Agrat y Yuzu seguían en su batalla, aunque las cosas no marchaban bien para la peli lavanda quien por el cansancio de su pelea contra los gemelos mitológicos.

- ¡¿Qué pasa gata mágica?! – exclamó la reina del Vrăjitoare mientras le daba unos cuantos golpes a la peli lavanda que la dejaron bastante mal.

Yuzu solo estaba parada empuñando a la Leoaica, pero sin nada que hacer por el poder de la bruja mayor.

Agrat golpeó el suelo el cual tembló y se abrió justo debajo de la gata mágica la cual saltó para evitar algo de ahí, pero cuando lo hizo, Agrat solo sonrió.

- Idiota – unas manos salieron de ahí y tomaron las piernas de la peli lavanda atrayéndola de nuevo y lanzándola repetidamente por el suelo hasta que acabó tirándola hacia el océano.

Momentos después, la gata mágica volvió a aparecer, con muchas heridas por ese ataque de parte de su enemiga, pero a pesar, esta se ponía de pie.

- Realmente tienes ovarios, a pesar de la paliza que te estoy dando te sigues poniendo de pie, es admirable, los gatos mágicos nunca han llegado a esto – la peli negra decía con arrogancia mirando a Yuzu quien respiraba profundamente.

- Mataste a toda mi raza, así que estoy aquí para vengarlos – la peli lavanda levantó su espada, Agrat solo frunció el ceño.

- Realmente debí haberte matado cuando tuve chance – la mujer sonrió – después de todo, tuve la oportunidad de exterminar a los gatos mágicos y también acabé con aquel sujeto que defendió a una gata mágica que a lo mejor era tu madre.

- ¿Qué has dicho? – Yuzu se quedó en silencio ante eso – ¿A qué persona dices?

- Hm, no es como que te importe – antes de que atacara, alguien apareció frente a Yuzu, todo como si fuera una tele transportación ante ella.

Su cabello verde y ojos del mismo color, así como sus vestiduras patriarcales lo cual mostró que era Shion de Aries, el Patriarca del Santuario, aunque no vino solo ya que había algo más.

- Patriarca.

- Oh vaya, parece que eres tú de nuevo – Agrat exclamó encarándose frente a frente con el ex Aries.

- ¿Se conocían?

- Hace tiempo libramos una batalla contra la reina de las brujas y aunque quedó en empate, no me olvidé de eso – el peli verde decía molesto mirando a la peli negra – ¡no perdonaré lo que le hiciste a Raiga!

- ¿R-Raiga? – los ojos de la colombiana se abrieron de golpe, ese nombre era muy conocida para ella – ese… es el nombre de mi padre… ¿Qué le pasó a mi padre? ¿No se supone que murió de una enfermedad?

- No Araki-san, él murió en batalla y no solo eso, fue por culpa de esta mujer que él falleció – cada palabra derrumbaba esa ilusión de Yuzu que su padre murió enfermo, todo fue diferente – tengo una cuenta pendiente con ella, pero tú por mientras, velo.

- ¿Qué? – el Patriarca la lanzó un rayo de energía el cual fue a su cerebro y Yuzu se quedó en silencio mientras varias imágenes llegaban de golpe a su mente, era como unos recuerdos de alguien más.

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Muchos atrás en el Santuario, antes de que Aioria de Leo fuera el Caballero de la constelación del león dorado, había alguien más ocupando su lugar.

Con el cabello negro y un buen estado físico, este era un hombre el cual batallaba por la justicia y su sentido de la verdad era grande, no solo eso, sino que era muy poderoso.

Su nombre era Raiga y era Caballero Dorado de Leo.

- Vaya que te has hecho más fuerte – Shion exclamó mirando como Raiga destruyó como si nada una gran roca sin mucho esfuerzo.

- Se lo agradezco su Ilustrísima, he perfeccionado bastante la técnica del Plasma Relámpago, aunque he hecho un ataque propio – Raiga se quedó un momento en silencio antes de concentrar su cosmos en su puño y lo soltó de golpe.

Al hacer eso, se formó una especie de ráfaga eléctrica la cual impactó en la tierra y para sorpresa de Shion, esta se comenzó a incendiar con destellos eléctricos saliendo de esta.

- ¿Y eso que fue?

- La llamo Corriente Cor Leonis, es como un campo minado, el cual toque esto, morirá electrocutado.

- Vaya que has ideado una trampa muy efectiva, pero puede ser esquivada si algún enemigo puede volar.

- No es así – este apretó su puño e hizo que una enorme corriente eléctrica se elevara al cielo – puede atacar por debajo y encima de la tierra.

Ya con eso, Raiga volvió a su templo en donde lo esperaría alguien especial para él. Con sus orejas de gato, cabello morado oscuro y su vientre abultado dando a entender que estaba embarazada, esta mujer era su mujer.

- Runa, ¿Cuándo llegaste? – el peli negro exclamó yendo hacia ella – ¿Por qué vienes así en tu estado?

- Hace poco llegué, y no te preocupes por mi embarazo, me encuentro bien, los niños están con mi hermana.

- Pero no deberías usar tanta magia, puede ser peligroso.

Cualquiera diría que un matrimonio en el Santuario era prohibido, pero Shion alivió las cosas por lo que se permitía esto y así fue como Raiga de Leo conoció a su esposa, la gata mágica Runa, oriunda de Colombia, pero resultó que ambos eran del mismo país.

Y ya la pareja había tenido 2 hijos y una que venía en camino, pero lo que no sabían es que una misión destinaría la vida de ellos.

Unos extraños seres andaban rondando en una aldea cercana por lo que Raiga fue a ver qué pasaba, encontrando que eran unas brujas.

- ¿Qué diablos hacen? – el peli negro se acercó a estas, pero lanzaron varios rayos de energía hacia este.

Al ser un Caballero Dorado, estos ataques no eran más que cosas insignificantes para él, aunque en un momento, una de estas tiró una bomba de humo como queriendo desaparecer de ahí.

Raiga sabía que algo pasaba y en ese momento, se dio cuenta tarde cuando alguien apareció detrás de él y recibió un golpe que lo derribó.

- ¿Qué diablos fue eso?

- ¿Cómo osas atacar a mis soldados? – la persona que apareció frente a él era de cabello negro y un traje un poco parecido al de su esposa.

- ¿Y tú quién eres?

- Tăcerea umană (Silencio humano) – el cosmos de esta lo mandó a volar, pero se aferró al suelo.

- ¡Relámpago de Voltaje! – el fuerte golpe fue hacia la bruja quien lo esquivó a tiempo, pero ni que decir que se molestó porque una parte de su traje se rasgó.

- Serás… parece que este humano tiene las agallas para atacarme ¿eh? ¡Estás ante Agrat, la más poderosa de las brujas de mi reino!

- Puede ser quien sea el que me enfrente y la venceré a como dé lugar.

Una dura batalla se libró entre ambos. La fuerza que poseía Agra era superior, pero la determinación de Raiga le hacía tener problemas a la reina de las brujas.

En un momento, el Caballero Dorado le logró dar un golpe en el estómago a lo que Agrat reaccionó furiosa por ese atrevimiento.

- ¡Maldito humano! ¡¿Cómo te atreves?!

- Un poco más y te hubiera dado con más fuerza – el peli negro exclamó, pero en eso, Agrat explotó y lanzó una niebla sobre Raiga quien no pudo ir más allá.

- Ceață acidă (Niebla ácida) – susurró y sin más, parte del humo negro entró al cuerpo del sujeto el cual sintió algo horrible en sus pulmones.

- ¿Q-Que es esto? ¿P-Por qué me cuesta respirar? Cof, cof, cof – Raiga estaba tratando de tomar más aire, Agrat comenzó a reír por eso.

- Jajajajaja… ¿a poco está pasando algo malo? No me digas que puedes aguantar mi Niebla Ácida.

- ¿Qué diablos? ¿Por qué… no puedo respirar bien?

- Mi Niebla Ácida entra al cuerpo de mi víctima y destruye sus órganos interiores, esta vez, decidí optar por tus pulmones, así que con eso, no vas a vivir mucho tiempo y no solo eso, no podrás atacarme de nuevo.

- Eres una… ¡no perderé! ¡PLASMA RELÁMPAGO! – el ataque de Leo fue hacia Agrat y esto no se lo esperó la reina de las brujas.

Los millones de relámpagos impactaron en Agrat la cual no creyó que le fuera a hacer daño, pero sorpresa se llevó cuando fue mandada a volar por eso.

Al caer, la bruja mayor se molestó por eso, pero logró ver como Raiga vomitó algo de sangre, a pesar de eso, estaba de pie e iba a seguir batallando.

- ¿Por qué no te mueres de una vez? ¡Bien puedes descansar en paz!

- Tengo que seguir peleando… no caerá ya que tengo cosas que proteger, ¡no me rendiré! – el cosmos de Raiga se elevó más sabiendo que su salud estaba en peligro.

- Dacă nu te predai, te omor! (¡Si no te rindes, te mataré yo!) – Agrat se levantó de golpe y cargó su magia y fue corriendo hacia Raiga, pero lo que no se dio cuenta fue que este había empleado en el suelo su nuevo ataque.

- Te tengo… ¡Corriente Cor Leonis! – el suelo estalló con electricidad y Agrat se vio envuelta en una poderosa corriente eléctrica la cual la dejó paralizada.

Unos momentos después, esta se liberó, pero estaba herida por eso, al mismo tiempo, la Niebla Ácida hizo más estragos en los pulmones de Raiga quien el cual notaba la sangre que caía de su nariz.

- M-Mierda… me voy a morir… de este modo… - en ese momento, apareció alguien frente a Raiga, con su cabello verde y su atuendo místico – ¿Q-Que hace aquí, su Ilustrísima?

- Raiga… tu cosmos estalló de golpe, pero creo que no era como lo pensaba – Shion miró de reojo a la reina de las brujas quien se levantó mirando con odio al peli verde.

- ¡Tú no te metas! – el cosmos del ex Aries se elevó al infinito.

- ¡EXTINCIÓN ESTELAR! – todo fue como una supernova estallando en la cara de Agrat quien salió volando y cuando se revisó, su cuerpo sangraba por el ataque.

- N-No será la última vez… que saben de mí… ¡un día los asesinaré! – la peli negra se fue de ahí.

- ¡Raiga! ¡Raiga! – Shion fue hacia el Dorado el cual cayó al suelo de rodillas.

- P-Por favor… lléveme con mi esposa.

Una vez en el Santuario, Runa esperaba a su esposo en su templo, pero grande fue su sorpresa al ver cómo es que venía en ese estado tan horrido.

- ¡Querido, ¿Qué te pasó?! – la gata mágica lo revisó, Shion les dio su espacio.

- R-Runa… cuida a los niños… por mí… y lamento dejarte sola… pero tienes que cuidarte de Agrat.

- ¿Agrat? ¿Acaso…?

- Si nuestro bebé nace, tienes que esconderla… sabes que ella… irá por ella si nace como gata mágica – más sangre salió de la boca y nariz de Raiga, su cosmos bajó a casi nada, pero lo que le quedaba, lo colocó sobre el vientre de su esposa y expulsó toda su energía cósmica.

- Q-Querido…

- Él o ella será fuerte… cuídate… por favor – sus últimas palabras antes de que su vida se extinguiera, los llantos de su esposa inundaron el quinto templo.

Shion se quedó un momento en silencio antes de entrar al templo en donde seguía la desgarradora escena.

- Lo siento por lo que haré, pero Raiga me ha pedido esto – el peli verde tocó la frente de Runa y con eso, usando su cosmos, distorsionó la realidad.

Ahora, la madre de la futura guerrera mágica pensaba que su esposo la defendió de un ataque de guerreros, que fue herida y que su esposo murió en combate y que con su cosmos, la ayudó a salvarse.

Y luego de eso, vino a este mundo una gata mágica de gran poder que llevaba el nombre de bruja, Blair.

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El ataque de Shion terminó por lo que Yuzu volvió a la realidad, ahora enterándose de la verdad y todo.

La peli lavanda miró a Agrat la cual seguía batallando contra Shion, pero el ex Aries estaba teniendo problemas para seguir el ritmo.

- ¡No será como aquella vez! ¡Morirás! – justo cuando Agrat estuvo por atacar a Shion, una espada se intervino entre ambos – ¿Qué?

- Tú… ¡pagarás por esto! – gritó Yuzu la cual empuñó con más fuerza la Leoaica y fue con más potencia hacia la reina de las brujas.

Por un momento, Shion pudo ver cómo es que por un momento, el cuerpo de la colombiana mutó y pudo ver una cola de demonio y una gatuna saliendo de ella mientras seguía tratando de atacar a Agrat.

- ¿De dónde sacaste tanto poder?

- ¡Tú lo mataste! ¡MATASTE A MI PADRE RAIGA! – la furia de la bogotana era grande y no solo eso, Agrat sintió un ardor en su mejilla dándose cuenta de que fue cortada ahí – ¡Te mataré!

La furia en la chica era mayor y ya nadie la pararía, todo con tal de acabar con Agrat de una vez por todas.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Joder chicos… así que el padre de Yuzu no murió en sí de una enfermedad, Agrat lo mató y fue gracias a Shion que la madre de Yuzu no recordaba las cosas como tal, usó un ataque que alteró sus recuerdos.

Y gracias a eso, parece que la cordura de Yuzu se fue al demonio y solo la ira la esta dominando y esto, señores, pinta para una cosa fea.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.