Lucius había salido de Azkaban hace unos meses, poco a poco se había aventurado a salir de la mansión con multijugos, debía contratar personal al menos para alimentarse, pero claramente nadie quería trabajar para él, ni siquiera los elfos cesantes y que trabajaban por dinero se habían presentado, así que no le había quedado más remedio que comprar comida o prepararla el mismo.
La mansión estaba casi en ruinas, no sólo era por la falta de mantenimiento en los últimos años, sino que la magia familiar estaba casi extinta, el auror que lo había llevado de Azkaban a la mansión le había dicho que cuando su esposa se había marchado, había liberado todas las líneas de ley que protegían la casa ancestral de los Malfoy. No creía que eso sea posible, pero tendía creerlo a veces.
Pero lo peor no era vivir solo en esa enorme casa ruinosa, lo peor eran los fantasmas que la habitaban, el medico que asigno el ministerio a su cuidado, le había dicho que podría estar manifestando síntomas de demencia, cuando el comentó que se veía a personas en los pasillos.
"¿Cómo está hoy señor Malfoy?" preguntó el sanador, sacando a Lucius de su divague mental.
"bien" el sanador era bastante joven, Lucius le calculaba unos 25 a 30 años, tenía el pelo claro y los ojos de un extraño gris brillante, que a Lucius le recordaba a Sirius Black.
"¿has vuelto a ver a tu hijo por la casa?" el sanador no lo miraba, sino que llenaba una ficha, Lucius parpadeo unos segundos, "no desde la última vez"
"la vez que estaba ensangrentado" acota el sanador.
"puedo saber si mi hijo ¿aún vive?"
"señor Malfoy, las estipulaciones del ministerio de magia sobre tu liberación no permiten el acceso a esa información, debes saber -el sanador se acerca y le habla bajito- que fuiste condenado a no tener contacto con tu hijo"
"¿entonces, está muerto?" el sanador lo mira comprensivo "no dije eso señor Malfoy"
"a veces recuerdo, a Draco aquí en la mansión, el año que Voldemort se quedó con nosotros, estaba demacrado, nervioso y temeroso, no se parecía a lo que debía ser" el sanador toma nota, Lucius continua "pero siempre que lo veo en la mansión, es un fantasma que me acosa y me culpa"
"lo maldijiste" dice el sanador sin verlo realmente "a tu propia sangre"
"Draco, el -Lucius se toma unos momentos recordando – había contaminado su sangre, y nos había traicionado al ceder su varita al chico Potter"
"¿fue eso una traición realmente?"
"claro, sin la influencia de esa … Lucius no se refiere a ella de ninguna forma- Draco no hubiera hecho nada, creía que yo no lo sabía"
"¿sabe?, eso nunca se comprobó"
"las sangre sucias son así, tientan al hombre, y las sangre pura son demasiado remilgadas" el sanador cree por un momento que Lucius ahondará en esos temas, sin embargo, los abandona.
"¿ah tenido experiencias conociendo gente de sangre nueva?" Lucius recuerda vagamente que ese es el nuevo término que se usa para las sangre sucias"
"no, no más allá de la guerra"
"¿entonces como sabe?"
"Draco no era tan astuto como creía- Lucius mira fijamente al sanador, este ha dejado de escribir- lo escuchaba hablas y podía sentirlo, le gustaba ella, esa cosa prohibida, ¿sabe?, cuando le niegas algo a alguien mas lo quiere, eso le pasó a Draco, hasta se el momento en que esto pasó"
"¿lo sabe?"
"el hablaba de ella y del señor Potter y después, en un momento dejó de hablar de ella, creo, creo que creía que, si no lo hacía, yo lo olvidaría, chiquillo iluso" Lucius está con la mirada perdida, el sanador, lo observa detenidamente "¿por eso lo atacaste?"
"no, yo no quería"
"¿no quería?, ¿Qué no querías señor Malfoy?"
"no quería lanzar el avada sobre él, era mi hijo ¿sabes?, quería hacerlo sobre ella, pero se interpuso y mi preciosa sangre se derramó, ¿sabes que tomó mucho sacarla del piso?, así de fuerte era nuestra sangre" el sanador no se muestra sorprendido, Lucius cree que es porque ya le ha contado está historia muchas veces.
"¿Qué pasó con su hijo señor Malfoy?"
"el murió, ese día"
"fue el mismo día que fuiste trasladado a Azkaban" no es una pregunta, Lucius estudia al sanador, en un momento vago de lucidez, el chico tiene rasgos marcados, mandíbula cuadrada, cabello corto, pelo rubio y esos ojos grises como anunciando una tormenta, le recuerda tanto a Sirius, pero los de Sirius eran vivaces, estos no lo son, el sanador le mantiene la mirada, Lucius ha visto ese desafío sólo una vez en su vida antes.
"¿Cuál es su nombre?" pregunta el hombre mayor, el sanador le sonríe de lado, cerrando su carpeta, colocándose de pie.
"¿es eso importante para usted, señor Malfoy?"
"te pareces a mi hijo, pero el murió antes que nacieras" acota Lucius con los ojos vivos, el sanador le sonríe " eso me han dicho, -el sanador hace una pausa- si me disculpa, debo acompañar a mi padre está tarde, con su permiso" el sanador se va retirando, Lucius lo ve hablando con alguien en la puerta antes de salir.
