En la sala de mando habían al menos cinco felucianos, aunque uno de ellos destacaba entre todos. Tenía un rostro bastante cansado, y con sólo mirarlo se podría decir que era el más experimentado de todos los habitantes que habían visto. Image Casiss: - Droides de comando, un superdroide táctico y un clon juntos. Pensé que ya lo había visto todo. Perdone mi ignorancia, joven, pero no conozco su especie. - Se dirigió a Wag Too.
Wag Too: - Soy Wag Too, un lurmen. Venimos a ayudar. -
Casiss: - Cualquier ayuda es bienvenida. Pero quiero pedirles disculpas por mi cautela pero... ¿Qué motivos tienen para ayudarnos? -
Wag Too: - Estamos estableciendo una resis... -
Ícaro: - Venimos a buscar a una amiga. - Dijo de pronto, previniendo que el lurmen diese demasiada información que aún no podían rebelar. - Creemos que vino a este planeta por algún motivo, pero no sabemos su paraderos. Si nos ayudan a encontrarla, los ayudaremos con su problema con los imperiales. -
Casiss: - ¿Una amiga? Felucia no es un buen lugar para perderse, y menos con esta guerra. - El feluciano se dio la vuelta por un momento y miró al resto de líderes allí reunidos, pero ninguno de ellos estaba convencido. Estaba dispuesto a rechazar la propuesto, pues bien podría ser una trampa de su enemigo, pero antes de poder negarse, una voz se hizo presente en el lugar, una voz que hizo a todos darse la vuelta de inmediato. ?: - Está bien, Casiss. Creo que podemos confiar en ellos. -(*)
Image Casiss: - Maestra Shaak Ti. No debería mostrase. Es muy peligrosos. -
Shaak Ti: - Está bien. Creo que podemos confiar en estos... individuos.
Boil: - ¿Shaak Ti? ¿Acaso eres...? -
Ícaro: - Maestra Jedi. Miembro del Consejo Jedi. Shaak Ti. Parece que ha logrado sobrevivir todos estos años. -
Shaak Ti: - Veo que no le impresiona mi presencia. -
Ícaro: - La verdad no. Conocía que los felucianos no eran grandes guerreros, así que me estaba cuestionando cómo pudieron enfrentarse al Imperio en una guerra tan prolongada. Pero ya tengo mi respuesta. -
Wag Too: - ¿La conoces? -
Ícaro: - Tengo información de todos los Jedi que una vez lucharon durante las Guerra Clon. Así estuviesen escondidos en las instalaciones de Kamino. -
Shaak Ti: - Veo que está muy bien informado. -
Ícaro: - La información es mi mejor arma. -
Casiss: - Maestra, debemos dejar las presentaciones para otro momento. Tenemos serios problemas en la zone norte del planeta. -
Tras un leve gesto de la Jedi, los presentes se acercaron a una mesa de mando, donde un holoporyector mostraba la totalidad de Felucia y el crucero Arquitens en la órbita, con cientos de puntos rojos que mostraban los diferentes conflictos sobre la superficie. Y tras manipular un poco los controles, el mapa se acercó a la región norte donde se podían ver inmensas columnas de stormtroopers avanzando por la selva de hongos mientras las fuerzas de la resistencia retrocedía constantemente. Casiss: - Son los refugiados gossam, están perdiendo terreo demasiado rápido. - Shaat Ti: - Debemos enviar refuerzos. ¿Con cuantos contamos? -
Casiss: - Al menos unos dies mil efectivos. -
Los presentes se quedaron pensando por un tiempo, temiendo que no fuera suficiente para frenar el avance del Imperio, pero parecían no tener muchas opciones. Entonces, la Jedi se viró al superdroide táctico. Shaak Ti: - Tengo entendido que los de su tipo son expertos en la estrategia. Creo que este sería un buen momento para brindarnos su ayuda. - Le dijo al droide. Sin embargo, Ícaro no dio una respuesta inmediata como siempre solía hacerlo. En cambio, se mantuvo pensativo por unos segundos, hasta que finalmente comenzó a hablar. Ícaro: - No importa cuantas tropas envíen, siguen estando en inferioridad numérica. En este momento lo más sensato sería evacuar a los gossam y unirlos a sus fuerzas. Ya es demasiado tarde para salvar la zona norte de Felucia. -
Casiss: - ¿Sugieres que simplemente sedamos parte del planeta a los imperiales? Eso es blasfemia. -
Ícaro: - Es mejor perder una parte y no todo el planeta. - Dijo contundentemente, provocando el silencio de todos los presentes. - Sus fuerzas están demasiado dispersas. -
Casiss: - Los gossan son refugiados en su mayoría. No tiene muchos guerreros. -
Ícaro: - Entonces nuestra prioridad debería ser salvar a tanto como podamos. Y evitar un enfrentamiento directo. -
Shaak Ti: - Estoy de acuerdo. Debemos garantizar la vida de los civiles. Movilicen a tantos transportes cómo puedan. - Casiss: - Si mi señora. - Los felucianos abandonaron la sala, dejando a Ícaro y su grupo a solas con la Jedi. Ícaro: - Wag Too, Boil. Vallan con ellos. Brindadles toda la ayuda que puedan. Que todas las unidades comando monten un perímetro alrededor de la zona. Sólo observen y eviten entrar en cualquier tipo de conflicto. No deben permitir ser vistos. Droides: - Roger. Roger. -
Todos salieron de la sala, pero Wag Too permaneció sobre la puerta por un momento. Dudoso si seguir adelante o no. Wag Too: - ¿Está todo bien? -
Ícaro: - ¿A qué te refieres? -
Wag Too: - Te conozco lo suficiente. ¿Ocurre algo? -
Ícaro: - Todo esta bien. No tienes nada de qué preocuparte. - El lurmen sonrió levemente, aunque sabía que el droide no le estaba contando todo. Sabía que Ícaro tenía algo que le preocupaba, pero parecía no estar dispuesto a decirlo, así que decidió marcharse con el resto. Shaak Ti: - No eres un droide muy común. Eso puedo saberlo. Pero tu amigo parece estar preocupado por ti. -
Ícaro: - Mi presencia no es tan extraña como la suya. ¿Y por qué no va a ayudar a los refugiados? -
Shaak Ti: - Por mucho que me duela. No puedo dejar que nadie note mi presencia o enviarán a los inquisidores a por mi. Si nuestra situación ya es precaria de por si, la presencia de algún usuario del lado oscuro empeoraría mucho las cosas. - Entonces, la Jedi hizo un aleve pausa. - Dime. ¿Por qué puedo sentir la Fuerza en ti? -
La pregunta dejó al droide en shock, pues la verdad, no tenía la menor idea que responderle.
Ícaro: - Esa es una respuesta que tampoco soy capaz de encontrar. La Fuerza se escapa más allá de mi lógica, y no logro encontrar un principio físico que explique su naturaleza. La duda en mi es tan grande cómo lo es para ti. -
La maestra Shaak Ti se le quedó mirando por un momento algo confusa. Ante ella se mostraba un droide, una máquina de metal y cables. No era un ciborg, eso podía saberlos, pero que la Fuerza se presentara en él era todo un misterio, un misterio que rompía con todas sus creencias y lo que había aprendido a lo largo de su vida como Jedi. Se mantuvo pensativa por un tiempo, hasta que un extraño escalofríos recorrió su espalda. La togruta abrió los ojos en shock, creyendo que había sentido la presencia de un viejo amigo, uno que hace cinco años se confirmó su muerte. No podía creerlo, y no sabía con certeza si lo que sintió fue su voluntad o una artimaña del lado oscuro, pero sabía como descifrarlos. Shaak Ti: - Acompáñame. - Le dijo mientras se retiraba del lugar, sin decir ninguna otra palabra. Ícaro siguió a la togruta por los pasadizos de la Aldea. Su andar era algo lento, sereno y carente de emociones negativas, y aunque Ícaro era un droide, comenzaba a impacientarse un poco, pes tenía muchas cosas dándole vuelta en los circuitos. Ícaro: - ¿A dónde vamos? Debo encontrar a mi compañera mientras el resto ayudan a los refugiados. -
Shaak Ti: - La paciencia es algo muy difícil de desarrollar. -
Ícaro: - Soy un droide. La paciencia es algo que puedo lograr sólo con pagar mi procesador. -
Shaak Ti: - Y aún así, no eres capaz de hacerlo. - El droide no tuvo más remedio que quedar en silencio, sabiendo que la Jedi tenía la razón. - Por extraño que parezca, hay muchas dudas nublando tu men... tus circuitos. Debes desatar esos nudos para poder ver el mundo con mejor claridad. -
Ícaro: - Para ver el mundo con mejor claridad necesito nuevos sensores ópticos, no limpiar mis circuitos. -
Shaak TI: - Es solo una expresión. Una metáfora. - Dijo tras reírse por unos segundos de la rectitud de pensamiento del droide. La togruta guio al droide a las afueras del refugio, en una zona adentrada del bosque. Caminaron durante un tiempo entre el denso foliage y los enorme hongos que se alzaban a más de tres metros de altura. El droide seguía a la Jedi de cerca, pero no tenía la menor idea de a dónde se dirigía, y a pesar que le preguntó en varias ocasiones, Shaat Ti se limitaba a no responderle y seguir adelante. Finalmente llegaron a una zona del bosque, una zona que parecía no tener nada especial, pero que por algún motivo se sentía extraña, incluso para Ícaro, quien carecía de ese "sexto sentido," por decirlo de alguna manera. Shaat Ti se adelantó y se sentó sobre una piedra, con las piernas cruzadas y las manos unidas sobre su regazo, en una clara pose de meditación. Ícaro: - ¿Qué está haciendo? -
Shaak Ti: - La Fuerza es la energía que guía a los seres vivos, a la naturaleza que nos rodea. Si quieres sentirla, deber alejarte de toda señal de civilización, y dejar que fluya en tu cuerpo. -
Ícaro: - Soy un droide. Yo mismo soy producto de la civilización. -
Shaak Ti: - Sólo inténtalo. -
Y allí se encontraba una vez más, en la misma encrucijada que se encontró en los bosques de Gwori. Ese extraño lugar que parecía desafiar toda lógica. La única diferencia, era que había alguien más que parecía intentar guiarlo, peso sólo se sentó allí y no le dijo nada más. El droide no tuvo más opción que seguir a la togruta, y recostarse a un hongo gigante para evitar que su cuerpo se desbalanceara por el propio peso de su cuerpo. Cruzó las piernas y juntó las manos, y apagó los sensores ópticos esperando que "algo" se presentara. Aunque no tenía la menor idea de qué exactamente. Pero ese no era momento para perder el tiempo, sus aliados estaban cerca de un campo de batalla, y desconocía el paradero de Mirana, pero por algún motivo, sabía que estaba en algún lugar de Felucia. Por otro lado, la pequeña Tova estaba sola con Titán y Delta, y cualquier cosa podría pasarle. Para él simplemente era imposible "despejar la mente," hasta que:
?: - Veo que muchas cosas nublan tu mente. - Ícaro quedó en shock al oír esa voz masculina una vez más. La misma que escuchó en el bosque de Gwori. Encendió sus sensores ópticos de golpe, pero para su sorpresa, no se encontraba en los bosques de Felucia. En cambio, era un lugar bastante oscuro, con un todo grisoso en todas direcciones. Miró a todos lados, pero no pudo ver absolutamente nada, incluso no pudo ver el suelo sobre el cual estaba apoyado. Entonces, un extraño humo blanquecino comenzó a arremolinarse justo frente a él, mientras algunas tonalidades azuladas se hacía presentes, pasaron unos segundos, y ese humo extraño tomó la forma de un ser. Era un cereano. Un rostro que por algún motivo, le resultaba muy familiar. Image
(*) Debo admitir que metí la pata y no seguí el Canon con este personaje, y gracias a Shota_Fanfics por recordármelo, pero continuaré con la historia de esa manera por varios motivos:
1 - Si solo vieron las películas recordaran a Shaak Ti como la Jedi que Grievous mato. (Aunque probablemente ni supieran su nombre) y si vieron la serie de los clones la recordaran como la Jedi que supervisó el entrenamiento de los clones en Kamino. (Y punto) Por ende. Su muerte realmente queda algo "olvidada" en el canon. 2 - Por otro lado, en Leyend es otra historia, siendo un pilar decisivo en el desarrollo del personaje Galen Marek (Starkille) y todo el futuro del universo de Star Wars. Influyendo incluso en otros personajes. De allí que su presencia en Felucia un tiempo antes de la creación de la alianza rebelde sea tan crucial. Por tales motivos, para este personaje seguiré su papel en Leyend y no en el Canon. Claro, en el Canon actual. Ya que esto lo cambian cada par de años.
