Quiero que escuches lo que tengo para discutir contigo. Me parece irracional eso de no dejarnos hablar y encerrarnos. Además de imprudente, porque cualquiera de esos sujetos que extinguieron a más de la mitad de la humanidad podría salir de esa pseudo prisión que hiciste-dijo el saiyajin con seriedad. Bulma frunció el ceño al oírle criticar las celdas que ella misma había diseñado.
¿Y qué diablos es eso tan importante que tienes para decirme? ¿Acaso sólo viniste a advertirme que podías destruirla? ¿Entonces por qué no lo hiciste?-preguntó la peli azul desafiante, la arrogancia de aquel hombre estaba irritándola. No entendía porqué Krilin lo había dejado salir, no podían confiar en él, era un completo desconocido.
No entiendo cómo ha podido durarte intacta la base con esa actitud -cuestionó el saiyajin-si hubiera querido destruir este lugar ya lo habría hecho, pero ese no es mi objetivo, necesito hablar contigo-dijo nuevamente, Bulma lo miró con curiosidad. Aquel saiyajin que tenía frente a ella parecía diferente a los que había visto amenazando a la tierra. Parecía genuinamente interesado en dialogar con ella.
¿Entonces cuál es tu objetivo? -preguntó nuevamente la humana con la misma actitud. Vegeta no podía evitar pensar en la Bulma que conocía al reconocer su actitud en aquella mujer que tenía frente a él.
Quiero ayuda, y creo que tu también la quieres-dijo el saiyajin con naturalidad-Como hemos dicho antes, venimos del futuro, vinimos en una máquina del tiempo que fue construida por ti y se descompuso. Por lo tanto, la única capaz de repararla eres tú, te necesitamos o no podremos volver-aclaró, la mueca de incredulidad de Bulma no tardó en aparecer.
¿En una máquina del tiempo? -preguntó Bulma sorprendida-¿Yo la construí?-preguntó nuevamente. Ni siquiera podía imaginar cómo aquello podía ser posible. No creía que la tecnología que ella conocía fuera capaz de lograr algo siquiera parecido.
Así es, tuvimos que ir al pasado por una urgencia, tuvimos un accidente cuando intentamos volver al futuro y por eso se descompuso. Necesitamos que tú la repares o no podremos regresar-manifestó el saiyajin nuevamente. Debía intentar ser cordial con ella o no la convencería, esa Bulma no lo conocía.
Por más que yo pudiera reparar esa máquina que según tu yo construi ¿Qué obtengo yo a cambio?-preguntó Bulma confundida, no le parecía muy lógico ayudar a unos extraños. Tenía un millón de cosas más importantes qué hacer, reparar un artefacto de avanzada tecnología seguro llevaría muchísimo tiempo.
Vamos a devolver la paz a su tiempo, tenemos el poder para poder derrotar a los que devastan a la tierra-explicó el saiyajin-Si tu reparas nuestra máquina podríamos acabar con esos sujetos que quieren exterminarlos -ofreció. Notó que la expresión de la mujer se había vuelto pensativa.
Bulma abrió sus ojos con interés al escucharlo, aquello la había sorprendido. No podía dejar escapar tal oportunidad, la paz en su planeta era algo que ansiaba hace bastante tiempo.
¿Crees que puedan hacer eso? Hace mucho tiempo que hemos estado sobreviviendo y muchos guerreros murieron en el intento-dijo Bulma un tanto insegura-¿Como se que ustedes pueden hacerlo? Podrían morir también-vaticinó. No podía descartar esa posibilidad, muchos guerreros habían muerto intentando defender la tierra.
Si no me crees lo haremos primero, luego puedes reparar nuestra máquina del tiempo-dijo el saiyajin -No vas a perder nada dándonos la chance, después de todo no pierdes nada si nosotros morimos-la persuadió, Bulma pareció sorprenderse por la manera tan despreocupada en la que el saiyajin hablaba de la muerte.
¿Y cómo sé que puedo confiar en ustedes?-preguntó Bulma con desconfianza. Vegeta se arrodilló ante ella y le tendió dos cápsulas. Le estaba dando las cápsulas que contenían la máquina del tiempo más moderna y la vieja. Bulma extendió la mano y recibió lo que el saiya le daba-¿Qué es lo que me diste?-preguntó confundida.
Las dos máquinas del tiempo con las que contamos, una es antigua y la otra la actualizada. La antigua no puede llevarnos a nuestro tiempo porque está descargada y se dañó su carga automática. La segunda se descompuso cuando vinimos aquí-dijo, puso ambas cápsulas en la mano de Bulma y cerró la mano de la mujer con delicadeza.
Ambos se miraron algunos segundos en silencio, habían sentido algo extraño cuando sus manos se tocaron. Bulma no pudo ignorar aquella sensación, algo realmente extraño sucedía. El saiyajin parecía conocerla.
¿Y por qué te arrodillaste?-preguntó, luego de aquello el saiya se puso de pie nuevamente. El mismo tan solo se había limitado a mirarla, esa situación era bastante peculiar.
Soy un príncipe saiyajin, no me arrodillo ante cualquiera. Te necesitamos, tanto como tu mundo a nosotros-manifestó. Bulma lo miró sorprendida, no entendía bien qué le sucedía con ese hombre, pero sentía que podía confiar en él.
Sólo intentaré repararla con una condición-dijo Bulma cruzándose de brazos, Vegeta la miró interesado.
Dime-insistió rápidamente, haría cualquier cosa por ella, aunque no fuera a admitirlo.
Que prometas que la paz volverá a nuestro planeta-dijo Bulma-Y que no van a causar destrozos ni tu, ni tus amigos-peticionó. Guardó las cápsulas que el saiyajin le había dado en el bolsillo de su bata de laboratorio.
Sólo podremos pelear si los liberas, sino deberemos destruir tu celda-dijo el saiyajin con una media sonrisa. Había podido convencer a la humana, notaba que la misma estaba cediendo al trato que habían planteado.
Antes que nada, quiero saber quienes son y por qué me conocen-dijo Bulma de manera demandante, quería saber algo de aquellos desconocidos antes de confiarle el destino de la humanidad.
Mi nombre es Vegeta, soy un ex mercenario del ejército de Freezer, el sujeto que mandó a devastar este lugar. Aún así yo pertenezco a otro universo, mi contraparte seguramente aún trabaja para él, pero yo ya no soy así-argumentó el saiyajin -Te conozco en mi tiempo, hace bastantes años-aclaró. Debía ser ambiguo con ese asunto, Bulma podría darse cuenta de cómo eran las cosas en la otra línea temporal.
¿Somos amigos o algo así?-preguntó Bulma confundida. Vegeta tomó el comunicador que llevaba consigo y llamó a su Bulma rápidamente, la misma no tardó demasiado en contestar.
Hola Vegeta ¿Sucedió algo?-preguntó una voz desde el comunicador, el saiyajin miró la pantalla y luego fue a colocarse al lado de la Bulma de ese tiempo para que también pudiera verla.
Estoy contigo en este tiempo y no me cree. Piensa que no te conozco o que le estoy mintiendo-dijo el saiyajin. Bulma miró fascinada desde el comunicador a su contraparte del presente apocalíptico y entendió al instante el problema.
¿Ella soy yo?-preguntó totalmente sorprendida la peli azul apocalíptica, no podía creer lo que estaba viendo. Se vio a sí misma del otro lado del comunicador.
Si, y conozco a ese hombre. Deberías confiar en él, yo lo hago, es una buena persona y es de palabra-dijo la esposa del saiyajin rápidamente. Sabía que Vegeta había recurrido a eso dado que ella era bastante desconfiada con los extraños, al parecer ella y Vegeta no eran pareja en esa línea temporal.
¿En serio?-cuestionó dudosa la mujer. Pero ya sabía que no tenía muchas opciones, la guerra estaba perdiéndose y debía tomar cualquier posibilidad de victoria. Además, si lo decía su otra yo debía creerle.
Si, completamente- contestó la peli azul desde el comunicador con una sonrisa en su rostro.
De acuerdo, es un trato. Yo repararé su nave y los dejaré quedarse en la base mientras derrotan a los invasores. Pero quiero una cosa más...-dijo la peli azul convencida.
¿Qué cosa?- preguntó el saiya sorprendido, no esperaba que aquel trato tuviera alguna otra condición.
Quisiera que me des el comunicador y que mi otra yo me ayude- solicitó. Después de todo ella no sabía nada sobre la máquina del tiempo.
De acuerdo, trato hecho- contestó el saiya mientras le extendía su mano para luego ser estrechada por la científica.
Bulma observaba la situación desde el comunicador preocupada. No sabía muy bien dónde estaban su esposo, hijo y amigos ahora. Vegeta aún no le había contado nada de lo que había sucedido.
Vegeta, ¿podemos hablar a solas?- preguntó la peli azul al saiyajin desde el comunicador.
De acuerdo, discúlpanos- dijo el saiya a la científica a su lado, la misma asintió dando permiso para que conversaran.
Vegeta encendió el comunicador y apareció de nuevo la imagen de su esposa. Había ido a otra habitación de la gran edificación subterránea, después de todo ya había logrado persuadir a esa Bulma.
Vegeta, sabes que siempre te admiré por ser inteligente y planear bien las estrategias, pero...-Dijo la peli azul dejando un segundo de silencio.-¿No crees que puede ser una mala idea que yo hable con ella? ¿Y si descubre que somos pareja u otra cosa del futuro?-gritó furiosa la científica.
Por favor, eres la científica más inteligente de la tierra Bulma. Puedes hacerlo-dijo el saiya con una sonrisa -Pensé que ibas a hacerme una escena de celos o algo así porque estoy con tu otro yo aquí-bromeó. Bulma frunció el ceño al oírle, no había considerado eso.
¿Debería?-preguntó la mujer de manera acusadora. Tampoco le agradaba demasiado que Vegeta estuviera en otro sitio con una mujer idéntica a ella, por más que de tratara de su alter ego.
Claro que no, solo vinimos aquí por accidente, Kakaroto tiene la culpa-dijo el saiya para tranquilizarla-No veo la hora de regresar, ya me cansé de andar sin dormir por días. Además hace mucho tiempo que no te veo y pasan cosas malas a cada momento- dijo con cierto cansancio. La realidad de ese lugar era bastante dura, no se había sentido así desde que había dejado de ser mercenario para Freezer.
Entonces esfuérzate por volver, yo voy a reparar la máquina del tiempo -dijo la peli azul con determinación -Puedo mostrarle los planos que tengo desde aquí, pero quizás le lleve algo de tiempo. Comprender el funcionamiento de la máquina del tiempo no es muy sencillo al principio.
Por favor no menciones algo referido a mí a menos que sea estrictamente necesario. Podría darse cuenta que somos pareja-advirtió el saiya. Bulma asintió-Además eres tú, ya sabes como eres, si tiene muchos datos podría deducirlo sola-vaticinó. Bulma era sumamente intuitiva, podría notar que algo raro sucedía. Quizás podría ser más fácil despistar a la niña, pero con una Bulma adulta era casi imposible.
De acuerdo-dijo la mujer a modo de afirmación-tú ten cuidado con lo que haces con ella o ya verás cuando vuelvas a casa-dijo con recelo.
No pasará nada-dijo el saiya con una sonrisa, los celos de la mujer le habían causado algo de diversión.
Más te vale-dijo la mujer, le sonrió y le mandó un beso antes de que el saiya se despidiera de ella, le daría el comunicador a la otra Bulma también. Necesitaba que la misma sintiera que dominaba la situación o podría desconfiar de ellos.
Vegeta se retiró de la habitación en la que se había colado para hablar con su mujer y rápidamente se encontró con una impaciente Bulma que parecía que llevaba un rato buscándolo. Estaba esperándolo en el cuarto contiguo a donde había estado hablando.
¿Qué sucedió?-preguntó el saiya a la científica, no quería actuar demasiado familiar con ella. Aquella Bulma parecía estar en alerta absolutamente todo el tiempo.
Ven rápido-contestó nerviosa, ambos salieron corriendo en dirección a la parte de las celdas.
Goku y los demás estaban esperando a que Vegeta terminase de hablar con Bulma. El saiyajin estaba junto a los niños sentados conversando contra una pared en ronda. Trunks, Gohan y Piccolo estaban sentados frente a ellos contra la otra pared y la pequeña Bulma gritaba hacia la puerta.
Estoy aburrida, quiero salir de aquí-chilló la niña, estaba bastante furiosa. Ya estaba bastante cansada, la habían tratado con bastante hostilidad al llevarla a ese lugar.
Ya enana, no te van a abrir, hay que esperar a Vegeta- dijo Trunks niño, estaba cansado de escuchar sus agudos gritos. Debía hablarle a la niña de algo para persuadirla o podría causar problemas.
No quiero-vociferó Bulmita nuevamente-Además el enano eres tú -agregó con el ceño fruncido.
Ya calla niña, deberías hacerles caso- contestó un guardia desde el otro lado de la pared de la prisión. Estaba vestido con ropa naranja parecida a la tradicional de Krilin.
Ya, déjala, de seguro Bulma igual los va a liberar pronto. Parece que se lleva bien con su amigo-comentó otro guardia que estaba en el lugar. Este colocó una silla frente a su amigo y una mesa. Sacó de sus bolsillos unas cartas y ambos se sentaron a conversar.
¿Por qué le respondes todavía? ya viene hace una hora que cada tanto grita- preguntó uno de los soldados a su compañero. La niña no parecía esta próxima a quedarse sin voz.
Es que ya me tiene harto, no me gustan los niños-dijo, había elevado un poco su tono de voz en la última frase para que la niña lo escuchase. Cuando volteó esta estaba contra el vidrio de la puerta sacándole la lengua-Ya me cansé-dijo furioso poniéndose de pie y abriendo la celda.
Al abrirse la puerta la niña lo pateó en la entrepierna dejándolo en el suelo quejándose del dolor.
Ahora tú eres el niño- dijo desde el marco de la puerta, salió rápidamente de la celda para que no pudieran atraparla. Bulma se había ido corriendo rumbo a uno de los pasillos que conectaban con la zona de las celdas.
El segundo guardia no se resistió ya que conocía la fuerza de los guerreros y no deseaba morir. Sólo salió corriendo en búsqueda de ayuda en el resto de la base.
Los demás salieron de la sala de detención cuando empezó a sonar la alarma de seguridad, quizás había sido una mala idea no detener a la pequeña peliazul. Probablemente la alarma se había activado dado que la misma había salido de la celda sin autorización.
Esto creará problemas para convencer a Bulma de reparar la máquina del tiempo-comentó Gohan con una mano en la cabeza. Vegeta los regañaría por causar problemas innecesarios.
Si, además mi mamá es la única que puede repararla-agregó Trunks adulto pensativo, no tenían más opciones que acudir a su madre de ese tiempo. Dudaba que hubiera mas científicos que ella en el mundo, mucho menos algún otro que fuera capaz de reparar una máquina del tiempo.
Vamos a ir con Bulma y solo explicaremos lo que sucedió-dijo Piccolo decidido. Los demás guerreros asintieron y empezaron a dirigirse hacia el exterior de la zona de las celdas. Debían buscar a la pequeña Bulma o Vegeta se enfadaría cuando volviera.
Recorrieron rápidamente los pasillos hasta que desde un camino que interceptaba el suyo, chocaron con Vegeta y Bulma. Ambos estaban dirigiéndose hacia la zona de la que habían salido. Los pasillos no eran muy iluminados, dado que todo allí era subterráneo, tan solo contaban con unas pocas luces tenues en su extensión.
Gohan chocó a la peli azul y Goku a Vegeta. Los saiyajin no se inmutaron en nada, pero la mujer perdió el equilibrio siendo salvada por Vegeta quien la tomó entre sus brazos para que no cayera al suelo.
Gracias- dijo la peli azul sonriente al verlo a la cara. Por un instante sintieron una conexión siendo separados rápidamente por los gritos de la pequeña Bulma. La misma había aparecido también en el pasillo, no habían podido notar su presencia dada la oscuridad del mismo.
¿Dónde estabas? ¿Qué haces con ella?- preguntó la niña al príncipe, parecía algo celosa por el tono en que lo había preguntado. Se había preocupado mucho dado que el saiyajin había tardado bastante en regresar.
Estaba intentando convencerla de ayudarnos, pero ustedes ya arruinaron todo al parecer- contestó Vegeta con tono de molestia, ignoró los celos de la niña. No quería que Bulma notara algún tipo de familiaridad entre ellos.
Hola Bulma, perdón, no te preocupes no causamos destrozos-saludó Goku avergonzado, no sabía muy bien cómo tratar a su amiga en ese lugar.
Menos mal, sino tendríamos problemas- contestó la científica aliviada, se había asustado mucho cuando había escuchado la alarma sonar.
Tan solo hay un herido que necesita asistencia al lado de la celda en la que estábamos, Bulma lo pateó-agregó Goku quién fue mirado de mala manera por los demás.
¿Ah, sí?-contestó con cierto enojo la mujer, se le fue rápidamente al recordar que había otros problemas qué resolver-Vegeta ya sabes, necesitamos tu ayuda y la de tus compañeros- dijo la científica al saiya con seriedad. Esperaba que el saiyajin cumpliera con lo que había prometido.
Si, lo sé. Piccolo y los niños irán a atender a ese soldado herido. Los demás vamos a la Capital del Oeste tenemos que encargarnos de un problema simple-ordenó el príncipe sorprendiendo con sus palabras a la peli azul.
De acuerdo-contestaron al unísono. Rápidamente el hombre verde y los niños regresaron hacia la celda, la pequeña peliazul fue llevada en contra de su voluntad por los otros niños. Sabían que no era una buena idea que ella interactuara demasiado con su versión adulta.
Yo quería ir con Vegeta-dijo la pequeña Bulma con el ceño fruncido. Estaba furiosa, le molestaba que Vegeta se alejara de ellos por mucho tiempo.
Mi papá va a un lugar peligroso, quiere que estemos a salvo. Principalmente tú-dijo Trunks para calmarla. La niña podría escaparse de ellos en cualquier momento, debía procurar que ella estuviera tranquila para que no huyera.
Seguramente volverán pronto Bulma- dijo Goten a su vez. Los tres estaban siguiendo a Piccolo nuevamente hacia la zona de las celdas.
Eso espero-dijo la niña de cabello azul con algo de preocupación. Si bien no entendía muy bien lo que sucedía no le agradaba demasiado estar en ese lugar, todos allí lucían muy tristes.
La única ventaja con la que contaban era que ambas versiones de la heredera de Capsule Corp. Desconocian lo que había sucedido en su línea temporal. Debían procurar que todo siguiera igual hasta que pudieran irse de ese lugar. No parecían siquiera cerca de lograrlo aún.
Capítulo 22 listo! Espero les esté gustando como va la trama de la historia. Agradezco los votos y comentarios que quieran darme. Nos leemos.
Niebla~
