Descripción: Edward es el soltero consumado, siempre dispuesto a cerrar el trato y pasar al siguiente. Bella es su socia y está enamorada de él. Una noche de fiesta lo cambia todo. ¿Se habrá vendido Bella a sí misma o Edward saldrá finalmente del mercado? Capítulos cortos y ligeros.
Descargo de responsabilidad: No soy la autora original de la historia "Off the Markett", escrita por justaskalice y SunKing bajo el penname JustAskSunKing, ni tampoco tengo derechos sobre el universo de Twilight al que pertenece. Todos los derechos de autor y propiedad intelectual corresponden a sus respectivos dueños. Esta traducción ha sido realizada por mí, EriCastelo, sin ánimo de lucro. Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre esta traducción, no dudes en contactarme. ¡Espero que disfrutes leyendo "Off the Markett" en su versión traducida!
Disclaimer: I am not the original author of the story "Off the Markett", written by justaskalice and SunKing under the penname JustAskSunKing, nor do I own any rights to the Twilight universe to which it belongs. All copyrights and intellectual property rights belong to their respective owners. This translation has been done by me, EriCastelo, on a non-profit basis. If you have any questions or concerns about this translation, please do not hesitate to contact me, and I hope you enjoy reading "Off the Market" in its translated version!
¡Gracias, Sully!
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Capítulo 3
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Se hizo un silencio incómodo mientras caminábamos hacia el estacionamiento. El elefante en la habitación (mi vergonzosamente obvio enamoramiento de Edward) nos siguió a la salida. Más valía enfrentarme a ese estúpido paquidermo de cabeza.
—¿Sabes?, acabas de destrozar la tabla de apuestas de la oficina. ¿Flores para tu madre, Edward? ¿Qué eres, un Boy Scout?
Bufó y se revolvió el pelo. Se revolvió el pelo.
—Algunas personas respetan a sus madres, Isabella. Algunas personas fueron criadas con modales.
—Ah, ahí está el problema. Fui criada por una hippie y un policía. No querrás saber cómo son los modales en mi familia.
Se rio, pero rápidamente lo amortiguó con la mano.
—Cullen, anda, ríete. Eso era lo que llamamos una broma en casa de los Swan.
Cuando llegamos a mi auto, me adelantó hasta la puerta y la abrió con una floritura.
—Nos vemos en una hora, Bella.
Toda aquella atención me puso nerviosa, lo que probablemente era exactamente lo que pretendía. No ignoraba que a veces Edward coqueteaba sólo para verme sonrojada e incómoda. Eso no hacía que el coqueteo fuera menos efectivo.
—Saluda a Esme de mi parte.
