Del bullicio que reinaba hacía unas horas en el Dojo Kamiya ahora el silencio era su compañero. A pesar que Kenshin y Kaoru estaban apagando las velas que faltaban, mientras el peli rojo le preguntaba insistentemente a su maestra cómo se encontraba Yahiko, que ya había terminado de completar las tareas que le fueron designadas.
Se sentó en la habitación que antes compartía con Kaoru contemplando los regalos que le habían dado, lagrimeó un poco puesto que nunca había recibido un regalo de cumpleaños desde la muerte de su madre, bueno desde unos dos o tres años de su muerte.
En uno de esas cajas y cartas encontró una del idiota de Sanosuke, el cual le decía lo típico: que lo felicitaba, que en ese momento estaba por Rumania y ya les llegaría algunos recuerdos de sus destinos anteriores, y finalizó con una pregunta:
"¿Has, siquiera, ido a ver el departamento que te dejé? ¿O eres de esa clase de persona completamente desagradecida?"
Yahiko lejos de enojarse rio ante esto, sabía que ese cabeza de pollo insoportable sabía que él iría para "cuidar" su nueva propiedad. Aunque no se lo haya dicho a sus tutores. Volvió a recordar las palabras de Tsubame: "…lo que sí creo es que Sanosuke-san no lo hizo porque "no sea tan idiota como dice", lo hizo porque realmente te aprecia, como un hermano mayor, o tal vez un poco más allá y podría decir un tío a su sobrino".
Luego recordó el beso en la mejilla que le dio su chica… sonrió por ambas cosas.
- "Muchas gracias Sano ojisan"-dijo audiblemente-
- "¿Yahiko?" –la voz de su ídolo lo sorprendió, de nuevo lo había descubierto solamente que esta vez lo miró con un dejo de tristeza, aun así sonrió- "Te estamos esperando par hablar como te prometimos"
- "Ahora voy"
Kenshin salió de la habitación siendo, a los minutos, seguido por Yahiko. Al entrar vio a Kaoru acostada con sus manos tomando su panza ¿será que le volvieron lo dolores?
Ella sonrió al verlo entrar y le pidió que se siente.
- "Bien, tu cumpleaños ya pasó así que los escucho" –ambos hombres se miraron y suspiraron, comenzando el mayor de ellos-
- "Disculpa si tardamos un poco… es lo que es muy difícil de recordar" –dijo con angustia, Kaoru los miró con comprensión y asintió-
La charla comenzó siendo mayormente el que hablaba Kenshin, hasta que llegaron a la parte de la desaparición de este, ahí tomó la palabra Yahiko.
- "Luego de tu funeral Kenshin, desapareció… lo buscamos por días hasta que nos avisaron que estaba en Rakuninmura" –esto devastó a Kaoru, la cual ya estaba llorando por lo dicho anteriormente sobre su muerte, nunca imaginó causarles tanto daño-
De ahí en más Kenshin quedó mudo porque todo lo demás lo sabía su "hijo"
- "Kenshin se rindió a vivir y a pelear. Tras esto, Sanosuke se fue porque no aguantó ver el estado de Kenshin. Fue un idiota, pero creo que ver a su ídolo así lo desbastó. Y con Misao y Aoshi decidimos investigar puesto que algo a ellos no les cuadraba… fue ahí que descubrimos que esa "Kaoru muerta" era solo un perfecto maniquí que simulaba ser tú. Nos sentimos aliviados y decidimos no decirle a Kenshin hasta que se confirme y continuar con el plan de Aoshi había ideado"
Kaoru miró a su esposo, seguía con la mirada baja de la vergüenza y dolor que sentía. Ella simplemente lo acercó a su cuerpo para abrazarlo, mientras seguía escuchando.
- "Atacaron nuevamente Tokyo, y yo fui a su rescate, Tsubame intentó detenerme, pero simplemente no puse corresponder y luché, hasta que Kenshin llegó a salvarme" –ahí miró a Kenshin para que continúe-
- "Tsubame-chan ante la preocupación simplemente me hizo despertar, alguien me necesitaba y ese era el chico que yo consideraba como un hijo…" –ante esto Yahiko simplemente se sorprendió, ya no aguantaba más- "Fui a su rescate y luego de unos día de inconciencia donde vi a Tomoe que me decía que me estaba esperando desperté, y Yahiko también"
El niño asintió.
- "El resto ya lo sabes"
Kaoru no pudo evitar alargar sus abrazos para incluir a su pequeño en el abrazo, lloraba sin consuelo, ahora entendía por qué querían esperar para decirle, era una historia muy impactante. Luego hablaría con Kenshin a solas para disculparse por lo sucedido, ahora la prioridad era saber el comportamiento de Yahiko.
- "Entonces, ¿esto tiene que ver con tu afán de crecer rápido?"
- "Claro que sí idiota… ¿NO TE DAS CUENTA, EN ESE MES PERDI A MI MADRE CON TU MUERTE Y A MI PADRE CON KENSHIN EN ESE ASQUEROSO LUGAR? INCLUSO SANOSUKE OJISAN ME DEJO ¿COMO QUERIA QUE ME SIENTA ESTABA DESOLADO, LA UNICA QUE ESTABA ERA TUSBAME Y NO VOY A PERMITIR QUE SE VAYA DE MI LADO…. QUIERO SER GRANDE, QUIERO SER FUERTE ASI LOS PROTEJO Y NO SE VAN DE NUEVO…"
Ahora ambos lo abrazaron nuevamente, estaban felices Yahikos los había reconocido como padres, aunque Kenshin ya había escuchado cómo le decía a Kaoru madre y río a Sanosuke, pero a él era la primera vez que lo escuchaba.
Lo soltaron luego de unos minutos y Kaoru tomó sus mejillas para depositar un tierno beso en su frente:
- "Vas a tener un hermanito o hermanita" –fue lo único que le dijo sonriendo al ver las lágrimas de felicidad del chico-
- "Si serás un hermano mayor excelente… lo sabemos" - dijo Kenshin luego de desordenarle el pelo, recordando al niño con el que se había tropezado hacía unos días atrás-
Yahiko salió a su habitación completamente shockeado, no sin antes felicitar a sus tutores. Ellos simplemente sonrieron sabían que Yahiko no iba a actuar como a ellos les hubiera gustado, pero al escuchar pequeñas lágrimas acompañadas con frases de agradecimientos lo confirmaron… estaba más que feliz y ellos también.
- "Creo que debemos dejarlo solo, aunque se nota que amó la noticia" –Kenshin entraba nuevamente a la habitación y vio a su esposa cabizbaja- "¿Koishi?"
- "Perdón por causarte todo este sufrimiento"
Kenshin simplemente se abalanzó a sus brazos rogándole que no se culpe, que esto fue culpa de él por ser el objetivo de Enishi y por no tener la verdadera fuerza que todos necesitaban en ese momento, fue entonces cuando la besó y comenzó a desvestirla.
- "¡Kenshi! El bebé…" –se desesperó ante esto-
- "No te preocupes Koishi, Genzai me dijo que podíamos hasta antes de los seis meses y tu embarazo es de dos según sus cálculos"
Y así pasaron la noche, intentando no hacer mucho ruido para que Yahiko no escucha nada. Aun así el espadachín ya estaba profundamente dormido pensando en contarle lo sabido a Tsubame al otro día ¿cómo sería ella como madre? Fue lo único que se preguntó cuándo sus ojos se cerraron.
El niño nació un día de un calor insoportable, peor fue para la madre por ese sufrimiento, pero aun peor era para los dos hombres de la casa que iban y venía cumpliendo todas las órdenes que Megumi les daba sin nada de amabilidad.
Yahiko salió un momento de la vista de la doctora para descansar un poco mientras veía a Tsubame salir para buscar más toallas limpias, él la miró y no pudo evitar sonrojarse, aunque había optado por no acercarse a la chica como hace unos meses atrás, no olvidaba el beso que ella le había dado, quería besarla, pero sabía que todavía eran unos niños, eso… aunque nadie lo creía lo empezó a entender con el tiempo:
Flasback
Ahora ambos lo abrazaron nuevamente, estaban felices Yahikos los había reconocido como padres…
El espadachín se levantó luego que lo soltaron y caminó hacia la puerta cuando fue detenido por su maestra:
- "No voy a desaparecer de nuevo, y menos moriré, así que no crezcas tan rápido, sería muy triste que mi hijo se vaya tan pronto"
Yahiko salió a su habitación completamente shockeado, no sin antes felicitar a sus tutores.
Fin del Flasback
Fue un desconocido llanto lo que lo hizo volver en sí, y corriendo hacia la habitación de los casados vio al pequeño en brazos de Tsubame la cual lo limpiaba siguiendo las instrucciones de Genzai.
No sabía en qué momento había vuelto su chica, pero volvió a sonrojarse al verla tan adorable con la criatura (¿qué le pasaba? Sonrojarse nunca fue estilo y ahora lo hacía a cada rato). La chica se le acercó con el niño y le sonrió.
- "Este es Kenji Himura-kun, tu hermano Yahiko-kun" –se lo dio y este torpemente lo agarró siendo ayudado por la chica-
Fue muy feliz por ello, y no pudo evitar acercarse a ambos padres para que lo vean con la misma felicidad que él. Tsubame sonrió ante esto, nunca vio una foto familiar tan hermosa.
La noche llegó y tanto hijo como madre dormían, fue entonces que Kenshin, el cual estaba terminando de lavar los platos llamó al pequeño.
- "Quiero pedirte un favor" –susurró por los demás que dormían. Y Sacó unas tijeras- "Sé, por manos de Sanosuke, que eres bueno cortando el pelo" –Yahiko se sorprendió ante esto-
- "¿Quieres que te lo retoque?" –preguntó tomando las tijeras-
- "Lo quiero corto, por acá" –señalando con su mano por arriba de su hombro-
- "Pero Kenshin, yo no tengo problema, pero es la adoración de Kaoru"
- "Lo sé..." –y se sentó de espaldas a él- "por eso cuando se lo pedí se negó, y sé que tú no te negarás"
- "Está bien" –dijo con resignación- "Pero si la fea se enoja, tú asumirás sus castigos"
- "Claro que si" –y rió ante esto- "Gracias hijo" –dijo al ver el primer mechón suelto-
Yahiko simplemente sonrió, para luego abrazarlo por la espalda, sorprendiendo al peli-rojo. Luego siguió con su labor antes de comenzar a llorar.
Continuará...
