Unas horas más tarde, mientras Patrick aun refunfuña y grita a quien le quiera oír desde el despacho en el que están con el abogado que NO PUEDE CECIL QUEDARSE CON TODO entra Parker a la sala con los demás.
—Ehm... mylady... están... están en la puerta el sastre y el embajador de Luxemburgo —vacila Parker para Brittany temiendo que esto sea una broma.
—El… oh… oh! ¿Aquí? —levanta las cejas como si no llevaran sus dos hijos menores correteando por toda la casa como imbéciles con el tema.
—Ehm... Yes. ¿Les hago pasar? Dicen que han sido invitados —sigue Parker con su infinita paciencia.
—Me parece que… Ehm… ¿vienen juntos? —frunce un poco el ceño porque eso es nuevo.
—Yes.
—¿Qué hacen…? —esa parte que le hace… levantar una ceja—. Hum... déjales pasar, por favor.
Brittany busca a Gala, que ha llegado antes, a merendar, con la mirada.
Parker asiente y se va a la puerta.
Ella la mira al notarla y Brittany le hace un gesto y se levanta, acercándose a ella.
—Tú… hijo —le anuncia la pelirroja.
—No sabía que le habíais invitado a cenar —sonríe tan feliz.
—¿Yo? Debe haber sido Arthur —se encoge de hombros.
—Arthur se ha ido corriendo esta mañana casi sin despedirse —suspira un poco afligida con ello.
—Ohh ¿de aquí? —Brittany se sorprende un poco de que ella sepa eso.
—No, Brit, de casa... —la mira de reojo con cara de circunstancias.
—Ohhh la pasó… OHHHH —cae en la cuenta por fin.
—Tranquila, en mi casa le cuidamos bien —le sonríe y le toma la mano dándole unas palmaditas—. Si algún día no sabes dónde está, puedes mandarme a alguien con una nota, seguro estará en mi casa. Francis es muy considerado con eso y suele contarme cuando se van, seguro nos enteraremos a pesar del espíritu rebelde de Arthur.
—Es bueno saberlo— Brittany sonríe un poquito y asiente—. Ahora le ha invitado aquí... No sé con qué propósito en realidad, pero el espíritu rebelde no se le quita.
—Es muy divertido —asiente cuando Parker entra con ambos invitados.
—Su padre definitivamente no opina eso —asegura Brittany, mirándoles.
—Allò! —sonríe Gala, levantándose para ir a abrazar a su hijo como si acabara de volver de la guerra.
—Ohh! ¡Estás aquí! —Francis le sonríe a su madre y la abraza de vuelta como si acabara de llegar de la guerra.
—Allò —Luc le sonríe a Brittany y se acerca a ella.
—Ehm… hello —arruga la nariz con el francés porque… sabe hablarlo, sí, y se le da FATAL.
—Ah, ehm. Oui, oui. Hello. Me presento, soy Luc Dubois —le tiende la mano para tomársela y darle un beso—. Es usted la señora de la casa, intuyo.
—Lady Kirkland… —le da la mano para que haga toda la caravana que quiera—. Yes.
—Tuve el placer de conocer ayer a su marido y a su hijo —continua, un poco ceremonioso.
—Eso me contaron, eso me contaron —asiente y le sonríe un poquito.
—Me invitaron a quedarme aquí, quería agradecer su hospitalidad... y disculpe, por favor, mi inglés —hace un pequeño gesto con la cabeza.
—Lo habla usted bastante bien y con menos acentos que otros —responde de manera bastante sincera.
—Merci! —sonríe complacido y un poco aliviado.
Gala se gira a ellos y la verdad, cuando Luc la ve, tiene que tomarse un instante para recuperar el aliento. Ahora entiendes de dónde sale el sastre y porqué Arthur quiere casarse con ella.
—Le presento mi madre— Francis mira a Luc y le sonríe—. Le decía hace un rato que debía conocerla, no pensé que tuviéramos tanta suerte de encontrarla aquí.
—Ah...¿ah? P-pardon —aún está medio embobado.
—Encantada —Gala le tiende la mano para que se la bese.
—Ah! Es usted... el... hipo se pierde —asegura Luc, aun con medio cerebro.
—¿El... hipo? —pregunta Francis extrañado—. ¿Cuál hipo?
Gala parpadea confundida también.
—Pardon, pardón, quiero decir que... creo que me he hecho un lío con el inglés —se excusa Luc.
—Puedes hablarle a mi madre en francés, ella lo preferiría, estoy seguro—Francis le sonríe.
—Oh, ¡menos mal! Debo decir que es usted muy afortunada, usted y su hijo... podrían ser actores.
—Claro, claro… "actores" podríamos ser —Francis se ríe.
—Oh, no, yo soy terrible para actuar —ella se disculpa, sonriendo.
—La verdad, quería felicitarla por su futuro enlace —Luc le hace un gesto con la cabeza y a Francis se le ensombrece la mirada de golpe.
—Ah... ah, merci —asiente ella tomándole la mano a su hijo—. Estamos muy contentos de pasar a formar parte de esta familia.
—Y… ehh… ¿Cómo conoce usted al sastre? —pregunta Brittany con toda su elegancia y educación.
—Ah, sus hijos me hablaron de él y la verdad, no he podido traer todo mi armario hasta aquí, así que me viene de perlas conocer a uno.
—Pues… estoy a tus órdenes —asegura Francis pomposamente.
—Solo… me sorprende que parece que nuestras familias se siguen encontrando en todos lados —Brittany mira a Francis.
—Supongo que tenemos algunos gustos similares —bromea Luc encogiéndose de hombros.
Brittany parpadea un poco y se sonroja pensando en el sastre. Ugh, idiot.
Él no habla de eso, pero bueno.
Ya lo imaginamos todos los demás, pero la cabeza de Brittany…
—Gustos por la ropa hermosa y los hombres hermosos… —suelta Francis haciendo que Luc se sonroje un poco y Gala levante las cejas.
—Mais oui, maman… —sigue Francis como si hablara del clima.
—Oh... oh —mira a Luc, que se pasa las manos por el pelo, incomodo.
—No entiendo —sentencia Brittany como buena británica.
—Es solo una broma —explica Luc un poco incómodo.
—Seh, sí que lo es… solo que dice que estoy tan guapo que ya hasta me lo estoy creyendo —Francis les sonríe y le guiña un ojo a Brittany.
—Ahh… Eh, bueno… —Brittany se sonroja, atontándose un poco, creo que ella vive atontada últimamente con todos.
—Ya deberías hacerlo, eres un hombre muy apuesto —asegura Gala, acariciándole la cara a su hijo.
—Lo saque de ti, maman—Francis sonríe y ella le da un besito en los labios.
Brittany les mira de reojo porque eso es algo que… definitivamente no hace ella con sus hijos. Luc se vuelve a Brittany sin saber qué decirle, especialmente ahora que de hecho debería alejarse un poco de Wallace al saber de su relación con Francis.
—¿Y... dónde están sus hijos?
—Ahora deben venir. Arthur está con Patrick en el despacho y Wallace… no me preguntes. Con su mujer, quizás. Scott está en el norte.
—Oh —asiente.
—Wallace parecía muy interesado en decirle a Parker que le informara en cuanto llegaras. Así que seguro no debe tardar.
—Ah, ya supongo. Creo que debería hablar con él.
—Ahora vendrá, no te preocupes —le asegura asintiendo un poco—. Su padre le mata como no te atienda correctamente.
—Lo está haciendo de manera... considerablemente aceptable —asiente con la cabeza diplomáticamente.
—Considerablemente aceptable... —Brittany se ríe y Luc se encoge de hombros sonriendo de ladito—. Voy a chantajearlo a ver qué me da a cambio que no repita esto a su padre.
—Si consigue algo bueno, quizás podamos compartirlo —propone bromeando y Brittany se ríe otra vez, mira cómo le cae bien este chico. ¿Cómo es posible? Si a ella no le cae bien nadie.
Luc sonríe también con eso.
—Es un trato —propone y Luc le tiende la mano para cerrar el trato con ella como si cerrara un trato de negocios.
Brittany le mira la mano y… se la toma, sonriendo un poco.
—Ah, mire… parece que ahí vienen.
—Ah, yo debía tener una... conversación con él...
—Patrick tienes que calmarte y dejar de gritar —protesta Arthur entrando por una puerta del salón.
—¡Es que tú le has oído! Es… Mum! ¡Tienes que oír esto! —chillonea Patrick empujando un poco a Wallace que iba a entrar a la vez que él.
Arthur pone los ojos en blanco y se queda congelado al ver al sastre, ahí en mitad de la puerta, haciendo que sus hermanos se le caigan un poco por encima.
Vamos todos a estrellarnos un poco con Arthur.
—Ugh, ¿qué pasa?
—¡Tú! —es que hasta le señala. Bien para pasar desapercibido, Arthur, bien. Francis le sonríe desde el brazo de su madre.
—Allô.
—¿Qué haces aquí?
—Me invitó… Luc.
—Who in the hell is Luc? —frunce el ceño.
—Esa es una buena pregunta que te debería hacer yo a ti… —le mira con una mirada cargada de sentido.
—What?
—¿Ya no te acuerdas de mí? —sonríe Luc, saludándole.
—Si, ¿ya no te acuerdas de él, repentinamente? —Francis les mira a ambos.
Arthur levanta las cejas y busca a Wallace con la mirada. Wallace se sonroja porque estaba mirando un poco a Luc medio embobadito
—Ehm... Sí, sí me acuerdo. ¿De qué os... conocéis?
—Fue a verme a la sastrería —explica el francés.
—¿Poooor? —mira a Wallace con cara de "controla a tu novio"
—Quería hablar con él de un... asunto —Luc también mira a Wallace con intensidad.
—A ver, quítate… —Wallace mueve un poco a Arthur para pasar y este se aparta un poco.
Wallace se acerca a Luc y le sonríe el muy idiota... Luc le mira levantando una ceja, siguiendo su movimiento con la mirada mientras Patrick sigue protestándole a su madre.
—Muy sonriente estás tú, ¿no? —le riñe un poco Luc.
—Un asunto muy peculiar… —murmura Francis a la vez hacía Arthur.
—Pues claro, ya están aquí tus cosas. Te he conseguido una buena habitación —asegura Wallace tan feliz.
—Vaya, que bien. Merci beacoup —responde no tan feliz como amerita la frase.
—Ya, ya, whatever —Arthur hace callar un poco a Francis porque quiere enterarse de esto.
—¡Nada de whatever! —protesta este.
—Shhhhh! —le toma de la mano y le pone detrás suyo para que mire esto.
Francis es que está pensando que… estará "celoso" porque Luc habla con su hermano. Aunque ha ganado unos puntos con lo de tomarle la mano.
—De nada… —Wallace vacila un poco porque el tono parece rezumar sarcasmo.
—Y aun así me parece que está usted cínicamente contento con todo este arreglo —insiste.
—Bueno… algunas ventajas sí que tiene —Wallace levanta una ceja y… se sonroja un poquito culpable.
—Oh, ya me imagino. La verdad, pensaba que sería interesante que se quedara mi amigo Francis aquí también unos días —Luc señala al sastre.
—Whaaat? —Arthur chilla.
—Whaaaat? —Wallace chilla a la vez. Francis levanta las cejas un poco con eso.
—¿No le parece? —pregunta Luc a Francis
—OF COURSE NOT! —Arthur suelta la mano de Francis en automático y este le pone las manos en los hombros al abogado, que se sonroja porque de ahí no puede quitárselas tan fácil.
—No creo que sea buena idea proponer esto de manera tan directa.
—Solo pensaba que cuantos más personajes implicados, más interesante la interacción —Luc se encoge de hombros.
Wallace frunce un poco el ceño con esto, un poco desconsolado porque… no había pensado en esto de que le hiciera ahora caso a más gente estando aquí.
—Esposos, amantes, amigos, hermanos, familia... es como un vodevil.
—P-Pues… —Wallace parpadea, algo confundido y Arthur parpadea confundido también.
Luc hace un gesto con las manos para señalarle a la gente qué hay en la sala como explicación.
Wallace, no es por nada, pero a la que busca es a su mujer con la nariz arrugada pensando que Luc la ha conocido y le ha hablado mal de él.
—¡Ningún amante! —chilla Arthur por si acaso y Francis frunce el ceño con eso.
—En fin, yo no soy nadie para reclamar nada… —asegura Luc encogiéndose de hombros.
—Pero… what the…. —Wallace le mira a él, a Francis y a Arthur… ¿alguien entiende algo?
—Igualmente agradezco la hospitalidad —continua Luc, diplomáticamente.
—Ha conocido a mi mujer, ¿verdad? —pregunta Wallace todo agobiado.
—No, aun no. ¿Quisiera presentármela? —propone, de verdad, intentando cambiar de tema.
—Entonces… quién…. ¿Qué le… han dicho? —Wallace parpadea.
Luc mira a Francis, que sigue mirando a Arthur de reojito, que sonríe de ladito porque... problemas en el paraíso.
En el tuyo.
Eso aún no lo sabe.
El escritor se cruza de brazos y se echa un poco sobre el sastre sonriendo de ladito.
—Supongo que cosas que necesitaba saber.
—Cosas que necesitábamos todos saber —asegura Francis mirando a Arthur de reojo aunque apretándole un poquito los hombros.
—No estoy entendiendo —asegura Wallace con absoluta sinceridad.
—¿Quizás alguien podría explicarle mejor? ¿Francis? —pide Luc mirando al sastre.
—¿Yo? Más bien me parece que tú tendrías que explicarnos… o Arthur, si acaso —responde este.
—¿Arthur? —Luc parpadea.
—¿Yo? —el nombrado mira a Francis de reojo, también descolocado.
—Pues es el factor común… —explica el sastre...
Luc parpadea un instante con eso y Wallace sigue sin entender NADA.
—Si me... ¿me acompañas un instante, si'l vous plait? —le pide Luc a Francis.
Francis parpadea un poquito pero… pues por qué no, venga. Asiente
El luxemburgués mira a Wallace de reojo y luego a Arthur, separándose de donde están ellos.
Francis mira rarito a Arthur, le da una palmadita en el culo muy sutil y va tras Luc.
Arthur da un salto de como quince metros y luego se vuelve a Wallace.
—What the hell está pasando? —protesta Wallace mirándoles alejarse.
—Pues qué sé yo, se ha enfadado contigo —responde Arthur.
—Esa parte ya la estoy notando... pero ¿por qué? —se vuelve a su hermano.
—Algo habrás hecho —le mira también.
—¡Mudarle aquí! ¿Qué tiene que ver el bloody sastre con él y con esto?
—Pues qué tiene que ver él sastre contigo y ¿por qué es amigo de él? —protesta el menor.
—¡No tengo NI IDEA! ¡Solo es el sastre!
—Y él es solo tu novio —frunce el ceño—. O ni eso.
—Arthur! What the hell!? —vuelve a protestar el mayor.
Entretanto, Luc le pregunta a Francis...
—Arthur?
—Ehm… Oui. Arthur. ¡¿Qué haces tú hablando así de abiertamente hacer tríos?!
—¿Tríos? Yo nunca me referí a Arthur —aclara de una vez—. ¿No está comprometido con su madre? —pregunta, porque igual y no lo ha entendido, parece complicado todo esto.
—Ese… asunto. Está… es… conveniente lo de mi madre. Guiño, guiño, codazo, codazo— explica poniendo los ojos en blanco porque aún le molesta—. ¿A quién se refería usted?
—A... —se sonroja y mira a Wallace de reojo—. Otro Monsieur Kirkland.
—Oooohhhh! El hermanoooo —por fin Francis cae en la cuenta.
—Shhhh! Sh, sh, sh... —le pide silencio para que no le oigan.
Francis se tapa la boca. Luc suspira un poco y... de hecho, sonríe porque esto es mucho mejor que lo que pensaba. Aunque acaba de decirle un par de cosas un poco raras.
—Vamos a… vamos a tener que… tener esta conversación completa desde el principio —admite Francis.
—Ha sido un terrible malentendido —asiente el embajador.
—Pero todo… todo hace un poco más de sentido ahora. El hermano de Arthur también… ¿también? —pregunta porque ¡ahora va a resultar que Arthur sí tenía razón!
—Pues... en realidad, ahora no lo sé. Me habló de un secreto escandalizante y pensé que se refería a esto —se encoge de hombros confundido, ¿qué tal que el secreto es otra cosa?
—Oh… Quizás sí lo es. Puedo preguntarle a Arthur… es decir, ¿no te gusta Arthur? —insiste, solo para dejarlo perfectamente claro.
—No le... —se muerde el labio y le mira un poco suplicante—. Esto ni siquiera es una buena idea, Francis.
—No es tan mala, su madre sabe lo nuestro y ha reaccionado bien —intenta calmarle.
—Está casado y yo también y ni siquiera... —vuelve a apretar los ojos y a suspirar frustradamente.
—No vas a ser feliz nunca si no intentas estas cosas… —le echa una miradita—. Además ahora estoy yo aquí.
—¿Qué significa eso? —Luc le mira.
—Pues… ¿habías tenido alguna vez un amigo como tú? —le sonríe.
—Uhm... No.
—La vida es más fácil así… —palmaditas en la espalda—. A él es posible que sí le gustes.
—Bueno... ya veremos —desestima la idea sin quererse dejar seducir por ella—. Además no creo que ahora piense así después de lo que he dicho antes.
—Has… ugh —Francis aprieta los ojos—. ¿Qué has dicho antes?
—Pues lo que has oído, si estabas ahí —explica, haciendo un gesto con la mano—. Todo eso de que te quedaras aquí y de los amantes y las esposas y...
—Uff… vale, vale, puede que lo que tengas que hacer es ir a pedirle una disculpa —le hace una sonrisita un poco forzada de ánimos.
—¿Y no puedo fingir que no pasó? —propone apretando los ojos.
—No creo que sea la mejor estrategia… Oh, ya me has vuelto a caer bien ahora que no eres amante de Arthur.
—No soy el amante de nadie, Francis... porque no quieres —le mira y le sonríe de ladito, coqueteándole a él. Francis se ríe con esa respuesta.
—Si todo sale bien serás el amante de Wallace —asegura tan tranquilo, pprque así son los cuentos en la mente del francés.
—¡No diga eso! —protesta nervioso, no solo porque le vayan a oir, si no porque suena... mal.
—¿Por? Nadie más que usted me está escuchando —mira alrededor a ver si acaso alguien se ha acercado de más sin que lo notara.
—Me incomoda un poco de todos modos —le mira intensamente.
—Vale, vale… Nada de amantes —levanta las manos—. Pero usted sacó el tema.
—Bueno... nada... nada, tampoco —aparta la mirada volviendo a mirar a Wallace de reojo.
—Se da cuenta que esto implica que… SÍ puede estar con él —Francis se ríe.
—Siempre que ignoremos todos los otros problemas sociales además de a nuestras esposas —responde sonriendo derrotado y volviendo a mirar al francés.
—Fácil definitivamente no va a ser.
—Volvamos con ellos, mejor.
—Volvamos —Francis le sonríe—. Bienvenido a la familia.
—Franciiis! —protesta sonriendo un poco y va a hacer a Arthur fruncir el ceño con eso.
—Acabamos de aclarar… —Francis se ríe otra vez, acercándose a Arthur, que fulmina a Luc y luego a Francis—. Ehm… quoi?
—Nothing —se cruza de brazos.
—¿Te has enfadado? —parpadea.
—Tú sabrás —eso es un sí. Le fulmina.
—Pero ¿qué pasa? —Francis pone los ojos en blanco, sin entender.
—¿Iba usted a presentarme a su esposa entonces? —Luc le sonríe a Wallace entre tanto, tomándole un poco del brazo.
—Ehm… Really? —Wallace que sigue sin entender NADA, le mira y se tensa un poquito al tacto.
—Uhm... ¿no? —pregunta tan inocente como si no acabara de pasar nada, apartándole un poco de los otros dos.
—Pero ¿qué hay de los reclamos…? —le mira de reojo y se deja tirar sin poner mucha resistencia.
—¿Los... olvidamos? —propone, tan cínico.
—Pero… tú… —Wallace levanta las cejas.
—Si'l vous plait? —añade y sonríe un poco más, haciéndole un cariñito en el brazo del que todavía le está tomando.
—Ugh… —protesta y así es como aprendes que a los británicos se les controla demasiado fácil.
—Merci —sonríe habiéndose salido con la suya.
—¿Sin explicación ni nada?… al menos ya no estás enfadado.
—Ha sido un malentendido —se encoge de hombros, esa es toda la explicación que vas a tener, porque le da vergüenza tener que hacerle entender.
—Con el sastre —le mira de reojo, porque de todos es con el último con quién quisiera o pensaba que iba a tener que volver a lidiar OTRA VEZ.
—Oui —tan tranquilo, asiente como si fuera obvio y natural.
—Ni siquiera sabía que se conocían —comenta mirándole de reojo.
—Ah, non. Tu padre me recomendó. Pero me habló de vosotros —explica tan tranquilo, como si fuera nada.
—W-What? —Toda esa frase, petrifica a Wallace—. No deberías hablar con él.
—Por quoi?
—Porque… no. ¿Quién sabe qué puede contarte? —hasta palidece un poco ahora.
—¿Qué temes que me cuente? —le mira de reojo.
—Nada —miente, incomodo.
—Entonces ¿cuál es el problema? —Luc frunce un poco el ceño mirando a Francis de reojito.
—Es un simple sastre —hasta arruga la nariz al decirlo, con cierto desprecio.
—Me cae bien —Luc se encoge de hombros.
—No debería estar aquí… ahora está en todos lados —protesta.
—Ya me imagino —sonríe un poco y le mira de reojo discutir con Arthur.
—Y definitivamente NO debería —insiste mirándoles también.
—¿Por qué no? —se vuelve a Wallace.
—Porque tiene la tendencia a inventarse cosas absurdas —insiste, muy serio.
—Mmmm... Y eso lo dice la misma persona que se inventó una historia sobre tener sexo en un palacio de cristal —le levanta una ceja y sonríe de ladito, molestándole de nuevo.
—No, ¡no esas cosas! —protesta igual sonrojándose un poco—. ¡Chismes!
—¿Cómo cuáles? —igual se ríe.
—Pues... cosas. Inventos raros sobre quién es él o… yo qué sé. Tú hazme caso —pide intentando ponerse serio de nuevo porque está nervioso. ¿Qué tal que el sastre le echa a perder esto con el embajador solo por sus tonterías? como si no le hubiera destrozado ya bastante la vida. No entiende porque Arthur tiene que seguir trayéndole a cada evento social solo para joderle como si fuera el corazón palpitante de Poe.
—Quién... es él —repite Luc, que no le ha parecido que Francis se haya inventado nada ni por un momento y podría haberlo hecho, en realidad, habría sido hasta lo natural y esperable, teniendo en cuenta el tema de conversación que han tenido.
—Es un decir, tiene ideas… interesantes de cómo subir escalones en la escalera social —le mira de reojo.
—A mí me parece que... solo es un chico enamorado —se encoge de hombros pensando que se refiere a que... quizás le han contado alguna historia inverosímil para que Wallace no note lo de él y Arthur, como este asunto con la madre del sastre, que es lo que está escamando a Wallace porque no se sostiene mucho y por eso dice lo de que es poco fiable.
—Un… chico enamorado —repite parpadeando—. ¿Enamorado de quién?
—Observa... analiza... y adivina— Luc se humedece los labios, pensando que es una buena manera de saber qué piensa Wallace realmente de esto sin necesariamente ser muy directo y exponerse demasiado, aunque siente que no paran de hablar del tema todo el tiempo—. Si para el final de la cena lo has descubierto te contaré lo que sé sobre ello.
—Vale —Wallace se humedece los labios. Luc sonríe y le tiende la mano para cerrar el trato.
