Roy junto a los oficiales clones esperaban fuera, algo extrañados de tanto secretismo. Los Jedi eran sujetos bastante raros a ojos de muchos, incluso para sus propios padawan quienes a veces no entendían del todo el actuar de sus maestro.
Finalmente, la puerta de la sala de conferencia se abrió, de la cual un sonriente Pablo apareció, pero su sonrisa poco tenía que ver con la expresión de preocupación de sus ojos.
Pablo: - Señores. Tenemos algo importante que hacer. -
Roy: - ¿Qué ocurre maestro? -
Pablo: - Al parecer hay actividad Separatista sospechosa en el planeta de Passana. El consejo nos ordenó ir y averiguar qué está pasando. -
Hammer: - ¿Passana? ¿Qué planeta es ese? -
Tesla: - Un planeta desértico del sector Ombakond de la Región de Expansión. Planeta de origen de los Aki-aki. -
Hammer: - Ni idea. Jamás escuché de él. -
Tesla: - No es... Un mundo muy emocionante que digamos. -
Tukk: - Si nos ordenaron mover a toda la legión es porque algo grande está pasando. -
Pablo: - Los reportes informan de actividad Separatista constante desde varias rotaciones. El por qué es desconocido, pero se sabe que están usando gran cantidad de recursos. -
Tukk: - ¿Estarán construyendo algo? ¿Tomando posiciones? -
Pablo: - Las posibilidades son alta. De ser el caso. Debemos reducirlos antes que sea demasiado tarde. -
No había mucho más que decir. Un buen soldado obedece órdenes, y los oficiales estaban listos para darse la vuelta y preparar a las tropas, pero aún quedaban algunas sorpresas.
Pablo: - Ah, y algo más. El general Voolvif Monn nos alcanzará antes de llegar al sector. -
Esta noticia pasó por alto a los clones, pues de ellos solamente Tukk y Tesla habían oído de él, pero su información al respecto era bastante escasa. En cambio, Roy puso la mejor cara de poker que pudo. Y con razón.
Tal como estaba previsto, la flota dio el salto al hiperespacio al punto de encuentro, donde ya esperaban dos acorazadas Venator y varias fragatas. Era la flota al mando del general Monn, el cual no se tardó en hacerse presentes en el puesto de mando del Impoluto tan pronto como las flotas se fusionaron para la gran operación que estaba por venir.
A su encuentro acudieron todos los altos rangos. Los propios Monn y Pablo, Roy, Tukk, y el comandante clon del 381th batallón de asalto a cargo del general Monn. Un clon al que llamaban Bartok.
Pablo: - General Monn, Comandante Pablo: - General Monn, Comandante. -
Monn: - General Pablo, padawan Roy, comandante. - Un rápido saludo.
Pablo: - Veo que ya conoce a mi padawan. -
Monn: - Si. El joven Roy y yo nos conocimos en el templo de Coruscant hace unos años. -
Roy: - Un placer volver a verlo, maestro. ¿Aún le gusta que lo acaricien entre las orejas? -
Esto era una clara broma a su aspecto canino, cosa que no pasó desapercibido por nadie. Monn sólo respiró profundamente para no darle una reprimienda al mocoso con cara de idiota frente a él, mientras Pablo hacia su mejor esfuerzo pues contener la risa. Aún así, para Tukk y Bartok les fue imposible, aunque se quedaron bien quietecitos cuando Monn les dedico una mirada fulminante.
Monn: - Joven Roy, recomiendo que deje las bromas de dudoso carácter para otro momento. Ahora hay cosas más importantes que discutir. -
Roy: - Si. Maestro. -
La voy del maestro Voolvif Monn era carrasposa. Como la de alguien que tiene inflamación de garganta, una consecuencia de las cuerdas vocales poco desarrolladas de su especie licantropa. Sus palabras siempre solían venir acompañadas de gruñidos y sonidos extraños, y Roy sabía muy bien cuando este se molestaba. Así que decidió agachar la cabeza cuando era necesario.
Pablo: - Espero disculpe a mi padawan. Aún tengo mucho que enseñarles. Modales para empezar. - Ante el comentario, el jedi licantropo solo suspiro con pesar.
Monn: - Pues le deseo mucha suerte con eso. Pero dejemos este asunto a un lado. Hay mucho que discutir. -
Tras sus palabras, el grupo de cinco se dirigió a la holo-mesa, donde una vez el comandante Bartok ingreso unos códigos, se mostró al planeta Passana y algo muy preocupante alrededor. Una flota Separatistas compuesta por cinco fragatas Munificent y dos acorazadas clase Providense.
Tukk: - Eso si es un problema Tukk: - Eso si es un problema. - Expreso tras un largo silbido.
Bartok: - Las flota Separatista está concentrada al norte de Passana. Tenemos razones suficiente para creer que están protegiendo algo en la superficie. -
Pablo: - ¿No se han movido? -
Pablo: - ¿No se han movido? -
Bartok: - No. Dos rotaciones y no abandonan posición. -
Pablo: - Mmm. Interesante. -
Monn: - Nuestros escaleras muestran algo peculiar en esa zona del planeta. - Tras presionar unos botones, la imagen cambió a una imagen de la superficie que mostraba un sistema montañoso. - Este es el sistama montañoso más grande de Passana, lo curioso, es que los escaner detectan cantidades elevadas de hiero bajo la superficie. Cantidades demasiado elevadas que no estaban en los registros de antaño. -
Roy: - ¿Una base subterránea? -
Monn: - Probablemente. -
Tukk: - Una fábrica de droides. -
Monn: - Ochenta porcentaje seguro. -
Tukk: - Eso explica porque están tan preocupados en Coruscant. Passana está demasiado cerca de la capital. Si está fábrica entra en operaciones será un punto estratégico para el avance Separatista a los mundos del núcleo. -
Monn: - Eso es correcto, comandante. -
Roy: - ¿Cual es el plan? ¿Atacaremos de frente? Somos más que ellos. -
Pablo: - Paciencia, joven padawan. Lanzarse de frente contra el enemigo nunca es sensato. -
Monn: - Eso es correcto. Pero esta ve estoy de acuerdo con el padawan. -
Roy: - ¿En serio? - Ver como el propio Roy era el más asombrado de todos era de lo más simpático. -
Monn: - Estaba pensando que las dos flotas atacarán conjuntas a las naves Separatistas. Esto seria solo una distracción. La verdadera batalla es posible que se lleve en tierra. -
Pablo: - Un asalto terrestre. Será difícil. Esos desiertos no proveen mucha cobertura. -
Bartok: - Ese es el mayor problema. Las zonas seguras para el desembarco están aqui... y aquí. - Señalaba con su dedo al mapa. - Son diez kilómetros en línea recta. -
Tukk: - No tendremos cobertura alguna. Si sus defensas son fuertes sufriremos gran cantidad de bajas antes de empezar. -
Pasaron unos minutos mientras los oficiales analizaban el sistam montañoso, tratando de determinar posibles entradas, puntos de interés, o emplazamientos donde los Separatistas pusiesen colocar su artillería antiaerea, entre otras cosas. Minutos que Toy no dijo una palabra y se mantuvo pensativo.
Pablo: - Padawan. ¿Ocurre algo? -
Roy: - Oh... Nada maestro... Solo... Estaba pensando en algo... -
Monn: - ¿Alguna idea en mente? -
Roy: - Algo así. Pero no les va a gustar. -
Roy tenía razón al decir eso. Todos se quedaron reacios a ejecutar tan descabellada idea, pero a decir verdad, no se les ocurría nada mejor. Y tan pronto como la noche llego a esa región del planeta, las naves de las República dieron el gran salto saliendo a una distancia prudente para reorganizarse antes de entrar en combate. Lo que no sabian... era que esta misión sería mucho más difícil de lo que imaginaban, pues quien estaba a cargo de las fuerzas Separatistas era alguien con bastante experiencia en combate.
Droide OOM: - Almirante Xile Droide OOM: - Almirante Xile. Una armada de la República ha salido del hiperespacio. - Hablaba el droide dentro de la cabina de mando del acorazado Providence.
[Origen del Xile:
/c/star-wars/page/item/admiral-xile/dKFa_Im4YrkBloxx3w27n4JBaPGvXR
Si ponen Star Wars Admiral Xile en el buscador de Google les mostrará este link]
Ante las palabras del droide, el admirante se mantuvo sereno y tranquilo, como si ya supiese que esto pasaría eventualmente. Xile era un oficial no tan conocido en las guerras clon, pero su intelecto estaba a la par de alguno de los mejores estrategas de la República.
Meticuloso, progresivo, difícil de intimidar. Analista nato y con gran don para el liderazgo.
Xile: - A todas las naves. Posiciones de batalla. -
Droide OOM: - La flota enemiga es superior a la nuestra señor. -
Xile: - Estoy enterado. Desviad todas la potencia a los escudos frontales. Armas principales desactivadas. Motores al veinte por ciento. -
Droide OOM: - Almirante. Esos nos dejaría como un blanco fácil. -
Xile: - Fácil, pero impenetrable. Contacte con las unidades en tierra. Que esperen un asalto masivo terrestre. No podremos ayudarlos hasta que lleguen los refuerzos. ¿Tiempo estimado? -
Droide OOM: - Dos rotaciones, señor. -
Xile: - Bien. Resistirnos hasta entonces. ¡Preparad los cazas! Esta batalla será un infierno.
Droide OOM: - Roger. Roger. -
El combate empezó de inmediato. Las naves de la República abrieron fuego, iluminando el cielo nocturno de Passana con luces verdes que se difuminaban en el firmamento. Tan pronto se vio el primer disparo, cazas de ambos bandos abandonaron el hangar, estableciendo una cruenta batalla en el centro de ambas flotas. Mientras tanto, los jedi y clones estaban listos para partir dentro de las lanzaderas LAAT/i, esperando el momento justo para partir.
Monn: - Almirante. ¿Cual es la situación? - Preguntaba el general jedi a la proyección que le mostraba el dispositivo en su mano.
Almirante: - Estamos abriendo fuego sobre las naves enemigas. Pero estas no responden al fuego. -
Pablo: - Seguro están priorizando la defensa. -
Tukk: - Saben que el ataque será por tierra. Este será un viaje muy movido. -
Monn: - Almirante. Siga presionando al enemigo, pero recuerde. Mantenga una distancia segura, vuestra prioridad es mantenerse firme en orbita. -
Almirante: - Así será, general. -
Monn: - Que la Fuerza lo acompañe. -
Almirante: - Y a usted, general. - Concluye la comunicación.- Estamos listos. -
Pablo: - Comandante. Es hora. -
Tukk: - ¡Ya oyeron muchacho! ¡A la batalla! ¡Demuestrenle a esas hojalatas quienes son los mejores! -
Ante los gritos eufóricos del comandante clon, todos aquellos que lo escucharon en vivo o por una proyección rugieron con entusiasmo. Tukk tenía un talento natural para la palabra, e inspirar a las tropas era una virtud que se le daba muy bien. Tanto, que hasta Bartok y los muchachos del 381th gritaron al unísono. Lo que marcaba un buen inicio para el combate. La moral no lo era todo, pesó sin duda ayudaba bastante.
Y así, dentro del rugir de las cajoneras y el pitido de los cazas volando a tales velocidades, miles de lanzaderas LAAT/i partieron desde los diferentes Venator, adentrándose en la atmósfera nocturna del planeta. Todos estaban preocupados ante la batalla, pero dispuestos a luchar cualquiera sean las condiciones. Aún así, los Jedi presentían que algo no estaba bien. Incluso Roy, quien no tenía un buen vínculo con la Fuerza se sentía algo extraño. Su mente no dejaba de atormentarlo. Como un mal presentimiento.
Mientras tanto, en el buque insignia separatista.
Droide OOM: - Almirante, ñas fuerzas de la República comenzaron el descenso hacia la superficie del planeta. -
Xile: - Entendido. ¿Están listas las defensas? -
Droide OOM: - Afirmativo. Unidades en tierra confirman contacto visual con el enemigo. -
Xile: - Muy bien. Abrid fuego antiaereo. Destruir tantos transporten como podías antes que desembarquen. Y para aquellos que logren poner un pie en tierra... me apiadó de su mala suerte. -
