Almirante: - General. Nos acercamos al espacio espacial de Christophsis. Recibimos una transmisión del almirante Yularen. Dicen que los generales Skywalker y Kenobi están teniendo muchas dificultades en tierra. Necesitamos romper el bloqueo Separatista para poder enviar refuerzos. -
Pablo: - Entendido, almirante. Prepare a las tropas para desembarcar en cuanto logremos atravesar el bloqueo. -
Almirante: - Si, general. - Y concluyó la holollamada.
Pablo: - Y para ti, joven padawan. Estarás bajo el mando del capitán CT-3796. Seguirás sus órdenes como cualquier otro Teniente, pero no tendras tropas bajo tu mando. ¿Entendido? -
Roy: - Si, general. -
Pablo: - Muy bien. Nos vemos en la plataforma de desembarque. Prepara tu equipo. -
Roy: - Si, general. - Respondía con voz fría.
A Pablo-Jill no le gustaba tratar de tal manera al joven padawan, incluso se sentía bastante mal por hacerlo, y le preocupaba esa falta de emociones al expresar sus dudas. De hecho, ni siquiera se mostró insatisfecho, simplemente acató las órdenes y se cerró a él. Pablo tenía que buscar la forma de conectar con Roy, pero por ahora necesitaba entender lo que significaba el respeto y la cadena de mando dentro del ejército.
El Jedi dejó la habitación, dejando a Roy atrás. Al salir, dos clones que hacían de guardia se cuadraban en pose militar al verlo, y este simplemente les ordenó descansar antes de retirarse al puesto de mando. Unos segundo después, Roy salió de la habitación, aunque con un rostro mucho menos serios que antes.
Roy se estiró con todas sus fuerzas, para luego traquear su cuello de forma violenta, algo que preocupó bastante a los dos clones. Una respiración bien profunda, y en menos de diez segundos su rostro entusiasta volvió a aparecer.
Roy: - ¿Saben donde puedo encontrar al capitán CT-3796? - Pregunto, dejando a los clones sorprendidos por el repentino cambio de actitud.
Roy recorrió las barracas de crucero Venator, buscando al que sería su nuevo superior. En el camino se encontró con muchos clones, los quienes lo saludaron y lo alabaron por su grandes proezas durante la toma de Gala, pero este solo devolvía los saludos, dejando de lados los halagos. Después de todo, a él no le interesaba ser un héroe o nada de eso.
Roy: - ¿Capitán CT-3796? - Le preguntó a un clon de armadura azul que estaba de espalda discutiendo con varios tenientes.
Capitán clon: - ¿Si? ¿Qué nece...? - El clon preguntó mientras se daba vuelta, aunque se quedó atónito al ver de quien se trataba.
Roy: - ¿Hammer? -
Hammer: - ¿Roy? - Los dos preguntaron sorprendidos.
Roy: - ¿Así que tu eres mi nuevo superior? -
Hammer: - Y tu mi nuevo recluta. Cuando el comandante me informo que debía atender a un nuevo Teniente nunca me imagine que fueses tu. Pero... ¿Teniente? ¿No se supone que seas comandante o algo de eso? - Pregunto sin vacilar.
Roy: - Siiii... Bueno... El general tiene otras ideas en mente. Por un tiempo creí que que iba a ser soldado raso. Así que no creo que no me fue tan mal. -
El verdadero motivo por el cual Pablo lo puso en ese cargo con esas restricciones no fue casualidad. Al ser un soldado raso, debía obedecer kas órdenes de un sargento o un Teniente, oficiales que tal ves no sabrían como darle órdenes a un padawan, mucho menos aprovecharlo en combate. El capitán Hammer ya lo había visto en acción, así que tendría una idea general de en que podría ser útil. Por otro lado, un cargo superior no le enseñaría a Roy los principios básico de la guerra junto a un ejército, y no estaba listo para tener a hombres bajo su cargo. Eso era algo que se debía de ganar.
Hammer: - Bueno. Nunca me entrenaron para dirigir a un jedi, pero veré que puedo hacer. -
Roy: - Es un placer estar bajo su cargo, capitán. - Dijo con una sonrisa dibujada en su rostro.
Hammer: - El placer es todo mio, Teniente. -
Todos los presentes podían presenciar el momento. Esos dos, tan distintos en mente y cuerpo, pero habían podido conectar desde el primer momento de forma armoniosa. El joven admiraba al clon por su valor en el combate, y el clon lo admiraba a él por su destreza a pesar de ser tan joven. "Sin duda alguna sería interesante como sería el campo de batalla con ellos dos luchando juntos." Ese fue un pensamiento común en muchos de los presentes.
Al poco tiempo después de las presentaciones, las luces rojas en el interior de crucero Venator indicaban que todos los clones debían prepararse para el desembarco sobre Christophsis. La flota había roto el bloqueo Separatista, y solo era cuestión de tiempo para que fueran requeridos en tierra.
Roy se unió a la compañía Hammer, nombre que recibió del mismo capitán que la comandada. Los 144 hombres se subieron a las lanzaderas, y cuando los hangares del enorme coloso espacial se abrieron, las puertas de los LAAT/i se cerraron y comenzaron a descender hacia la superficie del planeta.
En el interior de la lanzadera donde se encontraba Hammer también estaba Roy junto a otro Teniente, mientras tenían una reunión estratégica vía holo-proyección con el resto de Tenientes que estaban en los otros transportes.
Hammer: - Muy bien señores. Nos asignaron tomar este sector de la ciudad. - Decia mienteas señalaba el holomapa. - Según inteligencia, gracias a las acciones del general Skywalker un enorme escudo de energía fue desactivado y con eso nuestra artillería se encuentra a salvo. Pero esta zona está demasiado lejos y debe ser revisada a detalle. Los droides pueden estar tras cualquier esquina. Permaneced atentos y no os dejéis engañar. Puede haber miles de ellos entre las muchas calles. ¿Están listos? -
Clones: - Si, señor. -
El grito de los clones tomó a Roy por sorpresa, quien no se esperaba tal reacción. Sin lugar a dudas el capitán Hammer infundía el respeto de sus camaradas.
Piloto: - ¡Fuego enemigo! -
Tras la advertencia del piloto, las lanzaderas comenzaron a sacudirse antes los disparos que procedían por tierra. Blaster de todos los calibres impactaban sobre el fuselaje de la lanzadera, mientra se podía escuchar como un LAAT/i explotaba peligrosamente cerca de ellos.
Hammer: - ¡Abrid las compuertas! -
Tras la orden, las compuertas laterales de los transportes se abrieron, permitiendo a las tropas ver los objetivos en tierra. Automáticamente, los clones comenzaron a devolver el fuego, mientra se veían centenares de droides disparando a los transportes con todo lo que tenían. Roy se mantenía en la parte trasera de la lanzadera al no portar un arma para disparar, pero cuando vió como un clon recibió un disparo y cayó muerto sobre el suelo de la lanzadera todo cambio.
Roy se acercó al borde de la compuerta y encendió el sabe de luz, reflejando con precisión los blaster que se aproximaban. Eran muchos, pero el padawan hacía lo posible por mantener a todos a salvo.
Roy: - ¡No resistirnos mucho así! -
Hammer: - Tenemos que llegar a la zona de aterrizaje. -
Roy: - Espero llegar vivo. -
Hammer: - Yo también. Jajaja. - La risa del clon hizo creer a Roy que estaba algo loco, pero al ver que sus compañero ni siquiera se inmutaron simplemente lo ignoro pensando que era algo normal.
Piloto: - Estados llegando a la zona, señor. -
Hammer: - ¡Llegó la hora señores! ¡Todos listos! -
Los LAAT/i descendieron sobre una plaza que estaba medianamente protegida por los droides, quienes no cesaban el fuego contra los transportes Los LAAT/i descendieron sobre una plaza que estaba medianamente protegida por los droides, quienes no cesaban el fuego contra los transportes. Los primero LAAT/i aterrizaron, dejando a los clones lo más rápido posible para que otras pudieran dejar sus tropas en el campo de batalla. En apenas unos segundos, los clones lograron montar una línea improvisada de defensa, hasta que el resto de las tropas llegó al combate.
Hammer descendió de la lanzadera cubriéndose de los disparo hasta llegar a una cobertura, cuando de pronto el joven padawan pasó a su lado a gran velocidad.
Hammer: - No, Roy. Espe... -
El clon trato de frenarlo, pero cuando alzó la cabeza vió a Roy en la primera línea, usando su sable de luz para reflejar todos los disparos que iban hacia esa posición. Au defensa era inquebrantable, algo propio para un usuario tan aventajado del Soresu como el propio Roy era.
Teniente clon: - Nada mal. -
Hammer: - Ja. Maldito fanfarrón. - Dijo con una sonrisa burlona en sobre su rostro, al ver como despejaba el camino para ellos. - ¡A todas las tropas! ¡Seguid al Teniente! -
Los clones dejaron sus coberturas y comenzaron a avanzar, siguiendo de cerca al habilidoso padawan quien, sin saberlo, había concentrado casi todo el fuego enemigo en su posición. Los droide B1, que eran lo que conformaban las tropas enemigas en su totalidad, no pudieron hacer nada para frenar el agresivo avance de los clones, quienes como una marea blanca fue arrasando con todo a su paso.
Pasados unos minutos de combate, la zona parecía caer bajo el control de la República Pasados unos minutos de combate, la zona parecía caer bajo el control de la República. Los clones habían terminado de barrer la zona de droides, y solo estaban patrullando para estar seguros. Hammer ordenó a sus tenientes reunirse con el en la plaza, reunión a la cual Roy asistió.
Hammer: - Muy bien, caballeros. Recibí un mensaje del comandante. Nos moveremos al este a apoyar al resto. -
Teniente 1: - Seguro que no se esperaban que tomáramos el sector tan rápido. -
Teniente 2: - Ni que lo digas. - Todos enfocaron su mirada sobre el joven padawan.
Roy- ¿Qué? - Preguntó confundido.
Hammer: - Creo que se por que no pusieron hombres bajo ti mando. -
Roy: - ¿Qué quieres decir? -
Hammer: - Eres un gran espadachín y puedes enfrentar a un gran número de enemigos tu solo. Pero eso no es ser un buen oficial. -
Roy: - Solo hice... lo que pensé que era correcto. -
Hammer: - Para ti. -
Teniente: - Si chico. Nosotros no podemos seguirte el ritmo. -
Roy: - Lo... Lo siento. -
Hammer: - No es un regaño. Es una lección. Un buen oficial guía a los suyos mientras ve todo el panorama y toma la mejor decisión. Primero piensa, luego actúa. -
Roy quedo atónito antes esas palabras. Pensaba que Hammar era otro fanático de la lucha igual que él, pero ahora pudo ver la gran diferencia. Dentro de esa cáscara confiada que lo recubría, Hammer demostraba ser un capitán experimentado y uno que sabía analizar la situación. De hecho, ahora que lo pensaba con detalle, Hammer no demoró ni dos segundos en ver la apertura que él había creado. Digno de alguien que sabe como funciona el campo de batalla. Roy se preguntaba que tan increíbles podían llegar a ser los clones, puesto que en Coruscant solo los veían como maquinas de guerra. No muy diferente a los droides. Estaba claro que tenía que aprender mucho nás aparte que código militares.
Hammer: - Joder. Eres igualito al comandante. -
El comentario del capitán y la risa burlona del resto de Tenientes sacó a Roy de sus pensamientos. Mirando con curiosidad si entender a qué se referían.
Roy: - ¿El comandante? Imposible. El es demasiado serio y estricto con las normas. - Los clones se miraron por unos segundos, y volvieron a reír a carcajadas. - ¿Qué? -
Hammer: - Lo entenderás cuando lo conozcas. - Dijo mientra se limpiaba una lagrima de sus ojos de tanto reír. - De momento continuemos. Tenemos toda una ciudad que liberar. -
