Hola chicos, ¿Cómo están? Estoy teniendo mucho tiempo libre así que bueno, tampoco todo es salir a divertirse y dormir. Con eso, aquí una nueva actualización para la historia que espero les guste.

- No los perdonaré nunca. Persona hablando

- [Balance Breaker] Habla Ddraig

- "Lo siento." Pensamientos

- "Nunca más" Comunicación mental

Capítulo 20 – El Precio de la Fe

- Uugh. – Xenobia se quejó cuando intento decir algo, pero el fuerte agarre sobre su garganta se lo impedía.

Empezando a perder la fuerza por la falta de oxígeno, su espada cayó al suelo con un ruido sordo.

Justo en ese momento Irina intervino al intentar atacar a quien sostenía a su compañera.

- ¡Déjala! – grito la chica de coletas mientras tiraba de una cuerda en su brazo la cual se transformó en una katana.

Liberando aura sagrada de su hoja, la chica intento cortar al agresor de Xenobia.

- "[Compañero.]" – alerto el dragón.

El resplandor rojo envolvió el brazo del chico así atrapando la hoja de la katana con el guantelete que acababa de aparecer. A pesar de ser detenida, la espada transfirió la energía al guantelete del cual de escucho un "Boost" que disipo la energía.

Girando su cabeza, Issei finalmente mostro su rostro con sus ojos teniendo la pupila rasgada. Soltando sin cuidado alguno a Xenobia que cayó pesadamente al piso, el chico miró a Irina a los ojos haciéndola dar un par de pasos atrás al sentirse intimidada.

- ¿Qué intentabas hacer? – pregunto con una voz gélida el castaño.

Irina no supo que responder sintiendo un temor extremo del ser ante ella.

- Ya entiendo porque te ves tan confiada heredera Gremory. – hablo Xenobia que se apoyó con su espada para ponerse de pie. – Tienes al rojo de tu lado. Es una gran adquisición para un equipo de demonios. – termino sus palabras la peliazul.

- ¿A quién crees que llamas demonio? – gruño Issei que tirando de la espada de Irina, acabo por estrellar a la chica con su compañera así derribándolas a las dos.

- Ugh, ¿acaso no eres un demonio? – gruño Xenobia mientras se hinco sobre una rodilla sintiéndose adolorida.

- ¿Yo? ¿Un demonio? Hah, no digas tonterías. Prefiero morir antes de convertirme en un demonio. – dijo el castaño con repudio haciendo sentir incomoda a toda la nobleza Gremory.

- ¿Qué eres entonces? Tu fuerza no es humana. – dijo Xenobia.

- No es tu asunto mujer exorcista. Solo debes tener algo claro, Asia es mi amiga. Si intentas hacerle algo, te mató. – dijo Issei mirando a los ojos de Xenobia que le devolvió la mirada de manera retadora.

- ¿Es eso un reto? Porque de ser así lo estoy aceptando. – dijo Xenobia apuntando con la punta de su espada al castaño.

- No eres nada intimidante mientras estas inclinada. – dijo Issei mirando a Xenobia como si fuera un simple insecto.

Debido a esas palabras, la peliazul se puso de pie rápidamente.

- Si quieres a una, tienes a las dos. – dijo Irina que se puso de pie.

- ¿Por qué tanto deseo por un combate en desventaja? En ese caso, yo combatiré también. – dijo Kiba entrando en la discusión.

- ¿Desventaja? Sabes que aplastaría a estas dos en cuestión de segundos. – dijo Issei.

- ¿Dónde está lo divertido en eso Issei-san? Déjame divertirme también, después de todo… - Kiba miro con odio a la espada de Xenobia.

Suspirando ya que no quería discutir, Issei no objeto.

- Bien, que así sea. – dijo Xenobia.

Rias solo acabo por palmearse la cabeza y luego noto como en el lugar también estaba Ruruko que acababa de informar a Sona lo sucedido por medio de un círculo mágico.

- "¿Por qué las cosas tienen que terminar así?" – pensó la pelirroja mientras de alguna manera, lograron establecer que el combate no fuera para lastimar a ninguna de ambas partes.

Saliendo del edificio, todos se reunieron en la parte trasera del mismo donde Rias y Akeno formaron una pequeña barrera para evitar atraer la atención.

- "[Issei, no exageres las cosas. Has esto rápido ya que no deberías estar buscando combates.]" – dijo Ddraig mentalmente al castaño.

- "Rápido será. No sabrá ni que la golpeo." respondió Issei.

De alguna manera, el castaño acabo por dejar que Kiba se enfrentara a Xenobia, pero tampoco se iba a poner en plan de discutir.

- Bien, el combate terminara cuando alguno no pueda seguir. Eviten lastimarse gravemente. – dijo Rias.

- Si, ya lo dijimos antes. No tienes que repetirlo Gremory. – dijo Issei.

Sintiéndose menospreciada, Rias suspiro tras escuchar al castaño.

- Bien, preparate para recibir la gloria santificada del señor, Amén. – dijo Irina mientras juntaba sus manos como si fuera a orar y finalmente empuñaba su arma que nuevamente paso de ser una cuerda a transformarse una vez más en katana.

- Una cuerda que se convierte en espada. Es la cosa más rara que he visto hasta el momento. – dijo Issei.

- Esta es Excalibur Mimic. – dijo Irina.

- ¿Mimic? ¿Mímica? Debo suponer que se transforma en lo que el portador quiere. – dijo Issei mirando como a una estúpida a Irina por revelar la habilidad de su espada.

- ¿Ehh? Si, de hecho es así. ¿Cómo lo supiste? – dijo Irina pareciendo sorprendida.

- "¿Acaso es estúpida o se hace?" – pensó el castaño.

- Esta es Excalibur Destruction. – dijo Xenobia frente a Kiba.

- Mimic, Destruction o cualquiera de las otras. No importa que, las destruiré a todas. – dijo Kiba mirando con gran ira a la espada.

- "Con esa cantidad de ira dudo que pueda hacer algo. Piensa más en destruir que en combatir. Caerá rápidamente a menos que esa chica juegue con él." – pensó Issei.

Con Kiba creando una espada y con Issei materializando el Boosted Gear, los 4 chicos cargaron contra su respectivo oponente.

Evitando los cortes de los tajos de Irina, Issei en un momento atrapo la hoja de la catana con su guantelete y libero una gran cantidad de energía de rayos a la misma. Al instante la chica de coletas se vio electrocutada, pero obstinadamente no soltó la espada.

Tirando de la hoja, Issei recibió a Irina con un rodillazo en el abdomen que la dejo fuera de combate rápidamente.

Sujetándose el abdomen, la castaña cayó de rodillas y finalmente de medio lado.

- Que débil eres. – dijo Issei.

A su vez, Xenobia dejo fuera de combate a Kiba al darle con la empuñadura de su espada en el abdomen al rubio.

Sin poder hacer nada así como al ser una espada sagrada con lo que fue golpeado, Kiba se desvaneció cayendo al piso apenas consciente.

Xenobia luego volteo a ver a Issei y propuso algo.

- ¿Te parece si definimos esto entre nosotros? – dijo la chica.

- Creo que es algo en lo cual podemos estar de acuerdo. – respondió Issei mientras de manera inesperada, tomo la katana por la empuñadura.

- ¿Eres capaz de empuñar espadas sagradas? – Xenobia no pudo evitar preguntar con sorpresa al ver que la espada no había rechazado al castaño.

- Que voy a saber, solo quiero sentir lo que es luchar seriamente con una espada. Practiqué esgrima y kendo en mi anterior academia, pero nunca supe que es un combate real. – dijo Issei mientras apretó la empuñadura de la espada que empezó a liberar energía sagrada.

- "¿Cómo es esto posible? ¿Acaso también es un usuario nato de espada sagrada?" – se preguntó mentalmente Xenobia, pero decidió dejar eso a un lado y cargar contra su rival.

En perspectiva, la katana ligera debería romperse fácilmente si recibía un impacto de la gruesa hoja de la espada de Xenobia. Sin embargo, Issei tuvo eso en cuenta así la Excalibur Mimic cambiando de forma.

Teniendo en cuenta que la espada en sus manos podía transformarse en cualquier forma que pensara, a la mente del chico vino una espada de un juego que solía jugar en sus ratos libres. (Imagen el MEGA ya que no quiero describir la espada XD. Ya se la saben, solo quiten los espacios mega. nz/ folder/ hzkEmCKA #FE4OKukli27N 4MUudT9SKA)

Issei no fue tonto, pensó en cómo funcionaba la espada de ese juego y sus mecánicas así que sintió satisfacción cuando vio a la katana cambiar de forma a una espada que perfectamente podría ser de dos manos y con la hoja siendo de un color naranja-amarillo.

Justo cuando la espada de Xenobia y la espada del castaño chocaron, el chico pudo detener sin problemas el ataque entrante. Sin embargo, debía admitir que le dolió un poco el pecho. La fuerza con la que venía su rival era monstruosa, pero lo atribuyo a la espada; de lo contrario no sería llamada Destruction.

- ¡Cambio de forma! – Rias jadeo al ver que la espada respondía bien a Issei.

Koneko por su parte sonrió un poco, conocía el juego al cual la espada pertenecía y no pudo evitar sentirse emocionada por saber si las habilidades del arma las podría usar Issei, aunque era de doble filo si lo pensaba bien.

- Así que Mimic responde a ti. Eso significa que serias un gran usuario de espadas sagradas. ¿Por qué no dejamos esto y te unes a la iglesia? – dijo Xenobia.

- ¿Unirme a ustedes? No bromees. No me uniría a la iglesia que ha cometido cosas tan horribles como el proyecto espada sagrada o exiliar a una monja que curó a un demonio solo por tener un corazón amable. La iglesia parece más retorcida que los propios demonios. – dijo Issei en respuesta.

Los ojos de Rias, Asia y Kiba se abrieron en shock al saber que Issei sabia sobre tales asuntos, en especial porque no sabían quién se los podría haber contado.

Desde luego no pensaron que sería la cuidadora de Issei, después de todo si era una youkai era poco probable que supiera de acontecimientos como esos. Sin embargo, Kazumi sabia de todo ya que Azazel le compartía en muchas ocasiones información sobre las 3 facciones que lograba recopilar.

Issei supo sobre el proyecto espada sagrada después de despertar en casa de esta cuando lo recogieron a su hermana y él. El caso de Asia también se lo contaron Raynare y Kazumi después de lo sucedido en la iglesia cuando acabo con Dohnaseek. El chico pregunto la razón por la cual la chica estaba siendo perseguida por el hombre, por lo cual acabaron por contarle todo.

- ¿Hablas de Asia Argento? Hah, si te molesta que haya sido exiliada solo demuestra lo mediocre que eres. Ella curó a un demonio, un enemigo natural del cielo y la iglesia. Lo natural es excomulgarla y exiliarla. – dijo Xenobia.

Tales palabras hicieron molestar en gran medida a Issei, después de todo, siempre que miraba a los ojos de Asia veía inocencia pura a pesar de lo mal que lo había pasado. Pensar que esta persona ante él podría hablar de esa manera lo hizo enfurecer realmente y evidencia de esto fue que sin quererlo, su aura se hizo visible para todos.

- Tu… ¿Qué sabrías de eso? Se nota que no piensas en los demás. No te importa lo que le pase a inocentes siempre que cumplas con lo que te ordenen. Eres solo un títere que cuando deje de ser útil será desechado. – gruño el castaño.

- Proteger nuestras enseñanzas, eso es todo lo que está bien. Si Dios quisiera ayudar a los demonios no lucharía contra ellos. Asia Argento no tenía por qué curar a uno por muy moribundo que estuviera, eso la hace una bruja. – dijo Xenobia.

- Cállate. – murmuro Issei y al instante, su aura se tornó agresiva al tomar la apariencia de una llama.

- ¿Qué? ¿Te molesta que diga la verdad? – dijo Xenobia.

- ¡Dije que te callaras! – grito Issei así su llama monarca llenando sus manos y siendo absorbida por la espada que sostenía.

La habilidad original de la espada que imito Mimic era consumir fuerza vital a cambio de poder, pero Issei reemplazo ese requisito por su propia energía. Justo cuando las llamas entraron en contacto con la espada, la hoja se prendió en fuego e hizo retroceder a la Excalibur Destruction.

La simple hazaña hizo que los ojos de Xenobia se abrieran con incredulidad. La Excalibur Mimic ni de broma tenía el poder para hacer retroceder a Destruction, más sin embargo, en manos de Issei lo había conseguido hacer.

- "¿Es una especie de broma? ¿Acaso me arrinconara a usarla? – pensó Xenobia, sin embargo, Issei seno tenía pensado siquiera dejarla contraatacar.

Corriendo hacia la chica, Issei impacto con fuerza bruta su arma contra la espada de Xenobia así chispas de fuego revoloteando alrededor de los dos.

- "[Issei, date prisa y termina esto.]" – dijo Ddraig, pero sintió como energía natural se reunía en el pecho de su portador.

Sin duda alguna Issei estaba evolucionando más rápido de lo que esperaba. El castaño no solo estaba reuniendo la energía natural, está casi al instante se transformaba en touki.

- "[Increíble, evoluciona tan rápido cuando entra en combate.]" – pensó Ddraig mientras el resto solo jadeaba al ver lo siguiente que paso.

Xenobia había optado por intentar hacer que Issei soltara la espada, sin embargo, ocurrió al contrario. Al intentar dar un golpe seco y con fuerza bruta, el castaño con maestría desvió la hoja de la espada de Xenobia que se enterró en el suelo provocando un gran cráter.

A pesar de la fuerza, Issei permaneció de pie junto a Xenobia y con un ligero corte de la hoja en llamas obligo a la chica a soltar a Destruction.

Retrocediendo con un salto, Xenobia acabo por caer de espaldas cuando Issei cargo contra ella sin dejarle tiempo de recuperarse. Siendo derribada, la chica miro a los ojos del chico mientras este tenia a milímetros de su cuello la punta de la espada.

- ¿Algo que quieras decir? – pregunto Issei.

- Es mi derrota. – dijo Xenobia de mala gana, no quería aceptar que fue superada tan fácilmente.

Clavando a Mimic en el suelo entre las piernas de Xenobia, Issei se alejó de la exorcista.

- "Poder aplastante, velocidad, inmenso poder mágico y ahora también bueno con las espadas. Tuviera o no el Boosted Gear o esa llama monarca, Issei es una bestia de combate. Es una pena que no se le pudiera reencarnar." – pensó la pelirroja asombrada por lo rápido que el castaño derribo a las dos exorcistas.

Retirando la barrera, Rias y Akeno observaron a Issei caminar hacia Asia.

- ¿Lista para salir? – pregunto con una sonrisa el castaño.

El rápido cambio de actitud de Issei les sorprendió, pero al final vieron como la rubia asintió tímidamente.

- Koneko-chan, ¿vienes? – pregunto Issei mirando a la albina.

Sin decir nada, la chica se acercó mientras que Ruruko ya estaba a un lado del castaño.

- ¿Vas a seguir saliendo con nosotros por las tardes? – pregunto Rias.

- Si, pero si ya no quieres está bien. Significa más tiempo libre para mí. – dijo Issei mirando a los ojos de la pelirroja.

- N-No, está bien. Solo creí que ya no lo harías tras cumplir tu favor conmigo. – dijo Rias.

- Relacionarme con los demonios es una petición de Sona, no tuya. Dejaré de hacerlo en el momento que Sona no lo vea necesario. – dijo Issei.

Retirándose con las 3 chicas, Issei se alejó del edificio viejo de la academia.

- Ara-Ara, que hombre tan comprometido. Seguro tendría el mismo nivel de compromiso con su futura pareja Ufufu. – Akeno comento de manera descarada.

- No te hagas ilusiones, Issei ni de chiste te elegiría a ti o a mi como pareja. – dijo Rias con un suspiro para luego mirar a donde estaban las exorcistas.

Poniéndose de pie, Xenobia recupero a Destruction y se acercó a Irina para ayudarla. La castaña tomo a Mimic que se transformó nuevamente en la pequeña cuerda que se ató en su brazo.

- ¿No quieren ayuda para ir a donde sea que se estén quedando? – cuestiono Rias.

- No, no necesitamos su lastima. – dijo Xenobia que se alejó lentamente con Irina.

- Ara-Ara, parece que Issei-kun lastimo su orgullo. – comento Akeno a su rey.

- Bueno, él empuño a una Excalibur sin ningún problema. Ser derrotada por la espada de su compañera no debió sentarle bien. – dijo Rias que se giró a ver el lugar donde estaba Kiba solo para notar que este no estaba. – Yuuto… -

- Parece que se ha ido. – dijo Akeno.

- Me temo que debí esperarlo después de saber que gran parte de las Excalibur están en la ciudad. – dijo Rias.

- ¿Kiba tiene alguna relación con la espada sagrada Excalibur? – pregunto Akeno.

- Si, pero te contaré sobre esto cuando estemos todos reunidos. Koneko y Asia deben saberlo también. Siento que se avecinan problemas realmente grandes. – dijo Rias.

Después de reparar los daños causados por la pequeña batalla, Rias y Akeno volvieron dentro del edificio a su sala del club.

Por otro lado, Issei llevo a las 3 chicas que partieron con él en su auto mientras pensaba a donde ir.

- Asia, ¿estas bien? – pregunto Issei mirando a la chica por el espejo retrovisor ya que se sentó en la parte de atrás.

- S-sí, gracias por eso Issei-san. – dijo la rubia.

- Issei-senpai es muy fuerte. Parece como un héroe de un video juego que tiene poderes increíbles para derrotar a los enemigos de cada nivel. – dijo Ruruko emocionada.

- Jajaja, exageras. – dijo Issei.

- Debo estar de acuerdo con Ruruko, Issei-senpai es realmente fuerte. – dijo Koneko.

- ¿Es correcto que combatas tan rápido después de lo mal que saliste de ese encuentro? – pregunto Asia tímidamente mientras notaba como el castaño estaba sudando bastante y parecía algo agitado.

Todos se quedaron en silencio en el auto, el castaño pensó bien su respuesta.

- No debería estar involucrado en peleas, pero está bien siempre que no me exija demasiado. – dijo Issei.

- ¿Quieres decir que las dos exorcistas no fueron nada? – pregunto Ruruko con sorpresa mientras Koneko tenía una expresión similar.

- Si, son bastante débiles. Su mayor poder radicá en esas espadas y sin ellas, son nada. – dijo Issei.

- Puede que sean débiles para ti, pero nosotros los demonios somos débiles contra sus armas. – dijo Koneko.

- Eso puede ser cierto, pero solo deben hacer que las suelten. – dijo Issei.

- Issei-san, ¿tu… realmente sabes sobre mí y la iglesia? – pregunto Asia.

- Si, lo sé todo. Seguro recuerdas nuestra conversación el primer día que llegaste a la academia. – dijo Issei.

La rubia inmediatamente recordó que tanto Raynare como Aiko ya sabían de ella previamente, por lo tanto, era lógico que le contaron todo a Issei.

- Si, ya lo recuerdo. – dijo Asia sintiéndose un poco acongojada.

- Sabes, no tienes que sentirte mal por eso. La iglesia… esta podrida si ha tallado el pensamiento de esa peliazul en la cabeza de todos sus miembros. Tener bondad en tu corazón es una de las más grandes virtudes en el mundo, en especial cuando está lleno de personas que solo piensan en sí mismas. – dijo Issei.

- Si, es cierto. Issei-senpai tiene razón. Asia-senpai no necesita preocuparse por cosas del pasado, ahora ya encontrado amigos que estén con ella. – dijo Koneko.

- Bueno, no paso tiempo con ustedes más allá de cuando salimos con Issei-senpai, pero puedes contar conmigo. – dijo Ruruko a Asia.

- Chicas… - dijo Asia con lágrimas en los ojos.

- No te olvides de mi hermana, de Ray-san y Aiko-san. También son tus amigas así como soy tu amigo. – dijo Issei.

- Si… gracias Issei-san. – dijo Asia mientras lloraba de felicidad siendo abrazada por las dos chicas de primer año que iban a sus lados.

Justo cuando iban pasando por un arcade, Issei tuvo una idea.

- Oigan, ¿quieren jugar un rato en el arcade de al lado? – pregunto Issei.

No teniendo realmente un plan para la tarde, las 3 chicas asintieron. Con el castaño estacionándose cerca y dirigiéndose rápidamente al interior del lugar, los 4 estuvieron dispuestos a pasar un momento agradable y olvidar lo ocurrido antes.

Decir que pasaron un buen rato sería poco, después de todo, tuvieron que salir cuando el dueño estaba a punto de cerrar debido a que perdieron la noción del tiempo. Sin embargo, lograron hacer buenos recuerdos al llevarse varios premios.

Issei obtuvo para la rubia un peluche mientras que Ruruko y Koneko consiguieron cajas llenas de dulces.

Justo cuando las chicas estaban por separarse de Issei, este las llamó.

- ¿No quieren que las deje en la academia? – pregunto Issei.

A pesar de que se podían transportar, las chicas tomaron la oferta.

Mientras el castaño conducía, Asia hizo una pregunta.

- Issei-san, tu no tuviste un premio. ¿No te molesta eso? – dijo la rubia.

- No lo necesito, más bien, creo que me lleve el mejor recuerdo de entre los cuatro. – dijo Issei.

- ¿Ehh? ¿Qué es? – pregunto Ruruko.

El castaño saco de un bolsillo en su pantalón una tira de fotos que se habían hecho los 4 en la cabina de fotografía.

- Esto. – dijo Issei.

Sin esperarlo, la castaña le arrebató las fotos y empezó a mirarlas junto con Koneko y Asia.

- Oye, devuélvemela. – dijo Issei.

- No es justo, Issei-senpai se quedó con todas las fotos. – dijo Ruruko con un puchero.

- Bien-bien, cada una tome un par y me dan las demás. – dijo Issei.

- Que sean tres, hay varias repetidas. – dijo Ruruko.

- Pero si antes no querían guardarlas. – dijo Issei.

Avergonzándose, las 3 no supieron que decir. No querían las fotos ya que no les gustaron en un principio, sin embargo, ahora que las miraban bien, tenían tomas con el castaño donde este daba una pequeña sonrisa. Esa fue la razón de que ahora querían las fotos.

- ¿Por favor? – dijo Ruruko con ojitos de cachorro a lo cual se le sumo Asia y Koneko.

Cometiendo el error de mirar al espejo retrovisor, Issei no tuvo más opción que aceptar cuando la técnica mortalmente linda lo derroto en cuestión de segundos.

- Ugh, bien. Tomen 3 fotos y me devuelven las demás. – dijo el castaño con un suspiro.

Sonriendo victoriosamente, cada una tomo una foto que se tomaron con Issei, una de los 4 juntos y por último una donde estaban solas ellas.

Devolviendo las restantes al castaño, las tres agradecieron realmente felices.

- No se las muestren a nadie más. – dijo el castaño mientras abría la guantera y metía allí las fotos que quedaron para él.

- No pensábamos hacerlo. – dijeron las 3 chicas al tiempo.

Issei sonrió con algo de ironía al escucharlas decir lo mismo al mismo tiempo, pero no le dio mayor importancia.

Poco después, el castaño las dejo en la entrada de la academia y de allí se dirigió a su casa.

- [Oye Issei, ¿Cómo te sientes después de esa breve batalla que tuviste con esas dos exorcistas?] – Ddraig pregunto a su portador al aprovechar que se quedó solo.

- Para serte honesto, me quedo doliendo un poco el costado derecho por un rato. – dijo Issei.

- [¿Es por eso que sentí que usaste senjutsu mientras estábamos en ese lugar de juegos?] – pregunto Ddraig.

- Si, aunque no fue de mucha ayuda. Como dijo Azazel, esto son más secuelas por los daños sufridos. Además, mi llama se forzó a sí misma fuera para usarla. – dijo Issei.

- [Ya veo. Debo decir que lo mejor sería que evites cualquier tipo de conflicto.] – dijo Ddraig.

- Si, pienso lo mismo. Por el momento me mantendré al margen y evitaré cualquier tipo de combate. – dijo Issei.

Iglesia Abandonada

A las afueras de la ciudad, la iglesia abandonada estaba siendo ocupada por cierto par de chicas mientras se lavaban con agua de una pequeña fuente dentro del lugar.

- Mou, ese chico nos derroto tan fácilmente. – dijo Irina mientras estaba sentada al borde de la fuente.

- Si, es muy fuerte y por lo que entendí, no está con los demonios. – dijo Xenobia.

- Eso parece, pero entonces… ¿Por qué protegió a Asia Argento? – dijo Irina.

- No lo sé. Quizás es algo importante para él. – dijo Xenobia.

- Aún no creo que pudo empuñar a Mimic e incluso hizo retroceder a destrucción con la forma que esta adopto. – dijo Irina.

- Eso ha sido toda una sorpresa, parece que la espada hubiera reaccionado completamente a él. Me pregunto, ¿de dónde salió ese chico? Es muy fuerte y al parecer tiene gran afinidad con las espadas sagradas. – dijo Xenobia.

- Con alguien así de nuestro lado, seguro que la misión sería mucho más fácil. – dijo Irina.

- Estoy considerando reportar esto al vaticano. – dijo Xenobia.

- ¿Directamente al vaticano? – Irina jadeo ante esa declaración.

- Si. Es un usuario nato de espada sagrada y aparte de ello, tiene una Sacred Gear muy poderosa por lo que tengo entendido. Si no está con los demonios, aún hay posibilidad de que se una a la iglesia. – dijo Xenobia.

- Pero lo escuchaste, no quiere tener nada que ver con miembros de la iglesia o la misma iglesia. – dijo Irina.

- Cualquier funcionario de alto rango podría obligarlo. – dijo Xenobia.

- ¿Eso no haría que nos odie más de lo que ya lo hace? – pregunto Irina.

- Es posible, pero a la larga debería acostumbrarse. – dijo Xenobia.

- No creo que debamos hacer algo así. No sabemos si nos podemos meter en problemas. – dijo Irina algo precavida.

- Puedes tener razón, es muy bueno en el combate. Dudo que haya aprendido por sí mismo. – dijo Xenobia.

- Si, debe tener a un entrenador muy bueno. – dijo Irina.

Después de unos momentos en silencio, Xenobia sugirió algo.

- Oye Irina, deberíamos revisar a Mimic. Quizás él hizo algo para poder usarla y no es realmente un usuario nato de espadas. – dijo la peliazul.

Asintiendo a su compañera, Irina tomo el trozo de cuerda que tomo la forma de katana nuevamente y se sorprendieron al ver el estado del arma.

- ¿C-Cómo es eso posible? – dijo Xenobia incrédula.

Irina por su parte se quedó sin palabras, después de todo, la Excalibur Mimic, un arma sagrada que le otorgaron para protegerla y servir a la iglesia ahora mismo lucia bastante dañada. Múltiples partes a lo largo de la hoja se veían gastadas así como el mango parecía derretido.

- ¿Por qué se ve así? – logro articular una pregunta Irina.

Xenobia recordó como la espada pareció absorber el fuego carmesí de Issei para luego esta misma prenderse en llamas.

- ¿Acaso… esa llama carmesí fue capaz de dañar una Excalibur? – dijo Xenobia.

Inmediatamente la peliazul busco su espada y la reviso notando que en la zona que impacto contra Mimic lucia marcas de quemaduras, pero no parecía tan serio como en el caso de la otra espada.

- Ese chico es un monstruo. – dijo Xenobia sintiendo ahora que el castaño no la mato simplemente porque así lo pactaron antes de la batalla, de lo contrario, ahora mismo no estaría respirando.

Academia Kuoh – Club ORC

Reunidos en su sala del club, Rias estaba con sus siervos, o al menos la mayoría ya que faltaba el único varón del grupo.

- ¿Y Yuuto-senpai? – pregunto Koneko.

- Se fue después de que ustedes lo hicieran y no ha respondido a mi llamado. – dijo Rias.

- ¿Kiba-san está bien? – pregunto Asia.

- Si Rias, ¿Qué relación tiene Kiba para parecer tan molesto con la espada Excalibur? – cuestiono Akeno.

- Aaah, creo que es hora de que sepan la razón por la cual Kiba es mi caballero. – dijo Rias.

- ¿Tiene relación con esto? – pregunto Akeno.

- Verán, cuando hice de Kiba mi caballero, lo encontré en muy mal estado. Estaba al borde de la muerte tirado entre la nieve. – dijo Rias.

- ¿Qué le sucedió a Kiba-san? – pregunto Asia preocupada.

- ¿Recuerdan que Issei nombro algo hecho por la iglesia llamado "Proyecto Espada Sagrada"? – pregunto Rias.

Todas las chicas asintieron recordando exactamente el momento en que el castaño menciono eso con desdén.

- Bueno, este proyecto es uno de los experimentos más crueles hechos por la iglesia ya que tomo a un grupo de niños huérfanos como sujetos de prueba entre los cuales había portadores de Sacred Gear. Fue llevado a cabo de manera secreta donde sometieron a los niños a experimentos inhumanos que les causaban mucho dolor con el objetivo de crear a usuarios idóneos para las espadas sagradas, pero esto no fue del todo bien. Después de invertir muchos recursos y tiempo, el proyecto fue cancelado y se declaró como un fracaso. – dijo Rias.

- No veo como ese proyecto fue terrible aparte de los experimentos dolorosos. – dijo Akeno.

- Eso es porque no te he dicho lo peor. – dijo Rias.

- ¿Q-Qué sucedió Buchou? – pregunto Asia.

- Con el objetivo de no dejar evidencia de los experimentos realizados, los líderes del proyecto decidieron acabar con todo… incluidos los sujetos de prueba. – dijo Rias.

- Yuuto-senpai… - Koneko intento decir lo que dedujo, pero Rias se lo confirmo inmediatamente antes de que siquiera terminara su frase.

- Así es Koneko, Kiba estaba entre los sujetos de prueba de ese experimento. Podrían haberlos asesinado de manera indolora, pero en cambio, usaron un gas venenoso que hizo de sus muertes un verdadero infierno. Solo fue gracias a la ayuda de sus compañeros que Kiba pudo escapar, pero aun así respiro una gran cantidad del gas mortal. Siendo perseguido como un animal, Kiba finalmente colapso a una distancia considerable de donde los tenían encerrados. Antes de caer inconsciente, todo lo que vivió lo llevo a desarrollar un gran odio por las espadas sagradas para las cuales antes tuvo esperanza de poder usar. – dijo Rias.

Los ojos de Akeno, Asia y Koneko mostraron un evidente horror al pensar en todo lo que había pasado Kiba en aquel entonces.

- Después de que reencarne a Kiba, él juro fervientemente que algún día destruiría las espadas sagradas en venganza por lo ocurrido con sus compañeros del Proyecto Espada Sagrada. Esa es la historia de como él está relacionado con las espadas sagradas. – finalizo Rias.

- Debemos encontrarlo antes de que acabe por luchar con esas exorcistas. – dijo Koneko.

- No creo que sea tan imprudente para luchar nuevamente con ellas. Fue derrotado muy fácil por la tarde de hoy. Debe estar pensando en una manera de poder enfrentarlas y destruir las dos espadas en el proceso. – dijo Rias.

- Sin embargo, él no está obedeciendo tus ordenes ahora mismo. Es posible que Kiba… - Akeno no quería decirlo realmente, pero la pelirroja suspiro.

- Si, es posible que si no vuelve pronto acabe por volverse un demonio renegado. – dijo Rias así Asia y Koneko abriendo sus ojos de par en par ante tal expectativa.

- Aun así hay que buscarlo entonces. – dijo Akeno.

- Si, lo sé. Le diré a Sona para que nos ayude con esto, pero creo que de todas maneras será difícil hallarlo. Además, también surgió el hecho de que Issei es capaz de usar espadas sagradas. – dijo Rias.

- ¿Hay algún problema con eso? – pregunto Akeno.

- La iglesia podría perseguirlo para unirlo a sus filas. Se que él no parece tener agrado hacia la iglesia, pero si un funcionario fuerte de la misma lo captura a la fuerza podría provocar un conflicto a gran escala. – dijo Rias.

Akeno en ese momento entendió a lo que se refería su rey.

- Quieres decir que… Lucifer-sama podría estar interesado en iniciar un conflicto solo para obtener a Issei. – comento la pelinegra.

- No precisamente mi hermano, pero si por presión del consejo. Esos viejos anhelan el poder de Issei y dudo que lo quieran dejar ir tan fácil. – dijo Rias.

- Tiene sentido. La reunión que se hizo al siguiente día del combate de senpai era para hallar una forma de que se uniera a los demonios. – dijo Koneko.

Algo preocupadas ante tal expectativa, las chicas en la sala se quedaron en silencio.

Casa de Kazumi

Todos los residentes del lugar estaban reunidos en el comedor listos para cenar, sin embargo, todos notaron el rostro serio del castaño.

- Oye Issei, ¿te pasa algo? Tienes un rostro muy serio. – Azazel hablo rompiendo el hielo entre todos.

- No es nada, solo que… - Issei dudo en si responder o no.

- Solo dilo, quizás podemos ayudar. – dijo Aiko reconfortantemente.

- Hoy me enfrenté con las dos exorcistas que vi el día de ayer. – dijo Issei.

Casi en un segundo, todos los que estaban sentados en la mesa estaban sobre el castaño revisando que estuviera bien. Incluso, el propio Azazel lo estaba revisando mientras tenía un estetoscopio que saco quien sabe de dónde.

- ¿Estas herido? ¿Te lastimaste de alguna manera? ¿Puedes respirar sin dificultad? ¿Te golpearon? – Kazumi no pasaba de hacer preguntas mientras las manos de las demás chicas tocaban el torso del castaño esperando sentir si había algo mal o no.

- E-Es suficiente, estoy bien. No me hicieron nada. – dijo Issei rojo como un tomate sintiéndose avergonzado por ser manoseado digo, por ser palpado por todas las féminas de la casa, incluso su hermana.

- ¿Seguro? – interrogo Kazumi.

- Si, de hecho… eran bastante débiles. – dijo Issei así todos suspirando y volviendo a sus lugares, aunque Azazel quedo con el estetoscopio en su cuello.

- ¿De dónde diablos sacaste esa cosa? – cuestiono Issei mirando al hombre.

- Un mago no revela sus trucos Issei. Ahora, cuéntanos que aprendiste de este combate que tuviste con las exorcistas que dices. Por el momento, ya sabemos que son dos chicas. – dijo Azazel.

- Como sea. Como dije, son muy débiles. Pude bloquear una de sus espadas con el Boosted Gear. – dijo Issei.

- Tengo curiosidad, ¿de casualidad no dijeron que espadas portan? – pregunto Azazel.

- De hecho, sí. Las dos fueron lo suficientemente tontas como para decir que tenían Excalibur Destruction y Excalibur Mimic. – dijo Issei.

- Vaya, sabía que hicieron un movimiento mediocre, pero enviar a dos exorcistas débiles y con fragmentos de Excalibur es una completa tontería. – dijo Azazel.

- Bueno si tienen a Mimic y Destruction, significa que las robadas están entre Blessing, Transparency, Nightmare y Rapidly. – comento Kazumi.

- No importa cuales haya robado Kokabiel con sus ayudantes, si la iglesia envió a dos exorcistas débiles en palabras de Issei, ellos no deberían tener problemas para quitarles las espadas si las toman desprevenidas. – dijo Azazel.

- Eso es cierto, realmente no importa mucho. Prácticamente le acaban de regalar dos espadas más a Kokabiel. – dijo Kazumi.

- Entonces, es probable que haga su movimiento muy pronto. – dijo Raynare.

- Si, es muy probable. Recomiendo estar alerta toda esta semana, nunca se sabe que sorpresa pueda surgir. – dijo Azazel.

- Por cierto, una de las exorcistas parecía sorprendida de que fui capaz de usar una de esas espadas. – dijo Issei.

- ¡¿Qué tu queeeeeeeeeeee?! – gritaron todos menos Isami.

- ¿Es… malo? – pregunto Issei.

- No, no es que sea malo. Significa que eres también un usuario potencial de espadas sagradas. – respondió Azazel.

- ¿Qué tiene eso de especial? Son solo unas espadas, aunque Mimic me gusta mucho. Pudo imitar la espada de un juego y con la misma repelí la otra espada. – dijo el castaño.

- ¿Repeliste a Destruction con Mimic? – Azazel pareció no creer lo que escucho, pero ver el rostro neutro de Issei le hizo entender que no era broma.

- Pues sí, ¿hay algo mal con eso? – cuestiono el castaño.

- Mimic puede ser una Excalibur, pero es de las más débiles de los 7 fragmentos en cuanto a poder bruto se refiere. – dijo Azazel.

- No me parece que sea así. Si toma la forma de lo que el portador imagine, basta con pensar en un arma de destrucción masiva y la imitaría. Claro, seguro se debe saber cómo funciona el arma para poder hacerlo, pero pienso que tiene gran potencial. – dijo Issei.

- No lo había pensado de esa manera. – dijo Azazel.

- Tiene sentido. Si puedes imaginar una arma con el poder destructivo como para matar lo que sea, seguro que podría volverse el fragmento más fuerte de los siete. – dijo Kazumi.

- Solo por curiosidad, ¿Qué hace el arma que imito Mimic? – pregunto Azazel.

- ¿Ehh? Claro, es de un juego como dije. A cambio de la energía vital del portador, la espada aumentara su fuerza considerablemente. Aunque cambie un poco esa condición. – dijo Issei cuando vio las mirada severas de todos al decir que el arma consumía la energía vital.

- ¿La cambiaste? – pregunto Kazumi.

- Si. Hice que requiriera de mi energía y poder, por lo tanto, se alimentaría de mi poder y energía de dragón. Aunque… esta consumió el poder de fulgor carmesí. – dijo Issei.

- Esa es la respuesta. No importa que tan poderosa sea el arma que Mimic imite, el poder de tu llama fue lo que la hizo así de fuerte. Al menos eso creo. – dijo Azazel.

- Bueno, tiene sentido, supongo. – dijo Issei.

- Aun así, Mimic parece un arma idónea para ti. Puedes crear armas que se fortalezcan en base a tu llama monarca. – dijo Kazumi.

Después de pensarlo un rato, todos se quedaron en silencio volviendo a pensar en el tema de Kokabiel.

- Mmm, ¿habrá problema con que viaje el viernes por la tarde? El club de tenis tiene un pequeño retiro para los que participaran en el torneo de academias. – dijo Issei rompiendo el silencio.

- Honestamente… no le veo problema. Entre más lejos estes de la acción sería mejor. Nosotros nos encargamos de que Isami no se vea involucrada tampoco. – dijo Azazel.

- Eso espero, de lo contrario… - Issei sonrió muy dulcemente para ser verdad. – Te pateare el trasero Azazel. – finalizo el chico.

La sonrisa que dio el castaño hizo estremecer a todos en la mesa al tiempo que les hizo pensar algo.

- "Siscon." –

- D-De todas maneras, Raynare y Aiko deben estar muy atentas cada que vayan a la academia. Si son reconocidas por hombres de Kokabiel, podrían ser emboscados en algún momento. – dijo Azazel.

- Entendido. – dijeron las dos chicas.

- Y tu Issei trata de no volver tan tarde. Sería un completo desastre haberte librado de las garras de la muerte para que camines hacia ella nuevamente. – dijo Azazel.

- De hecho, creo que el peor de los casos sería que Kokabiel controle a Issei. – dijo Kazumi preocupada más por tener de enemigo al castaño.

- Eso también es una posibilidad, pero dudo que Ddraig lo permita. ¿No es verdad… Emperador Rojo? – dijo Azazel.

Parpadeando el área donde va la gema, se escuchó la respuesta del dragón.

- [Ten por seguro que nadie va a entrar en la cabeza de Issei sin que yo haga algo al respecto.] – dijo Ddraig.

- ¿Qué te dijo "ella" respecto a la situación? – pregunto Kazumi a Azazel.

- Tiene tiempo libre para jugar con Kokabiel. Debe estar actualmente viajando aquí a Kuoh para localizarlo y si puede, eliminarlo sin que nadie sospeche nada. – dijo el hombre.

- Eso suena bien. – dijo Kazumi aliviada.

- No me sentiría tan bien Kazumi, recuerda que ese tipo uso el sello piramidal. En el peor de los casos, quizás ya superé incluso mi propio poder. – dijo Azazel.

- Eso si sería un problema. – dijo Kazumi.

- No me gustaría recurrir a ti, pero tendría que intervenir en esta ocasión. – dijo Azazel así la rubia sintiéndose nerviosa.

- Seria un problema, sabes que no puedo controlar mi máximo poder. – dijo Kazumi.

- Lo sé, pero confió en que lo puedas hacer. – dijo Azazel.

- Esperemos que no lleguemos a esos extremos. – dijo Kazumi.

- ¿Qué haremos en las vacaciones de verano? – pregunto inocentemente Isami.

- Lo hablaremos en su momento, mientras eso, no se preocupen por nada ustedes dos. – dijo Azazel a Isami e Issei.

- De acuerdo. – dijeron el par de castaños.

Empezando a cenar, fue increíble ver como Mittelt y Kalawarner intentaron darle de comer al castaño mientras Aiko y Raynare hacían muecas molestas, sin embargo, no hacían nada al respecto por sentir que se burlarían de ellas.

- Ara, Mittelt-chan y Kala-chan se han hecho muy cercanas a Issei-kun. – dijo Kazumi cuando todos acabaron de cenar así las nombradas sonrojándose.

- Bueno, eso es mejor a como era antes. Ya estaba considerando cambiarlas al mando de alguien más. – dijo Azazel.

- ¡NOOOO! ¡Estamos bien con Issei! – gritaron la rubia y peliazul y acabando por sonrojarse.

- Ufufu, cuida bien de ellas Issei. Son muy buenas chicas, te lo aseguro. – dijo Kazumi guiñándole un ojo al castaño.

- ¿!Q-Qué diablos significa eso Kazumi-san!? – pregunto sonrojándose un poco el castaño.

- Lo descubrirás con el tiempo, así como otras cosas más. – dijo Kazumi mirando de reojo a su hija y Raynare.

Mittelt, Kalawarner, Raynare y Aiko se pusieron tan rojas que casi brillaban, cosa que hizo a Kazumi sonreír mientras Isami entendía la situación acabando por sonreír también.

Más tarde la misma noche, después del entrenamiento de senjutsu con Kazumi, Issei estaba en su cuarto mientras algunos pensamientos pasaban por su mente.

- "¿Qué pasa si ese Kokabiel se les sale de las manos? Se que no podría hacer algo, pero de ser necesario… debo involucrarme." –

A la mente de Issei venían escenarios desastrosos en los cuales, de una u otra forma el sentía que tenía que intervenir.

- "Tch, no ayuda que no me quieran revelar nada sobre ese tipo." – pensó el castaño para finalmente disponerse a dormir.

Ya pasada la noche, Issei se encontraba preparándose para ir a la academia. Justo cuando bajo a desayunar, el castaño noto que Mittelt nuevamente le había preparado el almuerzo y luciendo avergonzada, esta se lo entrego.

- Mmm, gracias Mittelt. – dijo Issei mientras guardaba la caja con el almuerzo en su maletín.

- Umm, etto… ¿Cómo estuvo el almuerzo de ayer? – pregunto la rubia mientras Raynare la veía de muy mala manera al igual que Aiko.

- De hecho, estuvo muy rico. Debo admitir que eres buena en la cocina. – dijo Issei.

- ¿En serio? ¡Que alegría! – dijo Mittelt sonriendo alegremente.

Además, la rubia miro a Kalawarner con lo que parecía una sonrisa de satisfacción. Notando eso, un pensamiento vino a la mente de Issei.

- "¿Qué sucede entre esas dos?" – se cuestionó mentalmente para que Kazumi le llamara a la mesa.

Tras irse a la academia, en el camino, Raynare hizo una pregunta.

- Nee, Issei, ¿Por qué Kalawarner y Mittelt parecen tan atentas contigo? – pregunto la pelinegra.

- ¿Huh? Ahora que lo dices, sucedió después de que elimine los sellos que tenían. Supongo que es su forma de agradecerme. – dijo el castaño.

- "Ay nii-chan, por favor, date cuenta." – pensó Isami poniendo los ojos en blanco.

- Claro, agradecimiento. – dijo Raynare con un tono desanimado.

Cuando llegaron a la academia se separaron como era costumbre para ir a sus salones de clase. Raynare estaba metida profundamente en sus pensamientos mientras caminaba junto a Issei.

- "Él… ¿realmente no se da cuenta de lo que sentimos? ¿O solo nos está ignorando?" – pensaba la chica.

Luego solo vio la escena típica de cada día cuando llegaban al salón de clases. Asia abrazando a Issei mientras este le acariciaba la cabeza y le sonreía a cambio.

- "Siempre deja que Asia y Kiyome se le acerquen tanto, aunque… tampoco es que me aparte cuando me le acerco. Quizás… debería tratar de ser un poco más atrevida." – pensó Raynare.

Los pensamientos de la pelinegra fueron interrumpidos cuando el profesor llego y ordeno a todos ir a sus lugares y guardar silencio.

En horas del almuerzo, Issei tuvo una visita inesperada.

- Issei-senpai, ¿podríamos hablar en privado? – pregunto una albina mientras Raynare y Aiko la miraban con algo de sospecha.

- ¿Necesitas algo Koneko-chan? – pregunto Issei terminando su almuerzo.

- Yo… necesito pedirle un favor a senpai. – dijo Koneko.

- ¿No puedes pedírmelo ahora? – cuestiono Issei.

Mirando con algo de nerviosismo a Aiko y Raynare, Koneko negó con la cabeza.

- Aaah, bien. – dijo Issei poniéndose de pie. – Vuelvo en breve. – le dijo el castaño a sus acompañantes.

Justo cuando el chico se alejó con la albina, Kiyome llego con el grupo.

- ¿A dónde fue I-kun? – pregunto la castaña de rizos.

- No lo sabemos. – respondió Raynare con un suspiro.

- Ya veo. Espero que no esté interesado en las chicas de primer año, en especial porque Koneko-san es demasiado popular entre la población masculina. – dijo Kiyome.

- A estas alturas, realmente no tengo ni idea de cuál sea el tipo de chica que le gustan a Issei. – dijo Raynare como una ocurrencia.

- Oh, ¿te interesa I-kun? – pregunto Kiyome.

Notando su desliz, Raynare se sonrojo furiosamente.

- N-No dije n-nada como eso. – dijo la pelinegra.

- Ajajaja, ¿segura? Eres de las chicas que pasa más tiempo con Issei. No me extrañaría que él despertara algún tipo de interés en ti. Es decir, vamos, es atractivo, un poco tímido, fuerte, popular entre las chicas. Apuesto que más de una le gustaría presumir que lo ha capturado. – dijo Kiyome con un tono risueño.

- Por como lo dices, pareces tú la que está interesada en Issei. – comento Aiko.

- ¿Ehh? ¿Y-Yo? N-No digas esas cosas, harás que me ruborice. – dijo Kiyome poniéndose roja.

Inesperado para las chicas, Isami empezó a reírse.

- Hmm, ¿Por qué te ríes Isami-san? – pregunto Asia mirando con curiosidad a la castaña.

- Ejejeje, lo siento. Es solo que, esto me recuerda mucho a nuestra anterior academia. Muchas chicas parecían interesadas en nii-chan, pero ninguna tuvo el valor para acercarse a él. Issei-niichan siempre ha sido popular entre las chicas, pero parece que nunca se ha interesado en una. Nunca lo he visto ser cariñoso con una mujer aparte de Oka-san o mi persona. – dijo Isami.

En ese momento, Raynare pensó en el momento del día anterior cuando Issei la abrazo.

- "Eso es ser cariñoso, ¿verdad? Eso significa, ¿Qué podría estar un paso por delante de las demás?" – la pelinegra acabo por sonreír inconscientemente.

Por otro lado, Issei siguió a Koneko hasta una zona apartada donde nadie los escucharía o vería.

- Koneko-chan, ¿Por qué me has traído hasta aquí? – pregunto el castaño.

- Yo, quiero hacerle una petición egoísta a senpai. – dijo la albina.

- ¿Una petición? ¿De qué se trata? – Issei la miro con curiosidad.

- Issei-senpai, tu… ¿tu podrías ayudarme a encontrar a Yuuto-senpai? – pregunto Koneko mirando a los ojos del castaño.

- ¿Encontrar a Kiba? ¿Acaso se pelearon o algo? – Issei cuestiono.

A cambio, Koneko negó con la cabeza.

- Issei-senpai dijo algo sobre el "Proyecto Espada Sagrada" el día de ayer. – dijo la albina.

- ¿Mmm? Si, de hecho lo dije. Un experimento realmente desagradable llevado a cabo por miembros de la iglesia. Pero, ¿Qué tiene que ver eso con lo que me estas pidiendo? – Issei miro interrogativamente a Koneko.

- Yuuto-senpai fue parte de ese proyecto. – revelo la albina.

Issei se vio realmente sorprendido ante tal revelación, pero ahora, la actitud del rubio el día de ayer encajaba perfectamente.

- Ya veo, por eso ayer parecía tan molesto con las dos exorcistas con las que tuvimos ese sparring. – dijo Issei.

- Si. Yuuto-senpai odia a las espadas sagradas y debido a eso, desde ayer desapareció después de ese encuentro. – dijo Koneko.

- Ya veo, sin embargo, sabes que este asunto no me concierne. Lo que hagan tu o tus compañeros no me interesa. – dijo Issei.

- Por favor, Issei-senpai. Esto lo hago a espaldas de Rias-Buchou… yo… yo no quiero que Yuuto-senpai se aleje por esto. – dijo Koneko.

- Lo siento Koneko-chan, pero prefiero no meterme tanto en los asuntos de ustedes los demonios. – dijo Issei y se giró para irse.

Sniff Sniff

Issei pudo escuchar claramente unos sollozos lo cual le hizo darse la vuelta y noto inmediatamente a la pequeña chica empezando a llorar.

- Por favor… senpai. – dijo Koneko intentando inútilmente no llorar.

Sintiéndose algo culpable de que la pequeña chica empezara a sollozar, el castaño se volvió hacia ella y se inclinó para quedar a su altura.

- ¿Realmente quieres que te ayude con esto? – pregunto Issei.

- No sé a quién más recurrir. – sollozo Koneko.

- Aaah, está bien. Te ayudaré después de que terminen las actividades de mi club. Así que por favor, no llores. – dijo Issei y le seco algunas lágrimas a la albina.

- Gracias… Senpai. – dijo Koneko y de manera repentina abrazo al castaño.

- Heh, ¿no estas siendo muy confianzuda Koneko-chan? – dijo Issei.

- Senpai es muy cálido. – dijo la chica hundiéndose en el pecho del castaño.

- Eso no responde a mi pregunta. – dijo Issei con una sonrisa irónica y abrazando de vuelta a la chica.

- Me gusta cuando senpai es amable. – dijo Koneko como excusa.

- Jajaja, no me molesta que pienses eso, pero ya nos estamos extendiendo. Alguien podría encontrarnos. – dijo Issei.

De mala gana, la albina se separó del castaño y se sonrojo al darse cuenta de que se dejó llevar.

- Perdón por eso. – se disculpó Koneko.

- Se que no es así, pero tampoco le daré vueltas innecesarias al asunto. – dijo Issei alejándose de Koneko.

Una vez que la chica lo perdió de vista, esta acabo por regañarse a sí misma.

- "¿Qué cosas estoy haciendo?" – pensó avergonzada de sus acciones con Issei.

Volviendo con su grupo, Issei fue abordado por Kiyome.

- I-kun, ¿estas listo para el viaje este fin de semana? – pregunto la castaña de rizos.

- Si, tenlo por seguro. Aunque, tengo curiosidad. No he sabido de más equipo que la academia haya preparado, ¿acaso somos el único club que participara en el torneo entre academias? – pregunto Issei.

- De hecho, hay equipo de varios de los clubs, solo que irán a otros lugares. – dijo Kiyome.

- Ya veo, debí suponerlo. – dijo Issei encogiéndose de hombros.

- Issei-san, ¿para qué te llamaba Koneko-chan? – Asia pregunto a su compañero.

- ¿Huh? Solo algo sobre nuestra salida ayer, nada en especial. – dijo Issei como respuesta.

- Oh, ya veo. – dijo la exmonja y sonrió dejando el asunto a un lado.

Finalizadas las clases, Issei salió con rumbo al club de tenis siendo acompañado por Raynare.

- Issei, ¿puedo hacerte una pregunta? – dijo la pelinegra.

- ¿Mmm? Claro, ¿Qué sucede Ray-san? – cuestiono el castaño.

- Tu, ¿Qué piensas de mí? – pregunto Raynare.

- ¿Huh? ¿A qué se debe esa pregunta? – Issei parecía sorprendido por la interrogante de la chica.

- Nada en particular, solo… me gustaría saber. – dijo Raynare.

- Mmm, veamos. Para ser honesto, eres muy agradable. Creo que eres una buena persona y amiga. De hecho, quizás es una fortuna haberte conocido así como a los demás en casa. No somos precisamente cercanos, pero sé que puedo confiar en todos. – dijo el castaño.

- Ya veo. – dijo Raynare con una ligera sonrisa.

Después de todo, esperaba una respuesta más enfocada en ella. En cambio, Issei lo que hizo fue generalizarla junto con los demás en casa.

- "¿Realmente no se ha dado cuenta?" – pensó la pelinegra mientras entraban al club viendo ya en el mismo a Isami y Aiko.

Recibiendo la instrucción de Kiyome para no jugar, Issei acabo por sentarse a un lado de una de las canchas mientras miraba los partidos del día.

Finalizadas las actividades de los clubs, Issei le envió un mensaje a Koneko como le prometió y quedaron de encontrarse en una cafetería cercana a la academia.

- Bien, hoy me reuniré con alguien. Quizás me tarde. – dijo Issei a las 3 chicas que lo seguían.

- No olvides que Azazel dijo que no deberías quedarte fuera hasta muy tarde tu solo. No sabemos lo que pueda pasar ahora que Kokabiel probablemente ya está en la ciudad. – dijo Raynare.

- Si, lo sé. Actualmente son las 3:30 P.M., por tarde volveré a las 6 a casa. Quizás me tarde algunos minutos más, pero esa será la hora a la que me comprometo volver. Si no lo hago, bueno… realmente no sé qué vayan a hacer. En todo caso, llamare a alguno en caso de que tarde más de lo esperado. – dijo Issei.

- Esta bien, solo ten cuidado. Recuerda que no puedes usar todo tu poder, de lo contrario, podrías lastimarte. – dijo Raynare.

- Si, lo sé. Me comunicare si me llego a meter en problemas serios. – dijo el castaño así despidiéndose rápidamente de su hermana, Aiko y Raynare.

Después de verlo subir a su auto, las 3 suspiraron al verlo partir.

- "Aaah, y ahí va él." – pensó Aiko.

- Bien, nosotras también deberíamos darnos prisa y volver a casa. Como dijo Azazel, Aiko y yo somos las que podemos atraer más la atención de los hombres de Kokabiel. – dijo Raynare.

- ¿Deberíamos irnos con un círculo mágico? – pregunto Aiko.

- No es mala idea. Busquemos un lugar apropiado para que nadie nos vea. – dijo Raynare así las 3 chicas acabando por caminar a la zona boscosa atrás del club de tenis.

Creando el círculo mágico para partir, Raynare acabo por transportarse con las otras dos chicas a casa.

Por otro lado, Issei ahora mismo se había encontrado con Koneko mientras comían algo de la cafetería. Como se esperó el castaño, la albina pidió un dulce, específicamente una rebanada de tarta de chocolate. Él por su parte se conformó con un té verde.

- Entonces, ¿Cómo planeas que te ayude Koneko-chan? – pregunto Issei para iniciar la conversación.

- Yo… esperaba que senpai me ayude a pensar en algo. – dijo algo avergonzada Koneko ya que no había pensado en nada hasta el momento.

- Ya veo. En ese caso, solo se de momento que Kiba está involucrado con el Proyecto Espada Sagrada y que seguro odia a muerte las espadas sagradas. Lo más lógico sería pensar que está tratando de acabar con las dos exorcistas de ayer. – dijo Issei.

Asintiendo, Koneko estuvo de acuerdo.

- Pero sería una tontería si las enfrentara por sí mismo. No pudo derrotar a la peliazul, menos podrá con las dos. – dijo Issei.

Pensando por un momento, el castaño miro a Koneko.

- Dime algo, ¿Qué saben de las 2 exorcistas hasta el momento? Encontrándolas a ellas es más probable que encontremos a Kiba. – dijo Issei.

- Las dos están aquí para recuperar unas espadas sagradas que fueron robadas a la iglesia. Según su información, están tras un líder de los ángeles caídos llamado Kokabiel. – dijo Koneko.

Issei se quedó en silencio por un momento para meditar sobre la situación.

- "Eso lo complica en gran medida. Si están tras ese tipo del que habla Azazel no solo es peligroso si me involucro, podría crear un conflicto no forzado antes de tiempo solo por mi presencia." – pensó Issei.

Viendo al castaño muy pensativo, Koneko pensó que se echaría para atrás.

- Esta bien si senpai no se quiere involucrar con alguien tan peligroso. – dijo la albina.

- No es eso, o bueno, quizás sí. Mira, el caso es que no me quiero meter más de lo necesario. Primero tratemos de encontrar a las dos exorcistas, después de eso, puedes intentar contactar con Kiba. Una vez hecho eso, yo me retiro. Como te dije, los problemas de los demonios no me incumben y tampoco me interesan. – dijo Issei.

- Eso sería más que suficiente Issei-senpai. – dijo Koneko.

- Bien, entonces salgamos a buscar a esas dos exorcistas. – dijo el castaño.

Caminando hasta su vehículo, Issei se subió y espero a que Koneko lo siguiera.

- ¿Está bien si me subo? Cada quien podría buscar por su cuenta. – dijo la albina.

- Bueno, eso es cierto, pero dos pares de ojos en un mismo lugar son mejores que solo uno. – dijo Issei.

- Entiendo. – dijo Koneko intentando subir a los asientos de atrás, pero la puerta estaba bloqueada.

- ¿Realmente crees que podrás mirar bien desde atrás? – pregunto Issei con algo de ironía así la chica sonrojándose y dando la vuelta para subir al lugar del copiloto.

Tras ver que la albina se subió, Issei encendió el coche y lo puso en marcha.

- ¿Por dónde deberíamos buscar primero? – pregunto la loli.

- Bueno, siento que lo más probable sería las afueras de la ciudad. Por lo tanto, vamos a pasar por el centro para tomar el camino que nos lleva a las afueras de la ciudad hacia la iglesia abandonada. Creo que sería un buen lugar para comenzar. – dijo Issei.

- Parece una buena idea. Issei-senpai es realmente listo. – dijo Koneko.

- Jajaja, no digas eso. Me vas a avergonzar. – dijo Issei.

Justo mientras conducían por un distrito concurrido para el comercio, los dos chicos notaron dos capuchas blancas familiares.

- "Esto tiene que ser una broma, ¿verdad?" – pensaron Issei y Koneko al tiempo.

Aparcando a un par de metros de las personas que identificaron como las dos exorcistas, ambos chicos miraron con algo de pena ajena lo que estaban haciendo.

- Una ayuda por favor, una ayudita para estas aves perdidas. – decía la peliazul.

- Ayudar al prójimo hoy tendrá su recompensa el día de mañana. – dijo la chica de coletas.

- ¿Acaso están pidiendo limosnas? – pregunto Issei a nadie en concreto.

- Eso parece. – dijo Koneko con un rostro estoico.

Mirando a las dos exorcistas pedir limosnas les hizo tener una gran gota de sudor estilo anime correr por su frente. Después de unos minutos de ver la escena, Issei finalmente dijo algo.

- Bueno, no logramos nada si nos quedamos mirándolas. – dijo el castaño.

Asintiendo con la cabeza, Koneko siguió al castaño cuando este se bajó del auto y se dirigió hacia las exorcistas.

- Entonces, ¿los lindos corderos de Dios se dedican a esto? – pregunto Issei a las dos chicas cuando estuvo frente a estas.

- Tu eres… - Xenobia palideció al ver al castaño.

- Si, no creo que me hayan olvidado tan pronto después de ayer, ¿verdad? – dijo Issei.

- Ugh, ¿qué quieres? ¿Acaso deseas humillarnos de nuevo? – pregunto la peliazul.

- En realidad quiero hablar. Además, viendo su situación actual creo que sería bueno si vamos a un restaurante. – dijo Issei.

Unos momentos más tarde, Issei y Koneko estaban sentados frente a Xenobia e Irina que estaban comiendo como si no hubiera un mañana.

- ¡Wou! Esta comida es deliciosa Irina. Hay que aprovechar y comer bien ya que no sabemos cuándo probemos algo así de nuevo. – dijo Xenobia mientras seguía comiendo.

- S-Si, te dije que la comida de Japón es deliciosa. Me siento tan feliz de volver. – dijo Irina igual que su compañera.

Una mesera se acercó para dejar un plato más mientras Issei casi tenía ganas de llorar por ver la cantidad de comida que estaban ingiriendo las dos exorcistas.

Después de varios minutos, Xenobia e Irina terminaron de comer así Issei mirando con un tic en el ojo la montaña de platos que dejaron las dos.

- Aaahh, mucho mejor. – dijo Xenobia palmeándose la panza. – Pero nos tuvimos que rebajar a recibir la ayuda de estos demonios. –

- Aun así, debemos ser agradecidas. – dijo Irina.

- Es cierto. – le respondió Xenobia.

Juntando sus manos y pidiendo la bendición de Dios para Issei y Koneko, las dos parecían felices. Justo en ese momento, Koneko tuvo una jaqueca mientras Issei estuvo como si nada.

- No hagan eso. – dijo Koneko con un rostro molesto.

- Si, sí, como digas. – dijo Xenobia restándole importancia.

- ¿A quién crees que llamas demonio? Además, disculpate como es debido con Koneko-chan. – dijo Issei mirando con ojos amenazantes a las dos exorcistas.

- ¡L-Lo sentimos! – dijeron las dos exorcistas estrellando sus cabezas contra la mesa al querer hacer una reverencia.

Suspirando pesadamente, Issei miro a Koneko la cual le asintió.

- De todas formas, como les dije antes, quiero hablar. – dijo el castaño.

- De hecho, también queríamos hablar contigo. – dijo Xenobia.

- ¿Huh? ¿En serio? – Issei parecía sorprendido.

- Si, veras. Ayer después de que usaste a Mimic, esta resulto con algunos daños por lo que parecían quemaduras. ¿Puedes explicarlo? – dijo Xenobia.

- Eso probablemente se debe a mi poder de dragón. Este es muy potente y ya que la espada lo absorbió para atacar seguro causo eso. – dijo Issei.

- Ya veo, supongo que tiene sentido. – dijo Xenobia ya que no estuvo segura si el poder del chico tomaba esa forma de llama que recordaba o era algo aparte.

- Aun así, quiero hacerles una petición. – dijo Issei.

- ¿De qué se trata? – respondió Xenobia.

- Escuche que están buscando las espadas Excalibur robadas. Aquí Koneko-chan tiene un amigo que las detesta, por lo tanto, quiero que hagan una alianza temporal en lo que cumplen con su misión. – dijo Issei.

- ¿Trabajar con los demonios? No lo creo. – dijo Xenobia.

- Bueno, me deben una grande por toda la comida que han comido. A no ser que se quieran quedar lavando platos por una semana. – dijo Issei con una sonrisa.

Palideciendo, Xenobia regaño a Irina.

- Ves, te dije que no gastaras nuestro dinero para la misión de manera estúpida. – dijo la peliazul molesta.

- Pero era una imagen de un santo. – dijo Irina.

- Esa figura es una estafa, eres una tonta. – dijo Xenobia.

Pareciendo a punto de iniciar una pelea, Issei se aclaró la voz.

- Entonces, ¿tenemos un trato? – pregunto el castaño.

- Ugh, aunque no quiero aceptarlo… sería bueno tener algo de ayuda de alguien como tú. – dijo Xenobia.

- Oh, será solo de Koneko y Kiba que tengan ayuda. Yo soy alguien neutral aquí, no me interesan sus asuntos. – dijo Issei.

- ¿Kiba? – pregunto Xenobia.

- El rubio con el que peleaste ayer antes de que yo te derrotara. – dijo Issei.

- Ya veo, supongo que es mejor que nada. – dijo Xenobia.

- Bien, entonces el trato es el siguiente. Aceptan la ayuda de los demonios y a cambio, les permiten destruir una de las espadas. – dijo Issei.

- Supongo que está bien. Tenemos un trato. – dijo Xenobia extendiendo su mano derecha para estrecharla con Issei.

- Si, tenemos un trato. – dijo el castaño extendiendo su mano derecha también

Saliendo los 4 del restaurante después de que el castaño pagara la cuenta, fueron a un pequeño parque para que Koneko se contactara con Kiba. Subiendo al auto de Issei, las dos exorcistas hicieron un comentario.

- ¿Quién diablos eres? Tienes poder, puedes usar espadas sagradas y fuera de eso tienes un vehículo. ¿Acaso eres un tipo con suerte en exceso? – dijo Xenobia.

- Casi parece una especie de superhéroe. – dijo Irina.

- Ni una ni la otra. Ahora nos ponemos en marcha. – dijo el castaño.

Después de llegar al parque y de varios intentos fallidos por contactar a Kiba, Issei fue el que tomo el teléfono de Koneko y ya irritado, dejo una nota de voz para el rubio.

- Kiba, si no traes tu estúpido trasero a donde estamos ahora, puedes tener por seguro que cuando te encuentre te hare algo que dejara como un juego de niños lo que le hice a ese demonio Phoenix. – gruño Issei molesto.

Menos de 15 minutos después, el rubio llego al lugar donde estaban.

- Así que al fin das la cara. – dijo Issei mirando de reojo al rubio.

- ¿Para qué me querías ver? – pregunto Kiba.

- Yo no hice esto por ti, fue una petición de Koneko-chan. La tienes preocupada desde ayer que desapareciste por lo que me dijo. – dijo Issei.

- No lo entenderías. – dijo Kiba.

- Claro que lo entiendo, por eso las traje aquí. – dijo Issei para así salir de atrás de unos arbustos las dos exorcistas.

- ¿De qué se trata esto? – cuestiono Kiba poniéndose en guardia ante un posible ataque.

- Koneko-chan está preocupada de que hagas una tontería, ¿no es así? – dijo Issei mientras la albina aparecía desde atrás de él.

- Koneko. – murmuro Kiba al ver a su compañera de nobleza.

- Mira, no me importa que te pase niño bonito, pero ella me pidió un favor. Tiene suficiente de mi confianza como para ayudarle, por lo tanto, hemos llegado a un trato con las dos exorcistas. – dijo Issei.

- ¿Un trato? – cuestiono Kiba.

- Si, un trato caballero de Gremory. Les permitiremos a ti y tu amiga ayudarnos en nuestra misión, a cambio, podrán destruir una de las espadas robadas. – dijo Xenobia.

- No me interesa. No quiero solo una, destruiré todas las Excaliburs. – dijo Kiba dándose la vuelta para irse.

De la nada, el rubio sintió como alguien lo tomo del hombro derecho y lo hizo girar solo para ser recibido con un golpe al rostro que lo derribo.

Levantando la mirada, vio a Issei que lo miraba como si fuera un insecto.

- ¿Eso te gusto amiguito? Porque si no dejas de actuar como el emo vengador te daré unos cuantos más. – dijo Issei y luego apunto a Koneko que tenía lágrimas en los ojos. - ¿Eso es lo que quieres? ¿Acaso quieres hacer sufrir a tus amigos por tu estúpida venganza? Si no puedes ver a quien se preocupa por ti seguro que no podrás ver a un enemigo venir. Ayer diste pena cuando te enfrentaste a la peliazul de allí, ¿Qué crees que puedes hacer solo? Ese sentido de grandeza tuyo es una completa tontería. –

Después de decir eso, Issei se dirigió a su auto.

- Piénsalo de este modo, si vas solo, te matan. Así de sencillo. Ahora no hagas que mi tiempo invertido para ayudar a Koneko-chan sea una perdida. – después de decir eso, Issei subió a su auto y se marchó.

Mirando al reloj en su muñeca, el castaño noto que casi eran las 6 de la tarde.

- El tiempo pasa volando. – murmuro Issei mientras conducía a casa.

Quedándose en silencio, Kiba se puso de pie y les dio la espalda a las 3 chicas que lo acompañaban.

- Yuuto-senpai… - Koneko quería hablar, pero el rubio la interrumpió.

- Creo que me acaban de regañar. Algo raro cuando ni Buchou lo ha hecho. – dijo el rubio que se giró con una pequeña sonrisa. – Perdón por los problemas Koneko, Issei tiene razón. Debería confiar más en mis compañeros. –

- Bien, en ese caso, es hora de hablar contigo. – dijo Xenobia.

- Si, cuéntenme lo que saben. – dijo Kiba.

- Por lo que sabemos de momento, eres el famoso sobreviviente del proyecto espada sagrada. Solo para que lo sepas, este proyecto nunca fue aprobado por los altos mandos de la iglesia , por lo que lo que pasaron tu y tus amigos no se supo hasta el final. El líder del proyecto es un hombre llamado Valpa Galilei, pero tan pronto los altos mandos se enteraron lo exiliaron recibiendo el título de "Arzobispo Genocida". Eso es todo lo que sabemos de ese hombre así como parece ser uno de los principales aliados del cadre Kokabiel. – dijo Xenobia.

- Valpa Galilei. – repitió Kiba esas palabras. – "Ese tipo… será mi objetivo." –

Después de separarse en dos grupos de manera en que se pudieran comunicar, Kiba acabo por irse con Xenobia mientras Koneko se fue con Irina. Los dos demonios se podrían comunicar y así las dos exorcistas no quedarían en el anonimato en caso de que algo ocurriera.

Por su parte, Issei llego a su casa y recordó algo mientras guardaba su auto.

- "Ahora que lo pienso, no he decidido si haré un pacto o no con uno de los sirvientes de Sitri." – considero el castaño sin saber que Ddraig escucho sus pensamientos.

- [Si me lo preguntas a mí, creo que no haría mucha diferencia. Lo único es que tendrás un contacto directo con la heredera del clan por medio de uno de sus sirvientes.] – dijo el dragón.

- ¿Escuchaste? Oh, que importa. ¿Qué piensas tu Ddraig? ¿Sería beneficioso o sería una perdida de tiempo? – pregunto Issei.

- [Creo que depende totalmente de ti compañero. ¿Quieres mantener una buena relación con la casa de Sitri? Pues esa sería una buena opción. Desde mi punto de vista, quizás merece la pena darles la oportunidad, igualmente el contrato podría romperse en cualquier momento.] – dijo Ddraig.

- No es que quiera tener buenas relaciones con Sona y su clan, pero creo que tendría beneficios mientras soy parte de Grigori. – dijo Issei.

- [Oh, ¿Qué tienes en mente?] – pregunto Ddraig.

- No mucho, pero lo platicare con Azazel. Quizás él me pueda dar una buena razón para hacerlo. – dijo Issei.

- [Creo que es una buena idea, pero seguramente Azazel lo deje a tu criterio. El tipo quiere la paz, dudo que quiera sacar provecho de esto.] – dijo Ddraig.

- ¿La paz? Azazel es un tipo demasiado relajado, seguro solo quiere perecear sin tener que preocuparse por una guerra. – dijo Issei bajando de su auto.

- [Jajajaja, creo que podemos estar de acuerdo en eso. De todas maneras, estoy orgulloso de ti Issei. Te has hecho realmente fuerte así como te has rodeado de buenas personas. Hace mucho no me sentía tan a gusto con un portador.] – dijo Ddraig.

- Aun así, ¿Qué hay de la batalla contra el Dragón Emperador Blanco? ¿Quieres que me prepare para eso? Te debo bastante, creo que es justo que me prepare para ganar ese encuentro. – dijo Issei tomando desprevenido al dragón.

Pensando seriamente su respuesta, Ddraig finalmente respondió.

- [Honestamente Issei, no me importa esa batalla. Has lo que quieras con mi poder, solo quiero verte crecer y evolucionar. Sin embargo, hazte fuerte ya que no sabemos las intenciones que llegue a tener quien porte a Albion. Sería bueno poder rechazarlo sin sufrir en el proceso.] – dijo Ddraig.

- Heh, en ese caso te aseguro que me convertiré en tu portador más fuerte. Con esta llama monarca que ha despertado en mi cuerpo, sin duda alguna me haré más fuerte para proteger a mi nueva familia. – dijo Issei con una indudable determinación.

- [¿Nueva familia?] – pregunto Ddraig con algo de gracia y contento por la posible respuesta del castaño.

- Si, nueva familia. Quizás no era lo que esperaba en un inicio, pero sin duda alguna todos en casa hacen parte de mi nueva vida. Sería muy desagradable de mi parte si no los reconociera después de lo que han hecho por mí. – dijo Issei.

- [Realmente estas sanando compañero. Se que no tengo porque decirlo, pero seguro tus padres estarían orgullosos de ver que no te estas quedando estancado en lo sucedido. Ellos querrían verte brillar junto con tu hermana.] – dijo Ddraig sin saber que los ojos de Issei se llenaron de lágrimas.

- A veces siento que me quiero rendir, pero mis padres no criaron a alguien que se hecha a morir al primer tropiezo. Quizás ahora mi mayor impulso sea mi hermana, pero a futuro quiero creer que hallare mis propias razones para seguir avanzando. – dijo Issei.

- [Estoy seguro de que lo harás, pero por ahora, ve adentro y comparte con la gente que es tu nueva familia Issei.] – dijo Ddraig.

Sonriendo con algo de ironía, el castaño cerro el garaje y entro a casa.

- Oh, ya volviste Issei. – dijo Kazumi al ver al chico entrar.

- Dije que volvería a las seis, ¿no? – dijo el castaño.

- Si, Ray-chan dijo algo al respecto. – dijo Kazumi.

- ¿Dónde esta Azazel? Quiero platicar de algo con él. – pregunto Issei.

- En su habitación, hoy salió a Grigori por la mañana. – dijo la kitsune.

- De acuerdo, iré a verlo. – dijo Issei dirigiéndose al segundo piso.

- "Últimamente lo veo más feliz." – pensó Kazumi tras ver al castaño retirarse.

Yendo primero a su habitación para dejar su maletín, Issei luego se dirigió al cuarto de Azazel.

Toc Toc

Tras tocar un par de veces, el castaño escucho la voz de Azazel del otro lado.

- Entra. – fue la respuesta del hombre.

Abriendo la puerta, Issei vio a Azazel sentado en un pequeño escritorio mientras tenía un montón de papeles sobre el mismo.

- Oh, eres tú Issei. ¿Necesitas algo? – pregunto el hombre.

- Quería platicarte sobre algo. – dijo Issei.

- ¿De qué se trata? – dijo el caído girándose para ver a Issei.

- Sona Sitri me ofreció hacer un contrato con alguno de sus siervos hace unos días, pero le dije que lo pensaría. Sin embargo, no tengo una respuesta aún. ¿Qué opinas al respecto. – dijo el castaño.

- Mmm, eso es algo interesante. Si llegaras a tener un contrato con la familia Sitri tendrías la ayuda de la misma cuando lo requieras. Honestamente, no le veo problema a si deseas hacer el contrato o no. – dijo Azazel.

- ¿Habría algún beneficio para Grigori? – pregunto Issei.

- Si quieres hablar de beneficios para la organización me temo que no es algo viable. Un contrato con un demonio es para recibir su ayuda a cambio de algo, nada más. Por eso te digo que esta a tu criterio. ¿Quieres mejorar tus relaciones con la familia Sitri? Esa podría ser una buena opción. Realmente no necesitas mi aprobación para esto, es algo personal para ti Issei. Si quieres o no hacer ese contrato es asunto tuyo y de nadie más. – dijo Azazel.

- Comprendo, perdón por molestarte con algo tan simple. – dijo Issei.

- Heh, no te preocupes. Es normal que te preocupe eso, eres aún un novato en el mundo sobrenatural. Kazumi y mi persona estaremos felices de ayudarte cuando lo requieras, no tengas miedo de acercarte si lo necesitas. – dijo Azazel con una sonrisa.

- Eres un tipo bastante agradable Azazel. – dijo Issei para salir de la habitación del hombre.

Al caído le vino un recuerdo en ese momento.

Escena Retrospectiva

Después de aconsejar sobre algo a una pequeña chica de cabello plateado, Azazel se sentó mientras esta lo miraba.

- ¿Por qué eres tan amable conmigo a pesar de que somos de diferentes razas? – le pregunto la peliplata.

- ¿Por qué debería de tratarte mal? Ya lo has tenido complicado como para hacértelo más difícil. No soy un hombre al que le gusten las batallas, por el contrario, soy más pacifista. – dijo Azazel.

- Suena raro viniendo de un hombre que estuvo en una guerra. – dijo la chica.

- Ahí tienes tu respuesta. ¿Realmente crees que quiero volver a estar en medio de una guerra mortal? Prefiero no tener perdidas entre mis hombres y que estemos en paz. En todo caso, pronto te enviare con un chico de mi confianza. El también tiene una Longinus y podría enseñarte más de como usar la tuya. Además, tiene amigos buenos. Creo que estarás mejor con ellos por un tiempo antes de volver con nosotros, así podrías ver un poco más del mundo y tener amigos. – dijo Azazel.

Dando una sonrisa a cambio, la chica le dijo algo a Azazel.

- Sabes, eres un tipo muy agradable Azazel. Gracias por la ayuda que me has dado. Algún día devolveré lo que has hecho por mí. – dijo la peliplata para retirarse de la habitación en la que estaban.

Fin Escena Retrospectiva

- "Heh, en verdad se parecen." – pensó Azazel para dar un suspiro.

Volviendo a su trabajo, el hombre pensó en la futura batalla que se desencadenaría para poder mantener la paz entre las 3 facciones del panteón bíblico.

Fin del Capítulo

Bueno, eso es todo por esta ocasión. Es puro relleno, pero es necesario, no se hagan. En todo caso, creo que las ilustraciones futuras creadas en base a IA se tardaran un poco ya que no cuento con internet en donde estoy ya que es prácticamente una cabaña en las montañas. De milagro y llega señal de teléfono para publicar los capítulos XD. En todo caso, intentaré traerles las ilustraciones del momento cuando llegue Valeria. Por el momento, de alguna manera pude cargar la imagen de la espada que mencione antes en el transcurso del capítulo así que aquí les dejo el link nuevamente. Hasta una próxima, recuerden cuidarse y tomar awa. Bye-bye ✌

mega. nz/ folder/ hzkEmCKA #FE4OKukli27N 4MUudT9SKA

Pdt: Es probable que use armas del mismo juego dentro de mis historias a futuro ya que están bien chidas XD.