El fin de semana de los Yuy terminó, tristemente para Heero y Duo, no pudieron más que comportarse como un par de hermanos, ante sus padres esa era la triste realidad para ellos
Sin embargo, a partir de ese día, mantuvieron su verdadera relación aún más en secreto, salvo sus mejores amigos, nadie más lo sabía
Aunque la pareja acordó que hablarían del tema con sus padres adoptivos, aún ninguno se sentía capaz de dar el primer paso, por lo que ocultarse resultó aún más difícil y lleno de culpas, pero no echarían atrás todo, seguirían adelante.
Mientras tanto en la escuela, durante el almuerzo, Quatre contó a su mejor amigo toda la situación con su padre fallecido y sus hermanas, el trenzado al igual que Trowa, estaba demasiado molesto, Quatre era una persona muy amable y noble, no merecía aquel trato solo por ser homosexual, sin duda estaba muy enojado por ello
—Ni se te ocurra ceder tu herencia, seguro tus hermanas correrán como hienas para quitarte la casa —comentó alterado
—No les digas así —regañó el rubio, aunque sabía que su amigo tenía toda la razón
Apenas pasó la lectura, esa misma tarde recibió dos mensajes de texto de una de sus hermanas, pedía verlo porque deseaba hacerle una petición, la mujer vivía junto a las demás en esa casa, era la mayor y prácticamente la vocera de las otras
Quatre no le respondió, pero pensaba positivamente en ir, Trowa no deseaba meterse en los asuntos familiares de su novio, así que solo le aconsejó que lo pensara muy bien antes de aceptar hablar o no con su hermana
Con lo que le quedaba de ahorros, Quatre tuvo que pagar su propio abogado, con él firmaría la escritura de la casa, en el testamento estaba estipulado que podía disponer de sus bienes un mes después del fallecimiento de su administrador legal, o sea su padre, habían pasado dos semanas desde entonces
—Realmente no sé qué hacer —suspiró el rubio— Después de todo son mis hermanas
—Sí, y ninguna te apoyó cuando tu padre te corrió miserablemente de su casa, que mejor dicho, era tu propia casa y él lo sabía —expresó con enojo Duo— Tú, dile algo —se dirigió a Trowa
El aludido solo se quedó callado un momento, luego extendió su mano hacia Quatre y le sonrió
—Él es libre de decidir sobre su propia vida y sus bienes, yo solo puedo apoyarle en su decisión
Quatre miró conmovido a su novio y asintió
—¿Y si se equivoca? ¿Si su decisión no es la correcta? —insistió Duo
—Saldremos de esa, juntos —contestó confiado en sí mismo
—No puedo con ustedes dos, búsquense una habitación —comentó con fastidio— Solo piénsalo bien amigo —dijo esta vez con tranquilidad—Yo también te apoyaré
—Gracias, a los dos —habló con amabilidad, sintiéndose muy querido por ambos
Cambiaron drásticamente de tema, aunque pasaron días, Duo tampoco había contado sobre lo sucedido en el viaje, habló emocionado sobre el gran paso que estaba listo para dar con Heero
—¿Y se pondrán de acuerdo? ¿o dejarán que pase naturalmente? —cuestionó Quatre
—¿A qué te refieres? —inquirió confundido
—Digo que, si pondrán hora y fecha, tipo verse en un Motel o que se yo —explicó
—Bueno, en realidad no hablamos de eso —dijo avergonzado, rascándose discretamente la cabeza— Así que supongo que lo segundo, que se dé y ya
—La espontaneidad es más romántica —aseguró Quatre— ¿Verdad amor?
—Definitivamente —confirmó Trowa
—Dime Duo ¿Milliardo ya no te ha contactado?
—Tendría que ser más descarado de lo habitual… y pues no, por su bien no lo ha hecho
—¿Sabes? No sé si lo has notado, pero Relena se ha vuelto menos sociable
—Realmente no, no le presto atención —habló encogiéndose de hombros
—Y te mira discretamente, es algo raro
—¿Me mira mal?
—No en realidad, es más como si sintiera curiosidad
—No tengo idea de lo que le sucede, lo último que supe fue por Heero, me comentó que Wufei la pretendía, extraños ¿no?
—Sí, algo
—Pero no quiero hablar de ella ¿y qué tiene que ver conmigo si es menos sociable?
—Vamos Duo, sabes que ella babea por Heero, en los pasillos ya surgen rumores
—¿Rumores? —preguntó extrañado
—¿No te has dado cuenta? Comenzó por Dorothy, no deja de hacer comentarios irónicos sobre tú y Heero
—¿Qué? —asustado se levantó de la silla, algunos voltearon a verlo en la cafetería, por lo que enseguida se sentó— No sabía
—Ella parecía unida a Wufei, pero ya no he visto que se hablen, aunado a los rumores sobre ti y Heero. Dorothy es su amiga, pero debido a esos comentarios y burlas, se ha alejado de ellas, además que ya no anda detrás de Heero como siempre, quizás por eso es que te mira tanto —explicó a detalle Quatre
Duo estaba sorprendido
—¿Vienes a estudiar o a chismear? —preguntó divertido
—Claramente se pueden ambas —respondió sin culpa alguna
—Bueno —pensó un poco Duo— No quiero que ronden por los pasillos cotilleos sobre mi relación con Heero, no somos hermanos de sangre, no siento remordimiento alguno, pero no quiero que nos usen como una burla
—Te entiendo —consintió Quatre— La preparatoria no es eterna, solo nos falta un año y ya, no prestes atención
—¿Y crees que debería hablar con Relena?
—Solo si quieres, en realidad no le debes nada ¿no? —comentó el rubio
—Es verdad, no le debo nada, ni explicaciones, disculpas ni nada, pero me da lástima, no sé… —miró hacia el otro extremo de la cafetería, ahí estaba la susodicha, almorzando sola
—¿Irás?
—Mmh tal vez
Tras mirarla fijamente unos segundos, Relena sintió la mirada sobre ella y volteó hacia el lado derecho, al otro extremo donde estaba la mesa de Duo y sus amigos, cruzaron miradas unos cuantos segundos hasta que el trenzado se volteó rápido
—Creo que iré —dijo no muy decidido
—¿Le dirás que sales con Heero?
—No, o no sé, a ver que sale —sonrió nervioso y se levantó del asiento
Duo se alejó de sus amigos y se acercó a la mesa de Relena, ella al ver al chico llegar se sorprendió, quedándose muda, no sabía qué decir
—¿Puedo sentarme?
La chica asintió y Duo se sentó frente a ella, se miraron en silencio incómodo por unos momentos
—Estás muy sola —comentó con tranquilidad para romper el hielo
—Si bueno… ¿Qué se te ofrece?
Sin esperar una respuesta tan cortante, Duo se quedó inmóvil unos instantes
—En realidad nada —se sinceró— Pero sentí curiosidad
—Ya veo
—¿Está todo bien?
—Duo, somos compañeros de clase, jamás hemos sido amigos ¿de verdad te importa?
Aunque no era grosera, su forma fría de decir las cosas hizo sentir a Duo aún más incómodo
—A decir verdad —evitó decir que no— Creo que a Heero le agradas y simplemente creí que le importaría saber, no sé
Esas palabras confundieron a Relena ¿de qué diablos hablaba Duo? Aunque ella siempre estuvo detrás de Heero, ellos tampoco fueron amigos, si alguna vez consideró a alguien así, ese fue Wufei, pero eso había terminado, tristemente
—Como sea, no parece que quieras hablar, entonces, con permiso
Se levantó del asiento, pero antes de marcharse se detuvo al oír la voz de la chica
—Lo sé todo Duo
—¿Eh? —nervioso se giró hacia ella, creyendo que diría algo sobre él y su hermanastro
—Eras amante de mi hermano
Al oír eso, Duo abrió más amplio los ojos, estaba perplejo. Por fortuna no había personas tan cerca que hubiesen escuchado aquello, pero para el trenzado fue como oír un gran eco dentro de su cabeza
Por aquella reacción, Relena se dio cuenta que no era un tema fácil para Duo
—Yo…
La chica señaló el asiento de enfrente para indicar que volviera a sentarse, él lo hizo
—No lo sabías ¿verdad? Que era casado
Sin poder hablar, Duo negó con la cabeza, luego agachó la mirada un momento
—¿Sabías que era mi hermano?
Aun sin verla de nuevo, Duo negó otra vez
—No sabía casi nada de él —habló por fin, sintiéndose terriblemente avergonzado
—Duo ustedes… ¿se acostaron?
No hubo respuesta de ningún tipo, hablada o con mímica alguna, pero eso fue en sí misma una respuesta, Relena no pudo soportarlo más, debía reconocer, que el tema la molestaba mucho, pese a todo, no culpaba a Duo, pero solo de imaginarlos a él y a su hermano juntos se le revolvía el estómago, le indignaba mucho que Milliardo hubiese seducido a un chico mucho menor que él, sobre todo porque ella estimaba mucho a Lucrezia
—Solo fue una vez y…
—No quiero detalles, es incómodo, lo entiendes ¿verdad?
Por primera vez, Duo levantó la mirada, luego asintió
—Lo lamento mucho, pero debes saber, que todo terminó entre nosotros
Esta vez fue Relena quien asintió en silencio, pero había algo más que la carcomía por dentro
—¿Y entre tú y Heero? —se animó a preguntar
Los dos se miraron en silencio, Duo se terminó de poner nervioso, le temblaban las rodillas, no esperaba en absoluto aquella confrontación. Recordó que Quatre le dije que no le debía nada a Relena y él sabía que era cierto, pero a ese punto, sentía que debía responder, pues quedarse callado o decirle algo grosero para alejarla, podría ser contraproducente
—Yo, no sé de qué hablas… —mostró una media sonrisa, nervioso
—Hay murmullos en los pasillos, las personas pueden ser muy crueles, solo ten en mente eso —comentó sin explicar su pregunta
A esa altura, ya era demasiado obvio de qué hablaba Relena, pero Duo no quería admitirlo tan abiertamente, era mucho más difícil que admitir haber sido amante de un hombre casado
—Debo irme —dijo sin más, levantándose del asiento y salió corriendo de ahí
Relena suspiró, aquella había sido una charla muy intensa, pero también sintió un enorme alivio, como si un peso de encima se le quitara}
Del otro lado, Quatre y Trowa vieron a su amigo salir corriendo de la cafetería, compartieron una mirada, preocupados por él
Confundido por todo lo que hablaron, Duo se dirigió hacia fuera de la escuela, se sentía muy nervioso, su corazón latía alterado. No notó siquiera cuando pasó justo al lado de Heero, este notó enseguida el semblante taciturno de su novio y no dudó en dejar solo a Wufei, quien iba a su lado, para ir detrás del trenzado
Justo antes de salir del edificio de la escuela, Heero le dio alcance y lo sostuvo del brazo, deteniéndolo, Duo volteó hacia él, sorprendiéndose de verlo, sus miradas se cruzaron
En ese momento se oyeron algunas risas y murmullos, Duo miró a su alrededor, muchos estudiantes los miraban fijamente, cuchicheaban, algunos reían y otros miraban asqueados, o al menos así lo sintió, el trenzado sentía que todos los miraban a ellos y que si hablaban era de ellos, aunque no todos estaban pendientes, fue como si todo alrededor se cerrara hasta convertirse en un espacio pequeño que lo asfixiaba
—¿Qué tienes? —preguntó Heero preocupado
—Déjame solo, por favor —pidió con la voz entrecortada
Poco a poco Heero lo soltó, Duo le dio la espalda y salió del edificio, ya sin correr, Heero lo vio marcharse por el jardín frontal hasta alejarse del campus
A diferencia del trenzado, él no prestó atención a los demás, regresó a donde estaba antes, ahí aun se encontraba Wufei, platicaba con otro compañero, pero al verlo llegar lo dejó y se acercó a él
—¿Qué le pasaba?
—No lo sé, lo noté muy alterado, tenía las pupilas desorbitadas, pero quería estar solo, así que lo dejé irse, saliendo de clase lo busco en casa
Aunque no decía que estaba preocupado, para Wufei fue más que obvio, su mejor amigo estaba muy preocupado por su pareja.
Llegando a casa, Duo fue directo a su habitación, sus padres estaban en la sala mirando televisión cuando llegó, pero este ni siquiera saludó, los señores se miraron mutuamente, la señora Yuy se levantó del sillón y subió al segundo piso, se paró fuera de la habitación de su hijo
—Cariño ¿está todo bien?
—Si mamá —respondió sin ánimo
—¿Te sientes enfermo?
—Solo me duele la cabeza ¿me dejas solo por favor? —pidió con seriedad, no quería hablar con nadie
—Estaré para lo que necesites
—Gracias
Sin decir más, la señora Yuy se alejó y regresó a la sala. Duo estaba tirado en su cama, boca abajo, abrazando su almohada, su corazón no había dejado de palpitar
—¿Podré manejarlo? —se preguntó aun alterado— Las miradas, los juicios —tras eso, escondió la cara en la almohada— ¿Estamos haciendo lo correcto?
Hace tiempo que Duo no sentía inseguridad respecto a su relación con Heero, no eran hermanos de sangre y habían acordado seguir adelante, pero la forma en que se sintió en la escuela lo hizo sentirse atrapado de nuevo, no sabía qué hacer, de nuevo.
Antes que todo ¡Feliz año nuevo!
Les traigo actualización de este fanfic, espero que les haya gustado. Nos leemos en otro capítulo
