Capítulo 3

Hakan se asomó al jardín y observó un momento la entrevista que Neslihan le hacía a un científico. Evidentemente era una mujer más preparada de lo que él había supuesto, porque hablaban de temas que él solo conocía vagamente, sobre el problema ambiental y las consecuencias del calentamiento global…

Se preguntó si ella lograría ser tan efectiva en esos temas que a él le eran más afines…

Ella no registró su presencia, estaba absolutamente concentrada en lo suyo y él entró a tomar un vaso de agua, porque se sentía sediento y comenzó a recorrer la casa, con algo de curiosidad…

Se asomó a lo que adivinó solía ser la habitación de Can… y luego observó las escaleras…

Miró hacia todos lados, cada uno de los que estaban en la casa se encontraban en el jardín, no eran tantas personas, pero todas estaban abocadas a la transmisión…

Hakan subió las escaleras con cuidado y llegó hasta la habitación de Neslihan. El estilo en la decoración era muy similar al resto y vio como ella había dejado todo su maquillaje sobre la cómoda, frente al espejo, lo único que realmente parecía desordenado en esa casa…

Se preguntó si ella sería maniática del orden y sacudió la cabeza. Notó que la bata de seda que ella seguramente usaba sobre la ropa de dormir estaba sobre la cama, la levantó y cerró los ojos cuando aspiró el aroma de su perfume.

No podía decir que no lo había sentido antes en otra mujer, pero estaba seguro que desde ese momento, cada vez que lo oliera, le recordaría a ella…

Entrecerró los ojos. ¿Cuánto hacía que no tenía alguna aventura amorosa? ¿Una de esas que se recuerdan en los momentos de soledad? Y ella parecía de esas personas que no se atemorizaban ante nada… que le prestaba atención a sus impulsos y necesidades… Era demasiado linda… demasiado inteligente… ¿cómo era que estaba sola?

Sacudió la cabeza. Esa mujer le estaba dando un trabajo y su confianza, y él estaba permitiéndose fantasear con ella y un posible… ¿encuentro amoroso?

Observó un momento más los detalles de la habitación y cuando giró para irse, la vio subiendo las escaleras. Sus ojos se veían de un color oscuro, intenso, lleno de deseo…

-Lo siento, yo…- dijo tratando de pensar en una excusa válida, ella sonrió- solo… tenía curiosidad…

-Entiendo…- dijo ella y comenzó a desabotonar su blusa.

Hakan se quedó estático. Ella lo miraba con cada botón que aflojaba y cuando él estaba a punto de decir algo, Neslihan habló…

-Tengo que cambiarme… los técnicos y Reyhan están yéndose… tenemos que trabajar en lo nuestro…- le dijo algo divertida y estimulada por la mirada de él, desvergonzada, por un lado, curiosa por otro …

-Esperaré abajo…- dijo y le dio una última mirada antes de bajar.

Neslihan quiso reír a carcajadas. Ese hombre sí que tenía valentía como para aceptar sus desafíos, cosa a la que ella no estaba tan acostumbrada…


Terminó de cambiarse y bajó las escaleras. Él la esperaba en la cocina, que parecía ser el lugar donde se sentía más cómodo.

-Discúlpame por la demora… ¿tienes alguna idea para compartir? - dijo y Hakan la miró, sabiendo que tenía muchas ideas, pero ninguna tenía que ver con el trabajo.

-Podría llamar a un par de candidatos… seguramente los convencería de que vinieran a que los entrevistes…

-Bien… hazlo… pero necesito que me ayudes a elaborar un plan, un posible cuestionario y que cuando elijamos al primero, me cuentes todo lo que tengo que saber para no cometer errores…- dijo con la mirada intensa, pero distinta, más enfocada en el trabajo que en la vida personal.

-Puedo hacerlo… muy bien…- dijo y tomó su móvil- ¿oficialista u opositor?

-Comencemos con lo fácil… mejor opositor…- dijo y él arqueó las cejas.

-Buena decisión…- dijo buscando el contacto.

-¿Café? ¿té? - le preguntó mientras se servía uno para ella en la taza que Can le había regalado y tenía una "N" pintada.

-Café… gracias…- dijo mientras intentaba comunicarse- señor Halil… Hakan Özalp… ¿cómo está?... bueno, es cierto que la situación está un poco más complicada, pero eso es bueno para usted…- dijo intentando sonar simpático- claro, por supuesto… quería consultarle si estaría disponible para una entrevista… no, no… estoy asesorando a la señora Neslihan… Neslihan Turhan… no, no… en una plataforma… entiendo… bueno, precisamente por eso la asesoro… pues si… muy bien…- dijo alzando el dedo pulgar hacia ella, que seguía la conversación con curiosidad- lo llamaré para arreglar el horario y nos pondremos de acuerdo… así es… muchas gracias…- dijo y cortó.

-Me has sorprendido…- dijo y se sentó a su lado- no creí que accediera al primer llamado…

-Bueno… dudó un poco dado que usted… no se dedica a la política…

-Pero le dijiste que me asesorabas… estuviste bien… ¿Halil que número ocupa en la lista?

-Está tercero y con rabia… sabe que entrará casi seguro, pero quería ser al menos el segundo…

-¿Conflictos en el partido?

-Muchos… se imagina que el triunfo está servido en bandeja… y todos quieren convertirse en presidenciables para el próximo mandato…

-Claro…- dijo ella y se quedó mirándolo.

-¿Quiere que llame a otro?

-Por favor…- dijo ella y su voz se le antojó algo más necesitada de lo que imaginaba.

Hakan hizo un par de llamadas más y de pronto tenían una lista de candidatos.

-Entonces… los tres primeros opositores, los dos primeros del oficialismo y dos independientes…- dijo Neslihan.

-Así es…- dijo y tomó el último sorbo de café.

-Creo…- dijo y lo miró con una sonrisa- que te has ganado una rica cena…- agregó y él la miró- ¿qué?

-No lo se… intuía que quería relajarse un poco, sola…

-Te lo dije, me siento sola… estoy acostumbrada a estar rodeada de gente… pero si te molesta y quieres irte…

-¿Hasta dónde llegaban mis deberes como asesor? - se atrevió a preguntar él.

-¿De qué tienes miedo? - le preguntó ella, genuinamente interesada en su respuesta.

-¿Miedo? Se trata de respeto… usted me ofreció la oportunidad de tener un trabajo fijo, por primera vez en varios años… no quiero cometer errores…

-Pero… relájate un poco, solo te invito a comer…

Hakan asintió. Salieron a comer y ella lo llevó a un lugar pequeño, un poco perdido en la ciudad, en donde los dueños la conocían y respetaban y como estaba alejado, nadie los molestaría…


Comieron muy bien y tomaron bastante. El clima era más distendido ahora que habían logrado congeniar un poco mejor y él le había demostrado que estaba comprometido con el trabajo…

-Vamos… te llevaré…- le dijo ella con una sonrisa distendida cuando terminaron.

-Creo que sería mejor ir a tu casa…- se atrevió él a dejar un poco de lado las distancias- me acabo de dar cuenta de que me olvidé el móvil… me parecía raro que no sonara…

-Bien… iremos y luego te dejaré… no quiero que te pase algo y me dejes sin asesor…- le dijo ella en tono de broma y él puso los ojos en blanco.

Ella puso música y no necesitaron hablar demasiado durante el viaje…

Cuando llegaron él se dirigió a la cocina y buscó su móvil…

-Aquí está…

-Bien…- dijo ella y lo siguió hasta la puerta.

-No, no… mejor quédate… estás cansada… has tomado un poco…

-Bastante, pero tú también…

-Me tomaré un taxi…

-No tienes dinero…

-No te preocupes…- dijo él y ella se apoyó en la puerta, estaba agotada, pero había sido un día muy bueno para ella.

-Hakan…- protestó ella y él se perdió en sus ojos.

-Te encanta tomar decisiones por los demás, ¿verdad? - le dijo él- eres una fanática del control… espero que puedas acostumbrarte a que conmigo no siempre será así…no es que me rebele... soy así...- le dijo él, su voz era suave, pero firme.

Ella miró sus labios y no lo pensó más, había estado fantaseando con eso desde hacía horas…

Cerró la distancia entre ambos y lo besó húmedamente, con necesidad, toda la que tenía acumulada, junto a la soledad y el anhelo de sentirse valorada por alguien…


Y finalmente pasó lo que ambos querían, veremos como sigue todo. Nos vemos en el próximo! Gracias por darle una oportunidad!