Aviso legal: Los personajes son de Meyer y la historia es una cliché que me invente para no aburrirme.

~~~~~~~~Amor Desastroso~~~


Bella.

Estoy ajustando algunas cosas debajo de este pequeño Volkswagen color amarillo. Papá me ha asignado este trabajo porque sabe bien que soy rápida y lo suficientemente buena en lo que hago. Estoy por terminar el trabajo cuando siento las manos de alguien tomarme por los tobillos y arrastrarme hasta quedar fuera del carro.

Gruño y trato de zafarme de su agarre.

—¡¿Qué Demonios? ! — grito a cualquiera de mis hermanos que se haya atrevido.

Emmett se rie mientras me suelta.

—Tranquila, hermanita.— Dice un Emmett carcajesndose.

—¡Eres un pendejo!

La sonrisa Emmett se hace más grande.

—Te diría que lo siento, pero estaría mintiendo— dice sin remordimiento alguno—. Debiste ver tu cara cundo te jale fuera del carro.

Me levanto y sacudo las manos en el mono de trabajo.

—¡No vuelvas a hacer esa mierda de nuevo. ¡Carajo!

Odio que me interrumpan cuando estoy completamente concentrada en el lo que estoy haciendo.

Emmett se encoge de hombros.

— Lo que digas, hermanita. Oye por cierto, vine a avisarte que mamá llamó para avisarnos que la cena estará lista a las seis y media.

— Gracias por avisarme, estaré lista para salir a las seis — digo para que se vaya de aquí y me deje continuar con lo que estoy haciendo. No lo hace. Emmet coloca las manos en su cintura y me observa detenidamente.

Levanto una ceja en su dirección.

—¡¿Qué te pasa? Sueltalo.

Emmett baja los brazos.

—¿Qué ha sucedido en la en la mañana? — pregunta.

Ruedo los ojos. Emmett es una maldita chismosa. Sin embargo voy a contarle porque somos prácticamente iguales y confío en él.

—Bueno. Papá le ha dicho a la rubia que podíamos reunirnos mañana por la tarde en la cafetería de Sue— le cuento.

Emmett baja un poco la cabeza al mismo tiempo que dan un paso más en mi dirección.

—¿ Y porqué papá le dijo eso? — cuestiona.

Me encojo de hombros. Luego hago un sonido de frustración.

—Preguntaselo tu mismo ¡Diablos!, pensé que el maldito viejo estaba de mi lado! Pero me ha dicho que quiere que lo piense bien y que tome una buena decisión.

—¿ Y que vas hacer?

Me rio sin humor.

— ¿No es obvio? No hay nada que me interese de ella o su madre.

—¿Estás segura? — cuestiona alzando una ceja.

Asiento una sola vez con firmeza.

—Segura.

Emmett coloca una mano sobre mi hombro.

—Entonces ve mañana y dicelo.

— Ten por seguro que se lo haré saber . ¿Qué hora es?— pregunto para cambiar de tema.

— Cuando venía hacía acá faltaban quince minutos para las cinco de la tarde.

—Mierda! ¿tan tarde es?

—Lo es.— Emmett asiente.

Me inclino y tomo el trapo que se encuentra e el suelo solo para tirarselo a la cara de Emmett.

—Me apresurarte para estar lista a tiempo. Ahora ya vete.

Emmett rie.

—Bien. Nos vemos más tarde— dice él y se va.

A las seis de la tarde estoy lista para ir a casa. Voy a la pequeña oficina al fondo del taller y me siento en el escritorio de papá.

—¿Terminaste el trabajo?— preguna Emmett mientras se adentra a la oficina y va a los casilleros que están en una de las esquinas del lugar.

—Lo hice. ¿ Cuál fue tú trabajo el día de hoy?

—La verdad no avance mucho, Sam me llamó a medio día para decirme algo acerca del nuevo proyecto que estamos por realizar y no presté mucha atención en lo que debía hacer—dice.

Niego con la cabeza.

—¿Cuando comienzan el otro proyecto?

Emmett pasa una mano por su cara.

—En cinco meses arracamos con algo nuevo.Y el nuevo juego que teníamos pendiente se estrenará en un mes y veremos cómo le va.

—Menos mal. No estoy dispuesta a terminar tu trabajo. Y respecto al juego nuevo que va a lanzarse, estoy segura que le irá bien

— Más le vale porque fue un dolor de culo hacelo.

Nos reímos.

Emmett es programador de juegos y trabaja seis meses en el taller y los otros seis se muda a La push, donde tienen una pequeña oficina junto a sus amigos; le va bien y él asegura estar contento con lo que hace.

Papá decide entrar en ese momento a su oficina.

—¿Listos para irnos a casa, hijos? — pregunta papá. Jake y Seth de encuentras fuera de la pequeña oficina.

—Estoy listo— dice Emmett—. ¿Qué dices tú, Bells?

—Estoy lista— respondo en dirección a Emmett. Me levanto y salgo de la oficina para dirigirme donde aparque la motocicleta. Paso por un lado de papá sin dirigir siquiera una mirada a él; estoy evitandolo porque aún estoy enfadada con el por lo de la visita de la rubia.


*Amor desastroso*