Aviso legal: Los personajes le pertenecen a Meyer, y la historia es una cliché que me
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Amor Desastroso
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Bella.
Conduzco a baja velocidas con mi cabeza hecha un lío. ¿ Qué carajos acaba de pasar? ¿Iba a besarme ? ¿ Porqué carajos iba hacerlo?
¡Demonios! Esto se esta convirtiendo en una mierda grande. Sacudo la cabeza un par de veces para despejar la mente y me concentro en la carretera. Entonces , un carro rojo pasa al costado de la camioneta y me doy cuenta que he sido alcadzada y rebasada por el carro de Rosalie. Fijo por un par de sugundos la vista en el carro antes de regresar mi concentración a la carretera.
—Maldito engreido— murmuro entre dientes mientras aferró el volante con las manos y acelero para darle alcance.
Al llegar al lugar, estacionó cerca y bajo de la camioneta, camino hasta detenerme a unos buenos tres metros de distancia.
Él tipo esta apoyado sobre el capo del carro y luce como si él cabrón estuviera en una sesión de fotos de una marca de carros importados.
— Ya no hay mucho que decir. Pero para que te quede bien claro: No esta en mis planes conspirar o utilizar a nadie, ¿ entiendes? Lilian no me importa. Antes, ahora y nunca. Si Rosalie quiere irse, bien. Si quiere quedarse, bien.
El tipo no dice nada por lo menos en lo que parecen ser un par de segundos. Me mira fijamente a los ojos y tengo la sospecha de que esta tramando algo.
—Estaré alerta a cualquier cosa que pase, Isabella, Swan— dice con advertencia.
No estoy segura de entender del todo bien lo que quiere decir con aquello. Pero mientras no se entrometa más, con eso me basta. Sonrió ante su respuesta. Luego alzo las manos y comienzo a retroceder para ir a la camioneta. Abro la puerta, pero antes de pueda subir a ella, Edward está viniendo en mi dirección.
Ruedo los ojos. ¿Ahora que mierdas quiere ?
— Espera! Antes tengo que utilizar todas mis opciones contigo— dice él —Dime el precio.
Funzo el ceño.
—¿El precio de...— me doy cuenta tarde de a lo que se refiere. ¡Carajo! Por un momento pensé que podía caerme bien. Quiero golpearlo ahora mismo. Aprieto los puños y la mandíbula al mismo tiempo.
¡Maldita sea!
Debo tranquilizarme. No debo caer en su estúpido juego. Aunque, si quiere jugar... ¡ Bien, juguemos! vamos a seguir su maldito juego por un par de minutos antes de que pueda decirle por dónde es que se puede meter su asqueroso dinero.
—Dime una cifra— incita.
Me cruzo de brazos e intentó parecer despreocupada.
— ¿Cuántos ceros es tú límite? — mi tono de voz se torna arrogante.
La comisura de su boca se alza en un gesto de desprecio y asiente un par de veces mientras coloca ambas manos sobre sus caderas.
—Todo mundo tiene un precio, ¿ no es así, Isabella Swan?
¡Ja! Y a mí me acusa de querer conspirar contra Rosalie cuando él es más ruin por ofrecer dinero para mantenerme alejada de ella.
Me encojo de hombros.
—Dímelo tú— replico inmediatamente.
—Cincuenta mil dólares— suelta.
¡¿ Qué mierda?! ¿Tan rico era ?
Cierto la puerta y apoyo mí cadera sobre la camioneta, luego miro mis uñas que están un tanto descuidadas. Trato de parecer indiferente.
—¿Solo cincuenta mil? Es una lástima, sabes. Pensé que tú relación con Rosalie era más... cercana— digo, tratando de parecer desepcionada por la cifra que ha dicho.
El tipo gruñe, claramente furioso.
—Cien mil y ni un centavo más. Te quiero lo más lejos de ella posible.
aquello suena maldita mente tentador. Pero yo no soy ese tipo de personas, la cual se vende al mejor postor.
Avanzo dos pasos más hacia él.
—¿De verdad crees que es así de fácil comprar a las personas? ¿manipularlas con dinero para hacerlas hacer lo que tu quieras? Pues fíjate que te equivocaste conmigo. No me vendo a nadie Yo no tengo precio. ¡Cielos! No puedo creer que oses de decir que te importa Rosalie cuando estás dispuesto a pagar grandes cantidades a la gente para que se aleje de ella. ¿ Qué clase de basura son ustedes los ricos? ¿Porqué piensan que todo mundo tiene un precio? ¿ Pero sabes que? Conmigo te estás equivocando. No soy esa clase de personas. Te lo vuelvo a repetir por si no te ha quedado claro: Si Rosalie quiere marcharse bien, que lo haga por su propia cuenta, no porque me hayas pagado dinero.
No me doy cuenta de he estado avanzando en su dirección, y que estoy hundiendo demasiado mí dedo sobre su pecho. No es hasta que toma mi mano y la aparta de su pecho, que me doy cuenta de que estoy tocandolo. Edward retrocede dos pasos y me mira fijamente por un par de segundos. Yo sigo despotricando acerca de que los ricos y sus mierdas. Pero luego noto que Edward avanza los pasos que retrocedió, toma mi cara con ambas manos y me besa en la boca.
Por un momento no se que es lo que es lo que está haciendo. Pero después de una milésima de segundo lo comprendo. Me resisto y lo empujó, pero él es fuerte. Con una mano me hacerca a a su cuerpo y nos gira poco para pegar mí espalda contra la camioneta. Abro la boca para morderlo, pero su lengua toca la mía y me todo se va a la mierda; ya no hay resistencia de mi parte porque ahora estoy correspondiendo a su beso.
¡Mierda! el hijo de puta besa deliciosaumente bien.
Pero esto está completamente mal.
Con las poca fuerza de voluntad que aún me quedan, lo empujó y esta vez el se aparta.
—Eres, eres...—No puedo articular algun insulto para él. Mi cerebro está tan aturdido que en lo único que pienso es cortar de nuevo la distancia y besarlo de nuevo—. ¿Como te atreves? — por fin logró decir.
—Era la única forma que tenía para que guardarás silencio— se defiende.
—¿Enserio ? — cuestiono.
—Sí.
El muy cabrón está haciéndose el gracioso.
Sacudo la cabeza de un lado a otro para aclarar mis ideas.
— Esa no es razón para que me besaras! — grito. Paso el dorso de mi mano sobre mí boca como si eso ayudará a quitarme el sabor de sus labios.
Edward entrecierra los ojos y. después sonríe maliciosamente.
—Estás actuando como una niña, Isabella, ¿ es qué caso nunca te han besado?
¿Qué carajo? Claro que lo han hecho. No he tenido muchos novios, claro. No cuando tienes un puñado de hermanos que intenta alejar a todos los chicos que te gustan por el simple hecho de jugar al hermano protector. Pero eso no impide que haya sido besada y más... ¡Mierda! estoy divagando.
—Por supuesto que lo han hecho. Pero ninguna persona tan desagradable como tú se ha atrevido.
—¿No? — cuestiona, con la misma actitud petulante que antes.
—No. Porque soy lo bastante buena para cuidarme de idiotas engreídos como tú.
La boca de Edward se curva hacia arriba en una sonrisa cínica. Da dos pasos en mi dirección. Se inclina un poco y su cara está demasiado cerca a la mía. No retrocedo, porque si lo hago, su maldito ego se inflara como un pez globo. Levanto un poco la mirada hasta que nuestros ojos se encuentran.
—Sé que te ha gustado — susurra por lo bajo. Mi corazón está a punto de detenerse cuando lo veo inclinarse más en mi dirección. Su respiración choca con la mía . Entonces, él vuelve a capturar mis labios entre los suyos. Coloca ambas manos sobre mis caderas y me acerca de nuevo a él. Me empuja suavemente hasta que de nuevo mí espalda chica contra la camioneta y coloca cada una de sus manos a cada lado de la cabeza haciendo una especie de prisión. Por mi parte me me alzo en puntas y lazo mis brazos a su cuello. Edward me alza un poco y me veo levantada contra la camioneta. Luego leva una mano hacia mi pierna y me acaricia de abajo a arriba hasta que si mano llegan a mis pantalones cortos. Me estremezco ante su toque y subo la otra pierna para rodearlo.
No se porque mierdas estoy haciendo esto. Pero se siente tan bien cuando su sexo queda a la altura del mío y me frotó un poco solo para darme cuenta que el está duro.
¡Santo cielo! Mis bragas se mojan tan solo imaginarlo sin ropa y dentro de mí, envistiendo una y otra vez hasta llegar al climax; ha pasado mucho tiempo desde que me he acostado con alguien, y seguramente necesito un polvo rápido con alguien. Obviamente con otra persona y no con él.
¡Maldita sea! ¿Pero qué carajos estoy pensando?
¡Esto está jodidamente mal.
Coloco ambas manos sobre su pecho y lo empujo con un poco de fuerza para separarlo de mi alcance. Me deposita en el suelo antes de quitarme las manos de encima.
—No— mi voz sale como si hubiese corrido un puñetero maratón— lo vuelvas hacer.
Ambos nos encontramos agitados. Él asiente y retrocede varios pasos.
— No va a suceder— dice con los dientes apretados.
— Tenlo por seguro— replico de inmediato.
Con mi cuerpo tembloroso, abeo la puerta, me meto en ella y arranco, sin importar que no me encuentro del todo bien para manejar.
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Amor Desastroso
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Hola!Les traigo un capítulo más!
Me cuentan que les pareció ?
Gracias por leerme
Gracias a estas lindas personas que me dejan su comentario: Mapi13, Jupy, jadeHsos, moni17, saraipineda44, Lupita Pattinson Cullen
( sus comentarios me ayudan a hecharle ganas y acabar rápido está historia. XD)