1- Prologo

Dentro de una especie de taller de montaje, un grupo de personas y pokémon trabajaban en algo. Por el tamaño y la apariencia parecía ser un cybertroniano.

"¿Informe de estado?" Pidió un hombre con uniforme de oficial.

"Pasos finales terminados al 89%, no llevara mucho tiempo antes de estar listo para el lanzamiento." Respondió una ingeniera mientras miraban a una enorme bahía de lanzamiento, con una pequeña lanzadera enganchada a ella. "Señor, aún no veo el motivo de este plan. ¿Por qué tenemos que poner a punto un activo ya fallido para viajar fuera de la Tierra cuando deberíamos centrar todos nuestros esfuerzos en mantener a nuestra líder con vida?"

"Los eventos pasados nos forzaron a renunciar a todo el poder que logramos tan tenazmente, por lo que nuestra líder pensó en una vía alternativa para recuperalo. Esos seres vinieron de alguna parte, por lo que si logramos hallar su mundo natal, quien sabe que riquezas y otros secretos podamos encontrar. Quizás algo con lo que ser capaces de volver las tornas a nuestro favor."

"Pero no estamos seguros donde podría estar, o si incluso es real. El espacio es un lugar inmenso, ¿y si lleva mucho más de lo esperado? O si encontramos algo que no deberíamos."

"Sin duda los riesgos son enormes, pero es nuestra mejor opción. Si el Team Alien tiene alguna esperanza de volver a ser lo que una vez fuimos, debemos confiar en que Nemesis Prime nos llevará hasta ahí."

Desde luego, el cybertroniano en el que trabajaban era Nemesis Prime, no totalmente completo como antes, el prototipo que una vez usaron contra los pokémon rangers. Eso fue entonces, en el presente, el cybertroniano sin vida deambulaba por el espacio, sin rumbo fijo. Debía de ser un largo tiempo vagando ya que todo su cuerpo estaba cubierto de hielo. Pero todo estaba a punto de cambiar, mientras se aproximaba a una cosa extraña en medio del espacio. A la vez que se acercaba, aterrizó bruscamente en su superficie. Una vez notó que toco tierra, el robot artificial recobró actividad. Escaneó los alrededores, hasta que una entrada en frente captó su atención.

"Señales extrañas detectadas dentro de la estructura. Proceder con investigación." Dijo el robot, con la misma voz de imitación de Optimus Prime, mientras entró en el extraño lugar.

Sin embargo, parecía como si hubiera alguien en casa en ese lugar.

"Bienvenido, lejano visitante. Bienvenido a nuestro santuario, la última semilla de esperanza para nuestra raza. Presentate ante tus creadores. Soy Alfa Quintesson, el que engendra vida." Anunció un extraño ser con una voz grave, la cual se oyó alrededor de la sala como un eco.

En frente de Nemesis flotaba un extraño ser: su parte superior era humanoide, pero la parte inferior parecía un montón de tentáculos moviéndose. Además, todo su cuerpo parecía de metal, como los cybertronianos. Por el aspecto de su cara y cuerpo era un varón, uno muy mayor. Había otros como él, pero a diferencia estos se escondieron rápidamente al notar la presencia del robot.

"Detectado ser desconocido, posible parecido cybertroniano. Funciones de combate activadas." Dijo Nemesis con intención de atacarle.

Pero antes de que pudiera golpearle, el llamado Alfa Quintesson le detuvo con un tipo de pulso de energía. Luego, múltiples cadenas agarraron al robot por los brazos, pies y otras partes del cuerpo. La extraña criatura le miró con rabia antes de libera otro pulso, poniéndolo a sus pies, sometiéndolo.

"¿Te atreves a atacar a un dios? ¡¿No fue suficiente dolor, después de lo que nos hizo tu maldita especie?! ¡¿Destruir nuestro mundo, deshaceros de todos nuestros sabios líderes?! ¿Arrebatarme a la que podía iluminar mi espíritu incluso en las horas más oscuras?" Expresó Alfa, esta ultima parte con tristeza.

"Encontrada fuerte resistencia. Combatir con toda fuerza." Repitió Nemesis, antes de ser abofeteado por Alfa en la mejilla, dejando una marca roja en el lado del casco.

"¡Necio! Aquí no tienes poder, estas a nuestra merced."

Por sorpresa, un enorme cybertroniano con apariencia siniestra se le acercó por detrás, le pateó y agarró la cabeza. Eso permitió a Alfa Quintesson verlo más de cerca, y así fue como se dio cuenta.

"Tu no tienes vida, ni alma. Tu cuerpo no nació, fue construido. No tienes consciencia, ni voluntad. Estas vació de todo." Examinó Alfa, y entonces sonrió maliciosamente. "He estado esperando a alguien como tú. Yo puedo darte un propósito de existencia, nueva vida. Mi perfecta creación. Te daré una nueva identidad, y estarás a mis ordenes. Vas a enmendar el error que tus parientes orquestaron, y así la raza de los Quintessons tendrá otra oportunidad de supervivencia."