El padawan veía con preocupación como su maestro contemplaba su sable de luz púrpura. Era simple, con un diseño tan básico que bien podría pasara desapercibido como un contenedor para raciones de alimentos, pero teniendo en cuenta que lo había fabricado con piezas rotas era realmente sorprendente.
Pablo: - Bueno... Eso explica el origen del sable pero... ¿Dónde aprendiste los movimientos de la forma VII? -
Roy: - Después de pasara tanto tiempo en la biblioteca, se me coincidió acceso a libros y pergaminos para maestros más avanzados. Después de todo, todos pensaban que me convertiría en un guardia del templo y no vieron con malos ojos que quisira aprender los diferentes caminos de la fuerza aunque nunca los fuera a usar. -
Pablo: - Entonces... Lo que hiciste en la fábrica... ¿Fue una imitación? -
Roy: - Se podría decir que si. Pero en realidad es solo otro estilo de combate. El Vaapad utiliza a fuerza de las emociones como sutento en cada golpe. Yo en cambio, uso la fuerza de mis prótesis robóticas para compensar eso. Pero eso jamás podría considerarse la forma siete. De cierto modo... Es solo una imitación barata. - Dijo algo divertido.
Pablo: - Barata... Pero efectiva. -
El asombro de Roy fue notable de inmediato. El padawan esperaba un regaño, una amonestación, algo por su mal comportamiento. En cambio, solo recibió un comentario burlón mientras atrapaba su sable de luz tras que su maestro se lo lanzara. Y así, no se volvió a tocas una palabra del tema.
Pablo: - Los maestros Windu y Kenobi solicitaron nuestro apoyo en el mundo de Rylot. Al parecer, se ejecutará un asalto a gran escala para liberar al pueblo twi'lek del régimen separatista. Estaremos en las reservas, aunque es posible que las cosas se tornen algo movidas dado la fuerza de la Alianza Separatista en ese sector. ¿Está listo para partir, teniente? - Dijo completamente relajado, sin ningún rastro de autoridas.
Para este punto, el maestro Jedi lo había entendido. La plática con el maestro Yoda, la historia que escuchó del propio Roy y las dudas que tenía en su cabeza, todo convergió en un punto, en una única respuesta. Roy no necesitaba un régimen de entrenamiento, eso ya lo había superado. No necesitaba seguir el camino de la Fuerza, eso era algo que simplemente le era ajeno a su existencia. Roy necesitaban un tutor, uno que lo guiase por el camino de la humildad, la cual parecía tener bastante, y la displina. Haciendo incapién en esto último. Y si eso era lo que necesitaba para ser un buen Jedi, entonces eso sería lo que Pablo, como su maestro, debía ayudarlo a mejorar.
Roy: - Si, general. - Respondió poniendose de pie.
Tras dedicarla una gran sonrisa, la cual daba algo de miedo por su peculiar forma, Pablo se retiró del lugar, dejando al padawan solo para que se organizara a tiempo. No pasó mucho tiempo antes que dieran el salto, y sería solo cuestión de horas para que finalmente llegaran a su destino. Roy se mantuvo en su camarota, pensando en todo lo que había pasado en apenas unas horas pero, de cierto modo, se sentía feliz por el resultado.
Ahora el pádawan se encontraba en una disyuntiva. Tenía puesto su peculiar atuendo negro que usaban dentro de la nave, y sobre sus manos sostenía sus túnicas Jedi que portaba sobre el campo de batalla. Las contemplaba en silencio, y se preguntaba si... realmente era correcto portarlas. O más bien... Se preguntaba si sería correcto portal algo más acorde a él. Y entonces.. Tomó una decición que cambiaría su vida para siempre.
Roy salió de su camarote, mientras los clones corrían de un lugar para otro ya portando sus clásicar armaduras blancas. En pocos minutos llegarían a su destino, así que el padawan no perdió en tiempo y se dirigió a la armería, donde varios clones, incluidos Hammer y los tenientes Doss y Tesla terminaban de preprara su equipo.
Tesla: - Valla. Mira a quien tenemos aquí. -
Roy: - Hola chicos. -
Hammer: - Teniente. Veo que ahora estña de mejor humor. -
Roy: - Si, lo siento por eso. Y quisiera disculparme. -
Hammer: - Ah... No se preocupe por eso. En cambio, debería ya estar listo. Llegaremos en pocos minutos. ¿Dónde está su traje? -
Roy: - Lo dejé en el camarote. Descubrí que no me queda muy bien. ¿Dónde puedo conseguir algunas piezas de amradura? -
Hammer: - Ah, eso... Allá. bajos los estantes. -
Tesla: - ¿Cómo que no e queda muy bien? ¿No es el mismo atiendo que ha usado todo 3ste tiempo? -
Doss: - Creo que... se refiere a un sentido más figurado. -
Entonces, todos los presentes quedaron atónitos ante lo que vieron. Roy se acercó a donde estaban las piezas de armadura de pastorales e hizo algo que su yo de ayer jamas hubiese hecho. El padawan removió la prenda que le cubría el pecho, revelando ante todos los presentes su verdadero ser. Su cuerpo mecanizado, más máquina que hombre.
Fueron solo dos segundos, dos segundos que Roy demoró en poner el traje de fibra donde descansarían las placas de plastoide. Suficiente para dejar atónitos a todos los clones presentes, quienes no pudieron ni comentar nada al respecto. Roy se mantuvo de espaldas, colocándose una par de hombreras, y una pechera que complementaba con una armadura para la espalda, las cuales hacían juego con sus ropajes padawan que aún portaba. Y cuando se dio la vuelta, vio las decenas de rostros que lo miraban con curiosidad.
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Tesla: - Teniente Roy... usted... - Intento preguntar lo evidente, pero esta tan asombrado que las palabras no salían de su boca.
Roy: - Se que tienen muchas preguntas. Pero este no es el momento. -
Todos se miraron con cierta preocupación, pero por suerte, una voz más sensato habló ante todos.
Doss: - Muy bien señores. Ya escucharon. Dejen de actuar como viejas chismosa y comporten como lo que son. Soldados. -
Clones: - Si, señor. - Respondieron todos lo que eran de menor rango.
Hammer: - Ya oyeron señores. Prepárense. Porque si quieren escuchar la historia de Teniente Roy, van a tener que regresar vivos de esta. ¿Me escucharon? -
Clones: - ¡Señor, si señor! - Esta vez si respondieron todos los presentes con energía.
Una vez salieron del hiperespacio, las ventanas del puesto de mando del Venator insignia mostraron el cruento campo de batalla espacial que se extendía por toda la órbita de Ryloth. La Alianza Separatista desplegó un bloqueo masivo sobre el planeta, y las fuerzas de la República luchaban con fiereza en cada sector para intentar atravesar tal bloqueo y enviar ayuda a sus habitantes.
Tal como les habían informado, las tres grandes flotas al mando de los generales Jedi Mace Windu, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker se batian en un interminable enfrentamientos contra la armada bajo el mando del capitán Mar Tuuk, uno de los mejores y más ambiciosos oficiales Separatistas.
Windu: - Maestro Pablo, su llegada era muy esperada. -
Hablaba por el holoproyector del puesto de mando del Impoluto, donde se encontraban el maestro Pablo, el padawan Roy y el comandante Tukk.
Pablo: - Nos dirigimos hacia aquí tan pronto el consejo solicito. ¿Cual es la situación? -
Windu: - De momento tenemos la ventaja. Logramos superar el bloqueo Separatista y el maestro Obi-Wan esta tomando posiciones sobre la ciudad de Nabat junto al 212 Batallón de Ataque. En este momento me encuentro en una lanzadera rumbo al norte junto al Escuadrón Rayo, hacia una zona segura donde podremos avanzar para tomar Lessu y capturar al líder Separatista Wag Tambor. -
Pablo: - Bueno escucharlo. ¿Qué necesita que haga? -
Windu: - El bloqueo pudo hacer sido traspasado, pero las naves de la confederación sigue en el espacio orbital de Ryloth. Únase al general Skywalker y despeje el sector. -
Pablo: - Entendido, maestro Windu. Que la fuerza lo acompañe. -
Windu: - Que la fuerza lo acompañe. - Y concluyó la comunicación.
Roy: - Bueno... Parece que llegamos tarde a la fiesta. -
Pablo: - No del todo. Comandante, que los pilotos se preparen y activen todos los sistemas de combate de los Venators. Y preparen dos interceptores. -
Tukk: - Si señor. - Y se fue del lugar.
Roy: - Oh... Vamos a ver al general Pablo pilotando por primera vez. -
Pablo: - A diferencia de lo que cree, joven padawan, yo ya tengo experiencie en esta clase de situaciones. Por otro lado, vamos a ver si todas esas horas de entrenamiento de pilotaje le sirvarán para algo. -
Roy: - Ja... Prepárese para morder el polvo, maestro. -
Pablo: - No se lo que esa frase significa, pero asumo que es un desafio. Muy bien. Que así sea. Por cierto, veo que decidiste hacer un pequeño cambio. - Le decia refiriéndose a su nuevo look.
Roy: - Así es. Esto se adapata más a lo que soy. A lo que realmente soy. -
Pablo: - Al menos no lo niegas. Ese es un buen primer paso. Vamos joven padawan, tenemos una flota que destruir. -
Roy: - Voy detrás de usted, maestro. -
Y así, maestro y alumno se dirigieron a los hangares del Impoluto, donde una increíble organización desembocaba en una caótica preparación para la batalla. Los clones ivan de un lugar para otro preparando las naves cazas y los bombarderos, mientras los pilotos revisaban los últimos detalles antes de despegar.
Clon: - General, teniente. Sus cazas están listos. -
Dijo uno de los clones de tripulación de vuelo, guiándo al peculiar par hacia sus respectivas naves. Un par de interceptores ligeros Delta-7.
Un par de interceptores ligeros Delta-7 Roy: - ¡Me pido el rojo! - Exclamó al verlo Roy: - ¡Me pido el rojo! - Exclamó al verlo.
El maestro no pudo hacer más que reirse ante la energía de su padawan, mucho mejor que ese estado depresivo en el que se encontrava hace un par de horas atrás. Y por supuesto, a todos les gusta el rojo.
Tras sentarse en la cabina de mando, Roy comenzó a accionar todos los mecanizmos y ha hacer pequeñas pruebas en los controles con tanta facilidad como si fuese algo que hacía a diario, y en parte lo era, pues los simuladores de vuelo de la academia eran increiblemente precisos, tanto, que parecías estár pilotando un caza de combate en una batalla de verdad. Aún así, esta sería la primera vez que el padawan se encontraría en una batalla espacial.
Pablo: - Probando. ¿Roy, me escuha? - Hablaba por la radio.
Roy: - Alto y claro. Maestro. -
Pablo: - Muy bien. Te unirás a mi escuadrón y nos seguirás de cerca. ¿Entendido? -
Roy: - Royer. Royer. -
Al imitar a un droide B1, todos aquellos clones que estaban conectados en la misma frecuencia no pudieron resistir una carcajada, pero cuando el general volvió a hablar todos hicieron silencio.
Pablo: - Listos para despegas. Líderes de escuadrón. Reporte. -
Piloto 1: - Lider rojo. Preparado. -
Piloto 2: - Lider delta. Preparado. -
Piloto 3: - Lider verde. Preparado. -
Piloto 4: - Lider naranja. Preparado. -
Piloto 5: - Bombarderos alfa. Preparado. -
Piloto 6: - Bombarderos omega. Preparados. -
Y de esa forma, concluyeron todos los líderes de escuadrones de dar su reporte.
Pablo: - Muy bien, señores. A la batalla. -
