Nota: Desde este capítulo en adelante, será narrado desde el punto de vista de Dune

Noté a Aleyn un poco diferente, siempre en constantes vómitos matutinos a pesar de que no comíamos nada fuera de lo común. Me dispuse a ver las latas de comida y las frutas y verduras que compramos para ver si alguna estaba en mal estado, pero todas estaban para consumirse. No solo eso, también note que cada día se sentía más cansada de lo normal. También note que sus preferencias de comida cambiaron, ella quería combinaciones extrañas de comida, como un helado con churrasco o tacos con pies de fresa, así como que en ocasiones no quería comer sus comidas favoritas como el pollo al vinagre. Al ver todos esos síntomas y que otra vez Aleyn fue al baño otra vez para vomitar, decidí hacerle una pregunta.

"Aleyn, ¿Cuando fue la última vez que te bajó?", pregunté interesado a mi princesa. Tenía una sospecha de lo que pasaba, pero creía que era imposible.

"No sé, ¿Más o menos dos semanas antes de la boda?"

Con esa confirmación, mostré una pequeña sonrisa, recordando que en la luna de miel. Cada vez que proponía cosas indecentes mi princesa siempre me llamaba pervertido y se avergonzaba. Sin embargo en la luna de miel, ella dijo que "no quería que dijera esas cosas en público" y "que podía hacer lo que quisiera con ella en la noche" además de que ella no me trató de disuadir para no hacer esas cosas. Ahora todo tenía sentido, Aleyn no estaba comportándose como es común en ella, ella estaba en la etapa de ovulación donde sus deseos se hacían intensos en esas fechas… Aunque también fui un tonto, puesto que pensé que ella quería darme la noche perfecta de bodas.

"Ya entiendo… Aleyn, creo que nos convertimos en padres, estás embarazada", contesté.

"Dune… Creo que deberíamos abortar", contestó Aleyn muy nerviosa. Mi sonrisa se desvaneció al escuchar esa propuesta de mi princesa.

"¿Por qué lo dices, amor? ¿No estás feliz de formar una familia?", pregunté desconcertado.

"Es solo que… Como somos de especies diferentes… Este embarazo puede ser de riesgo. Podría morir yo, o el bebé… O peor aún, ambos. Tampoco quiero imaginar el aumento de riesgo en caso de ser un embarazo múltiple. Quiero tener al bebé, pero tampoco quiero que el bebé sea la causa para dejarte solo en este mundo", Aleyn me contestó llorando.

Ella era una mujer de palabra y no quería romper la promesa de dejarme solo en este mundo. Pero también deseo al bebé, puesto que es muestra de nuestro amor.

"Aleyn, recuerdas la vez que te prometí en nuestra luna de miel. Si llegamos a tener hijos, te apoyaría en todas las etapas del embarazo. Prometo que daré mi vida para que tanto tú cómo el bebé estén fuertes y saludables", decido tomar de las manos a Aleyn "Solo confía y da lo mejor de ti, ¿Si?"

Aleyn solo se limitó a abrazarme, prometiéndome que daría lo mejor para cuidar de ella misma y de nuestro futuro hijo o hija.

Por fortuna el embarazo no fue muy diferente al de un embarazo humano, por lo que tanto la salud de Aleyn como la de nuestro hijo y nuestra hija no iban a ser comprometidas. En efecto, tendríamos dos mellizos, un niño y una niña. Según comenta Aleyn a veces las mujeres liberan dos huevitos pequeños que, si las condiciones se cumplen, resultan ser dos bebés en lugar de uno.

Tuve que cuidar mucho a Aleyn. Cómo recomendarle tomar tabletas de hierro, ayudarle a subir y bajar las gradas de la casa, cumplir con su antojos, ayudarla con los cambios de humor, así como arreglar la casa y comprar cosas para los bebés. Con el pasar del tiempo, la barriga de Aleyn crecía más y más, pero los momentos que más me gustaban de toda esta nueva etapa, era cuando Aleyn cantaba una canción de cuna de un videojuego y los bebés daban pataditas cuando Aleyn terminaba de cantar cada frase. Fue un momento de felicidad para mí, ver a mi princesa con su barriga creciendo más, y por ende ver a nuestros hijos crecer.

De alguna forma llegamos a las 38 semanas de embarazo, esa mañana las contracciones se hicieron fuertes. Cómo Aleyn trabajaba a distancia, la chica decidió pedir una semana libre a su empresa de desarrollo de videojuegos.

"Dune, ¡la fuente se rompió!", dijo Aleyn preocupada.

"La fuente de la plaza está bien", dije desconcertado.

"No, me refiero a que los niños ya vienen, debemos ir al hospital", dijo Aleyn asustada.

Corriendo me puse mi bata y decidí llevarla al hospital donde yo solía trabajar e interné a Aleyn. Yo decidí quedarme afuera puesto que ginecología no era mi área, mi área era fisioterapia además de que era mi día libre. Pasaron un par de horas mientras esperaba inquieto, cuando un par de enfermeras salieron de la sala de partos.

"Doctor Hoshikawa, tenemos buenas noticias. Su esposa está estable, así como sus hijos gemelos"

Sin pensarlo, entré a la sala de partos donde estaba Aleyn y a cada uno de sus costados los mellizos. Ellos tenían mi cabello verde, pero los ojos celestes de Aleyn.

"Noah, Vesper, les presento a su padre, Dune. Es un esposo maravilloso, nos cuido mucho a los 3. Espero que estén felices de tenerlo como padre", dijo Aleyn mostrando a cada uno de mis hijos.

Extendí mis dos meñiques a mis hijos, quienes felices las tomaron con sus pequeñas manitas. Luego me gire a mi princesa que estaba descansando y decidí acercarme y darle un beso en la frente con amor y ternura, feliz de que cumpliera la promesa de dar a luz a nuestros hijos sanos y que ella se cuidara.

"Estoy feliz de que sigas conmigo. Prometo que cuidaré a Noah y Vesper, así como te cuidaré a ti