Fue un despertar bastante brusco para el 194th cuerpo de ejército. La señal de atención había sido dada, y todos el personal de la flotilla corría como loco de un lugar para el otro por los pasillos de la nave.

Tan pronto como abrió los ojos, Roy se puso sus prendas de padawan combinadas con las piezas de armadura blancas con tonalidades celestes características de la legión, y se dispuso a ir al puesto de mando. Por el camino se topó con el comandante Tukk y el capitán Hammer, los cuales se unieron a la carrera del joven padawan hacia su destino.

Una vez llegaron al centro de mando, se toparon con su general, el cual mantenía su vista posada sobre la proyección de la superficie de un planeta. Un planeta que tanto Tukk como Hammer recordaban con desagrado. Pues ellos estuvieron allí después de todo cuando la guerra estalló.

Tukk: - Geonosis... - Dijo con una voz carrasposa y desconfiada.

Roy: - General. ¿Qué ha ocurrido?

Pablo: - Recibimos una llamada del consejo. Debemos unirnos a un asalto masivo que se llevará sobre el planeta de Geonosis. Nos informaron que los genosianoshan puesto en operación una segunda fábrica de droides. Desconocemos muchos detalles, pero lo seguro es que no podemos dejar que dicha fábrica entre en operaciones. -

Tukk: - Eso no será un problema señor. Mataremos a tantos malditos bichos como sea necesario. -

Tanto Roy como Pablo se vinieron algo extrañados ante tal afirmación. Ambos sintieron... ira... en las palabras del comandante, y eso era algo extremadamente extraño. Aunque lo más confuso, fue ver como Hammer se veía triste ante la reacción de su superior... y no confuso.

Pablo: - Comandante, aliste a las tropas. Tan pronto lleguemos a Geneosis y nos pongamos en contacto con el general Ki-Adi-Mundi sabremos nuestras órdenes. -

Tukk: - De inmediato, señor. -

Y no espero una segunda palabra para retirarse, dejando tanto a Roy como a Hammer detrás. El padawan y el capitán tuvieron que apurar el paso para alcanzarlo, y al joven teniente le fue imposible desconocer el porque su comandante activa de esa manera.

Roy: - Oye... Tukk... ¿Eatas bien? -

Tukk: - ¿Quien yo? Claro que estoy bien. Debemos apuntarnos y avisar al resto. -

Roy: - Pero no... -

La insistencia de Roy se vio rápidamente interrumpidas cuando sintió una mano sobre su hombro. Tukk no detuvo se andar a pesar de las preguntas del teniente, y tampoco vio como Hammer apoyaba su mano sobre el hombro de Roy mientras le negaba con la cabeza. Roy no tuvo que interiorizar mucho para entender que era mejor no seguir indagando... Al menos no por el momento.

El planeta de Geonosis no estaba lejos de la ubicación de la flotilla del 194th. Así que su llegada fue bastante apresurada, y algunos de los Clones ni siquiera estaban listos mientras la señal de presentarse en el hangar fue dada. Mientras tanto, una reunión se llevaba a cabo en el puesto de mando.

Alrededor de la mesa táctica, los altos mandos de la República coordinaban el ataque. Mientras Tukk, Hammer y Roy escuchaban desde la distancia, el general Pablo mantenía una reunión táctica con el resto de generales presentes. Las holo-proyecciones Anakin Skywalker, Obi-Wan Kenobi, Luminara Unduli y Ki-Adi-Mundi, quien estaba a cargo de todo la operación.

Skywalker: - No lo voy a negar. Ese muro se ve bastante difícil de superar. -

Obi-Wan: - Aun así, no parece que tengamos muchas opciones. No me gusta este campo de batalla. Presiento que el aterrizaje será bastante complicado. -

Ki-Adi-Mundi: - Nuestra mejor opción es llegar al punto de aterrizaje... Justo aqui... y aquí.- Decía mientras señalaba en el mapa. - Cualquier imprevisto Debemos actuar como compañías independientes. Pero para eso necesitamos cortar las líneas de suministros enemigas. Y allí es donde usted interviene, general Pablo. -

Pablo: - Lo escucho. -

Ki-Adi-Mundi: - Sabemos que el enemigo está recibiendo suministros de una segunda instalación al norte. No sabemos con exactitud su ubicación, pero sabemos que se encuentran en algún lugar bajo el sistema montañoso del norte. Su misión es localizar estas instalaciones, capturarla o destruirla. El avance de las fuerzas principales será menos complejo de lograrlo. -

Pablo: - Puede contar conmigo. El 194th está listo para partir. -

Skywalker: - Muy bien. Ya sabemos que debemos hacer. Recordemosle a esos bichos a lo que pasa por romper tratados de paz. -

Luminara: - Control. Maestro Skywaler. -

Ki-Adi-Mundi: - Nos vemos en tierra. Partiremos en diez minutos. Que las Fuerza los acompañe. -

Skywalker/Obi-Wan/Luminara/Pablo: - Que la Fuerza los acompañe. -

Y así, los planes de batalla ya estaban listos para ser ejecutados. Cada legión tenía un vital papel para que la guerra en Geonosis no fuese el Armagedón de hace apenas un año. Los clones y Jedis ahora contaban con más experiencia de combate, así que esta vez estarían preparados. Pero Geonosis siempre sería una pesadilla para aquellos que pusieron sus pies sobre las áridas arenas del planeta por primera vez. Horrores que no serán olvidados tan fácilmente.

Tukk: - Muy bien caballeros. Ya saben que hacer. Permanezcan juntos y no dejad puntos ciegos. Esas malditas cucarachas siempre sabrán donde esconderse. Estamos en su terreno así que no será tarea fácil sacarlos de sus escondites. -

¿El comandante Tukk dando un discurso antes de una batalla? Eso si era extraño en todos los sentidos. Tanto como ver a los más veteranos rígidos como estacas de acero encajados en el piso metálico del hangar del Venator. Los más novatos, incluyendo al propio Roy, no podían hacer más que preguntarse que estaba pasando, pues esta forma de actuar no era para nada común en sus hermanos de armas. Pero no era momento de preguntas. No en la formación antes de la batalla.

Tan pronto la orden fue dada, los clones abordaron los transpartortes LAAT/i y semantuvieron a la espera. Las compuertas del hangar superior se abrieron, y el enjambres de naves partió rumbo a la superficie de Geonosis. Una batalla que, nadie sería capaz de olvidar.

Roy se subió a una lanzadera junto a veinte clones. La mayoría de ellos no habían participado en la primara batalla de Geonosis, pero aquellos cuatro que sí, no eran capaces de esconder la preocupación y el miedo que algunas cicatrices de guerra dejaron e su mente. Entre ellos, el teniente Nine.

Roy: - Teniente... ¿Se encuentra bien? -

Nine: - ¿Qué? O si... estoy bien. No se preocupe. - Claramente era una mentira.

Roy: - ¿Qué pasó allá atrás? ¿Por qué Tukk y el resto de ustedes están tan tensos? -

El padawan no era el único que se hacía la misma pregunta. El resto de clones se preguntaba lo mismo, y esperaban una respuesta por parte del teniente. Nine se tomó un momento de silencio, momento en el que miró a sus hermanos más veteranos... Aquellos que junto a él surfearon el infierno y salieron con vida. Aquellos que... como él... estaban tan aterrados con la simple idea de volver a tener que pisas tan funestos paisajes desérticos. Entonces habló.

-Flash Back-

Narra Nine:

Jamás pensé que debería volver a poner mis pies sobre este maldito lugar. Geonosis fue el inicio de todo. Nuestra primera batalla. Aquella que marcó el comienzo de las Guerras Clon. Aquella donde sufrimos bajas desastrosas.

En aquel entonces ninguno de nosotros tenía nombre En aquel entonces ninguno de nosotros tenía nombre. Éramos la primera generación. Los primeros en ser creados y los primeros en pisar tierras enemigas. Pero aún así, los dies años que pasamos juntos en Kamino crearon lazos irrompibles. Hermanda. Honor. Respeto. Aprecio. Y nadie tenía más aprecio en todo el 194th que CC-1732. Nuestro comandante y hermano más querido. Al que después comenzaríamos a llamar con un nombre. Hero.

Él fue el primero del 194th en tener un nombre. Él fue el primero que nos lideró a la batalla den las macabras arenas de Geonosis. Ejércitos contra ejércitos. Choque de titanes. Nosotros no éramos más que unos pocos dentro de loas millones de nuestros hermanos que desembarcamos en las planicies desérticas.

Estuvimos allí cuando los Venator se mostraron en la atmósfera. Estuvimos allí cuando las incontables legiones de droides opacaron el horizonte y llenaban nuestros visores con cantidades imposibles de información. Estuvimos allí para ver el primer disparo de blaster atravesar los cielos. Y estuvimos allí para ver el último.

Todos éramos prescindibles. Eso era algo que tuvimos en mente desde el momento en que comenzamos a razonar. Y aún así, nos unimos como hermanos... hermanos de sangre y armas por nuestro propósito. Pero ninguno de nosotros era tan unidos como el capitán Tukk y el comandante Hero.

Ambos habían salido del mismo lote de gestación. Compartieron entrenamiento juntos. Compartieron cada una de las comidas y cada uno de los momentos que aún podemos recordar de Kamino. Eran inseparables. Eran uno solo.

Tukk admiraba a su hermano como a ningún otro. Su título de comandante no fue mera casualidad, pues Hero demostró una habilidad muy superior a nosotros, además de una amabilidad y un carisma imposible. Y en Geonosis lo demostró con creces.

Hero se mantenía al frente de todos nosotros. Aquellos que estábamos detrás no solo seguíamos a nuestros capitanes, sino seguíamos a nuestro comandante. Los blaster iban y venía, atravesando la espesa cortina de arena y polvo. Apuntar era innecesario, pues con tantos enemigos solo debías disparar, ya que el blaster encontraría un objetivo eventualmente. Miles de nosotros murieron ese día... Ese maldito día. Y Hero fue uno de ellos.

Nuestro antiguo comandante y Tukk luchaban codo con codo Nuestro antiguo comandante y Tukk luchaban codo con codo. Cada cual cubría la espalda del otro, sobre todo cuando la espesa cortina de arena nos rebeló que apenas nos encontrábamos a cincuenta metros de los enemigos. La batalla se tornó dura y sangrenta, mucho más de lo que ya era.

"Cuidado" Aún soy capaz de recordar la voz de Hero a los pocos metros. Una voz que se destacaba entre el sonido de los blaster y los gritos de agonía de los heridos. Yo solo fui capaz de ver como nuestro comandante empujaba a Tukk hacia un lado, obligándolo a caer mientras una explosión se alzaba a espaldas de nuestro antiguo comandante.

Después nos enteramos que las balísticas enemigas habían apuntado a nuestra posición, y tanto nuestra legión como las dos que se encontraban a nuestro lado sufrieron incontables bajas Después nos enteramos que las balísticas enemigas habían apuntado a nuestra posición, y tanto nuestra legión como las dos que se encontraban a nuestro lado sufrieron incontables bajas. Hero salvó la vida de Tukk a cambio de la suya propia. La explosión no dejó nada que pudiésemos recordar de Hero más que un casco chamusqueado y partes de armaduras calcinadas. Eso... Y una pluma roja, la cual siempre llevaba sobre su casco.

-Fin del Flash Back-

Nine: - Pensábamos que el terror de Geonosis no tendríamos que vivirlo de nuevo... Pero aquí estamos. De vuelta al infierno... A terminar los que una vez comenzamos. -

Ni Roy ni el resto de clones novatos dijo una palabra al respecto. Lo que consideraron mejor fue mantener el silencio mientras las lanzaderas LAAT/i seguían en su constante descenso hacia la superficie de Geonosis.

Roy se mantuvo sereno pod unos minutos, meditando acerca de lo que escuchó, y de las posibles implicaciones que esto podría traer. Dado el pasado y la actitud de Tukk desde que se enteró que debían volver a Geonosis, no era difícil de pensar que el comandante estaba siendo impulsado por una sed de venganza. Una sed que no sería nada buena ni para él, ni para los hombres bajo su cargo. Roy sabía que no podía dejar al comandante clon sin vigilancia por mucho tiempo.

Pero sus planes no importaban. Tan pronto se adentraron en la superficie del planeta, las baterías antiaéreas comenzaron a destrozar los miles de transportes que oscurecían los cielos. Las comunicaciones estaban saturadas de mensaje de todas las legiones, y las noticias no eran nada agradable.

Los generales Anakin y Ki-Adi-Mundi tuvieron que desviarse debido a la supresión enemiga Los generales Anakin y Ki-Adi-Mundi tuvieron que desviarse debido a la supresión enemiga. El general Kenobi dejó de transmitir de momento, y la voz del comandante Cody era la única que se escuchaba del 212th. Geonosis aún recordaba la funesta guerra, y estaba lista para recibirlos con sangre... y muerte.