Vegeta se dirigió a la zona en la que sentía la presencia de algunos mercenarios, eran al menos más de cinco.

Sopesó las consecuencias que tendría luego de empezar con aquello. Si fracasaba y su otro yo era atrapado estaba seguro de que Freezer mismo se encargaría de ejecutarlo. Solo podía procurar no fallar, si le daba una oportunidad al emperador del mal podría echar todos sus planes a perder. Debía actuar con suma cautela.

Recorrió la zona en la que los mercenarios estaban con calma, los encontró distribuidos en una zona no tan grande en la que estaban patrullando.
Afortunadamente, estaba bastante lejos del refugio de los humanos. Temía que los demás pudieran ser descubiertos antes de que pudiera reducir las tropas de Freezer desde adentro.

Capitán Vegeta-dijo uno de los mercenarios acercándose a él. Era bajito y su piel era color azul -¿Está perdido? Creí que las fuerzas especiales estaban en otra zona hoy- dijo pensativo. Miró al saiyajin con curiosidad le parecía extraño que estuviera solo.

No, no lo estoy. Sé perfectamente lo que hago-dijo Vegeta con seguridad mientras miraba en todas direcciones, debía asegurarse de que hubiera suficiente distancia entre ellos y los demás mercenarios que patrullaban el lugar. No podía dejar testigos vivos.

Pero señor a usted no le toca en este grupo ¿No debería estar guiando a su escuadrón de las fuerzas especiales?-preguntó intrigado el pequeño extraterrestre.

Vegeta lo tomó del cuello de la ropa rápidamente, debería empezar a deshacerse de esos sujetos. Al ver la expresión de terror en el rostro del mercenario recordó cuando hizo algo similar en Namek, definitivamente esta vez no había sido su elección.

La tierra estaba en peligro a manos de esos sujetos, debía hacer todo lo posible por salvar a los humanos de esa línea temporal aunque el precio de su superviencia fueran las vidas de los mercenarios de Freezer. No podía dejar que su compasión perjudicara al refugio de Bulma.

¿Qué está haciendo?-preguntó el extraterrestre con temor, no entendía porqué su superior estaba atacándolo arbitrariamente.

No puedo dejarte con vida, ni a ti ni a ninguno de estos sujetos-dijo Vegeta más para sí mismo que para el alienígena que temblaba del miedo.

Lo eliminó con un rápido rayo de energía, sabía que eso solo era el principio. Mostrar su ki en ese lugar en el que había mercenarios con rastreadores era como abrir la caja de pandora.

Se mostró pensativo mientras los otros mercenarios comenzaban a sospechar de él. Había notado que algunos se aproximaban hacia donde él estaba, seguramente porque había aumentado su ki al asesinar a aquel extraterrestre.

Antes no habría dudado un segundo en matar a cualquiera, había llevado a la extinción a muchas especies en tan solo pocos días. Pero ahora le resultaba mucho más difícil asumir aquellas decisiones, si bien sabía que ellos atentaban contra la paz de la tierra, también sabía que esos sujetos no eran más que lacayos de Freezer que actuaban movidos por el miedo. Al menos la mayoría de ellos.
Justo como él lo había hecho alguna vez, justo como su contraparte accionaba aún.

Vio a los mercenarios acercarse a él volando. No parecían aproximarse con una actitud hostil, aunque estaban moviéndose en grupo.

Capitán Vegeta, no sabía que usted estaba en este sector terrestre-dijo el que parecía ser el líder de aquella tripulación. Vegeta los miró con seriedad imperturbable, no debía mostrar indecisión.

Parece que me rastrearon rápido -dijo Vegeta con tranquilidad. Caminó algunos pasos con lentitud examinando cuántos eran, no quería fallar.

Si, nos acercamos por si estaba en problemas. Vimos su poder elevarse un poco-dijo el mercenario que estaba a cargo mirándolo con expresión curiosa. Notaba que el capitán de las fuerzas especiales actuaba algo sospechoso.

¿Cuántos mercenarios más hay alrededor de esta zona? ¿El cambio de turno en cuanto tiempo será? -preguntó, a juzgar por la intimidada mirada que causaba en ellos sabía que no le cuestionarían sus preguntas.

Hay alrededor de un centenar de mercenarios rondando esta zona señor, el cambio de turno se da cada 8 horas aproximadamente -afirmó. Le parecía extraño que el saiyajin le preguntara aquello. Aunque ciertamente las fuerzas especiales y los mercenarios de menor rango no tenían las mismas condiciones, el escuadrón especial tan solo intercedía en circunstancias excepcionales.

Ya veo-dijo Vegeta pensativo. Observó las miradas expectantes de los mercenarios de menor rango.
No le agradaba aquella sensación, le recordaba demasiado a su pasado de mercenario. Causar temor en los demás ya no le resultaba divertido en lo más mínimo. Enfrentar su pasado de esa forma no le agradaba para nada, ahora era completamente diferente como había sido alguna vez.

¿Podemos retirarnos señor? -preguntó el mercenario con nerviosismo. Había algo en la situación que lo incitaba a querer irse de allí.

¿Sorbet murió?-preguntó otro de los mercenarios que estaba formando detrás del capitán de escuadrón. Pudieron ver una parte del cuerpo sin vida que no se había desintegrado en el ataque del príncipe saiyajin. Estaba tirado en el suelo a algunos metros lejos de él, la potencia del rayo de energía lo había arrastrado hacia allí.

Retírense-dijo Vegeta con seriedad, lo miraron con confusión, pero no tardaron un segundo en darse la vuelta a ocuparse de sus asuntos nuevamente.

Vegeta los atacó rápidamente con la mayor cantidad de energía que pudiera sin transformarse en súper saiyajin. Si lo hacía llamaría la atención de todos los mercenarios de la zona, ese nivel de poder era demasiado para pasar inadvertido por los scouters.

Acabó con absolutamente todos los mercenarios que habían estado en aquella pequeña zona, debía moverse a otras y no arrasar tan solo en una. Podrían descubrir su rastro si no se movía pronto.

Mientras tanto, Bulma seguía con su cabeza metida bajo el panel de control de la máquina del tiempo. No le estaba siendo para nada fácil reparar ese artefacto, aún no lograba comprenderlo.
Había pasado horas examinando los planos que había hecho y las notas que había tomado de su otro yo. No había caso, sentía que cada vez estaba más lejos de poder entender cómo hacerlo.

Milk ingresó en la habitación con seriedad en su rostro. Vestía su habitual armadura creada por la mismísima científica de cabello azul.

Permiso para ingresar-solicitó desde la puerta del laboratorio de Bulma. La misma salió de debajo del panel de la máquina al oírla. La puerta de la máquina del tiempo apuntaba hacia la entrada, así que podía verla desde allí.

Milk no hace falta que hagas eso conmigo, ya lo sabes-dijo la peliazul sonriente al verla. La pelinegra le dio una leve sonrisa antes de entrar y acercarse a donde estaba. Bulma se incorporó del suelo al ver que se había acercado a ella.

Tu eres mi jefa, es tu refugio. Yo obedezco a lo que mi superior prefiera-dijo con firmeza. La peliazul le dio una sonrisa ladina al oírla.

Es el refugio de todos, yo solo intento que funcione bien para que estemos a salvo-dijo la peliazul, masajeó sus propios hombros algunos segundos. Eso de reparar la máquina del tiempo la estaba estresando mucho- ¿Necesitabas algo? ¿Pasó algo en el domo?-preguntó interesada. Si bien se llevaba bien con la mujer ambas solían estar bastante ocupadas.

Vine a preguntarte bien sobre todos esos sujetos que llegaron hace poco a la base. Sabes que confío en ti, pero no entiendo muy bien lo que pasa-dijo Milk, se encontraba algo confundida -Como jefa de la seguridad del domo me gustaría saber bien la situación- solicitó con amabilidad. Supuso que quizá sería de mayor ayuda para ella si sabía bien qué pasaba.

Son de otra línea temporal. Acordé con ellos en que nos iban a ayudar a devolver la paz a la tierra si yo reparaba la máquina del tiempo. Es esta cosa en la que estamos-dijo Bulma, Milk se había metido allí para hablar con ella.

¿Máquina del tiempo?-preguntó la mujer confundida mientras miraba el artefacto. Nunca había imaginado que eso fuera posible- ¿Es posible construir una?- preguntó nuevamente sin salir de su asombro.

Al parecer si, ellos no pertenecen aquí-dijo Bulma pensativa-Dijeron que mi yo de otro tiempo la hizo, por eso me pidieron que la reparara, dijeron que solo yo podría-dijo la peliazul algo estresada. No sentía que eso fuera de esa forma en lo más mínimo, no podía comprender cómo funcionaba esa tecnología.

Vaya, parece que eres un genio en todas las realidades-dijo Milk sorprendida, no sabía que era posible poder construir una máquina capaz de eso.

Al parecer es cierto, hablé con mi otro yo de la línea temporal de ellos y me dijo cómo repararla. Pero me falta algo que aún no comprendo para poder hacerlo, quizás ella sea más lista que yo- dijo la peliazul con algo de fastidio, le molestaba ser la versión de sí misma que no era capaz de lidiar con la máquina del tiempo. Por lo que le había dicho la otra Bulma, ella había mejorado la máquina que otra Bulma había hecho.

No te presiones tanto, esos sujetos aún no han derrotado a Freezer. Supongo que aún te queda algo de tiempo para descifrar lo que te falta, estoy segura de que puedes repararla-aseguró la mujer. La científica se veía ansiosa, estaba muy nerviosa por ese asunto.

Si ellos lo resuelven y yo no la reparo ellos se quedarán atrapados aquí. La única razón por la que lo están haciendo es porque confían en que yo podré lograr reparar esta cosa para que vuelvan a su hogar-dijo Bulma con preocupación, temía decepcionarlos. Había desarrollado algo de aprecio por algunos de esos extraños viajeros del tiempo.

¿MI MISMA ESTAS AQUÍ?-vociferó una aguda voz que resonó en el laboratorio de Bulma.
La peliazul mayor y Milk voltearon a ver hacia la puerta donde estaba la pequeña versión de Bulma. La misma entró al notar que su versión de ese tiempo estaba allí.

¿Quién es la niña?-preguntó Milk confundida al ver que se acercó a ellas. La niña volteó a mirarla con una sonrisa.

Yo soy Bulma Briefs-dijo sonriente la pequeña peliazul sin dejar de mostrar su feliz expresión. Milk se sorprendió al escuchar el nombre que la niña había mencionado, instintivamente miró a la peliazul mayor-¿Mi misma donde hay comida? El señor Goku no ha dejado de quejarse por horas-dijo la niña con algo de cansancio.

¿Les falta comida? ¿No encontraron a Krilin?-preguntó Bulma confundida. Le había dicho a Krilin que se encargara de atender a la gente del domo ese día.

Si, pero le dio solo una barra y él necesitaba comerse al menos 10 más-dijo la niña haciendo referencia a Goku- Y aún no he podido encontrarlo en el refugio -se excusó.

Ya veo-dijo Bulma al notar cuál era el problema, le habían comentado que Vegeta y Goku eran alienígenas. Era lógico que comieran más que los demás. Suponía que Krilin tenía algo importante qué hacer con los demás que estaban allí-Puedo ir contigo a buscar comida en un segundo, quería terminar de revisar unos planos antes -dijo la peliazul. La visita de Milk y la niña la habían interrumpido.

¿La niña también vino con ellos?- preguntó Milk confundida. La peliazul mayor asintió ante su pregunta. Sabía que era algo difícil de procesar.

Me llamo Bulma-dijo la niña al escuchar cómo se había referido a ella.

Lo siento, Bulma-se disculpó la mujer morena al notar que la habia molestado. Definitivamente esa niña era Bulma Briefs.

¿Tu quién eres?-preguntó la pequeña Bulma curiosa. Jamás había visto a esa mujer.

Mi nombre es Milk-se presentó -Soy la jefa de seguridad del refugio-aclaró. Bulmita vio su vestimenta con suma atención.

Pareces muy fuerte-dijo la niña con una sonrisa. La presencia de Milk era imponente, la seriedad en su rostro y su armadura la hacían lucir algo intimidante.

Lo es-dijo Bulma a su vez-Ella colabora con que todos los que estamos en el refugio estemos a salvo -dijo, su versión pequeña parecía haber simpatizado con ella. Observó que la niña tenía el comunicador en uno de los bolsillos de su vestido -¿Estuviste hablando con la otra Bulma? -preguntó rápidamente.

Si, quería saber cómo ibas porque estuviste encerrada aquí mucho tiempo y no quería molestarte. Así que le pregunté a ella-dijo con una sonrisa. La otra Bulma era bastante amable, solía responder casi todas sus preguntas.

¿Se refieren a la Bulma de la otra línea temporal?-preguntó Milk confundida al escucharlas hablar de una tercera peliazul. Realmente el asunto de los viajes en el tiempo era algo confuso.

Si, le hablamos a veces-dijo la niña sonriente. Le tendió el comunicador a su contraparte adulta para que ella lo tuviera- ¿Cuando puedas podrías decirme donde hay comida? El señor Goku es muy molesto-dijo la niña a modo de petición.

Si, iré contigo. Solo dame un segundo -dijo Bulma. Tomó los planos que había trazado para reparar la máquina del tiempo para llevárselos consigo.

Yo no he almorzado aún ¿Puedo ir con ustedes?-preguntó Milk interesada. Estaba haciéndose algo tarde, no tendría tiempo para poder comer algo luego.

Claro que si, hace mucho no tenemos algo de tiempo para conversar-dijo Bulma sonriente. La pequeña Bulma tomó la mano de cada una para que las tres salieran de allí.

¿Quién eres tú?-preguntó 18 en cuanto llegó a la puerta del refugio. Había tenido que regresar pronto allí. Su combate con los mercenarios de Freezer había sido más difícil de lo esperado.

Krilin vio a la bella mujer que había ingresado en la base subterránea. La misma era rubia, su cabello lacio estaba algo revuelto. Tenía heridas en muchas zonas de su cuerpo e incluso le faltaba un brazo, esa parte de su cuerpo parecía ser robótica. Notaba que la misma no era tan solo un robot, algo de sangre se desprendía de algunas de las cortadas que le habían hecho en combate, resaltaban de las roturas que tenía en su armadura, la cual estaba muy maltratada.

¿Estás bien? Te ves muy mal-dijo Krilin impactado. La ausencia del brazo de la mujer lo había impresionado, ella actuaba como si nada. Veía algunos circuitos hacer corto en la parte rota de su hombro.

Necesito ayuda, y tú estas aquí -dijo 18, si bien podía caminar, sentía mucho dolor- Escucha, yo no te conozco. Pero soy una de las creaciones de Maki Gero, soy mitad humana y siento mucho dolor-expresó mientras entrecerraba sus ojos.
Krilin se dirigió a asistirla inmediatamente, la ayudaría a bajar las escaleras de la entrada para que pudieran atenderla.

Escuchó a la mujer quejarse, optó por cargarla en brazos para poder ayudarla. Lo mejor sería llevarla a la enfermería que habían improvisado en la base. Sus partes del cuerpo humanas eran la prioridad, estaba seguro de que Bulma podría encargarse de las robóticas luego.

Vio cómo la mirada de la androide empezaba a nublarse. Lo mejor sería que no se durmiera hasta que llegaran a la enfermería.

¿Cómo te llamas?-preguntó Krilin, intentó hacer que la misma se concentrara para que no se desvaneciera.

Antes mi nombre era Lazuli... pero ahora me llaman androide número 18-dijo la mujer entre pausas. Sentía un agudo dolor en sus partes humanas, no sentía cansancio, pero si sufría por las heridas que tenía.

¿Estabas peleando contra el ejército de Freezer también, no es así? -preguntó. Ya le faltaba poco para llegar, al menos había atravesado corriendo todo el camino para poder acabar con su sufrimiento pronto.

Si, eran demasiado. Ellos arrancaron mi brazo-dijo la mujer mientras miraba como podía hacia donde antes estaba su extremidad-Apenas pude huir de ellos-expresó con un tono de voz bajo. Había sido una situación muy desesperante.

La androide volteó a ver nuevamente a quien estaba ayudándola. Sus ojos no podían permanecer quietos, el dolor de sus heridas la hacía sentir que alucinaba.

¿Cómo...te llamas?-preguntó la mujer con debilidad. Intentaba no pensar en el intenso ardor de sus lesiones, pero no estaba siendo muy sencillo.

Krilin, me llamo Krilin-dijo con seriedad, la mujer lo miró por última vez antes de cerrar sus párpados ocultando sus ojos azules. El dolor había vencido su consciencia, no resistiría mucho más tiempo.

Krilin pateó la puerta de la enfermería con violencia alterando a los pocos médicos que había allí. No les sobraban recursos, pero perder a alguien tan importante sería crucial para la victoria de la humanidad. Jamás había visto a la androide antes, pero si tenía conocimiento de las creaciones del científico Gero. Bulma le había comentado todo sobre eso.

Habló con los médicos mientras los mismos comenzaban a atender a la mujer. Esperaba que se mejorara pronto, al parecer estaba sufriendo mucho, había perdido una gran cantidad de sangre.

Avísenme si se recupera o algo malo pasa por favor-dijo Krilin a modo de petición. El médico con el que había hablado asintió y le solicitó que saliera de allí para que hicieran lo mejor que pudieran. Una paciente androide era algo inusual, necesitaban examinarla con precaución.

Vegeta de esa línea temporal despertó lentamente. Al parecer, había estado bastante tiempo inconsciente. No recordaba mucho, probablemente llevaba muchas horas en esa maldita celda.
Había estado desmayado en el suelo. Procesó qué es lo que su alter ego podría haber estado haciendo. Sabía que los planes del mismo eran destruir a Freezer. Seguramente lo había sacado de circulación para tomar su lugar en la base del emperador.

Si conseguía su objetivo destruiría todo lo que había estado protegiendo todo ese tiempo. Había intentando que sus hermanos y compañeros estuvieran a salvo por años sometiéndose a la voluntad de esa lagartija imbecil. Años de humillación y sometimiento tirados por la borda.

Había trabajado más duro que cualquier mercenario para poder exponer a su familia al menor peligro posible. Ahora su estúpido otro yo iba a arruinarlo todo, si es que ya no lo había hecho.
Debía escapar de ese lugar lo más pronto que pudiera. Al parecer el sistema de seguridad de ese refugio subterráneo era extremadamente sensible. No había tenido mucho tiempo para huir la primera vez que lo había intentado.
Necesitaba otra táctica, algo que le asegurara poder escapar de allí sin que lo interceptaran tan pronto.

Había observado que siempre era vigilado por los mismos sujetos, además de que una humana iba a llevarle aquel asqueroso alimento en alguna que otra ocasión.
Todos allí parecían responder a las órdenes de ella, la mujer de cabello azul era la clave. Debía utilizarla para poder escapar de allí, al menos esa era la idea hasta que pensara cómo doblegar a su otro yo para que no lograra su objetivo. Después de todo tenía una desventaja de poder bastante evidente.
No podía permitir que destruyera todo por lo que había peleado todo ese tiempo. No dejaría que ese sujeto pusiera a su familia en riesgo.

Capítulo 35 listo! Espero les haya gustado el capítulo de hoy. Para quitarles un poco la sensación de seriedad de este capítulo les hice un meme:

Por cierto también tengo una página en Facebook donde pongo memes sobre fics y contenido Vegebul a veces por si quieren seguirme: nieblaneitor/

Muchas gracias por leer, espero que si gustan me digan que tal sintieron el capítulo y si les gustó.

Nos leemos pronto

Niebla~