aterradas.

Entre sueños, Konohamaru se sintió algo incómodo, una sensación extraña que le hacía sentirse bien, y demasiado. Abrió los ojos y sintió que algo ocurría debajo de sus sabanas,

-¡Te recuerdo que hay una niña presente!- le reclamo Riki al Dios que estaba mostrando material no apto para su princesa.

-¡Ay mamá!- dijo entre burlona e indignada Shiori- ¡Si ya sé cómo se hacen los niños!

-¿¡Qué!?- dijo a punto de explotar de ira la pelirroja- ¡¿Quien fue!?

Todos sus compañeros señalaron a Shiro quien sonrió ante la muerte.

-¡No me arrepiento de nada!- grito Shiro mientras era Chancleado.

-¡Murió de la forma más Macha posible!- dijeron con admiración todos los hombres ahí presentes.

-¿Y cómo es que se hacen los niños? -preguntó Naruto curioso.

-Hablaremos del tema con muñecas- señaló Anko con diversión.

-Ni se le ocurra aprovecharse de Naruto- vio feo la Hyuga a la mujer.

-No soy una shotacona, solo quiero disfrutar de que vea la realidad- se defendió Anko- que por cierto, eso se lo debieron decir antes…..

-¡Pero no ellos Tebanne!- señaló enojada Kushina a Kakashi y Jiraiya.

-Ahi si, tienes razón- admitió el Yondaime de mala gana- Naruto seguramente sería un pervertido de primera si eso se lo hubieran enseñado ese par.

-¡Oooohhh!- se quejaron ambos.

pero un extraño peso sobre su pecho no le dejo levantarse. Abrió los ojos y pudo apreciar delante suyo las piernas de una chica, las cuales se abrían en momentos, revelando unas pantis blancas y húmedas. Al ver eso, se percató de lo que sucedía, le estaban haciendo una mamada. Intento levantarse para detenerla, pero ella noto sus intenciones y acerco su intimidad a su rostro, invitándole a darle una probada. No pudiendo resistir la tentación, Konohamaru acerco su rostro a la intimidad de la chica, que soltó un amplio gemido de satisfacción al sentir la lengua de Konohamaru saborear toda su intimidad. La chica no quiso perder contra su víctima, así que acelero su mamada, saboreando el grande y grueso miembro del chico, que instintivamente retiro un poco las pantis de la chica, revelando su ya húmeda vagina que suplicaba más. Konohamaru introdujo uno de sus dedos haciendo que los gemidos de la chica se convirtieran en gritos de placer, pero el joven tuvo la sensación que toda la habitación se agitaba por completo. No pudiendo resistir más, Konohamaru sintió que se corría en la boca de la chica, que también soltó sus fluidos sobre el rostro de su presa. Cuando se disponía a levantarse para continuar, pudo ver que la chica usaba una curiosa bata de noche, pero tenía una larga cabellera lisa. Al tratar de ver sus ojos, solo pudo ver su sonrisa, la cual parecía ser traviesa, pero antes de poder ver sus ojos, el sonido de su alarma lo hizo despertar, comprobando que estaba en su cama, solo, y que ya había amanecido.

-¡Kyaaa!- gritaron Hanamei y su hija al mismo tiempo- ¡No quería ver eso!

-¡Mis castos ojitos!- dijeron Neji y su tío tratando de echarse Cloro en los ojos.

-¡Digno heredero del viejo!- decía sonriendo de manera pervertida el sanin.

-¡Ese es mi sobrino!

Kaboom.

-¡No quería saber eso!- exclamaron Tsunade y Kurenai tras apalear a Jiraiya y Asuma respectivamente.

- Que raro que reaccionen así, que no eran norteños?- dijo burlona Kushina.

-¡Cállate, abandona hijos!- se defendió la ojiperla mayor

¿Quieres pelea?- se cuadro la Uzumaki.

Konohamaru tomo asiento en su cama, se sentía un poco agotado, mientras sentía en sus labios un sabor muy extraño. Miro a su entrepierna y noto que seguía un poco erecto, alguien le había asaltado en la cama. Se dirigió a la sala para ver si le habían robado algo, pero todo parecía estar en orden, aunque no lograba quitarse la imagen de esa chica, tratando de adivinar de quien se trataba. Sin saber por qué, dirigió la vista hacia la muñeca del altar, pero ella parecía estar intacta, hasta notar que su kimono se veía un poco desarreglado, no estaba del todo bien sentada y su cabello parecía un poco desarreglado.

-Jajaja- reían Anko y Tsunade- un clásico.

Pero su análisis se detuvo al escuchar el bostezo de Udon en la otra habitación, lo que significaba que acababa de despertar. Después de ese extraño acontecimiento, pasaron dos semanas más, en las cuales las cosas extrañas, por no decir locas, se repitan en su departamento. Los asaltos nocturnos se repetían al menos dos o tres veces a la semana, casi siempre repitiendo la misma rutina que en ese sueño, pero por más que intentara, no podía ver el rostro de la chica. En el día, solía encontrar su traje de la oficina limpio, planchado, listo para que él lo usara, el departamento siempre estaba limpio y un agradable aroma a flores cubría el lugar. Fuera de eso, Konohamaru empezó a llevarse muy bien con Moegi, conversando en las tardes, comiendo o cenando juntos en las noches, a veces con Udon, y otras veces solo ellos dos.

-Dado que Hanabi es un fantasma, supongo que ella es quien hace eso de la limpieza- conjeturo Ino.

-¡Las Hyuga mandan perras!- celebraba Hanami- ¡Son las mejores esposas de la aldea!

-Amén- asintienron Hiashi, Hinata y Neji de acuerdo con la mujer.

-cierto- concordaron Riki y Shiro.

No hacía falta resaltar, que la cercanía entre ambos jóvenes era cada vez más grande, llegando al punto en que Konohamaru creyó que era su vecina quien irrumpía en las noches en su departamento y le daba sexo oral sin ningún tipo de control.

-La sorpresa que se va a llevar- reía por lo bajo Jiraiya.

-Algo me da mala espina- comentó Asuma- esa versión de la niña…. Algo no me agrada de ella.

Llego un sábado, en el cual, la parejita había salido a comprar algunas cosas, riendo y pasando un agradable momento juntos. Moegi se despidió de Konohamaru con un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios, mientras le susurraba que esperaba la cena de esta noche en su departamento. Konohamaru trago duro imaginándose lo que se avecinaba, pero se sentía feliz de que por fin tendría una relación con una linda chica. Entro con prisa para prepararse, pero en eso dirigió la vista al altar de la curiosa muñeca. Al verla, estaba muy distinta al día en que la encontró, su cabello seguía liso y muy lindo; su kimono antes sucio y descuidado, ahora estaba limpio, el cual era de color naranja; su cuerpo estaba limpio, como si fuera nueva y viva. Sabiendo que su deseo al fin se había cumplido, había llegado el momento de guardarla.

— Pequeña Muñeca, te agradezco que cumplieras mi deseo – Konohamaru se puso de rodillas en frente de ella mientras hacia una oración – pido tu permiso para poder guardarte y darte el descanso por tu ayuda

— ¡Oye, pero aun no eh cumplido tu deseo! – la voz de una chica se escuchó delante suyo

-Eso lo confirma- al fin corroboraron todos lo que suponían.

-Es la voz de Hanabi adulta- comentó Shiori- como la del mundo de las locas empoderadas.

-¡Oye!- dijeron muy ofendidas las que quedaron en ridículo en ese mundo.

Konohamaru abrió los ojos con sorpresa al ver como la pequeña muñeca se encontraba de pie sobre el altar, con sus manos apoyadas sobre su cintura, mirándole a través de un flequillo que cubría sus ojos. La muñeca salto al suelo para ponerse sobre el pecho de Konohamaru, mirándole con enojo.

— ¿Cómo puedes decir que ya cumplí tu deseo si aún no somos nada? – la muñeca se cruzó de brazos con molestia – eres muy malo conmigo Konohamaru, después de todo lo que hago por ti en este lugar

— Oye, te agradezco eso, pero no tenías que… espera, ¿Qué cosas? – el chico se sentó en el suelo mientras la muñeca dio un salto para colocarse en la mesita cerca de su altar

-Que ella es quien hace el quehacer- le desgloso Naruto.

-¡Cielos que opresor!- dijo burlón Chusai- ni las gracias le ha dado.

— ¿Y todavía preguntas? Tu ropa planchada, el desayuno, la basura y el polvo de este lugar – la chica poso sus manos de forma soñadora mientras soltaba una pequeña risita – sin olvidar nuestras deliciosas noches de placer

— Oye, te agradezco eso, pero… ¡¿Espera, que?!

-No es por dárselos a saber para que envidien a los Hyuga- comentó Shiro a modo de editorial- pero en ese clan hay un adagio para las mujeres de él: "Una mujer Hyuga es una dama en la mesa, pero una puta en la cama"

"Jodido suertudo" pensaron varios hombres de ahí con evida de Hiashi y Naruto. Definitivamente de mojigatos, los de ojos aperlados solo tenían la reputación.

La muñeca chasqueo los dedos y su cuerpo y ropas empezaron a crecer, dándole un tamaño similar al de Konohamaru, aunque un poco más bajita. Al hacer eso, por fin pudo ver sus ojos, los cuales eran de un fondo blanco, casi cristalino, pero su cuerpo parecía seguir siendo el de una muñeca, pues sus articulaciones y algunas partes de su cuerpo seguían viéndose como una muñeca. La chica se recostó sobre Konohamaru, pasando sus delicadas manos sobre su pecho.

— Eras tu… la chica de mis sueños – Konohamaru vio como la muñeca viviente sonreía con emoción dándole la razón – pero, tu cuerpo…

— Utilizo tu esencia de vida, más las ofrendas que me dabas. Pero para poder darme un cuerpo real solo era en periodos cortos de tiempo, por eso lo hacía en la noche – la chica chocaba sus dedos índices con algo de nervios – pero siempre que intentaba hablarte o decirte lo que ocurría, veía tu erección nocturna y no podía evitar darte placer con mi boca. Eres un pervertido de lo peor Konohamaru

-Como dicen ellos- reía Anko por ver a una Hyuga siendo más pervertida que ella, que era decir mucho, mientras señalaba a Chusai y los demás- ¿Pero que hora trae?

— ¡¿Yo soy el pervertido?! Tú eras la que se lanzaba sobre mí con tu entrepierna en mi rostro

— Eres un goloso de lo peor – la chica beso la mejilla del chico con cariño – pero aun no puedo dejar mi cuerpo de muñeca

— ¿Qué quieres decir con eso? Si necesitas más de esa "esencia de vida", puedes tomar de la mía

— No es tan simple – la chica tomo sus piernas mientras se sentaba con un semblante triste – si tomo demasiado, podría agotarte demasiado o incluso podrías morir. Es por eso que te dije que aún no había cumplido con tu deseo

-Moriria como todo un macho- comentó el Sanin.

-Amén- dijeron los demás hombres.

-Pervertidos - dijeron las mujeres con pena ajena.

— ¿Tú quieres ser mi pareja? Pero, no se mucho de ti

— Mi nombre ya lo conoces – la chica sonrió cuando Konohamaru se dio cuenta de eso – y sobre mi vida, no sé qué pueda decirte. No recuerdo muy bien como termine atrapada en esa caja. Solo sé que mi obligación es cumplir los deseos de la gente, solo si son buenos conmigo. Pero te vi a ti, y creí… que podría ser libre solo contigo

-¿Bueno, que pasa en ese mundo?- decía Kurenai indignada- ¿Porque esa saña con ellas?

-Asi se siente ser Yo- le replicó Naruto.

— Hanabi – Konohamaru acaricio el rostro de plástico de la chica para mostrarle su sonrisa – siempre he sido amable con todos, en especial con las chicas lindas como tú. Pero lo nuestro no puede ser. Aun si yo quisiera…

-Definitivamente, lo pendejo es de familia- comentó Hanamei con puya.

-!Oooohhh!- se quejo Asuma con una nubecita negra encima.

-En honor a la verdad- admitió tristemente Hinata- hasta en lo denso es que copió a su modelo a seguir.

-Ahi si te tiene- decia Shiori riendo al igual que varios de los genin ahí presentes.

— Lo sé, créeme que intente descubrir el modo de obtener un cuerpo humano, pero nada. No sé cómo…

Las palabras de la chica se detuvieron al escuchar como alguien tocaba la puerta, siendo Moegi que había llegado al lugar. Hanabi se encogió de nuevo, mientras Konohamaru se preparaba para abrirle.

-¿No tienen el presentimiento de que algo muy malo va a pasar?- Preguntó Kushina con un muy mal presentimiento.

-¡Si!- dijeron casi de manera unanime las mujeres ahí presentes.

-Esto se va a poner feo- vaticinó Shiro que era el que más sabía de estás cosas.

— ¡Espera Konohamaru! – Hanabi le grito con miedo desde su altar – esa chica, es peligrosa. Debes alejarte de ella

-¿Celos?- garabateaba Jiraiya unas cuantas ideas.

-No lo creo- negó Tsunade- algo en esa versión de la mocosa no me cuadra.

-No es la única sensei- dijeron al mismo tiempo Kushina y Hanamei

— ¿Peligrosa? ¿No serán celos tuyos? – Konohamaru se rio mientras se dirigía a la puerta para abrirle a Moegi

(PFFFF)

- Asuma, tu sobrino es tan pendejo que no lo puedo insultar- negó Anko tras hacer un facepalm que de hecho fue colectivo entre las mujeres ahí presentes.

Dicho sea de paso, varios hombres seguían sin creer que esa versión de la mocosa que estaba con Konohamaru pudiera ser algo más que una enamorada del Saruinutil.

Hanabi regreso a su altar con tristeza mientras Konohamaru le abría a Moegi, quien llegaba con una botella de vino y vistiendo una blusa muy pequeña y ajustada y un mini short que no dejaba nada a la imaginación, emocionando a Konohamaru.

-Pues si está de buen ver de adulta- admitió Ryoku.

-¿FBI?- Volvió a usar su teléfono Chusai.

-Pero también debo de admitir, que no es competencia para la versión adulta de la hermana de Hinata- decía Ino con cierto pesar.

-¡Las ojiperlas mandan Bitches!

-¡Las Hyuga mandamos perras!- dijeron al mismo tiempo Riki y Hanamei.

-¡Tienen toda la Maldita razón!- les replicaron Shiro y Hiashi respectivamente.

Después de cenar algo improvisado y conversar un poco, Moegi sirvió unas copas del vino que había traído, pero no pudieron probarlo, pues la chica no parecía querer esperar, así que se lanzó sobre Konohamaru en su sala, compartiendo un lujurioso y apasionado beso, mientras el chico pasaba sus manos por los pechos y las piernas de la chica. De repente, la imagen nocturna de Hanabi apareció en los ojos de Konohamaru, para después ver hacia el altar de la muñeca, donde ella solo mantenía la cabeza agachada, pero se veían pequeñas lagrimas deslizarse por sus mejillas, lo cual toco el corazón del joven.

-¡Pero como eres pendejo!- decían exasperadas Ino, Tenten, Sakura y Hinata.

-Eso les calo- notó el capitán Obvio de Rock Lee.

-Eso se llama friendzone y suele ser así de doloroso, incluso entre los hombres- conferencio Chusai.

-Sí no, pregunten a él- le echo sal a la herida Konran al señalar a Jiraiya.

-¡Órale!- se quejo el señalado- ¡Que no le he hecho algo que justifique esa agresión!

-Aun- musitó con pena Tsunade.

— Moegi espera… - Konohamaru detuvo a la chica, quien ya se había quitado la blusa – yo, no puedo

— ¿Qué ocurre? – la chica se veía confundida con la reacción del chico – pensé que…

-¡Le quitas los divertido…!- comentaba Kiba, pero……

Kaboom.

-Imbecil- se sacudió las manos Sakura.

-Naruto, si tú provocadas esto seguido y lo tomabas como los machos, tienes mi respeto- decía el apaleado Inuzuka.

— Lo que pasa es que, hay otra chica… - Konohamaru sintiendo que se arrepentiría, no pudo negar los sentimientos que habían crecido hacia la muñeca, la cual pareció sonreír cautivada por la declaración del chico – lo siento

-¡Al fin!- celebraron las mujeres en general.

— Descuida, yo entiendo. Creo que había olvidado preguntártelo – Moegi se puso de nuevo su blusa mientras tomaba las copas que había servido antes – pero podemos seguir siendo amigos

— Gracias por comprenderlo – Konohamaru tomo de su copa, pero al instante su cabeza empezó a darle vueltas - Pero ¿qué…?

-¡Oh mierda!- dijeron varios sorprendidos por eso, las mujeres…..

— Ojalá me hubieras dicho que si Konohamaru – Moegi solo sonrió con inocencia mientras tiraba al suelo el contenido de su copa

-¡Se los dije!- dijeron de manera ufana y triunfal las expectadoras.

Konohamaru cayo inconsciente mientras todo se volvía borroso. Cuando recupero el conocimiento, se encontraba atado en lo que parecía ser una cama, sin nada más que su bóxer como prenda. Sus manos se encontraban atadas al igual que sus piernas en las esquinas de una cama, pero esa no era su habitación. Con horror comprobó que en las paredes de esa habitación se encontraban muchas fotos de él, desde saliendo de su departamento, en la empresa donde trabajaba, y otras más de cuando era pasante antes de mudarse a este lugar. Una puerta se abrió, de la cual salió Moegi, usando un atrevido conjunto de lencería negro, llevando un cuchillo muy afilado en sus manos.

-¡Esa perra está loca!- exclamaron con terror Kiba y Rock Lee.

-Ni como negar la evidencia- no trato de defenderla Naruto que era de ahí, quien la conocía más. Sí que le sorprendió ver esa versión de esa niña.

— Moegi… ¿Qué es esto?

— Sabes, la vida es muy curiosa cariño – la chica se sentó a su lado en la cama mientras veía el cuchillo en sus manos – tal vez no lo recuerdes, pero nos conocimos hace unos años en la universidad. Mi cabello era del mismo tono, pero lo tenía más liso. Había intentado hablar contigo, pero tú estabas con una chica. Creo que se llamaba Lemon

— ¿Lemon? Pero, ella me dejo por otro sujeto

-¿No es el nombre de una enamorada que tiene?- recordó Hinata que en el mundo de las feminazis, Hanabi recordaba algo sobre esa tal Lemon.

-Sí, en el mundo que acabamos de pasar, lo menciono Hanabi- recordó también ese detalle Hanamei.

-Parece ser una constante- entendió Naruto ese detalle.

-De hecho- confirmo de manera extra oficial Chusai.

— Lo sé, y me hizo enojar mucho, ¿Cómo se atrevió esa perra a lastimarte? Pero descuida cariño – la chica señalo hacia un mueble al lado de la cama con una sonrisa – le hice pagar por su actitud tan grosera contigo

-¡Nos salió Yandere!- dijeron aterrados los genin, entendiendo al fin a qué se refería los visitantes.

-¡Hey!- dijeron al mismo tiempo, Hinata y Anko, ya que la definición la usaron, con ellas como referencia- ¡Yo no me comportó así!

-Era una comparación superficial, se defendió Nageru- ahora ya saben el concepto.

-No quiero saber porque en su mundo acuñaron esa palabra- negaba el Nara al entender que para que haya una definición así, debió haber una quizás Muy turbia historia detrás. Que en su opinión, eso sería problemático y en última instancia, no era asunto suyo.

El chico vio con miedo como a su lado había dos cráneos fétidos, uno de ellos con algunos mechones de cabello descuidados, pero eran los de Lemon y su prometido, de eso no había duda. Konohamaru contuvo las ganas de vomitar mientras trataba de zafarse, pero Moegi se subió a su cuerpo mientras paso el cuchillo por su cuerpo con lentitud y mostrando una sonrisa de locura.

-De acuerdo, eso sí lo haría- admitió Anko poniéndose algo cachonda al ver eso.

-Ya me dí cuenta- , dijeron a coro Shizune y Kurenai.

— Relájate cariño, me tomo mucho tiempo encontrarte y no quiero que te vayas aún. O al menos no hasta que me des un lindo hijo para criar dentro de mí. Será un precioso recuerdo, uno que ansió desde que llegue a este lugar

-Espero que no quiera seguir los pasos de Jocasta- comentó Chusai.

-Amén- dijeron los que entendieron a qué hacía referencia.

— ¿Qué quiere decir con eso?

— Desde la primera noche, tenía la intención de escabullirme a tu departamento, matar a ese tonto de Udon y luego violarte hasta quedar embarazada. Pero por alguna extraña razón, nunca pude abrir la maldita puerta. Algo me lo impedía

-Oh, oh……- decían más aterradas las genin que los Chicos por ese detalle.

— Hanabi… - Konohamaru recordó como la muñeca le había advertido sobre Moegi, dándose cuenta que ella siempre le había estado protegiendo

— ¿Así se llama la perra que robo tu corazón? No te preocupes, tan pronto me embarace, la buscare y agregare un nuevo recuerdito a mi colección. Ahora… - la chica paso con cierta fuerza el cuchillo por el vientre de Konohamaru provocándole un corte fuerte para después dirigirse a su bóxer – vamos a ver a ese pequeño amiguito de aquí…

— ¡No te atrevas a tocarlo!

-¡Así se hace!- alentaban madre e hija a la doble de la ojiperla menor.

-Salvado por la campana- dijo tras suspirar el Fedelobo.

Antes de que Moegi pudiera reaccionar, recibió un fuerte golpe en la cabeza que la lanzo al suelo. Detrás de ella apareció Hanabi muy agitada mientras llevaba un pergamino viejo en sus manos. Sin perder tiempo, desato a Konohamaru, pero este estaba adolorido por el corte en su vientre.

— Hanabi, perdóname…

— ¡No hay tiempo! Rápido, debemos ir a mi altar – la chica ayudo a su amado a dirigirse a su departamento con rapidez, sin soltar el viejo trozo de papel en sus manos

-Es una lastima que no tenga los mismos poderes que Hinata- comentó Kushina- si fuera así, ya estarían fuera de peligro.

-Creo que tiene un as bajo la manga igual de bueno- sonrió con sádico deleite Konran- y creo saber que.

Hanabi abrió la puerta y puso a Konohamaru en el sofá para intentar atenderle, pero fue empujada con fuerza por Moegi, que llego al departamento después de recuperarse del golpe, alzando el cuchillo en sus manos.

— Interrumpiste mi sesión de amor con mi amado Konohamaru, pero te agradezco porque hayas venido. Me ahorraste la molestia de buscarte, y cuando te elimine, seguiré con mi querido cariñito

— Nunca voy a amarte Moegi – hablo Konohamaru con dolor y seriedad – yo amo a Hanabi y eso no va a cambiar nunca

Ovacionaron de pie los ahí presentes.

-¡Al fin!- dijeron exasperadas Ino, Hinata, Kushina y Hanamei.

— ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! – Moegi se lanzó sobre Konohamaru, pero Hanabi le detuvo con su mano de plástico – pero, ¿Qué eres tú?

— Tu peor pesadilla – Hanabi saco el papel en sus manos y lo pego al pecho de la chica - ¡Tomare tu cuerpo!

Un rápido destello cubrió el departamento, el grito de Moegi se escuchó en los departamentos, como si su alma fuera arrancada de todo su ser. Cuando el destello desapareció, Konohamaru vio que enfrente suyo estaba Hanabi, pero ahora tenía un cuerpo humano, debajo de su kimono naranja. En sus manos se veía una muñeca articulada sin nada de ropa, pero su cabello era naranja y en su rostro se veía un gesto terrorífico en su rostro.

……

-No dire que lo ví venir- comentó Chusai- pero se lo merece.

-Cierto- dijeron la mayoría de los presentes.

-Yo sí- se desmarcó de esa sorpresa Konran- alguien de mi familia puede hacer algo parecido después de todo. No diré que es igual a lo que él es capaz de hacer, pero se le acerca.

Okey, eso nadie lo quería saber. Mejor no la harían enojar.

— Hanabi, ¿Qué paso?

— Lo siento, no había otra alternativa – Hanabi rápidamente puso la muñeca en el altar y procedió a encerrarla con la vitrina de cristal y con un papel viejo – cambie mi lugar con ella, solo así sería humana. Pero para ello tenía que ser un alma que necesitara ser sellada

— Moegi – Konohamaru aguanto el dolor en su cuerpo para ayudar a Hanabi con la vitrina – nunca vi lo que había en su corazón. Perdóname por no escucharte Hanabi…

-Al menos hay un Saruinutil que si reconoce sus errores- dijo con veneno en la voz Kushina.

-Amen- dijeron los invitados y Hanamei.

— Bueno, espero que esta vez me escuches – la chica le abrazo con fuerza sin poder evitar que el llanto se apoderada de ella – no quería alejarme de ti. En serio me gustas mucho

— Tú también me gustas, petardito

-jajaja- reia divertida Hinata- recuerdenme llamarla asi mas seguido.

Naruto y Neji asintieron de acuerdo, sería algo divertido de ver.

— No me digas así – la chica le dio un leve golpe en su herida por el pequeño apodo

Después de eso, todo paso muy rápido. La policía encontró las evidencias en el departamento que marcaban a Moegi como una asesina y acosadora de lo peor, pero su rastro había desaparecido por completo. Por otro lado, Hanabi empezó a adaptarse a su nueva vida en el departamento de Konohamaru, aunque aún no podía recordar nada de su pasado, estaba decidida a forjar un nuevo futuro al lado de su amado.

— Valla, si me hubieras contado eso antes, no te lo creería – contesto Udon mientras cenaba en el departamento de Konohamaru – al final si se cumplió tu deseo

— Ni me lo digas – respondió Konohamaru con Hanabi a su lado que le sonrió con cariño – pero bueno, así es la vida

-Se lo tomo muy bien, en honor a la verdad- acotó Chouji.

-Sinceramente, no lo creería- estuvo de acuerdo Ino.

— Y a todo esto, ¿Qué paso con Moegi?

— La dejamos en una tienda de antigüedades, donde nunca nadie la encontrara – dijo Hanabi con tranquilidad – nadie en su sano juicio compraría una muñeca como esa ni de chiste

-Nadie compró a Hanabi y hela ahí- comentó Tenten.

— Bueno, yo no te compre, y aun así estas aquí

-Se los dije.

— ¡No me molestes! – la chica solo se giró con un puchero en su rostro

— Yo hubiera querido pedirle un deseo – Udon solo decayó con tristeza – pero creo que no hubiera funcionado

— Solo se paciente como yo, es neta – dijo Konohamaru besando la frente de Hanabi, la cual se ruborizo

-Eso si, pero hay quienes se tiene que esperar demasiado- dijo a modo de puya Chusai viendo de reojo a Kiba, Tenten, Kakashi,Shizune y Gai.

Luego de que Udon se retiró, la joven pareja lleno el departamento con los gemidos causados por Hanabi, que por fin podría entregarse por completo a su amado. Esa noche, la chica usaba el mismo kimono que le caracterizaba, en la misma posición en la que asaltaba a su amado en las noches. La chica saboreaba el miembro de su amado, mientras este introducía sus dedos dentro de su intimidad, sacando gemidos cada vez más intensos y placenteros de la chica.

-¡Quite eso, Shin sama!- gritaron espantados los Hyuga ahí presentes.

-Y ahí vamos de nuevo- farfullo Kurenai ya que saber que Shin podia ver eso había matado casa por completo su libido.

— Konohamaru, rápido – la chica se colocó sobre su amante mientras movía su cintura sobre su pene – deseo tanto de esto

— Solo si haces "eso" Konohamaru se rio un poco mientras acariciaba los generosos pechos de su novia

— ¿De verdad tengo que hacerlo? – la chica suspiro con pesar al ver la insistencia de su novio para cambiar su rostro a uno de súplica total – amor, te quiero dentro de mí. Necesito que estalles dentro de mi

— Bien dicho – posando sus manos sobre la cintura de la chica, Konohamaru metió su miembro dentro de Hanabi con un solo empujón

— ¡Hyyaaaa! – la chica sintió como todo su ser se estremecía mientras su lengua se deslizaba por sus labios – que rico, ¡No te detengas! ¡Más rápido!

Las estocadas del joven fueron cada vez más rápidas, haciendo que las piernas de Hanabi cada vez perdieran más y más fuerza, lo que causo que ella se recostara sobre su novio. Después de varias estocadas, cambiaron de posición, para que ella estuviera debajo de él, alzando sus piernas para apreciar aún más su bello y sensual cuerpo, sus pechos agitándose con cada estocada y su rostro mostrando el éxtasis completo, rogando por mas y más placer.

— Konohamaru… bésame – las suplicas de la chica se cumplieron mientras sus labios y lengua danzaban, separándose con un hilo de saliva que se creó momentáneamente con su distancia - ¡Córrete dentro de mí! ¡Me vengo!

— Voy a llenarte por completo – Konohamaru acelero sus estocadas, sacudiendo por completo el cuerpo de su amada - ¡Me corro!

— ¡Kyaaaa, Konohamaru!

El disparo dentro de Hanabi le hizo alcanzar el orgasmo, mientras su lengua salía de su boca, en un gesto de total éxtasis. Konohamaru se recostó a su lado, mientras se unía a su amada en un beso que transmitía todo su amor.

-Mis castos ojitos- intentaban echarse Cloro en los ojos Hinata, Neji y Hiashi.

-Una palabra de eso en sus porquería de libros y ya verá- amenazó Hanamei a Jiraiya que asintio frenéticamente.

— ¿Crees que me den el empleo en tu empresa? – la chica le miro con cierta duda – yo, no creo ser capaz…

— No digas eso, eres muy lista. Te adaptaras fácilmente. Además, el jefe es muy flexible con todos sus empleados. Aunque la más amable es su esposa, siempre apoya a todos gracias a su "Fundación Hyuga" para desempleados…

— ¿Hyuga? – la chica reacciono al escuchar ese nombre mientras extrañas imágenes se mostraban en su cabeza, de una familia muy lejana

— ¿Te encuentras bien?

— S-sí, pero es extraño – Hanabi solo se apoyó en el pecho de su amado mientras acariciaba su pecho – por un momento, tuve recuerdos de mi familia. Pero son imágenes tan lejanas

-Esta casa vez más raro ese misterio- señaló Shizune- ¿Que paso con esa familia?

-No hay spoiler- dijo Shin un tanto burlón.

— Si es necesario, te ayudare a buscar todo sobre tu pasado. Así podrás recordar todo…

— No es necesario – la chica le beso con cariño para abrazarlo con cariño – en estos momentos, tu eres mi familia y eso es lo que más me importa. Te amo Konohamaru

— Y yo te amo a ti, petardito

Devolviendo el gesto amoroso de su amada, la pareja se entregó por completo al acto del amor. Y aunque no parecía posible, Konohamaru había cumplido su deseo…

Todo gracias a una muñeca poseída.

La imagen se apagó, dando fin a la historia…..de momento.

-¿Que paso con ellos?- quiso saber Ino, era muy romántico en su opinión, claro que le había picado la curiosidad.

-Sin spoiler- recordó Shin y añadió- y ya que estás haciendo preguntas, ¿Que tal si nos das suerte?.

Así lo hizo la Yamanaka, haciendo que el orbe muestre nuevamente, un mundo que ya habían visitado.

Y corte.

A cómo pude, pero ya salió capitulo.

Espero que les haya gustado mucho.

Estás semanas han sido duras para mí salud ya que si bien (afortunadamente) no he enfermado de lo más seguro que podría ser, si he resentido una vieja lesión que me ha obligado a estar en cama.

Y con un dolor que francamente no da ganas de hacer algo más.

Trabajo, me enpastillo para soportar estar como seis horas en el trabajo, regreso a casa, me duermo, hago mis cosas, apenas me da tiempo de escribir y vuelvo a trabajar.

Por eso dije a principios de año: "Si todo sale bien, espero poder….."

No sé que tan salvable es el itinerario que me había fijado, pero haré lo posible por apegarme lo más que se pueda.

Si nada más que decir…...

Los veo pronto.

Mi novia es una muñeca poseída de Emperor92 One shoot.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.