Estaba harta.
Hinata quería mucho a su marido y a sus hijos.
Pero esto era el colmo.
Tenía el pelo demasiado largo.
Estaba cansada de que le dieran dos tirones, de que se diera la vuelta y de que se encontrara con un niño queriendo hacer una pregunta.
Estaba cansada de que su pelo quedara accidentalmente atrapado entre el respaldo del sofá y el brazo de su marido.
De que su marido se revolviera sobre su pelo en mitad de la noche.
De todos los molestos tirones y enganchones que conlleva tener el pelo largo.
Tirones, tirones.
"¡Hima!" Hinata se giró y levantó a su hija. "¿Te gustaría ir a jugar con la tía hoy? Te echó de menos en su última misión!"
"¡Sí!" Himawari soltó una risita. "¿Pero por qué?"
"Mamá tiene que hacer un recado muy rápido".
"¿Pero por qué?"
"¡Es un secreto! No puedo decírtelo ahora mismo o se estropeará. Ya lo verás cuando vuelva".
Ayudó a su hija a recoger una pequeña bolsa de actividades y luego se apresuró a llevarla al complejo Hyūga.
Hinata se sentó en la mesa de la cocina, pasándose los dedos por su pelo recién rapado.
No había tenido el pelo tan corto desde que era una niña.
Se sentía gloriosa.
"¡Estoy en casa!" La voz de su marido sonó. Lo oyó arrastrando los pies, colocando su equipo de misión en la lavandería, dejando su bolsa de viaje junto a las escaleras, mientras ella se ponía de pie y se dirigía a saludarlo.
"¡Bienvenido a casa, querido!" Se asomó por la esquina, y fue sorprendida por la expresión de Naruto.
"Tu pelo". Señaló. "Tu pelo no está".
"¿Tú...?" Ella pasó nerviosamente una mano por los cortos mechones. "¿No te gusta?"
"Me encanta". Naruto estaba a su lado en un instante.
"¿De verdad?"
"Oh, sí." Le dedicó esa sonrisa de sol, pasando sus dedos por los bordes de su cabello, donde rozaban su cuello y clavícula. "¿Dónde están los niños?"
"Boruto está jugando con los chicos en casa de Inojin y Himawari está pasando la tarde con mi hermana". Ella suspiró al sentir sus dedos contra la sensible piel de su cuello. "¿Te gusta mucho mi corte de pelo?"
"Mmmhmm." Naruto tarareó. "Hace que sea realmente fácil hacer esto".
E inclinó la cabeza hacia delante, depositando un beso en el borde de su mandíbula.