Kousei observó impresionado a su ex mujer en aquel lugar, Tomoko se encontraba detrás del escritorio, en aquella oficina, no esperaba verla ahí.

Tomoko también observó atentamente a su ex esposo y no pudo evitar hacer una mueca, no esperaba que él viniese hoy al Internado.

Suspiró.

Ya debería ser hora de enfrentarlo.

Tomoko se cruzó de brazos—Hola Kousei.— Lo saludó sin titubear.

—¿Qué haces aquí?

—¿Acaso ya no saludas?— Preguntó la mujer.

El Minamoto rodó los ojos enfadado— Hola.— Respondió.

—Ahí está mejor.— Respondió la oji-azul.

Kousei frunció el ceño, no le gustaba que jugaran con él— Ahora respondeme ¿qué haces aquí?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó Tomoko— Trabajando.

—¿Trabajando?

—Si.— Respondió la mujer— ¿Es que acaso no sabes?

—¿Saber qué?

Tomoko alzó una ceja y luego cayó en cuenta de lo cobarde que era la directora de ese lugar— Debí imaginarme que Rumiko no te lo diría.

—¿Decirme qué?

—Que me contrató.— Respondió la mujer— De sub-directora.

—¿Qué?— Kousei se sintió super sorprendido al escuchar esto— ¿Cómo que estás trabajando en el Internado? ¿Es una broma?

—No, no lo es.— Contestó Tomoko— Estoy trabajando aquí.

El Minamoto frunció el ceño ante esto— No...esto no puede ser.

—Ya te dije que si.— Respondió la mujer— Trabajar ¿enserio creías que trabajaría toda mi vida haciendo aseo en casas o trabajando de reponedora en supermercados?

—Pues si, eso esperaba, luego de todo lo que hiciste.

—¿Lo que hice?— Cuestionó Tomoko— Lo que tú me hiciste o mejor dicho lo que ustedes me hicieron con Rumiko.

—Todo el mundo cree que tú lo hiciste.— Respondió Kousei serimanete.

—Pero eso no significa que sea así.— Musitó la oji-azul.

—Bueno los examenes lo decían ¿no?

Tomoko rodó los ojos y se levantó de su asiento— No nombres esos examenes, porque muy bien sabemos que fueron alterados por ti.

Si, ambos lo sabían.

—Querías mi dinero, mis propiedades, mi herencia.— Habló Tomoko— No te importo separarme de mis hijos y que crecieran sin su madre.

—En los negocios todo se vale.

—Lo tuyo no fue hacer un negocio, fue robar.

—No te robé, cuando nos casamos nuestros padres acordaron que nuestros serían compartidos, prácticamente me los dieron.— Habló Kousei.

Tomoko se mordió el labio inferior, en verdad había sido pésima idea la de su padre al comprometerla con Kousei Minamoto, quería unir sus fortunas con las de esa familia, pero había sido pésima idea, él había logrado engañarla y le había quitado todo.

—No de esa forma.

—Simplemente fui buen estratega.— Habló el hombre— Y aquí estamos, yo con mucho, tú sin nada.

—Por ahora.— Habló Tomoko.

—Y por siempre.— Respondió Kousei— ¿O en verdad eres ilusa y crees que algún día recuperarás todo?

—No soy ilusa, soy realista.— Contestó la mujer— Puede que antes me hayas tomado desprevenida, pero ahora no lo lograrás, yo recuperaré lo mío y créeme, ni Satomi te logrará salvar del lugar en donde quedarás cuando yo logre quitarte todo lo que es mío y más.

—Pues lo dudo, no lo has hecho hasta ahora, a lo largo de los años has demostrado ser débil, sino fuera por Natsuko, Koichi no estaría contigo.— Habló Kousei— Y ya que nombramos a Natsuko, dime ¿ella fue quién te ayudó a estar aquí? ¿no?

Tomoko se cruzó de brazos— No, yo ingresé aquí por mi cuenta.— Respondió.

—Si ¿cómo no?

—Créeme, fue la estúpida de tu amante quién me recibió con mucho gusto.— Contestó la oji-azul.

Kousei frunció el ceño, eso no podía ser posible— Si, claro.

—¿Enserio no me crees?— Preguntó Tomoko— Pues pregúntale.

El Minamoto frunció el ceño.

¡Toc, toc!

—¡Uh! Ahí debe venir.— Respondió la oji-azul— Adelante.— Anunció sin más y a los pocos segundos se abrió la puerta, pero grande fue la sorpresa de ambos al ver a su hijo menor.

Kouji alzó una ceja— ¿Papá?


Catherine cerró los ojos ante el impacto que tuvo al recibir a la castaña contra ella, ya que esta literalmente se había lanzado con todas sus fuerzas a jalar de su cabello con todas sus fuerzas, provocando que la rubia (sin saber el motivo) respondieron en señal de defensa con la misma acción de tirar su cabello.

—¡Sueltame estúpida!— Le gritó la rubia.

—No...—Respondió Hikari— Perra malparida.

—Malparida eres tú, marrana.— Catherine contestó antes de clavar sus uñas en el cuello de la castaña.

Hikari hizo una mueca ante el dolor, pero no demoró en responder de peor forma, agarró con sus manos a la francesa por el cuello e hizo presión.

Catherine sintió al instante como el aire se le iba— ¡Sueltame, gata!

—¡No te soltaré!

—Deberías, no he hecho nada para molestarte.

—¿No?— Preguntó Hikari— ¡Arruinaste la relación de Sora con mi hermano!

Catherine hizo una mueca, al parecer la castaña se había enterado de lo ocurrido.

—¡Te acostaste con mi hermano solo para fastidiarme!

—No lo hice por eso.— Respondió la rubia y jaló a la castaña del cabello para soltarse de su agarre del cuello.

—¡Claro que sí!— Contestó Hikari— Eso es lo que siempre has intentado hacer desde que me conoces me fastidias con todo, con mis amigos, con mi novio, no contenta con eso ahora involucras a mi hermano.— Dijo agarrandola del cuello de la blusa.

—No hice eso por ti.— Habló Catherine— Lo que ocurrió entre Taichi y yo fue algo que no tuvo relación contigo, al contrario, fue algo espontaneo que se dio, algo que ni Sora pudo impedir.

—¡Mentira!— Gritó la castaña— Apuesto que usaste uno de tus trucos sucios, perra.

—¡No me hables así!— Respondió la rubia y nuevamente ambas comenzaron a jalar del cabello de la otra.

Taichi llegó corriendo al lugar y al ver esto no pudo evitar llevar sus manos a su cabeza alarmado ¡No pensó que su hermana llegara hacer algo así! Le estaba dando con todo a la rubia.

Rápidamente se acercó a ellas para separarlas, cosa que fue un tanto difícil debido a la intensidad de la pelea, para su buena suerte ambas eran delgadas.

—Catherine, Hikari.— Pronunció sus nombres— Detenganse.— Habló mientras se interponía en ellas e intentaba sacar las manos de los cabellos de la otra.

—Dejame Taichi.— Exigó la castaña— Dejame darle su merecido.

—¡Ya lo escuchaste! ¡Sueltame!— Gritó Catherine.

—¡No!— Respondió la castaña para continuar jalando de su cabello.

—¡Ya basta!— Gritó Taichi y con el máximo de sus fuerzas las separó, rápidamente tomó a su hermana de la cintura para alejarla de la rubia.

Catherine ante esto también aprovechó de alejarse y arregló rápidamente su cabello— Gracias Taichi.

—¡No le agradezcas!— Gritó Hikari forcejeando con su hermano— ¡Taichi sueltame! Dejame darle su merecido.

—No, Kari.— Habló el chico— Calmate.

—No me puedo calmar, tengo que darle su merecido.

—Claro que no.— Respondió Taichi.

—¿Estás defendiendo a tu amante antes que a mi?

—No es eso.— Contestó el Yagami— Lo digo porque esta no eres tú, jamás te ha gustado la violencia.

—Eso era antes de que esta chica arruinará tu relación con Sora simplemente para fastidiarme.

—¿Para fastidiarte?— Cuestionó Catherine— No eres el centro del mundo Hikari, lo que ocurrió entre tu hermano y yo fue algo muy distante a nuestra rivalidad.

—¡Mentirosa!— Respondió Hikari e intentó impulsarse para nuevamente atacar a la rubia, pero Taichi lo impidió.

—Hermana, detente por favor.

—¡No! Hasta romperle la cara a esta francesa.— Habló Hikari.

Taichi hizo una mueca, su hermana estaba sacando una fuerza que ni él sabía que tenía— Kari, por favor, todo lo que ocurrió yo te lo puedo explicar, no es necesario que te vayas a los golpes.

—Claro que lo es.— Respondió Hikari— ¿Acaso no lo entiendes? Ella se involucró contigo simplemente para lastimarme a mi.

—Otra vez con eso.— Catherine rodó los ojos— Ya te dije que no es por eso.

—Mentirosa.— Contestó la castaña.

La rubia suspiró— Taichi, por favor, no le creas, lo que ocurrió entre nosotros no fue por eso.

—No me des explicaciones Catherine.— Fue lo único que dijo el castaño mientras sostenía a su hermana— Al menos no por el momento.— Respondió y alzó a su hermana para sacarla del lugar.

Hikari frunció el ceño— ¡Sueltame Taichi!

—No.— Respondió el chico— Esta pelea termina ahora.

—¿Es que acaso no lo ves?— Preguntó la Yagami— Catherine simplemente te usó para hacerme enfadar a mi.

Y otra vez con eso.

La rubia en verdad estaba enfadada.

Si tenía una rivalidad con esa chica, pero jamás llegaría a eso, al menos no con Taichi, a él si lo quería, pero era evidente que ella jamás lo entendería.

—Te lo digo desde ahora, lo que ocurrió entre nosotros no lo hice con la finalidad de molestarte.— Habló Catherine— Y eso es lo último que diré.— Respondió antes de cerrar la puerta, no estaba dispuesta a seguir siendo agredida verbal y físicamente.

Hikari hizo una mueca, en verdad odiaba a esa chica.

—Hermana, yo...—Taichi intentó hablar.

—¡No me dirijas la palabra, Taichi Yagami!— Hikari lo interrumpió— Estoy muy decepcionada de ti y no quiero volver a verte.— Fue lo último que dijo antes de alejarse en dirección a las escaleras.


Kouji observó a sus padres, no esperaba encontrarlos juntos. Ni siquiera esperaba ver a su padre en ese lugar, pero su atención estaba más centrada y alamada al ver que estaba frente a frente con su madre, eso no ocurría desde que...

¿Se divorciaron?

No recordaba haber visto a sus padres juntos desde hace bastante años.

Ni idea, jamás en su vida los había visto frente a frente, ni siquiera cuando él había comenzado a convivir más con Tomoko, literalmente se enviaban mensajes de odio a través de sus hijos y redes sociales, pero jamás recordaba haberlos visto juntos. Koichi sí, pero él no.

Damar simplemente se mordió el labio inferior ante la evidente tensión que había en el aire, no era para menos, todos sabían lo turbulenta que era la relación de Kousei y Tomoko.

—Kouji.— Kousei pronunció el nombre de su hijo.

—¿Qué haces aquí?— El chico le preguntó a su padre.

—Vine a ver unos temas de la administración del internado.— Respondió el adulto— Y justo me encontré con...—Iba a decir "tu madre" pero la verdad de las cosas es que no le gustaba que su hijo estuviera tan involucrado con ella, después de todo él lo había alejado de ella, pero le había intentado dar una familia mejor junto a Satomi— Con Tomoko.

Kouji pasó su mirada por su padre luego por su madre, en verdad le resultaba extraño verlos juntos.

—¿Y tú que haces aquí?— Preguntó Kousei.

—Pues...—El chico volvió la vista a su padre— Con Damar vinimos a ver a...

—¿Damar?— Preguntó el hombre y dirigió su mirada hacia la chica—La hija de Keisuke Tachikawa ¿no?

Damar simplemente apretó los dientes, el padre de Kouji y Koichi emanaba una energía negativa, siempre le había dado un poco de miedo, ya que parecía ser peor que su padre.

Kousei observó a la chica, era increíble la genética, esa chica era identica a su abuela y se parecía levemente a su madre, Satoe Tachikawa, en paz descanse.

—Buena tardes señor Minamoto.— Finalmente Damar saludó de manera cordial.

Kousei simplemente movió la cabeza y luego dirigió su mirada hacia Kouji— ¿Por qué vienen a la dirección? No me digas que te metiste en problemas.

—Veníamos a hablar con mi madre.— Respondió Kouji sin más.

¿Hablar?

Kousei alzó una ceja, tuvo intenciones de preguntar porque, pero sabía que su hijo no le respondería.

—Ayer no fuiste a la fiesta de los padres de tu novia.

Kouji hizo una mueca, como nunca hablaba con su padre, nunca lo había actualizado— ¿E? Papá, Izumi ya no es mi novia.

—¿No?— Preguntó Kousei sorprendido.

—No.— Respondió el chico de cabello negro-azabache.

¡Rayos!

Pensó Kousei, ya se había armado todo un plan en la cabeza de como hacer que los Ishida invirtieran en su empresa.

Tomoko pasó su mirada por Kouji y luego por Damar, era obvio que no estaban un cómodos por esa conversación.

—Pero, yo pensé que su relación iba enserio y...—Kousei hizo una mueca y observó a su alrededor, quizás no era momento para de ese tema con su hijo, aunque si era sincero no le importaba de mucho, Kouji todavía era demasiado joven, tenía varios años para escoger una buena pretendiente para él— Olvídalo, no me importa.

Okey, eso había sonado bastante directo.

Damar y Tomoko intercambiaron miradas.

—¿Y tú?— Preguntó Kouji— Se suponía que estabas de viaje.

—Bueno, regresé antes.— Respondió Kousei— Y tuve que arreglar unos asuntos, entre ellos este tema del internado, no pensé que te vería, Satomi quiere verte, deberías ir a casa uno de estos días.

—Si, ya me había comentado algo, pero veré cuando pueda.— Contestó Kouji— Por el momento estoy ocupado.

—Espero que sea estudiando y no perdiendo tiempo en tu banda.

—Eso es cosa mía.— Kouji se cruzó de brazos— No debes preocuparte.

Kousei frunció el ceño, siempre había querido que su hijo Kouji se pareciera a él, pero eso provocaba que muchas veces chocaran en algunas cosas— Bueno, espero que sea así.— Respondió antes de tomar su maletín y voltear hacia su ex-esposa— Tomoko, cuando llegue Rumiko le dices que neesito hablar con ella sobre temas del internado, dile que me llame.

¡Ja! Claro que no lo haría.

—Claro, yo le digo.— Mintió Tomoko— Puede retirarse señor Minamoto.— Intentó sonar como cualquier "directora normal" pero lo único que deseaba en esos momentos era tirarle un libro por la cabeza.

—Adiós.— Respondió Kousei y volteo hacia los adolescentes— Damar envíale saludos a tu padre.

Si ¿cómo no?

Pensó Damar.

Si tan solo le respondiera las llamadas.

—Nos vemos luego hijo.

—Adiós, padre.— Respondió Kouji.

Fue así como Kousei Minamoto en menos de un minuto abandonó la oficina cerrando la puerta.


Nanami salió del internado y observó a su al rededor, juraría haber visto al rubio caminar hacia la salida, quería hablar con él, estar a su lado y apoyarlo. Al menos ahora no estaba con Mimi, así que no tendría excusas para alejarse.

A los pocos metros divisó al Ishida y no dudó en acercarse a él, quién no pareció prestar atención a su llegada.

—Yamato.— Lo llamó.

Este al escuchar su nombre volteo hacia la chica y no pudo evitar hacer un mueca. La verdad era que quería estar solo.

—Nanami.

—Hola.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a hacerte compañía.— Respondió la chica antes de tomar asiento a su lado, ante esto Yamato rápidamente se puso en pie. La rubia alzó una ceja— ¿Qué ocurre?

—Quiero estar solo.— Contestó el oji-azul y de dispuso a alejarse, pero la chica de ojos lila-rosa agarró su mano deteniendo su paso. Yamato volteo hacia ella—Nanami, dejame, quiero estar solo.

—Estás así por lo que ocurrió con Mimi ¿no?— Nanamim preguntó sin más.

El oji-azul frunció el ceño— No hablaré de este tema contigo.

Nanami rodó los ojos y se cruzó de brazos— ¿Por qué eres así?

—¿Así como?

—Cortante.— Respondió la chica— Cuando yo solamente quiero saber como estás y darte mi apoyo como una amiga, nada más.

Yamato hizo una mueca, la verdad de las cosas es que cuando ocurrían cosas que a él le afectaban prefería estar solo para asimilarlas.

—Entiendo que antes me hayas ignorado por Mimi, pero luego de lo que ocurrió creo no es necesario que le seas tan fiel ¿no?— Musitó Nanami sabiendo exactamente que con eso daría en su punto débil.

Yamato apretó su puño al escuchar ese nombre y volteo hacia Nanami— No me hables de ella.

—¡Ups! Lo siento.— Comentó Nanami con falso arrepentimiento— Pero simplemente quería mencionartelo, digo no tiene sentido que ahora me ignores cuando solo quiero saber como estás.

—¿Qué no es obvio? Estoy mal.— Respondió el chico— Luego de todo lo que supe es difícil estar bien.— Bajó la mirada.

—Lo sé, cariño, lo sé.— Habló la chica— Por eso mismo vengo a estar contigo, en momentos como estos no es bueno que estés solo.— Acarició su mejilla— Créeme yo sé lo triste que es saber que te engañaron, saber la verdad de algo oculto es como sentir que un valde de agua fría cae sobre ti ¿no?

Si, así se sentía, pero mucho peor.

—Es como si me hubieran lanzado hielos.— Musitó Yamato— Como si hubiera despertado de un sueño o mejor dicho como si estuviera en una pesadilla.

—Me imagino, después de todo no solo supiste que te ocultaron a tu hija, sino que te vieron la cara de idiota todo este tiempo.— Habló Nanami.

El oji-azul apretó su puño, en verdad le dolía saber aquello, pero más le molestaba ¿cómo rayos Mimi había permitido que quedara como idiota? Él incluso le había creído el tema de su hermana, había utilizado algo super delicado para esconder su mentira, en realidad era de lo peor.

A esto se le sumaba que él había estado frente a frente con su hija, Natsumi, incluso con Mimi presente, pero decidió callar, dejandolo como ignorante ante la madre adoptiva de su hija.

Alice.

Suspiró.

Debía hablar con ella, ya que era la encargada de su hija, pero, tampoco sabía si podía confiar en ella, no la conocía, aunque...Decía conocer a Mimi y de igual forma lo decepcionó.

Nuevamente suspiró.

Debía pensar muchas cosas todavía.

—Nanami, necesito estar solo.— Habló Yamato— Y no te lo digo porque seas tú, sino porque prefiero aclarar solo mis ideas.

La chica hizo una mueca, no le sorprendía que el chico quisese estar solo, pero de todas formas quería estar con él. Suspiró— Bueno, te dejaré, pero...—Nuevamente acarició su mejilla derecha— Si necesitas a alguien que esté a tu lado no dudes en llamarme. Después de todo siempre estaré de tu lado, siempre.— Respondió antes de depositar un beso en su mejilla antes de retirarse.

Yamato hizo una mueca, la verdad era que en esos momentos solo quería olvidarse de que ese mundo existía.


—En verdad eres estúpida, Natsuko.—Hiroaki le habló a su esposa.

—¿Por qué?— Preguntó la mujer mientras retiraba su abrigo— ¿Por qué simplemente quise limpiar el honor de nuestra familia alejando a esa mentirosa?

El hombre rodó los ojos— Si.— Respondió— Debiste haberlo pensado mejor antes de ir a hablar con Rumiko.

—Y Tomoko.— Agregó la oji-azul— ¿Sabes? Si no fuera por ella probablemente Mimi ya estaría lejos de nuestro hijo, pero prefirio enfrentarme.— Hizo una mueca— Eso nunca había pasado, pensé que éramos amigas.

—Yo igual lo pensé.— Contestó Hiroaki— Quizás Kousei haya tenido razón y en verdad es doble cara.

—Kousei nunca ha tenido razón en algo.— Musitó Natsuko cruzandose de brazos— Pero ha pasado tiempo después de todo lo que ocurrió entre ellos, no me sorprendería que Tomoko haya cambiado, finalmente no le queda nada más que sus hijos y la casa que ¡yo! le salvé.

—Bueno, sea como sea estuvo bien en lo que hizo.— Habló el hombre Ishida.

—Claro que no.

—Claro que sí.— Respondió el castaño— ¿Acaso no piensas?

—¿Pensar en qué?

—En todo lo que podemos ganar gracias a esta situación.—Contestó Hiroaki.

—¿Ganar?— Preguntó Natsuko.

—Económicamente.— Habló el hombre.

La mujer alzó una ceja.

—Tan solo piensa, nuestra "nieta" también es nieta de Keisuke Tachikawa uno de los hombres más adinerados del mundo.— Explicó Hiroaki— Podríamos quitarle mucho dinero a esa familia.

Natsuko hizo una mueca— No me digas que estás pensando en unir en matrimonio a Yamato con Mimi, luego de que esa chica nos mintió.

—No estaría mal, así lograríamos tapar mejor lo que ocurrió.

—Olvídalo, mi hijo no estará con una mentirosa como ella.

—Pues deberá, ya que no tenemos opción.— Preguntó Hiroaki— Estamos mal económicamente, desde que Mogami y Wrong fueron descubiertos en esos negocios ilegales tus inversiones bajaron más que lo que deberían, cosa que también afecta a mi empresa, además el raiting de televisión y periódico ya no son lo que eran, estamos cada vez más mal, necesitamos alguna forma de ganar dinero.

Keisuke también tenía negocios ilegales como ellos, pero más dinero legal tenía por la herencia de sus padres y el dinero que había obtenido luego de la muerte de su esposa, por su trabajo como diplomático ganaba cada vez más, literalmente su fortuna era infinita, debían obtener algo aunque fuera por esa nieta que les había llegado.


Nene caminó en dirección al comedor, tenía bastante hambre y sabía que Kiriha pasaría ahí en unos minutos, la verdad era que necesitaba desestresarce y estar con él sería buena forma de pasar el tiempo.

Iba caminando tranquilamente, sin apresurarse, sin preocupaciones, pero esto se vió afectado cuando sintió que alguien la tomaba fuertemente de la muñeca y la obligaba a voltear.

—Nene.

La castaña volteo— ¡Hey! ¿Qué te ocu...—Se detuvo al distinguir que era nadie más y nadie menos que aquel chico que tanto quería— Takuya.— Pronunció su nombre.

—¿Fuiste tú, verdad?— Preguntó el chico sin más— La que le dijo a Ryo sobre las cosas.

—¿Yo?— Cuestionó Nene.

—Si tú.

—Claro que no.

—Ayer quedó muy claro.— Respondió el moreno.

—Bueno, entonces ¿por qué preguntas?— Cuestionó Nene cruzandose de brazos.

Takuya frunció el ceño molesto, en verdad sentía ganas de golpear a esa chica, pero la única razón por la que no lo hacia era que ella era mujer, porque al momento que fuese de su mismo sexo hace bastante le hubiera partido la cara— En verdad eres una inconsciente ¿cómo rayos se te ocurre decirle algo tan delicado a un idiota como Ryo?

—Solo fui sincera.— Respondió Nene— ¿Qué iba a saber yo que él iba a revelar todo?

Takuya rodó los ojos— Tú sabías perfectamente que lo iba a hacer.

—Bueno, pero ¿qué iba a saber yo que el padre de Natsumi estaría ahí mismo?

—No te hagas la desentendida, tu sabías todo.— Takuya se cruzó de brazos— Sabías que esto nos traería problemas, no solo con el padre biológico de Nat, sino que con su familia y probablemente con nuestro padre.

—Bueno, eso les ocurre por mentir.— Respondió la chica de ojos morados— Nadie merece ser engañado de esa forma en que ustedes lo hicieron.

—Nosotros lo hicimos porque no teníamos opción, necesitabamos cuidar a Natsumi.— Habló el moreno— Tú no sabes todo lo que hemos tenido que pasar para que esté bien, pero tú ahoras arruinaste todo, ella está en peligro.

—Que pena.— Musitó Nene— Pero pudieron haberlo evitado.

—Lo dices por la amenaza que le hiciste a mi hermana de que si no estaba contigo dirías la verdad ¿no?— Preguntó Takuya.

—Veo que te lo dijo.— Comentó la chica y se cruzó de brazos— Pues si, si así hubiera sido esto jamás hubiera ocurrido, pero preferiste estar con esa rubia teñida antes que conmigo.

Takuya rodó los ojos— En verdad eres una...—Llevó una mano a su frente— No tenías que involucrar a mi hermana con un tema de nosotros.

—Tuve que hacerlo, no me dejaste opción.

—Claro que no te iba a dejar opción, porque yo por ningún motivo iba a regresar contigo.— Respondió el moreno— Ya te he dicho que no te quiero y jamás lo haré.

—Porque quieres a Zoe, pero luego de esto dudo que ella regrese contigo.— Habló la castaña.

Si, tristemente todo se había acabado definitivamente entre ellos, ya no había vuelta atrás, sin embargo él no cambiaría de opinión con respecto a la castaña.

—Puede que Izumi ya no vuelva a estar conmigo, pero eso no significa que cambiaré mi opinión acerca de ti, ni mucho menos mejora las cosas entre nosotros, al contrario las empeora.— Habló Takuya— Porque con más razones me alejaré de ti y no sentiré nada más que odio ¿y sabes por qué? Porque cada día te pareces más a la odiosa de tu madre y al paso que vas te quedarás como ella, sola, sin orgullo, arrastrandose por cariño y dinero.—Fue lo último que dijo antes de voltear e irse del lugar, no quería seguir viendole el rostro a esa chica.

Nene se mordió el labio inferior mientras las últimas palabras de Takuya resonaban en su mente.

"Porque cada día te pareces más a la odiosa de tu madre"

Ella jamás había querido ser como su mamá, al contrario, siempre había odiado su forma de ser, ya que por su culpa su padre tomó a Yuu y las dejó.

"al paso que vas te quedarás como ella"

No, ella no quería ser como su madre, siempre había sido su pesadilla. Pero al parecer si había dejado que su madre la convirtiera en una doble suya porque...

"te quedarás como ella, sola, sin orgullo, arrastrandose por cariño y dinero"

Takuya lo había dicho y si analizaba esas palabras.

Si estaba sola en lado sentimental sin ser amada.

Efectivamente había perdido todo su orgullo al arrastrarse por el cariño de un chico, en su minuto el ex de su prima, ahora Takuya, lo único que le faltaba era arrastrarse por dinero así como lo había hecho su madre al divorciarse de su padre, si hacia eso definitivamente sería su clon algo que ella...

No quería ser.


Mimi se recostó en su cama y cerró sus ojos, en verdad estaba agotada, no de manera física, sino que emocionalmente. No daba más con toda esa situación, ya no sabía que más hacer, Yamato la odiaba y no había formado de remediar aquello, después de todo le había mentido y por más que dijese que era por el bien de su hija, Yamato tenía razón, finalmente tuvo muchos momentos para decir la verdad, muchas oportunidades, pero las había dejado pasar.

Llevó sus manos hacia su rostro y respiró profundo.

Aún no entendía como rayos había permitido que eso ocurriera, en verdad parecía una pesadilla que cada vez crecía más y más.

~Tres años atrás~

¡Puff!

Una cachetada se escuchó en el lugar.

Mimi dejó caer unas lágrimas por su rostro y llevó su mano derecha a su rostro donde se marcaban los dedos de la mano de su padre que habían impactado en ella.

—¡Padre!— Exclamó Takuya sorprendido y molesto por el golpe que había recibido su hermana.

Damar tomó del brazo a Mimi quién sinceramente había perdido el equilibrio por la impresión del golpe.

—No puedo creer lo que ocurrió contigo, Mimi.— El padre de los Tachikawa verdaderamente parecía estar enojada, frustrado, airado, su rostro estaba rojo y fruncía el ceño a más no poder mientras apretaba su puño— Eras mi hija favorita, mi princesa, siempre te di todo lo que pude, mejor dicho siempre te dimos lo que nos pediste, intentamos ser buenos padres.

¿Buenos padres?

Mimi observó a los dos adultos que se encontraban frente a ella, habían muchas formas de cuestionar esa información, ya que, primero la mujer castaña de ojos cafés, piel pálida que estaba junto a su padre, ella no era su madre, ella no era Satoe Tachikawa -que en paz descanse- esa mujer era su madrastra, quién simplemente disfrutaba del dinero, y segundo, ni su padre, ni la mujer que se hacia llamar su "madre" estaban cuando los necesitaban.

—Papá, sé que estás enfadado, pero, no puedes golpear a una embarazada.— Le habló Damar.

—No te metas, Damar.— Le habló bruscamente su padre a la menor.

Ahora fue Takuya quién tomó su otro brazo en señal de apoyo— Pero, papá, mi hermana tiene razón, sé que estás enojado, pero, no puedes actuar violentamente.

—Ustedes verdaderamente no entienden la gravedad de la situación ¿cierto?— Preguntó el hombre— Esto es verdaderamente un problema, un error ¿ahora que pensaran los medios de mi cuando sepan que mi hija, que apenas tiene quince años está embarazada? ¡Va a ser una deshonra para mi familia!

¡Claro! A él solo le importa lo que dice la gente, no lo que ocurre con ella, apretó su puño ¿qué sucedía con lo que ella estaba sintiendo en ese momento? Si su madre hubiera seguido con vida quizás...Suspiró.

—Nadie ¿sabe de esto verdad?— Preguntó nuevamente el señor Tachikawa.

Mimi asintió, ya que, luego de que el test diera positivo había recurrido a su hermano, Takuya, y luego con sus padres.

—¡Al menos algo han hecho bien!— Respondió el hombre Tachikawa— No quiero que hablen de este tema con nadie, ni con sus amigos, ni compañeros ¡Mucho menos con el padre de ese hijo bastardo que llevas en tu vientre Mimi! esto quedará solamente entre nosotros cinco. No quiero que esta noticia llegue a oídos de los medios.

¿Qué?

Pero, Yamato debía saber.

—Pero, el padre debe saber.

—¡No!— Respondió el padre de los Tachikawa.

—¿Por qué no?— Preguntó Damar.

—Porque, no quiero que mi mala fama se expanda por este lugar y si el padre se entera no me dejará tomar medidas al respecto.— Respondió el hombre.

—¿Qué planeas hacer, padre?— Preguntó Takuya.

El hombre observó a Mimi detenidamente— Tomaré medidas rápidas, para evitar que la gente hablé de nosotros.— Hizo una mueca— Mañana mismo nos iremos todos a Estados Unidos y ahí nos desharemos de tu bebé, Mimi.

¿Deshacerse de tu bebé?

¡Eso no!

—¿Qué?— Preguntó Mimi sorprendida— P-pero papá no...

—¡Silencio!— Exigió el hombre— No quiero reclamos con respecto a esto, mucho menos tuyos, ya que, tu fuiste la que cometió el error y debemos encontrar la forma de cuidar nuestro honor como la familia perfecta que somos ante la sociedad.

Si claro, familia perfecta, esas son puras farsas que creen los medios, pero, ella sabía perfectamente que no eran así. Acarició su vientre, no quería deshacerse de su hijo, claro que no, ella lo quería, aunque no lo hubiera planeado, ella lo quería, era su hijo e hijo de Yamato, su primer amor. No podía deshacerse de él, claro que no.

~Actualidad~

Quizás debió haberle dicho antes a Yamato las cosas, pero fue imposible, por más que habían tratado no habían logrado quedarse.

~Tres años atrás~

—No puedes alejarnos de este lugar.— Habló Takuya— Aquí tenemos toda una vida hecha, no puedes obligarnos a cambiarla.

—Claro que si puedo, soy su padre.— Respondió Keisuke— Además todavía son jovenes para tener una vida hecha, pueden cambiarla, incluso comenzar de cero.

—Papá, por favor, no queremos irnos.— Habló Mimi.

—¡Tú no me hables!— Contestó el hombre molesto.

—Pero, padre, por favor, no quiero abortar, mi novio merece saber que...

—¡Callate!— Gritó Keisuke— Que tu novio sepa sería expandir más esta terrible noticia y no quiero que eso ocurra, es mi honor lo que está en juego.

—Eso es lo único que te importa.— Mimi se cruzó de brazos— Desde que somos pequeños, pero desde que mamá murió parece que ha empeorado, sobretodo luego de que comenzaste a salir con esa nueva mujer.

—No metas a tu madre en esta conversación, ella ya no está aquí.

Si, lamentablemente no estaba, Satoe Tachikawa, su madre estaba muerta y por eso todo esto estaba ocurriendo, ya que si estuviera viva al menos lograría hacer entrar en razón a su padre, y no solo eso sino que le enseñaría a ser madre, a cuidar a su hijo, a enfrentar todos estos miedos que sentía al tener una vida gestandose en su vientre.

—No, no está aquí.— Respondió la chica— Porque si lo estuviera se avergonzaría absolutamente de ti, porque estás actuando como un mafioso, sin corazón, sin sentimientos, eres un monstruo.

—¡Callate!— Gritó Keisuke antes de darle otra cachetada provocando que se tambaleara.

—¡Mimi!— Takuya rápidamente agarró a su hermana y observó con odio a su padre— ¿Cómo se te ocurre hacerle eso?

—Quedrás decir ¿cómo se le ocurre a ella hablarme así?

—Pues no estaba diciendo ninguna mentira.— Habló el moreno— Te has convertido en un monstruo desde que murió mamá.— Musitó— O quizás siempre lo fuiste y tuvimos que esperar hasta su muerte para darnos cuenta.

Keisuke frunció el ceño totalmente enfadado ¿desde cuando sus hijos lo afrentaban de esa forma?

—No me falten el respeto, simplemente hago todo por su bien.

—¿Por nuestro bien?— Preguntó Mimi— Si ¿cómo no? Quieres que aborte a mi bebé, eso no es algo bueno.

—Claro que lo es ¿acaso crees que llegarás muy lejos si eres madre soltera?— Preguntó Keisuke— Simplemente pasarás vergüenza.

—Vergüenza deberías sentir tú con todo lo que has hecho.— Habló la oji-miel— Luego de haber metido a esa mujer a la carcel de manera injusta y haber provocado su muerte.— Mimi hizo una mueca al recordar una de sus conversaciones con su hermana— Porque supongo que su muerte fue cosa de ella y no tuya.

Keisuke apretó su puño— ¿Por qué dices eso?

¿Qué no era obvio?

Todos tenían dudas de ese supuesto suicidio, incluso ella.

—Por...

—Keisuke.— La pareja de su padre interrumpió su conversación.

—¿Qué ocurrió Layla?

—Damar está mal.

~Actualidad~

Mimi suspiró.

Tenía un miedo terrible a lo que pudiera hacer su padre, pero también a lo que podían hacer los de Yamato y por eso no le había dicho la verdad, sin embargo su ex-novio tenía razón, nada era excusa para ocultar algo como esto.

No tenía sentido culpar siempre a su padre, finalmente ella era la principal culpable.

Sin embargo eso no quitaba que tuviese miedo de lo que ahora él pudiese hacer, después de todo él había intentado deshacerse de Nat y ellos con engaños habían logrado salvarla.

De seguro intentaría vengarse.


Mientras tanto en España.

El padre de los Tachikawa estaba a unos escasos segundos de saber lo que depararía el futuro.

—Muy bien, Keisuke, aquí están tus resultados.— Habló un hombre de cabello canoso y ojos azules, que vestía una bata blanca, pantalones negros y en su cuello colgaba un estetoscopio.

El hombre de anteojos se mordió el labio inferio y observó los papeles que el doctor tenía en sus manos, en verdad estaba nervioso, últimamente su salud estaba terrible, se había hecho unos examenes y no habían salido bien, esperaba que estos salieran mejor y rectificaran su antiguo resultado.

—¿Qué dicen mis resultados doctor?— Preguntó de manera seria y calmada intentando ocultar sus nervios.

El doctor hizo una mueca y observó los papeles—Es definitivo, Keisuke Tachikawa, los resultados arrojaron el mismo resultado que el anterior.

El hombre de anteojos hizo una mueca— No, doctor, no diga que...

—Lo siento, pero es verdad.— Respondió el hombre delantal blanco— Padece de adenocarcinoma.— Hizo una mueca— Usted tiene cáncer.


AmiKarina: Jajajaj todos tenemos una lista negra de los personajes, sin duda dan ganas de odiarlos a todos, o al menos en su mayoría. Mimi tristemente hizo las cosas mal y ahora tendrá que resolverlas, pero es entendible es una adolescente, sin madre, con falta de amor paterno, enun lugar literalmente sola, no sabe mucho de la vida y pues, Yamato también ha hecho las cosas demasiado mal, porque intentó deshacerse de su dolor con mujeres, hizo actos terribles, todo por su dolor, Nanami sin duda es odiosa por lo hipócrita que es, Izumi está sumamente perdida en todo, pero al igual que los demás a ella le falta el amor de sus padres y un buen ejemplo que seguir, ha hecho cosas mal y no sabe como remediarlas, y pues Taichi va de mal en peor, pero todo es parte de un proceso, en algún momento todo mejorará, espero que sea un recuperamiento agradable para ustedes y que les agrade jajaja lo de Takato y Rika ha sido algo agradable, al principio me costó platearlo, pero creo que está bien. Ya veremos que ocurrirá jsjsjsj Ojalá te haya gustado este capitulo, ojalá sigas leyendo y comentando, nos vemos en el próximo capítulo.