En el interior de la cabina de mando del Arquitens:
Oficial 1: - Comandante Cress. Nuestras tropas han tomado el supuesto refugio de los gossan, pero informan que la resistencia fue mucho menos que la esperada. -
Cress: - Mmm. Eso es extraño. ¿Qué dicen los prisioneros al respecto? -
Oficial 1: - No saben nada al respeto señor. -
Cress: - Creía que los gossan no tenían muy buenas relaciones con el resto de habitantes de Felucia. ¿Sabes si hubo un cambio de último momento? - Oficial 1: - No, señor. -
Cress: - Interróguenlos una vez más. Sean más "persuasivos" si es necesario. -
Oficial 1: - Como ordene, señor. -
Cress: - ¿Están las tropas en posición? -
Oficial 2: - Si, señor. Los exploradores confirmaron sus sospechas. Hay una caravana que se desplaza hacia la zona central de Felucia. -
Cress: - Muy bien. Liquídenlos. -
Oficial 2: - Si, señor. -
Mientras tanto en los bosques de Felucia. Mirana: - Uffff. Ha sido una noche muy agitada. - Boil: - Ni que lo digas. Pensé que no nos libraríamos de esos stormtroopers. -
Wag Too: - Por suerte Ícaro no se equivocó en sus predicciones. -
Los tres iban a la cabeza de la caravana que se trasladaba hacia la Aldea. Al menos mil refugiados gossan se trasladaban en dos pequeños transportes que hacía lo posible por pasar desapercibidos por la densa vegetación de Felucia. Apenas cien de los refugiados estaban armados, el resto eran féminas, infantes y ancianos, no aptos para el combate. La mayoría de sus guerreros murió intentando proteger a sus familias, haciendo po posible para retener inútilmente el avance imperial. Image Los ánimos estaban por el piso, y sólo posían escucharse las pesadas llantas de los transportes rodar sobre la tierra fértil de la selva, mientras todos iban en silencio, adoloridos por las pérdidas sufridas. El sol apenas se asomaba en el panorama cuando:
Image Dos caminantes salieron de entre la maleza y abrieron fuego contra el transporte que la retaguardia. El pesado vehículo voló por los aires, acompañado de una violenta explosión que mató a más de la mitad de los refugiados gossan de golpe. Mirana: - ¡Emboscada! -
Boil: - ¡Acelera! ¡Acelera! - Le gritó al gossam que iba de piloto del transporte. El asustado piloto pisó el acelerador a fondo, haciendo que el transporte patinara peligrosamente sobre el suelo fangoso, pero afortunadamente, el vehículo logró recuperar la tracción antes de alejarse de los caminantes mientras hacía todo lo posible con evitar los disparos de los caminantes.
Wag Too: - ¿Qué son esas cosas? -
Boil: - Los nuevos vehículos todoterreno imperiales. El AT-ST. -
Mirana: - Su potencia de fuego es demasiado para poder enfrentarlo... ¡Cuidado! -
El grito de Mirana se debía a lo que veía por el parabrizas del vehículo. Al estar asustado y confuso, el conductor no pudo ver una pronunciada raíz que sobresalía del terreno irregular. De al menos un metro de espesor, la raíz fue lo suficientemente fuerte para volcar al vehículo cuando sus enorme ruedas pasaron sobre ella. El pesado vehículo se deslizó varios metros, mientras los refugiados a su interior gritaban presas del pánico, hasta que finalmente cayó sobre su costado, y se detuvo tras derrapar unos metros por el suelo fangoso. Reprodúcelo y sigue leyendo:
Image El humo salía del vehículo dañado, junto a varias chispas que salpicaban peligrosamente sobre la mancha de combustible que poco a poco se escapada de los tanques del transporte. Hubo unos segundos de silencio, hasta que las puertas traseras del vehículos se abrieron de golpe tras una poderosa pata de Mirana.
Mirana: - ¡Rápido! ¡Rápido! ¡Todos fuera! -
Los refugiados comenzaron a salir despavoridos, aterrados por lo recién sucedido. Boil, Wag Too y los droides se sumaron a la retirada, tratando de mantener a todos los civiles a salvo. Pero los problemas apenas empezaban. Stormtrooper: - ¡Allí están! ¡Abrid fuego! -
Una gran cantidad de stormtroopers se asomaba de entre la vegetación mientras abrían fuego contra los desarmados refugiados. En un intento desesperado, Mirana y Boil condujeron a los sobrevivientes hacia un muro de árboles y hongos gigantes, para tratar de conseguir algo de cobertura, mientras los droides hacía lo posible por mantener a raya a los imperiales. Muchos refugiados gossan perdieron la vida por el fuego cruzado de los blaster imperiales, y muchos de sus combatientes murieron intentando proteger a sus familiares. La bajas fueron catastróficas. Boil: - ¡Alfa! ¡Retírate! - Le gritó al droide comando, quien estaba en primera fila luchando junto a los droides de la Guardia Punitiva, haciendo lo posible para contener a los stormtroopers. Alfa: - ¡Negativo! ¡Si nos retiramos atacará a los civiles! -
Wag Too: - ¡Alfa! ¡No! - Alfa: - ¡Ha sido un honor, comandante! ¡POR LA ALIANZA SEPARATISTA! -
El droide comando se lanzó de frente hacia los enemigos, seguido de cerca por el resto de droides presentes. Usando las pocas coberturas que el campo de batalla les ofrecía, lograron mantener al enemigo a raya mientras los refugiados gossan alcanzaban la seguridad de la maleza al otro lado del campo de batalla. Gracias a sus características y a las mejoras de programación que Ícaro había programado en cada uno de los trece droides, fueron capaces de mantener a raya el cordón imperial y abatir al menos cincuenta stormtroopers. Pero los enemigos eran simplemente demasiados. Los droides lucharon con gran fiereza mientras los soldados de armadura blanca se acercaban poco a poco. Disparaban con suma precisión, abatían a dos o tres stormtroopers y luego se volvían a esconder tras la pobre cobertura. Hasta que los enemigos estuvieron demasiado cerca y los comenzaron a flanquear. Uno por uno, los droides de marcas negras comenzaron a caer producto al fuego cruzado que perforaba sus circuitos. Hasta que finalmente solo quedó uno de ellos en pie.
Alfa estaba agachado tras la cobertura que una raíz de poco más de un metro de altura le brindaba. Los blaster picaban cerca, sacudiendo la tierra a su alrededor y haciendo astillas a la madera cada vez que golpeaban la raíz que lo resguardaba. El droide se dio la vuelta una última vez, sólo para ver como Boil, Mirana y Wag Too, este último con lágrimas en sus ojos, le gritaban rogándole para que se retirara. Pero esa no era una opción, y él lo sabía. Su último gesto fue asentir con la cabeza, antes de volver a la batalla. Saltó sobre la raíz que lo resguardaba, abatiendo con gran precisión a los stormtroopers que se acercaron demasiado. Recibió un disparo en el pecho, pero sus placas de metal pudieron soportarlo sin frenar su avance. Se lanzó de frente contra un imperial, y usó el blaster D-5 para perforarle el corazón en un disparo a quemarropa. Tomó el cuerpo sin vida del hombre y lo usó cómo escudo, mientras abatía al resto de enemigos que se acercaban en todas direcciones. Pero eran demasiados. Al menos una docena de stormtroopers formó un círculo a su alrededor, y a a pesar de sus intentos por acabar con ellos, Alfa no pudo resistir un disparo que le desprendió la pierna derecha. Tras perder el equilibrio, tuvo que dejar el cuerpo del soldado caído para sujetarse del tallo de un hongo gigante, para luego recibir un disparo en la cabeza que fundió sus circuitos al instante. No sin antes lograr abatir a otros tres stormtroopers. Wag Too: - ¡NOOOOOOOOOOO! -
El grito del lurmen resonó en esa zona del bosque mientras seguía disparando con su rifle de francotirador a los stormtrooper que se acercaba al cuerpo del droide. Pero ya era en vano. Boil: - ¡Wag Too! ¡Wag Too! ¡Oye! ¡Detente! -
El clon tuvo que agarrar al lurmen desde la espalda y lanzarlo tras una cobertura para evitar que los disparos provenientes desde el otro lado del campo de batalla acabaran con su vida. Sin embargo, eso no detuvo la frustración del lurmen, quien golpeaba el tronco de uno de los hongos gigantes para intentar desahogar su desesperación. Boil: - ¡Mirana! ¡Tenemos que salir de aquí! -
Mirana: - ¡Lo se! ¡Lo se! ¡Los guerreros gossan tampoco resistirán mucho! -
Boil: - ¡Tenemos que llamar a Ícaro! ¿¡Dónde está el transmisor!? - Los dos humanos alzaron la cabeza por un instante, sólo para ver la pesada caja de metal con una antena que yacía sobre el suelo, alejada al menos uno diez metros de donde se encontraban. Minana: - ¡Cúbreme! -
Boil: - ¿¡Estás loca!? ¡NO llegarás antes que...! -
Wag Too: - ¡Yo voy! - Exclamó mientras salía de la cobertura hacia el frente. Boil: - ¡Wag Too! ¡No!... ¡Mierda! ¡Todo el mundo! ¡Cúbranlo! -
Boil, Mirana, y los pocos más de diez gossam armados que aún seguían en pie, comenzaron a disparar todo lo que tenía hacia las formaciones enemigas para que el lurmen pudiese llegar al transmisor justo en medio del campo de batalla. Los imperiales no cesaron fuego, y al lurmen los blaster le salpicaban peligrosamente cerca, pero afortunadamente, pudo deslizarse hasta una raíz sobresaliente que le dio algo de cobertura mientras lograba desabrochas las correas del transmisor del cadaver del gossam. Y con la misma suerte que tuvo el lurmen para salir, logró regresar a la protección de los árboles u hongos gigantes sin recibir ningún disparo. Wag Too: - ¡Aquí está! -
Boil: - ¡Rápido! ¡Contacta al puesto de mando! -
Mirana: - Eso fue una estupidez. -
Wag Too: - Si. Lo se. - Dijo mientras presionaba varios botones.
A pesar de los intentos del lurmen, el dispositivo no logró captar ninguna señal.
Wag Too: - No funciona. -
Boil: - Deben estar cortando las comunicaciones. Parece que estamos solos. -
Mirana: - ¡Todo el mundo! ¡Seguid disparando! -
El calor de la batalla se intensificó una vez más. Mirana, Boil, Wag Too, y los ahora nueve gossan sobrevivientes continuaron disparando sin cesar contra los stormtrooper que se acercaban más y más. Cien metros... Noventa metros... Ochenta metros... Los soldados imperiales simplemente no podían ser detenidos. Y eran muchos de ellos. La emboscada fue todo un éxito. Los rebeldes perdieron sus dos transporte y más de la mitad de los refugiados que lograron escapar perecieron en el intento. Si una cosa quedó clara, era que quienquiera que estaba al mando de esta operación, no tenía ninguna intensión de tomar prisioneros. Ahora estaban solos, entre la espada y la pared. No importaba cuantos stormtroopers derribaran, simplemente salían más y más. Para Boil, le recordaban muchos las hordas de droides que se podían contar en millares. Siempre que derribaba a uno lo reponían cinco más. Pero estos no eran las chatarras contra las cuales solía luchar. Eran seres vivos, la mayoría humanos dado las políticas racistas del Imperio. Pero era mucho más efectivos que los droides. Y aunque inexpertos, podían mantener una batalla más pareja. Si se tratase de uno contra uno, claro está.
Pero habían cientos de ellos. Los pocos gossan que quedaban en pie caían uno por uno, hasta que no quedaron más que Mirana, Boi, Wag Too y dos gossan que hacía todo lo posible por mantener la posición mientras los imperiales los rodeaban para flanquearlos. La situación no podía empeorar. O eso pensaban. En el fragor de la batalla, pudieron escuchar un escalofriante sonido metálico. Como el rechinar de dos piezas de metal al chocar unas con otras, mientras unas potentes pisadas parecían sacudir las tierra y derribar los árboles que estuviesen en su camino. Image Eran los AT-ST, que finalmente habían llegado a ese lugar del bosque de hongos. Apenas pudieron alzar la mirada entre sus coberturas, y pudieron ver con terror las imponentes máquinas que se acercaban poco a poco. Sus poderosos cañones blaster abrieron fuego, impactando contra la vegetación que apenas les proveía algo de protección. Pero los próximos disparos podrían no errar. No tenían ninguna posibilidad de escapar con vida por su cuenta.
Oficial 1: - Comandante Cress. Nuestras tropas han tomado el supuesto refugio de los gossan, pero informan que la resistencia fue mucho menos que la esperada. -
Cress: - Mmm. Eso es extraño. ¿Qué dicen los prisioneros al respecto? -
Oficial 1: - No saben nada al respeto señor. -
Cress: - Creía que los gossan no tenían muy buenas relaciones con el resto de habitantes de Felucia. ¿Sabes si hubo un cambio de último momento? - Oficial 1: - No, señor. -
Cress: - Interróguenlos una vez más. Sean más "persuasivos" si es necesario. -
Oficial 1: - Como ordene, señor. -
Cress: - ¿Están las tropas en posición? -
Oficial 2: - Si, señor. Los exploradores confirmaron sus sospechas. Hay una caravana que se desplaza hacia la zona central de Felucia. -
Cress: - Muy bien. Liquídenlos. -
Oficial 2: - Si, señor. -
Mientras tanto en los bosques de Felucia. Mirana: - Uffff. Ha sido una noche muy agitada. - Boil: - Ni que lo digas. Pensé que no nos libraríamos de esos stormtroopers. -
Wag Too: - Por suerte Ícaro no se equivocó en sus predicciones. -
Los tres iban a la cabeza de la caravana que se trasladaba hacia la Aldea. Al menos mil refugiados gossan se trasladaban en dos pequeños transportes que hacía lo posible por pasar desapercibidos por la densa vegetación de Felucia. Apenas cien de los refugiados estaban armados, el resto eran féminas, infantes y ancianos, no aptos para el combate. La mayoría de sus guerreros murió intentando proteger a sus familias, haciendo po posible para retener inútilmente el avance imperial. Image Los ánimos estaban por el piso, y sólo posían escucharse las pesadas llantas de los transportes rodar sobre la tierra fértil de la selva, mientras todos iban en silencio, adoloridos por las pérdidas sufridas. El sol apenas se asomaba en el panorama cuando:
Image Dos caminantes salieron de entre la maleza y abrieron fuego contra el transporte que la retaguardia. El pesado vehículo voló por los aires, acompañado de una violenta explosión que mató a más de la mitad de los refugiados gossan de golpe. Mirana: - ¡Emboscada! -
Boil: - ¡Acelera! ¡Acelera! - Le gritó al gossam que iba de piloto del transporte. El asustado piloto pisó el acelerador a fondo, haciendo que el transporte patinara peligrosamente sobre el suelo fangoso, pero afortunadamente, el vehículo logró recuperar la tracción antes de alejarse de los caminantes mientras hacía todo lo posible con evitar los disparos de los caminantes.
Wag Too: - ¿Qué son esas cosas? -
Boil: - Los nuevos vehículos todoterreno imperiales. El AT-ST. -
Mirana: - Su potencia de fuego es demasiado para poder enfrentarlo... ¡Cuidado! -
El grito de Mirana se debía a lo que veía por el parabrizas del vehículo. Al estar asustado y confuso, el conductor no pudo ver una pronunciada raíz que sobresalía del terreno irregular. De al menos un metro de espesor, la raíz fue lo suficientemente fuerte para volcar al vehículo cuando sus enorme ruedas pasaron sobre ella. El pesado vehículo se deslizó varios metros, mientras los refugiados a su interior gritaban presas del pánico, hasta que finalmente cayó sobre su costado, y se detuvo tras derrapar unos metros por el suelo fangoso. Reprodúcelo y sigue leyendo:
Image El humo salía del vehículo dañado, junto a varias chispas que salpicaban peligrosamente sobre la mancha de combustible que poco a poco se escapada de los tanques del transporte. Hubo unos segundos de silencio, hasta que las puertas traseras del vehículos se abrieron de golpe tras una poderosa pata de Mirana.
Mirana: - ¡Rápido! ¡Rápido! ¡Todos fuera! -
Los refugiados comenzaron a salir despavoridos, aterrados por lo recién sucedido. Boil, Wag Too y los droides se sumaron a la retirada, tratando de mantener a todos los civiles a salvo. Pero los problemas apenas empezaban. Stormtrooper: - ¡Allí están! ¡Abrid fuego! -
Una gran cantidad de stormtroopers se asomaba de entre la vegetación mientras abrían fuego contra los desarmados refugiados. En un intento desesperado, Mirana y Boil condujeron a los sobrevivientes hacia un muro de árboles y hongos gigantes, para tratar de conseguir algo de cobertura, mientras los droides hacía lo posible por mantener a raya a los imperiales. Muchos refugiados gossan perdieron la vida por el fuego cruzado de los blaster imperiales, y muchos de sus combatientes murieron intentando proteger a sus familiares. La bajas fueron catastróficas. Boil: - ¡Alfa! ¡Retírate! - Le gritó al droide comando, quien estaba en primera fila luchando junto a los droides de la Guardia Punitiva, haciendo lo posible para contener a los stormtroopers. Alfa: - ¡Negativo! ¡Si nos retiramos atacará a los civiles! -
Wag Too: - ¡Alfa! ¡No! - Alfa: - ¡Ha sido un honor, comandante! ¡POR LA ALIANZA SEPARATISTA! -
El droide comando se lanzó de frente hacia los enemigos, seguido de cerca por el resto de droides presentes. Usando las pocas coberturas que el campo de batalla les ofrecía, lograron mantener al enemigo a raya mientras los refugiados gossan alcanzaban la seguridad de la maleza al otro lado del campo de batalla. Gracias a sus características y a las mejoras de programación que Ícaro había programado en cada uno de los trece droides, fueron capaces de mantener a raya el cordón imperial y abatir al menos cincuenta stormtroopers. Pero los enemigos eran simplemente demasiados. Los droides lucharon con gran fiereza mientras los soldados de armadura blanca se acercaban poco a poco. Disparaban con suma precisión, abatían a dos o tres stormtroopers y luego se volvían a esconder tras la pobre cobertura. Hasta que los enemigos estuvieron demasiado cerca y los comenzaron a flanquear. Uno por uno, los droides de marcas negras comenzaron a caer producto al fuego cruzado que perforaba sus circuitos. Hasta que finalmente solo quedó uno de ellos en pie.
Alfa estaba agachado tras la cobertura que una raíz de poco más de un metro de altura le brindaba. Los blaster picaban cerca, sacudiendo la tierra a su alrededor y haciendo astillas a la madera cada vez que golpeaban la raíz que lo resguardaba. El droide se dio la vuelta una última vez, sólo para ver como Boil, Mirana y Wag Too, este último con lágrimas en sus ojos, le gritaban rogándole para que se retirara. Pero esa no era una opción, y él lo sabía. Su último gesto fue asentir con la cabeza, antes de volver a la batalla. Saltó sobre la raíz que lo resguardaba, abatiendo con gran precisión a los stormtroopers que se acercaron demasiado. Recibió un disparo en el pecho, pero sus placas de metal pudieron soportarlo sin frenar su avance. Se lanzó de frente contra un imperial, y usó el blaster D-5 para perforarle el corazón en un disparo a quemarropa. Tomó el cuerpo sin vida del hombre y lo usó cómo escudo, mientras abatía al resto de enemigos que se acercaban en todas direcciones. Pero eran demasiados. Al menos una docena de stormtroopers formó un círculo a su alrededor, y a a pesar de sus intentos por acabar con ellos, Alfa no pudo resistir un disparo que le desprendió la pierna derecha. Tras perder el equilibrio, tuvo que dejar el cuerpo del soldado caído para sujetarse del tallo de un hongo gigante, para luego recibir un disparo en la cabeza que fundió sus circuitos al instante. No sin antes lograr abatir a otros tres stormtroopers. Wag Too: - ¡NOOOOOOOOOOO! -
El grito del lurmen resonó en esa zona del bosque mientras seguía disparando con su rifle de francotirador a los stormtrooper que se acercaba al cuerpo del droide. Pero ya era en vano. Boil: - ¡Wag Too! ¡Wag Too! ¡Oye! ¡Detente! -
El clon tuvo que agarrar al lurmen desde la espalda y lanzarlo tras una cobertura para evitar que los disparos provenientes desde el otro lado del campo de batalla acabaran con su vida. Sin embargo, eso no detuvo la frustración del lurmen, quien golpeaba el tronco de uno de los hongos gigantes para intentar desahogar su desesperación. Boil: - ¡Mirana! ¡Tenemos que salir de aquí! -
Mirana: - ¡Lo se! ¡Lo se! ¡Los guerreros gossan tampoco resistirán mucho! -
Boil: - ¡Tenemos que llamar a Ícaro! ¿¡Dónde está el transmisor!? - Los dos humanos alzaron la cabeza por un instante, sólo para ver la pesada caja de metal con una antena que yacía sobre el suelo, alejada al menos uno diez metros de donde se encontraban. Minana: - ¡Cúbreme! -
Boil: - ¿¡Estás loca!? ¡NO llegarás antes que...! -
Wag Too: - ¡Yo voy! - Exclamó mientras salía de la cobertura hacia el frente. Boil: - ¡Wag Too! ¡No!... ¡Mierda! ¡Todo el mundo! ¡Cúbranlo! -
Boil, Mirana, y los pocos más de diez gossam armados que aún seguían en pie, comenzaron a disparar todo lo que tenía hacia las formaciones enemigas para que el lurmen pudiese llegar al transmisor justo en medio del campo de batalla. Los imperiales no cesaron fuego, y al lurmen los blaster le salpicaban peligrosamente cerca, pero afortunadamente, pudo deslizarse hasta una raíz sobresaliente que le dio algo de cobertura mientras lograba desabrochas las correas del transmisor del cadaver del gossam. Y con la misma suerte que tuvo el lurmen para salir, logró regresar a la protección de los árboles u hongos gigantes sin recibir ningún disparo. Wag Too: - ¡Aquí está! -
Boil: - ¡Rápido! ¡Contacta al puesto de mando! -
Mirana: - Eso fue una estupidez. -
Wag Too: - Si. Lo se. - Dijo mientras presionaba varios botones.
A pesar de los intentos del lurmen, el dispositivo no logró captar ninguna señal.
Wag Too: - No funciona. -
Boil: - Deben estar cortando las comunicaciones. Parece que estamos solos. -
Mirana: - ¡Todo el mundo! ¡Seguid disparando! -
El calor de la batalla se intensificó una vez más. Mirana, Boil, Wag Too, y los ahora nueve gossan sobrevivientes continuaron disparando sin cesar contra los stormtrooper que se acercaban más y más. Cien metros... Noventa metros... Ochenta metros... Los soldados imperiales simplemente no podían ser detenidos. Y eran muchos de ellos. La emboscada fue todo un éxito. Los rebeldes perdieron sus dos transporte y más de la mitad de los refugiados que lograron escapar perecieron en el intento. Si una cosa quedó clara, era que quienquiera que estaba al mando de esta operación, no tenía ninguna intensión de tomar prisioneros. Ahora estaban solos, entre la espada y la pared. No importaba cuantos stormtroopers derribaran, simplemente salían más y más. Para Boil, le recordaban muchos las hordas de droides que se podían contar en millares. Siempre que derribaba a uno lo reponían cinco más. Pero estos no eran las chatarras contra las cuales solía luchar. Eran seres vivos, la mayoría humanos dado las políticas racistas del Imperio. Pero era mucho más efectivos que los droides. Y aunque inexpertos, podían mantener una batalla más pareja. Si se tratase de uno contra uno, claro está.
Pero habían cientos de ellos. Los pocos gossan que quedaban en pie caían uno por uno, hasta que no quedaron más que Mirana, Boi, Wag Too y dos gossan que hacía todo lo posible por mantener la posición mientras los imperiales los rodeaban para flanquearlos. La situación no podía empeorar. O eso pensaban. En el fragor de la batalla, pudieron escuchar un escalofriante sonido metálico. Como el rechinar de dos piezas de metal al chocar unas con otras, mientras unas potentes pisadas parecían sacudir las tierra y derribar los árboles que estuviesen en su camino. Image Eran los AT-ST, que finalmente habían llegado a ese lugar del bosque de hongos. Apenas pudieron alzar la mirada entre sus coberturas, y pudieron ver con terror las imponentes máquinas que se acercaban poco a poco. Sus poderosos cañones blaster abrieron fuego, impactando contra la vegetación que apenas les proveía algo de protección. Pero los próximos disparos podrían no errar. No tenían ninguna posibilidad de escapar con vida por su cuenta.
