Aviso legal: Los personajes son de Meyer, yo solo hice la historia.
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AMOR DESASTROSO
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Cuando entramos al bar, escaneo la habitación en busca de mis hermanos y amigos; no tardó mucho en encontrarlos, se encuentran en una de las mesas de la esquinas de este lugar, donde también hay una mesa de billar. Estoy a punto de indicarle a Rosalie que los he encontrado y comenzar la caminata hasta ellos. Pero por el rabillo del ojo puedo ver una silueta que se me hace bastante conocida. Gira la cabeza en esa dirección y veo a aquella melena cobriza de Edward.
¿Qué carajos estaba haciendo él aquí? El pueblo era pequeño, si, pero tambien era lo suficientemente grande para poder evitar a otra persona.
—¿Bella? —. La voz de Rosalie me llama e interrumpe mis pensamientos. Le doy mi atención antes de que descubra que su querido e insoportable primo se encuentra aquí y nos arruine la noche; me arruine la noche mejor dicho. Además, también he girado rápido la cabeza hacía ella porque me ha llamado Bella en lugar de Isabella. Es la primera vez que lo hace y me agrada.
—Dime— respondo.
Rosalie me sonríe y luego hace una señal con la cabeza para que mire frente a nosotras.
—Creo que aquella chica está haciendo señas en nuestra dirección.
Miro al frente y en efecto, Ángela se ha levantado de su lugar y está alzando y agitando las manos como si fuera un naufrago perdido.
Sonrió en direccion a mi amiga.
—La conozco. Ven, vayamos a tomar asiento junto a ella y con el grupo con el que encuentra.
Rosalie asiente.
—Oh, Claro—dice ella, y ambas comenzamos a caminar en dirección a Ángela.
Mientras nos dirigimos hacia Ángela, echo de vez en cuando una mirada rápida en dirección a Edward y Stefan, este último es el dueño del lugar. Camino lentamente mientras sigo mirándolos.
Las manos de Angela me toman por sorpresa y me jala para acercarme a ella.
—Aparta la mirada de él— susurra lo suficientemente bajo solo para que yo pueda escucharla.
Finjo no entender de lo que esta hablando, pues Rosalie tiene su atención en nosotras.
—No estoy mirado a nadie.
Angela da un apretón casi doloroso a mi mano.
—Mentirosa. Estás comiéndotelo con la mirada— susurra bajito, solo para que yo pueda escucharlo.
No respondo nada más y me alejo lo lo suficiente como para no estar demasiado cerca la una a la otra.
—Tu debes ser Rosalie — dice Angela, acercándose a mí y chocando mi hombro con el suyo para hacer las presentaciones correspondientes.
Miro a Rosalie y luego cabeceó hacia Ángela.
— Rosalie, ella es Angela. Ang, ella es Rosalie — . Hago las presentaciones, ambas comparten una pequeña sonrisa de cortesía y un apretón de mano.
—Es bueno conocerte al fin, Bella me ha contado de ti. Por cierto, soy amiga de Bella— dice Angela.
Rosalie sonríe de nuevo.
—También es bueno conocerte —dice Rosalie, un poco tímida.
Angela aprovecha la pausa que hay y nos anima a seguirla para sentarnos alrededor de la mesa.
—Las he esperado por mucho tiempo, así que iré por una gran jarra de margaritas, señoritas — canturrea y después se marcha.
—¿Segura que quieres beber eso?— cuestiono a Rosalie.
Ella asiente y se encoje de hombros.
—Claro, mientras sirva para emborracharse, es bienvenido.
Ambas reímos.
—Bien— contesto.
Dos horas más mas tarde y tres jarras de margaritas en sus cuerpos, Angela comienza a soltarse de la boca.
—¡Maldita sea, Bella! ¿ Porque tuviste que ceder ante Emmett y aceptaste ser la aburrida sin alcohol.
Apoyo un codo sobre la pequeña mesa redonda y bufo con fastidio.
—Créeme, no tuve elección. Aunque no lo quisiera, esta vez era mi turno de no alcoholizarme.
Angela hace un sonido de fastidió y da una mirada rápida a donde Edward Cullen se encuentra.
— ¡Por Dios! Lo he visto de más cerca hace rato y el condenado está para comérselo a mordidas— Angela ríe ruidosa.
Le doy una mirada desagradable para que cierre la maldita boca; ella es buena guardando secretos, pero ahora está comportándose cómo una maldita borracha chismosa.
Carraspeo fuerte.
—Oye. Será mejor que esperes un poco para volver al ataque con la margaritas,¿ no crees, Angy? — cuestiono. Sin embargo, mi amiga prefiere ignorarme y seguir con su discurso.
— ¿Qué? Oh no, estoy bien, gracias. Puedo aguantar otra jarra más de este delicioso elixir, Bells—hace una pausa oara reanudar en lo que estaba —. Espera ¿ en qué estaba? Oh, si, ya lo recuerdo: estaba diciendo que aunque sea tan guapo, a mi Beni no lo cambiaría por nada. Beni también es es muy guapo y también tiene una...
Es suficiente.
Llevo una mano a su boca para callarla.
— Diablos, Angela. No quiero saber que tan grande la tiene Ben.
Angela y Rosalie se ríen a carcajadas. Después, Angela parece darse cuenta que ha hablado de más y lleva una mano a su boca con un gesto dramático .
—¿Qué pasa? — cuestiona Rosalie con voz borracha.
—¡Mierda! —Sacude la cabeza —. No, nada importante. Creo que haré caso a Bella y esperaré un momento antes de la siguiente margarita— dice Angela.
Rosalie asiente y lleva su margarita a sus labios. Mientras lo hace, escanea la habitación. Se pone sería.
—¿Estás bien? — pregunto en cuanto noto su cambio.
—Sí. Uhm... solo estaba buscando el baño.
Le doy indicaciones donde puede ir; mi código de mantenernos a salvo florece y me ofrezco a acompañarla, pero ella dice que está bien si va sola. Acceso. Por lo general aquí es tranquilo y las posibilidades que un borracho imprudente quiera propagarse de Rosalie son bajas.
En cuanto Rosalie se va, Angela suelta una pequeña risa.
—Lo siento, B, no quería cagarla . ¿Viste que no se dio cuenta de nada?
Ruedo los ojos.
—¿Debo darte las gracias, mejor amiga?
Angela hace un ruidito, molesta por mi sarcasmo
—No volverá a pasar— promete.
Unos minutos más tarde Rosalie llega a la mesa y toma asiento en su lugar. Ella cree maldecir entre dientes, pero puedo escucharla.
—¿Sucede algo? — Cuestiono mientras llevo la cerveza sin alcohol a mis labios para dar un buen trago.
—Uhm... Sí. Fui al baño y me acabo de encontrar con que Edward está aquí— suelta.
No digo nada porque eso ya lo sabía.
—Lo sé. Lo he visto hace un rato — miento.
Rosalie luce apenada.
—Lo siento mucho. ¡Dios! Soy tan tonta. Hoy por la mañana le he comentado que iba a salir contigo a algún bar. Seguro que hizo alguna investigación y ahora está aquí. Lo siento mucho Bella, estaba emocionada.
No tenía que haber buscado por mucho, dado que este es el único bar descente de La Push.
Niego con la cabeza.
—No importa que él se encuentre aquí vamos a ignorarlo y a pasarla bien, ¿ de acuerdo?
—De acuerdo — dice ella.
Levanto la mirada en busca de él, pero justo en ese momento no lo encuentro. Rosalie se da cuenta que lo estoy buscando y comenta:
—Edward está al lado contrario de nosotras, justo ennaquella mesa—dice, señala do la mesa del otro extremo del salón.
Mis ojos saltan a la mesa donde se encuentra , solo para verlo alzar su cerveza en nuestra dirección a modo de un brindis.
Para cuendo apartonla mirada me doy cuenta que Angela y Rosalie han iniciado una conversación acerca de los condones texturizados. ¿Cuánto tiempo llevaba mirando a Edward Cullen? ¿A qué hora había empezado la plática sobre eso?
Varios minutos después ignoro su presencia y realmente me lo estoy pasando bien a pesar de que no hay ninguna gota de alcohol en mi sistema. Angela y Rosalie deciden alzar las manos y comenzar a cantar las canciones que el Dj ha puesto.
Una jarra y media de margaritas más tarde, ellas están lo suficientemente ebrias. Angela se ha levantado para ir a buscar a Ben y besuquearse con él. Mientras tanto Rosalie ha seguido cantando alegremente un tema de Taylor Swift, o podria ser cualquier otra cosa por que no está cantando para nada afinado.
—Necesito ir a descargar una canción a Spoty— dice aquella tontería al igual que lo ha hecho Angela hace media hora para ir al baño.
Sé que esta muy ebria y le costará llegar hasta ahí, así que me levanto de mi lugar para acompañarla.
— Voy contigo.
Rosalie niega con la cabeza.
— No hace falta que lo hagas. Mira — Se agarra al borde de la mesa y levanta un pie al aire para demostrar que todavía tiene equilibrio. Cómo es de esperarse, falla— . Estoy bien.
Me río de la tontería que ha hecho y dejó que piense que va a ir sola. Espero hasta que va a mitad del camino y la sigo para ayudarla a volver a la mesa; esta tan ebría que quizá no recuerde el camino.
A mitad del camino me doy cuenta que Edward va en dirección va la que ha ido su prima.
Camino más rápido y lo sigo. Lo encuentro fuera del baño de mujeres con la mirada en el piso y con las manos en los bolsillos delanteros de sus jeans.
—Pero mira nada más quien esta aquí. ¿Qué crees que haces?
Levanta la mirada en mi dirección, me mira de arriba a abajo y luego me da una maldita sonrisa de medio lado.
— Hey, tú— saluda.
Me cruzo de brazos.
— ¿El baño Al que deberías ir se encuentra en el siguiente pasillo a este.
Ahora su boca se curva en una media sonrisa burlona. avanza lentamente hacía mí y se detiene a poca distancia.
— ¿ Es qué acaso me estás siguiendo, gata?
¿Gata? ¿ Él me acaba de dar un apodo?¿ Y no pudo encontrar un punto apodo mejor a este? Me enfurezco. Aprieto las manos en puños y avanzo peligrosamente hacía él.
Edward coloca sus manos en ambos lados de mis caderas y me acerca a él.
— ¡Suéltame!— susurro enojada y me sacudo para que me suelte. Cómo es de esperarse no lo hace. Se inclina un poco hasta que su boca queda a escasos centímetros de la mía.
Aprieto más las manos a mis costado para no hacer algo de lo que después pueda arrepentirme; el saca lo peor de mi cuando lo tengo cerca.
— Voy hacerlo cuando no te comportes como una gata arisca— dice con su aliento sobre el mío.
Miro sus labios e involuntariamente lamo los mios al recordar como se sienten sus labios sobre los míos.
Mierda! No deberia estar pensando en eso.
Sube una mano y toma mi barbilla y planta un beso rudo sobre mis labios.
— ¡No! ¡No! ¡Suéltala! — grita Rosalie borracha.
Edward me suelta y casi caigo de culo al suelo.
¡Mierda!
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Amor desastroso
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Un capitulo más!
Si llegaron hasta acá, gracias.
les aviso que Amor fesastrozo será publicada Lunes y jueves. Y Paparazzi Miercoles y viernes.
Por esta sema así sera, la siguiente les iré avisando.
Gracias por sus comentarios. Los leo y los aprecio mucho, oues me alientan a seguir con la historia.