Monn: - ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Seguid avanzando! ¡Debemos tomas sus posiciones antes del anochecer! -

La lucha sobre las planicies del este se había extendido demasiado. El ejército clon tenía muchas dificultades para lograr ganar terreno, pues las hordas de droides que salían desde la base de las montañas parecía no tener fin.

En un terreno tan llano, encontrar una cobertura decente era sumamente difícil, y la infantería debía avanzar lentamente tras la protección de los AT- TE.

Acompañando a las compañías, también se encontraba un buen número de los imponentes HAVw A6 Juggernaut Acompañando a las compañías, también se encontraba un buen número de los imponentes HAVw A6 Juggernaut. Colosos de cinco pares de enormes ruedas que avanzaban sobre el campo de batalla, cargando consigo centenares de tropas y brindando apoyo con sus grandes cañones y misiles.

Aun así, esto no era suficiente para hacer que el ejército droides sucumbiese Aun así, esto no era suficiente para hacer que el ejército droides sucumbiese. Los generales se cuestionaron sus estrategias, comenzado a pensar que efectivamente se trataba de una fábrica drodie, aunque de menor escala que la de Geonosis. Después de todos, sólo el grupo de Roy sabían a qué se estaban enfrentando. Pero de ser el caso, esta sería una batalla mucho más larga de lo planificado.

Monn: - ¿Alguna novedad de la avanzada? - Hablaba por el comunucador, estando en otro lado del campo de batalla.

Pablo: - Negativo. Las interferencia aún son muy fuertes. -

Monn: - ¿Crees que este bien? -

Pablo: - Conociendo a mi padawan... Me preocuparía más por los droides. -

Monn: - Eso espero. -

Pablo: - ¿Algún cambio? -

Monn: - Todavía nada. Seguimos presionando por el norte y el noreste. Pero sus números son infinitos. ¿Y su frente? -

Pablo: - Misma situación. Pequeños avances y... -

Tukk: - ¡General! ¡Hemos abierto una brecha en el frente enemigo! - Interrumpio con prisa el comandante clon.

Pablo: - ¡Qué todas la unidades avancen! ¡Usad la brecha y presionad sobre los flancos! -

Tukk: - ¡Si, señor! -

Pablo: - Parece que vamos mejorando. -

Monn: - Entendido. Seguiré avanzando. Nos vemos tras la batalla. Que la fuerza lo acompañe, general. -

Pablo: - Que la fuerza lo acompañe. -

Este evento fue un disparo de suerte para el ejército clon, pues los pronósticos no apuntaban a ninguna apertura teniendo en cuenta las interminables hordas de droides que se avalanzaban sobre ellos. Un regalo de la Fuerza tal vez. Lo que desconocían, era de los estragos que Roy y Collin sembraba dentro de las instalaciones Separatistas.

No había droide capaz de detener a estos dos locos. Roy iba al frente, bloqueando cada blaster que intentase darle muerte. Los estrechos y oscuros pasillos eran perfectos para el combate con sable de luz, pues no tenía que preocuparse por ser flanqueado o tener enemigos en la retaguardia. Solo tenía que avanzar de frente y eliminar a cuanto automecanico se interpusieron en su camino. Y a sus seis, el Sargento Collin le seguí de cerca.

El clon tenía el trabajo más sencillo, por decirlo de alguna forma. Cerrar y abrir puertas, sabotear circuitos eléctricos, explotar alguna que otras cosas con detonadores o disparar a uno que otro droide que fuese capaz de acercarse demasiado cuando los pasillos llegaban a una intersección. Además que era él que vigilaba el mapa todo el tiempo, asegurándose de tomar la ruta correcta hacia su destino, permitiendo a Roy enfocarse en avanzar.

Por supuesto, ninguno de los dos grupos sabia la situación del otro. Roy desconocía del lento avance de las fuerzas principales, pero tras descubrir que efectivamente se trataba de una fábrica Separatista, pudo asumir que se efectuaría un cambio de planes por parte de los generales. Una batalla más lenta y progresiva. Lo cual significaría muchas más bajas, de allí la importancia de su misión de infiltrarse y desactivar la fábrica cueste lo que cueste.

El joven padawan y el Sargento clon no descansaron en su acometida. Cada pasillo los acercaba cada vez más a su objetivo, pero para eso debían atravesar el infierno, literalmente.

Uno de los pasillos los condujo hasta el propio corazón de la fábrica Uno de los pasillos los condujo hasta el propio corazón de la fábrica. Una enorme galería donde miles de maquinarias trabajaban sin descanzo para fabricar miles de unidades cada minuto. Esta fábrica, como muchas otras, se construían bajo tierra, aprovechando la actividad magnátima del planeta para generar electricidad, además, que era un ambiente hostil para cualquier forma de vida orgánica.

Gracias a la Fuerza que los trajes clon regulares tenían reguladores térmicos incluidos, o Collin se estaría cocinando en el interior de su blanca armadura. Pero aún más sorprendente, era el hecho que Roy no tuviese ningún tipo de problemas con el calor. "Habilidades Jedi." Supuso el clon.

Collin: - ¿Que hacemos ahora, teniente? -

Roy: - Si tuvieras el jetpack podríamos ir juntos. Pero supongo que mejor será separarse. Déjame revisar el mapa in momento. -

Usando la consola de su antebrazo, Collin proyecto el mapa subterráneo de las instalaciones. Y tras una breve observación, el padawan tuvo una idea.

Roy: - ¿Ves estos condensadores? -

Collin: - Si. Los veo. -

Roy: - Esos conductos parecen estar ubicados al este. Si los generales Pablo y Monn siguen luchando deberían estar tras esas posiciones. Destrúyelos. Eso provocará un aumento de temperatura y ese sector de la fábrica quedará inhabilitado hasta que se reinicie el sistema. -

Collin: - Entendido. Buena suerte, teniente. -

Roy: - Igual para usted, Sargento. Que la fuerza lo acompañe. -

Tras decir eso, Collin miró atónito como el padawan dio un temerario salto al interior de la fábrica, cayendo más de cuarenta metros antes de aterrizar epocamente sobre una plataforma de metal. Usualmente, un Jedi caería con delicadeza, provocando la menor cantidad de ruido posible. En cambio, Roy calló como una enorme mole de acero, creando un fuerte estruendo y abollando el piso de metal bajo sus pies. "¡Qué tipo más loco." Fue lo que pensó el clon, antes de verlo desenfundar su sable de luz azul y abalanzarse contra los pobres droides que intentaban frenarlo. Acto seguido, el clon se retiro a su objetivo.

La escena de Roy avanzando por la fábrica sería muy similar a cuando el propio Anakin Skywalker lucho en el interior de las instalaciones de Geonosis. Aunque la mayoría diferencia era que Roy destruía con su sable de luz cuanta maquinaria se le posase en frente.

Su avance fue relativamente sencillos. Ya había cruzado la mitad de las instalaciones sin destruir otra cosa que no fuesen droides B1 o alguno que otro B2. Pero tras ese punto, comenzaron los problemas.

La imponente descarga de sus blaster avisó de su llegada La imponente descarga de sus blaster avisó de su llegada. Un escuadrón de droides B2-RP descendió desde la altura de las instalaciones en búsqueda del intruso.

Este modelo de droide había sido desconocido desde entonces, pues fue en Ringo Vinda donde se confirmaría su eficiencia en combate. Al parecer, estos eran prototipos, prototipos fuertemente armados a los cuales Roy debía enfrentar.

El padawan alzó si sable de luz, y con una habilidad impresionante comenzó a reflejar la lluvia de disparos, aunque en su mente sabía bien lo desventajosa de su situación.

Al encontrarse en un espacio abierto, sólo era cuestión de tiempo ante que los droide cohete, ocho de ellos en total, fuesen capaz de rodearlos, y de nada servirían sus habilidades si el enemigo lo ataca desde la retaguardia. No había otra opción. Si seguí adelante solo encontraría la derrota.

Roy no dudo ni un segundo en desviarse de su objetivo, intentando ocultarse tras la enormes maquinarias de producción mientras escapaba de los fuertemente armado y veloces droides voladores. Era sorprendente como una mole de metal pusiese ser tan rápida, pero el padawan no era capaz de despistarlos.

En una ocasión, Roy incluso tomó un blaster E-5 de uno de los droides B1 derrotados e intento disparar contra sus perseguidores, pero la poderosa coraza de los B2-RP hacia que el mortal arma de energía se viese patético a su lado. Y como si la situación no pudiese empeorar:

KABOOM

Una poderosa explosión sacudió la tierra y el subsuelo. Al parecer, Collin fue capaz de llegar a su objetivo mucho antes de lo esperado, y no era de sorprender, pues todo el caos que Roy había causado llamó la atención, y muchas fuerzas fueron relegadas para detenerlo, haciendo el camino del clon más sencillo. Pero ahira Roy estaba en serios problemas.

Sus pies temblaban a la par del terreno donde se apoyaba. Para este punto él pensaba estar ya en la sala de control, pero la aparición inesperado de los B2-RP complicaron mucho las cosas. Ahora no sólo era perseguido por droides que no eran afectados por las sacudidas del terreno, pues al estar en el aire eran perfectamente capaces de continuar con la persecución sin más cambio que evitar uno que otro escombro que caía del techo. Ahora también debían cuidar sus pasos, pues tropezar en una situación tan desesperada seguramente conllevaría a su fin. Pero tal vez lo pensó demasiado pronto.

Al no saber mucho sobre ingeniería, ni Roy ni Collin fueron capaces de prever la reacción en cadena que destruir los condensadores provocarían. Si. Definitivamente detuvo la producción en ese sector, pero tras el aumento exponencial de la temperatura muchas de las maquinarias de producción comenzaron a fallar.

Conductos reventando por el repentino aumento de la presión y el calor. Metal fundido cayendo desde los contenedores, fragmentos de metal que se desplomaron desde las alturas. Todo trampas mortales para un ser vivo que intenta lo imposible por escapar de allí.

La persecución llegó a tal punto, que Roy se vio a sí mismo de espalda a la pared, incapaz de huir a ningún lado. Cuatro de los ocho droides B2-RT que no habían sido destruidos por la repentina caída de escombros lo habían acorralado en ese punto. El padawan no tuvo más remedio que usar cada ápice de su ser para bloquear la marea de disparos que se abalanzaban sobre él, pero era demasiado. Roy no tuvo más remedio que desenfundar su segunda hoja morada, convirtiéndose en un remolino frenético azul y malva mientras los blaster se desviaba en todas direcciones, pero... ¿Cuanto tiempo seria capaz de mantenerse en ese estado?

La suerte le sonrió cuando un inesperado escombro cayó sobre uno de los droides, pero eso solo disminuyo la carga que tenía, no solucionó el problema. Sus brazos ya comenzaban a cansarse, y su velocidad no era la misma que antes, además, el calor comenzó a empañar su ojo biónico, cosa que redujo su precisión considerablemente.

Un disparo traspaso si defensa y se abalanzó sobre su abdomen. Increiblemnete, Roy no grito de dolor a pesar de la mortal herdia. Tal vez su cuerpo estaba tan lleno de adrenalina que no era capaz de sentir dolor, o calor, o cualquier otra cosa. Su mente estaba tan enfocado en los disparos que venían hacia él que no podía distraerse en aquellos que ya habían pasado. Y al cabo de un tiempo... la túnica de Roy ya tenía más de cinco marcas de quemaduras, dejadaz por el fuego que había sido capaz de atravesar si cansada defensa. Al parecer... allí, en esa ardientes cavernas, sería donde el joven padawan encontraría su final.