Nota: Este será el último capítulo narrado desde el punto de vista de Aleyn

Pasaron 5 años aproximadamente luego de la graduación, tanto yo como Dune teníamos trabajos estables y nos independizamos. Yo estaba mirando el anillo de alianza en mi dedo anular, el día de ayer fue el día en el que Dune y yo nos unimos en Santo Matrimonio. Ambos decidimos como destino turístico la ciudad de Kibougahana que no estaba tan lejos de Miraitokei, puesto que me interesaba la flora del lugar. Escuché que en esta época florecen varias flores hermosas y quería verlas.

Dune no quería pasar otra vez por Kibougahana, puesto que mi ahora esposo estaba apuntando a la tierra desde hace 400 años. También como tengo entendido que en esa ciudad sufrió un empate contra una tal Cure Flower, el cual consideraba ésa pelea como una derrota y perdió la mayor parte de sus poderes. Sin embargo fue por mi insistencia de la luna de miel que decidió ir de viaje a la ubicación de su derrota. Dejamos las cosas en el hotel y salimos a la plaza principal donde nos sentamos cerca de una fuente.

"Dune, ¿Estás seguro de estar aquí?", pregunté curiosa, no quería incomodar a Dune.

"La verdad no quería ir al sitio de mi derrota, pero puede que ahora se transforme en el sitio de consolidación de nuestro amor, mi princesa", contestó Dune.

Al parecer mi esposo aún tenía la espinita de la derrota aún latente. Además de que probablemente como el encuentro contra Cure Flower fue hace 60 años, puede ya esté muerta por este punto, por lo que no habría venganza.

"¿Y qué pasó con el resto de tus generales? que paso con Sasorina, Cobraja y Kumojacky? La última vez que los ví fue en la boda", consulte. Sasorina me ayudó con las flores, Kumojacky con la seguridad y Cobraja fue quien me ayudó con el vestido y el peinado de novia.

"Los liberé. Decidí que ellos deberían seguir adelante con sus vidas. Finalmente disolví a los Apóstoles del Desierto", comentó Dune, "Además…", Dune me levanta del suelo y me carga "También yo debo seguir adelante… Con alguien a quien amo"

"Dune, no es necesario cargarme", le comenté apenada.

"Eres mi princesa, es mejor que todo el mundo vea que somos la pareja más feliz de todas", sonrió Dune de manera pícara, "Aunque también, veo que eres muy bonita con ese vestido con ese estampado de rosas, me atrae como las abejas a las flores", se acercó a mi oído y susurro estás palabras "me pregunto si también sabes deliciosa como el néctar que atrae a las abejas. Quizás hoy sea el día que juntos crearemos un capullo nuevo, y si no sucede, al menos te probaré esta noche"

Termine sonrojandome apenada por la indirecta y desvíe su mirada, Dune empieza a reírse.

"Me encanta ver cómo te avergüenzas por un par de palabras inocentes, aunque al verte reaccionar así, supongo que no eres tan inocente como creía", Dune toma mi barbilla y hace que lo mire a sus ojos naranjas, "No te avergüences, después de todo, es nuestra luna de miel, es normal que una pareja de recién casados haga el tipo de cosas que estás pensando"

"Bueno, tienes razón, ¡Pero no es necesario decir esas cosas en público!", le reclamé nerviosa. "Haremos esto. Disfrutaremos nuestro día aquí, sin indirectas, sin nada, y en la noche, haremos lo que tú quieres hacer"

"Suena como un buen plan, yo esperaré a la noche"

Y así, ambos nos dispusimos a disfrutar del día caminando por la ciudad, vimos muchas flores de primavera que abrieron sus pétalos, la mayoría de ellas significaban cosas relacionadas al amor y la buena suerte, lo cual Dune vio una señal de que lo que pasó en Kibougahana y esos 400 años de odio a la tierra estaban siendo perdonados, significando un cambio positivo. En la noche, regresamos al hotel y a nuestra habitación. Dune sacó la champagne y vertió la bebida en los vasos de cristal.

"Por un nuevo comienzo, y por mi amada princesa", brindó Dune.

"Por un futuro mejor y por mi amado príncipe", brinde y ambos chocamos las copas para beber el contenido y luego dejamos las copas en la pequeña cocina.

Sentí que Dune me estaba levantando y cargando, llevándome a la habitación y dejándome en la cama con mucho cuidado, a lo que ví que él se puso encima de mi.

"Aleyn, prometo ser gentil con esto. Si crees que voy demasiado rápido, solo dime", sugirió Dune.

"No, estoy segura de esto. Además lo prometí en la tarde. Que haríamos lo que quisieras en la noche. Además, también quiero hacerlo", lo mire sonrojada.

"Solo para que sepas, como tú eres humana y yo soy algo similar a un alienígena, si tenemos hijos, prometo cuidarte en cada etapa del embarazo y si no logramos tener hijos, al menos seremos felices los dos", comentó Dune y me dió un pequeño beso. "¿Lista?"

Yo solo me limite a afirmar con la cabeza.

Dune se acercó a mi rostro y me dió un beso, pero no era cariñoso como el anterior, sentí que él trataba de abrirse paso a mi boca, por lo que abrí mi boca y sentí que Dune quería envolver mi lengua con la suya, por lo que decidí seguir su juego y también tratar de envolver su lengua con la mía, este beso era más pasional, como si Dune dijera "Quiero que seas mía". Una vez que nos faltó el aire, nos separamos y vimos que un pequeño hilo de saliva todavía nos unía. Era evidente que nuestros deseos intensos se hacían presente en ambos, por lo que deje libre mi lado lujurioso que nunca supe que tenía, pero que Dune lo activó en ese preciso momento.

Entonces esa noche, tanto Dune se entregó a mí y yo me entregué a él. Nuestra vida era tan feliz que pensamos que no podría mejorar aún más.