Capítulo 1. Haré lo que sea
Con un movimiento discreto Draco se frota las manos. Hace frío allí.
¿Cómo pueden tener a los pacientes con esa temperatura?
Las luces blancas y asépticas le molestan en los ojos. Algún niño llora de fondo. La gente va y viene por la sala de espera de San Mungo con el murmullo de sus conversaciones importantes.
Después de una larga espera, Lucius sale del despacho del director. Tiene mala cara.
Se acerca a su hijo y se sienta junto a él.
"¿Qué te han dicho? ¿Habéis estado ahí un buen rato." Protesta cansado.
"Draco, tu madre…" Suspira. "Tu madre tiene muy difícil mejorar, ahora mismo."
La noticia hace a Draco parpadear y después apartar la vista para evitar que su padre vea el más mínimo rastro de debilidad. No esperaba eso. Su madre lleva meses recibiendo tratamiento médico en casa por una enfermedad desconocida que surgió repentinamente. Tan devastadora como desconocida. Y a pesar del carísimo tratamiento mágico solo han conseguido mantenerla estable.
"¿No hay nada que puedan hacer? ¿No se supone que son médicos? ¡Les estamos pagando una fortuna!"
Lucius sin embargo parece más agobiado que preocupado.
"La hay, hijo, pero no está a nuestro alcance ahora mismo." Dice mostrándole el pergamino. La ingente cantidad que aparece garabateada le retuerce el estómago.
"Joder!" Maldice Draco levantando el tono y poniéndose en pie. Es perfectamente consciente de que en cuanto se detenga el tratamiento la enfermedad avanzará y se la llevará para siempre. También es consciente del coste de dicho tratamiento y de su precaria situación económica.¿Y ahora aún más?
Pasea frustrado por la sala de espera. Otros pacientes le miran con curiosidad y morbo. Malditos entrometidos. ¿Les habrán reconocido?
Seguramente que si y se estén incluso alegrando de verme así. Debo contenerme.
Draco vuelve junto a su padre.
"Me niego, padre. Me niego a creer que algo no esté a nuestro alcance."
Lucius sonríe discretamente, orgulloso. Pero espera unos instantes antes de hablar.
"Ahora mismo tú eres nuestra mejor opción, Draco."
"Yo? Ya he barrido la ciudad en busca de trabajo, de cualquier trabajo! Sabes lo humillante que es eso? Entrar a un bar asqueroso a mendigar un trabajo denigrante y que te miren con prepotencia? Un Malfoy no debería siquiera conocer esa sensación." Dice firmemente bajando la voz hasta convertirla en un susurro.
"No quiero ni imaginarlo, hijo. Pero no me refiero a eso. Esto…" dice agitando el pergamino. "Esto no se puede cubrir con un salario de camarero."
Draco guarda silencio. Que su madre muera porque no puedan pagar su tratamiento es lo último que habría podido esperar de la vida. Tiene que haber una solución, así que pone su cerebro a funcionar:
Gringotts. Allí hay oro. No es suyo pero el que lo encuentra se lo queda.
El Ministerio. Con una visita podría conseguir algo que podría vender. Algo muy caro. O muy secreto. Al fin y al cabo de eso sabe. Su preparación como inefable le ha dado el ojo para poder distinguir de un vistazo algo importante de una replica sin valor.
Sustancias. Conseguir meter en Londres un pequeño cargamento podría darle un buen beneficio.
"Draco, desde Azkaban no vas a poder ayudar a tu madre." Afirma Lucius leyendo sus pensamientos. "Sin embargo…"
El chico mira a su padre. ¿Tenía una opción y no se lo ha dicho desde el principio?
"Suéltalo ya." Ordena nervioso.
"Ha llegado a mi conocimiento que hay una persona buscando una pareja con la que casarse. Ofrece una buena recompensa."
Espera… ¿Qué? ¿Se estaba planteando ir a Azkaban después de robar el banco mágico más seguro de Europa y solo con casarse podría conseguir el dinero? Reprime las ganas de darle un empujón a su padre.
Elegancia, Draco.
Si ofrece una recompensa es que tiene dinero. Y si tiene dinero él podrá sacarle hasta el último galeón si lo hace bien. Dinero fácil y legal. Perfecto.
"Lo haré" dice sin pedir más información. Se pone en pie y se dirige a la chimenea más cercana.
Haré lo que sea por ti, mamá.
Agarra un puñado de polvos flu, los arroja con decisión y la llamarada se lo traga.
...
Bienvenidos a este nuevo Drarry! Digamos que ahora mismo no dispongo de mucho tiempo para escribir, por lo que me he puesto con algo más ligero. En realidad esta historia está basada por encima en una historia de estas cliché que tanto se mueven por tiktok ahora mismo. Pensé que estaría bien para desconectar un poquito de la oposición. Serán capítulos cortos e intentaré subir un par de ellos a la semana. La estructura básica está terminada, así que espero poder terminar de escribirla. Si os gusta hacédmelo saber para que siga con ella. Muchas gracias! PD: Gracias a mi beta Jenn, sin ella no habría ni empezado.
