Aviso legal: Los personajes son de Meyer y la historia es una cliché que me inventé para no aburrirme.
~~~~~~~~Amor Desastroso~~~
Bella.
Al día siguiente me levanto a misma hora que siempre para ir al trabajo.
La puerta de mi habitación suena un par de veces.
—¿Estás ahí, Bella? — la voz de papá suena al otro lado de la puerta.
De mala gana me levanto de la cama y abro la puerta de un tirón.
—¿Sucede algo? — custiono.
Papá mira por encima de mi hombro para evitar mirarme a la cara.
— ¿Podemos hablar?— pregunta.
Me encojo e hombros.
— Eso depende de qué quieras hablara, viejo.
Papá hace una mueca de disgusto por aquel apodo, pero asiente.
— Quiero disculparme contigo por lo sucedido ayer, hija. No tenía porque haberle dicho aquello a la chica rubia. Si dije aquello fue porque pensé que era una noticia grande y que necesitabas procesarla para tomar una buena desición acerca del tema. Pensé que sería bueno decirle aquello para que te diera tiempo de digerir la noticia, sin embargo creo que en lugar de ayudar solo he empeorado las cosas.
— Sí, lo empeoraste todo, pero te disculpo por pensarlo bien y venir a disculparte.
Papá sonríe y pasa una de sus manos, limpiándose en sudor inexistenteme y sonríe, está vez burlón.
— Uff..Esto fue más fácil de lo que pensaba.
— En realidad pensaba hacerte sufrir más. Creo que me he hablado un poco por hoy, viejo— le digo y doy un pequeño empujón a modo de juego.
Papá se ríe, luego se pone serio.
— Respecto a la chica...¿Irás a verla? ¿ o solo le llamaras?
— Iré a verla como dijiste. En primer lugar porque saldré temprano del trabo. Y segundo, porque creo que la mejor manera de hacer esto es decírselo de frente.
Papá asiente..
— Bien— dice él— . Iré abajo para ayudar a tú madre con el desayuno.
Media hora tarde hemos terminado de comer. Es un milagro que nadie haya tocado el tema de Rosalie Hale; aunque estoy segura de que han recibido una advertencia antes de que yo bajara.
Ayudo a Emmett a levantar la mesa para que él y Seth laven los platos y vasos. Mientras tanto mamá está en la mesa, escribiendo algún par de cosas en papel para realizar la lista de las compras. Me acerco a ella y me siento a su lado.
— ¿Puedo pedirte algunas cosas del supermercado, mamá?
Ella levanta la mirada ara darme una rápida mirada.
—Por supuesto. ¿Que necesitas, cielo ?
Le cuento las cosas que quiero y ella las anota en una hoja de papel. Cuando termina vuelve a levantar la mirada para verme.
— ¿Qué?— pregunto.
Mamá se acerca un poco más a mí y me toma de las manos.
— ¿Estás bien, cariño?
La miro sin comprender.
—Ya sabes, acerca de la chica Hale.
Ruedo los ojos. Miro a Seth y Emmett que se encuentran acomodando los trastos limpios luego regreso la mirada hacía mi madre.
— Está tarde al salir temprano del trabajo, iré a decirle lo mismo que habia dicho ayer, que no quiero ni tampoco estoy interesada en formar una amistad con ella.
—¿Qué? ¿Porqué no? — custionan mamá— . Pensé que le darías una oportunidad.
Doy otra mirada a dónde hace poco mis hermanos se encontraban. No hay nadie, supongo que se han ido a prepararse para ir al trabajo.
— No me interesa.
Mamá golpes mi mano para llamar mi atención.
— ¿Ni un poco?— cuestiona.
— ¡Ouch! — exclamo y quito mi mano de entre las suyas. Luego miro a mi madre y tomo todo el aire que mis pulmones pueden contener—. Mamá. ¿Cuantas veces tengo que repetir que no estoy interesada en conocer a la chica? ¡Diablos! Ni siquiera me agrada y me siento incómoda con ella cerca. Además, ella quiere venir aquí e imponer alguna especie de relación. Y como ya he dicho antes: no me interesa. Toda mi familia y amigos los tengo aquí. Tu eres y serás mí única madre. Respecto a mis hermanos... ellos son molestos y odiosos, pero los quiero, ¿ entiendes? No una más.
Mamá vuelve a tomarme de las manos, está ves ella me da un apretón sobre las manos.
— Oh, cariño. Qué Rosalie Hale se presente aquí no va a cambiar nuestra relación, hija.
— Lo sé , mamá, pero lo que quiero es que las cosas se queden tal y como estaban antes de que Rosalie Hale llegará aquí. Además ¿ de que podríamos hablar?
Mamá alza una ceja.
— Podrían tener muchas cosas en común. Vamos, Bella, no te cierres, cariño.
Niego con la cabeza.
— ¿ Cómo podríamos tener algo en común ? ¿ es que acaso no lo viste?
Mamá se encoge de hombros.
— Permíteme conocerte.Inténtalo, sería como si estuvieras conociendo a una amiga nueva.
Me río sin humor.
— ¿Amigas? Por el momento no, gracias. Con los amigos que tengo ahora es sufriente.— sonrio—.Angela es mi muy buena amiga. Mike y Ben también lo son. Incluso Tayler que casi no lo vemos por trabajar horas extra los fines de semana para poder comprarse un carro nuevo. Por último Laurent es un buen diseñador de páginas web. Oye, quizá un día, muy , muy lejano, me case con alguno de esos chicos y algún día te dé hermosos nietos que brinquen por aquí y por allá en toda la casa— agrego esto último para cambiar de tema; eso jamás sucederá, pero no hay que darle más preocupaciones a la mujer. Aparte de que ya no quiero hablar más de Rosalie Hale.
Ahoramamá levanta ambas cejas.
— No dudo que sean buenos amigos. Pero, ¿ es enserio, Bells? ¿Piensas casarte con alguno de estos chicos ?
Mierda! He sido atrapada. Está mujer me conoce bastante bien para creerse las tonterías que le estoy diciendo.
—Esta bien. No me casaría con alguno de ellos — digo—. Pero no niegues que lo de los nietos no te agrado.
Renée asiente y suelta una pequeña carcajada.
—Estuviste a muy poco de convencencerme, hija— Se pone seria—. Volviendo al tema principal... Pienso que deberías darle una oportunidad a Rosalie. Intenta tratarla, si sientes que las cosas no van a funcionar entre ustedes dos, puedes alejarte.
—No me convences, má.
Renée bufa con fastidio.
—Bueno, lo mejor sería que en lugar de ir ahí, le llamaras y dijeras que no asistiras. Si vas, ella creerá que tiene oportunidad y solo va a desilusionarse.
Hago una mueca y la miro con ojos entrecerrados.
—¿ Soy yo o estás utilizando psicología inversa conmigo?— pregunto con humor.
Es el tiempo de que ella ruede los ojos.
—Sabes que no hago eso—dice ofendida. Una sonrisita cínica aparece en su cara.
— ¡Lo sabía!— la acuso.
— Al menos lo intente— se pone sería — . Hablando en serio, Bella. Respetaré la decisión que tomes respecto a Rosalie Hale, hija.
— Gracias, mamá.
Le sonrío.
— Te quiero, Bells.
— Yo también te quiero má.
Mamá se levanta de su lugar y va a mi lado para darme un abrazo.
— Oye. Tengo que irme al trabajo de lo contrario, tu marido va a despedirme.
—No lo creo. Es una fortuna que el dueño del taller sea tu padre. Oye. Ten cuidado y nos vemos en la cena— . Me suelta.
Salgo de casa y me dirijo hacia el taller.
Amor Desastroso*
