Aviso legal: Los personajes son de la Sra Meyer, la historia es una cliché que me intenté.
Los invito a mi grupo de Facebook : Las historias de May Jhonson.
~~~Amor Desastroso~~~
Bella.
Conduzco lo más lento que puedo hasta llegar de nuevo donde he encontrado a el tipo de cabellos cobrizos. Cuando estoy lo suficientemente cerca, apagó el motor y bajo de la motocicleta.
— Voy a ayudarte— camino a paso lento en su dirección.
El tipo cobrizo me mira y levanta una ceja.
— ¿Sabes de...— dice. Guarda silencio por unos segundos y me mira detenidamente de pies a cabeza—¡ Soy un idiota! — masculla entre dientes — . Así que tú eres la famosa Isabella Swan— afirma.
Levanto la barbilla y asiento varias veces con la cabeza.
— Lo soy— confirmo.
El tipo aprieta la mandíbula en un gesto visible de enfado. Se acerca lo suficiente a donde me encuentro.
— ¿Dónde está Rosalie? — exige él.
¿Qué carajo?! ¿Quién carajos se cree para hablarme así? Además lo exige como si yo la tuviera secuestrada.
Arrugó la cara con evidente molestía por la acusación que está haciendo.
— ¡¿Que carajos te hace pensar que sé dónde ella se encuentra ?!— grito— . Y antes de que puedas decir o acusarme de algo más quiero que quede claro que no sé dónde Rosalie Hale pueda estar .
El cobrizo niega con la cabeza.
— Mientes— masculla entre dientes, acusándome mientras me da una mirada de pocos amigos. Yo no me quedo atrás y también lo miro con enfado — . Ella vino a buscarte desde California a este maldito pueblo en medio en la nada. Para este momento ella ya debió haberte encontrado y hablado contigo. Ahora, te exijo que me digas donde puedo encontrarla.
¡¿ Pero qué demonios?! ¡¿Quién se cree para hablarme de esa maldita manera? !
—¡No voy a permitir que me hables de esa manera, Imbecíl! ¿ me oyes? — suelto enojada. Retrocedo varios pasos al darme cuenta que he avanzado en su dirección y que ahora estamos demaciado cerca el uno del otro.
— Tú... — comienza a decir. Alarga una mano y me toma del brazo al notar qué estoy retrocediendo. Inmediatamente me suelta cuando de nuevo aparece esa cosa de la electricidad.
¡Mierda!
—No me importa si me crees o no!— grito, molesta.
Va replicar algo, lo puedo ver en sus ojos porque aún están enfadados y se están tornando rojos.
¡A la mierda! ¡A la mierda él! ¡A la mierda todo! ¡Me largo! Ya me encargaré de decir algo en el taller cuando me pregunten que pasó con el hombre que llamo para pedir ayuda . Doy media vuelta y comienzo a marcharme. Subo a la motocicleta y la enciendo.
— ¡Espera! — grita mientras corre y se interpone en mi camino. Estoy pensando seriamente acelerar un poco más para que vea que no me voy a detener y se quite de mi camino. Sin embargo, al final me detengo frente a él y me quitó el casco para decirle unas cuántos insultos más antes de irme.
— Lo siento — se disculpa. Pasa una mano desde su cuero cabelludo, pasando por su cara y terminando en su barbilla — . Lamento ser un idiota contig, sólo estoy preocupado por Rosalie, ¿ entiendes? Tanto su familia y yo no hemos vuelto a saber nada de ella desde hace dos semanas y eso nos preocupa.
Apagó el motor de la motocicleta.
— Entiendo. Pero eso no te da el derecho a tratarme cómo lo hiciste.
Asiente.
— Lo sé y me disculpo por comportarme como un idiota— dice él.
No estoy muy convencida de sus disculpas, pero aun así asiento en respuesta. ¿Es què acaso este hombre es bipolar?
— Bien— digo—. Y cómo dije hace un rato: No sé dónde está tú novia.
Me mira receloso, pero asiente un par de veces con la cabeza sin añadir nada desagradable, por el momento.
—Sólo voy a realizarte una pregunta más acerca de ella, ¿Esta bien?... ¿Tienes alguna idea donde pudo ir? — pregunta, mirándome siempre a la cara para saber si estoy diciéndole la verdad o no.
Ruedo los ojos con fastidio. Aquí vamos de nuevo. Hace tres día fue la vez que hablé con ella y no tengo ni puta idea de dónde pueda estar.
— Lo siento, no puedo decirte donde está porque no tengo la menor idea— respondo.
—¿Hablaste ya con ella? — vuelve a preguntar.
Levanto una de las comisuras de mí boca. Sí, claro que hablé con ella, pero no voy a contarle eso.
—Oye. De nuevo estás comportando te como un idiota.
— Lo siento — Cierra los ojos por un par de segundos y niega con la cabeza. Cuando vuelve abrir los ojos me mira de nuevo —¿Puedes ayudarme con el coche? — pregunta cambiando de tema.
— Puedo hacerlo siempre y cuando dejes de comportarte como un maldito bipolar idiota.
— Hecho— dice él.
Bajo y me acerco de nuevo al coche, que parece ser rentado.
— ¿Que le sucede? — pregunto, haciendo un gesto con la mano hacia el coche.
— ¿No sé supone que tú eres la experta?
Ruedo los ojos.
— Es la última vez, ¿lo entiendes?
—Bien. Tiene una llanta pinchada y no hay repuesto. También escuché algo en el motor antes de que la cosa hiciera un sonido fuerte y se apagará.
— ¿ Es rentado, no? — pregunto para confirmar— ¿Cuál agencia?
— Black .
Hago un sonido con la boca y luego niego con la cabeza. La agencia de autos del padre de Embry Black no está en buenos términos con el taller de mí padre ... O mejor dicho: entre el taller Swan y la agencia de coches Black no está en buenos términos gracias a... mí. Pero eso es harina de otro costal que no es agradable de recordar ahora.
— Lo siento, no puedo arreglar tu auto si viene de ahí.
— ¿Porqué? — cuestiona.
— uhm... algunos desacuerdos entre la agencia y el taller. Debes llamarlos y reportar el problema para que se hagan cargo.
— Maldita sea — sisea— . Voy a demandarlos por esto— dice mientras saca su teléfono y comienza a marcar el número. Tarda solo un par de minutos. Maldice un par de veces más , luego guarda su teléfono en sus bolsillos y camina en mi dirección.
— ¿Puedes llevarme al pueblo? — cuestiona.
Hago una mueca ante su pregunta.
— uhm.. supongo que puedo hacerlo...— respondo no muy convencida de querer llevarlo al pueblo. No lo quiero hacer porque... ¡Diablos! Si hace rato su toque fue algo verdaderamente raro cuando me toco, no me quiero imaginar tenerlo muy cerca por el cuarto de hora que toma llegar al pueblo.
Sin todavía darle una respuesta, el tipo se aleja por un momento y va coche, lo abre y saca de ella un bolso de viaje elegante en color azul y la cuelga sobre su hombro.
— Bien— accedo— . Toma el casco quecuelga en la parte de atrás y sube.
El tipo me da una sonrisa que hace que mi corazón se aceleré ¿Qué demonios ?
— ¿No crees que debería llevarla yo? Soy más pesado que tu. Además me va muy bien con las motocicletas.
Me rio.
— Nadie maneja a este bebé a menos que sea una emergencia, y como ves esto no es una emergencia. Irás atrás, de lo contrario, llama a la agencia Black para que te lleve al pueblo.
El tipo se ríe.
—Bien — acepta.
Sí, será difícil llevarlo, pues es mucho más pesado que yo. Sin embargo esto ya lo he hecho anteriormente con mi pequeño hermano Seth, que tiene al menos unos diez kilos menos del peso que este hombre parece tener; iremos más lento si es necesario.
Después de eso, puedo sentir el peso de su cuerpo sobre la motocicleta. Cierro los ojos con fuerza por un par de segundos para concentrarme en el camino que queda por delante.
~~~~~~~~ A D~~~~~~
El trayecto a Forks es demaciado lento para mi propio gusto. De vez en cuando siento el roce de sus manos por mi cintura; sé que trata de tocarme lo menos posible, y de cierta forma agradezco que lo haga porque cada vez que siento su toque , de alguna manera me alteró y hago que la moto se devie un poco.
—¿Casi llegamos?—pregunta cerca a mi oído algunos minutos después desde la última vez; el roce de su aliento sobre mí cuello casi me hace que me estremezca. Por suerte, soy capaz de recuperarme con rapidez.
—En dos minutos— grito sobre mi hombro para que pueda escucharme.
No obtengo respuesta.
Al llegar al pueblo me dirijo a la cafetería de Sue, aquel lugar esta en el centro del pueblo y es un punto de reunión que es fácil de llegar. En cuanto estacionó, el cobrizo baja y acomoda en casco de donde lo ha tomado.
— De verdad no sabes dónde está? Suena molesto, pero no sé dónde se encuentra y no quiere responder a mis llamadas.
Ruedo los ojos.
— Ya te he dicho que...— recuerdo que ella me ha dado su número de teléfono— . Espera.
Saco el teléfono de mis bolsillos y marco a el número de mi madre.
— ¿Bella?¿ Qué sucede, cielo?
— Hola, má. Oye... ¿Puedes hacerme un favor?
— Lo que quieras— responde de inmediato.
Miro al cobrizo que me está mirando con curiosidad. Tapó un poco la bocina del teléfono.
— ¿Crees que puedas darme un poco de privacidad y regresar en un par de minutos? Quizá tenga la solución a tus problemas.
El tipo me mira con fastidio, pero asiente y se aleja y regreso a a conversación con mi madre.
— Mamá. ¿Puedes subir a mí habitación y chequear el cesto de basura para ver si todavía está el número de Rosalie Hale ahí?
— Claro, dame cinco minutos, no cuelgues.
En lo que estoy esperando, le doy una miradita a el tipo. Parece estar ocupado tecleando en su teléfono; aprovecho para mirarlo mejor. ¡Cielos! él tipo es muy guapo. Pero al mismo tiempo es un dolor en el culo...
— Bella, ¿ estás ahí, cielo?
— Sí, aquí estoy.
— Tienes donde anotar?
Me rio.
— Me ofendes mujer. Sabes que soy buena recordando números.
Ella me da el número y rápidamente lo memorizo.
— Gracias, má, nos vemos en la noche— digo y cuelgo.
Marco el número. Mientras espero a que ella conteste, miro de nuevo al cobrizo, y está vez le hago una señal para que se acerque.
— ¿Bella? — la voz de Rosalie suena sorprendida al otro lado de la línea — . Esto es una agradable sorpresa. Bueno, el que tu llames y...
— Hola, Rosalie — saludo —. Oye... Hay un tipo que está buscándote— le suelto. Sí, directo al grano.
Hay silencio por un par de segundos.
— Yo... No conozco a nadie en el pueblo.
— No es de por aquí, lo he encontrado cerca del pueblo y dice que está buscándote.
—No sé quién pueda ser— dice ella.
— Espera.
Miro al cobrizo.
— ¿ Cuál es tu nombre ?
— Edward Cullen.
Hago una mueca. ¿Enserio tiene aquel nombre tan viejo? Ahora comprendo porque se comporta de esa manera.
— Dice que es Edward Cullen.
Hay un ruido al otro lado.
— ¡Oh, Dios mío! ¿Qué está haciendo aquí?— pregunta Rosalie.
— En realidad...— comienzo a decir, pero ella vuelve a hablar.
— ¿En donde se encuentran ?
— En la cafetería del otro día.
— ¡Oh, cielos! Gracias por llamar. Me apresurarè y llegaré lo más pronto posible.
— Se lo diré — le respondo.
—,¡Maldición! — suelta el tipo. Me mira enfadado. Pero levanto una mano para que guardé silencio y me deje escucharlo que Rosalie va a decir.
Hay un poco de silencio antes de que ella vuelva a hablar.
— ¿Estás ahí Bella?
— ¿Qué? Uhm..Sí, estoy aquí — respondo.
— Sé que es mucho pedir viniendo de mi, pero... ¿Puedo pedirte un favor? — pregunta.
No estoy muy convencida de que responder.
— Yo.. uhm...no lo sé.
— Por favor— pide ella.
Suspiro pesadamente antes de responder.
— Solo uno. ¿Qué pasa?
— Podrías...¿ podrías esperar con Edward hasta que llegue, por favor? — titubea un poco al principio.
¡¿Que?! Por que carajos yo querría ser la niñera de un tipo maleducado. Por Dios! No era un niño.
El sonido de una puerta cerrándose se escucha de fondo. Voy a responderle que definitivamente que no me quedaré . Entonces, escucho el sonido de que la llamada se ha cortado.
Mierda!
Despego el teléfono de mi oreja y miro la pantalla. Sí, la llamada ha terminado.
¡Carajo!
Levanto la mirada hacia el tipo.
— Ella ha dicho que estará aquí en un par de minutos.
Observó la cara del tipo. Ahora está tan roja que parece que en cualquier momento va a estallar.
~~~~~~Amor Desastroso~~~~~~~
