NA: Si, sé que hace rato no actualizaba, pero empecé otro semestre de Universidad y a pesar de llevar pocas semanas se vino muy intenso. He estado ¡Muy! (Resalto esta palabra) Estresada. Literalmente no tenía cabeza para escribir estaba N, N, N

Nada, nadita, nada.

Pero aquí estoy, espero que les guste. Contra viento y marea escribí.


Mimi se observó al espejo, llevó una mano a su rostro, tenía unas ojeras horribles causadas por estar tantos días durmiendo mal.

Suspiró.

El maquillaje era bueno, pero no hacia milagros, por más capaz que se colocaba no lograban ocultar su agotamiento.

Hizo una mueca.

Amaba estar presentable, pero a estas alturas ya nada le importaba.

Fue así que abrió la llave, lavó su rostro, luego lo secó con una toalla de papel y finalmente abrió la puerta para salir, al hacer esto se encontró con Sora, quién evidentemente recién estaba despertando y se encontraba en el sofá.

—Buenos días.— Saludó Mimi.

—Buenos días.— Respondió la pelirroja— Te levantaste temprano ¿e?

—Tú también.— Comentó la Tachikawa antes de sentarse sobre un sofá—¿Cómo te sientes?

—Mejor.— Respondió la pelirroja.

—¿Qué te dijo la matrona?

—Muchas cosas.— Contestó Sora— Confirmó mi embarazo y cuanto tiempo tengo.— Llevó sus manos a su vientre.

—¿A sí?— Preguntó Mimi sorprendida— ¿Cuantas semansa tienes?

—Ocho semanas apróximadamente.— Respondió la pelirroja— Corresponde a dos meses.

—Eso explica porque no se nota.— Comentó la castaña.

Una de las razones por las cuales sospechó de su embarazo fue el crecimiento de su vientre y una subida de peso sorprendente. En el caso de la pelirroja no se dio, porque tenía menos tiempo.

—¿Y sabes por qué quedaste embarazada a pesar de tener el método anticonceptivo en tu brazo?— Preguntó Mimi.

—Dijo que pudo haber sido una falla por vencimiento.— Sora hizo una mueca— De cada cien uno siempre falla. En pocas palabras, lo que sospechamos anteriormente.

Efectivamente fue parte de ese uno por ciento, en su minuto creyó que era una maldición, pero luego de analizar la situación y hablar con la matrona se dió cuenta que este era riesgo que siempre debía estar presente al tener relaciones, y también descubrió porque era importante que el hombre se cuidara.

—¿Y cómo estas con esto?— Preguntó Mimi— Digo ¿cómo te sientes al respecto?

—Ahora mucho mejor.— Respondió Sora— Luego de hablar contigo y Tomoko pude ver con mejor ojos la situación. Tienen razón al decir que este bebé no es culpable de venir al mundo.

Por unos minutos creyó que sí, pero finalmente llegó a la conclusión de que los únicos responsables de esto eran Taichi y ella.

—Y que debo cuidarlo.— Habló la pelirroja.

Mimi sonrió— Me alegra escuchar eso. Tu bebé merece lo mejor, después de todo es sangre de tu sangre.

—Y sangre de Taichi.— Musitó la pelirroja antes de bajar la mriada un tanto triste.

La Tachikawa hizo una mueca— Bueno, de eso tampoco es culpable.

—Lo sé.— Sora suspiró— Yo fui la idiota al involucrarme con alguien como él.

Por sus sentimientos le entregó todo a Taichi, lamentablemente no se dio cuenta a tiempo de lo infiel, idiota y califa que era.

Sin embargo, ahora debía ser madura y aceptar que él era el padre de esa criatura.

—Ahora mi hijo tendrá que pasar vergüenza al tener un padre como él.— Comentó la pelirroja.

La oji-miel hizo una mueca ante este comentario—Tal vez como novio no haya funcionado, pero como padre sea mejor.

—Lo dudo.— Comentó Sora— Tal vez en otro momento lo hubiese pensado, porque creía conocerlo, sin embargo ahora puedo esperar cualquier cosa de él.

La oji-miel hizo una mueca—Sora, entiendo que estés enojada con Taichi, pero desde ahora debes separar las cosas.

—¿Separar las cosas?— Preguntó la Takenouchi— ¿A qué te refieres?

—A tu relación de noviazgo con Taichi y la relación que ahora llevarán como padres.— Respondió Mimi— No es recomendable que mezcles las cosas, ya que tu hijo de una manera u otra siempre estará relacionado con él.

—Algo similar me dijo Hikari.— Comentó la pelirroja.

Y si, tenía razón, no debía mezclar las cosas, pero todo está muy reciente, es inevitable no hacerlo.

—¿Hikari?— Preguntó Mimi sorprendida.

—Si.— Respondió Sora.

La Tachikawa alzó las cejas sorprendida— ¿Le contaste a la hermana de Taichi?

La pelirroja asintió— Sentí que ella merecía saberlo y se lo dije.

—¿Y cómo reaccionó?

—Bastante bien.— Respondió la pelirroja— Lógicamente no lo esperaba, pero decirle la verdad fue lo mejor, ya que me dió su apoyo de una forma dulce y reconfortante.

Mimi sonrió— Me alegra escuchar eso.

Hikari era una buena chica, era de esperarse que apoyara a Sora.

—¿Y tú?— Preguntó la pelirroja— ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue ayer?

—Ayer me fue bastante bien.— Respondió la castaña— Por primera vez en mucho tiempo algo salió bien.— Comentó— Incluso estuve feliz y me sentí tranquila al hablar con Satomi, quién accedió a ayudarme, pero...

—¿Pero?

—Mi día se vió profundamente afectado por el padre de mi hija.— Comentó Mimi molesta.

—¿Yamato?— Sora alzó una ceja— ¿Por qué? ¿Cómo?

—Cuando venía al departamento me encontré con él y discutimos, como siempre el último tiempo.— Respondió la oji-miel.

—Que mal.— Musitó la pelirroja— ¿Qué te dijo?

—Muchas cosas.— Respondió la castaña— Que no me dejaron bien.— Llevó sus manos a rostro— Me amenazó con quitarme a Natsumi.

—¿Qué?— Preguntó Sora sorprendida.

—Lo que escuchaste, me amenazó con quitarme definitivamente a Natsumi.— Contestó la Tachikawa— Al igual que Alice quiere alejarme de ella.

—Debe estar loco.

—Si, lo está.— Mimi alzó su mirada— Pero está loco de resentimiento y rencor. Ya que hace todo esto para hacerme sufrir y lo está logrando.

—Me imagino, esto debe ser un golpe doloroso y triste, como ha sido toda esta situación desde que sabe la verdad.

—Si, es bastante doloroso.— Declaró Mimi enojada— Pero ahora ya no estoy triste, estoy completamente furiosa.

Tal vez no hizo las cosas bien, pero Yamato la amenazó con los más importante en su vida, Natsumi, su hija. Y al igual que Alice, no se lo perdonaría, ni tendría piedad.

Mucha paciencia estaba usando con ese chico, sin embargo, se le estaba agotando. Podía ser buena persona con aquellos que amaba, pero no era de fierro.

¡Toc, toc!

La puerta sonó.

Ambas amigas intercambiaron miradas.

—Voy a abrir.— Comentó Sora.

—No, no hagas esfuerzo, voy yo.— Musitó la Tachikawa antes de levantarse del sofá, caminó en dirección a la puerta, al llegar a ella la abrió y frente a ella pareció su amiga rubia de ojos rosa.

—Buenos días Mimi.

—Buenos días Nanami.— Respondió la oji-miel.

—Que bueno que estás despierta, te venía a buscar para desayunar.— Comentó la rubia— Ya sabes, no me gusta estar sola.

—Claro.— Contestó la Tachikawa— Aún no me visto, pero me cambio de ropa y vamos. Puedes esperarme dentro.

—Está bien.— Respondió Nanami.

—Ven, entra.

Fue así como la rubia ingresó en el lugar y se encontró con la pelirroja.

—Hola Sora.

—Hola Nanami.— Respondió la pelirroja— Buenos días.

Observó a su alrededor, las habitaciones tenían las puertas abiertas.

—¿Izumi no está?— Preguntó Nanami.

—No, no está.— Respondió Sora.

—Salió temprano.

La pelirroja negó— No salió temprano, simplemente no llegó.

—¿Qué?— Cuestionó la rubia— ¿No llegó?

—No.

—Que no te sorprenda Nanami.— Musitó Mimi— No quiere verme. Está enojada conmigo por todo lo que ocurrió.

—No solo contigo.— Habló la sobrina de Rumiko— Con tus hermanos también, sobre todo con Takuya finalmente terminaron la relación que ¡Al fin! lograron conformar.

—Izumi está enojada, por eso no le importó sus sentimientos, ni los de mi hermano.— Habló la Tachikawa.

—Si me di cuenta.— Comentó Nanami.

Era su momento de meter cizaña.

—Izumi no ha dicho cosas buenas de ti, ni de Takuya, mucho menos de Damar.— Musitó la rubia— Y el resto cree que tiene razón.

—¿El resto?—Preguntó la castaña— ¿A quién te refieres?

—A todos los que escuchan a Izumi.— Respondió Nanami.

—¿Cómo?— Preguntó Mimi— ¿Habla a nuestras espaldas?

La rubia hizo una mueca— Me gustaría decir que no, porque ella es mi amiga, no quiero traicionarla.— Suspiró— Pero sí, habla mal de ustedes a sus espaldas ¿acaso no la sabías?

—No.— Respondió la Tachikawa sorprendida.

—Yo tampoco.— Musitó Sora.

—Que mal.— Comentó Nanami.

Sin duda, ya no conocía quién rayos era su amiga, Mimi jamás pensó que Izumi comenzaría a hablar de ella a sus espaldas.

—Y no sólo ella, también Takeru.— Habló la rubia— No mencionaré a Yamato, porque es obvio. Pero incluso su hermano menor divulgó unos rumores horrible, según ellos, ustedes quieren alejarlos de Natsumi.

—Eso es mentira.— Reclamó Mimi— Pero no me sorprende, después del otro día que fueron al Hotel quedaron con esa impresión.

—Es lo que creen.— Comentó Nanami.

La Tachikawa apretó su puño y sus dientes, en verdad odiaba esa actitud de ellos. Si, tenían razones para enojarse, pero ¿por qué no hablar de frente?

—Es una lastima que todo este así. Y a la vez molesto, porque ustedes simplemente querían proteger a Nat, no alejarla de su padre, así como creen los Ishida.

—Pues si, no queríamos eso.— Musitó la Tachikawa— Lo que menos quise fue lastimarlos.— Siempre los consideró muy importantes en su vida— Pero no les importan mis explicaciones, su prioridad está en sus convicciones.

La rubia hizo una mueca— Disculpa que te lo diga, pero eres mi amiga y debo hacerlo, creo que los Ishida son muy hipócritas.

—¿Hipócritas?—Preguntó la castaña— No los definiría así ¿sabes?

—¿Por qué no?— Cuestionó Nanami— Izumi es el ejemplo de eso. No le interesó los sentimientos de tu hermano ¿no?

—Está enojada, no comparto su reacción, pero en cierto modo es entendible.

—Si, pero ¿No te parece que es hipócrita que los acuse de mentirosos cuando ella también ha cometido errores?— Musitó la rubia— Primero se involucró con Ryo por despecho hacia algo que Takuya no hizo y se lo ocultó, sin embargo, Mimi y tú siempre la apoyaron, esa realidad no cambió su amistad con ella. Luego engañó a su novio con su mejor amigo, no le interesó arruinar la amistad de Takuya y Kouji, en pocas palabras, también ha herido y engañado ¿Cómo es posible que se sienta con el derecho de criticar? Solo piensa en su dolor, eso es egoista.

Mimi hizo una mueca, Nanami tocó buenos puntos, sin embargo, ella no caería en el mismo juego de Yamato y sus hermanos, porque no le gustaba criticar a las personas, al contrario, no actuaría de la forma tan insolente que ellos actuaban.

Suspiró.

—Izumi ha cometido errores, no lo voy a negar, pero no puedo considerarlos peores. Jamás quise criticarla porque no fue sincera, no voy a entrar en detalles porque eso es pasado, no tiene sentido traerlo al presente. Y si, que nos acusé es algo normal, porque hicimos mal, criticar no es algo que no merece hacer, porque sí, nuestra mentira en cierto modo es criticable. Aún así, yo no caeré en ese juego.— Declaró Mimi— Tu dices que ella solo piensa en su dolor, menciones que es egoista al no pensar en los demás, sin embargo no me sorprende. Incluso quiero ponerme en su lugar y creo que también hubiera actuado de la misma forma, o tal vez no, pero tampoco pensaré en eso. Tal vez sí, en un momento pensé que es hipócrita, al criticarme, pero las personas hipócritas tienen la consciencia muerta y yo sé que en algún minuto pensará las cosas, no me sorprende que ahora no lo haga, pero ya llegará el momento en que caerá en la realidad.— Suspiró— Y para entonces, yo no quiero tener que arrepentirme por algo que diga o haga.— Por eso mismo, no caería en ese juego de enjuiciar sin más, aunque se lo merecieran.

La rubia hizo una mueca. Era evidente que la castaña estaba enojada, pero aún así guardaba sus opiniones en honor a todo lo que un día significaron los Ishida en su vida. Acto que no le sorprendía, pero que podría arruinar sus planes.

Los Tachikawa y los Ishida debían separarse a como diera lugar.

—En verdad tienes nobles sentimientos Mimi.— Comentó Nanami— En tu lugar no podría perdonar a Izumi. Sobre todo de la forma en que te ha tratado y no sólo a ti, si no que a todas las personas que sabían la verdad, Takuya, Damar, Taichi, entre otros.

—Yo me he salvado.— Sora hizo una mueca—No quiero imaginar cuál será la reacción cuando Izumi sepa que yo también sabía la verdad.

—¿No sabe?— Preguntó Nanami sorprendida.

La pelirroja negó— No, no sabe.

—¿Y no piensas decirle?— Cuestionó la rubia.

—No creo que sea necesario.— Respondió Mimi— Ya basta con que se enoje conmigo y mis hermanos, Sora no merece también sufrir por esto.

No, no lo merecía, mucho menos de todo lo que vivió en el último tiempo. Sin embargo, tal vez podría sacar algo a su favor.


Izumi hizo una mueca, luego de esa fiesta no regresó al Internado. Se quedó durmiendo la casa de sus padres junto a Natsuko, pésima idea, ya que esta no parecía prestarle atención. Desayunaba sin quitar la mirada de su móvil.

Hizo una mueca.

Observó el puesto de su padre, él se fue temprano a trabajar. Si, un día Sábado. Su vida se resumía en eso.

Bajó su mirada a su café y le dio un sorbo.

—¿Y bien?— La voz de Natsuko llamó su atención— ¿Te agradó la fiesta?

—Para nada.— Respondió la oji-verde.

—¿Por qué?

—Porque me obligaste a ir.— Contestó Izumi— Y luego insististe porque me acercara a Jp.

No le gustaba recordar aquello.

—¿No te gustó su beso?

—Claro que no.— Respondió la joven.

Natsuko hizo una mueca, no la culpaba, ese chico parecía un nerd, sin embargo, el dinero debía ocultar todo eso— Bueno, aunque no e haya gustado debes continuar con esto.

—Tengo la impresión que Jp se está dando cuenta de tus esfuerzos por acercarnos ¿sabes?

La oji-azul hizo una mueca—¿Por qué dices eso?

—Porque lo haces muy evidente.— Respondió la chica de ojos verdes.

—Bueno, tendrás que hacerle cambiar de opinión.— Comentó Natsuko— Ahora más que nunca estás cerca de él, ya lo besaste, de seguro por su cabeza deben estar armandose diferentes historias contigo.

—No lo sé, pero no me importa.— Habló Izumi— Ese beso me hizo sentir super mal.— Ese chico no merecía que lo engañaran de esta forma. Ella tenía experiencia lastimando a personas y cometiendo errores, no quería hacer más esto, porque prácticamente quedó como una zorra frente a todos.

—Tendrás que hacerlo, si no tu padre caerá en prisión.

—Deja de amenazarme con eso ¿si?— Musitó la oji-verde— ¿Sabes? Que él caiga en la carcel también arruinaría tu imagen.

—Si, pero no me dolería que ocurriera.

—Estoy clara en eso.— Respondió Izumi— Supongo que si te da el divorcio no demorarías en formalizar tu relación con el padre de Sora ¿no?

—Tiene dinero.— Comentó Natsuko— No se vería mal ante todos.

—Pero no te importaría lastimar los sentimientos de tu supuesta amiga, Yoshiko.— Hizo mención de la madre de Sora.

La oji-azul hizo una mueca— No te metas en mi vida, yo soy adulta, tú nno eres más que mi hija.

—Lamentablemente soy tu hija Natsuko Takaishi.— Decir "Ishida" sería participar en su mentira— Y crees que puedes manipularme, pero ¿sabes? Estoy cansada. Quiero a mi padre, pero no puedo hacer esto de jugar con ese chico por dinero.

No quería ver a Hiroaki detrás de rejas, a pesar de que su padre no le diera ni la hora, ella lo amaba. Incluso más que a Natsuko, por alguna razón ella jamás le demostró cariño como a Yamato y Takeru, al contrario, siempre pareció despreciarla. Pero, no podía seguir jugando con Junpei, a pesar de que este parecía estar a gusto con sus acercamientos, ella no podía jugar con sus sentimientos, en su vida ya cometió muchos errores, jugando con los sentimientos de otros, haciendo todo mal. No podía continuar con esto.

—Algunas veces hay que hacer sacrificios por el bien de uno.

—Yo no estoy haciendo esto por mi bien, lo estoy haciendo por ti.— Respondió Izumi— Y por mi padre.

—Y por tus hermanos también.— Contestó Natsuko.

—A mis hermanos no les importa el dinero.

—Ahora porque son adolescentes, pero ¿enserio crees que llegaran muy lejos siendo pobres?— Preguntó la oji-azul.

Izumi hizo una mueca— Bueno, prefiero ser pobre antes que seguir con este juego.

En su vida hizo miles de cosas mal, pero tal vez estaba a tiempo de remediarlas.

No quería estar con ese chico, porque su madre la estaba obligando y aunque parecía buen chico.

—Bueno, al parecer no te importa tu padre.— Comentó Natsuko— Si no te importa él, entonces piensa en esa niña que tanto defiendes, tu supuesta sobrina.— Declaró— Si no continuas con Junpei me encargaré personalmente de enviar a esa niña, supuesta hija de Yamato muy lejos de él.

—¿Qué? — Preguntó Izumi sorprendida— ¿Por qué tienes que involucrar a mi sobrina en esto?

—Porque no me dejas opción. — Respondió la oji-azul— Además, si no tenemos dinero ¿cómo Yamato sustentará a su hija?

—Aunque tengamos dinero ustedes no lo ayudarán. — Habló la rubia— Has dicho mil veces que desprecias a Natsumi.

Si, la despreciaba, por ser una hija ilegítima.

—Bueno, pero las cosas pueden cambiar si tú haces lo que yo te digo. — Contestó Natsuko.

—¿Cómo?

—Lo que escuchaste, pueden cambiar si haces lo que yo digo.— Respondió la adulta—En todos los sentidos y no lo digo solo por tu padre, si no que por tu hermano.

Izumi alzó una ceja sorprendida.

—Si continuas con ese chico prometo hacer todo lo humanamente posible para que Yamato esté con su hija.

—¿Qué?— Preguntó la oji-verde— ¿Ayudarás a Yamato?

Natsuko asintió— A recuperar a esa bastar...—Se detuvo— Digo, a Natsumi.

—¿Enserio?

—Si conteste.— Contestó la adulta— Pero sí no estás con él me encargaré de alejar a esa niña lo más lejos posible de ustedes.

—Eso último suena a una amenaza.

—Y lo es. — Respondió la señora Ishida—Si no haces lo que yo pido a cambio.

Izumi hizo una mueca— Pe-pero tú misma dijiste que no querías aceptar a Natsumi.

—Lo dije.— Contestó la oji-azul— Sin embargo, el dineor lo es todo para mí.

—¿Y tu familia?— Preguntó la oji-verde— ¿Eres capaz de simplemente no ayudar a Yamato a pesar de que él te necesita?

—No quiero ayudarlo, pero ya te dije, por dinero claro que lo haría.— Respondió Natsuko.

—Y de paso unirme a mi en eso.

—Deja de reclamar y acepta.— Contestó la oji-azul.

—Dices que ayudarás a Yamato, pero ¿cómo harás eso? Mimi es la madre y Natsumi ya tiene una madre adoptiva.

—Cuando me propongo algo siempre lo logro y tu lo sabes. Fácilmente podría obtener la tutela de esa niña y darsela a Yamato.— Respondió Natsuko— Pero claro, tú debes darme esto a cambio.

—Pe-pero...

—Deja de insistir y responde ¿lo harás si o no?

—¿Prometes que ayudarás a Yamato? — Preguntó Izumi.

—Lo prometo.

—¿Cómo puedo estar segura de que cumplirás? — Cuestionó la oji-verde. En realidad, no confiaba en su madre.

Natsuko frunció el ceño— Por primera y única vez deberías hacerlo.


Yamato se encontraba en su habitación observando melancolico su guitarra eléctrica sin poder creer lo que el día anterior ocurrió.

Su banda se disolvio. Si, todo se acabó, no había vuelta atrás. Su sueño de triunfar con la banda no sería posible.

Un sonido fuerte y extraño llamó su atención. Venía de la sala principal.

Fue así como se levantó de su cama, abrió su puerta y salió de su habitación encontrándose a Taichi, quién no tenía buen rostro, venía totalmente destrafalario.

—Yagami.— Lo llamó y se acercó a él, notó su olor, llevó una mano a su nariz.

—Yamato.— Taichi pronunció su nombre.

—¿De dónde vienes?— Preguntó el rubio— Con este olor...—Hizo una mueca— ¿Estuviste de fiesta? ¿no?

No llegó en toda la noche.

—No te interesa.— Respondió el castaño antes de caminar en dirección a un sofá para recostarse, sin embargo de su chaqueta cayó un cigarro usado de una hierba que Yamato reconoció bien.

—Taichi.— El rubio tomó este cigarro— ¿Esto es marihuana?

El castaño hizo una mueca.

—¿Estás drogado idiota?— Preguntó Yamato.

Taichi rodó los ojos— No me molestes.

El rubio hizo una mueca— ¿Cómo no hacerlo si estás en mitad de nuestro departamento consumiendo esas porquerias?

—Tú igual las consumiste una vez.

Otro más que le sacaba eso en cara.

Pensó el Ishida molesto.

—Las consumí en el pasado.— Respondió Yamato— Y dejé de hacerlo cuando me di cuenta que eran una basura.— Se cruzó de brazos— ¿Cómo puedes seguir consumiendolas luego de todo lo que has pasado por ellas?

—El burro hablando de orejas.— Musitó Taichi—Si no quieres que me meta en tu vida ¿por qué te metes en la mía?

El rubio rodó los ojos, evidentemente el Yagami no quería razones— ¿Sabes? No sé porqué rayos me preocupó por ti.— Musitó— Después de todo fuiste otro complice de...

—La mentira de Mimi.— Taichi terminó la frase— Si, lo sé, no tienes que repetirlo.

Cada vez que hablaban el Ishida se lo hacia saber. Miles de veces había intentado decirle la verdad y explicarle las cosas, pero a estas alturas ya estaba cansado y resignado a que Yamato jamás lo escucharía.

—Mucho menos en estos momentos, si consumo estas cosas es porque quiero olvidarme de todo los problemas que hay en este infierno llamado internado.— Musitó el Yagami molesto.

—Consumiendo esas cosas lograrás olvidar todo durante un momento, luego despertarás en la realidad cuando el efecto pase.— Habló el rubio— Y lo sabes.

—Bueno, eso es mi problema.

—Lo es, pero más grande será cuando se convierta en un vicio y no puedas salir de él.

—¿Y quién dijo que quiero dejar de consumir drogas?

—Tal vez ahora no, pero en algún minuto tal vez sí, como hace tres años.

—En ese minuto tenía razones para hacerlo.— Respondió Taichi— Ahora no, Hikari y Sora no están conmigo.

—Buen punto, no tienes razones para hacerlo, cuando las tenías las arruinaste.— Comentó Yamato— Perdiste todo por idiota.

Taichi rodó los ojos—Así como tú también estás perdiendo todo por tu terquedad al no querer escuchar a Mimi.

—No tengo que escuchar nada, ya me mintió.— Respondió el oji-azul— Y no tienes porqué traer eso a esta conversación, estamos hablando de ti, no de mi.

—Mimi no tiene la culpa de lo que pasó.

—Si la tiene.

—No la tiene.— Insistió Taichi.

Nunca quiso estar en contra de su amigo, al principio también se enojó, pero Mimi le confió su historia y si, tenía toda razón para cuidar a su hija.

—¿Por qué te pones de su lado?— Preguntó el rubio— Se suponía que yo era tu amigo.

Mimi también era su amiga. Sin embargo, había otra causa.

—Porque tuvo razones para hacer lo que hizo y a pesar de lo idiota que soy, me di el tiempo de escuchar y entender la situación.

—¿Y qué causa fue esa?— Preguntó el Ishida.

—Pues...

Taichi no pudo continuar hablando, ya que la puerta sonó.

¡Toc, toc!

La puerta sonó.

Ambos observaron la puerta.

El rubio hizo una mueca, en las condiciones que estaba Taichi, no era recomendable que él fura a abrir—Yo voy.— Fue así como se encaminó a la puerta y la abrió.

Frente a sus ojos apareció la inspectora Onodera.

—Buenos días joven Ishida.

—Buenos días.

—Siento molestarlo, pero llegó esto para usted.— Musitó la mujer rubia antes de entregarle un sobre.

—¿Qué es? ¿Y de quién?

—Ni idea, solo llegó.— Respondió la mujer—Permiso, me debo retirar.

Yamato asintió, fue así como cerró la puerta sin dejar de ver el sobre.

—¿Qué es eso?— Preguntó el Yagami.

—Ni idea.— Respondió el rubio antes de abrir el sobre y sacar las hojas de su interior, las cuáles observó.

¡Rayos! ¡Esto no era bueno!

Frunció el ceño molesto.


Hikari observó atentamente su móvil, en él había una foto suya junto a Sora, Taichi y Takeru en su cumpleaños hace tres años atrás.

Suspiró.

¿Por qué las cosas cambiaban con el paso del tiempo?

Ya nada era como antes.

Takeru y ella, a pesar de ser novios parecían estar más lejos que nunca, todo por culpa de sus celos causados por esa fracesa, quién para variar se encargó de separar a Taichi de Sora. Algo sumamente horrible y preocupante, ya que ahora más que nunca ambos debían estar juntos, tal vez no como pareja, pero sí como amigos para cuidar a su hijo.

Su hijo o hija ¡Vaya! Era extraño pensar que otro miembro llegaría a su familia a estas alturas.

¿Cómo hacer para guardar este secreto? Por un lado se sentía preocupada por las reacciones de sus padres, Taichi y sobretodo de la familia de Sora. Sin embargo, otra parte de su ser estaba feliz, pronto tendría un sobrino o sobrina, a quién consentiría y le daría todo su amor, independiente de lo que hicieran sus padres o su hermano. Ella siempre apoyaría a la Takenouchi.

Así como ella siempre la apoyo.


Kouji llevó una mano a su garganta e hizo una mueca, le ardía, al igual que ayer, pero esta vez el dolor era más insoportable, sentía sus mejillas ardiendo y sus oídos tapados.

Suspiró.

Al parecer tomó un resfrío.

Tenía frío. Llevó su mano derecha a su frente, estaba ardiendo en fiebre.

Esto no era bueno, no le gustaba sentirse débil. Ahora más que nunca, debía hablar con su hermano gemelo sobre Damar.

Si, el momento de la verdad llegó. No podía aplazar más esto, quería estar con Damar. No quería dañar a Koichi, pero sabía que ocultando esto lo dañaría más, y peor, lo haría ver como imbécil, cosa que no quería. Al menos no esta vez.

Aclaró su garganta.

Debía ser valiente.

Fue así que posó su mano en la manilla de la puerta, la abrió y salió de de su habitación. Justo se encontró con la habitación de su hermano que tenía la puerta abierta, dentro se encontraba Koichi quién guardaba cosas en su maleta.

—Buenos días Koichi.— Musitó el Minamoto y se percató que el tono de su voz estaba más ronco.

El Kimura ante esto se detuvo y alzó la mirada— Buenos días.— Observó a su hermano extrañado— ¿Qué le ocurrió a tu voz?

Kouji aclaró levemente su garganta— Me resfríe.

—Eso explica el color de tus mejillas.

¿Qué?

Kouji se observó en el reflejo de la ventana y recién se percató que estaba ruborizado a más no poder.

Hizo una mueca.

—Deberías ir al doctor.

—No creo que sea necesario es un simple resfriado.— Comentó el Minamoto.

—Si es una amigalitis necesitarás antibiótico y para eso necesitarás una receta médica.— Respondió Koichi.

—Estaré bien.

—Bueno, al menos deberías descansar.— Musitó el Kimura antes de acomodar una chaqueta sobre sus hombros.

Si, eso haría, pero no podía aplazar esta conversación.

—Koichi necesito hablar contigo.— Habló Kouji— ¿Tienes unos minutos?

—Disculpa hermano, pero justo iba saliendo.— Respondió Koichi— Mañana tengo mi viaje y debo comprar unas cosas, unos compañeros me están esperando.

El Minamoto hizo una mueca— ¿Y volverás pronto?

—No sé.— Contestó el mayor— Pero si quieres hablamos cuando vuelva.

Rayos, si lo aplazaba más no tendría el valor.

—¿Y no pueden esperarte unos minutos más?— Preguntó Kouji— Necesito hablar contigo.

—Mira, antes yo necesitaba hablar contigo y tú eras el ocupado.— Musitó Koichi— Lo siento hermano, pero luego hablamos ¿si?

Al parecer no podría insistir, su hermano estaba ocupado en su viaje.

—Está bien.— Respondió Kouji.

Koichi asintió— Entonces nos vemos luego.—Fue lo último que dijo antes de dirigirse a la puerta principal y salir del departamento dejando solo a su gemelo.

El Minamoto llevó una mano a su garganta, tosió intentando aclarar su garganta, pero fue imposible. Su garganta le ardía de una manera horrible.


Hikari salió de su habitación y se encontró con Damar, quién se encontraba leyendo un libro.

—Buenos días.— Saludó la Yagami.

—Buenos días.— Respondió la castaña (con mechones rubios) Sin despegar su mirada del libro— ¿Cómo amaneciste?

—Bien ¿y tú?

—Bien.— Contestó Damar y pasó de página.

—¿Qué haces?— Preguntó Hikari.

—Estoy intentando estudiar filosofía.— Respondió Damar— Y resalto la palabra intentando, ya sabes que en Filosofía no me va bien.

Hikari hizo una mueca. Takeru era excelente en esa materia, si estuvieran bien le pediría ayuda a él.

Movió la cabeza para sacar ese pensamiento de su cabeza.

—Rika ¿aún no despierta?— Preguntó Hikari. Fue como si la hubiese invocado, ya que la puerta de la habitación de esta se abrió y la pelirroja apareció frente a sus ojos.

—¡Hasta que al fin despertó la Julieta!— Damar hizo mención a la obra de Shakespeare.

Sin embargo, Rika en vez de responder molesta o con una broma, como generalmente lo hacia con su amiga, avanzó en dirección al baño, abrió la puerta, se miró en el espejo, abrió la llave y ¡Splash! Lavó su rostro.

—Al parecer alguien no durmió bien.—Comentó Hikari.

—Ya ni saludas, Rika Nonaka.— Damar le gritó a la pelirroja.

La nombrada hizo una mueca y secó su rostro con una toalla de papel— Lo siento, no estoy en mis cinco sentidos.

—¿No?— Musitaron Damar e Hikari sorprendidas.

Rika se encaminó a un sofá para quedar frente a sus amigas.

—¿Acaso tu cita de ayer te dejó conmocionada?— Preguntó Hikari de manera inocente, lo que provocó que la Nonaka se sonrojara a más no poder.

—¿E? Y-yo...—Balbuceo Rika— M-mi cita, y-yo...— Aclaró su garganta y bajó su mirada—Necesito que hablar con alguien de esto.— Musitó nerviosa— Necesito consejo, aliento, no sé...

Damar e Hikari intercambiaron miradas ante el evidente nerviosismo de la pelirroja.

—¿Qué ocurrió Rika?— Preguntó la Tachikawa.

La Nonaka suspiró— Algo que jamás pensé que me ocurriría.

Damar e Hikari intercambiaron miradas.

Rika respiró profundo para armarse de valor.

—Ayer Takato y yo salimos.— La Nonaka comenzó a relatar los hechos— Tuvimos una especie de picnic improvisado, pero bastante agradable.

—¿Picnic?— Preguntó Damar.

—Si, un picnic.— Respondió la pelirroja— Cursi ¿no?

—Bastante.— Contestó la Tachikawa.

—A mi me parece romántico.— Comentó Hikari— Aunque un tanto impropio de ti, Rika.

—Al principio lo trate de loco a Takato.— Musitó la pelirroja.

—Eso si, suena propio de ti.— Musitó la Yagami.

Rika no supo si reír, regañar o simplemente asentir.

—Bien, continua.— Comentó Damar.

La pelirroja aclaró su garganta— Bien...—Se dispuso a continuar— Fue así que ambos estuvimos juntos hablando, riendo, comiendo y en un minuto ambos...—Se ruborizó al recordar el momento—Nos comenzamos a besar, al principio fue un beso suave, agradable, pero...

—¿Pero?

—Con el paso de los minutos se hizo más intenso y apasionado.— Habló Rika— Ni cuenta me di cuando sus manos se aventuraron en cintura, cuando caímos de espaldas o cuando él quedó sobre mí mientras nos besabamos.—Llevó sus manos a su rostro completamente apenada.

La impresión en el rostro de sus amigas fue evidente.

—¿Y eso que tiene de malo?— Preguntó la Tachikawa, ya sabía la respuesta, pero sería divertido molestar a la pelirroja.

—¿Acaso no es obvio?— Cuestionó Rika— Nunca me sentí tan...

—¿Tan?— Preguntó la Yagami.

—Carnal.

—¿Carnal?— Cuestionó Damar— ¿Por subir un poco la temperatura?

—¡No te burles de mí!— Exigió la Nonaka completamente ruborizada.

Damar simplemente rió, Rika se sentía mal, prácticamente pecadora por esto. Lo que era curioso, ya que en base a esa clasifición, ella estaría quemandose en el infierno.

—¿No es agradable que te molesten por aquello? ¿E?— Musitó Hikari.

—¿Tú también?— Preguntó Rika sorprendida.

Hikari rió, jamás le gustó burlarse de los demás, sabía que esta situación debía ser nueva e incómoda para la Nonaka, pero era inevitable devolverle a Rika todas las situaciones incómodas que la hizo vivir con Takeru.

Tanto la Tachikawa como la Yagami rieron.

—Hey, no se burlen, esto es enserio.— Musitó la Nonaka, pero continuaron riendo.

Suspiró.

—Mejor no les hubiera dicho nada.— Abrazó sus rodillas.

—Disculpa Rika, pero es inevitable reir.— Comentó Hikari— Tantas veces te burlaste de Takeru y de mi por esa situación.

—Y ahora quieres vengarte porque siento lo mismo que ustedes ¿no?— Rika completó la frase.

La Yagami asintió.

—Bueno, esta vez no estoy bromeando, es algo completamente serio.— Musitó la hija de Rumiko molesta.

—Tranquila, Rika esto es algo común.— Comentó Damar.

—¿Común?— Preguntó la pelirroja— Común para chicas hormonales como ustedes, no para mí.

Damar rodó los ojos—No somos hormonales. Somos humanas, es natural tener ese tipo de sentimientos.

—¿Natural? Para mí no lo es.— Respondió Rika— Me siento incómoda y extraña.

—Es normal que te sientas así.— Comentó la castaña.

—Si, pero yo no quiero sentirme así.— Habló la pelirroja— No quiero tener estas sensaciones, yo jamás pensé en pasar a algo más.

—Entiendo.— Musitó Damar— Y no te critico con eso.

Algunos creían que querer evitar aquella situación era algo malo. Continuar siendo virgen era causa de críticas para muchos. Pero para ella jamás fue motivo de crítica. Al contrario, cada quién era responsable de su propio cuerpo y salud emocional.

—Tú sabes que yo...—La Nonaka bajó la mirada— No he tenido buenas experiencias con chicos.

—Ustedes saben que jamás fui una chica que pensara en tener novio, mucho menos a alguien con quién salir de esta forma o pasar a…—Un sonrojo se hizo presente en sus mejillas y rápidamente cubrió sus ojos— A esto.

Damar e Hikari intercambiaron miradas, era difícil de creer que Rika estuviera viviendo aquella situación, pero era de esperarse que este día llegaría, después de todo era una persona de carne y hueso, con sentimientos, gustos, además, muy bella. La ropa no era un detalle para ella, porque aún con esos jeans anchos se veía excelente, llamando la atención de cualquier chico que le rodease.

—Quizás nunca lo pensaste. — Musitó la Yagami.

—Pero es algo completamente normal. — Habló Damar— Estas situaciones se dan por simple naturaleza, eres humana después de todo, estás en una etapa que generalmente se viven estas sensaciones.

—No debes sentirte mal. — Hikari posó su mano en su hombro derecho.

—Me es imposible. — Comentó Rika— A Takato lo veo como un chico inocente, dulce, diferente a los demás chicos de este internado que piensan en solo llevar mujeres a su cama. — Suspiró— Quizás con esta actitud mi imagen quedó mal ante él y eso no me gusta porque recién la estaba mejorando.

No sabía si era peor quedar como drogadicta o como dama de compañía.

—No digas eso. — Exclamó Hikari— ¿No dijiste que Takato no entendió tu actitud?

—Es obvio que ni cuenta se dio que era un momento pasional. — Comentó Damar— Tal vez se dejó llevar sin otra intención.

—Bu-bueno, en el momento no se dio cuenta, pero ¿y si ahora si se dio cuenta? Si luego de despedirnos torpemente supo la razón porque estaba así. — Musitó Rika.

—Lo hombres generalmente no se dan cuenta de eso. — Habló la Tachikawa— Y si así fuera, no debes sentirte mal, después de todo, él también se dejó llevar.

—Eso es peor.— Comentó Rika— Porque puede pensar cosas peores.— Jamás hablaron de ese tema, pero ¿y si él ya tuvo relaciones? ¿O si esperaba dar ese paso con ella?— No podré mirar a Takato luego de esto.

—Fueron unos besos Rika, nada más. — Habló Damar.

—Tiene razón, nos pasaron a mayores.— Musitó Hikari— Debes estar tranquila porque el que nada hace nada teme y eso ocurrió entre ustedes, nada más pasó.

—Aún así, es mucho para mi. — Comentó la pelirroja.

Eso era verdad, en comparación a lo poco enamoradiza y pasional que era Rika. Esto era un paso gigante.

—No quiero salir del departamento. — Musitó Rika abrazando un cojín del sofá.

Damar negó— Como quieras. — Comentó antes de caminar en dirección a su habitación.

—Por experiencia te digo que no te estreses pensando en eso.— Musitó Hikari— No seas como Takeru y yo que por mucho pensar, solo logramos hacer más incómoda la situación.


Mientras tanto.

Tomoko y Rumiko se encontraban en la entrada del edificio recibiendo a un chico bastante guapo, sin rasgos asiáticos, piel pálida, ojos azules y cabello rubio.

—¡Hasta que al fin nos conocemos joven Michael Barton!— Exclamó Rumiko.

—Bienvenido al internado Billonario de Odaiba.— Habló Tomoko.

—Muchas gracias. Es un gusto estar aquí.— El rubio pasó su mirada por el lugar, muchas veces escuchó a personas hablar de ese Internado, jamás le pareció interesante hasta ahora. Era bastante lujoso y elegante, a pesar de ser para estudiantes— Gracias por recibirme un Sábado.

—No nos agradezcas, es nuestro deber.— Respondió la madre de los gemelos.

Rumiko hizo una mueca, agradable era para Tomoko, en cambio para ella no lo era, después de todo tuvo que posponer su viaje.

—¿Recibieron mis pertenencias?— Preguntó el rubio.

La mujer Kimura asintió— Si, todo ya está en tu respectivo departamento.

—Pero antes de ir a él debes pasar a mi oficina a firmar unos papeles.— Comentó esta vez Rumiko.

Michael asintió.

—Ven, entra.— Rumiko abrió la puerta de su oficina.

Fue así como ambos ingresaron.

—Disculpen, Damar, Mimi y Takuya Tachikawa ¿están en este Internado verdad?— Preguntó el rubio.

—¿Los conoces?

Michael asintió— Somos amigos hace un tiempo.

Tomoko y Rumiko intercambiaron miradas, eso era un buen detalle. Se suponía que siempre que llegaba alguien nuevo, alguien le daba un tour, si conocía a los Tachikawa sería más fácil que se adapte.


Takeru observó la ventana ¿Qué había de interesante en ella? Nada, pero estaba tan pérdido en sus pensamientos que la terminó admirando más de lo necesario en un silencio que no se irrumpió hasta que Takato salió de su habitación.

—Buenos días.

—Buenos días.— Respondió Takeru sin interés.

Al parecer son muy buenos.— Pensó Takato ante la expresión el rubio— Hey ¿ya bajaste a desayunar?

El oji-azul negó.

—¿Te parece si le pregunto a las chicas si ya bajaron para desayunar juntos?— Preguntó Takato.

Takeru hizo una mueca— No gracias.

El castaño alzó una ceja— ¿No quieres bajar a desayunar?

—Si quiero.— Respondió el rubio.

—Entonces ¿por qué dices que no?

—Porque no quiero ver a las chicas.— Takeru bajó la mirada.

—Ups, disculpa...—Takato recién cayó en la cuenta— Ellas de seguro están con Damar y debí recordar que las cosas no están bien entre sus familias.

—¿E?— Takeru balbuceo— Si, no estamos bien, pero no es por ella.

Takato alzó una ceja— ¿No? Entonces ¿ocurrió algo con Rika?

—Con esa cabeza de Pitahaya nunca hay problemas.— Comentó Tk— El problema es...—Suspiró— Con Hikari.

—¿Con tu novia?

—Pensé que las cosas estaban bien.— Comentó Takato— Luego de que discutieron porque descubriste que ella sabía la verdad de los Tachikawa.

—Y solucionamos ese problema.

—Entonces ¿por qué no quieres verla?

—Porque tuvimos otro problema.— Respondió el rubio—Tal vez, mi enojo con los Tachikawa influyó levemente, pero no se relacionan entre sí.— Musitó Takeru— Al diferencia de lo que ocurrió entre Taichi, Sora y Catherine.

—¿Te refieres a su infidelidad?— Cuestionó el castaño.

Takeru asintió.

—¿Qué tiene que ver ese tema con ustedes?

El rubio suspiró— Ya te he contado que Hikari siempre ha tenido problemas con Catherine, siempre se ha sentido insegura con su presencia, lamentablemente ambas no tienen buena relación y cuando Catherine llegó los problemas comenzaron entre nosotros porque lamentablemente no se ha empeñado en respetar mi relación con Hikari, como ya sabes, Catherine me besó contra mi voluntad, le dejé todo claro a ella, diciendole que quería a mi novia para darle seguridad. Sin embargo, esto se intensificó a más no poder con la infidelidad de Taichi.

—¿Por qué?— Preguntó Takato— Eso no debería afectar su relación.

—No, pero lo hace, Hikari ahora más que nunca está temerosa.

—Algo entendible si esa chica logra tantas inseguridades en ella.

—Si, pero...—Takeru suspiró— Eso no significa que me agrade esta situación, al contrario.—Comentó—Siento que Hikari desconfía de mi.— Respondió el rubio— Y me molesta mucho, porque ella dice estar celosa de Catherine y desconfiar de ella, pero ¿acaso yo no lo he dado razones suficientes para que confie en mi?— Tragó saliva— Siempre estoy a su lado, intento que se sienta segura con mi compañía, le hago saber que la amo, más que a otra chica en esta vida, pero ella...—Suspiró— Prefiere hacerle caso a sus celos y desconfía de mi, cuando yo confío en ella antes que todo.

Takato hizo una mueca ante esto— No creo que desconfie de ti, tal vez es solo un mal momento que está pasando.

—No es un simple momento, porque ha durado muchos años, simplemente que la ausencia de Catherine lo escondía, sin embargo ahora se hace presente y no me agrada en lo más mínimo.— Comentó Takeru.

Era una situación difícil, sin duda, los celos no siempre eran buenos en una relación. Él lo sabía.

Sin embargo, no sabía como aconsejar a Takeru, después de todo recién los estaba conociendo no sabía muy bien como funcionaba su relación.

Solo una solución se venía a su mente.

—Yo creo que lo mejor será que hables con ella y le digas como te sientes.— Musitó Takato.

—No creo que lo solucione.

—No del todo, pero sí en parte.— Comentó el castaño— Tal vez de manera inconsciente te hace sentir así, pero no es su intención y necesita que alguien se lo haga saber.

Si, algo así le aconsejó Izumi, pero se le hacia difícil. Sin embargo, sentía que si lo hacia provocaría un quiebre entre ellos, uno que tal vez ahora se daba de manera fácil de disimular.

Sin embargo, sabía que hablando solucionaría mejor las cosas que enfadandose.


Nene salió de su habitación no muy presentable, al contrario, su cabello estaba desordenado y aún continuaba en pijama.

—Buenos días.— Saludó su francesa amiga.

—No son buenos.— Respondió la castaña molesta.

—Por la expresión de tu cara pareciera que no.— Comentó Catherine.

Nene suspiró, generalmente le gustaba lucir bien, pero en estos momentos tenía interés de arreglarse.

—¿Qué te ocurrió?— Preguntó la rubia— Es como si no hubieras dormido anoche.

—Si dormí.— Respondió la castaña.

—Entonces ¿por qué despiertas de malas?

Nene suspiró— Porque desperté y recordé el mal día que tuve ayer.

—¿Mal día?— Preguntó la rubia— ¿Por qué tuviste un mal día?

—Porque discutí con Mimi.— Respondió la chica de ojos morados— Mejor dicho, ella discutió conmigo, porque por más que intenté ser pacífica no logré nada.

Catherine alzó una ceja— ¿Por qué discutieron?

—Por los rumores que se diqvulgaron de ella y las publicaciones que se hicieron con respecto a su relación con Yamato.— Contestó Nene— Según ella, yo fui la culpable de todo.

¡Rayos! Catherine se mordió el labio inferior, ella sabía quién fue la culpable.

—¿Puedes creerlo? Cuando no hago algo, me culpan.— Comentó la castaña.

—Pe-pero ¿por qué haría eso?— Preguntó Catherine.

—No me resulta difícil saber la razón.— Musitó Nene— Luego de todo lo que ha ocurrido, después de todo lo que provoqué, lamentablemente, soy sospechosa.

—Pero tú no lo hiciste.

—Si, pero ella cree que sí.— Respondió la castaña— Y me es inevitable sentirme culpable.

—¿Culpable?— Cuestionó la rubia— ¿Por qué? No lo hiciste.

—Si, no lo hice, pero Mimi tiene razón, yo fui quién le dijo ese secreto delicado a Ryo para que lo dijese en la fiesta.— Habló Nene y bajó la mirada.

Para su mala suerte, Mimi tenía razones válidas para desconfiar de ella.

—En gran medida soy culpable de esto que le está ocurriendo.

—¿Culpable?— Preguntó Catherine— La principal culpable es ella, después de todo ella le mintió a su novio, escondió a su hija y la quiso abortar.

—Soy culpable, porque jamás debí hablar de algo tan delicado como eso.— Respondió Nene— Estaba tan cegada, que no me di cuenta de la gravedad de la situación. No me correspondía a mi, ni a Ryo decirle eso a Yamato.

—Bueno, pero ya fue.— Contestó la rubia— No puedes hacer algo para cambiar el pasado.

—Lamentablemente.— Musitó la castaña.

Catherine hizo una mueca, en verdad no entendía a Nene ¡Al fin logró su objetivo! ¿Por qué se arrepentía?

—En vez de estar lamentándote por las acusaciones de Mimi, deberías aprovechar esta oportunidad que tienes para volver con Takuya. Él ahora está lejos de Izumi.

Nene hizo una mueca— ¿Aprovechar?— Cuestionó— No puedo hacer eso.

—¿Por qué no?— Preguntó Catherine— Tú luchaste para estar con Takuya, ahora lograste tu ojetivo, él está libre para ti ahora.

—No está con Izumi, pero eso no significa que regresará a mis brazos.— Respondió la oji-morada—Ya me lo dejó en claro y yo no quiero insistir más.

—¿Por qué no?— Cuestionó la rubia— Deberías intentarlo, es de seguro que él regresará contigo.

—No quiero hacerlo. — Nene bajó la mirada— Él ya me dejó bien en claro que no quiere estar conmigo y lo entiendo.

~Días atrás~

—Y eso me dijo Takuya.— Musitó Nene—¡Me comparó con nuestra madre! — Volteo hacia su hermano— ¿Puedes creerlo? ¡Con nuestra madre! Cuando yo simplemente hice esto por recuperar su amor y su cariño.

—Revelando un secreto que no te correspondía.— Respondió el rubio.

—¡En la guerra y en el amor todo se vale!— Exclamó la castaña— Sé que no fue la mejor, pero necesitaba que Izumi y él se alejaran.

—En este caso no era válido que involucraras un secreto de su hermana.

—¡Claro que sí!

—Claro que no.

—¿De qué lado te vas a poner Yuu Amano?— Gritó la chica de ojos morados— ¿Acaso le darás la razón a él, antes que a mi? Que soy tu hermana.

—No es eso Nene.— Musitó Yuu.

—Entonces ¿qué es?— Preguntó la castaña— Con tus palabras solo le das la razón a él.

—Tal vez lo esté haciendo, pero no es porque quiera hacerte sentir mal o contradecirte.— Respondió el rubio.

—Pues a mi me parece que sí.

Yuu hizo una mueca y suspiró.

Nene parecía no querer entender la situación.

—Hermana ¿acaso no lo estás viendo?

—¿Ver qué?— Preguntó la castaña.

—Como estás actuando.— Se acercó a ella y la tomó de los hombros— Disculpa que te lo diga hermana, pero no me sorprende que te considere una persona similar a ella.

¿Qué?

La castaña frunció el ceño— ¿Por qué dices eso?

—No quiero hacerte sentir mal. — Se apresuró a decir el rubio— Pero, tu comportamiento es demasiado obsesivo con él, insistes, lo besas casi obligado, lo persigues, invades su espacio personal sin permiso, eso es ser obsesiva, tóxica, incluso masoquista.— Hizo una mueca— Muy masoquista, porque él no te trata bien, sin embargo tú continuas insistiendo y eso no es bueno, al contrario, se parece a la forma en que mamá actua con sus novios. Insistiendo a más no poder.

Nene en silencio analizó todas las palabras de su hermano. Una parte de ella quería cortar esa conversación, sin embargo otra parte recordaba a su madre ante las descripciones que su hermano le estaba dando. Efectivamente ella estaba actuando de esa manera tan similar a su antecesora.

—Yuu, yo jamás quise ser igual a nuestra madre, simplemente quise estar con Takuya, porque lo quiero...

—Eso no es amor.— Respondió Yuu—Simplemente quieres recuperar lo que perdiste, pero no es bueno. Tal vez, en otro momento te hayas enamorado de él por todo lo que hizo y significo para ti cuando eran novios. Pero recuerda que tú cometiste el error al engañarlo, lamentablemente no lo apreciaste en su momento y ahora es tarde. — Declaró— Lo que pasó, ya está en el pasado y él no quiere amarte, y tú no puedes obligarlo. — Suspiró— Recuerda que eso fue lo que hizo y todavía hace mamá. Intenta obligar a que papá…

—La continuara amando. —Nene terminó la frase.

—Exacto.— Contestó el rubio.

La castaña se mordió el labio inferior y bajó la mirada ante esto.

Jamás lo vió de esa manera.

—Disculpame hermana si no te lo hice ver antes.

~Actualidad~

—Tal vez nadie me crea, pero no volveré a ser la chica tóxica y obsesiva que fui.— Comentó Nene— Dejaré ir a Takuya y no solo por él, si no que también por mí, si yo me apreció, nadie lo hará.— No quería ser una copia de su madre, quién no se amaba a ella misma, al contrario, con su actitud demostraba la baja autoestima que tenía.

Catherine hizo una mueca, la actitud de Nene estaba siendo bastante débil, no le agradaba. Por unos minutos pensó en decirle que Nanami y ella fueron las protagonistas de estas hazañas, pero mejor seria callar. Al menos un tiempo hasta que Nene se diera cuenta de lo mal que estaba.


mariacredenza02: Hola. Si, fue un golpe super duro para Yamato, ya que su vida en un tiempo giraba entorno a ella, pero está tratando muy mal a todos y eso no está bien, puedes pasar miles de tristezas, pero nada le da derecho a alguien de tratar mal a otro (Por mucho que el otro se lo merezca) Como dices, ojalá recapacite, sería interesante que Kouji lo golpeara, pero dudo que lo haga, es muy pacífico en esta historia, salvo que pase a insultar a alguien de su circulo cercano Jsjsjsj De a poco se apiadan de Nene, eso es bueno jijiji Si, la culparon por lógicamente, ya veremos si logra descubrir algo. Como todo adolescente, llegó el momento de crecer de Takato y Rika, sin embargo ya veremos si logran pasar a más o no jajaja Kouji y Damar están en la mejor etapa de su relación, viviendo su amor, ojalá dure. Lamentablemente, a Izumi no le queda de otra, Natsuko la amenazó con su padre y Zoe ama a su padre por sobre todas las cosas. Yamato ya no tiene vuelta, esta siendo idiota, ya veremos si logra salir de eso, aunque lo dudo jsjsjs quise darle un toque de tensión sexual a ambos jiji Espero que te haya gustado este capítulo. Ojalá sigas leyendo y comentando.

milrose: Si, la paciencia se está acabando para Mimi y su dulzura con ello. Todos besaríamos a Yamato jaja Si, ojalá en algún momento puedan hablar. Nene tendrá que hacer un gran trabajo para limpiar su imagen, ya veremos si logra descubrir a Nanami y de paso ganarse la confianza de los Tachikawa jsjsjs Si, Damar y Kouji son hermosos como pareja y graciosos, tienen su toque en diferentes momentos. Si es primera vez que Rika se deja llevar, sin embargo en la primera temporada Henry menciona algo de Rika que deben tener en cuenta. Ya veremos que ocurre con Izumi y Junpei, lamentablemente este último es un tanto despistado y soñador, la rubia ya tiene experiencia sabe enamorar a los chicos Jijiji muchas gracias por tu saludo de cumpleaños. Espero que te haya gustado este capítulo. Ojalá sigas leyendo y comentando.