Y como cada fin de semana, les traigo actualización, un poco cortita, pero es que aquí mi pobre Jill no pudo tener mucha participación, lo compensara en el siguiente capítulo, lo prometo.

Agradezco muchísimo el apoyo, y no se olviden de dejar su voto para seguir apoyando esta historia… death!


Capítulo 16 - Destrucción

5 años atrás, el barón había conocido al padre de Ciel y anterior conde Phantomhive, en una fiesta de caridad, y ahí fue donde vio por primera vez al hermoso y tierno niño que Ciel era, después de ese fugaz encuentro, quedó obsesionado, había algo en los Phantomhive que le llamaba la atención, sobre todo en Ciel, llegó al extremo de querer cambiar su cuerpo y su apariencia, para convertirse en alguien digno de estar al lado de aquella misteriosa familia. Pero las transformaciones se habían detenido cuando alguien ataco a los Phantomhive y aniquiló a la familia.

Se creía que todos habían muerto, hasta que tiempo después Ciel fue encontrado por una secta ocultista que buscaba invocar un demonio, el barón no había podido estar presente debido a una cirugía reciente, fue esa noche en la que todos los de la secta fueron asesinados.

— ¿Fuiste tú no es así conde? — le pregunto con emoción, el sujeto estaba más que loco, su obsesión por Ciel era demasiada, era un ser repugnante, enfermo, la shinigami no pudo evitar mirarlo con asco — Déjame ser parte de esto — le suplico— todo, absolutamente todo esta como aquel día — señalo — la habitación de la ceremonia, los corderos de sacrificio... y la última pieza... Eres tu conde Phantomhive... eres tu…

La voz quedo ahogada con el sonido del disparo saliendo del revolver del Conde, la mancha de sangre brotó del enorme abdomen de ese sujeto que se hacía llamar hombre, Ciel no había dudado en disparar en su contra, tenía suficiente.

Joker reaccionó de inmediato, la prótesis de su brazo ocultaba una daga, con la cual se lanzó a atacar a Ciel, Sebastian de un rápido movimiento le amputo el brazo con el que sostenía la daga, a la altura del codo. El maestro de ceremonias simplemente cayó al piso gritando mientras se desangraba.

— Por favor no interrumpas a mi amo — dijo Sebastian tranquilamente

— ¡Por favor conde! ¡Acaba conmigo como lo hiciste con ellos hace 3 años! — le suplico el barón retorciéndose como el vil gusano que era

— ¿Lo mismo que con ellos? — murmuro Ciel pisando la cabeza del desagradable sujeto — Entonces arrastrarte como un gusano, y suplícale al demonio que acabe contigo — le dijo apuntándole con el arma

Jill sintió la energía demoniaca de Sebastian a sus espaldas, su rostro tenía una macabra y burlona sonrisa dibujada, incluso sus ojos mostraban un leve destello carmesí, paso saliva, sus sentidos se pusieron en alerta. Joker le suplico a Ciel que no matara al barón, a pesar de la sucia rata que era, en los había salvado de morir de hambre acogiéndolos en un orfanato, según Joker aún quedaban más niños en aquel lugar, y sin el barón, morirían de hambre. Aquella era la razón por la cual obedecía sus órdenes, aun cuando sabía que estaba mal. Aun así, eso no era excusa, los crímenes que había cometido no podían pasarse por alto.

— Tal vez luchaste por proteger tu mundo — murmuro Ciel — la justicia solo es algo creado y modificado para beneficio de unos cuántos, pero solo existen dos tipos de personas, las que roban, y las que son robadas — agrego — esta vez te dejare a ti, pero me llevare tu futuro conmigo

Jill se acercó al cuerpo del barón, había dejado de moverse desde hacía un rato, la shinigami desenfundo su katana y la clavo en el cuerpo del sujeto, salpicando algo de sangre, inclusive algunas gotas mancharon su rostro. Chasqueo con desagrado.

El cinematic record brotó del cuerpo de aquel hombre, Jill permaneció unos momentos analizando los detalles de la vida de aquel despreciable sujeto.

— Barón Kelvin, ambicioso, estafador, secuestrador, asesino, pederasta, abusador — murmuro con desagrado, mientras analizaba la detestable vida que había llevado aquel sujeto — no se tiene información de su fecha exacta de nacimiento, fecha de muerte, 9 de febrero de 1889, no hay anotaciones especiales — suspiro archivando el récord, y colocándole un sello de completado.

Joker estaba en shock, aunque no entendía las acciones de la shinigami, si pudo ver claramente como había atravesado el cuerpo de su "padre". Joker se tumbó boca arriba, y comenzó a reír como un demente. Ciel lo miro sin perturbarse en absoluto.

— Tu también tienes algo que te será arrebatado esta noche — se burló — mis compañeros del circo están haciendo una visita en tu mansión en este momento — agrego sin dejar de reír — ¿sabes por qué hemos podido cometer esos secuestros sin ser atrapados? — les pregunto — por qué no hemos dejado a ningún testigo con vida, incluso tus sirvientes no serán perdonados

— ¿Con quién crees que estas tratando? — le respondió Ciel bastante confiado, incluso Sebastian soltó una risilla — ellos son sirvientes de la casa Phantomhive, son el ejército privado que Sebastian y yo escogimos personalmente para emplearlos, ellos son los sirvientes de la familia Phantomhive.

— Aun así, la compañía son profesionales, no creas que podrán con ellos con tanta facilidad — protesto Joker

— Puede pensar lo que quiera — respondió Sebastian jugueteando con la daga ensangrentada, sonriendo con algo de sadismo — pero recuerde, que esas personas fueron escogidas por mi

Joker se sentía impotente, el mismo había entendido que no tenían posibilidad alguna, que a esas alturas quizá la compañía ya estaba muerta, las lágrimas brotaron de sus ojos al sentirse derrotado.

— No llores tan patéticamente — le dijo Ciel — las lágrimas no van a cambiar nada, el mundo no es amable con nadie

— Smile…— susurro

— ¡Mi nombre es Ciel Phantomhive, y solo ese!

En ese momento otra persona llego a la sala, se trataba de un hombre de cabello rizado, Ciel se refirió a él como doctor, era el doctor del circo, y el que había hecho las prótesis de los miembros de la compañía. El sujeto que venía en una silla de ruedas, se puso de pie como si nada, para sorpresa de Joker. El simplemente le dijo que jamás había habido ningún problema con sus piernas realmente.

Fue entonces que vio el cuerpo del barón, lamentando su perdida, ya que era un buen patrón, que podía entender sus ideales, y que patrocinaba sus investigaciones, gracias a ella pudo desarrollar las prótesis más livianas que la madera, y más finas y hermosas que la cerámica. Sebastian mencionó que efectivamente tenían el mismo tacto que las vajillas de porcelana china. El sujeto parecía alegre de que Sebastian apreciara la finura de su trabajo, pero le pidió que no lo comparará con la porcelana que se hacía con huesos de vacas, al contrario, sus materiales eran especiales, y solo podía conseguirlos en ese lugar, todo eso lo decía mientras se acercaba a una de las jaulas.

Jill lo observo con sorpresa, entendió de inmediato a qué clase de materiales se refería el dichoso doctor.

— No puede ser — balbució Ciel

— De esta manera no tenemos que poner ningún esfuerzo en deshacernos de los cuerpos en algún lugar lejano — señalo con orgullo — si nadie se entera de que están hechas mis prótesis me alaban por la excelente calidad de estas. — dijo abriendo una de las jaulas, sacando a una niña de esta — el barón no juzgaba mis métodos, al contrario, por su búsqueda de belleza me proveía de materiales y dinero, era el mejor patrón imaginable — continúo diciendo al tiempo que colocaba a la niña en el altar — los huesos de vacas son buenos, sí, pero acaso los huesos humanos no lo son también — pregunto al tiempo que alzaba un cuchillo ante el cuerpo

Ciel parecía estar reviviendo traumas del pasado en ese momento, comenzó a gritar desesperado, inclusive llego a vomitar algo de saliva por el estrés. Sebastian acudió a su lado, atrayéndolo hacia él.

— Estás fuera de la jaula esta vez — susurró deshaciéndose del parche del ojo derecho de Ciel, dejando a la vista el sello del contrato en el ojo del conde — Sabes lo que tienes que hacer — agrego — di mi nombre… — sus ojos brillaban en un tono carmesí

— Se…Sebastian… — gimoteo Ciel, el contrato brillo en su ojo derecho — ¡ACABA CON ÉSTOS MALDITOS SUJETOS AHORA! — le ordeno

Sebastian cargó a Ciel en brazos, y con su mano libre atravesó el pecho del doctor, sin darle tiempo de reaccionar, aplastó la cabeza del barón solo por el placer de hacerlo, Joker yacía tirado en el suelo, no se movía ni parecía respirar, había muerto por la pérdida de sangre.

— Está hecho — respondió Sebastian con tranquilidad

— ¡Quémalo! — ordenó con una voz gutural

— ¿Quemarlo? ¿Este lugar? — pregunto Sebastian extrañado

— ¡Pero — exclamo Jill — la carta de la Reina decía que la prioridad era rescatar a los niños!

— ¡Esto no es un asunto que le concierna a una shinigami! — le reclamo Ciel, estaba fuera de sí completamente — ¡quémalo todo! ¡Redúcelo a cenizas! ¡Es una orden! ¡¿Acaso has olvidado tu trabajo?!

Sebastian suspiro con resignación, uso sus dientes para retirar su guante izquierdo, dejando a la vista su marca del contrato con Ciel. Se aproximó a las velas más próximas, inmediatamente las llamas crecieron, creando un remolino alrededor de Sebastian, comenzando a envolver la sala.

— ¡Yes my Lord! — respondió Sebastian en mitad del torbellino de fuego