Casa Bridgerton
- ¿eso está funcionando? - preguntó Penélope a Michael quien ahora bebía a gran velocidad después de haber coqueteado con cada grupo de señoritas que se encontró en la fiesta
Él sonrió con tristeza y luego negó - no... siento que me estoy muriendo -
La pelirroja sintió pesar por su amigo - me gustaría poder ayudarte, pero no hay nada que pueda hacer contra lo que te aqueja -
Sin pensar, él posó una de sus manos sobre la mano de Penélope - eres la única persona con la que puedo hablar abiertamente sobre lo que siento - dijo con honestidad - haces más de lo que crees al escucharme - Michael notó que Colin los miraba de reojo - en una semana serás tú quien se case - agregó retirando su mano de ella
Sin poderlo evitar Penelope sonrió - aún no puedo creerlo -
Michael realmente se alegraba por ella - te lo mereces, Penélope - era innegable como la alegría iluminaba el rostro de la menor de las Featherington
- el amor es extraño y el tiempo caprichoso - dijo al recordar su historia con Colin - un día, cuando menos lo esperes, la vida te sorprenderá y hará que todo tenga sentido, sea cual sea este -
- Señor Stirling - saludó Colin con algo de amargura en su tono - es hora de nuestro baile, amor - agregó Colin intentando encubrir la urgencia que sentía de alejar a Penélope de Michael
Stirling rio para sus adentros, Colin le agradaba, pero le agradaba aún más verlo esforzarse por actuar normal mientras ardía de celos - vaya a lucir ese hermoso vestido, señorita Featherington -
Penélope que sintió al castaño tensarse a su lado, lanzó una mirada de sensura a Michael y arrastró a Colin a la pista de baile para que no golpeara a su imprudente amigo ahí mismo
- odio a ese hombre -
Penélope rio mientras se colocaba entre sus brazos para comenzar el vals - en realidad creo que si lo conocieras mejor él podría agradarte bastante - el rostro de Colin se ensombreció, tensó la mandíbula y enarcó la ceja derecha - ¡por Dios! ¿Es que acaso se puede ser más guapo? - pensó ella, quien secretamente cada que veía a Colin enojado quería saltarle encima, sonrojada desvío la mirada
- ¿qué sucede? - preguntó él al notar su rubor, pero ella negó con la cabeza - dime -
- me dan ganas de besarte cuando te enojas - dijo ella con voz queda, se sentía escandalosa al aceptar eso ante él, Colin sonrió arrogante inmediatamente - ... le gusta molestarte porque te enojas muy facilmente - agregó ella intentando continuar con el verdadero tema
- ¿y cómo no? - preguntó él nuevamente molesto - él siempre está... - la pelirroja lo miró fijo instándolo a continuar - es un libertino, no me gusta que esté contigo -
- es mi amigo, Colin, no hay ningún interés de otro tipo - él pareció incómodo - sé lo que piensas, pero es diferente... - suavizó su tono - para mí tú no eras solo un amigo, yo siempre te vi con interés y a Michael no, así que... - ella hizo una pausa al ver su entrecejo fruncido de manera exagerada - ¿en serio? -
- ahora estoy intentando seducirte - dijo él riendo
Casa Featherington
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Penelope temiendo escucharlo decir que deseaba cancelar la boda, sin embargo, la mirada y el gesto en el rostro de Colin al verla, le hizo saber que él no estaba ahí para decirle nada que pudiera romper su corazón, y aunque quizá él no debería estar viendo su vestido de novia aún, no podía evitar que su corazón se acelerara al tenerlo frente a ella, luciento tan guapo y tan suyo en ese traje azul - ¿te gusta? - cuestionó después de unos segundos, mientras la suave tela que abrazaba su cuerpo se movía al ritmo del pequeño giro que dio sobre su eje
Colín sentía que no podía siquiera respirar - es hermoso, y tú... - añadió acercándose a ella para estrecharla en sus brazos - eres preciosa, una sirena, una diosa - Penélope sintió sus calidos y exigentes labios recorrer su rostro hasta perderse en su cuello
- creí que nos veríamos cuando estuvieramos en la iglesia - dijo intentando no caer en la tentación que Colin era
Por primera vez desde que entró a la habitacion cayó en cuenta de que quizá aquello no era tan romántico para ella - lo siento, yo... -
- no me molesta, Colin - dijo ella alejándose un poco para verle el rostro - solo me intriga saber qué te hizo venir aquí, cuando en menos de dos horas estaremos casados -
Él sonrió feliz solo de pensarlo - he venido porque quiero decirte mis votos -
La pelirroja frunció el ceño aunque también sonrió - ¿no es eso lo que haremos frente al altar? -
- frente al altar tendremos que repetir lo que nos sea dicho, palabras hechas por otros, promesas que aunque ciertas no bastarán para expresar lo que yo siento -
- ¿has escrito tus propios votos para mí? - preguntó ilusionada
Él asintió y tomó las manos de Penelope entre las suyas, llevándolas a dónde su corazón latía con fuerza - ¿puedo? - ella asintió - creo que estoy un poco nervioso - confesó soltando una sonrisa que a Penélope le derritió el corazón
- que hermoso es este hombre - pensó ella
- durante mucho tiempo he ido a través del mar en búsqueda de mi propósito, creyendo que encontraría la inspiración en cualquier otro sitio - hizo una pausa - cuando veo al pasado, no hay momento en el que tú no estés - sonrió calidamente - estás en el amarillo de mis sábanas y cortinas, en el azul del oceano y el cielo razo, en el rojo de cada amanecer y atardecer - ella lo miraba atenta - yo estaba tan sorprendido cuando descubrí que te amaba, no por lo que sentía, sino por haberme tardado tanto tiempo en darme cuenta - la pelirroja le acarició la mejilla con ternura - ahora es tan fácil para mí ver que tú siempre has sido mi aventura, mi inspiración y mi hogar - Penélope sentía sus ojos llenarse de lágrimas - admiro tu valentía, tu calidez, tu astucia - él deslizó el dorso de su mano sobre la mejilla de la pelirroja llevándose consigo una lágrima que rodó
Ella no se resistió - Tengo años y años de amor por ti, y aun así, cada día que paso contigo descubro algo nuevo que amar - dijo Penélope con su dulce voz - todo lo que sueño y lo que quiero eres tú, todo lo que tengo y lo que soy es tuyo, por siempre -
Él sonrió y besó sus manos - Penélope, te prometo esforzarme por ser el hombre que te mereces, prometo respetarte y honrarte con el pensamiento y el corazón. Prometo trabajar para que nuestro amor crezca y se fortalezca cada día. Prometo que desde este día, no caminarás sola, te voy a apoyar y alentar a cada paso, te voy cuidar incluso de mí mismo y mi mal caracter - dijo haciendo un mohin adorable - Prometo estar siempre a tu lado, para construir la vida que hemos planeado juntos, seré un buen padre para nuestra pequeña y los hijos que le sigan - Colin ya sentía un amor infinito por sus hijos con Penélope - te prometo entregarte todo de mí y amarte fuertemente hasta el día en que este corazón que es tuyo deje de latir -
Se besaron y aunque ambos sabían que oficialmente no estaban casados, pues no estaban delante de un sacerdote, en su corazón era como si lo estuvieran, ella era de él y él era de ella, como siempre fue, como siempre debió haber sido.
FIN
