NA: Quiero decirles que ya subí los primeros cuatro capítulos de la historia que va a suceder a esta trilogía cuando acabe, se llama "La sultana del Imperio" para que vayan y me den sus primeras impresiones, ya que terminando esta trilogía me dedicaré a escribir esa historia con muchas sorpresas.
Aclararé algo, siempre he dicho que el Internado tiene dos secciones, de grandes y de niños, cuando nuestros protagonistas estaban en primaria estaban en esa sección y ahí no tenían su propia habitación, cuando estaban ahí tenían que compartir la habitación a diferencia del Internado ahora, donde cada quién tiene su habitación.
También quiero aclarar que hay una escena de Izumi con Damar, en esa escena Damar está viviendo la separación con su madre, Satoe por su muerte. E Izumi está viviendo la separación con su padre, Hiroaki ¿Por qué? Porque en ese tiempo Hiroaki se enteró que Izumi no era su hija.
Hikari atentamente la puerta del departamento de su novio. Se mordió el labio inferior, en verdad estaba nerviosa, sabía que Takeru estaba enfadado con ella por la discusión de ayer, cosa que no le agradaba, estar lejos de él siempre había sido un suplicio y a pesar de que, ella también estaba dolida por lo que le había dicho el día anterior, no podía evitar preocuparse por su separación.
Las palabras de Catherine vinieron a su mente.
No quería dudar por su culpa, pero era imposible, esa chica siempre se había empeñado por hacerle la vida imposible, no quería desconfiar de Takeru, pero si Catherine había logrado arruinar la relación de su hermano de seguro podía arruinar la suya, cosa que no quería. Sin Takeru no podría seguir hacia adelante, su vida se resumía en estar juntos, no se imaginaba estar sin él, mucho menos a estas alturas, solo en sus brazos se sentía segura.
Suspiró.
No podía dejar que problemas externos arruinaran su relación.
Alzó su puño para tocar la puerta.
¡Toc, toc!
La puerta sonó y a los dos minutos apareció el rubio, quién al ver a la castaña no pudo evitar sentirse sorprendido.
—Hikari.— Takeru pronunció su nombre.
—Hola Tk.— Le respondió la castaña con la mirada baja y un silencio se hizo presente, el nerviosismo de la chica era palpable igual que la del rubio.
—¿Cómo estás?
—Bien ¿y tú?
—Bien.
La Yagami alzó la vista e intercambió miradas con el oji-azul, evidentemente inguno sabía como empezar a hablar, así que Hikari se armó de valor para tomar la iniciativa.
—¿E? Takeru yo...—Intentó hablar— Y-yo vine porque quiero arreglar las cosas, yo...—Hikari bajó la mirada— Siento mucho lo que sucedió ayer, no quise hacerte sentir mal, ni ponerme del lado de ellos, yo simplemente quise darte una opinión, pero en ningún momento tuve intención de que pensaras que no te entiendo, al contrario, quizás nunca sabré como se siente estar en esa posición, pero comprendo que para ti no sea fácil. En verdad lo siento, no quiero estar lejos de ti, ni mucho que estés enojado con...— No fue necesario decir más, ya que el rubio tomó su rostro entre sus manos y unió sus labios en un beso.
Hikari se sorprendió al comienzo, pero luego no dudó en corresponder a su beso.
—No es necesario que te disculpes.— Habló Takeru— Comprendo que hayas querido hablar conmigo para mejorar la situación y pues, tristemente no reaccioné bien, pero sé que tú jamás buscarías hacerme sentir mal.
—Si, Tk, yo jamás quedría eso.— Acarició su mejilla— Eres mi novio, mi único objetivo es hacerte sentir bien, aunque tristemente no siempre logro del todo ese objetivo.
—No es culpa tuya.— Musitó Takeru— Creo que ya va siendo hora que asimilemos que los problemas externos no deberían influir en nuestra relación.
Hikari asintió, la verdad era que en verdad tendrían que aprender de aquello, porque si dejaban que los problemas de otros los afectaran terminarían siendo como Taichi y Sora, cosa que no querían en los más mínimo.
—¿Te parece si dejamos este problema atrás y continuamos como siempre?
La castaña asintió— No soporto estar lejos de ti.
—Yo tampoco de ti.— Respondió el rubio.
Hikari sonrió— ¿Todo bien entonces?
—Todo bien.
Y fue así como ambos se besaron.
*Cuando el amor es verdadero nada puede hacerlo caer, aunque eso implique tener miles de pruebas y dificultades que muchas veces uno mismo provoca, porque ser el uno para el otro no significa simplemente decirlo o sentirlo, si no que luchar porque así sea, aunque uno mismo sea el enemigo*
Kouji terminó de acomodar su chaqueta y bajó su móvil, hizo una mueca mientras repasaba los apuntes de economía. Se mordió el labio inferior, entre tantas cosas que ocurrían no podía dejar de lado sus estudios, aunque no le gustase.
Suspiró.
En verdad estaba difícil, apenas entendía algo, algunas veces enserio envidiaba la cabeza de su gemelo, él había sacado una inteligencia increíble, mientras que él siempre iba un paso más atrás en ese sentido, no era mal estudiante, pero tampoco era el mejor.
Bueno, fuera como fuera aún tenía tiempo para estudiar, ahora iría a desayunar, necesitaba tomar un café bien cargado, porque apenas había dormido por esta misma razón del examen.
Fue así como tomó su mochila y salió de su habitación, pero paró en seco al ver a su gemelo en la sala principal.
—Buenos días Kouji.— Habló Koichi con un tono de voz serio, bastante impropio de él.
—Buenos días, Koichi.— Respondió el Minamoto.
Unos segundos de silencio se hicieron presente y una tensión -para cortar con cuchillo- se sintió en el lugar.
—Necesito hablar contigo.— Declaró el Kimura sin más.
—¿Conmigo?— No necesario preguntar por qué, después de todo él sabía de que quería hablar.
Koichi asintió— Ya sabes de qué.
Si, ya lo sabía.
—Llevas bastante tiempo evadiendo esta conversación.
Kouji se mordió el labio inferior inferior.
—Dime ¿me seguirás evitando o me responderás de frente?
Si, la pregunta había sido directa, pero no daba más, necesitaba saber todo acerca de esa situación.
—Koichi, disculpa pero últimamente han ocurrido muchas cosas y pues, no he podido detenerme a hablar contigo.
—Bueno, ahora estás aqui y ya he esperado mucho.— Respondió el Kimura, estaba verdaderamente cansado de esperar a que su hermano le diera unos minutos—Creo que está más que claro que soy paciente, pero todo tiene un límite, necesito que me respondas Kouji.— Koichi le habló a su hermano— ¿Qué ocurre con Damar?
El Minamoto se mordió el labio inferior, sus hermano lo estaba encarando por tercera o cuarta vez, ya no se acordaba cuantas veces había evitado esa conversación, sin embargo no podía evitarla más debía ser sincero, si dejaba que más tiempo transcurriera más doloroso sería y no quería que sucediera.
Lo mejor sería decir todo de una vez.
—Pues, lo que ocurre entre Damar y yo es...
Pero antes de que pudiera completa su respuesta la puerta de la habitación de Takuya se abrió y este salió totalmente acelerado, con la camisa medio abierta, el cinturon desabrochado, el cabello alborotado mientras intentaba guardar unos libros en su mochila.
—¡Buenos días!
—¿Buenos?— Musitó Kouji sorprendido.
—¿Qué te ocurrió Takuya?— Preguntó Koichi sorprendido— Estás todo desastrado.
—Mi alarma no sonó.— Respondió Takuya— Y se supone que tengo examen.
"Predecible"
Pensaron los gemelos a la vez.
Takuya rápidamente arregló su ropa—¿Y ustedes que hacen aquí? ¿No deberían ir a clase?
—Entro tarde hoy.— Respondió el Minamoto.
—El profesor se enfermó y me anularon la clase.— Contestó el Kimura.
—Que suerte.— Musitó el moreno antes de cerrar su mochila—Luego nos vemos.— Fue lo único que dijo antes de abrir la puerta, sin embargo paró en seco al ver que una mujer de cabello corto y claro estaba ahí.
—Señor Tachikawa.
—Inspectora Onodera.— Habló Takuya.
—Que bueno que lo encuentro necesito entre...
—Lo siento señora Onodera, pero voy tarde a mi clase, no puedo hablar.— Habló el castaño.
—No se preocupe, no le tomará mucho tiempo.— Respondió la mujer antes de alzar un sobre café— Llegó esta encomienda a su nombre.
El moreno alzó una ceja sorprendido y tuvo intenciones de preguntar ¿De qué trataba? Sin embargo, se contuvo a preguntar ya que recordó que iba tarde, así que rápidamente tomó el sobre entre sus manos y lo guardó en su mochila— Muchas gracias inspectora.— Fue lo único que dijo antes de disponerse a caminar -correr- en dirección a las escaleras— Que tenga buen día.
Estos adolescentes.
Pensó la inspectora y rodó los ojos.
Luego dirigió su mirada hacia los otros dos adolescente dentro del departamento— Que bueno que ustedes también están aquí, joven Kimura, su madre lo necesita.
—¿A mi?— Preguntó el mayor de los gemelos— ¿Para qué?
—No sé.— Respondió la mujer— Solo dijo que lo llamara.
Koichi hizo una mueca y dirigió su mirada hacia su hermano— Está conversación queda pendiente.
Kouji simplemente asintió, intentando disimular lo aliviado que estaba por eso, sabía que debía decirle a Koichi sobre esa situación, pero primero debía saber si Damar estaba de acuerdo, ya que no quería darle otro problema más.
Mimi pasó su mirada por sus compañeros de clases entre ellos, Izumi, quién a diferencia de otras veces ya no estaba sentada a su lado, si no que a varios metros lejos de ella.
Suspiró.
¿Por qué las cosas debían ser tan difíciles?
¡Bip, bip!
Su móvil vibró y bajó su mirada hacia él. Tenía un mensaje de Sora.
"Mimi, sé que estás con muchas cosas
en la cabeza, pero necesito hablar contigo"
Mimi alzó una ceja.
"¿A si? ¿De qué?"
Respondió y a los pocos segundos Sora también.
"De Izumi, sé que las cosas
entre ustedes no están bien, pero es importante"
Mimi hizo una mueca, la verdad de las cosas era que necesitaba tomar un respiro, no quería saber más de los Ishida, pero si su amiga decía que era importante es porque así era ¿no?
(De: Mimi)
"Está bien, dime ¿donde y cuando nos juntamos?"
(De: Sora)
"Tus clases terminan a la misma hora que yo
tengo entrenamiento de fútbol ¿Te parece si salimos luego?"
(De: Mimi)
"Si, claro"
—Como ya saben, la próxima semana viene el examen, espero que se preparen.— La voz de la profesora llamó su atención y al alzar la mirada se dio cuenta que estaba guardando sus cosas—Que tengan buen día.
Mimi no pudo evitar sorprenderse, tan pendiente estaba en sus propios asuntos que ni siquiera se dió cuenta que era hora de que la clase finalizara. Suspiró, al menos ahora podría ir a tomar un poco de aire fresco antes de ir a su siguiente clase.
Fue así como se levantó del lugar, guardó sus cosas, tomó su bolso y salió del salón. Grande fue su sorpresa al ver a su amiga rubia de ojos lila-rosa en aquel lugar.
—Nanami.
—Hola Mimi.— Saludó la chica y se acercó a ella para besar su mejilla en señal de saludo.
—Hola, me sorprende verte aquí.— Su amiga estaba estudiando una carrera cero relacionada con la suya, en la zona de economía.
—Vine a verte.— Respondió Nanami— Luego de mi percance de ayer no pudimos hablar y la verdad era que estaba muy preocupada por ti, cuando hablamos anoche era evidente que estabas mal.
Mimi hizo una mueca— Si, pues hoy estoy un poco mejor.— Musitó— Al menos.
—Me alegra escuchar eso.— Comentó Nanami— Sobretodo luego de lo que les dijo esa chica, prácticamente arrebatarles a su hija ¿Cómo es capaz de hacer eso?
Mimi suspiró— Pues, ella la cuidó desde pequeña, siente que es de ella y considerando que es su representante legal puede hacer mucho.
—Pero, Yamato y tú son los padres biológicos deberían poder hacer algo ¿no?
—No lo sé.— Respondió Mimi— La verdad es que todo esto es demasiado desconocido para mi.— Suspiró—Quiero recuperar a mi hija, pero no sé como lo haré sin Yamato.
Nanamim se mordió el labio inferior, el Ishida en estos minutos estaba demasiado enfadado con la castaña y rogaba que eso continuara siendo así, después de todo necesitaba que ellos dos estuvieran lejos.
—¿Y qué harás?— Preguntó la chica de ojos lila-rosa esperando que su amiga no respondiera que buscaría solucionar las cosas con el Ishida, ya que en verdad no quería que eso ocurriera.
—La verdad es que primero buscaré informarme.— Respondió la Tachikawa, Tomoko le había dado consejos de actuar con la cabeza y no por impulsos, así que eso haría— Le pediré a Satomi, la madrastra de Kouji que me asesore en esta situación.
—¿A si?— Preguntó Nanami.
La Tachikawa asintió— Damar y Kouji últimamente se han acercado mucho, y estoy segura que si él le pide a Satomi que nos ayude no se negará.
¿Y si sacaba provecho de esa situación para seguir arruinando las cosas entre los Tachikawa e Ishida?
Takato observó atentamente el reloj de pulsera que tenía en su muñeca.
~Día anterior~
—Aquí tiene su principal herramienta.— Declaró un hombre rubio de ojos grises depositando el reloj plateado, marca casio en la mesa— Cuidelo, como si de eso tratara su vida.
Takato observó atentamente el objeto y lo tomó entre sus manos— ¿Por qué? ¿De qué me servirá?
—Le servirá para grabar en momento cruciales.— Respondió el hombre— Este reloj tiene un nano-chip en la esquina lateral que se conecta con la grabadora de voz de su móvil, si lo presiona grabará todo lo que digan a su alrededor.
Takato alzó las cejas sorprendidos.
—En lo posible intente estar al pendiente para activar la grabadora.— Musitó el hombre— Necesitamos que grabe lo máximo posible, cualquier dato, cualquier palabra, cualquier misero detalle nos puede ayudar a saber que cosas ocurren en ese lugar y cual fue la causa de la esa misteriosa noche.
~Actualidad~
Takato se mordió el labio inferior.
¿Estaba seguro de lo que iba a hacer?
No, no lo sabía. Simplemente sabía que quería hacer algo por la muerte de su tía, sin embargo eso no quería decir que sintiera con el suficiente valor o que le convenciera la idea de exponer a sus amigos, pero sobretodo a Rika.
—¡Hey! Takato.— La voz -inconfundible para él- de Rika se hizo presente.
El castaño no pudo evitar sobresaltarse ante la impresión y casi por "reflejo" levemente el objeto tras él.
—Ho-hola Rika.— Respondió el chico.
Rika movió levemente su cabeza—¿Qué tienes ahí?
—¿E?— Balbuceo el castaño— Na-nada, es simplemente un reloj.— Levantó el objeto y se lo mostró— Es un regalo que mis padres me dieron ¿te gusta?
La pelirroja lo observó, parecía un reloj común y corriente, pero de buen estilo, casio, pero sin muchos adornos— Si, me gusta.—Contestó antes de depositar su mochila en su escritorio y tomar asiento— ¿Cómo te fue ayer?
—¿A-ayer?
—En la casa de tus padres.
—¿E?— Balbuceo Takato— Bi-bien, todos están bien.
—¿Por qué te llamaron con tanta urgencia?
—¿E? Po-por un tema sin importancia, es familiar, entre algo de mis tíos, no imorta mucho.— Respondió el castaño un tanto nervioso— Pero, dime ¿cómo estás tú?— Intentó cambiar de tema.
—Yo bien, pero un tanto incómoda por la situación.— Contestó Rika— El ambiente ha estado tenso entre Damar, mi mejor amiga, y Takeru, quién también es mi amigo, entonces ya entenderás que es extraña esta situación.
—Me imagino.— Respondió el castaño.
Rika asintió.
—Quería saber si vas a aceptar mi invitación a salir.— Jp le declaró a Izumi.
La rubia hizo una mueca, no quería ser grosera con ese chico, mucho menos luego de que ayer le diera chocolates y flores para subir su ánimo.
—Lo siento, pero no puedo.
—¿Por qué no?— Preguntó el castaño.
Izumi suspiró— Es que no tengo ganas.
Tenía demasiadas cosas mente, no estaba de ánimos para salir.
—Mira, se que tienes muchas cosas en la cabeza, luego de todo lo que está ocurriendo, pero ¿sabes? No debes encerrarte en tu mundo.— Habló Jp— Es bueno que te distraigas y al menos pienses en cosas nuevas.
Si, sabía que debía hacer aquello, pero era difícil.
—Me es difícil pensar en hacer cosas nuevas o mejores luego de saber que dos de las personas que más confiaba en este mundo me engañaron.
—Bueno, eso ya pasó, puede ser que esas personas no hicieron las cosas bien, pero hay personas mejores en este mundo ¿sabes? No todos los chicos somos como Takuya.— Habló Jp— Habemos algunos que preferimos ser sinceros con la chica que nos gusta y que no seríamos capaces de lastimarte así.
—Puede que no.— Musitó Izumi— Pero tengo mala suerte al elegirlos o peor, ellos tienen la mala suerte de escogerme a mi.— En verdad se sentía mala persona en todos los sentidos de su vida, no servía para escoger chicos y cuando escogía buenos, ella arruinaba todo.
—¿Lo dices solo por Takuya? ¿O también por los otros dos?
Izumi se mordió el labio inferior, ella había escogido tener algo con Ryo y había sido pésima idea porque él era una mala. También había estado con Kouji, quién era buen chico -ahora- pero tampoco había funcionado y aunque su relación jamás llegaría a más con la presencia de los Tachikawa, ella había sido la que provocó su separación, no le había sido fiel al Minamoto. Y aunque era consciente que su relación no hubiera continuado porque Kouji moría por Damar y viceversa, sabía que ella misma había sido la mala en esa relación, y más que perder a un novio, había perdido a un buen amigo.
Sin embargo, lo de Takuya era muy diferente, sentía que esa relación si tenía de ambos, ella había sido la primera al actuar mal al mentirle y luego Takuya la había decepcionado.
—Lo digo por todo en general.— Respondió la rubia a la pregunta del castaño.
—No digas eso, estar contigo es algo increíble, no eres tú la mala, es simplemente que esos chicos con los cuales has estado no te han sabido apreciar como deberían.— Contestó Jp— Créeme si lo hubieran hecho jamás hubieras tenido que engañar o sufrir a causa de ellos.
Izumi simplemente suspiró— Jp, no es necesario que mientas, yo sé que he cometido errores grandes.
—Si, pero ¿quién no?— Preguntó el castaño— No debes sentirte culpable por ellos, ya pasaron, ahora es tu presente y tu verdad es que debes seguir hacia adelante olvidando todo esto que ocurrió, dejando atrás a aquellos que te hicieron sufrir y lo digo enserio, eres una chica muy hermosa como para estar sufriendo por personas que no se supieron apreciar.
—¿Tú crees?
—Obvio.— Respondió el Shibayama— Y no lo digo por agradarte, lo digo porque es verdad y ojalá lo medites, porque es verdad.
Takuya salió del salón de clases totalmente...
Derrotado.
Esas preguntas, esa materia, ese examen en verdad lo había dejado completamente muerto. Estuvo horrible, de seguro lo había reprobado, habían tres ejercicios que apenas pudo resolver y para variar por falta de tiempo terminó seleccionando las últimas cuatro preguntas de alternativa al azar.
¡Quería morir!
En verdad odiaba ese ramo, mejor dicho la carrera completa, era un pésimo economista.
Suspiró.
Bueno, ya no podía hacer más, ya lo había dado, no podía regresar el tiempo para realizar de nuevo el examen y le fuese mejor.
Sus tripas lo sacaron de sus pensamientos y recordó que no había desayunado.
Tomó su mochila, la abrió para sacar la fruta que había sacado de la cocina antes de irse corriendo a la Universidad.
Sin embargo algo llamó su atención.
¡El sobre que le había dado la inspectora Onodera!
Lo sacó de su mochila, lo observó, era simplemente café y tenía su nombre, no habían muchas descripciones.
¿Qué podría ser?
La curiosidad fue mayor que su hambre y jaló del borde para abrirlo, dentro había otro sobre de color blanco, pero que a diferencia del anterior tenía la insignia de una clínica y más abajo había una pequeña nota.
"Examenes de ADN"
Abrió los ojos totalmente anonadado ante esto, eso que tenía en sus manos no pensó que llegarían tan rápido, al contrario, le habían dicho que se demoraba bastante, pero...
¡Habían llegado!
La confirmación de que los gemelos y Rika eran hermanos.
Yamato desordenó de su cabello totalmente enfadado y golpeo su mesa de noche, estaba completamente enfadado por lo que había ocurrido con Alice y con Mimi el día anterior.
¿Cómo era posible que lo estuviesen alejando de su propia hija?
Primero, Mimi, su novia, quién le había escondido el embarazo y dio a su hija en adopción.
Ahora esta chica, ya no daba más, en verdad se sentía mal, y más que eso, sentía una impotencia terrible, porque parecía que el destino cada vez más quería alejarlo de Natsumi, su hija.
Apretó su puño.
Lo peor de todo era pensar que la chica a quién más quería lo había engañado.
Mimi
Las razones por las cuales era que se había enamorado de ella era su sinceridad, su dulzura al hablar y sobretodo la pureza que su mirada emanaba, sin embargo ahora parecía que todo era falso ¿cómo alguien a quién creyó tan inocente había sido capaz de ocultarle algo así?
Al parecer nada era lo que aparentaba.
Suspiró.
Necesitaba olvidar todo lo que estaba ocurriendo, pero no había forma, cada vez dolía más.
"Traicioné tu confianza, baby
Acabé con tu vida, baby
Fui todo un idiota
No te supe valorar (no, no, no, no)
Nunca vi lo que fuiste, bady
Me ganó el egoísmo, baby
Te robé las alas
Te perdí en la oscuridad
Perdóname"
Mimi escribió en su cuaderno mientras la profesora hablaba y hablaba sin llamar su atención.
Suspiró.
En verdad se sentía mal, la peor persona de todas, en un lapso pequeño de tiempo había pérdido todo (otra vez) a causa de mentiras y engaños.
Llevó una mano a su frente y se exigió a si misma no volver a llorar, porque no debía hacerlo. Debía madurar.
Y eso haría.
—...Esta fue una de las razones por las cuales Estados Unidos y Rusia continuaron en conflicto luego de la segunda guerra mundial dando inicio a la guerra fría.
Damar llevó una mano a su frente, en verdad estaba agotada, por más que intentaba no lograba prestar completamente atención a la clase de Historia, acción que estaba odiando, ya que luego de haber estado una semana fuera y haber faltado al primer examen necesitaba estar al día con las materias.
Suspiró.
En verdad se sentía agotada, dormir con Mimi había sido una pésima idea, hace años no lo hacia y ya recordaba por qué, ambas eran demasiado inquietas. Pero la situación lo había ameritado, Mimi no había querido regresar a su departamento por temor a encontrarse con Izumi y discutir con ella a causa de todo lo que estaba ocurriendo.
Hizo una mueca al recordar los últimos conflictos con la familia Ishida, en especial con aquellos que decía confiar, tal vez con Yamato nunca había sido cercana (Pocos lo eran) pero con Takeru si habían sido muy buenos amigos y con Izumi en un minuto de sus vidas ambas fueron muy cercanas.
~Años atrás~
Damar abrió los ojos totalmente alterada, no se sentía bien, al contrario, solo quería gritar y llorar. Su pecho lo sentía apretado, su cuerpo temblaba por completo por la pesadilla que había tenido hace unos segundos atrás con su madre.
—¿Damar?— Una voz la llamó entre la oscuridad y al prenderse una lámpara se percató que trataba de su compañera de cuarto, Izumi— ¿Estás bien?
—¿E?— Balbuceo la castaña y llevó una mano a su pecho, su corazón latía a mil— S-si, creo que si.
—¿Tuviste nuevamente una pesadilla?— Preguntó la rubia.
Damar asintió en silencio.
Izumi hizo una mueca, ya eran tres pesadillas esa semana y no era para menos, todo era muy reciente. Fue así como se levantó de su cama y se sentó frente a la chica— Tranquila, todo está bien.— Tomó su mano.
Damar suspiró— Ojalá lo estuviera.— Musitó.
Su dicho siempre había sido "Luego de la lluvia siempre sale el Sol" pero evidentemente nunca había vivido una tormenta tan intensa, sentía que jamás podría salir de ahí.
Izumi hizo una mueca, en verdad daba mucha tristeza como esa chica había pasado de ser una chica extremadamente sonriente a una que apenas podía dormir. Quizás ante todos actuaba bien, como si nada pasara, sonriéndole a todos como siempre lo hacía, pero ella estaba siendo testigo de todas esas noches infernales para la castaña y toda la verdad tras su rostro alegre.
—Entiendo como te sientes.— Musitó abrazando sus rodillas— Sé que se siente añorar a aquella persona que tanto te dió amor, que se dedicó a hacerte sentir que eras lo más importante y que de un minuto a otro ya no esté.
Damar hizo una mueca, no necesitaba muchas explicaciones, pero sabía que la rubia hablaba por la situación que actualmente estaba viviendo con su padre, Hiroaki, quién siempre había sido el padre consentidor de Izumi y que de un minuto a otro se había alejado de ella sin razón alguna.
Izumi le había comentado que al parecer había sido consecuencia de una pelea con Natsuko, quién siempre había detestado que su padre la adorase más que a sus hermanos, Yamato y Takeru.
—Te sientes triste y sola.— Musitó— Y a la deriva ¿no?
Damar asintió— ¿Estoy mal por sentirme así?
Izumi dirigió su mirada hacia ella— No, claro que no.— Respondió— Es normal sentirse mal de vez en cuando, no todo en esta vida es perfecto.— Suspiró.
Había veces que ella en verdad se sentía mal, sentía que la tristeza la consumía, al no tener el apoyo de las personas que más deberían confiar en ella. Sin embargo, cada vez que veía a su alrededor se daba cuenta que no le quedaba más que seguir adelante, si ella no continuaba hacia adelante por sí misma nadie lo haría por ella.
— Ahora estás mal, pero ya verás que podrás seguir hacia adelante.
Damar bajó la mirada—Se me hace muy difícil pensar en seguir adelante.— Musitó— ¿Cómo vivir sin la persona más importante en tu vida? Mi madre era todo para mi, pero de un momento para otro y mi padre…— Se detuvo unos segundos antes de continuar, bajó la mirada— Y mi padre simplemente se ha dedicado a alejarse de nosotros, sobre todo de mi.
Izumi hizo una mueca, su padre lo era todo para él y ahora ni siquiera quería verla, sin saber la razón.
Al escuchar las palabras que decía Damar, entendía que a ella le sucedía lo mismo. A pesar de que su padre estuviera vivo, ella lo sentía muerto, desde el momento que se alejó de ella. Izumi aún no podía superar que su persona favorita se haya alejado tanto de ella. Entonces Izumi, como Damar estaban atravesando una etapa de duelo.
Suspiró.
—Bueno, puede que ya no esté viva, pero tú puedes consolarte en el hecho de que tú también fuiste lo más importante para ella. Que te amó y que estuvo para ti siempre que la necesitaste. Algo que no todas las madres han hecho.
La referencia a Natsuko fue evidente para la castaña, para nadie era desconocido su mala relación, sobretodo para ella que este año al ser compañeras había visto muchas a la rubia atribulaba por esas situaciones con su madre.
La castaña se mordió el labio inferior ante esto, no pudo evitar hacer un paralelo en sus vidas, quizás ella había tenido todo el amor de su madre, pero ahora ya no estaba. Izumi tenía a su madre con vida, pero el hecho de que jamás le hubiese dado cariño la colocaba en la misma posición que Satoe, Natsuko estaba muerta en vida al no tener corazón.
—Y puedes consolarte en eso, más ahora que las cosas con tu padre no estén bien.
Damar suspiró— Ojalá fuera así de simple.— Musitó— Mi padre es básicamente como tu madre, para él yo no valgo.
Si, eso todos lo sabían en aquel lugar, porque era demasiado obvio, Keisuke siempre privilegiaba más a Takuya y Mimi.
¿Cuál era la razón?
Ninguna la sabía, pero él no hacia esfuerzo por disimularlo.
La relación que Izumi tenía con Natsuko, era el tipo de relación que siempre había tenido Damar con Keisuke, su padre, a diferencia que la relación que tenía con sus hermanos, siempre se había encargado de hacerla sentir menos.
—Estoy segura que vales, es simplemente que con todo este tema de tu madre no sabe expresar sus sentimientos.
—¿Piensas eso mismo de tu madre?
—Pues...—Izumi se detuvo antes de responder, la verdad era que siempre quiso pensar aquello, pero luego de que su madre se encargara de alejar a su padre lo dudaba bastante. Suspiró— Algunas veces me hago de ánimo de pensarlo, pero siempre llego a la conclusión de que no.
—¿Y cómo puedes vivir con ello?— Preguntó la castaña.
Buena pregunta.
—No lo sé.— Respondió Izumi— Creo que me bastó con solo aceptarlo y resignarme.
—¿Sin hacer algo al respecto?
Entendía esa pregunta, Damar era como Takuya en ese sentido, no podían quedarse ante una situación sin hacer algo cuando sabían que algo no estaba bien.
—Créeme lo he pensado, pero es imposible.— Contestó la rubia— He hecho de todo para que...
—Se sienta orgullosa, pero por más cosas que hagas parece que nada hace cambiar su pensamiento ¿no?— Completó Damar.
—¿Cómo lo sabes?
La castaña suspiró— Es así como me siento con mi padre.
Izumi hizo una mueca, en verdad entendía a esa chica, ella también estaba lejos de ambos.
—Pero para ti debe ser peor ¿no? Después de todo, tienes a tus dos padres con vida, pero pareciera que están muertos, debido a la lejanía.— Comentó Damar— Tu padre se alejó, tu madre jamás estudo. Dime ¿cómo puedes mantenerte en pie sin ellos?
—No lo sé.— Respondió Izumi— Me gustaría decir que es por mis propias capacidades, pero hay veces que ni yo misma soy capaz de…
—Convencerte de eso ¿no?— Damar terminó la frase.
Izumi alzó una ceja y volteo hacia ella— ¿Cómo lo sabes?
Damar se mordió el labio inferior y suspiró— Porque, lo he intentado, pero se hace difícil, ya que a pesar de que diga "Yo puedo" recuerdo que ese rol que debería cumplirlo mi padre o mi madre, quienes simplemente ya no están...—Bajó la mirada— Es como si de un momento a otro me hubieran cortado las alas y...
—¿Te hubieran dejado caer al precipicio?
Damar asintió— Y pareciera que nadie me va a salvar porque...
—La caída es muy fuerte.
Si, estaba más que claro que ambas se estaban comprendiendo en ese minuto.
Sin embargo, la rubia era consciente que en ese minuto debía ser ella quién sacará a la castaña de ese pozo de la desesperación, después de todo Damar en estos minutos era la que necesitaba ayuda y no al revés.
—Pero eso no significa que puedas evitar caer de ella o que puedas agarrarte de alguna rama antes de la caída.— Musitó Zoe— Puede que ahora te sientas sola, pero créeme este es solo un momento, ya va a pasar.
—¿Y si ocurre algo peor? ¿Qué me hace caer más?
—Bueno, siempre tendrás a tu hermanos quienes te puedan auxiliar.— La rubia extendió su mano— Y a mí, puede que no seamos familia, pero somos amigas y pues, siempre me tendrás cuando lo necesites, si algún día sientes dolor, tristeza o tienes otra pesadilla puedes venir hacia mí, quizás nunca te daré todo lo que te dió tú mamá o jamás podré darte todo lo que te dan Mimi y Takuya, pero prometo escucharte.
—Gracias, pero no quiero dar más problemas, a todos se los doy.
—Tranquila, yo también doy problemas.
—Bueno, si es así, entre las dos nos ayudamos a cargar con ellos ¿no?
—Sería buena idea.— Musitó Izumi antes de extender su mano— ¿Es un trato?
Damar asintió— Trato.
~Actualidad~
Damar suspiró y no pudo evitar sentirse un tanto angustiada ante aquel recuerdo ¿Cómo las cosas habían cambiado tanto desde ese tiempo al de ahora? No iba a negar que sus caminos se habían separado, pero Izumi había sido una de las personas que más la había apoyado tras la muerte de Satoe Tachikawa. Y no solo a ella, si no que a Takuya y Mimi.
¿Cómo era posible que ahora ni siquiera pudieran hablar?
¿Y si hacia un esfuerzo por hacerlo?
Horas más tarde
—Que extraño, Taichi aún no llega.— Comentó Tagirú mientras estiraba junto a los demás miembros del equipo de fútbol previo al partido.
—Dudo que Taichi venga.— Musitó Daisuke— Hoy tenemos un juego amistoso con el equipo femenino y sabe que Sora no faltará.
Takuya hizo una mueca ante esto, ya se imaginaba aquel detalle y la verdad era que él tampoco estaba de ánimos para verlo, después de todo Taichi también lo había involucrado a él en sus problemas, decepcionadolo como amigo.
—Por mí, que ni se aparezca por acá.— Habló el moreno.
Daisuke y Tagiru intercambiaron miradas sorprendidos.
—¿Por qué?
—Se supone que son amigos ¿no?
Takuya suspiró, la verdad era que el rencor nunca había sido una cualidad de él, pero en este caso deberas estaba decepcionado ¿Cómo su amigo había caído tan bajo?
—Takuya.— Una voz familiar llamó su atención y cuando volteo se encontró con sus hermanas.
—Damar, Mimi.— Pronunció sus nombres— ¿Qué hacen aquí?
—Vinimos a ver la práctica.— Respondió Damar.
—¿Y ese milagro?— Cuestionó el moreno sorprendido, Mimi odiaba los deportes y Damar últimamente no se veía muy interesada en ellos.
—Muy gracioso.— Musitó la menor sarcásticamente—Vinimos a verte.
—¿Enserio?
—No.— Respondió Damar seriamente.
Takuya sonrió— Que amorosa eres hermanita.
Damar sonrió son sarcasmo.
—Ya diganme ¿qué hacen aquí?— Preguntó el moreno sorprendido.
Mimi suspiró, la verdad era que necesitaba distraerse unos minutos y tristemente no podía estar en su departamento por miedo a que Izumi llegara, no podía ir a la sala de música y cantar, porque estaba ocupada por Yamato y su banda, no quería estar en la Universidad porque se podía encontrar con la oji-verde, no podía caminar libremente en el campus ya que podía encontrarse con Yamato o algún otro Ishida, cosa que no quería.
Pero lógicamente no lo diría.
—Vine a esperar a Sora.— Habló Mimi— Ambas acordamos en salir luego de que terminara su entrenamiento.
—Y yo quise acompañarla.— Musitó la menor— Porque no quería que estuviera sola y porque quiero ver el entrenamiento, pienso volver a practicar algún deporte.
—¿Volver a prácticar deporte?— Preguntó Takuya— Pero ¿tú no preferías el hándboll?
—Si, lo prefiero, pero luego de que nos fuimos el club dejó de funcionar ¿no lo recuerdas?
—Lo había olvidado.— Musitó el moreno.
—Además, que me guste ese deporte no quita que el fútbol también sea una opción.— Respondió la castaña.
Si, era buena opción, sin embargo temía por lo que dijesen o lo que hiciesen sus compañeros de equipo, quienes algunas veces se pasaban con los comentarios con respecto a la mujeres, sobretodo cuando utilizaban ese uniforme ajustado que Izumi les había diseñado hace un tiempo.
¡Riiiiii!
Un silbato se escuchó— ¡Muchachos! ¡Preparense, el partido va a empezar!— El grito del entrenador se escuchó en el lugar.
—Bueno, creo que lo mejor será que nos vayamos a la gradas.— Musitó Mimi.
Damar asintió.
—Nos vemos después hermanito.— Habló su melliza.
Takuya sonrió.
Fue así como las dos hermanas se alejaron.
Takuya volteo en dirección a la cancha, sin embargo al hacer pudo divisar a sus dos compañeros de equipo, Tagiru y Daisuke que observaban babosos hacia las gradas.
—¡Vaya, Takuya!— Exclamó el primero.
—Tus hermanas son verdaderamente...—Daisuke suspiró— Atractivas.
—Unas diosas del olimpo.— Musitó Tagiru.
Takuya frunció el ceño ante esto completamente molesto, no le gustaba que hicieron esos comentarios de sus hermanas.
—O angeles convertidas en demonios que vinieron a torturarnos con su sensualidad.— Habló Daisuke.
—¡Hey!— El Tachikawa pateo el balón frente a él y golpeo a ambos en la cabeza de un solo tiro.
—¡Auch!— Ambos exclamaron molestos.
—¡Takuya!— Exclamó Tagiru.
—¿Por qué hiciste esto?
—Porque no me gusta que hagan esos comentarios de mis hermanas.— Respondió Takuya— Son comentarios fuera de lugar.
Tagiru hizo una mueca— Simplemente estamos admirando su belleza.
—¡Son mis hermanas!
—Pero no están muertas.— Respondió Daisuke.
Takuya rodó los ojos— ¿Y no qué estabas enamorado de Hikari? Creo que si lo estuvieras no harías estos comentarios sobre Mimi, ni de Damar, quién es su amiga.
El Motomiya hizo una mueca— Bu-bueno, si me gusta Hikari, pero ella no me acepta.— Habló— Y pues, nada impide que puede mirar y admirar otras bellezas.
—Sensuales bellezas.— Completo Tagiru.
Takuya frunció el ceño—¡Ya! Dejen de hacer comentarios y vamos al partido.— Habló completamente molesto pensando sinceramente en "accidentalmente" darles un golpe con el balón a esos dos o darles un golpe en las canillas por esos comentarios.
Sora observó atentamente a los chicos que se posicionaban frente a su equipo y ella. Agradeció al cielo cuando se percató que Taichi no estaba ahí, ya que no quería jugar con él, no quería entrenar con él, en general no quería verlo más.
Ese chico la había decepcionado absolutamente, pero era difícil.
Bajó su mirada hacia el balón.
Tantos momentos felices habían vivido ahí juntos, primero como amigos, luego como novios y...
¡Ya basta Sora!
Se exigió así misma, no valía la pena recordarlo, ese chico no volvería a ser parte de su vida ¡Y ella se encargaría de eso!
Takeru acarició el cabello de su amada Hikari, quién descansaba en su pecho con una hermosa sonrisa en sus labios.
—Amo estar así.— Musitó la castaña.
—Yo también.— Respondió el rubio— Odio cuando estamos lejos.
—Igual yo.— Habló Hikari, habían durado menos de doce horas peleas, sin embargo esas horas parecieron una eternidad, siempre que discutían o se enojaban entre ellos parecía que la oscuridad jamás acabaría.
Takeru suspiró, en verdad odiaba algunas veces actuar de manera tan impulsiva, generalmente cuando actuaba así su relación con Hikari se veía afectada y eso era algo que no le agradaba, al contrario, odiaba estar lejos de ellos.
—Te quiero.— Musitó la castaña y entrelazó los dedos de sus manos.
Takeru sonrió y bajó su mirada hacia ella— No más que yo a ti.
Hikari alzó una ceja— Lo dudo, yo te quiero más.
—No.— Respondió el rubio— Yo te quiero más.
—No, yo.
—No.— Contestó Takeru— Yo te quiero mucho más.
—Insisto que yo.
—Yo.
—¡Ay, basta!— Rika literalmente apareció— Yo soy la persona que más quiere su relación que ustedes mismos, así que dejen de discutir por eso.
Takeru e Hikari alzaron un ceja sorprendidos y no pudieron evitar sonreír ante esto.
—¿Tú diciendonos que nos quieres?— Preguntó el rubio.
—Eso es inusual.— Comentó Hikari.
—¿Qué rayos te pasa?— Cuestionó Takeru— ¿Tienes fiebre?
—Ja, ja, ja muy gracioso.— Rika rodó los ojos—Simplemente quise acabar con ese juego de quién quiere más a quién, porque es super cursi.
Hikari y Takeru rieron.
—Hey ¿tienen algo que hacer es nuestra tarde libre?— Preguntó Rika.
La pareja intercambio miradas.
—No, no tenemos ningún panorama.— Respondió la Yagami.
—¿Por qué preguntas?— Preguntó Takeru.
—Porque Takato me había propuesto ir al cine y pues, quería invitarlos, ya saben, una salida de cuatro como la de los otros días.— No lo diría en voz alta, pero ese chico en verdad lograba colocarla nerviosa y pues, amaba estar con él, sin embargo se sentía más aliviada con la compañía de esos después, ya que si arruinaba algo (Cosa que era probable) Ellos la ayudarían a arreglar las cosas.
Takeru e Hikari intercambiaron miradas, ya que al mismo tiempo ambos recordaron un pequeño detalle.
—¿Les gustaría ir?— Preguntó Rika.
—¿E?— Balbuceo el rubio— Cla-claro.
Rika alzó una ceja al notar que sus amigos actuaban extraño— ¿Por qué se miran así?
—¿E?—Tartamudeo Takeru.
—Po-por nada.— Respondió Hikari.
—Es simplemente que nos sorprendió tu invitación.— Respondió el oji-azul.
—Pero la aceptamos con gusto.— Contestó la castaña.
Rika sonrió— Genial, me cambio de ropa y vamos.— Musitó antes de ingresar a su habitación y cerrar la puerta tras ella.
Takeru e Hikari nuevamente intercambiaron miradas totalmente anonadas.
—¿E? Hika...—El rubio habló— ¿Estás pensando lo mismo que yo?
Hikari asintió— ¿Sigues creyendo que sería bueno hablar con Rika sobre ese tema?
—Si.— Takeru asintió.
La verdad de las cosas era que no quería arruinarle las cosas a su amiga, pero aquel tema era extremadamente delicado y que Takato estuviera cerca de esos detalles no le daba buena espina, al contrario, lo sentía extraño.
—En verdad debe estar loco Taichi ¿cómo engañar a Sora con Catherine?— Damar movió la cabeza— Al menos si vas a hacer infiel que sea con alguien que valga la pena, no con alguien que le vive haciendo la vida imposible a tu hermana.— Aún tenía malos recuerdos de todas las veces que Hikari lloraba por los desprecios y malos comentarios que esa chica hacia.
Mimi hizo una mueca— Muchas veces uno hace cosas sin pensar.— La verdad era que no se sentía con ningún derecho de criticar, al contrario, Taichi le había brindado su apoyo, no quería ir en su contra.
Ambas continuaron observando el partido.
Sora estaba corriendo con toda la velocidad que podía, sus piernas se movian con rapidez al igual que su cuerpo al esquivar a todos sus rivales, aunque algunos habían intentado robarle el balón, ella había aplicado todas sus técnicas para evitar que eso se diera.
Sentía un subidon de energía en todo su cuerpo, sentía ira a más no poder contra Taichi y esa rubia. Quería olvidar esa situación de alguna forma, pero por más que lo intentaba no podía, ya que todo le recordaba a ese chico, ese deporte, esa cancha, ese club y eso le estresaba a más no poder.
—Sora está jugando excelente.— Damar le musitó a su hermana.
Mimi asintió, sin embargo no pudo evitar preocuparse, el rostro de la pelirroja demostraba enfado. No había que ser adivina para saber que eso se daba a raíz de estar con Taichi en el mismo lugar luego de todo lo que había ocurrió.
Sora observó el arco en el cual debía introducir el balón, estaba a unos escasos metros y a pesar de que tenía muchos alrededor no tenía interés de dar un pase, literalmente en esos momentos solo existía ella y ese balón con el rostro de Taichi que quería golpear a más no poder.
No podía entender todo lo que había ocurrido ¿cómo era posible que el Yagami hubiera tirado toda su historia en la basura? ¿Por qué ella no había sido lo suficiente para él? ¿Por qué rayos aún sentía amor por ese chico? ¿Por qué aún lo amaba?
¡Plap!
Fue el sonido del balón cuando lo pateo y ¡Gol! Fue el grito de las personas a su alrededor.
Sin embargo en vez de celebrar por aquello simplemente bajó bajó su cabeza y respiró profundo.
Esta sensación era lo peor del mundo.
El engaño era lo peor.
—Muy bien señorita Takenouchi, ahora a continuar el partido.— Gritó el entrenador.
Sora ante esto alzó su mirada dispuesta a seguir con ese amistoso, sin embargo antes que pudiera caminar la imagen frente a ella se comenzó a distorsionar.
Sintió algo extraño, todo le comenzó a dar vueltas, su corazón le comenzó a latir con rapidez, el aire le comenzó a faltar, sus mejillas le comenzaron a arder y comenzó a temblar. Llevó una mano a su pecho e intentó respirar, pero fue dificil.
—Sora.— Una compañera de equipo la llamó.
Pero la pelirroja simplemente se mantuvo en silencio, ya que prácticamente sentía que no podría hablar, todo le daba vueltas, su corazón latía muy rápido, le falta mucho aire.
—Sora.
Literalmente todos los gritos se distorsionaron a su alrededor, comenzó a escuchar las voces demasiado lejos. Llevó una mano a su pecho, sentía que se ahogaba, el aire de faltaba, respiraba con dificultad.
Su corazón latía con rapidez, el aire le comenzó a faltar, sus mejillas le comenzaron a arder y comenzó a temblar. Llevó una mano a su pecho e intentó respirar, pero fue dificil.
—Sora.— Nuevamente escuchó esa voz.
Sin embargo no pudo responder, ya que cuando intentó voltear su cuerpo perdió el equilibrio y cayó al suelo.
—¡Sora!— Mimi exclamó y sin decir más, se acercó a ella, así como los demás.
La pelirroja cerró sus ojos y respiró profundo, sentía que todo le daba vueltas, su cuerpo lo sentía extraño ¿Qué le ocurría?
Rika se observó atentamente en el espejo acomodando su remera blanca, luego pasó una mano por sus jeans y finalmente acomodó su chaqueta.
Hizo una mueca, jamás le había gustado la moda, pero desde que Takato y ella salían todo su mundo había dado un giro de 180 grados, ahora quería verse bien para él.
¡Rayos! ¡Tenía ojeras!
Pasó sus dedos por sus ojos.
¡Debía ocultarlas!
De seguro una de sus amigas tenía corrector para sus ojeras. Pero juraría haber escuchado que Takeru e Hikari salían ¡Rayos! Ojalá hubiesen regresado.
Fue así como volteo en dirección a la puerta de su habitación y al salir se encontró con Takeru e Hikari.
¡Genial!
—Hey, Hika ¿están listos para salir?
La pareja intercambió miradas.
—¿Qué les pasa?— Rika preguntó— ¿Por qué nuevamente se miran así?
—¿E?— Balbuceo Takeru.
Y luego de unos segundos en silencio finalmente fue el rubio quién decidió hablar.
—Rika necesitamos hablarte de algo importante.— Comentó Takeru.
—¿De algo importante?— Cuestionó la pelirroja sorprendida.
Los dos adolescentes asintieron.
—¿De qué?— Preguntó la Nonaka.
Takeru e Hikari intercambiaron miradas sin saber exactamente quién comenzaría a hablar, evidentemente no era algo que fuera simple, ya que podía ser que Rika estaba enterada o podía ser que no y eso traería problemas.
Finalmente fue el rubio quién se decidió a hablar— Sobre esto.— Dijo antes de tomar su mochila, abrirla y sacar una carpeta que se la extendió a la pelirroja.
—¿Qué es eso?— Cuestionó Rika sorprendida y se dió cuenta del nombre que había fuera— ¿Takato Matsuki? ¿Es de Takato?
Takeru asintió.
—¿Y por qué la tienes tú?
—Porque el otro día Takato la dejó sin querer fuera de su habitación, en la sala principal, sin querer la voté y...
—¿Y?
El rubio suspiró— Mira lo que tiene dentro.
Fue así como la pelirroja abrió la carpeta y revisó las hojas que habían en ella. Grande fue su sorpresa al ver el encabezado de la revista, en un gran título color negro -al parecer de noticia de diario- que decía "Niños de sociedad corruptos" y tenía una subtitulo "La noche del tres de Abril que arruinó la imagen del internado Billonario de Odaiba"
¿Qué?
Luego pasó la primera hoja y luego se percató que había una gran artículo títulado "La misteriosa muerte de Henry"
Debía ser broma.
—Takeru ¿por qué tienes esto?
—Yo no.— Respondió el rubio— Es Takato que la tiene.
—No, no puede ser.— Dijo Rika sin poder creerlo— Debe ser una broma ¿cómo tendría él esto?
—Bueno existe algo que se llama internet y eso está impreso.— Contestó Takeru.
—S-si, pero ¿por qué las tiene?— Preguntó la pelirroja— No me digas Takeru que le hablaste de esa noche.
—Claro que no ¿cómo crees?— Respondió el oji-azul— Jamás en mi vida le hablaría de eso a Takato, tú sabes todo lo que me ha costado superar aquello.
—S-si, lo-lo sé, pe-pero...—Era imposible no balbucear— ¿Cómo? ¿Por qué rayos las tendría?
—Eso te ibamos a preguntar a ti, Rika, pensamos que quizás tú sabías.— Contestó esta vez Hikari— Takato tiene todo esto en su poder.
—¿Po-por qué creyeron eso?— Preguntó la pelirroja— Yo jamás le hablé sobre esa noche.
—¿No?— Takeru no pudo evitar sentirse alarmado.
—Nosotros creímos que habías sido tú porque últimamente han estado muy cercanos.
—Y al ver esto pensamos que te habías atrevido a hablar de esto con él.— Finalizó el rubio.
—N-no, yo no...—Rika tragó saliva— Yo nunca haría eso.
Hablar de esa noche, era sinónimo de abrir una herida que dolía, porque trataba de un cargo de consciencia horrible. Confiaba en él, pero todavía era muy pronto como para confiarle algo así.
¡Un minuto!
—¿Pueden asegurar que esto es de Takato?
—Lamentablemente si.— Contestó el rubio— El otro día andaba buscando esta carpeta.— Habló Takeru— Y la tomó como si nada, inclusive se veía inquieto mientras la buscaba.
Rika se mordió el labio inferior, no podía creer lo que le estaba diciendo Tk, al contrario, le costaba imaginar que el castaño tuviese tan importante información en sus manos.
¿Cómo era posible?
Y fue en ese minuto que un recuerdo veloz vino a la mente de Rika.
~Días atrás~
—Al menos quiero saber ¿qué tiene ese chico que no tenga yo?
—Muchas cosas.— Contestó Rika seriamente— Principalmente una de sus característica es que él vale la pena. Y si ha demostrado quererme de verdad.
—Puede ser que él te quiera, pero dudo que él te seguiría queriendo si conociera todo lo que has hecho en tu vida.— Contestó Ryo— Recuerda que tu tienes un pasado, que has hecho cosas igual de malas de yo, y créeme dudo que ese chico seguiría contigo si supiera todas tus verdades, el daño que has causado, las mentiras que has dicho y todo lo que ocultas.
Rika apretó su puño— ¿Lo dices por esa maldita noche?
—No sólo por eso.— Respondió Ryo— Lo digo por otras cosas más que estoy seguro que no le gustarían a ese chico de ti si las supiera.
—¿Me estás amenazando?— Cuestionó la pelirroja.
—No, no te estoy amenanzando.— Contestó Ryo— Solo te estoy advirtiendo, ya que, puede que sepa que te drogabas, pero, él todavía es un extraño y no lo conoces de verdad, solo te estás dejando influenciar por su cara de niños bueno y su conducta, sin embargo, nadie te asegura que él seguiría contigo si supiera todo lo que ha ocurrido en tu vida así como yo estaría dispuesto a estarlo.
~Actualidad~
Ryo la había amenazado con aquello.
—Sora.— La Takenouchi escuchó la voz de su amiga, abrió sus ojos y se pudo dar cuenta que ella estaba a su lado, pero ya no estaban en la cancha de fútbol.
¡Rayos! ¡Otra vez estaba en la enfermería!
—Que bueno que despierta señorita Takenouchi.— Habló la enfermera.
Sora hizo una mueca— ¿Q-qué me ocurrió?
—Te desmayaste.—Respondió Mimi— Estabas jugando, corriendo y derepente caise.
—¿E?— Balbuceo levemente la pelirroja y nuevamente intento respirar profundo, aún le seguía dando todo vueltas.
Se mordió el labio inferior, hace mucho tiempo no corría de esa forma, por su enojo no había sido consciente de toda la energía que estaba liberando y no consideró el hecho de que últimamente no se había alimentado bien.
—Ya es segunda vez señorita Takenouchi.— Musitó la enfermera.
¿Qué le estaba ocurriendo.
—¿Cómo te sientes?
Bastante mal, todo el cuerpo de dolía.
—¿Sora?— Mimi nuevamente la llamó.
Suspiró.
—E-estoy bien.— Respondió la pelirroja y tomó de la mano de la castaña para levantarse.
—¿Estás segura?— Preguntó la Tachikawa mientras ayudaba a la Takenouchi— De repente te detuviste y caíste.
—Si.— Contestó Sora— Me detuve porque sentí que todo me daba vueltas, me sentí un poco mareada.
—¿Mareada?— Preguntó Mimi— ¿Comiste algo que te hizo sentir mal?
—La verdad de las cosas es que no he comido en todo el día.— Suspiró— He estado tan estresada con mis labores que hoy día no sentía mucho apetito, no desayuné y apenas toqué mi almuerzo, es entendible que ahora reaccione así, porque para variar hace mucho no jugaba de esta forma.
—Eso está mal señorita Takenouchi luego del desmayo de ayer le aconsejé que tuviera cuidado, no debió ir al entrenamiento.— Habló la enfermera— Mucho menos sin haber comido, es importante la buena alimentación antes de hacer algún deporte.
—Lo siento, pero era importante este partido.— Respondió Sora.
—Más importante es su salud señorita Takenouchi.— Contestó la enfermera verdaderamente preocupada— Ya van dos veces en esta semana que se ha desmayado, eso no es bueno.
—¿Dos?— Preguntó Mimi.
Sora simplemente guardó silencio.
—Si, dos veces.— Respondió la enfermera.
¡Rayos!
Pensó la Tachikawa, estaba tan pendiente en sus propios problemas que no se había percatado de todos los estragos que estaba dejando aquel ruptura en su amiga.
—¿Por qué no me dijiste?
—No quise preocuparte.
—Pero Sora.— Musitó Mimi y la abrazó— Si te sientes mal debes decirmelo, antes que todo somos amigas.— Ella podía tener miles de problemas, pero siempre estaría ahí para su amiga, así como Sora lo estaba para ella.
La Takenouchi hizo una mueca y suspiró, sus problemas eran demasiado pequeños en comparación a lo que estaba viviendo frente a su amiga.
—Disculpe señorita Takenouchi.— La enfermera llamó su atención— Pero luego de esto creo que tendré que darle algunos días de licencia.
—¿Licencia?— Preguntó la pelirroja.
La mujer asintió— Tomé su presión y la verdad es que, otra vez, estaba muy baja, eso no es bueno, y si es un cuadro de estrés, como me lo define, creo que lo mejor será que se mantenga lejos de los entrenamientos y las clases.
—Pe-pero estoy en época de exámenes.
—Si, pero lo más importante es tu salud amiga.— Respondió Mimi— Debes descansar, sobretodo ahora.
Sora hizo una mueca— No por un engaño dejaré que mi vida se dentenga.
—No es por el engaño.— Contestó la Tachikawa— Es porque tu cuerpo te lo pide y debes escucharlo, tan solo mírate al espejo, estás súper pálida.
—Y tu presión está demasiado baja, eso no es bueno.— Esta vez habló la enfermera.
La pelirroja bajó la mirada, no quería aquella licencia, no quería demostrar ser débil por una situación tan vanal como ser engañada.
—Pe-pero...
—¡No insistas!— Exigió Mimi— Ya escuchaste, la enfermera te dará licencia y tú descansarás estos días.
—No quiero.
—Puede que no quieras, pero yo me encargaré de que sí.— Respondió la castaña.
Sora apretó su puño, no quería demostrar debilidad, no quiero molestar a su amiga, no podía, ella debía estar enfocada en su hija, no en ella.
Después de ese acontecido partido de fútbol en el cual todos habían corrido con Sora a la enfermería, Damar decidió continuar con lo que tenía planeado hacer.
Luego de pensar mucho y analizar todas las posibilidades finalmente se había decidido a ir a hablar con Izumi. Cruzaba los dedos para no tener más problemas, con Izumi siempre había tenido muy buena relación, jamás habían discutido y la verdad era que no soportaba esta situación.
Sabía que la rubia estaba enojada, pero quería hacer el último intento, en honor a la buena amistad que algún día tuvieron. Rogaba al cielo que la antigua Izumi, a quién había conocido continuara dentro de esa chica que algunas veces parecía superficial.
Se detuvo al llegar al departamento de su hermana y ver que la rubia justo estaba saliendo.
Izumi cerró la puerta tras ella y al ver a la castaña no pudo evitar detenerse.
¡Rayos!
Pensó.
—Izumi.— La castaña pronunció su nombre.
—Damar.— La rubia pronunció su nombre.
Unos segundos de silencio se hizo presente.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó la oji-verde.
—Necesito hablar contigo.— Habló Damar— ¿Tienes unos minutos?
Izumi se mordió el labio inferior y guardó silencio, la verdad de las cosas era que no tenía muchas ganas de hablar con un Tachikawa, o algo así, después de todo lo que había ocurrido.
—Tengo que ir a mi clase de yoga.
—Solo serán unos minutos ¿si?— Habló la castaña.
Ambas intercambiaron miradas y el silencio se hizo presente.
La rubia hizo una mueca, la verdad de las cosas era que con Damar jamás en su vida había tenido una discusión, ni nada al respecto, siempre se habían llevado bien y más que eso, la consideraba una muy buena amiga, en un minuto de su vida la vió prácticamente como una hermana, ya que habían sido muy unidas de pequeñas, Damar a pesar de ser un poco más joven siempre había estado a su lado apoyándola, ya que la relación con Natsuko era muy similar a la que ella tenía con Keisuke, cuando los Tachikawa vivieron el proceso de la perdida de su madre, en ese año ambas fueron compañeras de departamento y muchas veces la había consolado cuando despertaba llorando o cuando se sentía mal. Quizás ahora sus caminos se habían separado, pero en un minuto de sus vidas ambas fueron la contensión de la otra.
—No quiero tener otra discusión.
—Yo no quiero discutir.— Respondió Damar—Simplemente quiero hablar.— Quizás con sus palabras no lograría mucho, pero no podía quedarse sin hacer algo para solucionar todo este tema. Con algo de suerte y tranquilidad lograría hablar con aquella antigua Izumi de buen corazón y razonable, quién los pasos de los años había cambiado (Al igual que ella)
Izumi simplemente guardó silencio.
—Sé que las cosas últimamente las cosas no han estado bien por aquello que salió a la luz.— Habló Damar— Nuestros hermanos no han tenido buena relación, Takuya y tú terminaron, y pues, ayer no tuvimos una buena charla con tu madre.— Recapituló básicamente todo lo que había ocurrido— Pero hay muchas cosas que debemos aclarar.— Musitó—No tienes que enfadarte con Takuya, Mimi o conmigo por lo que ocurrió, ni ayer con tu madre, ni con lo de Natsumi.
—No estoy enojada por lo de ayer y lo sabes...—Habló Izumi— Lo que le dijiste a mi madre estuvo correcto, ella no es quién para hablarles así.
Damar respiró aliviada ante esto, al menos en eso no había cambiado.
—Pero sí, estoy enfadada en todo lo demás, ya sabes, el secreto de la hija de Yamato y Mimi.— Respondió la rubia.
Ya lo imaginaba, después de todo ese había sido el punto de quiebre entre sus hermanos.
—De eso mismo quería hablarte.— Contestó la Tachikawa— Esto que ocurrió no debería estar pasando, comprendo que nosotros hayamos cometido un error al esconderles aquello, pero todo tiene una explicación.
—Puede que la haya, pero no puedo evitar dejar de pensar en que nos ocultaron eso, pensé que nos teníamos confianza.
—Esto no trataba de un tema de confianza.— Musitó Damar.
—Entiendo que quieras defenderla, es tu hermana y no quieres que sufra, pero para nosotros ha sido muy difícil, después de todo Takuya era mi novio, Mimi era novia de mi hermano y mi mejor amiga, Takuya también era amigo de Yamato, él lo tenía en buena estima.
—Lo sé, pero, dime en vista y consideración a todo lo que hemos vivido, a toda nuestra vida juntos, a todo ese aprecio que les tenemos ¿crees que nosotros pensaríamos haacerles daño?— Preguntó Damar— ¿Enserio crees que tu mejor amiga, quién ha estado incondicionalmente contigo buscaría dañarte? ¿Enserio crees que el chico que te ama buscaría herirte? ¿Enserio crees que yo?...—Tragó saliva— ¿Qué yo luego de todo que pasamos juntas te haría algo como eso? ¿Acaso no olvidaste nuestro pacto?
Izumi bajó la mirada ante esto, muchos recuerdos vinieron a su mente.
—En un tiempo de nuestras vidas, Mimi y yo te consideramos parte de nuestra familia, nuestra hermana.— Habló Damar— ¿Recuerdas cuando compartimos habitación? Ese año que murió mi madre.
Si, lo recordaba, ese año en el cual Izumi se había sentido completamente sola al perder la buena relación que tenía con su padre por razones que desconocía.
—¿Enserio crees que luego de que nosotros te abrimos la puerta a nuestra familia? ¿Y luego de qué tú nos permitieras formar parte de la tuya te traicionaríamos así?— Preguntó la castaña.
Izumi se mordió el labio inferior al sentir un nudo en su gargante, su ceño tembló levemente, tenía ganas de llorar al pensar en todos esos momentos.
Nanami frunció el ceño ante la conversación que Damar estaba teniendo con Izumi, evidentemente la rubia estaba pensando en las palabras que le había la castaña.
¡Acción que estaba totalmente mal!
Ya que si lograba escuchar a Damar las cosas entre los Tachikawa e Ishida se podrían arreglar y eso era lo que quería evitar.
¡Debía intervenir!
Izumi analizó atentamente las palabras de la castaña.
Aquellas preguntas era...
—Izumi ven rápido.— Nanami literalmente apareció de la nada.
—¿Por qué?— Preguntó la oji-verde— ¿Qué ocurrió?
—Algo con Sora, ella no está bien, nos necesita.— Respondió Nanami y luego volteo hacia Damar— Disculpa que te la quite, pero en verdad es importante.
—¿E?— Damar hizo una mueca, estaban en una conversación importente.
—Pero ¿qué ocurrió?— Izumi le preguntó a Nanami.
—Tuvo un desmayo, no se siente bien, ven conmigo ¿si?
—¿E? Está bien.— Respondió la oji-verde antes de dirigir su mirada hacia la castaña— ¿Luego continuamos hablando?
Damar asintió.
—Yo creo que no.— Pensó Nanami y fue así como prácticamente jaló a la oji-verde para que se fueran del lugar.
Damar se mordió el labio inferior, por unos minutos había sentido que en verdad logró hacer que Izumi reflexionara, pero se había visto afectada por la presencia de Nanami.
Ojalá la Ishida pensara en sus palabras y meditara en ellas para que las cosas se arreglaran.
¡Bip, bip!
El sonido de su móvil llamó su atención.
Damar bajó la mirada hacia su móvil.
(De: Kouji)
Damar, necesito hablar contigo, es importante.
La castaña alzó una ceja sorprendida y alarmada.
Traicionera, no me importa lo que tú me quieras
Mentirosa, solo quieres que de amor me muera
Traicionera, en mi vida fuiste pasajera
Mentirosa, no me importa que de amor te mueras
Oh, oh, oh oh
Mentirosa, no me importa que de amor te mueras
Cantó Yamato literalmente a todo pulmón, liberando todo lo que sentía.
Tristeza, odio, decepción y en especial desamor.
Si me dices que me amas no te voy a creer (no)
Tú me dices que me quieres y no puedes ser fiel (no)
Me dejaste manejando solo y triste mujer (no)
Te confieso si lo quieres saber, si lo quieres saber
Traicionera, no me importa lo que tú me quieras
Mentirosa, solo quieres que de amor me muera
Traicionera, en mi vida fuiste pasajera
Mentirosa, no me importa que de amor te mueras
Oh, oh, oh, oh
Mentirosa, no me importa que de amor te mueras
Los demás miembros de la banda tocaban junto a él.
Sin embargo, Kouji no pudo evitar hacer una mueca de disgusto, la canción estaba saliendo bien en ámbito musical, pero era demasiado evidente Yamato no estaba bien, al contrario, que cantara de esa forma demostraba que en realidad tenía una serie de sentimientos negativos que necesitaba liberar.
—Muy buena canción.— Musitó Ryouma al terminar.
—Si, no estuvo mal.— Respondió Kiriha.
Kouji asintió.
Sin embargo Yamato ni siquiera alzó la mirada, simplemente observaba su instrumento, en verdad estaba enfadado. Pensar que con su guitarra había cantado miles de veces con Mimi y en esa sala...
¡No!
¿Por qué todo le recordaba a ella?
—Nos hacia falta ensayar.— Comentó el peligris.
—Menos mal se dieron un tiempo para ensayar.— Esta vez habló Kiriha.
—¿Por qué dices eso?— Preguntó Yamato.
—¿Qué no es obvio?— Cuestionó Ryouma— El hecho de que no tuvieran ni dos segundos para ensayar o que suspendieran todo. Aunque…—Se detuvo unos segundos— Tamoco te culpe, debe ser traumante saber que eres padre a tan corta edad.— Musitó el peligris.
—¡Ryouma!— Kouji alzó la voz— ¡Cállate!— Exigió.
Yamato simplemente frunció el ceño a más no poder y con toda su ira lanzó su bajo contra el suelo provocando que este sonará estruendosamente.
—¡No te entrometas en temas que no son tuyos Ryouma!— Gritó el rubio— Y mejor enfocate en tu vida, porque bastante falta te hace tener una.— Fue lo único que dijo antes de voltear en dirección a la salida— El ensayo terminó.
—¿Terminó?— Preguntó Kiriha sorprendido— Apenas hemos ensayado una canción Ishida y tenemos una presentación muy cerca.
El mayor frunció el ceño y volteó hacia sus compañeros— Tendremos que suspender entonces. - No estaba dispuesto a seguir ensayando con alguien como Ryouma.
—¿Estás loco? Ya nos comprometimos. - Respondió Kiriha.
—Si, pero no estoy de ánimo para hacer presentaciones.
—Así como tampoco has tenido para ensayar ¿e?— Musitó el Aonuma, en verdad estaba molesto, él también tenía problemas que resolver, sin embargo no dejaba la banda de lado— Sé que últimamente has tenido problemas, pero cuando creamos la banda acordamos que los problemas personales no iban a interferir en nuestro desempeño.
Yamato se mordió el labio inferior— Ryouma fue quién empezó.
—Lo sé.— Respondió Kiriha— Sé que este idiota se dedica a molestar, pero yo estoy bastante cansado, al igual que tú tengo muchas otras cosas que hacer y termino perdiendo tiempo ante la poca seriedad que le estás dando a la banda.— Dirigió su mirada hacia el Minamoto— O mejor dicho que ambos le han dejado de dar.
—Solo estuve una semana afuera. - Musitó el Minamoto molesto— Eso no significa que no esté comprometido.
—Tal vez, pero eso es lo que nos están dando a entender.— Esta vez habló Ryouma.
— Antes eran ustedes que nos reclamaban que no le poniamos la atención y la dedicación necesaria a la banda y ahora somos nosotros los "inmaduros", que le reclamamos eso. ¿En qué momento cambiamos los roles?
—No pueden recriminar.— Habló Yamato— Kouji y yo siempre hemos estado al pendiente de la banda.
—Si, pero ahora todo cambió. Kouji se desaparece una semana y ahora no podemos tener ni una hora de ensayo, porque todo te molesta Yamato. La banda no tiene culpa de tus problemas personales.
—Ahora deberíamos dedicarnos más a los ensayos porque te recuerdo que perdimos un integrante, entonces tenemos que hacer muchos cambios.
Aunque a Yamato le cueste aceptarlo, sabía que Kiriha tenía toda la razón en lo que le decía, pero no podía evitar sentirse enojado, sus problemas eran mayores a la responsabilidad o compromiso que tenía con la banda.
—La ausencia de Ryo es algo que podemos sobrellevar, ya hemos tocado sin él.
—Si, pero también tenemos canciones que dependían de que él tocara la batería y no solo una caja de sonido, canciones que debemos arreglar.— Esta vez habló Ryouma.
Kouji se mordió el labio inferior, no quería darles la razón, pero efectivamente estaban tocando un buen punto.
—Bueno, ustedes tendrán que entender, no estoy de humor y si hacen más de sus bromas, menos ánimo tendré para ensayar.— Respondió Yamato.
—Eso no debería ser así.— Kiriha dijo antes de dejar su instrumento en el suelo— El mundo no gira a tu alrededor Yamato. Todos tenemos nuestros problemas y no por eso dejamos la banda de lado. — Dijo antes de voltear en dirección a la salida.
—¿Adónde vas?— Preguntó Yamato.
—¿Qué no es obvio?— Cuestionó Kiriha— Me voy, tú mismo estás diciendo que ya no quieres ensayar más ¿no?
El Ishida frunció el ceño.
—Yo también me voy.— Respondió Ryouma para disponerse a salir del lugar.
Fue así como Yamato y Kouji quedaron solos e intercambiaron miradas.
—Esto es el colmo.— Musitó el rubio molesto— Ellos no deberían comportarse así y menos opinar sobre mi vida y además de reclamarme que no le estoy poniendo dedicación a la banda.
—Disculpa que te lo diga Yamato pero creo que Kiriha y Ryouma tienen razón.— No pudo evitar comentar el Minamoto.
—¿Qué dices?— preguntó el rubio sorprendido.
—Lamentablemente no le estamos dando la importancia que debería.— Comentó el Minamoto— Hemos priorizado nuestros problemas y habíamos acordado que no dejaríamos que eso ocurriera.
Yamato hizo una mueca ante esto, si ese había sido su acuerdo y siempre lo había respetado, pero esta vez le era diferente, esto era mucho más grave.
—Entiendeme Minamoto, mi cabeza no puede estar en la banda sabiendo que tengo responsabilidades mayores.
—Lo sé y te entiendo, pero en cierto punto Kiriha y Ryouma tienen razón. En el último tiempo la banda estuvo yéndose al suelo, si no le llegamos a dar la importancia que merece, aunque me duela admitirlo, todo esto puede terminarse. Así que Yamato, te recomiendo que comiences a pensar sobre esa posibilidad, porque estoy seguro, que aunque tengamos diferencias con los otros, no quieres que la banda se separe.
Fue así como Kouji dejó su instrumento en el suelo y se dirigió hacia salida dejando a Yamato completamente solo pensando en aquello que le había dicho su amigo, no lo había pensado pero tenía razón, últimamente estaban dejando la banda muy al final, ya no era lo mismo que hace un mes, todo estaba cambiando.
Sora y Mimi salieron de la enfermería, la castaña sujetando firmemente a la pelirroja.
—Ten cuidado Sora, un paso a la vez, un paso a la vez.— Sugirió la Tachikawa.
—Mimi, no es necesario que me afirmes, yo puedo caminar sola.
—¡Claro que es necesario! Podrías tambalear y caer nuevamente.— Respondió la oji-miel.
—Mimi, no te preocupes por mi me siento mucho mejor.— Respondió Sora.
—Eso dices ahora, pero nadie sabe cuando nuevamente te puedes desmayar, imagínate ya han sido dos, una tercera no sería algo bueno.
La pelirroja suspiró, en verdad apreciaba a su amiga, pero no quería darle más problemas.
—Sora...—Una voz que Sora reconoció al instante llamó su atención.
¡No, por favor no!
Ante sus ojos apareció cierto chico de cabello alborotado y ojos cafés.
—¿Taichi?— Mimi pronunció su nombre.
La pelirroja simplemente se mordió el labio inferior.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó la Takenouchi con severidad.
—Vine a verte, me dijeron que estabas mal.
Sora apretó su puño.
—Mimi ¿puedes dejarnos a solas?
La castaña alzó una ceja— ¿E?— Balbuceo y dirigió una mirada hacia su amiga.
Sora asintió.
No quería estar a solas con él, pero necesitaba dejarle las cosas claras, porque al parecer todavía no asimilaba nada ese chico.
Fue así como Mimi se alejó.
—Sora yo...—Taichi intentó hablar— Cuando me enteré de lo que te había pasado no pude evitar preocuparme.
La Takenouchi simplemente frunció el ceño, él era una de las razones por las cuales últimamente andaba débil y desmayandose.
—No es necesario que te preocupes.— Respondió seriamente— No somos más novios, ni siquiera amigos, nada nos une.
El castaño hizo una mueca, en verdad le dolía saber que nada quedaba entre ellos, todo por su culpa.
—Eso no quita que me preocupe.— Contestó Taichi— Sora, tú sabes que yo te quiero...
—¡No!— Sora lo interrumpió— No digas que me quieres porque no es verdad.
—Sora si...
—¡No!— Nuevamente lo interrumpió— No es verdad, porque si lo fuera no me hubieras decepcionado de la manera en que lo hiciste.
—Yo no quise.
—¡Claro que quisiste! Por algo lo hiciste.— Respondió la pelirroja.
—Si, pero eso no quita que te quiera.— Habló el Yagami, él en verdad necesitaba de ella, la amaba con todo su corazón, siempre había sido la única chica en su vida, no quería estar lejos de ella.
—Claro que lo quita.— Contestó Sora— Porque si me hubieras querido no me hubieras engañado.
—Eso fue un error, Sora yo...—Suspiró— Lo hice sin pensar, pero yo puedo cambiar, dame una oportunidad...
—¡Olvidalo!— Respondió Sora— Ya te dí una oportunidad para que me reconquistaras, pero me decepcionaste enormemente ¡Olvídate! Que volveré a darte una oportunidad, lo nuestro se acabó ¡Y para siempre!— Elevó la voz.
Taichi tragó saliva, en verdad le dolía escuchar eso— Pero ¿nuestra historia?
—Ya no existe, tú la tiraste a la basura.— Contestó la pelirroja— ¿Sabes? Deberías darte una oportunidad con esa arpía, ambos son igual de mentirosos harían una pareja perfecta.— Ironizó la Takenouchi.
—Yo te quiero a ti.
—Si me engañaste está más que claro que no.— Respondió Sora— Deja de insistir por la historia que jamás volverá, porque lo único que siento por ti es odio y eso jamás cambiará.— Fue lo último que dijo antes de voltear en dirección a las escaleras donde estaba Mimi dejando a Taichi completamente desolado y con el corazón roto.
Ya no había vuelta atrás.
Ya nada volvería a ser como antes.
La había pérdido completamente y...
No podía hacer más.
Izumi y Nanami llegaron al final de las escaleras, ambas iban con el único propósito de ver como estaba su amiga, Sora.
Sin embargo al llegar al primer piso la oji-verde paró en seco al ver que la pelirroja se encontraba hablando con su exnovio, Taichi, y a unos metros más atrás se encontraba Mimi.
¡Rayos!
Pensó Izumi ante esto.
—¡Dejame en paz! ¡Y vete de mi vida!— Fue el grito que le dió la pelirroja al Yagami.
El dolor en el rostro del castaño fue evidente, este bajó la mirada totalmente apenado y suspiró— Bueno, si quieres que las cosas sean así, así serán.— Fue lo último que dijo antes de voltear en dirección a la escaleras.
Literalmente ignoró la presencia de Izumi y Nanami, ya que pasó de ella sin decir algo.
Las dos rubias intercambiaron miradas levemente, sin embargo no dieron importancia al Yagami y se dirigieron hacia su amiga.
—Sora.— Nanami pronunció su nombre y se acercó a ella.
Sin embargo, Izumi no dió un paso, literalmente se congeló ante la presencia de Mimi, acto que no pasó desapercibido para la castaña, quién no pudo evitar sentirse nerviosa ante su presencia. Sora y Nanami al instante sintieron la comodidad. El silencio se hizo presente, en el cuál todo se detuvo.
Sin embargo esto fue momentaneo, ya que Nanami decidió romper el silencio.
—¡Sora!— Exclamó— ¿Cómo estás? Nos enteramos que te desmayaste.
Sora hizo una mueca.
—¿Estás bien?—Nanami le preguntó a la pelirroja.
—¿E?— Balbuceo levemente— S-si.— Respondió Sora— Me siento mejor.
—¿Mejor?— Izumi finalmente habló— Taichi vino hasta acá ¿cómo puedes decir que estás mejor luego de eso?
Mimi hizo una mueca, sentía que estaba sobrando en esos momentos—Si quieren estar a solas yo me puedo ir...
—¿E?— Izumi balbuceo ante esto, la verdad de las cosas era que aún seguía enojada, pero aquellas palabras...
"En un tiempo de nuestras vidas, Mimi y yo te consideramos parte de nuestra familia, nuestra hermana"
"¿Enserio crees que luego de que nosotros te abrimos la puerta a nuestra familia? ¿Y luego de qué tú nos permitieras formar parte de la tuya te traicionaríamos así?"
—N-no.— Balbuceo— No es necesario.— Respondió la oji-verde.
¿Qué?
Nanami pensó sorprendida.
—¿Por qué Taichi vino hasta aquí?— Izumi le preguntó a la pelirroja.
—Porque supuestamente estaba preocupado por mi.— Musitó Sora.
—¿Te pidió disculpas por haberte colocado los cuernos?— Preguntó Nanami.
—Algo así.— Respondió la pelirroja— Pero no quiero hablar de eso ¿si?— Suspiró— Lo único que quiero ahora es descansar.
—Es lo que debes hacer, la enfemera te lo recomendó.— Habló Mimi.
—¿Así? ¿Y que más dijo? ¿Le recetó una medicina?— Preguntó Izumi— ¿Tienes algo grave?
—¿E?— Sora no pudo evitar— No, no tengo algo grave, es simplemente estrés, me dió unos días de licencia y pues, me ordenó que debo ir a descansar, cosa que quiero hacer sin duda, no me siento bien.
—¡Vamos! Te llevaré al departamento.— Musitó Mimi tomando de su brazo derecho.
—Yo también.— Respondió esta vez la oji-verde antes de acercarse y tomar su brazo izquierdo.
Taichi tragó saliva, las palabras de Sora en verdad habían producido un gran impacto en él, jamás se había sentido tan despreciado, el odio en la voz de la pelirroja era palpable, la decepción en su mirada y la ira era algo que estaba su aura.
Suspiró.
Lo peor todo era saber que él había provocado todo aquello y que por más que lo pensaba cada vez caía más en cuenta de que tal vez sus sentimientos por Sora no eran los mismos que antes.
Catherine
¡Rayos! ¿Por qué pensaba en ella?
"Si la engañaste significa que no la quieres como antes, quizás si estuviste enamorado cuando comenzaron a ser novios, pero está demostrado que ahora ya no, tal vez tienes un cariño de amigos y años, pero no estás enamorado de ella y lo sabes, si no no hubieras accedido a estar conmigo la otra noche"
Esas palabras resonaron en su cabeza.
"—Por favor, dame tan solo una oportunidad.— Rogó la rubia— Si me la dieras yo podría demostrarte que soy la chica que necesitas"
"Una oportunidad"
Taichi se mordió el labio inferior.
"¿Sabes? Deberías darte una oportunidad con esa arpía, ambos son igual de mentirosos harían una pareja perfecta"
Las palabras resonaron en su mente, no quería admitirlo, pero debía hacerlo, sin querer se había vuelto un mentiroso como Catherine y por esto mismo, Sora, Hikari y sus amigos ya no confiarían en él.
¿Qué debía hacer?
Ryo observó atentamente la pantalla de su móvil en la cual había una imagen de su pelirroja favorita.
Acarició sobre el vidrio la mejilla de Rika.
No quería obsesivo, ni psicópata, pero no podía evitar observarla, no sabía como rayos, pero esa chica siempre había captado toda su atención, desde el primer día en que la había visto le había encantado todo de ella.
Su rostro.
Sus ojos.
Sus labios.
Su nariz.
En resumen: Todo.
Todo de ella le gustaba.
Hizo una mueca, en verdad lamentaba mucho no haber hecho las cosas bien desde el principio, por intentar impresionarla terminó convirtiendose en algo que no era y cuando intentó salir de eso ya era tarde, hecho que odiaba.
Si pudiera regresar el tiempo y hacer las cosas diferentes sin duda lo haría.
Pero lamentablemente no podía hacerlo y en verdad le dolía.
Al parecer estaba destinado a ser infeliz en la vida, sin el amor de un padre, sin una familia y sin el amor de la chica a quién quería.
¡Toc, toc!
La puerta del departamento sonó con brusquedad.
Ryo se incorporó sobre su cama, ninguno de sus compañeros de departamento estaba en aquel lugar, así que él tendría que abrir.
¡Toc, toc!
Nuevamente sonó.
—Ya voy.— Anunció, sin embargo el sonido se repitió con mayor estruendo.
¡Toc, toc!
—Ya voy.— Repitió el Akiyama caminando hacia la puerta principal.
¡Toc, toc!
—¡Ya voy!— Gritó el chico antes de abrir la puerta, grande fue su sorpresa al ver de quién se trataba—¿Rika?— Preguntó el castaño y a los escasos segundos sintió como una cachetada se estrellaba en su mejilla.
—Enserio que te gusta fastidiar, Akiyama.— Habló Rika extremadamente molesta.
Ryo llevó una mano a su mejilla— ¡Auch!— Exclamó— ¿Qué haces aquí Rika?— El chico se sorprendió al verla— ¿Y por qué me golpeas?
—Te di una cachetada porque es lo mínimo que te mereces y si estoy es porque vengo a hablar contigo idiota.— Respondió molesta antes de entrar al departamento dandole un pequeño, pero brusco empujón al oji-azul.
Ryo hizo una mueca ante y cerró la puerta completamente desconcertado ¿por qué la peirroja estaba de esa forma?
—¿De qué quieres hablar conmigo?
Rika rodó los ojos y lanzó una carcajada irónica— Tu sabes de lo vine a hablar contigo.
—Pues no.— Respondió el Akiyama ¿debería saberlo?— ¿Qué ocurre?
—No preguntes, tú ya sabes a lo que me refiero.
—No.— Contestó Ryo— No lo sé.
—A tu amenaza.
—¿Mi amenaza?— Preguntó el Akiyama— ¿Qué amenaza?
—La que le hiciste a Takato.
—¿A Takato?
¡Pero si él no había hecho algo contra él!
—¿Qué amenaza?
—Deja de preguntar tanto, tú sabes a cual me refiero.— Respondió la chica.
Ryo hizo una mueca, Rika le estaba dando por sabido de muchas cosas que ni siquiera tenía idea.
—En verdad te gusta molestar y hacerme la vida a cuadritos.
—Rika, lo digo enserio, no tengo idea de lo que me estás hablando.— Contestó el oji-azul.
—No te creo.
—¡Es la verdad!
Rika apretó su puño completamente furiosa— ¡Deja de negarlo!— Gritó—¡Sé que le dijiste a Takato lo que ocurrió esa maldita noche!
—¿Qué?— Ryo alzó una ceja sorprendido al escuchar esto verdaderamente sorprendido de aquella declaración— ¿En esa noche?— Cuestionó— ¿La noche en qué...
—Murió Henry.— Rika lo interrumpió molesta.
El Akiyama en verdad se sintió sumamente desconcertado y muy sorprendido ante aquella acusación, ya que él no era culpable de que aquel chico supiera toda los detalles de esa noche y era imposible que fuera su culpa ya que apenas había intercambiado palabras con él en esa semana, apenas había tenido tiempo para lidiar con sus problemas como para involucrarse en más.
—Finalmente cumpliste tu amenaza ¿e?— Habló la Nonaka— No soportaste verme feliz con él y por tu egoismo decides mostrarle parte de mi pasado a Takato, como dijiste que lo harías.
Si, no soportaba verla feliz con ese chico, eso no era una mentira, pero en este caso en particular él era inocente.
—Rika, yo no hecho algo contra ti en estos días.— Respondió Ryo.
—No mientas, es obvio que le dijiste algo a Takato y por eso ahora sabe lo que ocurrió esa noche.
—Te estoy diciendo que no.— Contestó el Akiyama— Yo ni siquiera he hablado con él luego del incidente que tuvimos, apenas he tenido tiempo para preocuparme de mi como preocuparme de él.
—Si ¿como no?— Rika rodó los ojos irónica sin creer en sus palabras.
—Te lo digo de verdad.
—No pierdas saliva intentando decirme que no, porque yo estoy segura que si.
—¿Por qué?— Preguntó el castaño— ¿Él te lo dijo?
—No.— Respondió Rika— Pero es demasiado obvio, solo a ti te convendría que Takato supiese la verdad de aquella noche para alejarlo de mi.
—Lo sé y no te culpor por creer aquello, pero te lo estoy diciendo de verdad.— Habló Ryo— Yo no le he hablado de esa noche. Y es más, ni siquiera recuerdo haber intercambiado palabras con él luego del otro día.
—Eso es lo que dices tú...—Rika se cruzó de brazos— El rey de los mentirosos ¿Enserio crees que te voy a creer?
—Pues debes hacerlo ¡Es la verdad!— Exclamó Ryo.
—¡No te creo! A ti te gusta hacerle la vida imposible a los otros.— Habló la pelirroja molesta— Y por eso quieres arruinar mi felicidad.— Gritó— Pero debes hoy te digo que ¡No lo lograrás!— Se acercó a él amenazantemente— ¡No quiero que te acerques más a mi, ni a mis cercanos!
—Pe-pero, de verdad lo digo, yo no he hecho nada.— Musitó el castaño— Jamás le hablaría de esa noche.
—Claro que sí, tú me amenazaste en contar todo lo que sabías de mi.
Si, lo había hecho, pero jamás sería tan idiota como para hablar de esa noche, mucho menos con desconocido. Esa noche significaba muchas cosas negativas, incluso para él, porque él había sido el mayor culpable.
—¡Ya deja de mentir y de una buena vez alejate de mi!— Fue lo último que dijo Rika antes de caminar en dirección a la puerta y salir del lugar cerrando con un estruendoso portazo.
Ryo simplemente quedó marcando ocupado, literalmente sin saber que hacer o que decir, Rika lo estaba culpando por algo que no había hecho. Él no había hablado con Takato, ni siquiera se había acercado a él, estaba más preocupado de sus propios asuntos, no tenía tiempo para eso.
Sin embargo, esto no podía evitar preocuparle. Si él no le había hablado de esa noche, entonces ¿quién lo había hecho?
Catherine acomodó un crop top rojo con encaje sobre su cuerpo. Se veía bastante sensual con aquella prenda, su escote se veía perfecto, además su piernas se veían perfectas con ese mini short.
Sonrió, su apariencia era lo que necesitaba para hacer caer a Taichi.
Ahora más que nunca debía aprovechar cualquier oportunidad.
A pesar de que él habia dado la razón de su hermana, no se rendiría tan fácilmente.
¡Toc, toc!
El sonido de la puerta llamó su atención.
Hizo una mueca, estaba sola, así que debería ir a abrir.
De seguro era Nene, generalmente a ella se le quedaban las llaves.
Fue así como se dispuso a caminar en dirección a la puerta principal.
Al llegar a ella la abrió, pero grande fue su sorpresa al encontrarse con cierto chico de cabello alborotado y no con su amiga.
—¿Taichi qué haces aquí?— Preguntó sorprendida.
El castaño simplemente guardó silencio y literalmente examinó a la rubia de pies a cabeza. Ese top rojo se veía sensacional en sus atributos delanteros, esas piernas lucían bastante tentadoras con ese short.
Sensual, pasional, fogosa, eran algunas de las características que poseía esa chica y era exactamente lo que necesitaba para olvidarse de sus penas.
Fue así como en un rápido movimiento el chico ingresó al departamento, acorraló a la rubia contra la pared para besar sus labios con pasión y deseo.
Catherine no pudo evitar sentirse sorprendida ante esto, sin embargo no dudó en corresponder a su beso.
Taichi recorrió con sus manos el cuerpo de la rubia mientras devoraba esos labios con sabor a frutilla.
En verdad necesitaba olvidar todo.
Fue así como sus manos se dirigieron a los broches de su top.
—¿Habremos estado bien en decirle aquello a Rika?— Hikari le preguntó a Takeru.
El rubio hizo una mueca— N-no sé.— Respondió— Bueno, yo no quería seguir ocultandole cosas.— De todo lo que había vivido la conclusión que más sacaba era que omitir y ocultar detalles era lo mismo que mentir.
—Pero ¿n habrá sido mejor hablar con Takato antes?— Preguntó la Yagami.
El rubio se mordió el labio inferior, tal vez sí, pero la verdad era que ninguno quería ir de frente a preguntarle, era un tema complejo para ellos y considerando que Rika era más cercana al castaño, era mejor que ella hablase con él.
—¿Dónde habrá ido?
—No sé.— Respondió la castaña.
¡Toc, toc!
—Debe ser ella.— Musitó Hikari.
—Yo abro.— Fue así como el rubio se dirigió hacia la puerta para abrir, sin embargo cuando hizo esto toda la expresión de su rostro pasó de preocupación a seriedad al ver que trataba de cierto chico moreno de apellido Tachikawa.
¡Rayos!
Pensó Takuya al ver al rubio, no esperaba encontrarse con él.
Sin decir palabra, sin hacer algún movimiento o comentario, el ambiente se volvió tenso, algo que no pasó desapercibido para la castaña, quién se acercó a la puerta.
—Ho-hola Takuya.— Intentó saludar tranquilamente.
—Hola Hikari.— Respondió el moreno— Takeru.
El rubio simplemente hizo una mueca— ¿Qué estás haciendo aquí?— No quiso sonar serio, ni malhumorado, pero lamentablemente la pregunta sonó seca.
Takuya hizo una mueca, era extraño que el rubio fuera tan bruto al hablar, pero era de esperarse, las cosas entre sus familias y hermanos no estaban bien. Estaban en veredas contrarias.
—Vine a buscar a mi hermana.— Contestó.
—¿A Damar?— Preguntó Hikari.
Takuya asintió.
—Ella no está aquí.— Respondió el rubio y lamentablemente ese comentario volvió a sonar brusco.
La Yagami observó a los dos chicos—¿E?— Balbuceo— No, Damar no está.
—¿Saben donde fue?
—No.— Respondió Takeru brusco -otra vez-
Hikari no pudo evitar sentirse intranquila ante su tono de voz— Pe-pero pronto llegará.
—Bueno, cuando las veas dile que la estoy buscando.— Contestó Takuya.
—¿Por qué no la llamas?— Preguntó Takeru— Es más fácil que venir hasta aquí o que dejarnos de mensajeros.
—La llamé, pero tiene el móvil apagado.— Respondió el moreno— Por eso le pido este favor a Hikari.— Volteo hacia la chica— ¿Puedes decirle?
—Si, yo le digo.— Respondió Hikari.
—Gracias.— Contestó Takuya antes de voltear— Que tengan buena tarde.— Fue lo único que dijo antes de alejarse.
—Tú igual.— Musitó la Yagami.
Sin embargo Takeru se mantuvo en silencio, completamente pensativo, ya que no sabía exactamente como actuar en esa situación.
Hikari dirigió su mirada hacia él y cuando se percató que el moreno estaba lo suficientemente lejos se propuso a hablar—¿E? T-Tk, no quiero ser molesta, pero...—Hikari hizo una mueca— ¿Enserio quieres que las cosas estén así? ¿Entre los Tachikawa y...—Suspiró— Y tu familia?
—Ellos decidieron que fueron.
—Bu-bueno, ellos simplemente tomaron una decisión que no salió bien.— Habló la castaña— Pero dime ¿enserio quieres que todo siga así luego de todo lo que hemos vivido?
Takeru suspiró, la verdad de las cosas era que ya no sabía que pensar con respecto a lo que estaban viviendo con los Tachikawa, le costaba mucho asimilar lo que ocurría, después de todo ellos siempre habían sido sus amigos, desde tiempos memoriales. Aún recordaba como Takuya los había ayudado a Yamato y a él a mejorar la relación que una vez se dio perjudicada debido a la separación corta que habían tenido hace unos años atrás, o cómo Mimi lo había apoyado en ese proceso post-Noche 3 de Abril cuando sus padres lo habían tratado como un loco al enviarlo a rehabilitaciones, terapias psicológicas y terapéuticas. También tenía el otro tema con Damar, ya que siempre habían sido amigos, en un tiempo Hikari, ella y él habían sido los mejores amigos (Rika y él todavía no se llevaban)
Izumi y Mimi depositaron suavemente a la pelirroja sobre su cama. Nanami tomó una manta y la depositó sobre su amiga.
—Lo mejor será que duermas.
—No tengo sueño.— Habló la pelirroja.
—Bueno, que no duermas, pero que te mantengas en cama. Estás completamente pálida, no luces bien.— Contestó la Tachikawa.
—Mimi tiene razón, tu rostro y en general todo tu cuerpo te está diciendo que debes descansar.— Respondió Izumi.
Sora tuvo intenciones de responder, sin embargo se contuvo al ver que sus amigas se estaban uniendo -a pesar de sus problemas- para ayudarla.
—Dinos ¿te gustaría tomar algo? ¿o comer algo? Para subir la azúcar.— Musitó Nanami.
—Una agua de manzanilla.— Respondió la Takenouchi antes de incorporarse en su cama y disponerse a levantarse.
—¡Hey!— Exclamaron las chicas.
—¿Qué haces?
—Tranquilas, simplemente me voy a cambiar ropa.— Respondió Sora, estaba con la ropa de entrenamiento, necesitaba colocarse algo más agradable.
—Está bien, te dejaremos que hagas eso, pero no te muevas de aquí.— Musitó Mimi.
La pelirroja simplemente asintió.
Fue así como las tres chicas se dispusieron a darle privacidad y salieron de la habitación cerrando la puerta, sin embargo al quedar solamente las tres una leve tensión se hizo presente.
Izumi y Mimi intercambiaron miradas en silencio, la tensión era evidente, sin embargo a diferencia de otras veces la rubia no sentía completamente enojo, si no que en su mente resonaban las palabras de la hermana menor de la Tachikawa.
—Creo que...—Izumi bajó la mirada— Es evidente que Sora está así por Taichi.
La castañatambién bajó la mirada— Si.— Respondió— La separación la tiene de esa manera.
—Es una pena.— Suspiró la oji-verde.
Mimi asintió— Sora no se lo merece.
—No, claro que no.— Contestó Izumi— Ella no merece ser engañada.— Bueno en realidad nadie merecía serlo, en ningún sentido.
Se mordió el labio inferior, pensar que ella también había engañado a muchas personas en muchos momentos de su vida o había hecho las cosas mal ¿Por qué se daba el derecho a criticar a Mimi y sus hermanos? Sobretodo a Mimi, quién era la protagonista en todo ese asunto, pero que a su vez jamás había cuestionado sus malas decisiones, al contrario, siempre la había apoyado.
Suspiró.
Sin duda debía pensar muchas cosas.
—¿E?— Balbuceo la oji-verde— ¿Ustedes también quieren algo para tomar?
Mimi y Nanami intercambiaron miradas.
—¿E? N-no, no, yo no.— Respondió la castaña.
—Yo tampoco.— Contestó Nanami.
—Bueno, entonces yo voy a buscar el té de manzanilla y ustedes cuidan a Sora ¿si?
Nanami y Mimi asintieron. Fue así como la oji-verde salió.
La castaña suspiró— Pobre Sora, es muy triste lo que le está ocurriendo, ella no se merece esto.
—Sin duda, no se lo merece.— Respondió Nanami— Pero no solo lo que ocurre con ella es triste, tambien es triste lo que ocurre entre Yamato, Izumi y tú.
Mimi se mordió el labio inferior ante esto.
—Sobretodo las cosas con Izumi, ustedes siempre fueron amigas, se apoyaron en todo.— Musitó Nanami— Pero, Izumi no supo apreciar eso y se da el derecho de criticarte.
—Está enojada y es entendible, le oculté las cosas.
—Si, pero ella también ocultó cosas en el pasado ¿recuerdas cuanto tuvo eso con Ryo? tú no la criticaste, a pesar de que lastimó a Takuya, al contrario, la apoyaste y siempre lo has hecho, en diversas situaciones con su madre o su padre, y no sólo tú también tu hermana Damar estuvo para ella.
Mimi bajó la mirada, la verdad era que en ese minuto, cuando había apoyado a su amiga no había pensado con tener algo a cambio, simplemente ayuda a aquella persona que consideraba una hermana.
—Pero no lo sabe apreciar.— Habló Nanami bajó la mirada "triste"— No debería decirte esto, pero Izumi ya me dijo que jamás te va a perdonar.
¿Cómo?
Mimi alzó una ceja.
—Ni a ti, ni a tus hermanos.— Continuó la rubia— Al contrario, lo único que quiere es alejarse, porque la hicieron sufrir con esta decisión.
La castaña se mordió el labio inferior.
—Incluso me dijo que se quiere cambiar de departamento, porque no soporta estar contigo.— Comentó Nanami— Así como Yamato ha considerado también irse del internado para no verte.
¿Qué?
—N-no, eso no puede ser.
—Lo siento Mimi, pero así es.— Respondió Nanami— Izumi ya me lo dijo, les gustaría irse lejos, han pensado en volver a Francia con sus abuelos.
¡Rayos! Esta era la peor noticia que pudieron haberle dado, no pensó que esto fuera imposible, pero Yamato estaba considerando irse. Eso era terrible. Si el rubio se iba jamás podría arreglar las cosas con él.
—Sin mencionar lo que quiere hacer su madre.— Musitó la chica de ojos lila-rosa.
—¿Qué quiere hacer ella?
Nanami guardó silencio por unos minutos— Disculpa Mimi, pero no debería decirtelo.— Suspiró— Sin embargo eres mi amiga, mereces saberlo.— Alzó la mirada— Ella quiere poner una demanda en tu contra y quitarte a Natsumi para enviarla a un orfanato.
¿Qué?
No, eso no podía ser verdad ¡Claro que no!
Ella no tenía el derecho a tomar ese tipo de decisión.
—Y como están las cosas, es probable que Yamato termine accediendo, después de todo...—Nanami suspiró— Si fue capaz de hacerle eso a Jun ¿por qué no sería capaz de hacertelo a ti?
Y fue en ese minuto que Mimi cayó en cuenta de que todos los sentimientos que una vez el rubio dijo tener eran falsos. Si él era capaz de hacerle eso significaba de que todo lo que una vez le dijo era mentira.
Tragó saliva.
¡Debía proteger a Natsumi!
Como fuera, debía hacerlo, no permitiría que alejasen a su hija de ella ¡Claro que no!
Takuya observó atentamente los papeles que tenía en sus manos, mejor dicho: La prueba.
¿De qué?
De que Kouji y Koichi eran hermanos con Rika.
Se mordió el labio inferior al recordar que él no había sido el único en contribuir en esto.
~Semanas atrás~
Izumi sacó de su mochila una bolsa trasparente en la cual había un tazón.
—Aquí está la muestra de Rika.— Musitó— Me costó bastante sacar este tazón de la cocina sin causar sospechas, pero lo conseguí.
—¡Genial!
—¿Tienes la muestra de Kouji?
Takuya hizo una mueca— Se me hizo díficil.— Exclamó— Como estamos peleados no le he puesto atención a nada de lo que hace, sin embargo...—Abrió su mochila y sacó una botella de Gatorade— Koichi el otro día consumió esta bebida y la dejó sin querer en la sala principal, así que la tomé.— Luego sacó una bolsa plastica trasparente donde había un hisopo— Aquí está su muestra de salida tomada.
Izumi alzó una ceja— ¿Fuiste cuidadoso al tomarla?
—Si.— Respondió Takuya— Usé unos guantes que Koichi dejó en la sala.— Comentó antes de sacar unos guantes plásticos y entregarselos a la rubia— Ahora que lo pienso, debería dejar de dejar tantas cosas en la sala principal.— Musitó— Después Kouji me dice a mi que soy desordenado.
La Ishida rió levemente— ¿No será por la jungla que tienes en tu habitación?
—Bueno, el otro día que estuviste ahí no te importó el desorden que había.— Musitó el castaño y la rubia se ruborizó al instante.
—¿E? ¡Ta-Takuya!— Lo regañó levemente.
El moreno simplemente sonrió burlón.
Izumi suspiró— Bueno, ahora hay que tomar la de Rika.— Dijo antes de acomodar los guantes blancos que Takuya le había entregado para luego tomar es hisopo y abrir la bolsa donde estaba el tazón— Dime ¿has pensado cómo le sacaremos la firma a ellos y los datos?
—Si, pensé en hablar con Izzy, ya sabes, todas nuestras fichas personales están en una base de dato a la cual él puede ingresar hackeando el Wifi.— Takuya hizo una mueca—Pero su firma no estoy seguro, pensaba en...— Se detuvo.
—¿En?
Takuya hizo una mueca— Sé que no está bien, pero creo que lo mejor será que falsifiquemos una.
—¿Falsificar?— La rubia alzó una ceja.
El moreno asintió.
—¿Crees que sea lo mejor?
—No, pero dudo que podamos quitarle alguna firma, sobretodo a Rika.
—¿Por qué no se la pides a Damar?
—¿Estás loca?— Preguntó Takuya— Ella y yo estamos peleados, ella está enojada, dudo que me haga ese favor, salvo que le diga la razón, cosa que no quiero hacer, ya que basta con que nosotros dos estemos involucrados en esto.— Rodó los ojos— Y además, yo también estoy enojado con ella por lo que pasó.
—¿Por qué besó a Kouji?
El moreno asintió.
—¿Sabes? No deberías enojarte por aquello, Damar es grande, ella sabe lo que hace.
—Damar es una niña apenas, tiene diecisiete años.— Respondió Takuya— No sabe lo que quiere, ni lo que hace, la muestra está en que se haya besado con Kouji.
Izumi hizo una mueca, no debía hacerlo, pero últimamente estaba considerando seriamente la idea de contarle un poco de aquella historia pasada que tenían esos dos.
—¿Cómo es posible que nadie vea lo grave de esa situación? Ni siquiera Mimi se ha puestoa meditar en lo grave que es.— Preguntó Takuya— ¿Cómo es posible que tú lo aceptes?
—¿Yo?— Cuestionó la rubia.
—Si, tú.— Respondió el moreno— Digo, Kouji fue tu novio ¿no?
Si, lo había sido, pero en ningún momento sintió algo más que un cariño de amigos hacia él. Ella era consciente de que el Minamoto siempre había estado enamorado de Damar (y viceversa) Así como ella siempre había estado enamorada de Takuya.
—Bueno, no me siento con el derecho de criticar, porque después de todo yo le fui infiel.— Respondió Izumi— Pero aunque las cosas no se hubieran dado así, yo igual aceptaría su relación.
—¿Por qué?
—¿Qué no es obvio?— Preguntó la oji-verde— Si acercaron es por algo ¿no?
—Venganza por parte de Kouji.— Habló Takuya— E idiotez por parte de mi hermana.
—No le digas idiota.— Izumi se cruzó de brazos— Damar no es eso y lo sabes, ella es super inteligente, sin ofender, creo incluso más que tú.— Comentó pasando el hisopo por el tazón.
Por unos segundos tuvo intención de renegar contra eso, pero no lo hizo, ya que cayó en cuenta de que era verdad. Su hermana era mucho más inteligente.
—Pero también impulsiva.
—Como tú.— Musitó la oji-verde— Creo que es algo de familia.—Antes de guardar el hisopo en una bolsa de plástico.
Takuya bajó la mirada— ¿Es qué acaso nadie lo ve?— Preguntó— Yo solo quiero cuidarla.— No quería que su hermana menor sufriera como su hermana melliza, a Mimi jamás logró protegerla como debía, si hubiera sido un buen hermano, ella jamás hubiera quedado embarazada, o tal sí, pero no hubiera tenido que sufrir por la separación, la hubiera ayudado a luchar.
Izumi hizo una mueca y acarició su mejilla— Takuya, entiendo que quieras protegerla.— Musitó—Pero debes aceptar que tu hermana ya es grande, puede tomar sus propias decisiones y tú en vez de pelearte con ella debes escucharla.— Y no lo decía simplemente para hacerlo sentir bien, si no porque ella también conocía a la castaña, con palabras lograba hacer mucho.
—Me cuesta, lo que ocurrió no me agradó.
—Lo sé Taky, pero es tu hermana y por el cariño que se tienen deberías darle la oportunidad de aclarar las cosas.
El moreno alzó una ceja— ¿Taky?— Preguntó— Hace mucho no me decías así.
—No, no lo había hecho.— Respondió la oji-verde— ¿No te molesta verdad?
El castaño negó— Suena bastante bien, viniendo de ti.
Izumi sonrió.
—¿Sabes? Mi hermana enserio debe estar agradecida de tenerte a ti de su lado.— Comentó Takuya— En realidad las dos, Mimi y Damar, cuando discuten conmigo o algo siempre que ocurren situaciones eres la primera en dar la cara.— Y no lo decía simplemente por esa situación, si no por otras miles que habían vivido cuando eran pequeños. Takuya muchas veces creyó que Izumi simplemente se involucraba para fastidiarlo -porque no se llevaban bien- pero con el paso del tiempo siempre se dio cuenta en realidad era por el gran y mutuo cariño que tenía con sus hermana, Mimi y Damar.
—De alguna forma somos familia ¿no dicen que los amigos son la familia que uno escoge?— Comentó la rubia. Para ella su familia de sangre la había decepcionado muchas veces y con los pasos de los años se había dado cuenta que efectivamente los amigos eran la mejor familia que uno podía escoger.
Takuya asintió— Pero supongo que yo soy más que un simple amigo o familiar ¿no?— La tomó de la cintura y se acercó a ella.
—Dejame lo pienso.— Musitó la oji-verde y sonrió— Tal vez...
—¿Tal vez?— Preguntó el castaño— La respuesta debería ser sí.
—¿Si?— Cuestionó Izumi— Primero debes convencerme de aquello.
—¿A sí?— Takuya alzó una ceja— ¿Y cómo puedo hacerlo?
La rubia rosó sus narices— Tú sabes como.— Fue lo último que dijo antes de que ambos unieran sus labios en un apasionado beso.
~Actualidad~
¡Rayos Takuya!
El moreno pensó para sí mismo y golpeo su puño contra el sofá.
Apretó los dientes completamente molesto.
Debía dejar de pensar en esa chica, las cosas ya habían terminado y jamás volverían a ser lo que eran.
Él mismo lo había dicho.
Dejaría ir sus sentimientos, porque en verdad estaba cansado de luchar.
"Estoy afuera"
Kouji leyó aquel mensaje an su móvil y a los pocos segundos la puerta de la sala de música se abrió.
Ante sus ojos apareció la castaña hermana de Mimi y Takuya apareció frente a sus ojos.
—Damar.— Pronunció su nombre.
—Hola.— Saludó la chica— Disculpa la tardanza, pero tuve que arreglar un asunto.
—¿Asunto?
—Si, pero nada serio.— Respondió Damar— Luego te cuento, tú me citaste aquí, dijiste que teníamos que hablar algo importante.
—Si, es algo que necesito que hablemos.
—¿De qué trata?— Preguntó la castaña intrigada.
Kouji se mordió el labio inferior y suspiró, no sabía si decirlo o no.
Izumi bajó su mirada hacia el té de manzanilla que le estaba preparando a su amiga pelirroja, literalmente sin prestar atención a lo que estaba haciendo ya que se encontraba pérdida en sus pensamientos, mejor dicho en sus recuerdos.
En los cuales, los Tachikawa eran los protagonistas.
~Años atrás~
—Mi-Mimi, yo no quería hacerle eso a Takuya, jamás lo haría si no tuviera una razón...— Habló la rubia entre lágrimas.
La Tachikawa hizo una mueca ante esto, la verdad de las cosas era que en verdad se sentía pérdida en todo lo que había ocurrido— Izumi, no entiendo ¿qué ocurrió? Pensé que tú querías a mi hermano, pero esto con ocurrió con Ryo me confunde.
La rubia en verdad le daba vergüenza esa situación— Amiga, tú tienes todo el derecho de criticarme, gritarme y alejarte de mi como lo hizo tu hermano.— Tragó saliva— Pero tú me conoces, si yo no tuviera una razón para haber hecho eso no lo hubiera hecho.
—No te mentiré que cuando me enteré de todo esto si tuve ganas hacer muchas cosas, me enojé, me sentí decepcionada.— Respondió la oji-miel.
Izumi bajó la mirada.
—Así como lo hicieron Yamato y Takuya.— Continuó hablando Mimi— Pero ¿sabes? Me contuve a hacerlo...— Se acercó a ella y posó una mano en su hombro— Porque te conozco lo suficiente para saber que si no tienes una razón, tú no haces las cosas.— Habló— Además, tú más que una amiga, eres mi hermana y a las hermanas siempre se les escucha, es por eso que estoy aquí. Quiero saber tu versión de la historia.
La oji-verde alzó la mirada ante esto y no pudo evitar sentir más ganas de llorar aún, era la primera que le hablaba bien después de todo ese lío que se había formado.
—Y-yo...—Izumi habló— Tristemente cometí un error, me involucré con Ryo, pero eso fue antes de que Takuya y yo comenzaramos un relación formalmente. En el verano yo...—Suspiró— Lamentablemente actúe por impulso, ante las fotos que me envió Nene y pues...—Tragó saliva— Me acosté con Ryo. Sé que no es excusa, pero no pensé las cosas y simplemente lo hice.
—Bueno, en eso no te critico, después de todo es tu cuerpo, pero dime ¿por qué ahora continuaste con esto?
—Yo no quise continuar.— Respondió— Fue Ryo, él me sacó unas fotos cuando estábamos teninedo intimidad, sin que me diera cuenta y cuando no quise seguir con su juego, porque quise estar con Takuya, él se enfureció y me dijo que si me acostaba con él las borraría.— Bajó la mirada— Fue lo peor que hice, lamentablemente confié en él, pero me hizo algo peor y ahora estoy sufriendo las consecuencias.
—Ryo no es de fiar, tú lo sabes.
—Si, pero no pensé...—Contestó la oji-verde— Y ahora estoy sufriendo, Takeru está desilucionado de mi, Yamato está enojado conmigo y Takuya no me quiere ni ver.— Musitó— Fue mi culpa, lo sé, pero yo enserio estoy arrepentida, lo juro, si yo me acosté con Ryo la última vez fue simplemente para que borrara esas imágenes, yo no quería que las cosas se dieran así. Yo quería que todo saliera bien con Takuya, tú sabes que lo quiero, siempre lo he hecho desde que somos niñas.
Si, eso lo sabía y jamás lo había dudado.
—Por favor, créeme.— Rogó Izumi y tomó su mano— Tú misma lo dijiste, más que amigas somos hermanas, incluso mi propio hermano sa sangre, Yamato se alejó de mi por esto, no te alejes tú también de mi. Por favor.
Mimi tragó saliva ante esto, la verdad era que una parte de ella quería enfadarse con ella por su hermano Takuya, quién estaba sufriendo. Sin embargo un 99.9% de su ser quería perdonarla y estar con ella, la consideraba mucho en su vida como para hacerle la ley del hielo o algo así.
Suspiró.
—Por favor, Mimi.— Pronunció esas palabras Izumi por última vez.
La Tachikawa suspiró, tal vez por esta ocasión dejar el orgullo y enojo de lado fuera la mejor opción. Fue así como se acercó a ella y la abrazó.
~Actualidad~
En ese momento de desespero Mimi estuvo dispuesta a escucharla, sin criticar.
¿Por qué ella no era así en estos momentos?
—¿Quieres decirle a Koichi todo lo que ha pasado ultimamente?— Damar preguntó sorprendida.
Kouji asintió, la verdad era que no sabía exactamente si quería hacerlo o no, lo único que sabía era que no quería cometer los mismos errores de antes, estaba más que claro que las mentiras no llevaban a un buen camino.
—Mi hermano quiere saber lo que ocurre entre nosotros y quizás no le diga lo que pasó antes, pero no quiero ocultarle lo que está ocurriendo ahora.
Suspiró.
—He pensado mucho en las palabras de Rika y tal vez, no te guste la idea, pero siento que es algo importante para mi, yo...
—Sh.— La castaña tomó su mejilla y posó su dedo en sus labios— No es necesario que des explicaciones.— Musitó— Koichi es tu hermano y bueno, si tú quieres hacerlo no te lo impediré.
Años atrás ambos se habían quedado callados y por eso habían sufrido, ahora Kouji quería cambiar aquello y si estaba dispuesto a decirle todo a Koichi, no se negaría, después de todo esa era una decisión completamente de él, después de todo Kouji era el más cercano al Kimura.
—¿Quieres hacerlo sólo o juntos?— Preguntó la castaña.
—No sé.— Respondió el Minamoto— Podría hacerlo solo, si tu lo prefieres así, no quiero obligarte hacer algo que no quieras.
Damar se mantuvo en silencio unos segundos, si analizaba la situación era más fácil dejar ir solo a Kouji, pero no era la más correcta, no iba a dejar solo al Minamoto con algo que era de los dos. Además, ella también le tenía cariño al Kimura y no ser capaz de dar la cara con esto después de haberlo engañado en verdad era algo que no podía hacer.
—Ambos lo haremos.— Respondió Damar.
Kouji alzó una ceja— ¿Enserio? No es necesario.— No le quería dar otro problema.
—Claro que lo es, esto que nos ocurre es cosa de los dos.— Contestó la castaña— No te dejaré solo con esto.— Musitó— Además, no tiene caso que lo hagas solo, ya te he dado muchos problemas como para darte otro más.
¿Problema?
—Damar.— Se acercó a ella y tomó su rostro entre sus manos— No me das problemas.
—Claro que sí.— Respondió la castaña.
—Ya te dije que no.— El Minamoto rodó los ojos.
Ella no le daba problemas. Pero si así lo clasificaba, ella era su problema favorito.
Damar se mordió el labio inferior, en verdad sentía que jamás lograría agradecerle todo lo que había hecho. Observó a su alrededor rogando encontrar lo que utilizaría a continuación.
—Ese es el piano de Ryouma ¿no?— Musitó Damar.
Kouji asintió— Si, ese es.
La castaña sonrió y se dirigió hacia él, corrió levemente la funda, buscó el botón para prenderlo.
—¿Qué haces?
—Ya verás, dame unos segundos.— Contestó la castaña.
El Minamoto alzó una ceja.
Damar sonrió la ver como la pantalla del piano se iluminaba. Así fue como depositó sus dedos en algunas teclas e hizo sonar el instrumento— Do sostenido.— Cambió de nota— Re.
—¿Sigues tocando?— Preguntó Kouji.
—Pues claro.— Respondió Damar, esa era una de las enseñanzas que su madre le había dejado— No toco mejor que Mimi, pero me tranquiliza.
Fue así como la castaña depositó su otra mano en las teclas e hizo sonar aún más el instrumento— La.— Entonó.
Kouji simplemente observó a la chica— ¿Vas a tocar?
—No solo eso.— Contestó Damar— Te voy a cantar.
¿Cantar?
El Minamoto alzó una ceja sorprendido.
La castaña sonrió, hace algunos días el Minamoto le había pedido que cantase, pero no lo había hecho. Hoy si lo haría, ya que quería de alguna forma darle gracias por todo lo que había hecho por ella y luego de evaluar diferentes opciones: Salir, darle un obsequio, llevarlo a un concierto o una fiesta, descubrió que finalmente esto era un poco más "significativo"
~Horas atrás~
Damar observó atentamente su tablet, literalmente estresada, por más y más que buscaba parecía que no encontraba algo.
—¡Hey! ¿Por qué tienes esa cara?— Preguntó Mimi quién se encontraba frente a ella abrochando los botones de su chaleco.
La castaña alzó la vista— ¿Cara? ¿Qué cara?
—De pánico.— Respondió la castaña— Como si no supieras que hacer.
La menor hizo una mueca, la verdad es que estaba bastante estresada con lo que estaba buscando desde ayer.
—¿Estás estudiando o algo así?— Preguntó Mimi.
—No, no estoy estudiando, estoy buscando algo.
—¿Qué cosa?
—Un regalo.
—¿Un regalo?
—Para Kouji.— Respondió la oji-ámbar— Quiero darle un regalo.
—¿Regalo?— Preguntó Mimi sorprendida.
La castaña asintió— Si, porque quiero darle gracias por haber estado conmigo la semana pasada, por haberme llevado a esa cabaña, por estar conmigo en la clínica, por...—Suspiró— Bueno por todo lo que ha hecho en este tiempo. Pero no sé que regalarle.— Comentó la castaña— Me gustaría que fuera algo significativo, pero lo material generalmente no demuestra eso y pues, me estresa no saber que regalarle.
—Te estresas con facilidad hermana.
—Bueno, cuando le dabas regalos a Yamato ¿no te ponía nerviosa saber que darle?
Mimi no pudo evitar hacer memoria a todos aquellos aniversarios en las cuales se mortificaba pensando en que darle, uno de esos había sido ese llavero que se unía a la cadena que tenía Natsumi. Se mordió el labio inferior ante esto, lamentablemente ahora aunque le diera mil regalos al rubio no serían significativos para él.
Damar hizo una mueca al darse cuenta en que tal vez no fue buena su referencia en honor a todo lo que estaba pasando— Disculpa, no quise traerte recuerdos de Yamato.
—No te preocupes.— Respondió la oji-miel, ya debía comenzar a acostumbrarse que todo lo que habían vivido siempre estaría en su mente y siempre sería bueno recordarlo, aunque las cosas estuviesen dificiles, después de todo esos recuerdos le permitian mantener viva esa llama del amor que sentía todavía por él— Entiendo tu referencia y si, tienes razón, cuando escogía regalos para él me colocaba bastante nerviosa. Pero dime ¿has pensado en algo?
—En muchas cosas.— Musitó la menor— Conciertos, ir a comer, otro Iphone, pero nada me convence, como dije quiero que sea un regalo más significativo, en el cual él se sienta feliz y bien, así como yo me he sentido con él todo este tiempo.
La puerta de la habitación de Rika se abrió.
—Bueno si te basas en eso, todo lo que venga de ti para él siempre será significativo.— Musitó la pelirroja— Después de todo, cuando uno recibe algo de la persona que uno quiere siempre se sentirá feliz.
Damar y Mimi intercambiaron miradas sorprendidas, ese comentario era demasiado ¿sentimental? ¿profundo? Nunca lo hubiesen esperado de la pelirroja.
—Y tú sabes que Kouji tiene sentimientos por tí, así que sea lo que des, él lo valorará.
¡Vaya! Al parecer no era mentira lo que Damar le había comentado, pensó Mimi.
En verdad esa chica estaba cambiado por ese chico castaño de googles amarrillos.
—Rika tiene razón.— Musitó la mayor.
Damar dejó su tablet de lado y observó a su amiga— ¡Hasta que al fin sales! ¿E? Te llevamos esperando un buen rato para bajar a desayunar.
—Disculpa, pero necesitaba tomarme un tiempo.— Comentó Rika— Pero ya estoy lista.
—¡Al fin podremos bajar a comer!— Exclamó Damar antes de guardar su laptop en su mochila.
¿Comer?
Mimi alzó una ceja— ¡Un minuto! ¿Y si lo invitas a una cita? Romántica, donde cenen a la luz de la luna, en un restaurante.
Damar hizo una mueca— Disculpa Mimi pero eso suena un tanto cursi, eso es algo que un chico te haría a ti, no una chica a un chico, mucho menos como Kouji, ya que no tiene mucho que ver con él o conmigo.— Si algo la distinguía era lo cero cursi que era.
—Damar tiene razón, una cita romántica no es del estilo de Kouji, al contrario, creo que preferiría algo más simple, menos refinado.— Comentó Rika.
Buen punto.
Pensó Mimi.
—¿Y si lo invitas a un concierto?
—Eso suena bien.— Comentó Rika— Él y tú aman la misma banda.
—Lo pensé, pero no vienen hasta fin de año y no tengo tanto tiempo, quiero que sea algo para ahora.— Respondió Damar.
El silencio nuevamente se hizo presente en el cual cada quién pensaba en algo.
—¿Y por qué no le das una sorpresa ya sabes?— Rika pasó levemente sus manos por su cuerpo— Tu cuerpo sería un buen regalo. Generalmente los hombres les gusta ceder a los deseos carnales.
—¡Ay no!— Damar se sonrojó a más no poder y llevó sus manos a su rostro— Por favor no.
Rika siempre con sus comentarios.
Mimi ante esto no pudo evitar lanzar una sonrisa burlona— No te hagas la avergonzada, ni la santa niña virginal que no eres, muy bien que te gusta andar provocando con tu ropa.
—¡Mimi!— La oji-ambar exclamó ofendida. Una cosa era actuar así y otra era que se lo sacaran en cara, además ella le gustaba provocar al Minamoto, con los demás chicos del Internado jamás actuaría de esa forma.
—Concuerdo con lo que dice tu hermana.— Musitó Rika.
—Simplemente me visto como tú.— Damar le comentó a Mimi— Sigo el ejemplo de mi hermana mayor. Si yo me visto provocativa, es porque tú igual lo haces.
—No estamos hablando de mi, estamos hablando de ti.— Respondió la mayor— Y de tu regalo.
Damar hizo una mueca, en verdad no se le ocurría algo.
—Bueno si quieres que sea algo significativo pienso en algo que salga de lo profundo de tu corazón, como decía mamá.— Habló Mimi— ¿Lo recuerdas? Cuando ella quería expresar sus sentimientos siempre utilizaba...
—Su voz.— Damar completó la frase.
La oji-miel asintió.
Damar se mordió el labio inferior ante esto, el Minamoto hace unos días le había pedido cantar, pero se le había hecho difícil, ya que hace bastante no cantaba.
—Eso ¿por qué no le cantas?— Preguntó Rika— A Kouji, al igual que a todos, siempre le ha gustado tu voz.
—¿E?— Balbuceo— Lo haría, pe-pero hace mucho no hago eso en público.
—¿No?— Cuestionó la pelirroja— ¿Por qué?
—Porque me alejé de la música.— Respondió Damar.
Cantar la hacia sentir cerca de su madre y luego de haber probado su suerte en la música enviando una canción a una disquera se dió cuenta que la música no era lo suyo. Pero si era una forma de sentirse más cerca de Satoe siempre que cantara para sí misma.
Todo lo contrario a Mimi, quién sentía más cerca a su madre al compartir su talento con el mundo exterior, así como su madre amaba hacerlo.
—Bueno, ahora podrías hacer una excepción.— Habló la oji-miel— Y dedicarle una pequeña canción a Kouji.
~Actualidad~
Aclaró su garganta.
—Por favor, si desafino no se los comentes a Mimi.—Musitó.
El Minamoto ante esto no pudo evitar reír.
¿Iba enserio su comentario?
Damar simplemente suspiró, rogando al cielo en verdad hacerlo bien. Hace mucho no cantaba en frente de una persona que no fuera Takuya o Mimi.
Estoy contando los segundos para verte
Y es evidente que si viene de tu boca un beso me hace sonreír
De niña yo creía en un verano eterno
Pero ahora sé que el frío llega en el invierno
Como una excusa para estar cerquita
Tan cerca de ti
¿Cómo le enseño al corazón a no cansarse de esperar?
A que no pierda la cabeza
Mientras tus besos no regresan
Seguro el viernes volverá
Que no llegue el lunes otra vez
Y la semana empiece al revés
Porque el sábado y domingo
Solo los quiero contigo
Quiero que me invites a bailar
Bajo la Luna
Porque el sábado y domingo
Solo los quiero contigo
Quiero que ya llegue el viernes
Para vernos otra vez
para vernos otra vez.
Damar terminó de cantar y sonrió— ¿Y?— Alzó una ceja— ¿Te gustó?
¿Gustar?
Esa no era la palabra.
—Quería darte un regalo para agradecerte todo lo que has hecho por mi en este tiempo.— Habló la chica.
El Minamoto se acercó a ella en silencio, la verdad era que sentía muchas cosas, pero que no quería expresar en palabras.
—Sé que esto no es suficiente, porque no solo me has soportado, sino que me has dado de tu tiempo, me das apoyo, pero tú querías que te cantara y pues, a pesar de que no lo hago profesionalmente como tú espero que te haya gustado, aunque bueno si quieres algo material tan sólo dime y yo...— La castaña no pudo continuar hablando ya que el chico unió sus labios en un beso que no dudó en corresponder.
Con eso decía todo.
¿Se acuerdan de una canción que Yamato estaba escribiendo? Jijiji se une perfecto con esto último que escribió Mimi.
Jp sin duda va a aceptar cualquier locura por estar con Zoe ¿e?
Tenía planeado que este capítulo fuera más largo, pero lo dejé así nomás.
También si se dan cuenta siempre en mis capítulos coloco: Taichi iba a caminando tranquilo...y Catherine lo sigue, mucha descripción, pues creo hay escenas que les cortaré esas descripciones e iré directo al diálogo, porque detalles como eso provocan que se me vaya la inspiración, sin embargo en algunos casos importantes como momentos románticos si los colocaré.
+Respuesta a comentarios:
Adrit126: Jaja de nada, entiendo que la tuvieras jiji Si, Natsuko en parte no puede hacer nada ya que también hay otro tema con la empresa de los Ishida y es que están perdiendo dinero, pero ya veremos que ocurre. Si, es demasiado difícil, sobretodo en su caso porque Taichi ha sido su único hombre, su único novio, su primer todo, entonces ya veremos si logra superar esto. Takeru actúa por impulso, pero no es mal chico jiji Ojalá se dé cuenta del tema de Hikari, pero lamentablemente nuestra querida castaña va de mal en peor y habrán demasiado problemas como para que otros se den cuenta del suyo. Si, Mimi ahora pensará mejor las cosas, tendrá muchos planes, ojalá pueda ganar. Yamato también actúa por impulso, en esta historia se caracteriza por ser así, muy impulsivo, ya veremos que ocurre jiji Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un gran abrazo a la distancia.
