¡Saludos, queridos lectores!

Lamento muchísimo mi ausencia de estas últimas semanas. He estado muy ocupada, tanto en el trabajo como con algunos asuntos personales. Ni siquiera he podido continuar del todo con las historias del SasuKarin Month. Sin embargo, les aseguro que habrán historias para el evento, aunque aún no sé si tendré la oportunidad de actualizar diario o tendré que hacerlo semanal.

Cuando llegue el momento, se los haré saber. Sin embargo, como ya habrán intuido, esta historia es una de las que tengo preparadas para el SasuKarin Month, pero el capítulo de ahora, sólo es la introducción de la historia, pues los capítulos venideros serán subidos en alguno de los temas del calendario. Por ahora no les diré qué días del calendario corresponderán a los capítulos de esta historia, pero les aseguro que, aún si no logro completar el calendario, habrá bastante material para leer en el mes de junio n.n

Así mismo, les aviso que esta historia ya tiene portada, y de hecho tiene una imagen más relacionada a la historia, pero las estaré subiendo hasta el próximo fin de semana, pues quiero que las imágenes que les tengo preparadas, sean para el evento. Realmente espero que les gusten n.n

Recordándoles que al final del fic estaré colocando la lista de las historias que estaré actualizando el día de hoy, los dejo con la continuación de esta historia n.n


El clan Uchiha era el clan gobernante en el país de Sora-ku, y su actual cabecilla, era Fugaku Uchiha, quien, en busca de aliados para su pequeño país, asistió a una audiencia con el Emperador del país de Oto.

Sora-ku era un país pequeño, pero respetado porque era bien conocido que los hombres del clan eran muy habilidosos en los asuntos bélicos, sin mencionar lo astutos. Sin embargo, Fugaku entendía que una fama así podría despertar el miedo de otros países y que en cualquier momento, y aprovechando que era un país pequeño, querrían eliminarlos.

Teniendo en mente el miedo que podrían provocar, tuvo que ser muy cuidadoso en elegir un país grande para negociar la alianza, no sólo para tener beneficios de ello, sino que debía elegir un país que no les tuviera miedo, pero que tampoco los tratara como inferiores.

La tarea fue muy difícil y tampoco podría decirse que hubiese tomado la mejor opción bajo esas condiciones, pero eligió el país que resultaría como una moneda al aire, pues era muy difícil entender la postura y pensamiento del Emperador de Oto.

Oto era un país muy particular y "recién nacido" comparado con el resto, pero había estado ganando muchas tierras en los últimos años, por lo que ya era considerado un imperio tras treinta años de su nacimiento. Además, sus costumbres resultaban diferentes al resto de los países, pues mientras todos heredaban sus títulos y bienes al primogénito varón de la familia, en Oto, la herencia iba para el hijo o hija más capaz de llevar los negocios familiares, lo que podría explicar su rápido desarrollo.

—Saludos, Majestad imperial de Oto —Fugaku hizo apenas un movimiento con la cabeza como reverencia— Gracias por aceptar recibirme a mí y a mi comitiva.

—Bienvenidos sean a Oto —sonrió Orochimaru y aquella sonrisa se sintió macabra— Me alegra tenerlos aquí.

—Como le mencionaba en mi misiva, me gustaría…

—Alteza, acaba de llegar. Usted y su comitiva deben estar muy cansados. ¿Por qué no se sientan a comer y beber antes de empezar a hablar de negocios?

—Agradezco su hospitalidad, pero como le he mencionado…

—Hemos preparado un festín para recibirlos. No nos desaire —interrumpió Orochimaru e hizo una señal a los sirvientes que en un abrir y cerrar de ojos, colocaron mesas, cojines y sirvieron comida y bebida.

Fugaku estaba muy centrado en el motivo de su visita, pero sabía que no podía seguir negándose sin parecer grosero. Lo último que necesitaba era ofender a ese hombre, cuyas acciones eran difíciles de adivinar.

—Muchas gracias —asintió Fugaku, haciendo un gesto con la cabeza para que su gente tomara asiento en las respectivas mesas. Sin embargo, uno de los sirvientes les dió indicaciones de sentarse en las mesas que estaban del lado izquierdo de la sala, dejando las de la derecha vacías.

—Quiero aprovechar la oportunidad para presentarles a mis oficiales y ministros —habló Orochimaru y con una seña muda, hizo que la gente que estaba parada a los costados de su trono, se fueran presentando antes de sentarse en alguna de las mesas vacías.

Habían cinco ministros en la corte, o eso pensó Fugaku, porque las dos personas que quedaban a cada lado del trono del Emperador, parecían ser un Príncipe y una Princesa.

—Gracias por…

—Lamento interrumpirlo de nuevo, pero aún faltan dos presentaciones —habló Orochimaru— Primero quiero presentarles a mi Ministra Ni-ka no, Uzumaki Karin.

—Bienvenidos sean a Oto, es un placer recibirlos —saludó la joven pelirroja respetando la etiqueta y tomó asiento junto a los demás ministros.

—Y por último, mi hijo, el Príncipe heredero, Hebi Kabuto.

—Bienvenidos sean a nuestro hermoso país. Espero que las negociaciones sean amistosas para mantener excelentes relaciones benéficas y fructíferas para ambos países por muchos años.

Fugaku quedó bastante confundido con el título de la última Ministra. Es decir, ya le parecía bastante extraño, aún si era algo que sabía de antemano, que hubiese dos Ministros femeninos, pero que una de ellas tuviese un título que no sólo no existía en ningún otro país que conociera, sino que literalmente significaba "ambivalente". Era todavía más extraño si vestía como Princesa.

¿Qué carajo significaba eso?

—¿Nos presentaría a su comitiva? —Orochumaru le pidió.

—Claro —respondió Fugaku arreglándose la voz y poco a poco fue nombrando a los hombres que había seleccionado para acompañarlo en esa misión.

Todos esos hombres eran habilidosos en batalla cuerpo a cuerpo, aunque no por eso eran peores en otro tipo de combates. También eran buenos estrategas para el escape y buenos negociadores. Es decir, iban preparados en caso de ser traicionados y ya fuera peleando o escapando de una celda, iban a dar hasta su último aliento por huir si las cosas no salían bien.

—¿Y el joven a su lado? Infiero que es su heredero —señaló Orochimaru refiriéndose al más joven de la comitiva que había permanecido a lado de Fugaku.

—No. Lamentablemente mi hijo mayor enfermó poco antes de tomar camino hacia aquí, así que he traído a mi hijo menor, Uchiha Sasuke.

—Gracias por recibirnos —saludó el joven con un leve movimiento de cabeza y por tan sólo unos instantes, echó una mirada a la joven con el título de Ni-ka no.

Orochimaru no pasó por alto ese detalle, ni el hecho de que el joven había dado otras miradas furtivas a la pelirroja antes de que los oficiales se presentaran. Por otro lado, también había notado que su joven oficial había puesto sus ojos en ese chico desde su llegada aún si fingía que no lo notaba.

—Por favor, sean bienvenidos. Coman y beban para reponer fuerzas de su viaje y en un rato más, podemos pasar a las negociaciones —el hombre amplió su sonrisa y dió una nueva señal para que las puertas se abrieran y dejaran pasar a algunas bailarinas.


¿Qué clase de puesto político tiene esa chica para poder estar parada al lado del Emperador de Oto? ¿Qué llamó la atención de Sasuke de aquella mujer? ¿Qué llamó la atención de esa mujer en Sasuke? ¿Qué tan bien les irá en las negociaciones a los Uchiha? ¿Qué preguntas les han surgido al leer esta pequeña introducción?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

*Peligrosos deseos

*Inexperiencia

*¡Historia nueva!

Recuerden que deben ser pacientes conforme vaya actualizando, ya que además de actualizar varias historias, actualmente estoy subiendo capítulos en fanfiction, wattpad e inkitt.

Sin más por el momento, me despido n.n

¡Hasta la próxima actualización!