Al día siguiente en la escuela, Duo les contó con indignación a sus amigos lo que pasó la noche anterior con su cada vez más fastidioso hermanastro. La pareja no emitió comentario alguno, pues ellos estaban a favor de lo que decía Heero, creían que algo no estaba bien con Milliardo

—Siento que enloqueceré —dijo afligido— Encima —pensó en decirlo o no— Mi novio cree que debemos pasar a algo más íntimo —confesó avergonzado

Trowa y Quatre se miraron mutuamente con suspicacia, aquella parecía otra prueba más de que ese sujeto solo quería a Duo para divertirse, apenas estaban conociéndose y ya quería que se acostara con él

—Duo pero ¿Tú quieres estar con él? Nunca lo has hecho con un hombre ¿o sí? —cuestionó preocupado el rubio

Todo el rostro de Maxwell se sonrojó, luego asintió

—Además él no parece ser del tipo… Pasivo —comentó Trowa con seriedad, analizando— ¿Estás preparado para eso?

—No lo sé —dijo apenado— ¿Duele mucho? —preguntó mirando a Quatre

El rubio lanzó una risa divertida, luego solo indicó con dos dedos que un poco

—Pero ¿tú cómo te sientes? No dejes que te presione para tener sexo —comentó el más chaparrito de los tres

—No me presiona, solo me sugirió que es tiempo —defendió el trenzado

—Se acaban de conocer —agregó Trowa

—Ya suenan como Heero —regañó molesto— Estamos en tiempos modernos, las parejas tienen sexo incluso desde el primer día

—Bueno, tú sabrás —agregó por último Quatre

Ni él ni su novio querían discutir con Duo, además el chico estaba en una actitud bastante cerrada respecto a Milliardo, lo tenía encandilado

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Después de las clases de matemáticas, Heero y Wufei se dieron a la tarea de seguir discretamente a Relena, la chica tenía actividades normales para alguien de su edad, se reunía con las amigas, iban a comer hamburguesas con papas fritas y malteadas, iban al centro comercial, veían ropa, maquillaje y comían helado

—Vaya, las chicas sí que hacen muchas cosas en un solo día —comentó Chang asombrado

—Pero nada que nos sirva —respondió Heero con fastidio

—Ya sé, espera aquí

Acomodándose la camisa, Wufei se acercó al grupo de amigas, dirigiéndose a una de las amigas de Relena, a quien le sonrió galantemente

—Hola señoritas —saludó con ligereza— Vamos en la misma escuela, mi nombre es Wufei

—Ay, yo te conozco —expresó una de ellas— Estás en la clase de mi novio

—¿Novio? ¿Alguna más tiene? ¿o puedo pretender a alguna libremente?

Aquellas palabras hicieron reía a las chicas

—Aquí tenemos a otro Don Juan —dijo con fastidio Relena— Solo háblale a una, quien te guste, parece que ni te importa quien con tal de pescar algo

—No era mi intención ofenderlas —hizo una reverencia hacia todo el grupo

—No te preocupes, es que Relena siempre nos protege —comentó una, acercándose a su amiga la abrazó por detrás

—Así es Hilde, yo siempre las cuido —sonrió contenta

Del otro lado, Heero observaba todo, sintiendo vergüenza ajena por culpa de Wufei, oía todo y era vergonzoso, así que decidió intervenir, acercándose

—Hola —saludó a las chicas

Rápidamente todas enmudecieron, pero en especial Relena se quedó helada

—Lamento que este Neanderthal las importunara —dijo con frialdad, dándole un coscorrón a su amigo— Vámonos

—Deja obtengo al menos un número

—Ya, vamos —instó de nuevo

—¿Por qué no nos acompañan? —preguntó jocosamente Hilde, pero mirando discretamente a su mejor amiga

—En otra ocasión —dijo Heero

—Oh vamos, no puedes rechazar a tan bellas mujeres —miró directamente a Relena— En especial a ella ¿me darías tú número?

—Claro —respondió a Chang, pero mirando a Heero como si él se lo hubiera pedido

Relena anotó su número y lo entregó

—Perfecto, nos vemos señoritas —hizo mímica como si se quitara el sombre y reverenció

—Ya, deja el ridículo —regañó avergonzado Heero, llevándose a su tonto amigo con él

Una vez que estuvieron lejos, Yuy enfrentó a Chang

—¿Qué crees que haces? —preguntó molesto

—¿Cómo qué? Averiguar sobre Milliardo ¿Qué mejor que acercarte a su hermana?

—No haré con su hermana lo que él quiere hacer con el mío, es canalla, no voy a usarla —dijo con toda la moralidad posible

—Ay por favor —rio divertido— No te la vas a llevar a la cama ni a enamorarla, solo se harán amigos

—Ella puede malinterpretarlo

—Bueno, entonces yo haré el trabajo

—¿Qué dices?

—Ella es guapa, me gustó, así que me acercaré a ella —guiñó un ojo hacia su amigo

—Si no quieres algo serio déjalo, encontraremos información de otra forma

—Ya te dije que sí me gustó —estiró los músculos, sintiéndose relajado— Hace mucho que no salgo con una chica, así que me vendrá bien

—Está bien, aceptaré tu ayuda —admitió finalmente— Espero pronto Duo abra los ojos.

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Nuevamente Duo tuvo una cita con Milliardo después de la escuela, fueron a comer y luego a caminar, al trenzado le gustaba mucho caminar junto a él, aunque era extraño como a su novio no le gustaba que fueran a ciertas partes de la ciudad, siempre solían ir a los mismos sitios

—Dime una cosa Duo ¿habías salido con alguien mayor que tú?

—No ¿Por qué? —respondió

Caminaban tomados de la mano

—Lo supuse, es que nuestras citas siempre son así, como de escuela media

—No sé a qué te refieres

—Olvídalo —rascó un poco su cabeza con la mano desocupada

—¿Por qué no vamos a cenar el fin de semana? —propuso el trenzado

—¿Este fin de semana? —analizó un poco, luego recordó que tenía una cena con su esposa— No podré, le prometí a mi hermana que la llevaría a ver el estreno de una película

—Ya veo —guardó silencio un momento— Hermana —dejó de caminar y miró hacia el otro— ¿De casualidad se llama Relena?

—¿Eh? Pues… este —nervioso no sabía si responder, de pronto su anterior excusa no le gustó tanto— Sí ¿Por qué?

—Mi compañera de clase se llama Relena y recordé que su apellido es Peacecraft y pues no es uno muy común —concluyó sin problema

—Vaya casualidad —fingió sorpresa— No tenía idea

—No le hablo mucho, pero podríamos hacernos amigos

—Duo, tal vez suene raro lo que te diga, pero no quiero que ella se entere —dijo con seriedad

—¿Por qué?

—Ella es… bueno es que… es homofóbica —mintió lo más rápido que pudo— No sabe que me gustan los hombres y no quiero que te haga un desplante

—No parece ser del tipo de persona prejuiciosa, digo, no la conozco mucho, pero…

—Lo es, créeme —interrumpió a su pareja— Pero ya no hablemos de ella —sonrió hacia él y le dio un beso en la boca— Sigamos

Tratando de que se olvidara del asunto, continuó caminando a su lado, pero Duo quedó inquieto, algo no le gustaba de tener que ocultar la relación que tenían, aunque la chica fuese homofóbica, no tenían porque buscar su aprobación, si realmente Milliardo lo quería, ese no tendría que ser un inconveniente

Aquella fue la primera vez que Duo sospechó un poco de su novio.

Gracias por seguir este fanfic, gracias por dejarme sus comentarios, se les aprecia. Nos leemos en el próximo capítulo