Cualquiera que viera a Roy podría quedar confuso con sus movimientos, incluso un gran maestro Jedi pudiese tener incluso dificultades para tratar de descubrir que estilo usaba el joven padawan, y el motivo era porque no usaba ninguno en particular.
Sus movimientos eran precisos, al punto de poder decir los blaster sin hacer ningún moviendo innecesario, como todo un maestro del Soresu. Aún así, eran algo diferente. El joven mostraba una gran fuerza y rigides en sus movimientos, incluso podría decirse que su cuerpo estaba en un constante estado de tensión, muy diferente a los que los soldados del 212th estaba acostumbrados a ver en su general Kenobi. Lo que los clones no podían detectar, eran las emociones negativas que corrían por la mente del padawan, las cuales no salían a flote, ocultadas por su rostro serio e inesprecivo... Como si no sintiera ningún tipo de emoción en la batalla. Tal parecía que estuviese... muerto.
Algunos miembros del consejo Jedi incluso podrían detectar pequeños destellos de la forma de combate VII, el Juyo, aunque estas eran muy sutiles. Incluso el maestro Mace Windo hubiese visto con preocupación algunos reflejos del Vaapad en los movimientos del joven. Por suerte, nadie del consejo estaba mirando, y sus aptitudes para el uso de la fuerza eran escasos, por lo que ningún miembro del consejo le presto atención en su estadía en la academia. Salvo el maestro Yoda.
Aun así Roy, a pesar de su corta edad, hacia uso del sable doble como todo un experto, algo que escondía incluso de sus propios maestros en el templo. Sabía de su tendencia a ser agresivo y belicosos, y ya eran incontable las reprimendas que había recibido al dañas accidentalmente a alguno de sus compañeros durante las prácticas. Sin duda alguna ese muchacho guardaba demasiados misterios.
Pero eso no parecía tener importancia ahora, pues después de haber transcurrido un minuto de combate, los comandante fueron capaces de reaccionar y comenzar a dar instrucciones. Al principio estaba tan preocupados por Roy que no podía hacer otra cosa que pensar en cómo sacarlo de esa situación, pero al ver que el padawan podía apañarselas por su cuenta decidieron actuar a su favor para brindarle todo el apoyo posible.
Comandante: - ¡Hammer! ¡Operación cincel! ¡Ya! -
Hammer: - ¡Si señor! ¡Ustedes! ¡Conmigo! -
Ahí estaba. La estrategia que tantas veces habían usado. Roy pudo ver con el rabillo del ojo como el grupo de Hammer se retiraba hacia la izquierda, y supo que sólo tenía que resistir un poco más hasta que el capitán estuviese en la posición designado. Y para su suerte...
Cody: - ¡212! !Fuego sobre la vanguardia enemiga! -
La respuesta inmediata de los clones fue todo un alivio para el joven, quien ya comenzaba a sentir los efectos de la fatiga muscular. Tras el actuar de los clones, los droides distribuyeron sus disparos, haciendo que la presión sobre Roy disminuyese, lo que el joven agradeció profundamente. Aún así no podía relajarse, el enemigo perdía a decenas de droides, pero habían miles en camino.
El sable doble de Roy giraba en todas direcciones en una coreografía digna de admirar. Los blaster rebotaban sobre sus brillantes hojas en todas direcciones, siempre procurando proteger a los clones a sus espaldas mientras intentaba derribar uno que otro droide. Pero dado su situación, debía priorizar proteger a contraatacar.
Entonces una columna de disparos sorprendió a los enemigos desde uno de los flancos, y justo a tiempo. Hammer había llegado, liderando a sus chicos a mientras disparaba con su cañón rotatorio Z-6. Sus muchachos hicieron una entrada impresionante, y habían tomado a las filas enemigas del medio de la formación desprevenidos, y al mismo tiempo, cortaron los refuerzos para las tropas del frente.
Ante este panorama, el comandante clon dio la orden de avanzar, y todos los clones del 194th abandonaron sus coberturas y se lanzaron al frente, con Roy cubriendo el avance desviando blaster y cortando a los droides en pedazos. Los clones del 212th no reaccionaron a tiempo, y no podían culpables, pues Cody no sabía exactamente que trataban los hombres de su amigo, pero tras diez segundo dio la orden para que el 212th se uniera a la avanzada.
Cody lo entendió de inmediato al llegar al llegar a una posición donde pudo ver a un grupo de clones rezagados a la izquierda de su posición. Era el grupo de Hammer, quienes tras hacer un gran daño a la columna enemiga, tuvo que aguantar la posición hasta que llegara el resto. Solo podían agradecer que la presencia de Roy adelanto el avance de las fuerzas principales, o las bajas hubiesen sido demasiadas.
Tras esta maniobra extremadamente arriesgada, los clones del 194th y 212th pudieron obtener una posición más ventajosa, incluso lograron aumentar sus posibilidades de salir victoriosos, pero la balanza aún se inclinaba hacia el bando Separatista. No importa a cuantos cuantos cientos de droides derrotaban, sus número parecían no tener fin.
Cody: - Esto es demasiado arriesgado. Tenemos que buscar una alternativa. -
Comandante: - No podemos retirarnos. Estamos muy lejos del centro de mando. Y no podemos dejar que los droides rompan nuestras defensas.-
Cody: - No tenemos opción. Tenemos que resistir y rezar porque los generales descubran que esta pasando. -
La batalla se había extendido... demasiado. Los clones comenzaban a tener muchas bajas tras media hora de combate. Habían caído tantos droides, que incluso habían creado una barricada con cuerpos de metal improvisados por los cuales los droides que seguían avanzando debían subir. Esto atraso algo el avance, pero sus ridículos números eran muy superiores como para ser detenidos por esas pequeñeces.
Roy tuco que retroceder y esconderse tras un pedazo de concreto que había caído de los edificios aledaños, pues la batalla prolongada había consumido sus fuerzas y ya no podía mantener el rito. Sudaba como si se encontrara en un desierto, e iperventilaba como si no hubiese respirado por más de cinco minutos. Estaba exhausto, y ningún clon podía culparon. Era solo un muchacho, y se estaba exigiendo demasiado. Aún así, los droides se acercaban más y más.
Dentro de la conmoción, los blaster sobrevolando, las explosiones, y los clones gritando para alertar a sus compañeros, Roy asomo la cabeza y analizó rápidamente la situación. Estaba en desventaja total, y los droides no parecían ceder su avance. Miro a todos lados, pero no encontro nada que les pudiera dar cierta ventaja. Hasta que vio la pila de droides hechos chatarra que se acumulaba tras las formaciones enemigas y tuvo una idea... una peligrosa u descabellado idea.
Roy: - ¡Comandante! ¡Tengo un plan! - Gritó interrumpido por el ruido de los disparos.
Comandante: - ¿¡De que se trata!? -
Roy: - ¡No tengo tiempo para explicsrlo!...¡Pero necesito que confíe en mi! -
Comandante: - ¡Negativo muchacho! ¡Si es una imprudencia no déjate que pongas tu vida en peligro! -
Roy: - ¡No tenemos...! - Su voz se vio opacada cuando un blaster impactó peligrosamente cerca. - ¡No tenemos muchas opciones! ¡Tengo que hacerlo! -
El comandante no estaba convencido de eso. Miro el rostro cansado y lleno de sudor del padawan y dudaba en aceptar su propuesta. Miró momentáneamente hacia Hammer buscando una segundo opinión, pero el capitán estaba tan confundido como él. Todo dependía de su decisión. Respiro profundamente y contestó.
Comandante: - ¡Muy bien! ¡Permiso concedido! -
Roy: - ¡Gracias señor! ¡Prepárense para avanzar! -
Comandnate: - ¿Qué...? -
El comandante no pudo siquiera reaccionar cuando vio aterrado a Roy saltando sobre su cobertura mientras encendía sus sables de luz. No tuvo tiempo a ordenarle que regresara cuando vio como el joven se lanzaba contra la avanzada droide, la que sorprendentemente dejó de disparar por razones desconocidas.
Droide B1: - Mirad. -
Droide B1: - ¿Qué es eso? -
Droide B1: - Es un niños. -
Droide B1: - ¡Es un Jedi! ¡Fue...! -
El droide no pudo terminar de hablar cuando la hoja del sable de luz de Roy alcanzó su carcasa de metal. El cuerpo fragmentado del mecánicos cayó sobre el suelo, sorprendiendo al resto de B1 y B2 que estaba a su lado. Pero no tuvieron tiempo a esquivar el embiste del joven padawan., quién en vez de atacar a los droides a su lado, siguió avanzando creando una línea de destrucción que se adentraba dentro de la formación enemiga.
Los clones miraban incrédulos, pensando que se había vuelto loco. Roy cada vez se adentraba más y más en las líneas de droide, pero solo podían mirar... atónitos como ningún blaster alacanzaba al joven... Pero... ¿Cómo?
La respuesta era bastante facil... Aunque Roy no era consiente de eso. Los droides no sabían que pasaba. Ellos solo veían una perturbación en las líneas del frente, y cuando Roy destruía al droide que tenían al frente no tenían tiempo a reaccionar a tiempo antes que las hojas de luz los partiera a la mitad. Sumado a esto, los droides resagados no podían determinar si avanzar o darse vuelta para acabar con el intruso en su formación, una desventaja de su "independencia de pensamiento," una que jugaba en su contra en ese momento. Todo eso, mientras los clones acababan con los resagados procurando no disparar a la posición donde se encontraba Roy, quien finalmente logró su objetivo.
Exhausto a más no poder, con los brazos y las piernas adoloridos, dejó caer su espalda sobre la loma de chatarra y partes de droides destruidos. Pero eso solo era el primer paso, y realmente esperaba que el comandante hubiese entendido sus últimas palabras.
Los droides que se asomaban eran rápidamente cortadas por el sable de luz antes de siquiera saber que lo había abatido, pues no se esperaban que el joven padawan estuviese bajo sus pies. Las partes de metal cortadas se precipitaban contra el piso, pero esa era la menos de sus preocupaciones. Los droides que había dejado atrás se estaban acercado, y el único motivo por el cual no le disparaban era porque no podían apuntarle con tantos restos de sus semejantes cayendo sobre él, pero la distancia cada vez se reducía más y más.
"Es ahora o nunca, comandante." Pensó el joven padawan.
Por suerte, sus plegarias fueron escuchadas, y como una marea de ángeles salvadores, los clones avanzaron hacia su posición mientras derribaban a los droides que ni siquiera podían entender que estaba pasando. Los clones del 194th finalmente habían llegado, con el comandante y Hammar al frente. Su primer instinto fue correr con todas sus fuerzas una vez que los droides yacían abatidos, hasta alcanzar el montículo de chatarra en el que Roy contenía a las fuerzas enemigas.
El comandante se lanzó de espalda junto al padawan, aunque Hammer y muchos otros mantuvieron cierta distancia disparando a quemarropa contra los droides cuyos cuerpos destrozados cada vez más aumentaban el tamaño de su cobertura. Algo muy conveniente.
Roy: - ¿Dónde está el 212th? -
Comandante: - Cody dice que esto es una locura. Tiene una idea diferente. -
Hammer: - Jajaja. Si que es una locura. Jajaja. - Decía sin dejar de disparar su cañón rotatorio Z-6 contra los droides que osaran asomarse.
Roy: - Aqui podemos aguantar por un rato. -
Comandante: - Desplegar las tropas. Mantened esas ojalatas a raya. -
Clon: - Si, señor. -
Hammer: - Bien hecho mocoso. El capitán Fordo estaría muy celoso de ti. -
[Cerramos con un comentario que solo un verdadero fan entenderá XD]
