Hola gente, como andan¡

Primero que nada, este es un experimento de un AU de Cid y Alpha, tengo miedo de lo que pueda salir de esto XD, pero en fin, veamos que sucede, ustedes serán los que juzguen


El sol comenzaba a esconderse tras los altos edificios de la ciudad, pintando el cielo con tonos cálidos y anaranjados. En medio de las sombras que se alargaban por las calles, dos figuras se encontraban frente a frente en un callejón oscuro.

Cid Kagenou, el reconocido líder de los "Seguidores de la Sombra", mantenía su postura firme y desafiante. A su lado, Alpha, la enigmática protagonista de innumerables leyendas urbanas, mostraba una calma aparente que escondía su astucia y fuerza interior.

Ambos se habían cruzado en más de una ocasión en el pasado, en encuentros donde la batalla y la estrategia eran moneda corriente. Sin embargo, esta vez algo era diferente. Una chispa, apenas perceptible, había surgido entre ellos, desafiando las barreras de la rivalidad.

—Cid Kagenou, líder de los Seguidores de la Sombra... —murmuró Alpha, con una sonrisa que apenas insinuaba sus pensamientos—. Nunca pensé que nos encontraríamos de esta manera.

Cid arqueó una ceja, intrigado por la calidez en la voz de su adversaria.

—Alpha, la sombra entre las sombras —respondió con un tono igualmente intrigado—. ¿Qué te trae a este rincón de la ciudad?

Los ojos de Alpha brillaron con una intensidad que no pasó desapercibida para Cid.

—Digamos que tengo un interés especial en tus actividades, Cid. Pero eso es algo que discutiremos en otro momento. Por ahora, ¿qué tal si dejamos de lado nuestras diferencias y compartimos un momento de paz?

Cid frunció el ceño, sorprendido por la propuesta. Sin embargo, algo en la mirada de Alpha le hizo considerarla seriamente.

—Está bien, Alpha. Por esta vez, aceptaré tu oferta —respondió con cautela.

Ambos se sentaron en un rincón del callejón, dejando de lado sus armas y tensiones. Entre conversaciones sobre sus pasados y sus visiones para el futuro, descubrieron una conexión inesperada que iba más allá de la rivalidad.

El tiempo pareció detenerse en aquel callejón oscuro, donde dos almas destinadas a enfrentarse encontraron un atisbo de comprensión y camaradería. Y así, en medio de las sombras del destino, nació una alianza improbable que cambiaría el curso de sus vidas para siempre.


Después de aquel encuentro inesperado en el callejón, Cid Kagenou y Alpha continuaron cruzándose en el oscuro y peligroso mundo en el que vivían. Sin embargo, algo había cambiado entre ellos. Una extraña complicidad se había instalado, desafiando las fronteras de la rivalidad y la enemistad.

Los días pasaban rápidamente, llenos de intrigas, batallas clandestinas y misterios por descubrir. Cid y Alpha se encontraban cada vez más a menudo, compartiendo información, estrategias y, en ocasiones, incluso momentos de descanso y camaradería.

En una noche particularmente oscura, Cid recibió un mensaje encriptado que lo llevó hasta un antiguo almacén abandonado en las afueras de la ciudad. Con cautela, se adentró en el lugar, alerta ante cualquier posible emboscada.

Sin embargo, lo que encontró en el interior del almacén lo dejó completamente sorprendido. Alpha estaba allí, de pie en el centro de la sala, rodeada por un aura de misterio y determinación.

—Cid, me alegra que hayas venido —dijo Alpha, con una sonrisa enigmática—. Tenemos asuntos importantes que discutir.

Cid frunció el ceño, preguntándose qué podría llevar a Alpha a convocarlo de esa manera.

—¿Qué es lo que tienes entre manos, Alpha? —inquirió, manteniendo su guardia alta.

Alpha se acercó a él con paso firme, su mirada fija en la suya.

—He descubierto algo que podría cambiarlo todo, Cid. Algo que podría unir nuestras fuerzas en lugar de dividirlas —explicó, con una intensidad que no pasó desapercibida para él—. Pero necesito tu ayuda para llevarlo a cabo.

Cid arqueó una ceja, intrigado por las palabras de Alpha. A pesar de sus diferencias, sabía que ella no era del tipo de persona que pedía ayuda fácilmente.

—Dime qué es lo que tienes en mente, Alpha. Estoy dispuesto a escucharte —respondió, dispuesto a darle una oportunidad.

Alpha le reveló su plan con cautela, explicando cada detalle con precisión y astucia. A medida que hablaba, la chispa de esperanza se encendía en los ojos de Cid, comprendiendo la magnitud de lo que estaban a punto de emprender juntos.

—Es arriesgado, Alpha. Pero si lo logramos, podríamos cambiar el equilibrio de poder en esta ciudad para siempre —admitió Cid, asimilando la audacia de su propuesta.

—Exactamente, Cid. Juntos, la sombra y la luz pueden ser imparables —declaró Alpha, con una determinación que lo dejó sin aliento.

En ese momento, en medio de la oscuridad del almacén abandonado, Cid Kagenou y Alpha sellaron una alianza que trascendería las barreras del bien y del mal, uniendo sus fuerzas en pos de un objetivo común. Y así, en las sombras del destino, nació una nueva era de posibilidades y esperanzas.


Con la alianza entre Cid Kagenou y Alpha sellada, comenzaron a poner en marcha su arriesgado plan para cambiar el destino de la ciudad. Trabajando en las sombras, urdieron estrategias meticulosas, reclutaron aliados discretos y desafiaron a aquellos que se interponían en su camino.

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses, mientras su plan cobraba forma lentamente. Cada movimiento calculado, cada decisión tomada con cuidado, los acercaba un paso más hacia su objetivo final.

Sin embargo, no todo era fácil. En su camino se encontraron con obstáculos inesperados, enemigos poderosos y traiciones que amenazaban con desbaratar todo lo que habían construido juntos. Pero cada vez que la oscuridad parecía ganar terreno, Cid y Alpha se fortalecían el uno al otro, recordando el pacto que habían hecho en aquel almacén abandonado.

Una noche oscura y tormentosa, Cid y Alpha se encontraron en un rincón apartado de la ciudad, donde las sombras parecían cobrar vida propia.

—Alpha, estamos llegando al punto crucial de nuestro plan —dijo Cid, con seriedad en su voz—. Los riesgos son mayores que nunca, pero también lo son las recompensas.

Alpha asintió, su mirada fija en la suya con determinación.

—Lo sé, Cid. Pero estamos preparados para enfrentar lo que sea necesario para alcanzar nuestro objetivo —respondió, con una confianza inquebrantable.

Juntos repasaron una vez más cada detalle de su plan, ajustando estrategias y preparándose para lo que estaba por venir. Sabían que el destino de la ciudad estaba en juego, y estaban dispuestos a sacrificarlo todo para asegurarse de que cayera en las manos adecuadas.

Cuando la noche llegó a su punto más oscuro, Cid y Alpha se adentraron en las sombras una vez más, listos para enfrentarse a su destino con valentía y determinación. Unidos por un vínculo más fuerte que el acero, avanzaron hacia el futuro incierto, sabiendo que juntos podían lograr lo que nunca podrían hacer solos.

Y justo cuando estaban a punto de partir, en un impulso inesperado, Alpha se acercó a Cid y, sin decir una palabra, lo tomó suavemente del rostro y lo besó con pasión.

El corazón de Cid latía con fuerza mientras respondía al beso, dejándose llevar por la intensidad del momento. Durante un instante, el mundo entero pareció detenerse mientras se perdían en el calor mutuo de su conexión.

Cuando finalmente se separaron, Cid y Alpha se miraron con asombro, conscientes del cambio en su relación. Un nuevo entendimiento se había forjado entre ellos, un vínculo que trascendía las palabras y las acciones.

—Alpha... —murmuró Cid, su voz llena de emoción y sorpresa.

—Cid... —respondió Alpha, con una sonrisa suave en los labios.

En ese momento, en medio de la oscuridad de la noche, Cid Kagenou y Alpha se dieron cuenta de que su conexión era más profunda de lo que habían imaginado, y que juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que el destino les deparara.


Seré sincero, tengo miedo de publicar esto XD

Por favor déjenme sus comentarios y díganme si gusta, o ya fue este mini historia jaja

Los estare leyendo.

Un saludo