*No soy dueño de nada. Todos los personajes son propiedad de Khara y Hideki Anno. *

*M por razones obvias*

Sacrifica Aquello Que te Hacia Débil

Por Try Another Time

"¿Por qué? ¿Por qué soy tan inútil?" Esas eran las palabras de alguien que aun trataba de entender como había sido tan estúpido para no solo comenzar el tercer impacto sino también ser el elemento crucial detrás del cuarto impacto.

Mientras Shinji se encontraba de rodillas, en frente de él las ruinas de Tokyo-3 se encontraban. Las ruinas de lo que alguna vez fue su hogar junto a Misato, Asuka y Rei. La ciudad que debía proteger pero que al final destruyo con sus propias manos sin darse cuenta.

"¡Shinji Ikari!" Miles y miles de sombras oscuras lo rodeaban mientras apuntaban sus dedos hacia él. "Tu nos robaste nuestras vidas. Tu eres el culpable de nuestras muertes."

Las voces de miles de personas repetían en unión mientras juzgaban al joven causante de sus muertes.

"Culpable."

"Lo siento."

"Culpable."

"No sabía que eso sucedería."

"Culpable."

"Yo solo quería-" Shinji trato de seguir hablando, pero las sombras comenzaron a atacarlo. El joven trato de liberarse, escapar, pero era imposible para él.

Este era su final y en lo mas profundo de su mente él sabía que era verdad.

Antes de que su castigo continuara el sonido de una alarma capto la atención del chico. El sonido cada vez se hacía más fuerte hasta que….

Viernes, 4:30 AM, Ubicación actual: Base central de WILLE en la ciudad de la Amazonia.

El joven se despertó todo sudado en su pequeño cuarto. Al mirar a su izquierda vio un despertador continuaba esperando ser desactivado. El joven movió su mano y presiono el botón para detener la alarma del despertador.

"Otro día mas con estas pesadillas." El joven lentamente busco ponerse de pie para empezar un nuevo día. Este pequeño cuarto le había sido entregado por Kaji, el comandante de WILLE. Quizás una de las pocas personas que no lo detestaba por completo o hablaba con él. Su cuarto era pequeño y le recordaba mucho el estado del cuarto de Rei en Tokyo-3. Un pequeño espejo colgaba de una de las paredes las cuales carecían de color alguno. En el espejo, su reflexión era visible y podía notar el terrible estado de su cara. Sus ojos carecían del brillo que alguna vez tuvieron y mostraban una larga falta de un sueño pacifico. Su cabello largo mostraba la falta urgente de un buen corte de pelo. En su cuello, un collar explosivo era visible y una muestra mas de su castigo por sus acciones durante el cuarto impacto.

Su cuerpo mostraba la falta de nutrientes, aunque su cuerpo parecía haber ganado un poco más de musculatura. Las vendas que cubrían su brazo izquierdo, pecho y pierna derecha eran pruebas de que su trabajo actual no era el más fácil o seguro.

El joven miro nuevamente su despertador y vio que no podía perder mucho tiempo. Su trabajo comenzaba bastante temprano ese día y terminaría alrededor de la de la tarde.

Shinji camino con cuidado de no pisar una de las botellas vacía de alcohol en el piso. Ritsuko quizás le había dado medicación para tratar de combatir sus diversos problemas psicológicos, pero Shinji no sentía mejora alguna gracias a ellos. El dolor, sus pesadillas, sus miedos, dudas, y su soledad nunca desaparecerían, pero el alcohol lo ayudaba de alguna manera. El alcohol lo hacia olvidar sus problemas cuando solo se enfocaba en tomar y no pensar en nada, pero cuando pensaba en las muertes que había causado, las cosas empeoraban.

Nadie trato de detenerlo pues en sus ojos el ya no era un niño. Nadie estaba obligado a detenerlo ni nadie tenia el deseo de hacerlo. Misato trataba de mantenerse tan alejada de el como le fuera posible pues ella misma tenia sus propios problemas. Asuka aun lo odiaba y prácticamente casi no la veía, aunque solo viviera a dos puertas de él. Mari no tenia mucho tiempo libre por lo cual no podía esperar que ella estuviera siempre encima de él. Rei-2… el mismo trataba de no cruzarse con ella en ningún momento pues los sentimientos que poseía hacia ella eran demasiado dolorosos. Kaji era el comandante y no podía estar poniendo su atención en el en todo momento. La hermana de Toji había sido reasignada a otro lugar por ordenes de Kaji lo cual lo había dejado aun mas solo que antes. Tampoco era la tarea más fácil entablar una conexión con el resto de las personas cuando todos sabían quien el era.

"Aunque las acciones de aquellos en el AAA Wunder violaron mis órdenes directas en relación como debían informarte y tratarte luego de ser recuperado de la unidad 01 eso no te libera de tus pecados. Cada uno de ellos recibirán sus propios castigos, pero tú también. Volviste a usar un EVA y volviste a jugar el papel que Gendo Ikari preparo para ti. Nuevamente has causado una catástrofe mundial y por ello debes afrontar ciertas consecuencias. Debes aprender a vivir como adulto y tomar responsabilidad por tus acciones. Nada será fácil para ti como nada es fácil para el resto de nosotros en esta base los cuales tratamos de sobrevivir esta guerra." Esas habían sido las palabras de Kaji al asignarle su castigo, trabajo y darle su cuarto. Shinji no lo culpaba. Había metido la pata hasta lo mas profundo nuevamente por haber confiado en su padre una vez más.

El joven entro al pequeño baño que su cuarto poseía y luego de remover la poca ropa que tenia puesta entro a la ducha. El agua fría que caía por su cuerpo era un recordatorio diario de cuan diferente era este lugar a Japón. Suramérica era un lugar que nunca pensó en ver en toda su vida y el hecho de que estuviera en este lugar bajo las actuales circunstancias no ayudaba. Shinji toco el collar explosivo que traía en el cuello y no pudo bloquear la memoria de Kaworu muriendo frente a sus ojos.

"El era un clon. Deja tus idioteces. Yo enfrente al verdadero y lo atravesé en la central dogma con esas lanzas. Yo detuvo el tercer impacto que el trato de continuar." Aseguro Asuka durante una de las pocas conversaciones que tuvo con ella después de salir de su bloqueo mental.

El joven aun así no podía olvidar que ese clon había sido su amigo. La única persona amigable que había conocido desde que despertó y ese mismo clon había dado su vida por él. No importaba si esa acción había sido parte de los planes de Gendo. Clon o no, Kaworu había sido su amigo y su muerte aun le dolía. Lo mismo sucedía con Rei, la verdadera Rei. Aunque todos ellos la llamaran un clon, un contenedor o solo una herramienta mas en los planes de Gendo, ella seguía siendo la persona que el amaba.

El agua fría continúo recorriendo su cuerpo por unos cuantos minutos mas hasta que Shinji salió de la ducha. Lentamente el chico se puso su uniforme color naranja, tomo su casco, su identificación y sus llaves antes de salir del cuarto. Su habitación estaba en el segundo piso de uno de los muchos edificios que los agentes y miembros de WILLE habían construido para alojar a los sobrevivientes del impacto. En este edificio apenas vivían 5 personas entre las cuales estaban Asuka y Mari, pero Shinji nunca había visto a los demás inquilinos además de Asuka.

Él se había preguntado muchas veces porque ellas dos vivían tan alejadas de los demás, pero nunca tuvo las agallas de preguntar. Ambas podían vivir en otro edificio, pero por alguna razón ambas vivían en este lugar desde mucho antes que el viniera a este lugar.

Los pensamientos de Shinji fueron puestos a un lado cuando el joven se detuvo frente a la puerta del cuarto de Asuka. Ella prácticamente lo había arrastrado por el desolado Japón cuando su mente colapso. Ella se aseguro de que el estuviera a salvo de cualquier peligro mientras esperaban a ser rescatados por el Wunder AAA. Aun cuando fueron rescatados por el Wunder AAA, Asuka no lo dejo solo pero todo cambio cuando el volvió en sí. Toda esa atención desapareció y nuevamente su actitud agresiva hacia el volvió. Shinji no sabia como disculparse con ella y ser capaz de entablar una conversación, pero tampoco tenía las agallas para hacerlo.

Nuevamente encerrándose en su mente y solitud, Shinji volvió a caminar.

Para llegar a su área de trabajo, Shinji tenia que tomar uno de los muchos monorrieles alrededor de la base hasta llegar a una de las plataformas que descendían a los niveles subterráneos. En su camino hacia ese lugar podía escuchar a los otros trabajadores hablar de sus vidas cotidianas o sus problemas con los demás, pero siempre era ignorado o aislado. La diferencia en lenguajes no ayudaba a su situación. Su voz, su existencia propia era repudiada y negada por los demás excepto cuando era ordenado por su superior. Shinji no era atacado físicamente, pero esta soledad era una tortura igual de terrible. Sus rostro mostraban tales niveles de disgusto que Shinji se veía obligado a mantenerse tan lejano como le fuera posible.

Una esquina vacía, un lugar solitario o deshabitado, esos eran los lugares en los cuales Shinji podía estar y sentir alguna pizca de normalidad. Quizás Kaji ya preveía esta situación cuando le dio aquel apartamento tan alejado de todo.

Los minutos pasaron y su camino continuo hasta que unos 40 o 50 minutos después, Shinji había logrado llegar a su área de trabajo. Al bajarse de la plataforma que los llevaba hasta los niveles subterráneos, todos los trabajadores debían usar sus identificaciones para confirmar su entrada a las instalaciones. Luego todos pasaban varias puertas de seguridad antes de reunirse en frente de varias pantallas las cuales mostraban sus nombre y ubicaciones de trabajo por el día.

Algunos eran enviados a ayudar con las reparaciones de la infraestructura de la ciudad y sus cimientos. Otros trabajaban el reciclaje de materiales y desechos. Algunos estaban encargados de mover grandes cargamentos de provisiones los cuales eran traídos en contenedores de metal desde las ciudades desiertas alrededor del mundo en lo cual el Wunder AAA participaba en muchas ocasiones.

Para el día de hoy, Shinji había sido asignado a ayudar con la infraestructura lo cual involucraba trepar grandes alturas para hacer reparaciones o atravesar lugares bastante estrechos los cuales casi no poseían oxígeno y posiblemente podían convertirse en tumbas a causa de los derrumbes que podían suceder. Su supervisor como siempre era Martínez, uno de los muchos ciudadanos originales del país antes que WILLE fuera fundada.

Sin tiempo que perder, Shinji avanzo hacia el lugar a donde debía reportarse.

Punto de vista, Asuka.

La joven alemana despertó gracias a su despertador. Su cuerpo se sentía sumamente cansado, pero como cualquier otro día se forzó a ponerse de pie. Su cuarto era como muchos otros en este edificio y eso no le importaba ya que se había acostumbrado con el tiempo.

Antes de que Asuka pudiera alcanzar su ducha, su comunicador vibro.

Asuka lo tomo y se coloco en el oído.

"¿Qué quieren ha estas horas de la mañana? Se supone que no tendríamos que partir hasta dentro de dos días." Dijo Asuka molesta.

"Asuka, tenemos que hablar." Dijo Mari.

"¿De que se trata ahora?"

"Se que tienes el día libre y quiero que me acompañes."

"¿Acaso no tienes algo que hacer? ¿No tienes a alguien mas a quien puedas molestar?"

"No, estoy libre. Solo puedo molestarte a ti. Vamos, confía en mi se que te gustara."

"¿Si me niego me seguirás llamando el día entero?"

"Me conoces tan bien. Vamos Asuka, ambas sabemos que si no te saco de ese cuarto estarás ahí todo el día sin salir excepto para comer. Aun no puedo creer que hayas adoptado el estilo de vida de Misato. Ramen instantáneo y comida de microondas no son opciones nada saludables."

"Nuestros cuartos no tienen cocina y lo sabes."

"Pero eso no significa que no podamos buscar un lugar en el cual cocinar."

"¿Cocinar? ¿Dónde podrías tu encontrar un lugar en el cual podamos cocinar?"

"Digamos que hice una apuesta con Kaji y fui capaz de conseguir las llaves de su apartamento por las siguientes 48 horas."

"Jugaste cartas con él. Parece que Kaji nunca aprendera la lección. Si eres quien cocinara y dividimos los costos de los ingredientes puede ser que participe."

"Cuenta con ello. Te veo en la noche."

"Mas te vale no intentar nada estúpido o te prometo que te romperé la cara."

"Puedes confiar en mí." Dijo Mari. Aunque sus planes iban mas allá de una simple cena entre amigas.

Horas mas tarde, 2:45 PM, Shinji.

Shinji sostenía su brazo izquierdo el cual se había lastimado con una de las herramientas que uno de los miembros del equipo había dejado caer por 'error'. La herida no era grave pero unas vendas serian necesarias para detener el sangrado. Como era de esperarse, el joven no recibió disculpa alguna ni tampoco la ayuda de alguien. Para el resto de las personas ignorarlo era la única acción en su repertorio. Si lo ignoraban era como si nada hubiera ocurrido.

Shinji no mostro ira alguna y solo siguió caminando hacia uno de los botiquines de emergencia. Si quería hacer algo solo podía confiar en si mismo y no molestar al resto.

El joven primero tomo alcohol antes de aplicar cierta cantidad en la herida para luego tomar unas vendas y atarlas alrededor de su brazo. El dolor era una molestia, pero Shinji lo soportaba sin dejar escapar una sola lagrima o chillido. Cuando termino de vendarse, Shinji estiro su brazo para verificar que las vendas estaban bien puestas.

"Aun puedo moverlo, aunque duele un poco. No creo necesitar la ayuda de Ritsuko." Pensó Shinji.

La doctora era la única persona a la cual podía acudir en caso de heridas mas severas. Al principio casi siempre visitaba a Ritsuko, pero con el pasar de las semanas rápidamente aprendió que si no se estaba desangrando o si no había perdido un miembro era mejor no acercase a Ritsuko por varias razones. Maya era una de esas razones gracias a su actitud bastante violenta y el hecho de que Rei-2 estuviera confinada a no salir del Wunder AAA solo lo mantenía mas alejado de la oficina de Ritsuko. Otra razón era que Ritsuko no era una persona que en verdad le agradara.

Una persona quien era una examante, excolaboradora de su padre, y alguien que prácticamente le había mentido sobre su posibilidad de sincronizar con algún EVA no era alguien a quien quisiera visitar regularmente.

Con sus heridas vendadas y el trabajo completo, Shinji avanzo hacia la oficina de su supervisor.

Le tomo unos pocos minutos llegar a la oficina, pero fue un camino lleno de estrés para el joven. Las personas alrededor volteaban a sus rostros a otro lugar o lo miraban con disgusto lo cual lo presionaba a caminar mas rápido. "Solo tomare mi pago y podre salir de aquí. Solo un poco más." Los nervios del chico estaban por las nubes en estas situaciones. El sabia bien que si no fuera por las ordenes de Kaji muchas de estas personas lo hubieran ejecutado en segundos. El miedo de que un día alguno de estos trabajadores decidiera dar libertad a esos pensamientos siempre era una constante en su mente.

Shinji rápidamente toco la puerta.

"¿Quién es?" Pregunto el supervisor.

"Ikari Shinji, señor."

"Entra y cierra la puerta."

Shinji entro rápidamente y sus ojos se enfocaron en Martínez.

"Ikari. Aquí esta tu pago por la semana. Buen trabajo, tu siguiente día es el domingo a las 3:00 AM. Ahora sal de mi oficina." Martínez dijo en japones antes de arrojarle un sobre con el dinero.

Shinji tomo el sobre y rápidamente se marchó. Martínez lo entreno, pero esto no significaba que había una relación amistosa entre ellos. Mientras Shinji hiciera su trabajo y se mantuviera en silencio, todo marchaba en paz entre ellos, pero si Shinji pedía algo o trataba de entablar una conversación con él, las cosas empeoraban.

Con el dinero en sus manos, Shinji avanzo rápidamente hacia la plataforma para salir de allí. Hoy era su día de pago por lo que hoy podía hacer una de las pocas que le brindaba una pizca de alegría.

4:50 PM, Ubicación: Orfanato de Amazonia.

Si algo en verdad Shinji lamentaba sobres sus acciones era los efectos que estas habían traído a muchos niños. Las muertes de sus compañeros de clase era algo que le dolía, pero nada se comparaba con lo que sus acciones les había causado a aquellos que apenas empezaban a vivir.

Desde su escondite debajo de un árbol, Shinji veía como varios niños y niñas jugaban con un balón de futbol. Algunos tenían vendas cubriendo algunas partes de sus rostros, otros lamentablemente carecían de algunos de sus miembros.

El día que Shinji encontró este lugar mientras caminaba por la ciudad sin destinación alguna. Shinji en verdad aprendió cuan terrible habían sido sus acciones cuando los vio por primera vez. Estos niños habían perdido sus padres, hogares y algunas partes de sus cuerpos a causa del cuarto impacto que el había causado. Su mente rápidamente imagino que el tercer impacto catorce años atrás había causado aun muchas mas muertes y todo había sido gracias a él.

Esto y muchas cosas más lo habían obligado a enfrentar la cruel realidad en la cual vivía. El mundo que el había ayudado a llevar a la ruina, pero un mundo en el cual aún había aquellos que trataban de sobrevivir. Esa noche el alcohol no fue suficiente para olvidar sus penas.

"Pecador-san." La atención de Shinji fue reubicada en la persona detrás de esas palabras.

Sus ojos se enfocaron en una monja la cual se acercaba a él. La mujer debía tener por lo menos 60 pero Shinji no se atrevería a preguntar. "Madre suprema."

"Nuevamente vino a visitarnos. ¿Planea hacer otra donación o solo mirara desde lejos a aquellos que aun tratan de sonreír?" La monja era una de las pocas personas que hablaba japones desde que llego a este lugar.

"No. Aquí está la donación de esta semana." Shinji rápidamente le paso gran parte de su pago a la monja. "Gracias nuevamente por aceptar mi donación."

"No, usted sabe bien por que hace esto. Espero que un día sea capaz de liberarse de sus penas y demonios. Espero verlo de nuevo la siguiente semana." La monja hizo una reverencia y dio la vuelta dejando a Shinji solo.

"Un día quizás sea capaz de hacerlo." Shinji lentamente comenzó su camino de regreso a su hogar. Ya no tenia lagrimas para soltar en momentos como estos.

Solo con sus pensamientos Shinji comenzó a bajar esa colina mientras que el sol buscaba ocultarse.

"Me sorprende que manejes tan bien tu dinero. Un 80% para los huérfanos, un 10% en alcohol y el otro 10% en comida. Si que sabes donde invertir tu dinero." La voz de Mari capturo la atención de Shinji.

"Mari. No pensé que te vería hoy. ¿Acaso no tienes trabajo hoy?" Pregunto Shinji. Mari iba vestida con unos pantalones cortos, un chaqueta y calzado deportivo.

"No y decidí buscar a mi querido cachorro para no dejarlo tan solito. Dime ¿quieres acompañarme hoy? Yo pagare las bebidas y esta vez tendremos un lugar donde podrás cocinar para mí." Dice Mari. Su sonrisa rápidamente fue reemplazada por una mirada de tristeza al ver las vendas cubriendo el brazo de Shinji y las sombras debajo de sus ojos. "Otra herida y pareces no haber dormido muy bien."

"Fue solo un accidente." Dijo Shinji.

"¿Accidente? ¿Accidente como todos los otros? En verdad tengo que hablar severamente con Kaji. Esto no puede seguir de esta manera. Un día puede ser que el siguiente accidente te lleve a caer desde una larga altura o que seas aplastado debajo de toneladas de desechos. No eres inmortal ni tampoco puedes soportar todo este dolor. Aunque todos los demás te odien y culpen de todo lo que ha ocurrido no puedo seguir dejándote de esta manera. Estos meses han sido terribles para ti y creo que es suficiente castigo. Este trabajo puede matarte y eso no lo soportare. Ya perdí a Yui, pero no te puedo perder a ti también." Mari se acerca a Shinji y lo abraza. "Hablare con Kaji para que trabajes conmigo y no aceptare un no de tu parte."

"…" Shinji guarda silencio. Su mente le dice que debe negarse a algo, pero la sensación de alguien más ofreciéndole este tipo de afecto le impide negarse. Mari era la única persona que hacia esto por él. Escucharlo, abrazarlo, tratar de animarlo, ofrecerle su calor cuando queda inconsciente después de tomar tanto alcohol. Solo ella le ofrece esto en toda esta ciudad. Su única amiga en este futuro en ruinas.

*Notas del autor: Este es primero de esos capítulos enfocados en los catorce años. Si me sigo inspirando a hacerlos quizás haga mas de dos.*