"Borrachera sentimental"
Capítulo 7
.
.
.
.
.
.
Katsuki suspiró duramente con la frente en alto. Tenía el pecho apachurrado por haber soltado sus sentimientos. Pero se mantenía sereno, pues la curiosidad de saber lo que Izuku había confesado encendía un fuego en su interior.
—Tomará mucho explicártelo —Musitó Izuku, avergonzado.—No sé si te moleste escucharme… estás borracho. Puede que lo olvides y no quiero eso.
—No estoy borracho ¡Mierda! —Katsuki empuñó las manos, inhalando con fuerza.—Si sigues dando vueltas, vete corriendo con ese pendejo.
—¡Kacchan! —Exclamó Izuku, ofendido; luego lo percibió, removerse a lado de la cama, colocando sus brazos en el borde, cerca de su brazo.—No me malentiendas, por favor.
—Deku —Exigió Katsuki.—Habla, ¡Maldita sea!
—¡Sí!
Seguido de un silencio súbito. Katsuki con la mente un tanto anestesiada, estaba danzando entre mirar a Izuku o escucharlo.
La paciencia lo abandonó pronto.
—¿No dirás nada? —Presionó Katsuki, elevando una ceja.
Notó que Izuku se tensó, mordiéndose los labios con un leve titubeo.
—Pasó hace unos meses —Dijo Izuku, la voz pausada, sus manos cerradas rozando gentilmente la sábana.—No. Creo que es de antes. Sí. No sé… honestamente, sólo sé que en un momento algo cambió en mí poco después de que mi relación finalizara, y me costaba tanto verlo. Hablar contigo. Enfrentarme a ti, Kacchan —Suspiró tras soltar la oración.—Fue tan difícil admitir que me gustaba mi amigo de la infancia, luego de tantos años de conocernos…—De repente, se detuvo, se movió unos centímetros cercano a él—, ¡Ah! No, espera. Me estoy desviando demasiado —Se rió nervioso—. Todo empezó cuando salimos de Yuuei, Shinsou y yo decidimos ir a vivir juntos. Sé que no quieres saber los detalles, no te los diré. Ya ha pasado. Te aseguro que lo que tenemos es diferente.
Katsuki puso cara de enfado.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Las relaciones son diferentes —Remarcó Izuku, con una sonrisa. —Y estoy conforme con cómo la estamos manejando.
—Estupideces —Bufó Katsuki.
—No son —Replicó Izuku, insistente—, Quiero decir… Las relaciones, el amor, eso no se puede quitar. Así es como yo lo veo y espero que podamos seguir a lado del otro por mucho tiempo.
—¿Podrías dejar de dar vueltas por sólo cinco minutos, Deku? —Espetó Katsuki, impaciente.
—¡Lo siento! —Exclamó Izuku, abochornado. —No quiero que parezca que no quiero hablar —Katsuki puso los ojos en blanco—. O que estoy evitando ser más sincero. Sólo buscaba aclarar que lo que tenemos es valioso.
—¡Deku!
—Está bien, hablaré. Hablaré —Balbuceó Izuku, torpemente. —Estoy muy nervioso, Kacchan.
Izuku suspiró, tras lo cual, manifestando determinación en su aspecto. Sus ojos se miraban absortos en el dorso de sus manos, y sus codos reposaban levemente en las sábanas. Katsuki notaba con lozana nitidez, Izuku se veía resoluto a dar su punto a conocer.
—Bien. Mis sentimientos por ti, como sé, no es tema sencillo. Nunca lo ha sido. Nuestra relación siempre ha sido tan distinta a todas las otras que he tenido que me ha sido difícil catalogarla como amistad, rivalidad. Pasamos de discusiones a competir —Vio a Izuku, sonreír un tanto melancólico.—Creo que todo inició cuando acabó la guerra y estábamos tan devastados por los resultados, pero de alguna manera, agradecidos de que todo hubiera terminado. En el segundo día de ser atendido en el hospital me encontré con Shinso. Él, como yo, no estábamos tan lastimados, pese que sabes lo que hice —Lo dijo con gran énfasis, que a Katsuki le provocó un pequeño escalofrío en las manos. —Tú estabas inconsciente, Todoroki, Uraraka, y otros más. No tenía con quién conversar, y él fue el que le dio significado a el resto de mis miedos, de mi cansancio, mi sufrimiento.
Katsuki entrecerró los párpados.
¿Por qué Izuku tocaba ese tema? ¿Cuál su propósito contarle detalles que no quería saber?
—Me sentía tan vulnerable, solo e incompleto. Estuve tan concentrado en terminar con el legado del OFA y el AFO que me impidió ver más allá de mi propio yo. Cargar con esa responsabilidad era demasiado para mi; incluso con el apoyo de todos ustedes. Es por eso que su presencia en mi peor momento me hizo verlo de otra forma.
—Deku… —Gruñó Katsuki, enfurecido por aquello.
Él no quería tener la noción de cómo Izuku se enamoró de ése imbécil. Le calaba profundamente no haber podido estar allí. Quizás si él hubiera despertado antes; quizás Izuku lo habría visto distinto.
No pudo evitar, empuñar las manos con desdén.
—Sabrás por qué te cuento esto, así que por favor no te enojes, Kacchan —Aclaró Izuku, como si hubiera identificado su reacción.—Ehm, regresando al tema, ¿Recuerdas la misión que tuvimos el primer año después de que nos graduáramos? ¿La del villano con el quirk que creaba objetos?
Frunciendo el ceño, Katsuki asintió.
«La acompletamos con el bastardo mitad y mitad» Añadió.
—Replicamos esa maniobra que hicimos contra Shigaraki —Señaló Izuku, sonriendo, con el dedo índice arriba—, Y lo derrotaste más rápido que la muralla de hielo de Todoroki-kun, aunque él más bien, estaba protegiendo a los ciudadanos —Tras lo cual, suspiró como recordando—, Fue tan asombroso, Kacchan. Estuvimos genial juntos. No me había sentido así desde que salí de Yuuei. Me sentí bien, fue casi como sentirme vivo otra vez. No paraba de decirle a Shinsou lo genial que nos vimos, lo sincronizados que estábamos, lo asombroso que actuaste. Se lo contaba todo el tiempo, Kacchan. Tanto que lo mencionaba cada vez que te miraba en las noticias, en los pósters, la mercancía. Me volví un poco molesto, tal vez las cosas para Shinsou fueron difíciles. Tener que lidiar conmigo. Y fue peor porque vivíamos juntos. Sé que fui un pésimo novio y eso hizo que Shinsou se sintiera inseguro. Pero era imposible no pensar en ti, o mencionarte. Era raro. Te conocí toda mi vida y no verte era raro. Sentía que algo faltaba y no sabía qué era… —Izuku dejó la frase flotando—, me di cuenta que me volví a sentir vacío. No fue hasta que Shinsou terminó conmigo que, entendí por qué lo había hecho ¡Pero, me tomó tanto!
—Deku…
—Y me sentí tan estúpido por no dejar de pensar en que quería verte como lo hacía antes y por qué había terminado mi relación por mi culpa. Era insoportable. Tuve que irme. ¡Rayos! Y pensar que cuando me confrontó me dijo "Siempre hablas de él. Parece que te gusta" ¡Y no lo capté! Lo dejé pasar. Debió haber creído que su ex era un idiota. Bueno, lo soy —Añadió con un lamento lleno de aborrecimiento—, Soy un gran idiota que no sabe reconocer sus sentimientos. Lo que he hecho es lastimar a las personas que más me importan.
Izuku se levantó como de resorte, las lágrimas marcando ríos en sus mejillas.
—Apenas reconozco que mi vida no es la misma sin Kacchan. Siempre ha sido así para mí —Katsuki vio a Izuku poner una mano en su frente, dejando caer su cabeza con pesar.—Has de pensar que soy un idiota, ¿No? Un idiota que le cuesta admitir sus sentimientos y que ahora que sé que me gustas, que lo admito, no soportaría separarme de ti —La voz de Izuku se rompió —, No sabes lo feliz que me hizo escuchar tu confesión, porque me abrió los ojos y supe que debía aprovechar la oportunidad de aventarme a lo que no conocía y comenzar a vivir estas sensaciones, esto que siento a tu lado. Tal vez así encontraría mi respuesta…
Katsuki apretó los ojos. Había entendido a qué se refería Izuku, a qué punto intentaba llegar con aquella explicación tan estúpida como conciliadora.
Le resarcía el hecho de que no sólo él se había sentido de esa manera durante años, sino que Izuku tuvo una pelea consigo mismo por la misma ridícula ceguera que él padeció.
—¿Encontraste tu respuesta? —Se atrevió a preguntar; su voz baja, pausada y enronquecida.
Izuku subió la mirada de golpe, abrió la boca y sus facciones cobraron gesto de asombro. Las lágrimas seguían ahí como indicios de un presagio incierto.
Su corazón dio un vuelco al verlo asentir.
—Me gustas —Chilló Izuku, los hombros dando sacudidas, sus manos moviéndose ansiosas por alzarse.
La realización le arrasó encima comprendiendo que Izuku quería tocarlo.
—Me gustas —Continuó Izuku, quebrándose.—Esa es mi respuesta.
Antes de que Katsuki hablara, Izuku se limpió las lágrimas con el dorso de la mano. Apurado, dijo:
—Tienes que recordarlo, por favor. No olvides esta conversación, Kacchan.
«Como si pudiera olvidarlo, cabrón» pensó, impregnado de sus emociones. «Tendría que estar imbécil para hacerlo».
—Significa mucho para mí y espero que con eso puedas confiar en mí. Quiero que confiemos el uno del otro. Quiero poder estar ahí para aclarar todas tus dudas sin importar lo pequeñas que sean. ¡No te presiones, Kacchan! Me puedes contar lo que quieras cuando quieras.
—¡Cállate! —Gritó Katsuki. —Cierra la maldita boca, Deku.
Izuku formó una línea con sus labios, los ojos abiertos, levemente enrojecidos por las lágrimas, su cuerpo tieso.
Lo vio a punto de soltar un «lo siento» que se frenó atropellándose con su propia boca. Cerró los ojos y los puños dando la imagen de estar aguardando el veredicto.
—Deku —Articuló Katsuki.—Izuku —Corrigió, notando que asintió con exagerada energía.—¿Tu… tu sientes algo por él?
«No me engañaras, ¿verdad?» Fue lo que se tragó con el orgullo erosionado.
Izuku negó con un movimiento de cabeza.
—Sólo te quiero a ti.
—Estás diciendo pura mierda —Se quejó Katsuki, sacudiendo la cabeza.
—¡Es cierto! —Exclamó Izuku; tras lo cual, añadió—: He decidido que quiero permanecer a tu lado hasta que me pides que me aleje. O peor, hasta que me digas que ya no te gusto.
Katsuki se mostró sorprendido, ignorando el hecho de que se había exhibido. ¡Carajo! Estaba permitiendo que su resolución vacilara y sus pesares decayeran por el drenaje.
«Dile, Katsuki» Se dijo, tras percatarse de que Izuku se manifestaba más y más melancólico, como si se estuviera cayendo. «Dile lo que sientes. ¡Mierda! ¡Abrázalo!»
—¿Crees que creeré eso? —Interrogó Katsuki, agrio; se rió. —No hiciste nada en todo este tiempo. Tomaste malas decisiones, huiste como un maldito imbécil en lugar de confiar en los que estamos a tu lado.
—Kacchan —Musitó Izuku, dolido. —No es así.
—Es así, cabrón —Regañó Katsuki —, Me ves cara de estúpido. ¡Me ves por abajo de ti! ¿Acaso no soy suficiente para que hubieras confiado en mi desde el principio?
—¿Qué? ¿Cómo? —Izuku sonaba temeroso.—Pero-pero, creí que habías comprendido. Pensé… Kacchan, ¿Qué quieres que haga? Pídeme lo que sea y lo haré.
«¿Qué estoy haciendo? Esto no es lo que le quiero decir. ¡Carajo! Parezco un pendejo desagradecido. Maldito Deku. ¡Haz algo! ¡Abrázame!»
—¡Lárgate! ¡No te quiero ver!
«Quédate»
—¿Eh? ¿Que me vaya? Kacchan —Izuku se acercó cautelosamente hacia él.—¿Realmente eso es lo que quieres?
Su voz apagada, punzaba por cada centímetro de su piel.
Había algo en el tono de Izuku que exclamaba sin culpa «¿Acaso no puedo quedarme contigo?», que él quería corresponder con la poca compostura que le sobraba. Su mente era niebla, su corazón, sus venas, sus huesos. Lo pensaba cubierto de incertidumbre y miedo.
—Sí —Bramó Katsuki, esquivando su mirada.
—Kacchan…
Izuku se quebró por unos segundos, que fueron eternos. Lágrimas caían desenfrenadas. Izuku tapaba su rostro con sus mechones desparramados, su aspecto tornándose más desprolijo, conforme sus emociones le arrebataban la tristeza.
Katsuki sólo podía mirar, con el cuerpo ardiendo.
De pronto, sin decir nada, Izuku salió de su habitación, dejando el silencio de su departamento consumirle.
.
.
.
.
.
.
NOTAS: Estuvo intenso el capítulo.
Espero que les guste.
