REVENGE
~Capítulo 15~
Haruna, mejor dicho, Mimi, se congeló ante la cercanía y palabras de Yamato sin poder reaccionar exactamente a lo que estaba pasando. Simplemente se perdió en el azul de sus ojos, como si buscara verdad en ellos. Como siempre hacia cuando le mencionaba a "Mimi Tachikawa" No tenía sentido ¿por qué a estas alturas de su vida la mencionaba?
La distancia entre ellos era corta, los corazones de ambos latían a mil.
Literalmente, ambos se perdieron en los ojos del otro, como si buscaran respuesta en ellos.
Era una sensación única entre Yamato y Haruna
La atmósfera estaba cargada de una energía que parecía palpitar entre ellos, como si el tiempo se hubiera detenido para dar paso a este momento de conexión intensa. Haruna, conocida como Mimi en otro tiempo, se sentía atrapada entre la confusión y la emoción que fluía a través de ella. La mención de su antiguo nombre la transportaba a un pasado que creía haber dejado atrás, pero que de repente se veía frente a ella, vivo y latente en las palabras de Yamato.
Yamato, por su parte, sentía un torbellino de emociones al ver la reacción de Haruna. Había mencionado el nombre "Mimi Tachikawa" casi sin pensar, pero ahora se daba cuenta de la profundidad de su significado. Había desenterrado algo que estaba enterrado en lo más profundo de sus recuerdos compartidos.
En ese silencio tenso, los dos se miraban, como si estuvieran buscando respuestas en los ojos del otro. Había algo mágico en esa conexión, algo que iba más allá de las palabras. Podían sentir la presencia del otro como una fuerza tangible que los envolvía, atrayéndolos aún más cerca.
La cercanía entre ellos era casi palpable, y los latidos de sus corazones parecían sincronizarse en un ritmo frenético. Cada mirada, cada gesto, era cargado de significado, como si estuvieran comunicándose a un nivel más profundo que el simple lenguaje verbal.
En ese momento, Haruna y Yamato se encontraban en un espacio propio, donde solo existían ellos dos y la intensidad de sus sentimientos. Era una sensación única, una conexión que trascendía el tiempo y el espacio, y que los envolvía en un abrazo invisible pero poderoso.
Yamato de manera, casi inconsciente, se acercó a la mujer. Por alguna razón, quería acortar la distancia, algo dentro de él gritaba por estar cerca de ella...¡Pero!
¡Bip, bip!
El sonido del móvil del rubio interrumpió aquel momento.
Yamato se sobresaltó ligeramente ante el sonido repentino de su teléfono móvil, rompiendo el hechizo del momento compartido con Haruna. Un suspiro escapó de sus labios mientras sacaba el dispositivo de su bolsillo y lo miraba con resignación.
—L-lo siento.— murmuró, sintiendo la urgencia de disculparse por interrumpir ese momento tan especial. Levantó la mirada hacia Haruna, encontrando en sus ojos una mezcla de sorpresa y comprensión.
—No se preocupe.— Respondió la castaña.
El rubio sacó su móvil y se sorprendió al ver el nombre de su hermano.
"Takeru"
—Permiso, debo contestar.
Haruna asintió.
Fue así como, Yamato se alejó unos pasos y se dispuso a contestar.
—¿Hola?
Unos segundos de silencio se hicieron presente mientras Yamato escuchaba.
—¿Qué?
Haruna se sorprendió al ver el rostro de Yamato cambiar a sorpresa.
—¿Takeru fue apuñalado?
Takuya llegó corriendo al hospital, venía completamente sudado, con sus amigos luego de ensayar fueron a una cancha a jugar fútbol con algunos amigos del barrio. Un partido simple, solo por diversión, ya que querían divertirse un poco. Sin embargo, su juego se vio interrumpido cuando, al hacer un descanso, escuchó su móvil sonar: Era Hikari, quien no paraba de llorar, parecía desesperada y le contó lo que había pasado.
Por lo tanto, sin ninguna explicación, salió corriendo del lugar en dirección al lugar donde Takeru sería llevado.
Sí, su apariencia no era muy presentable, cuando llegó a la entrada lo observaron de pie a cabeza, porque toda la gente que estaba aquí parecía ser elegante y de buen status.
Fue así como luego de llegar a la sala de urgencias encontró a su prima, Hikari, en un rincón sentada sobre una silla llorando a mares.
—Hikari.
La castaña al escuchar su nombre alzó la mirada— Takuya.
El chico se acercó a ella— Prima ¿qué sucedió?— Preguntó preocupado y tomó su mano.
Hikari respiró agitadamente— Primo...—Extendió sus brazos y abrazó a Takuya.
Takuya rápidamente le correspondió— Hikari, dime ¿qué sucedió?— Nuevamente preguntó— ¿Por qué me llamaste tan preocupada? ¿por qué lloras?
—Ta-takeru...—Intentó pronunciar el nombre del rubio.
—¿Takeru?— Preguntó el moreno— ¿Qué sucedió con él?
—U-un...—Hikari tragó salida— Un hombre se intentó sobrepasar conmigo, Takeru intentó protegerme, pero él sacó un cuchillo y lo apuñaló.— Habló entre lágrimas.
—¿Qué?— Cuestionó el chico— ¿Lo apuñaló con el cuchillo?
Hikari asintió— ¡Sí! Y Takeru comenzó a sangrar mucho, sin parar. Estoy desesperada...—Declaró— Tengo miedo de que algo le suceda.
Takuya nuevamente abrazó a su prima— Tranquila, tranquila, todo estará bien.
—N-no...—Contestó la castaña— Takeru comenzó a sangrar mucho, dudo que esté bien.
—Si lo estará.— Respondió el moreno— Debes confiar.— Comentó— Dime ¿llamaste a la familia?
Hikari asintió— Sí, fue lo primero que hice. Takeru desbloqueo su móvil y con él pude llamar a Izumi, le expliqué la situación para que rápidamente su familia viniese.
Como si la hubiesen invocado, justo en ese momento, el sonido de unos pasos se hizo presente y en el lugar apareció cierta chica rubia de ojos verdes.
Izumi llegó prácticamente corriendo al lugar, la llamada de Hikari la dejó completamente preocupada.
Al divisar a la castaña no dudó en acercarse a ella.
—Hikari...
—Izumi.—La prima de Takuya se colocó en pie.
—Dime ¿dónde está Takeru?— Preguntó Izumi.
—Él está dentro.—Respondió Hikari— El doctor lo está revisando.
—Por favor, dime que la herida fue superficial...—Rogó la oji-verde alterada— Dime que solo fue un rasguño.
Hikari negó con la cabeza—Lo siento...—Musitó— Pero aquel sujeto clavo su cuchillo sin piedad contra Takeru.
—¡No! Por favor no...—Izumi dejó caer lágrimas— Mi tío Takeru no puede...no puede...—Intentó hablar, pero no fue posible, se sentía muy débil.
Takuya rápidamente se acercó a la rubia y depositó sus manos en sus hombros— Tranquila, Zoe, todo estará bien.—Intentó calmarla.
Justo en ese momento el sonido de unas zapatillas resbalándose en el suelo se hicieron presentes y en el lugar apareció cierta chica pelirroja de ojos lilas.
Rika llegó al lugar corriendo, sí, corriendo. Jamás corrió tanto, como en ese día, luego de recibir la noticia llamó rápidamente a un taxi y llegó a la clínica, rápidamente descendió de él y como alma que lleva el diablo corrió a toda velocidad hacía urgencias.
Izumi al distinguir la figura de su hermana, no dudó en llamarla— ¡Rika!
La adolescente al escuchó su nombre observó el lugar y al divisar a su hermana, se acercó a ella— Izumi.
Takuya observó de pies a cabeza a la pelirroja, reconociendo al instante quien era.
—¡Qué bueno que llegas!— Musitó la rubia.
—Vine corriendo apenas que me avisaste.—Declaró Rika— Dime, por favor, es un malentendido ¿verdad?
Izumi negó.
—Mi tío no pudo haber sido apuñalado.
—Lo siento...—Declaró la oji-verde— Pero lo fue.
¡No, por favor no!
Pensó Rika totalmente alterada, llevó una mano a su pecho.
—Pe-pero ¿cómo pasó?
—No importa como haya ocurrido.— Respondió Izumi— Lo importante es que ahora esté bien.
Otra serie de pasos se escucharon en el lugar, esta vez era una combinación de sonido de tacón y un ligero tintineo metálico que resonaba en el aire. Y en el lugar apareció, cierto hombre rubio de ojos azules, junto a Haruna Anderson.
—Padre...—La oji-verde pronunció esta palabra.
¿Qué?
Rika volteo su mirada y efectivamente se encontró con aquel sujeto que venía acompañado de esa mujer de cabello castaño que el día anterior la ayudó cuando estaba borracha.
Yamato al ver a sus hijas no dudó en acercarse a ellas— Rika, Izumi.
—Padre.— Izumi se levantó de su lugar.
Haruna también se acercó.
—Señora Anderson ¿qué hace aquí?— Preguntó la oji-verde.
—Viene conmigo...—Respondió Yamato.
La oji-verde se sorprendió— ¿A sí?
Haruna asintió— Verás, querida, estaba en la empresa terminando un trabajo cuando tu padre recibió la llamada, y la verdad es que, no me atreví a dejar que viniera solo.
—¿Trabajando?— Cuestionó Rika— ¿A esta hora?
La castaña asintió— Mañana presentamos proyecto frente a los inversionistas y el trabajo no estaba completo. Debido a unas complicaciones con Nene.
Con esa explicación dijo todo:
Presentación de proyecto y Nene dando complicaciones
—Díganme...—Yamato habló— ¿Cómo está Takeru?
—Aun no tenemos noticias.— Respondió Izumi— Estamos esperando a que el doctor salga a decirnos como está.
—¿Qué, rayos, le sucedió?—Habló Yamato—¿Cómo es eso que fue apuñalado?
Izumi hizo una mueca— Es una historia complicada.
—¿Quién lo apuñaló?— Cuestionó el oji-azul.
—No sabemos.—Contestó Rika.
—¿Cómo no saben?— Preguntó el Ishida bastante preocupado— ¿Con quién estaba? ¿Dónde estaba? ¡Alguien que explique esto!
—Yo puedo explicarlo.— Contestó Hikari.
Yamato dirigió su mirada hacia la joven, la reconoció al instante. El día del desfile, Takeru se la presentó como su "amiga" Lógicamente, no le prestó atención, sin embargo, un día que iba saliendo de la empresa vio a Takeru con esa chica en un parque que se encontraba cerca tomando la mano de aquella chica. Como la primera vez, no le prestó atención, pero sí tenía buena memoria y la recordaba.
—¿Tu eres amiga de Takeru, no?— Preguntó el rubio.
La castaña asintió— Soy Hikari Kanbara.
Mimi alzó una ceja ante esto y pasó su mirada por Yamato, luego por Hikari. Esto era increíble. Yamato y la hermana de Taichi intercambiando palabras.
Taichi seguramente estaba revolcándose en la tumba al saber que su hermana se estaba involucrando con la familia de su amigo traidor.
—¿Por qué dices que puedes explicarlo?— Cuestionó Yamato.
—Porque él estaba conmigo cuando...—Hikari sintió un nudo en su garganta— Cuando...—Intentó hablar, pero se le dificultó. Unas lágrimas cayeron por sus ojos y se sintió incapaz de hablar.
Takuya se acercó a su prima y suavemente depositó sus manos en sus hombros en señal de apoyo— Disculpe, señor Ishida...—Musitó— Mi prima está muy afectada.— Declaró— Lamentablemente, Takeru fue atacado por un bandido en la comuna de Adachi.
—¿De Adachi?— Preguntó Yamato sorprendido.
El moreno asintió— Él y mi prima iban a salir...—Explicó—Y, un sujeto, intentó sobrepasarse con mi prima. Takeru interfirió y lamentablemente recibió una puñalada.
Yamato analizó todo esto en su cabeza.
Eso le trajo un recuerdo.
~Recuerdo~
Yamato descendió de su automóvil en una oscura noche en aquella vieja y de bajos recuersos, comuna de Adachi.
—Hey, idiota ¿dónde estás? — Murmuró en su smartphone.
Taichi le pidió un favor y no respondía las llamadas.
¡Era frustrante!
—¡Auxilio! — Un gritó llamó su atención— ¡Auxilio! — Se repitió.
Yamato cerró la puerta de su auto y caminó en dirección a la esquina de esa oscura calle.
—¡No grites preciosa, nadie puede escucharte! — El bandido le habló a la castaña.
—¡Suéltame! — Gritó la joven mientras intentaba zafarse del hombre que intentaba aprovecharse de ella jalando de su camisa insistiendo por ingresar más allá.
Yamato se alarmó al ver esto, sin dudarlo corrió hacia ellos y con todas sus fuerzas agarró al sujeto por la chaqueta— ¡Suéltala idiota!
El sujeto se sorprendió ante esto e intentó zafarse del agarre— ¡Vete imbécil!
—¡No! — Respondió el rubio antes de estrellar un puñetazo contra su rostro.
El encapuchado ante esto perdió el equilibrio y cayó al suelo. Yamato lo golpeo nuevamente, el sujeto rápidamente se levantó del suelo y se alejó rápidamente de ellos.
—Cobarde. — Murmuró el rubio antes de voltear hacia la víctima—¿Estás bien? — Preguntó Yamato y volteo hacia la chica, grande fue sorpresa al ver de quién se trataba— ¿Tú?
La castaña también se sorprendió al ver al rubio, sin embargo, no se contuvo y se lanzó hacia él para abrazarlo— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — Repitió una y otra vez mientras lágrimas brotaban de sus ojos.
Yamato simplemente se mantuvo ahí, generalmente no le gustaban los abrazos, pero sabía que la chica estaba actuando por causa de la desesperación.
—¿Estás bien?
—S-sí. —Respondió la castaña— Ese hombre no alcanzó a dañarme, llegaste a tiempo. — Se alejó levemente de él— ¡Muchas gracias! — Pronunció otra vez esa palabra.
—No me agradezcas. — Cualquier persona con moral y buen juicio la hubiera ayudado— ¿Qué haces a mitad de la noche caminando sola por estas calles? Es peligroso.
—Iba a mi casa. — Contestó Mimi.
—¿Caminando?
La chica asintió.
—Es peligroso.
~Fin del recuerdo~
Justo en ese momento la puerta del lugar se abrió y en el lugar apareció cierto hombre joven de cabello rubio, piel pálida y ojos azules.
Yamato reconoció al instante al doctor.
—Miren, es el doctor Thomas H Norstein.—Musitó Rika.
—Familiares del joven Takeru Ishida...—Thomas se acercó a ellos— Buenas noches.
—Buenas noches, doctor Norstein.— Respondió Yamato.
—¿Tiene información de mi tío?— Preguntó Izumi.
Thomas asintió— Venía a dárselas, le pedí a mi secretaria que apenas los viera me llamara, para darles la información.—Declaró— Gracias al cielo estaba en urgencias y pude atender a Takeru personalmente.
—¿Qué sucede con mi hermano?— Cuestionó el padre de Izumi y Rika—¿Cómo está?
—Lo siento, pero Takeru está muy grave, la puñalada logró llegar a su hígado.— Declaró el doctor.
—¡No!— Fue la exclamación de Izumi ante esto.
Hikari rápidamente abrazó a la rubia en señal de apoyo.
—Tiene una lesión hepática, necesita rápidamente entrar a cirugía.— Musitó el joven Norstein.
—No dude en hacerlo.— Habló Yamato— Haga todo lo que tenga que hacer para salvarlo.
El doctor hizo una mueca: —Lamentablemente hay un inconveniente.
—¿Inconveniente?
El hombre de bata asintió, respiró profundamente antes de explicar la situación adicional que complicaba el caso de Takeru.
—El inconveniente es que Takeru ha perdido mucha sangre, así que necesitaremos unidades de sangre para operarlo.— Habló— Sin embargo, él tiene un tipo de sangre muy raro.
—O negativo.— Yamato completó.
—Exacto.— El doctor asintió—Y no disponemos de suficientes unidades de ese tipo en nuestro banco de sangre —explicó con sinceridad.
—N-no.—Exclamó Izumi desalentada.
—Necesitaremos que alguien de la familia, con ese tipo de sangre, le done.— Musitó Thomas.
—Yo tengo ese tipo de sangre.—Comentó Rika.
—Pero no puedes donar Rika.— Musitó Yamato— Recuerda que tuviste en tratamiento contra la hepatitis hasta hace tres meses.
La pelirroha se cruzó de brazos—Ya no tengo síntomas.
—Puede no tener síntomas...—Comentó Thomas— Pero, aun así, no creo que sea recomendable que done sangre, señorita Ishida, hasta hace tres meses estuvo en tratamiento y ese no es un tiempo muy adecuado.
—También debo recordar que presentaste problemas de indicios de anemia el año pasado.— Musitó Izumi.
¡Genial! ¡Que suertuda era! Verdaderamente tenía mala suerte con su salud.
Rika hizo una mueca.
—¿Alguien más en su familia tiene ese tipo de sangre?
Yamato negó— Lamentablemente no.
Ninguna de sus hijas tenía ese tipo, lo cual era extraño, ya que Natsuko (madre Takeru y él) fue O negativo, Mimi (madre de Izumi y Nene) también fue O negativo, y curiosamente la bebé que murió, Demiyah, también lo fue.
Pero, ni Izumi, ni Nene lo eran, él tampoco.
Las miradas de preocupación se intensificaron en la sala de espera mientras todos absorbían la gravedad de la noticia. Sabían que el tiempo era esencial y que la falta de sangre compatible podría complicar aún más la situación de Takeru.
"O negativo"
Esa palabra resonó en la mente de Haruna.
¡Ella era O negativo!
—Por favor, debe hacer algo por mi tío.— Rogó la oji-verde— ¡No puede dejar que muera!
Mimi observó a su hija.
—Haga lo que sea.— Esta vez habló Rika.
—Pero, por favor, sálvelo.— Finalizó Izumi.
La angustia en el rostro de su hija fue máximo. Prácticamente una daga que le dio directo en el corazón.
Debía hacer algo. Por ella. No quería verla sufrir.
—Yo tengo sangre O negativa.— Declaró Haruna llamando la atención de todos— Yo puedo donarle a Takeru.
—¿De verdad?— Preguntó Izumi esperanzada.
La castaña asintió.
Mientras tanto, en una parte del hospital, para ser más precisos en la zona de tratamientos.
Tomoko y Ryo se encontraban juntos. La mujer Kimura se encontraba conectada a un tubo estrecho que contenía un líquido rojo, para ser más precisos, sangre. Como cada mes, Tomoko venía a realizarse su tratamiento contra la enfermedad que agobiaba su vida.
Sí, estaban en una clínica. Extraño para personas como ellos que, ante la sociedad, eran casi pobres. Sin embargo, había una razón por la cual podían darse el lujo de obtener ese tratamiento.
¿Cuál?
Kouji. Sí, Kouji, quien, de alguna forma, logró que su madre, Tomoko, fuera atendida por los mejores médicos en aquel lugar. Desde muy pequeño, comenzó a trabajar con su padre y luego administrar sus inversiones en la empresa Ishida, lo cual le permitió tener dinero y con el cual pagaba los tratamientos de su madre.
Algo que nadie hubiese esperado, porque Kouji era muy joven cuando, sin embargo, con su comportamiento tan hostil demostraba que realizaba aquello por compromiso, y no por gusto. O, al menos, eso pensaba Ryo.
—El senador Kousei Minamoto hoy dio una conferencia de prensa...—El televisor frente a ellos sonó.
Ambos observaron la pantalla que estaba en canal nacional de noticia en el cual se relataba como Kousei presentó los avances en su campaña política luego de llevar un segundo periodo como senador a su lado estaban, Hiroaki, Satomi y Kouji.
—Como todo buen político ha demostrado su buena capacidad en el puesto que ocupa.—Relata la comentarista— Hoy llegó acompañado de su familia, quien también han formado parte de su proceso, ya en su segundo mandato como senador...
Ryo hizo una mueca al ver esto, era molesto ver como Kouji prefería ser un fiel seguidor de su padre antes de estar acompañando a Tomoko en su tratamiento.
Sí, se lo pagaba. Sin embargo, él muy bien sabía que, Tomoko quería tener el amor de su hijo antes que cualquier otro tratamiento. Quería que fuese parte de su vida, que no se avergonzara de ella, que les dijera a todos que era su madre. Pero, lamentablemente, no lo hacía.
—¡Vaya!— Musitó Tomoko mientras observaba la pantalla del televisor— Así que Kousei nuevamente logra salirse con la suya.
Ryo hizo una mueca— No sé cómo la gente cree en sus mentiras. Está claro que todo lo que ha hecho es a favor suyo y no de los demás.— Declaró— Y su carrera está basada en engaños y el dinero que te quitó.
Tomoko se mordió el labio inferior, verdaderamente dolía ver como ese hombre logró lo que tanto quería, arruinándole la vida a ella. Lo peor de todo era ver como tenía tan dominado a su hijo, Kouji, quien parecía estar siguiendo sus pasos.
Justo en ese momento la enfermera entró.
—Señora Kimura.
—¿Sí?
—Me acaban de llamar desde la zona de análisis y me dijeron que los exámenes están listos que usted se realizó están listos...—Contestó la enfermera— Creo que sería bueno que su acompañante los fuera a retirar para que a continuación puedan hablar con el doctor luego de que haya terminado su transfusión de sangre.
Ryo asintió—Sí, voy a buscarlos.
—Por favor, querido.—Tomoko le comentó a su ahijado.
Mientras tanto en la zona de urgencias.
Haruna se encontraba con su brazo en alto y descubierto, lista para que la enfermera viniera y le quitara sangre de sus venas para tratar a Takeru.
Yamato observó a la castaña, Haruna al sentir la mirada de Yamato sobre ella alzó la mirada. Hizo una mueca al ver que los ojos de Yamato estaban mucho más oscuros que antes, totalmente apagados, mientras pasaba su mano por su frente como si intentara aliviar una jaqueca.
—Yamato...—Lo llamó— No le preguntaré como está, después de todo, creo que es obvio que esta situación lo tiene al borde del colapso.
El rubio hizo una mueca, probablemente en otro momento hubiese intentado fingir esto, pero a estas alturas de su vida, ser vulnerable ante otros era inevitable, ya que cada vez la vida se encargaba de darle más golpes.
—¿Cómo quiere que esté Haruna?— Preguntó Yamato— Primero los problemas con Rika, luego el problema de ese maldito video, el odio de mis hijas y...—Suspiró— Ahora esto. Es como si la vida quisiera derribarme una y otra vez sin darme la oportunidad de levantarme.
Haruna se mordió el labio inferior ante esto, siempre deseo ver a Yamato mal, siempre ansió que sufriera todo lo que ella sufrió. Pero, ahora que lo veía así era diferente, por alguna razón, no podía alegrarse.
Las palabras de Koushiro vinieron a su mente.
Yamato actuó mal en su vida, pero había personas inocentes que lo rodeaban. Takeru era uno de ellos.
Ella no podía ser tan desconsiderada de alegrarse por su tragedia, claro que no, aunque Yamato fue inhumano con Ryo. Ella no debía ser como él y alegrarse por la fatalidad de su hermano. Al contrario, porque afectaba a sus hijas. Ver a Izumi sufrir fue, un golpe que tocó su corazón.
—Debe estar tranquila, Yamato...—Respondió Haruna— Estoy segura de que Takeru estará bien.
—Eso espero.—Musitó el rubio.
—Debe pensar que sí.—Comentó la castaña— Con mi sangre, él saldrá adelante.
Yamato pasó su mirada por Haruna. Era irónico, primero los ayudo con Rika cuando se publicó aquella noticia sobre ella. Luego, ayudó a Izumi a comenzar una campaña a favor de la búsqueda de las modelos. Cuando él estuvo triste, Haruna lo consoló, trajo a Rika a casa cuando se emborracho, luego nuevamente lo consoló cuando estuvo triste y ahora le iba a donar sangre a su hermano.
Acaso ¿esa mujer era un ángel caído del cielo? Estaba ayudándole en todos los sentidos.
—Nunca podré pagarle esto...—Declaró el rubio— Le va a dar sangre a mi hermano para salvar su vida.—Musitó— Ese acto es muy generoso.
Haruna sonrió de lado— No es necesario que me agradezca.
—¡Claro que debo!— Habló Yamato— Le donará sangre a mi hermano. Usted no sabe lo importante que es para mí Takeru.
"Usted no sabe lo importante que es para mí"
En eso se equivocaba.
Ella sí lo sabía.
~Recuerdo~
Mimi observó como Yamato de diecinueve años, ya casi un adulto hecho y derecho, jugaba con un pequeño bebé de apenas cuatro meses de nacido entre sus brazos.
Una sonrisa se curvó en sus labios mientras veía a Yamato interactuar con su hermano menor, Takeru. Ver a su esposo tan dedicado y cariñoso con el pequeño bebé llenaba su corazón de calidez y alegría.
Yamato, con una expresión de ternura en su rostro, sostenía a Takeru con cuidado, haciendo pequeñas muecas y sonidos para hacer reír al bebé. Takeru, por su parte, respondía con risitas y movimientos animados, disfrutando de la atención y el cariño de su hermano mayor.
—¡Vaya! ¿Quién te viera y quién te ve?— Musitó la castaña— No pensé que se te daban bien los niños.
Yamato dirigió su mirada hacia la oji-miel.
—La verdad es que, nunca se me dieron bien.
—Me es difícil creer eso.— Respondió Mimi—Tan solo mira como tratas a Takeru, desde que nació no lo dejas ni un segundo de lado.
Yamato sonrió— Es que, este niño es diferente...—Musitó—Siempre quise tener un hermano, pero nunca me lo dieron.— Habló— Hasta ahora.—Alzó al pequeño.
Se notaba la feliz de Yamato a metros de distancia, desde el primer minuto en que lo tomó en brazos, todo fue felicidad para él.
—¿Sabes? Takeru es realmente afortunado de tenerte como hermano mayor.
—¿Tú crees?
—¡Pues claro!— Exclamó Mimi— Mira como lo mimas ahora que es pequeño. Ya me imagino como será cuando crezca.
Yamato sonrió— Bueno, quiero que mi hermano tenga lo mejor, así como tú quieres a Ryo ¿no?
—Sí, tienes razón...—Comentó la castaña— Pero, repito. Takeru verdaderamente es afortunado de tenerte.
Yamato asintió con gratitud, sintiendo un nudo en la garganta ante las palabras de Mimi—Gracias, Mimi. —Susurró con sinceridad— Significa mucho para mí tener esta oportunidad de ser un hermano para Takeru.
Takeru, ajeno a la conversación de los adultos, continuaba riendo y jugando en los brazos de Yamato, completamente feliz y despreocupado en su compañía.
—Así como espero que para él sea un honor ser mi hermano, y el tío de nuestras niñas...—Yamato depositó su mano derecha en el crecido vientre de Mimi.
—Estoy seguro de que lo será.—Musitó la castaña convencida.
Yamato sonrió— ¡Más le vale!—Exclamó— Porque, tenemos que cuidar a dos princesas y yo no puedo solo con esa tarea.
Mimi sonrió.
Yamato dirigió su mirada hacia el bebé—Dime, Takeru ¿Serás un buen tío?— Le preguntó—¿Querrás a tus sobrinas, así como yo te quiero a ti? ¿y las protegerás?
El pequeño no dijo palabra, simplemente rio.
—Creo que eso es un sí.— Comentó Mimi.
~Fin del recuerdo~
—Como dije, nunca podré pagarle esto, le dará sangre a mi hermano para salvar su vida.—Yamato se acercó a ella.
—Lo hago de corazón.— Comentó Haruna— Si Takeru puede vivir, me sentiré feliz.— Por sus hijas y por él, que resultó ser un joven bastante amable, educado, alegre, enamoradizo.
Su amor con Hikari era verdaderamente hermoso y esto fue la muestra.
—De verdad, muchas gracias.— Agradeció el rubio y de manera inconsciente agarró su mano.
Haruna se sorprendió ante esto y sonrió— De nada.
Justo en ese minuto una enfermera apareció en el lugar.
—Llegó el momento de extraer la sangre.— Declaró— Señor Ishida, necesitaré que se retire, por favor.
Yamato asintió— Sí.
Ryo salió de la zona de servicio de laboratorio clínico, donde le habían entregado los exámenes de Tomoko. Pasó su mirada por el sobre y lo abrió.
Sí, tal vez no entendería nada de eso, ya que poco sabía de medicina, pero tenía curiosidad por si lograba entender algo.
Ojalá, Tomoko, estuviera bien
Sin embargo, antes de echarle un ojo a los exámenes escuchó unos pasos en el lugar y una voz femenina se escuchó en el lugar.
—Shuu, por favor, escúchame.
Ryo alzó la mirada y grande fue su sorpresa al ver a una mujer castaña de ojos ambar siguiendo a un hombre de cabello verde oscuros ojos también oscuros y anteojos, vestido de doctor.
Ryo se sobresaltó al reconocer a aquellos sujetos.
¡El doctor era Shuu Kido!
El hombre que acosaba a diestra y siniestra a Mimi.
Y junto a él estaba ¡Toshiko Takenouchi!
Ryo pasó su mirada por aquella mujer. Los años pasaban, y tal vez, ella no lo reconocía a él. Pero él si reconocía a esa mujer, mejor dicho ¡bruja!
La hermana de Tomoko, madre de Sora: Toshiko Takenouchi.
Se mordió el labio inferior y rápidamente se arrodilló tras el mostrador para ocultarse.
Sí, mala idea.
Gracias al cielo, aquellos sujetos no se dieron cuenta de su presencia, ya que estaban más pendientes de su conversación.
—Toshiko, por favor, tengo mucho trabajo.— Shuu se detuvo en el lugar y volteo hacia la mujer.
—Esto no te tomará mucho tiempo.— Respondió la castaña.
El hombre rodó los ojos—¿Qué quieres que haga?
—Necesito que falsifiques unos exámenes.
—Si no tienes tiempo, pídele a alguien de tu confianza que lo haga.
Shuu hizo una mueca— No creo que sea tan fácil, desde el día en que casi me fui a la quiebra y Thomas H Norstein ahora tiene gran parte del control de la clínica, y siempre anda al pendiente de todo.
—Dudo que de todo.— Respondió Toshiko.
—Es así.
Ryo asomó sigilosamente su mirada.
—Bueno, puede que lo sea.— La castaña rodó los ojos— Pero dudo que algo tan pequeño como esto llame su atención.
Shuu rodó los ojos.
—Necesito que, hagas quedar a esa estúpida de Nanami Nakamura como una drogadicta.— Comentó Toshiko.
¿Qué?
—¿Por qué?
—Porque necesito deshacerme de esa odiosa.— Respondió la castaña— Ella se atiende aquí ¿no? Tiene sentido que algún exámen de indicios de que tiene una adicción a las drogas, o problemas mentales, o cualquier cosa.
Shuu hizo una mueca.
—Así como los hiciste con la odiosa de Mimi hace años.— Comentó Toshiko.
¿Qué?
Ryo alzó las cejas sorprendido al escuchar aquella declaración...
¡Lo sabía!
Él siempre lo supo. Siempre tuvo la sospecha. Ahora lo confirmaba.
Rápidamente desbloqueo su smartphone y buscó la grabadora.
—Lo que sucedió con esa estúpida fue hace años...—Declaró Shuu Kido— ¡Olvídalo ya!
—Tú me obligas a no olvidarlo.—Contestó Toshiko— Jamás olvidaré que en ese momento demostraste tu lealtad hacia nosotros, haciéndoles creer al mundo que Mimi estaba loca.
—Eso fue porque ustedes me prometieron que, si lo hacía, la clínica de mi familia quedaría a mi nombre ¡Y no al nombre de Joe!
—Y funcionó.—Respondió la castaña— Cumplí con mi palabra. Ahora, solo te pido este favor, hazlo.
Shuu hizo una mueca y observó a Toshiko.
—¿Qué gano yo con esto?
—Nada, simplemente ayudarme.—Contestó la madre de Sora.
Shuu rodó los ojos—Eso no me sirve.
—¡Oh vamos! Es simplemente un favor que te pido...—La mujer se acercó a él y depositó una mano en su pecho— Hazlo por mí.
—¿Por ti?
Toshiko asintió—Por todas las cosas que hemos pasado juntos, ya sabes...—Comentó— Por todas nuestras noches.
—Nuestras noches no tienen nada que ver con esto.— Respondió el Kido— Después de todo, tú eres quien más disfruta con nuestros encuentros.
—¿Perdón?— Cuestionó Toshiko— ¡Que insolente! Tú también te has aprovechado mucho de mi cuerpo.
¿Qué?
Ryo hizo una mueca ante esto.
—Lo nuestro, no tiene nada que ver con esto.
—Puede que no.— Respondió Toshiko— Pero sí con nuestros negocios.
¿Negocios?
—¿Por qué mencionas eso?
—Porque con Hiroaki tenemos un plan, pero para eso, necesitamos que Nanami quede frente a todos como una loca.— Contestó la castaña.
—¿Qué plan?
—¡Ya lo verás!— Exclamó Toshiko— Sin embargo, si no me obedeces, jamás podré confiar en ti y decirtelo. Después de todo, jamás podremos llevarlo a cabo mientras no lo hagas.
—¿Qué quieren hacer? ¿Por qué no me dices?
—Mientras menos sepas, mejor.— Respondió la castaña—Quiero sorprenderte.— Comentó— ¡Vamos! Hazlo.
Shuu simplemente se mantuvo en silencio.
—¡Vamos!— Toshiko pasó su dedo índice por sus labios— Y te dejo hacer conmigo lo que quieras.
Shuu rió— Yo, ya puedo hacer contigo lo quiero, y lo que no.
La castaña rodó los ojos—¡Ya te gustaría!— Fue así como se acercó a él y besó sus labios.
Ryo hizo una mueca ante esto.
¡Qué horror!
Sintió unas ganas locas por vomitar todo al ver la escena.
Sabía que Toshiko no era mujer fina, elegante y de un solo hombre como hacia ver, pero jamás creyó que buscase a alguien más joven que ella.
Movió la cabeza y lo más rápido que pudo se alejó del lugar.
Shuu sintió el beso de Toshiko y luego de unos segundos se separaron.
—Y bien ¿lo harás por mi?
Shuu rodó los ojos, no tenía tiempo, pero sabía que esa mujer no se daría por vencida.
—Está bien. Lo haré.
Mientras tanto, en la sala de urgencia.
Hikari y Rika se encontraban esperando a que alguien saliera y les diera una noticia sobre el estado de Takeru. Estaban en eso cuando cierta joven de cabello castaño y ojos morados apareció en el lugar.
—Rika.— La recién llegada llamó a la pelirroja.
La hija menor de Yamato y Sora al voltear la mirada se encontró con su hermana mayor.
—Nene.
La castaña se acercó— Dime que no es cierto...—Declaró— Por favor ¡Dime que no lo es!
—Lo siento, Nene, pero Takeru fue apu...—Rika se detuvo antes de decirlo, en sí era difícil mencionar aquella palabra, no creía que su tío haya sufrido aquel atentado.
—¡Esto no puede ser!— Exclamó la castaña— ¿Cómo pasó?
Justo en ese minuto la puerta de la urgencia se abrió.
Yamato salió del lugar y Nene al verlo hizo una mueca.
—¿Qué hace él aquí?— Preguntó la castaña al ver a su "padre" en aquel lugar.
—Vino a ver a tío Takeru...—Respondió Rika.
Nene frunció el ceño.
—Lo sé, no quieres verlo, yo tampoco.—Comentó la pelirroja leyendo el rostro de su hermana— Pero es su hermano...—Hizo una mueca— Lamentablemente.
—Hermano...—Musitó Nene— ¡Es una pena que no sean iguales!
Yamato terminó siendo un mentiroso. Mientras que Takeru no sabía mentir.
Hikari, totalmente ajena a la conversación de las sobrinas de Tk, se levantó de su lugar y caminó en dirección hacia el rubio.
—Señor Ishida, dígame ¿sabe algo de Takeru?
Yamato negó— No, a Haruna recién le van a sacar sangre.
Hikari hizo una mueca y bajó la mirada.
Verdaderamente temía que Takeru no sobreviviera y muriese antes de la intervención.
Justo en ese minuto el sonido de unos pasos se escuchó en el lugar y a los segundos frente a ellos aparecieron Hiroaki Ishida y Satomi Minamoto.
Yamato se sorprendió al ver a su antecesor y a su tía en aquel lugar—¿Padre?
—Yamato.— Hiroaki pronunció su nombre y tanto Satomi como él se acercaron al rubio.
—¿Cómo está mi sobrino, tu hermano?— La esposa de Kousei le preguntó a Yamato— ¿Saben algo de él?
Yamato simplemente decidió no responder y antes preguntar: —¿Dónde estaban?—Se cruzó de brazos— ¡Los llamé miles de veces!
—Estábamos en la conferencia de prensa de Kousei.— Declaró Satomi.
Yamato hizo una mueca, había olvidado que la conferencia del senador Minamoto era hoy. Aunque, eso explicaba porque su padre no contestaba.
—Dime ¿qué sucedió con Takeru?— Cuestionó Hiroaki.
—¿Es verdad lo que decía tu mensaje?— Preguntó Satomi preocupada.
Yamato asintió— Sí.—Respondió— Takeru fue apuñalado...—Explicó— Y su hígado fue perforado. Tendrá que ser operado de emergencia.
—¡Oh no!— Satomi llevó una mano a su boca totalmente aterrada antes esto.
—¿Cómo?— Preguntó Hiroaki—¿Quién fue?
—No sé quien fue.— Contestó el rubio.
—¿Cómo no vas a saber?— Hiroaki alzó la voz.
Yamato suspiró—Verás, Takeru estaba en Adachi, solo con...
—¡Un minuto!— El padre de los Ishida lo interrumpió—¿En Adachi?— Cuestionó— ¿Qué hacía Takeru en ese lugar?— Apretó su puño.
Hikari hizo una mueca y dio un paso hacia adelante—Y-yo puedo explicarlo.
El Ishida volteo hacia ella—¿Quién eres tú?
—Mi nombre es Hikari Kanbara, soy amiga de su hijo.
—¿Amiga?— Cuestionó Hiroaki.
La joven asintió.
El hombre observó de pies a cabeza a chica, por alguna razón le pareció muy...
¿Común?
—¿Por qué dices que puedes explicarlo? Jovencita...—Preguntó Satomi seriamente.
—Verá, él fue a buscarme, ya que tendríamos una cita, y un hombre intentó atacarme. Él intentó defenderme y le ocurrió esto.—Explicó brevemente Hikari.
¿Una cita? ¿Con esa chica? ¿Qué vivía en Adachi?
Hiroaki repitió esas palabras en su cabeza.
—No sabemos quien fue el hombre, porque estaba con la cara cubierta, y se dio a la fuga.— Finalizó Hikari.
Satomi hizo una mueca ante esto, desde el principio esa chica no le dio buena espina, ahora entendía la razón. Si no fuera por ella su sobrino no estaría en esta situación.
—Mi sobrino...—Musitó la mujer Minamoto— ¡No debió hacer eso! Mucho menos estar en una comuna como esa es peligrosa.
Hikari bajó la cabeza— Lo siento, él simplemente quiso ayudarte, y...
—¡Pésimo error!— Exclamó Satomi— Por tu culpa ahora está aquí.
—Tía Satomi, no fue culpa de Hikari, Takeru simplemente quiso protegerla.— Yamato se apresuró a hablar.
—¡No la defiendas Yamato!— Satomi respondió molesta.
—No la defiendo, simplemente creo que no es justo culparla.— Respondió el rubio— Mucho menos en un minuto como este. Es necesario que mantengamos la calma.
Satomi ante esto hizo una mueca, se cruzó de brazos y le dio una cara de pocos amigos a la prima de Takuya, quien verdaderamente se sintió culpable por esta situación.
Mientras tanto en la entrada lateral de la clínica, donde prácticamente nadie ingresaba, Takuya e Izumi se encontraban tomando aire. Izumi había decidido salir a distraerse, verdaderamente estaba afectada, dolida, su rostro demostraba todo esto.
Decidió acercarse a ella, sintiendo la necesidad de brindarle consuelo en ese momento difícil. Con pasos tranquilos pero decididos, se acercó a Izumi y puso una mano reconfortante en su hombro.
—Izumi... —empezó, buscando las palabras adecuadas para expresar su apoyo— Sé que esto debe ser muy difícil para ti. Pero Haruna está haciendo todo lo posible para ayudar a Takeru. Y el resto de nosotros también estamos aquí para apoyarte en lo que necesites.
Izumi levantó la mirada hacia Takuya, con los ojos llenos de lágrimas, pero agradecida por su presencia.
—Gracias, Takuya —susurró, con la voz entrecortada por la emoción—. Es solo que... Takeru siempre ha sido como un hermano para mí. No puedo soportar la idea de perderlo.
Takuya asintió con comprensión, sintiendo el peso de la angustia de Izumi.
—Lo sé, Izumi. Pero tenemos que mantener la esperanza. Takeru es fuerte, y tenemos a Haruna haciendo todo lo posible para ayudarlo. No podemos rendirnos ahora.
Izumi se aferró al abrazo de Takuya, buscando consuelo en su amistad y en sus palabras de aliento.
—¿Izumi?— Justo en ese momento, una voz femenina se hizo presente.
Y ambos al voltear la mirada se encontraron frente a frente con la madre de Sora, Toshiko Takenouchi.
—¿Abuela?
Toshiko observó esta escena, otra vez este chico.
—Hola Izumi.— Respondió la castaña.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó la oji-verde sorprendida.
—Vine a verte, supuse que, necesitaban compañía luego de lo que ocurrió con Takeru.— Comentó Toshiko.
Izumi sonrió ante esto, era bueno que, la familia se uniera en un momento como este.
Toshiko pasó su mirada por el compañero de su nieta—Disculpa, pero ¿tú quién eres?
—Soy amigo de Izumi.
—¿Amigo?— Preguntó la mujer castaña e hizo una mueca, lo observó de pies a cabeza, no estaba mal vestido, pero tenía un look bastante malo. Una remera y short deportivos, los cuales evidentemente estaban sudados, unas zapatillas que posiblemente tenían años de uso. Y, además, tenía su cabello completamente alborotado.
Por alguna razón, la presencia de ese sujeto le causaba cierta familiaridad.
—Sí.—Respondió la oji-verde— Él es Takuya, el fotógrafo de la empresa.
¿Fotógrafo de la empresa?
Ahora tenía sentido porque le causaba cierta familiaridad.
Takuya asintió— Mucho gusto, señora Takenouchi.
Ella no podía decir lo mismo
Ese chico parecía salido de una revista deportiva.
La mujer observó de pies a cabeza al sujeto y simplemente lo ignoró.
—Izumi ¿Dónde está Kouji?— Preguntó la castaña—Pensé que vendría, después de todo, es amigo de Takeru.
"Kouji"
Izumi hizo una mueca al escuchar aquel nombre, la verdad era que, no tenía ni la más mínima idea de su novio.
—Creo que fue al evento de Kousei.—Musitó.
—¿El evento de Kousei?— Preguntó Toshiko y llevó una mano a su frente— ¡Uh! Verdad se me había olvidado de que hoy era ese evento...—Comentó.
—Pensé que estarías allá.
—No.— Respondió la castaña— Tú sabes que no me gusta la política.
Justo en ese momento la puerta se abrió y del lugar salió Hikari.
—Takuya.
—Prima...—El moreno se acercó a ella—¿Qué haces aquí afuera?
—Nada.—Respondió la chica intentando ocultar su tristeza e incomodidad— Zoe, tu padre te necesita adentro.
Izumi asintió— Está bien.—Dirigió su mirada hacia Toshiko— ¿Vamos, abuela?
Toshiko asintió y fue así como ambas entraron al lugar.
Hikari dirigió su mirada hacia su primo.
Takuya acarició su rostro— Prima ¿te sucede algo?
—N-no...—Negó la chica— Simplemente estoy un poco preocupada.
Takuya tomó sus manos— Tienes las manos frías.— Musitó— ¿Quieres tomar un café?
Sí, moría de frío, necesitaba algo caliente.
—Claro.
Izumi y Toshiko caminaron en dirección a la sala principal, donde se encontraban todos esperando noticias acerca de Takeru. Sin embargo, antes de llegar al lugar cierto chico de cabello negro-azabache y ojos azules apareció caminando del lado contrario.
La oji-verde reconoció al instante a su novio.
—Mira quien viene ahí...—Comentó Toshiko— ¡Kouji!— Llamó al chico.
El Minamoto al divisar a ambas se acercó a ellas.
—Señora Toshiko...—Pronunció el nombre de la castaña y luego dirigió su mirada hacia la joven— Izumi.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó la rubia sorprendida.
—Pero ¿qué preguntas es esa?— Musitó Toshiko impresionada de esto.
—¿Qué no es obvia la respuesta?— Cuestionó Kouji— Estoy preocupado por Takeru...—Se acercó a ella y posó su mano en su hombro— Y por ti.
Izumi hizo una mueca y suavemente quitó la mano de su novio de su hombre.
—Ey ¿qué te ocurre?— Preguntó el Minamoto cruzándose de brazos.
—¿Enserio preguntas?— Musitó la oji-verde— Acaso ¿no tienes una idea?
Kouji observó a la rubia con seriedad, ya se imaginaba lo que venía.
—Te llamé miles de veces ¿dónde estabas?— Preguntó Izumi.
—Estaba ocupado.— Respondió el oji-azul— Hoy fue la conferencia de prensa de mi padre ¿no lo recuerdas?
—Sí lo recuerdo.
—Entonces ¿por qué te enojas?— Cuestionó el oji-azul sin mucho interés.
—Pero ¡no es solo por hoy! Todos estos días te he enviado mensajes, ayer, antes de ayer, y tú ni te has aparecido.—Comentó la rubia.
—Estaba ocupado.—Musitó Kouji tranquilo.
—¿Ocupado?— La Ishida apretó su puño— ¿Cómo es posible que no hayas tenido ni dos minutos para llamar a tu novia?
—Izumi, querida...—Toshiko decidió intervenir— Por favor, no hagas un escándalo aquí.
La rubia oji-verde se cruzó de brazos— Lo siento, abuela, sé que no es el lugar...—Comentó— Pero no soporto que aparezca, así como si nada cuando ha estado días desaparecido.
—Kouji ya te dijo que ha estado muy ocupado
—Sí, pero yo soy su novia...—Declaró la rubia— ¿Por qué me ignora, así como si nada?
Kouji rodó los ojos: —No te ignoré.
—¡Sí lo hiciste!— Exclamó Izumi.
—¡Izumi, por favor!—Toshiko depositó una mano en su hombro—No te enojes con Kouji, él simplemente es un chico ocupado. Lo importante es que, ahora está aquí y te hará compañía.
Verdaderamente no sabía si quería estar acompañada de él. Sí, necesitaba apoyo, pero le hubiese gustado que la hubiese apoyado días antes con todo lo que le paso en la última semana.
Tenía la sensación de que Kouji estaba aquí por Takeru, su amigo, no por ella.
—Al menos valora el esfuerzo de tu novio por venir a consolarte, después de todo, su presencia es mucho más agradable que la presencia de ese otro chico con aspecto de barriobajero.
—¿Otro chico?—Preguntó Kouji— ¿Con aspecto barriobajero?
Izumi ante esto se exaltó— ¿E?— Balbuceo.
—¿A quién se refiere señora Takenouchi?
—Me refiero a un amigo de Izumi que estaba aquí, parecía saliendo de un gimnasio, ya que estaba con una remera deportiva, completamente sudada.— Comentó Toshiko.
Kouji le dirigió su mirada a su novia— ¿Qué amigo, tuyo, estuvo aquí?
—¿E?— Balbuceo la rubia— U-un amigo de la universidad.
—¿Amigo de la Universidad?— Preguntó Kouji— ¿Quién?
Izumi se colocó nerviosa ante esto.
—N-no lo conoces.
Kouji alzó una ceja y observó seriamente a su novia, por alguna razón, desconfiando de sus palabras.
Justo en ese momento al lugar llegó Rika.
—Ey, Izumi ¿dónde está tu amigo, Takuya, y su prima, Hikari?— Cuestionó la menor de los Ishida— Nuestro padre los necesita para dar declaraciones sobre el acontecimiento que Takeru sufrió.
¿Qué?
Con eso, dijo todo. Izumi sintió que el alma salió de su cuerpo al ver la mirada de ira de su novio.
Mientras tanto en la sala de espera.
Nene se encontraba sentada a varios metros lejos de su padre, no tenía ánimos de estar cerca de su padre luego de todo lo que había ocurrido.
Yamato observaba a su hija desde cierta distancia, sintiendo una punzada de dolor en el pecho al ver que, ni siquiera en un momento como este, era capaz de estar a su lado. Quería consolarla, quería ser el padre que sus hermanas y ella necesitaban en ese momento de angustia, pero se sentía impotente ante la situación.
En ese momento, la puerta se abrió y Kiriha entró en la sala de espera. Su presencia era como una ráfaga de aire fresco en medio de la tristeza, con su expresión tranquila y su aura reconfortante.
—Nene.— dijo Kiriha suavemente mientras se acercaba a ella.
La castaña alzó la mirada sorprendida— ¿Kiriha?— Pronunció su nombre— ¿Qué haces aquí?
—Vine a verte.— Respondió el rubio— Apenas me llamaste decidí venir.
Nene alzó una ceja sorprendida.
Jamás pensó que Kiriha vendría
—Te llamé para pedirte que terminaras la presentación que haremos frente a los inversionistas, no para que vinieras.— Comentó la castaña— No pensé que tuvieras tiempo.
Pues no, aun debía terminar la presentación, pero era lo mínimo. Eran solo unas imágenes en un power point. Quizás, Nene le coloca mucho énfasis porque recién estaba en esto, pero él ya tenía experiencia.
Más importante que la presentación, era estar con ella.
—No te escuchabas bien cuando hablamos por teléfono.—Comentó Kiriha y aclaró su garganta— Disculpa si, preferías estar solo.
—No...—Nene se adelantó a responder— No te disculpes...—Suavemente tomó sus manos—Muchas gracias por venir.
Yamato observó un tanto molesto como su hija tomaba las manos de aquel chico.
—¿Qué hace Kiriha aquí?— Preguntó Hiroaki.
—Ni idea.— Respondió Yamato.
Pero iría a averiguarlo
Fue así como se acercó a ellos.
—Kiriha.—Llamó al Aonuma.
El nombrado alzó su mirada y rápidamente se colocó en pie— Señor Ishida.
—¿Qué estás haciendo aquí?— murmuró Yamato, sintiendo una oleada de incomodidad al ver la cercanía entre Kiriha y Nene.
Nene también se colocó de pie junto a Kiriha.
—Vine a ver a Nene.— Respondió Kiriha— Me enteré lo que sucedió con Takeru y quise venir a apoyar a Nene.
Yamato apretó los puños con frustración, sintiendo una mezcla de celos y preocupación. No estaba seguro de cómo manejar la presencia de Kiriha en ese momento tan íntimo con su hija— No creo que sea necesario que estés aquí.
Nene frunció el ceño—¿Por qué no?—Preguntó— Kiriha simplemente vino a darme sus buenas vibras.
—Nene, este momento es familiar.—Declaró Yamato— Tienes el apoyo mío y de tus hermanas, mientras esperamos noticias de Takeru.
Nene observó molesta a su padre.
¿Qué le ocurría?
Kiriha frunció el ceño ligeramente, sorprendida por la reacción de Yamato—Lo siento, no quise ser entrometido, ni molestar en un momento familiar. Sé que es un tema complicado y quieren privacidad.
Yamato asintió.
—¡No te disculpe, Kiriha!—Exclamó Nene— Mi padre no es quien para decirte algo así, después de todo, él también trajo a personas extrañas aquí.— Respondió.
—Haruna Anderson le está donando sangre a tu tío. No es extraña, simplemente vino a ayudar.—Contestó Yamato.
—¿Y, Kiriha no?— Preguntó la castaña.
—¡Nene!— Yamato regañó a su hija.
El regaño de Yamato resonó en la sala de espera, dejando un silencio incómodo en su estela.
—¡Deja de actuar como niña!
—¡No actúo como una niña!— Exclamó Nene.
Kiriha hizo una mueca, no quería empeorar las cosas, solo quería que Nene estuviera bien.
—Nene, lo mejor será que me vaya.
—¿Qué?— La castaña lo observó sorprendida— ¿Ya te vas?
Kiriha asintió.
—¡No! No te vayas.—Rogó Nene.
—Nene, ustedes están en una situación complicada, y familiar.—Depositó una mano en su hombro— Lo mejor será que les de privacidad.
—¡Pero!
—¡Déjalo Nene!— Yamato interrumpió a su hija— Es tarde, Kiriha merece estar en su casa, descansando junto a su novio, después de todo, mañana tendrá un arduo trabajo en la empresa por la reunión.
"Junto a su novio"
De alguna manera, y disimuladamente, Yamato intentó recordarle a Kiriha su trato.
Nene observó con ira a su padre.
—Nos vemos mañana en la empresa Nene.—Kiriha le dijo a la castaña y luego dirigió su mirada Yamato— Adiós señor Ishida.
Fue así como Kiriha volteo y se retiró del lugar.
Nene volteo su mirada hacia Yamato y apretó su puño.
—Pero ¿qué rayos te sucede?— Preguntó— ¿Por qué le hablaste así?
Yamato simplemente se cruzó de brazos— Porque no creí que fuera optima su presencia aquí.
—Solo vino a apoyarme.
—¡No necesitas su apoyo! — Respondió el rubio—Si no eres capaz de aceptar el apoyo de tu propio padre, mucho menos deberías ser capaz de recibir el apoyo de alguien que conoces hace casi nada, y que solo es un compañero de trabajo para ti.
—¡Olvida que aceptaré tu apoyo! O tus palabras de consuelo. No lo mereces luego de todo lo que hiciste al avergonzar a nuestra familia frente a todos.
—Deja de actuar como una niña, Nene.—Declaró Yamato— Cometí un error, sí. Pero eso no quita que sea tu padre y debes respetarme.
—¡Sobre mi cadáver! Yamato Ishida.— Nene volteo en dirección contraria y se alejó de él.
Luego de terminar su donación, Haruna caminó en dirección al subterraneo de la clínica, donde le dijeron que debía firmar unos papeles.
Mimi observó a la mujer detrás del mostrador que se encontraba tecleando en su computador mientras registraba sus datos.
—Señorita Anderson, necesito que me de su cédula de indentidad o pasaporte.—Rogó la mujer.
Fue asi como Haruna abrio su bolso y sacó su pasaporte. Sí, era japonesa, pero frente a todos era una mujer extranjera. Fue así como le entregó el pasaporte a la secretaria.
—¿Haruna Anderson?
La castaña se sorprendió al escuchar su nombre, y esta impresión aumentó cuando voteo la mirada y se encontró frente a frente con un chico moreno de ojos azules, junto a una mujer de cabello negro-azabache.
¡Oh no!
—Joven Akiyama.— Musitó Haruna— Señora Kimura.
—Señorita Anderson.— Respondió Tomoko.
Los tres se observaron impresionados.
—Que sorpresa es verla.— Comentó Ryo— ¿Qué hace aquí?
—¿E? Vi-vine a donar sangre.— Contestó la castaña.
¿Donar sangre?
La secretaria interrumpió—Señorita Haruna. Dejeme verificar sus datos, Haruna Anderson, nacionalidad Estadounidense...
Haruna asintió.
—Ninguna enfermedad transitoria.— La señora comenzó a leer cada item para terminar el ingreso de los datos de aquella mujer. Hasta que finalmente llegó a esta pregunta: —Sangre O negativo ¿no?
Haruna asintió.
—Bien...—La mujer se colocó en pie—Regreso con el comprobante del registro.
Fue así como la secretaria salió del lugar dejando a Haruna junto a Ryo y Tomoko.
—¿Sangre O negativo?— Musitó Ryo.
—¿E?— Balbuceo la castaña— S-sí.
Tomoko y Ryo intercambiaron miradas.
—¿Hay algún problema con eso?—Pregunto Haruna temerosa de la mirada que ambos se daban entre sí.
—No...—Tomoko se apresuró a responder— No lo hay.— Respondió y alzó una ceja— ¿O debería haberlo?
Mimi se sintió un tanto presionada y nerviosa ante la mirada que le daba Tomoko, su madrina, literalmente sentía que cuaquier movimiento en paso la dejaría en evidencia.
—No ¿por qué lo habría?— Aclaró su garganta— ¿Y-y...—Intentó preguntar— ¿Ustedes que hacen aquí?
—Traje a mi madrina a su tratamiento.— Respondió Ryo.
—¿A sí?— Musitó Haruna sorprendida.
Así que ¡era verdad! Tomoko a pesar de su situación, logró acceder a una buena atención médica para sus tratamientos de anemia aplasica.
—Curiosamente, yo recibo trasfusiones del mismo tipo de sangre que usted...— Comentó Tomoko—O negativo.
—¿A sí?
Tomoko asintió— Verá, somos pocas personas con ese tipo de sangre.—Musitó— Pero existen personas como usted que donan.
—Mi hermana también donaba sangre O negativo ¿sabe?— Comentó Ryo.
Haruna se mordió el labio inferior ante esto.
—¿L-la hermana de la qué me hablaste?— Preguntó.
El oji-azul asintió— Mi hermana Mimi.
—Disculpe que se lo diga señorita, quizás suene indiscreto, pero usted, por alguna razón, me recuerda mucho a ella.—Comentó Tomoko—Y no lo digo solo por la sangre.
Ryo se sorprendió ante las palabras de su madrina, era algo que él pudo haber dicho, pero no esperaba de ella.
—¿A-a sí?— Mimi intentó no tartamudear, pero fue inevitable.
Tomoko asintió— Sí, usted se parece mucho a ella.
Mimi tragó saliva nerviosa— Que...—Necesitaba desviar la conversación—¡Que coincidencia! Su ahijado me dijo algo similar hace unos días cuando se entrometió a la fuerza en mi habitación.
Sí, lo delató. Pero ¡Necesitaba salir del paso!
—¿Perdón?—Preguntó Tomoko— ¿Cómo es eso que, se entrometió en su habitación a la fuerza?
—Acaso ¿no Koushiro no le dijo?— Cuestionó Haruna— Este jovencito hace unos días, cuando aún no nos conocíamos...—Comentó— Al parecer, me vio en la fiesta y, según él, me parecía tanto a su hermana que quería verme.— Musitó— Sorprendentemente pasó la seguridad de mis guardias y sin ningun problemas se metió en mi habitación.
La mujer Kimura observó sorprendida a Ryo.
¡Rayos, rayos, rayos!
Pensó el Akiyama ante la mirada sorprendida y fulminante de su madrina.
—Akari, la hija de Koushiro, se sobresaltó a mil y yo también, como no nos conocíamos, pensé que trataba de un ladrón.— Comentó Haruna— ¡Qué bueno que todo se arregló gracias a Koushiro!
—¿Eso es verdad?— Tomoko le preguntó a su ahijada.
—¿E?— Balbuceo el Akiyama—Pu-pues...
Justo en ese minuto la secretaria llegó al lugar— Señorita Anderson, aquí tiene su registro.
La castaña lo recibió— Muchas gracias.— Volteo hacia Tomoko y Ryo— Fue un gusto verlos. Que tengan bonita noche.
Ryo y Tomoko asintieron.
Fue así como Mimi volteo en dirección hacia las escaleras y se alejó del lugar, rogando al cielo no haber sido descubierta.
—Kouji, no te enojes, Takuya simplemente me estaba consolando.— Declaró Izumi— Él vino con Hikari, ya que ella fue quien trajo a Takeru hasta aquí, y muy amablemente, me estaba brin...
—¡No me importa lo que haya hecho Izumi!— Exclamó el Minamoto verdaderamente enojado.
Ambos no se dieron cuenta que Haruna acababa de llegar al final de la escalera.
—¡Kouji, por favor!— Izumi llamó a su novio y suavemente lo tomó por el brazo— Entiende...
—¡No Izumi, la que debe entender eres tú!— Kouji alzó la voz—¿Qué dirá tu familia al saber que me estás engañando con él?
¿Engañando?
Izumi se sorprendió ante esta declaración—No te estoy engañando.
—¡Claro que sí!
La rubia hizo una mueca totalmente dolida por el comportamiento de Kouji.
—Por favor, no pienses eso.— Se acercó a él.
—Yo te quiero, Kouji, eres mi novio.— Habló Izumi— ¿Por qué me tratas así? Siempre he intentado demostrarte todo lo que siento.
—¡Pues no se nota!— Respondió el Minamoto— Al parecer, es mal de familia, porque no has dudado ni un segundo en alejarte de ese chico, sabiendo que nuestra relación está mal.
Haruna, quien había estado escuchando la conversación en silencio desde cierta distancia, sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar las acusaciones de Kouji hacia Izumi. No podía quedarse quieta mientras su amiga era injustamente culpada y herida por las palabras de su novio.
—¡Ey! ¿Qué te ocurre?— Preguntó interviniendo en la conversación— ¿Por qué tratas así a tu novia?
—No se meta, señora.— Respondió Kouji.
—¡Claro que voy intervenir!— Exclamó Haruna— Izumi está llorando y tú estás enojado.
La mirada de Kouji se endureció ante la intervención de Haruna, pero ella no retrocedió ni un paso, decidida a defender a su amiga.
—Usted no entiende lo que está pasando entre nosotros.—argumentó Kouji, con tono desafiante.
Haruna frunció el ceño, sintiendo una oleada de indignación ante la actitud de Kouji.
—No importa lo que esté pasando, no le da derecho a tratarte de esa manera. —replicó con firmeza— Una relación se basa en respeto y apoyo mutuo, no en acusaciones infundadas y desprecio.
Haruna se acercó a la oji-verde que lloraba y posó sus manos en sus hombros.
—Si realmente quieres a tu novia, debes aprender a comunicarte de manera respetuosa y a resolver tus problemas juntos, en lugar de lanzar acusaciones sin fundamento.—declaró con firmeza— Si no eres capaz de hacer eso, entonces no mereces estar en una relación con ella.
Kouji rio con ironía ante esto: —¡Qué gran discurso!— Exclamó— ¿Quién, rayos, se cree que es para venir a darme consejos?— Preguntó— ¡Guardese sus comentarios!
Fue así como volteo en dirección contraria y se alejó del lugar, dejando a Izumi bastante afectada, llorando.
—Tranquila, Izumi, todo estará bien.
La rubia negó: —N-no, nada estará bien.
—¡Claro que sí!
—Kouji posiblemente terminará conmigo.
—¿Él contigo?— Preguntó Haruna— ¡Tú deberías terminar con él! Luego de la forma en que te trató.
—N-no...—La rubia tragó saliva— Yo no puedo hacer eso.
—¿Por qué?— Cuestionó la castaña— Es lo que merece luego de esto.
—No puedo hacer eso, porque yo lo quiero.— Habló Izumi— Y es el hombre indicado para mí. — Todos, siempre se lo dijeron, sus abuelos, sus padres, su tía Satomi.
Kouji era el único chico que podría mantener su estilo de vida y con quien sería feliz.
—¿Cómo va a ser el hombre indicado para ti si te trata de este modo?— Preguntó Haruna.
—E-es complicado.— Musitó la rubia—Pe-pero yo lo quiero.
—No basta con el cariño, Izumi, basta con la compresión, el apoyo, algo que en este minuto no te dio. Y lo necesitabas.— Explicó Haruna.
Izumi se mordió el labio inferior sintiendo completamente su corazón apretado. No quería decirlo, pero Haruna tenía razón, mucha razón.
Sin embargo, para ella era difícil, Kouji era el chico con el cual estaba hace tiempo. Todos siempre le decían que era el chico perfecto para ella, independiente de su carácter.
+Sí, cortito, pero con buena información jsjsjs Ojalá les haya gustado.
+No sé ustedes, pero en Chile somos muy peculiares, o, al menos los que somos clase media, no es que seamos pobres, pero generalmente los que somos de esa clase, compramos zapatillas de marca que la usamos una y otra vez, provocando que se desgasten. Algo así le sucedió a Takuya, no es que sea pobre, simplemente es clase media y le da el uso mil a sus zapatillas. Lógicamente no va a comprar todo el tiempo zapatillas, porque hay gastos más importantes.
BethANDCourt: Hola jsjsjs disculpa por haberte hecho esperar ¡De verdad! Lo siento. Pero ahora me dispuse a avanzar lo antes posible con el capítulo para poder publicarlo el día en que corresponde. Me alegra saber que estás enganchadísima con la historia, eso me da ánimos de seguir, me alegra leer tus comentarios. Sí jsjsjs hubo muchas escenas jaja me alegra que te haya gustado, quizás no hay Ryuki RyoxRika) todo el tiempo, pero cuando ahí me gusta que sean buenas escenas. Sí, Rika es difícil, pero es entendible, ella jamás ha sentido algo como lo que siente, además es más pequeña e inexperta que Ryo. Ya veremos que sucede con nuestra querida Rika. Sí, hubo a Takari a un costo muy alto ToT lo lamento, pero debía ocurrir para que el Takari se fortalezca jsjsjs supuse que algunos iban a imaginar que era un secuas de Toshiko, lo cual sería lógico, Hikari es joven y bonita. Pero tranquila, no era jsjs Era un bandalo cualquiera. Atentos a Tomoko, ella es una mujer muy inteligente, sería bueno que supiera la verdad, pero ya veremos qué sucederá. Sí, Koushiro es el cable a tierra de Mimi, siempre la hará pensar con la cabeza y cordura. Sí, Mimi fue egoísta, no lo voy a negar, pero siempre digo que cada acción es parte de un desarrollo, Mimi está ¡Muy herida! entonces Mimi deberá ir evolucionando y razonando. Sí, Kiriha es super lindo, no solo guapo y serio, tiene lindos sentimientos (en especial con Nene) pero tienes razón, Nene es cerrada, muy cerrada. Lamentablemente Nene tiene un carácter parecido a Yamato, incluso más que Rika en ese sentido, se parece a Toshiko e Hiroaki al creerse el centro del mundo, tendrá que trabajar mucho en eso, será parte de su desarrollo. Ya veremos como todo se irá desarrollando en su vida y como Kiriha la ayudará. Takuya e Izumi ciertamente tienen una conexión especial, ¿verdad? Es hermoso ver cómo Takuya puede hacer sonreír a Izumi incluso en medio de momentos difíciles jsjs me alegra que te haya hecho reír la conversación por la comida jsjs Sí, Izumi es la más sensible, no sé si lo dije, pero en eso se parece mucho a Sora, en esta historia adquirió ese carácter de ella. Sí, llega un minuto donde da pena, fue infiel, pero como padre siempre ha estado al pendiente de sus hijas, que lo traten así verdaderamente lo hace sentir débil jsjsjs Bueno, las dudas y curiosidad del padre de Takuya, y ahora, los padres de Rika será un sello característico de esta historia. No diré nada sobre los padres de Rika, sin embargo, diré que jamás se imaginarán quienes son y están muy cerca. La verdad de sus padres es algo que saldrá a la luz, pero falta tiempo, todo recién empieza jsjs Espero que te haya gustado este capítulo, soy feliz sabiendo que continúas leyendo y me alegra leer tus comentarios. Espero que sigas leyendo, te mando un gran abrazo a la distancia.
