Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de El Reino.
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Día 10: Jijivisha (hindú)
"El fuerte y eterno deseo de vivir y continuar viviendo"
Esa noche era la cena semanal del Equipo 7. Por desgracia, Naruto eligió el restaurante, así que acabaron en Ichiraku Ramen. Sasuke se negó a participar en el janken. E intentó convencer a Sakura de que lo dejara porque Naruto hacía trampa. Pero ella se negó. Ella tenía la ilusión de que podría averiguar cómo hacía trampa y luego engañarlo.
Lo que significaba que comerían ramen durante un tiempo. Quería que rotaran el quién tenía que elegir. Pero tanto Naruto como Sakura se negaban a dejar su pequeña competencia.
Sasuke dejó los palillos, escuchando a medias las discusiones de sus amigos.
Sakura se detuvo.
—Sasuke, ¿estás bien? Solo has comido la mitad.
Él hizo una mueca.
—Ya he comido bastante. Esto es suficiente sodio para toda una semana.
Naruto puso los ojos en blanco mientras sorbía sus fideos. Asqueado, Sasuke tomó una servilleta y limpió las salpicaduras de sopa en la mesa.
—Eso dices cada vez que venimos —se quejó Naruto.
—Porque es verdad.
—¡Oh! —exclamó Sakura, girando en su asiento—. Hola, Hinata.
Sasuke se congeló, aunque inmediatamente se relajó. Recogiendo sus palillos, se obligó a volver a comer. Podía sentir la mirada confusa de Naruto.
—Hola, Sakura-chan. ¿Cómo estás? —preguntó Hinata. Se dirigió luego a Naruto, que prácticamente vibraba de emoción—. Hola, Naruto-kun. Sasuke-san.
Sasuke asintió rápidamente.
—¡Hinata-chan! —Naruto prácticamente cantó—. ¿Vas a comer con nosotros? ¡Ven, puedes sentarte al lado de Sasuke!
Ella sonrió y negó con la cabeza. Ayame apareció desde el fondo, con una bolsa de comida para llevar en sus manos. La levantó por encima del mostrador y se la entregó a Hinata.
Hinata la aceptó y le entregó el pago. Levantó su recompensa como explicación para Naruto. Él hizo un mohín, pero asintió.
—De acuerdo, está bien —dijo—. ¡Pero la próxima vez tienes que venir con nosotros!
Hinata soltó una risita y se despidió. Sasuke levantó la mano en un gesto perezoso. Observó disimuladamente cómo ella se marchaba.
—Su sopa va a estar fría cuando llegue a casa —Naruto comentó, sacando la lengua con disgusto.
—Ella puede calentarla, estúpido —Sakura lo amonestó.
—¡Pero así no sabe tan bien!
Sasuke rogó por paciencia.
—No a todo el mundo le importa el ramen tanto como a ti.
Naruto se encabritó empujando las patas delanteras de su taburete y se llevó una mano al corazón. Sakura se rio y trató de inclinarlo. Él la rechazó y se enzarzaron en una pequeña batalla de bofetadas. Ayame se rio mientras reponía las servilletas.
Naruto se detuvo, sosteniendo la muñeca de Sakura en el aire.
—¡Oh! —vocalizó—. ¿Te dije que Hinata me trajo una carta de Gaara?
—¿Eh? —preguntó Sakura—. ¿Hinata fue a Suna y te trajo la carta?
Ella tiró de la mano con tanta fuerza que casi hace caer a Naruto. Sasuke lo agarró por la manga y lo puso en pie. Naruto se rio y le dio una fuerte palmada a Sasuke en la espalda, tanto que se le cayeron los palillos en la sopa. Sasuke empujó el tazón con frustración. Ayame se acercó y se lo quitó con una sonrisa.
—¡Sí! —Naruto siguió parloteando—. Bueno, no. Neji fue a Suna, pero Hinata me trajo la carta.
—¿Por qué estaba Neji en Suna? —inquirió Sakura—. ¿A qué misión fue?
Naruto se encogió de hombros.
—No creo que fuera una misión. Neji pidió un permiso personal para poder visitar a Kankuro y a Baki.
Incluso Sasuke se sobresaltó de la sorpresa.
—No sabía que eran amigos.
Naruto se rio.
—¡Yo tampoco sabía! ¿O tal vez no fue a verlos y solo se reunió con Gaara? No me acuerdo. El papeleo es aburrido.
—Por eso Tsunade-sensei te pone a hacerlo —resopló Sakura—. Está siendo perezosa.
La conversación se desvió de Neji, pero Sasuke no podía dejarlo pasar. No pudo haber sido una visita social. Neji no era precisamente una persona sociable. Si era por motivos profesionales, ¿para qué quería Neji hablar con ellos? La especialidad de Kankuro eran esas marionetas. Y Baki estaba en el consejo de Suna, ¿verdad? ¿Cuál era su especialidad?
¿Por qué esto le volvía tan loco?
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
—Tengo una pregunta —anunció Sasuke durante la cena unas noches más después.
Shisui lo miró.
—¿Estás bien?
Itachi sonrió satisfecho.
Sasuke puso los ojos en blanco.
—¿Sabes en qué se especializan Kankuro y Baki como ninja de Suna?
Shisui se encogió de hombros. Itachi negó con la cabeza.
Izumi se situó junto a la silla de Itachi. Pasó pescado asado de la bandeja que tenía en la mano al plato de Itachi. Ante la pregunta de Sasuke, se detuvo y lo estudió.
—Baki es el mentor de Kankuro —explicó.
Mientras ella miraba hacia otro lado, Itachi transfirió rápidamente su pescado al plato de Shisui. Shisui aceptó la ofrenda con gratitud y se lo metió en la boca.
Izumi soltó un grito ahogado cuando los vio.
—¡Deja eso! Itachi, necesitas más proteínas. No puedes vivir a base de dango.
Le sonrió inocentemente. Shisui fingió no oír.
Sasuke se quedó perplejo ante la respuesta de Izumi.
—Pero Baki no hace títeres. ¿Verdad?
Izumi resopló y dejó la bandeja en el centro de la mesa. Puso las manos en las caderas.
—Sí. Pero Baki es un maestro de sellado.
Ahora los tres hombres la miraban sin comprender. Ella parpadeó.
Sus siguientes palabras salieron lentas, como si estuviera hablando con alguien especialmente denso.
—¿Cómo se controlan las marionetas? Con sellos.
—¡Oh! —exclamó Shisui y luego soltó una risita—. Claro.
Izumi suspiró y puso una mano en el respaldo de la silla de Itachi.
—No hay esperanza. Itachi, deja de darle tu comida a Shisui.
Atrapado, Itachi se congeló. Volvió a poner lo último de su pescado en su plato con desgana.
Izumi se dirigió a Sasuke.
—¿Por qué lo preguntas?
Sasuke, demasiado preocupado por esta nueva revelación, no pensó en retener sus palabras.
—Estoy tratando de averiguar por qué los Hyūga quieren reunirse con ellos.
—¿Los Hyūga? —repitió Izumi.
Shisui se rio.
—Está obsesionado.
Eso llamó la atención de Sasuke.
—No lo estoy.
—¿Obsesionado? ¿Con los Hyūga?
Itachi se limpió la boca con una servilleta.
—Creo que tal vez solo una en particular.
—Hinata —Shisui canturreo.
Izumi frunció el ceño, pensativa, mirando al grupo. La comprensión floreció lentamente en su rostro. Y se quedó con la boca abierta.
—¿Hinata-chan? —exclamó encantada—. ¿A Sasuke le gusta Hinata-chan?
Sasuke gruñó y en su mano hizo una bola con la servilleta.
—¡No! ¡Los Hyūga están siendo raros!
Izumi se acercó a la mesa y le dio repetidas palmadas en el hombro a Sasuke, emocionada.
—¡Estás enamorado de Hinata! ¡Esto es genial!
Sasuke gimió y se movió del alcance de su cuñada.
Ella hizo una pausa, con el rostro desencajado.
—Oh, eso es terrible.
Las cejas de Itachi se fruncieron. Sasuke dejó de intentar desaparecer en su silla. Shisui se abalanzó hacia delante y tomo otro trozo de pescado de la bandeja.
—¿Por qué? —preguntó, con la boca llena.
Levantó una mano hacia la ventana, en dirección al complejo Hyūga.
—¿Desde cuándo el patriarca Hyūga va a dejar que Sasuke se case con su preciosa hija? Nunca querrán a Fugaku como pariente político. De hecho, Fugaku nunca dejaría que Sasuke se casara con una Hyūga ni en un millón de años.
—¿Matrimonio? —Sasuke graznó, con la voz entrecortada.
Itachi parecía que había mordido un limón.
—Estoy seguro de que, si estuvieran enamorados, mi padre lo entendería.
Todos lo miraron con desprecio.
Él suspiró.
—No, tienes razón.
Un ANBU se materializó junto a Izumi. La conversación cesó tan rápido como si hubieran pulsado un interruptor. Le entregó una carta sellada antes de desaparecer. Se la pasó a Itachi. Itachi deshizo el sello con chakra, desdobló el papel y lo leyó antes de que el papel se desintegrara en sus manos
Itachi suspiró y se levantó. Besó a Izumi en la mejilla.
—¿Qué ha pasado? —preguntó ella.
—Ha habido otra emboscada. Los ninjas involucrados fueron rescatados y están en camino.
Sasuke se puso de pie.
—¿Algún herido?
Itachi asintió con la cabeza antes de utilizar el jutsu de cuerpo parpadeante.
—Gracias por la cena, Izumi. Estaba muy buena, como siempre —dijo Sasuke antes de seguir a su hermano.
Izumi suspiró. Tras una pausa, acercó la bandeja de pescado a Shisui. Y sonrió.
—No te preocupes.
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Notas: ¡Hola! ¿Qué tal están? Bueno, lo admito, olvide que esto lo quería publicar el primer domingo del mes. Pero me puse a hacer cosas de doñita en mi hogar y el tiempo voló. No me extenderé tanto con mi notita porque tengo que escribir un informe. Lamentablemente, las vacaciones se terminaron y volví a clases, además, este semestre curso más materias, así que por favor ténganme paciencia. La próxima actualización la tengo planeada para el 2/10, lo anoté en mi agenda, pero si por algún motivo no cumplo con la fecha (porque tengo memoria de anciana), porfa avísenme. Espero disfrutaran de la lectura. Nos estamos viendo. Besitos en la cola.
Guest Guest: Me alegra que te guste la historia.
Guest Guest 2: Espero que estos capítulos también te parecieran bonitos.
Naoko Ichigo
