Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de El Reino.

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Día 6: Firgun (hebreo)

"El deleite u orgullo genuino y desinteresado por los logros de otra persona"

—Supongo que necesitarás ayuda para bajar —dijo Sasuke con brusquedad.

De alguna manera, Hinata consiguió transformar su gran sonrisa en una mucho más educada. Le soltó la mano. Sus propias mejillas estaban un poco calientes.

—Sí, por favor.

Repitieron la rutina de antes, solo que esta vez Hinata tenía los ojos abiertos. Él la depositó suavemente en posición vertical, dejando que su pierna buena bajara primero. Una vez plantada de forma estable y con la muleta en su sitio, terminó de ponerla en el suelo.

Dio un paso atrás y suspiró.

—No puedo dejar que vayas a pleno sol. Hice lo que pude, pero dentro de unos minutos mis esfuerzos se desvanecerán.

Ella asintió con seriedad.

—Dame un momento.

Sintiéndose un poco incómoda, emitió un extraño zumbido. Extendiendo su mano, solo un minuto después, un gran escarabajo ciervo se posó en su palma. Abría y cerraba rápidamente sus alas, emitiendo el mismo ruido.

—Hola —ella sonrió mientras el escarabajo movía a modo de saludo—. Necesito a Shino, por favor. No es una emergencia. Ah, y también unas gafas de sol. Gracias.

El escarabajo hizo un círculo alrededor de los dedos de Hinata antes de salir volando.

Ella levantó la vista para ver la expresión de asco en el rostro de Sasuke. Cuando él la descubrió mirando, su expresión cambio a un fingido y educado desinterés.

Hinata se rio. Sacudió la cabeza y empezó a alejarse hacia el camino. No parecía demasiado trabajo, pero tenía que ir despacio.

—¡Eh! —exclamó—. ¿Adónde vas?

—A encontrarme con Shino —dijo ella por encima del hombro—. Me quedaré en la sombra, lo prometo.

Se resbaló un poco, pero él la alcanzó. Caminaron juntos durante unos minutos, mientras él la observaba con atención, incluso ofreciéndole una mano para pasar sobre las raíces de los árboles más grandes.

No se dio cuenta de lo mucho que habían entrado en el bosque antes de derrumbarse. La distancia la impresionó, ahora entendía por qué le dolía tanto la pierna.

«—Ups.»

Para cuando llegaron al sendero, su estómago retumbaba en señal de protesta y su cabello se le pegaba a su sudorosa nuca.

Sasuke rápidamente se puso entre el sendero y ella, cruzando los brazos. Se dio cuenta de que estaban bajo la luz brillante. Arrastrando los pies hacia la sombra, susurró una disculpa.

Un suave ruido que anuncio la llegada de los otros ninjas, Shino y Neji aterrizaron ante Sasuke.

Shino asintió hacia Sasuke antes de dirigirse a Hinata.

—Me ha seguido —inclinó la cabeza hacia Neji—. ¿Por qué? No sabría decírtelo.

Neji se cruzó de brazos y miró al grupo.

—Sé lo que significa ese escarabajo.

No dijo nada más, pero Hinata reconoció la mirada en su rostro. Él la regañaría cuando volvieran a casa.

Ella se encogió de hombros.

Shino rodeó a Sasuke y le entregó las gafas de sol.

—¿Es tú...? —se interrumpió, consciente de la atención que Sasuke les prestaba.

Ella asintió y se puso las gafas. Inmediatamente, frunció el ceño.

—Apenas puedo ver —se quejó.

—Ya te acostumbrarás...

—-Te acostumbrarás —Sasuke y Shino hablaron al mismo tiempo.

Se inspeccionaron mutuamente con recelo durante unos instantes.

Sasuke se recuperó primero.

—Si ya estás bien, me iré.

—De acuerdo —asintió Hinata—. Le avisaré a Iruka-sensei para que te espere.

—Hn —gruñó Sasuke antes de alejar utilizando el jutsu de cuerpo parpadeante.

El amigo y el primo de Hinata se enfocaron en ella con intensidad. Ella se ajustó nerviosamente su nuevo accesorio.

—¿Qué paso? —preguntó Shino.

Los ojos de Neji se estrecharon aún más, secundando la pregunta.

—Tengo hambre—anunció ella—. Puedo decírtelo durante el almuerzo, Shino-kun.

En un movimiento nacido de años de familiaridad, Shino la tomó de la mano y la ayudó a volver hacia la grava. Ella entrelazó sus dedos y él ajustó su paso para que coincidiera con el de ella y facilitara la marcha.

—Yo pagaré la comida —anunció Shino—. Tu primo puede venir también, pero no pagaré por él. ¿Por qué? Porque yo no lo invite.

Hinata lanzó una sonrisa hacia Neji.

—Yo pagaré por él.

Neji dejó escapar un suspiro de sufrimiento y bajó los brazos. Con velocidad, se situó al frente, guiándolos hacia el sendero.

—Pagaré por todos —dijo, avanzando con determinación—. Pero yo elegiré a dónde vamos.

Hinata y Shino sonrieron. Levantaron sus manos entrelazadas y las estrecharon en silenciosa celebración. Neji era un comensal exigente y escogía los mejores y más caros restaurantes. Cuando Neji se detuvo para ver por qué tardaban tanto, adoptaron un comportamiento inocente y los siguieron obedientemente.

Kiba estaría tan celoso.

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El agua que se arremolinaba en el fregadero empezó siendo roja, pasó a rosa y finalmente se volvió transparente. Sasuke agarró mecánicamente cada instrumento, los roció con una solución enzimática y luego tomó un cepillo para raspar el exceso de material orgánico. Una vez hecho eso, programó el temporizador y miró la bandeja.

Podía hacer esto mientras dormía, lo cual era un mal presagio. Le daba demasiado tiempo para pensar. No en la cirugía, porque el paciente se recuperaría rápidamente.

La puerta del quirófano se abrió y el cirujano Hyūga salió. Se paró junto al cubo de basura de riesgo biológico mientras se quitaba con cuidado la bata ensangrentada.

—Buen trabajo hoy —el cirujano asintió hacia Sasuke.

Sasuke inclinó la cabeza.

—Gracias, señor.

El Hyūga se acercó y apagó la alarma en cuanto sonó. Sasuke murmuró un agradecimiento y trasladó el instrumental a la autoclave portátil. El cirujano tomó el temporizador y lo programo en diez minutos.

—Esta será mi última cirugía por un tiempo —dijo el Hyūga con despreocupación—. Ha sido un honor trabajar contigo.

Sasuke enarcó una ceja.

—¿Se va a una misión?

El cirujano sonrió, ese era su equivalente a una risa.

—Algo así. Pero estaré en la aldea. Mientras tanto, le he recomendado a Tsunade que empiece a entrenarte específicamente para las cirugías. Eres uno de mis mejores asistentes. Y tú Sharingan será tan valioso como mi Byakugan.

Los ojos de Sasuke se abrieron de par en par.

El cirujano dio una palmada en el hombro de Sasuke.

—Piénsalo, Uchiha. Adiós por ahora.

Salió de la habitación, levantando la mano. Sasuke miró sin pestañear el espacio desocupado, sorprendido.

Por supuesto, Sasuke había asistido muchas cirugías en su vida. Pero tomaba años de entrenamiento como ninja médico para calificar a ese tipo de preparación. ¿Cómo podía creer el Hyūga que Sasuke estaba preparado?

Además, ¿por qué se iba el Hyūga? Eso le recordó a Sasuke la única cosa en la que se esforzaba por no meditar.

El misterio de Hinata.

«—Maldita sea

Sasuke miró el reloj de la pared. Después de que terminara, tendría que hacer un recado.

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Notas: Los Hyūga están cada vez más misteriosos…

Guest Guest: Me alegra que te gustara el capítulo.

Guest Guest 2: ¿De verdad? ¡Wow! Muchas gracias, me alegra que te guste el contenido que publico aquí.

Guest : Deja que la curiosidad lo pique un poco más, así va a ponerle más atención a la Hinata.

Naoko Ichigo