Obsequio
- Una concubina es a la manceba o mujer que vive y cohabita con algún varón como si fueran esposos, pero en este caso siendo libres de por medio y pudiendo contraer matrimonio siempre y cuando sea requerido o en el antiguo Asia la mujer engendraba a un primogénito varón, excepto cuando este ya se encontraba casado.
Decía en voz baja dentro de su habitación Kasumi, sabía que muchas cosas ignoraba acerca de su crianza en el Clan. Pero gracias a Okasama aprendió acerca de sus dones como hechicera canalizando su energía maldita, así como mantenerlos a raya cada vez que salían a dar una vuelta o solicitaba un permiso para salir con sus amigas, las cuales estudiaban en un Colegio especializado de hechicería unas en Kyoto y otras en Tokyo.
- Me duele la cabeza. – se tocó suavemente la frente. – Al parecer ese jugo que nos dio Mai si era demasiado fuerte. – rio ligeramente al recordar ese extraño sabor.
Porque según sus amigas no todos los días una cumplía catorce años y si hacia cuentas llevaba la mitad de su vida viviendo con el Clan Gojou, donde a pesar de los malos tratos o miradas desconfiadas siempre sonreía cuando hablaba con Okasama, Kyo-obasan y las visitas esporádicas de Satoru. Agacho la mirada recordando que el peliblanco había llamado con anterioridad diciéndole que este año no podría acompañarla, pero que la próxima semana se lo recompensaría con pasar más tiempo con ella.
- No entiendo porque me es insuficiente esa cantidad de su tiempo. – hizo un adorable puchero. – Desearía pasar más tiempo con Satoru, pero…seguramente se aburriría con una niña como yo. – su mirada estaba fija en una fotografía de ella y el peliblanco.
Se limpio rápidamente las pequeñas lagrimas que cayeron en sus mejillas, al escuchar los golpes de su puerta diciendo un simple adelante. Vio como Suguru-kun miraba por todos lados de la habitación buscándola y cuando la encontró sonrió.
- Hola Kasumi-chan. – dijo mientras ingresaba en la habitación de la adolescente. – Escuche a la señora Gojou que saliste a festejarte con tus amigas.
- Si. – respondió feliz, pero la mirada azabache de Suguru analizo los gestos de la chica notando que venía ligeramente ebria y agradecía que Ijichi la hubiera recogido. – Apenas termine una misión cerca y pase a felicitarte. – extendiéndole una caja de regalo. – Feliz cumpleaños Kasumi-chan.
Los ojos azules brillaron felices ante el regalo de su amigo, que sin dudarlo lo tomo para disponerse a abrirlo encontrando un hermoso broche para el cabello. Sin dudarlo abrazo al hombre en forma de agradecimiento y corrió para colocarse el regalo.
- ¡Es precioso Suguru-kun! – chillo feliz, pero en eso Suguru noto algo que estaba en las manos de la protegida de su mejor amigo.
- ¿Qué estabas leyendo, Kasumi-chan? – cuestiono Getou al ver una portada demasiado conocida para él.
Las mejillas de Kasumi se sonrojaron al sentirse descubierta al investigar esa palabra que hace tiempo Naoya le dijo a Satoru y que al parecer estaba relacionado a su futura relación. Se sentó frente al pelinegro derrotada.
- Hace tiempo le cuestione a Satoru, sobre qué tipo de relación teníamos. – sus mejillas adquirieron más color. – Pero no me respondió o más bien…Naoya-sama lo interrumpió diciendo que sería una concubina maravillosa.
Suguru abrió sus ojos y aun cruzado de brazos apretó sus puños ante la estupidez de Naoya, sabía perfectamente que el rubio tenía una enferma obsesión de competir con Satoru sobre todo, pero meterse con Kasumi ese ya era terreno muy peligroso que incluso él dudaba en involucrarse.
- Suguru-kun. – al escuchar su nombre volteo a verla. - ¿tú sabes que es una concubina? Es que en este libro dice que es una relación liberal incluso muestran lo que una debe de realizar, además vienen posiciones muy extrañas.
Ahora si deseaba que la tierra se lo tragara ante el cuestionamiento de Kasumi, pudiera ser que era un hombre casado de veintitrés años y conozca detalladamente el tema sexual, pero que una adolescente que viste crecer desde niña te lo cuestionando. Eso ya es completamente diferente.
- No deberías preocuparte por eso ahora. – lanzando el libro en algún lugar de la habitación. – Simplemente disfruta de tus etapas de vida Kasumi, estoy seguro que cuando llegue el momento Satoru te dirá que tan importante eres en su vida.
- Pero… ¿si lo decepciono? ¿sino puedo llenar sus expectativas cuando le haga una de esas posturas raras? – las mejillas de ambos estaban al color de un tomate. – Incluso mis amigas se ríen porque aún no he logrado dar mi primer beso.
Una sonora carcajada se escuchó por Getou al ver la inocencia que desprendía Miwa, esa pequeña esta tan acostumbrada a ver por los demás antes que ella misma y si Satoru le pedía su vida esta no dudaría en entregársela.
- Créeme, Kasumi-chan que a Satoru no le importa muchas de esas cosas que te dicen esas mujeres. – rio al imaginarse a su holgazán amigo. - ¿O acaso Satoru te ha dicho algo ofensivo? – la pequeña negó. – Entonces despreocúpate.
Getou Suguru siempre fue una persona muy amable y encantador frente a sus ojos incluso pensó que el azabache como un príncipe azul siendo ella la princesa, pero con el tiempo descubrió que el cariño que le tenía era más como un hermano.
- Suguru-kun, ¿alguna vez ha besado a alguien? – cuestiono con sus mejillas sonrojadas y al ver como Getou alzaba las cejas desconcertado continuo. - ¡Pero qué vergüenza! Olvídelo fue un error mío preguntarle eso. Es obvio que ha besado a alguien, sino no estuviera casado con Riko-san y…
- Si kasumi-chan he besado a varias personas. – era encantador la curiosidad de la chica cian.
- ¿Y qué se siente? – recargo sus manos en el suelo expectante. – ¿Es como en las películas o series? ¿Cómo pueden respirar si mueven desesperadamente los labios?
- "Esto si es más incómodo". – pensó sonriendo nervioso. – Si tanta curiosidad te da un beso, Kasumi-chan ¿Por qué no se lo pides a Satoru? A fin de cuentas él es la persona que más amas.
- No creo que desee besar a alguien como yo. – sonrió triste. – En ocasiones siento que Satoru es amable conmigo solamente porque le doy lastima o por mera obligación.
El ambiente comenzaba a ser tenso para ambos, más para Suguru que la joven, pero sonrió sin poder evitarlo a veces se preguntaba que algo verdaderamente bueno hizo su amigo en otra vida para merecer a alguien tan bueno como Kasumi. Porque muchos se excusaban que Kasumi-chan soportaba a Satoru por ser su próximo dueño, por conveniencia incluso porque la tachaban de lo peor. Sin darse cuenta que el sentimientos que fueron desarrollando tanto la adolescente como su amigo era tan fuerte y peligroso como las maldiciones que solían aniquilar. Toco suavemente el cabello de la cian revolviéndolo un poco y viendo como alzaba la mirada.
- Satoru puede ser alguien desesperante, infantil, burlón, cínico y descarado. – la más joven arrugo el entrecejo para debatirlo, pero. – Sin embargo de algo debes estar segura Kasumi, y es que debes sentirte privilegiada. Porque eres de las pocas personas que verdaderamente Satoru quiere y viceversa.
- ¿Hay gente que le desagrada, Satoru? – vio como el azabache asintió. - ¡Pero él es genial!
Se carcajeo un poco Getou al ver como los ojos de Miwa brillaron como dos estrellas y alzaba las manos entusiasta como si el peliblanco se encontrara en la habitación.
- Por favor no digas o hagas eso frente a él, subirás su ego aún más de lo que esta. – ambos rieron imaginándolo. – Respecto a un beso puede ser una experiencia hermosa si es con la persona indicada, sentirás como subes hacia las nubes suavemente y al aterrizar sentirás mariposas en el estómago. Descubriendo una experiencia completamente diferente.
- Que hermosa la forma en que lo dices Suguru-kun. – decía embelesada viendo al pelinegro que sonreía amablemente. – Ya comprendo porque Riko-san se casó contigo.
Ante la mención de su esposa, el rostro de Getou cambio drásticamente y su sonrisa cambio al recordar como la enfermedad estaba carcomiendo poco a poco a Riko. Obviamente esta información solo tenía conocimiento Satoru, él y la familia de ella. Conmovido vio como Kasumi lo rodaba con sus delgados brazos mostrando su apoyo, podría ser que para muchos la joven cian era una inútil o débil, pero lo cierto es que Miwa Kasumi era más fuerte de lo que aparentaba tan fuerte que cada día reafirmaba su teoría que la mujer indicada para el descarado de Satoru.
Cuando ambos levantaron su rostro inconscientemente quedaron demasiado cerca, pero él no veía a Kasumi-chan de esa forma sino como una pequeña hermanita que debía de proteger, se rio al recordar como Satoru decía que el particular flequillo de Miwa era raro y único. Toco varios mechones de este notando lo suave de su cabello en cambio Kasumi se rio por las acciones de Suguru, se sentía mareada y sus mejillas de seguro estaban rojas por esa extraña bebida, pero justo cuando quería cuestionarle ¿Qué sentía Satoru por ella? La puerta de la habitación se abrió.
- ¡KASUMI-CHAN FELIZ CUMPLEA…! – se adentró a la habitación sin impórtale nada un alegre y jovial Satoru sosteniendo un gran peluche de conejo, pero se detuvo abruptamente al ver la escena de su mejor amigo demasiado cerca de su Kasumi. – Suguru, ¿Qué estás haciendo aquí y a solas con Kasumi?
Por el tono de voz y como las gafas se habían deslizado hasta notar la hostilidad en esa mirada cielo, Getou Suguru sabía que estaba en problemas y que su mejor amigo estaba perdidamente enamorado de Miwa Kasumi."
- Por tu expresión me imagino que estás pensando. – sonrió divertido al escuchar esa voz aburrida. – Aunque sea un idiota, no creo que Gojou sea capaz de lastimar a Miwa-chan.
- Vaya entonces no soy el único preocupado de que nuestro amigo hecho todo a perder. – el nombrado bufo al incluirlo en esa extraña amistad entre el peliblanco y Suguru. - ¡Vamos Nanami! Reconoce que te diviertes de todas las estupideces que hacemos y somos tus amigos.
- Ahora solo falta que digas el disparate de que Gojou es mi mejor amigo. – viéndolo a través de sus gafas disponiéndose a tomar de su café.
- No, porque ese título lo tendrá siempre Yu aunque no esté. – ante la mención del fallecido hechicero se hizo un silencio sepulcral. – Pero debes de admitir que Gojou a pesar de ser un idiota nos sacó del abismo en que nos encontrábamos.
Ambos se quedaron recordando su pasado, como la muerte de Yu y Riko dejaron secuelas tan profundas que solo alguien tan idiota pudo hacerlos capacitar.
- Realmente ¿no has pensado en volverte a casar, Getou-san? – los ojos negros de él se quedaron fijos en la fotografía de su boda con Riko y después en otra de dos niñas.
- No Nanami. – levantándose. – Por el momento mis hijas son mi prioridad y sobrevivir en este mundo.
- Comprendo. – cambiando la página de ese periódico.
Getou vio el pan en la mesa del centro y sin proponérselo sonrió como solía hacerlo en la adolescencia cuando Satoru y él hacían una travesura a Yaga-sensei.
- Por lo que veo vamos avanzando rápido con la linda panadera, ¿no Nanami-chan?
Ante la insinuación de su relación con la chica de aquella panadería alza más arriba el pedazo de papel para que no viera su sonrojo, pero eso fue una clara señal para Suguru que su pequeño Nanami estaba creciendo aunque lo tímido con las mujeres nunca se le quito.
Satoru sentía como la saliva comenzaba a acumularse en su garganta al ver a Kasumi con ese kimono que parecía como una segunda piel de ella, pero no podía obligarla a hacer algo que no deseaba. Sin embargo al recordar la amenaza de su madre de tomarla como concubina o entregársela a Naoya, opto por la primera opción donde buscaría la forma de hacerles creer que entre ellos se había consumado el acto, pero o ¡Sorpresa! Su okasama le dio un maldito afrodisiaco.
- Si Satoru…si quiero ser tuya. – sonrió
Cuando escucho esas palabras salir de Kasumi no lo dudo más y estampo sus labios sobre los de ella, sentir nuevamente el dulce sabor a cereza de los labios de la ojiazul estaban volviéndolo loco. No podía creer lo suaves que eran y como ella trataba de corresponderle tímidamente, sintiendo latente su timidez e inexperiencia en ese nuevo ámbito. Una de sus manos abarco la cintura de ella acercándola más a su cuerpo provocando que Kasumi sintiera su excitación a través de la ropa y que soltara un débil gemido, que aprovecho para ingresar su lengua en la de ella. Las sensaciones que le estaba regalando Satoru eran completamente nuevas sentía miedo, expectación, anhelo y como la ropa comenzaba a estorbarle como si deseara desenvolver uno de los regalos que él solía hacerle. Abrió lentamente los ojos para ver como un hilo de saliva aun los mantenía unidos provocando que agachara la mirada sonrojada, haciendo que sus reacciones lo encendieran más.
- Vamos al futón…será más cómodo. – tomándola del mentón para que lo viera. – Kasumi lo repetiré… ¿quieres continuar hasta el final?
Algo muy dentro de ella decía que se detuviera, que esa no era la forma correcta en demostrar su amor a Satoru, pero sabía que si no se entregaba a él sería destinada al Clan Zen´in el cual siempre le produjo un escalofrió y más aún Naoya.
- "Es necesario que el día de hoy te conviertas en la concubina de Satoru, sino tu destino estará lleno de desgracias y sufrimiento". – recordó las palabras de Okasama de su advertencia y si ella decía eso era para protegerla, ¿cierto?
Gojou al ver como Kasumi no respondida, se percató que todo esto siempre estuvo mal. Desde que ella piso el Clan Gojou esto nunca debió de estar pasando incluso no debido involucrarse con ella ofreciéndose como su amigo y protector. De repente Kasumi se levantó otorgándole una de sus típicas sonrisas tranquilizadoras y alzando un poco la mano para que la tomara.
- Kasumi, tu…- mirándola sorprendido.
- Dijiste que en el futón sería más cómodo, anda vamos. – sus mejillas sonrojadas eran tan adorables.
Hipnotizado por la belleza de Kasumi tomo la mano de ella, sorprendiéndose lo pequeño que era el cuerpo de Miwa. Dirigiéndose en ese futón blanco con mantas rojas de seda y al detenerse giro a la ojiazul para alzar su rostro para comenzar a besarla nuevamente, sintió como ella se alzaba de puntas para alcanzarlo y enrollaba sus brazos alrededor de su cuello. Mientras sus manos viajaban a su cintura deteniéndose en el moño de adelante de su kimono y comenzado a desatarlo.
- Eres tan suave y pequeña. – gimió roncamente cerca del oído encaminando sus besos al cuello de Miwa. – Deberé tener cuidado al momento que entre en ti.
- ¿Eh? ¿Qué quieres decir Sa…? .- no la dejo terminar ya que nuevamente se encontraba besándola.
No deseaba asustar a Kasumi, pero el maldito afrodisiaco estaba realizando su principal función, así que fue depositando la menuda figura de ella en el futón viendo como detrás de ese Kimono portaba un ligero camisón blanco traslucido que podía mostrarle a la perfección su cuerpo.
Con una de sus manos fue delineando el cuerpo de Miwa desde su muslo subiendo en el proceso la prenda notando como la piel de ella se erizaba por completo, sus besos fueron descendiendo a su cuello hasta su hombro dando pequeñas mordidas.
- Satoru. – gimió la joven inclinando hacia atrás su nuca al sentir como los besos de Gojou bajaban así como las manos de él se detuvieron ahuecando con sus manos los senos de ella. - ¡Ah!
Se tapo abruptamente la boca con sus manos por los vergonzosos ruidos que comenzaban a salir de su boca al tacto de las manos frías de Satoru directamente en su piel y comenzando a deslizar los tirantes de su blusón. Todo siendo visto por él que al levantar su mirada amplio su sonrisa dejando ver a Kasumi por primera vez verlo con esa expresión en su rostro haciendo que se sintiera expuesta y mas al darse cuenta como se encontraba Gojou entre sus piernas, dejándolas completamente abiertas expuestas a él.
- ¿Por qué ocultas tus gemidos, Kasumi? – alzando la ceja mientras que ella evadia su mirada. - ¿No te esta gustando?
Alzo las cejas sorprendida y rápidamente comenzó a negar con la cabeza viendo el color cielo de la mirada de él, dándose cuenta que el kimono del peliblanco también comenzó a desacomodarse notando las finas líneas que formaban los abdominales de Satoru.
- Si me esta gustando solo que…- sentía seca su garganta. – Me da pena que me escuchen.
Una sonora carcajada se escuchó en la habitación porque a pesar de la edad de que tuviera Kasumi seguía siendo aquella niña que protegió de su Okasama.
- No tienes porque sentir pena. – volvió a entrelazar sus manos mas fuerte. – Porque sino harás que me de vergüenza.
El tono divertido y sugestivo en que dijo esas palabras relajaron a Miwa, logrando que alzara su rostro para besarlo suavemente. Satoru sonrió entre el beso sorprendiéndose de la ternura que la joven deseaba transmitirle, una devoción innata y un amor que aunque lo siguiera negando era correspondido. Gojou fue directo a deshacer el nudo de su kimono azul dejando al descubierto su torso y quitando lo que restaba del kimono de Kasumi junto ese blusón quedando solo en bragas. Verdaderamente se encontraba absorto de la vista que estaba regalándole el cuerpo de Kasumi, sintiendo como crecía cada vez mas su erección al grado de dolerle y no poder controlarse por demasiado tiempo, tenía que ser rápido y por primera vez en su vida delicado en el momento en que entraría en alguien, no podia hacer que la primera experiencia sexual de Miwa fuera un fiasco.
Sin esperar más volvió a bajar a besar desde la clavícula hasta el nacimiento de los senos de Miwa, viendo de reojo como ella cerraba los ojos y emitia un gemido mas libre que los anteriores. Pero en la mente de la joven rondo rápido una conversación que tuvo con Mai y Momo.
- "¿La primera vez duele? – cuestiono Kasumi por teléfono después de su charla con Okasama. – Temo hacerlo todo mal y que Satoru se decepcione de mí.
Mientras en el otro lado de la línea Mai rodaba los ojos ante lo mojigata que era Miwa y Momo sentía un poco de pena por las circunstancias en que su amiga tuvo que venir a enamorarse del peor hechicero de todos los tiempos que si fue bendecido por el infinito también por su falta de tacto.
- Duele como el puto infierno, después agarras el ritmo y te conviertes adicta a él. – respondió con simpleza Mai.
- ¡Mai! – reprendió la rubia a la joven Zen´in. – Bueno eso depende de como te prepare tu pareja y que tan estimulada estés Kasumi-chan, ¿Por qué lo preguntas?
- ¿Acaso por fin nuestra pequeña Kasumi dará el primer paso con ese payaso de Gojou Satoru?
Ahora fue el turno de Mai en burlarse pero al ver que la ojiazul se quedaba callada, tanto Momo como ella comprendieron que dieron en el clavo y lo que eso significaría en la relación de la joven cian y el heredero del Clan Gojou.
- M-Mañana… Bueno me dijo Okasama que mañana Satoru y yo…- Kasumi no podia terminar la frase sin que sus mejillas se sonrojaran imaginándose al peliblanco y ella en unas escenas demasiado explicitas. – Mañana Satoru y yo formalizaremos nuestra relación.
- ¡¿Cuál puta relación Kasumi?! – grito Mai. – A partir de mañana serás la maldita concubina de ese idiota, en pocas palabras una de esas mujeres que cuando se le pegue la gana tendrán que ir y bajarle la calentura.
Las duras palabras de Mai hicieron que Miwa deseara llorar, ya que cuando ella comprendió el verdadero significado de su relación con Satoru no pudo evitar una mezcla de felicidad junto con un enorme dolor al comprender que solo seria una mujer mas y que probablemente al hartarse la desecharía como las demás.
- No creo que el idiota de Gojou haga eso. – la voz tranquila de Momo interrumpió sus pensamientos. – Aunque odio reconocerlo y me desagrade el sujeto hay que reconocer algo. El verdaderamente aprecia y quiere a Kasumi.
Eso hizo que la joven cian volviera a hacerse ilusiones.
- Si se hubiera deshecho de ella, en cuanto ella tuvo su primer periodo pudo tenerla como concubina y no como protegida. Puede que sea un hijo de puta con los demás pero en lo que concierne a tu Kasumi, las cosas cambian respecto a Gojou Satoru.
Miwa quería agradecerle a la joven rubia por ser empática, además las reacciones de Mai se las esperaba. Se escucho un suspiro derrotado en el otro lado de la línea.
- Bueno probablemente eso ayude cuando entre en ti. – dijo con simpleza ganándose un sonrojo de sus amigas. - ¡Oh vamos Kasumi! Hemos escuchado por varias de sus ex concubinas y parejas de rutina que ese idiota es un poco brusco en el sexo, ademas de estar orgulloso de su "fabuloso" amigo.
- Probablemente exageran. – rio nerviosa la nombrada aunque no creía sus propias palabras.
- Te la compraría, pero incluso Mei Mei- sensei estuvo con el y dijo que Gojou Satoru ha sido uno de sus mejores polvos al grado de desear repetir. Y a esa mujer nada la impresiona.
Ante la mención de la hechicera de grado especial Kasumi arrugo el entrecejo recelosa al recordar como una vez, había visto a esa mujer salir de la habitación de Satoru y como una tierna Miwa Kasumi le exigio a Satoru que si seguía viendo a esa mujer dejaría de ser su amiga. Ganándose una risa estridente de él prometiéndole en no involucrarse mas con Mei-san.
- Bueno querida Kasumi, solo nos dejas darte la bendición y mentalizarte en que mañana a estas horas ya no serás virgen. Recuerda todo lo que viste en los videos que te mostramos y hacer que ese idiota te complazca."
Sus ojos azules vieron como la sonrisa de Satoru se ampliaba mostrando su perfecta dentadura y sin dejarse de ver ambos, vio como mojaba dos dedos con su boca después de deslizar un poco su braga e introducirlos en su interior gimiendo ambos, mientras que el comenzaba además a jugar con su pezón izquierdo seguramente escuchando los latidos rápidos de su corazón.
- S-Satoru. – gimió un poco mas fuerte al sentir como estaba estimulándola y al sentir como su lengua jugaba con sus pezones.
- Son tan lindos. – se refería a la aureolas que se encontraba degustando, ver como se erizaban por sus caricias y el color rosados de estos. – Kasumi-chan, ¿te esta gustando?
Ella simplemente asintió frenéticamente mientras seguía gimiendo su nombre.
- Ahora iremos a algo que te fascinara. – desconcertada Miwa fue sintiendo como los besos de Satoru abajaban lentamente dejando mordeduras a su paso.
Besando desde sus costillas, su vientre y deteniéndose un poco mas abajo. Sentía como la sangre estaba acumulándose en ese lugar sintiendo una enorme necesidad de ya ingresar, rápido Gojou se levantó del futón para completar de desnudarse todo ante Kasumi que al ver como entre la ropa sobresalía algo demasiado grande cerro las piernas por instinto. Haciendo que sus acciones lo irguieran más y la respiración del peliblanco fuera más rápida, preocupando a Miwa.
- ¿Qué tienes? – dejando de lado todo su pudor. – Deberíamos decirle a Okasama, ella sabrá…
- ¿Por quien crees que me encuentro así, Kasumi? – tratando de reír despreocupado. – Verdaderamente tiene ganas de ser abuela esa bruja. Me dieron un afrodisiaco.
Termino de decir mientras se volvía a recostar arriba de Kasumi dejando que sintiera su ereccion cerca de su cadera. Quien nuevamente gimió al sentirlo por completo y lo único que los separaban eran su ropa interior, ademas de no creer que Okasama le hiciera eso a sus propio hijo. Ella había leído y escuchado que el afrodisiaco era una sustancia que estimulaba el deseo sexual, entonces si ese era el caso con Satoru probablemente el pobre se encuentre sufriendo por no poder controlarlo.
- Creo que seria mejor posponerlo, Kasumi…- su voz ronca cerca del oído erizo la piel de Kasumi. – He tratado de controlarme, pero realmente…
- Entonces no te controles. – respondió acariciando suavemente una mejilla de él. – Se que no me harías daño intencionalmente, Satoru. No te preocupes estaré bien.
- Kasumi. – no podía creer lo que ella estaba sugiriéndole, pero su sonrisa le demostraba que confiaba en él. – Te prometo que la próxima te lo compensare.
Vuelves a besarla con mas intensidad y sientes como ella te rodea con sus brazos mientras muerdes su labio inferior, incitándola a dejarse llevar. Llevas tus grandes manos a su cintura y la abrazas atrayéndola mas hacia ti en una forma posesiva de sentirla, mas al posicionarte entre las piernas de ella que estaban completamente abiertas. Dirigiste tus manos al borde de la ropa interior para irlas retirando y quedando así ambos completamente desnudos.
Envolviendo nuevamente su cuerpo sobre el tuyo para hacer que se sentara a horcadas sobre tu pelvis teniendo cuidado de no entrar aun, mirando ahora recostado una imagen que quedaría grabada en tu mente para siempre, Satoru contemplo por completo el cuerpo desnudo de Miwa sus hombros delicados, sus pechos que se amoldaban a sus manos siendo coronados por esa aureola rosada, su cintura pequeña y bajando un poco mas vio la feminidad de Kasumi.
- Eres hermoso. – escucho el tímido susurro de la joven quien se encontraba igual de absorta que el admirando su cuerpo.
Y es que era cierto Kasumi no podía ocultar su miedo y admiración al ver por primera vez desnudo a un hombre, además no era cualquiera sino a aquel adolescente que la acogió en su hogar, protegiéndola, cuidándola y ser siempre esa persona especial para ella transformando ese cariño en un profundo amor, que sabia perfectamente no le traería nada bueno.
- No tanto como tú, cariño. – Gojou se sentó quedando mas cerca sus rostros y volviendo a besarla, ya que se dio cuenta que se estaba convirtiendo adicto a los labios de Kasumi.
Los cuales fueron bajando hasta tomar nuevamente los senos de Miwa, sintiendo como las pequeñas manos de ella comenzaron a tocar su espalda volviéndolo loco como sus uñas se encajaban a medida que atendía un seno con su baca y el otro era atendido por su mano.
Ambos rodaron en ese amplio futón quedando nuevamente en la misma posición que antes, viendo desde tu ángulo como sus senos se elevaban, buscando oxígeno, sus ojos entrecerrados y por último sus manos apretaban las sabanas.
- Vaya parece ser que ya estas mojada aquí, Kasumi-chan. – dijo risueño tocando con sus dedos medio y anular en el interior de Miwa.
- N-No digas eso…se escucha muy…feo…- gimiendo y alzando su rostro a medida que los movimientos dentro de ella se hacían más rápidos y certeros.
Gojou mordía un poco emocionado la punta de su lengua al verla, pero no deseaba tener a Kasumi en esa posición no deseaba asustarla con su rostro cuando entrara en ella, así que al tocar el clítoris de ella con mas impetuo y sintiendo que estaba mas húmeda que al principio, rápido la giro logrando que el rostro de Miwa estuviera frente a frente de las almohadas quedando a la vista su trasero y como su cabello cian se distribuía en su espalda. Satoru tomando su miembro, haciendo que la punta de este rozara con la inflamada entrada causando un ronroneo por parte de la joven.
Por inercia Kasumi cerro los ojos previniendo lo que ocurriría y sin previo aviso fue sintiendo como entraba la punta del miembro de Satoru deteniéndose por un momento, viendo rápido de reojo como sus ojos cielo tenían un brillo distinto, haciendo un contraste más profundo y regalándole una sonrisa extremadamente ladina entro gran parte del pene de él.
- ¡SATORU! – grito a todo pulmón Miwa, estando segura incluso que toda la finca pudo haberla escuchado.
El peliblanco cerro los ojos al estar casi por completo dentro de Kasumi hipnotizado de como su miembro desaparecía dentro de la pequeña feminidad de ella y recargo un poco hacia adeltante su cuerpo ganando un gemido lastimero por parte de Miwa.
- Relaja los músculos. – mordiendo su hombro para después hacerlo con su cuello. – Veras que pronto sentirás demasiado placer, Kasumi-chan.
- P-Pero…es demasiado. – sintió como se deslizaron las lagrimas que estaba conteniendo. – Siento que me…me están partiendo del dolor, Satoru.
Eso era cierto, pensó Gojou al ver sus lágrimas, como apretaba con fuerza las sabanas y todo el cuerpo estaba demasiado tenso. Tomando una mano de Kasumi dirigiéndola a su intimidad desconcertándola.
- ¿Te has tocado antes, Kasumi? – ella no sabia que responder, pero al sentir como Satoru se movió un poco en su interior cerro los ojos y asintió por la incomodidad. – Bueno entonces te tocaras como lo haces tú, ¿de acuerdo?
- Pero…- quiso debatirlo. – Eso es inapropiado.
Satoru sabía que no soportaría más, deseaba ser delicado y regalarle una primera vez hermosa a Kasumi, pero la actitud pudorosa de ella junto su estrecho interior no ayudaba.
- Hice lo que pude. – dicho esto se inclino mas para tomar los labios de Miwa, mientras comenzaba a moverse en su interior.
Sintiendo como nuevamente ella se tensaba y sin pedirle permiso comenzó a estimular su clítoris a medida que las embestidas aumentaban. Satoru sentía la desesperación de moverse por completo dentro de Kasumi, era su sueño húmedo mas oculto y retorcido desde que la joven había cumplido los quince años confirmando que todo el cuerpo de Miwa Kasumi era tierna, puro, perfecto y sobre todo que solamente seria tuyo.
Esos pensamientos de posesividad hicieron que se levantara con el cuerpo de Miwa, ganando su primer gemido sin dolor de por medio, sus músculos comenzaron a sentirse menos tensos, tus besos bajaron de su cuello hasta sus hombros y tus manos se concentraron en estrujar sus senos nuevamente.
- ¿Te sigue doliendo? – susurro en su oído mientras mordía su lóbulo y al ver como negaba agitando su peculiar fleco sonrió.
- N-No… ¡Ah! Solo es…incomodo. – no podía controlar sus gemidos a cada estocada de Satoru sentía como su interior se apretaba placenteramente.
- Despreocúpate. – rio. – Es normal, ahora me moveré más rápido.
Abrió un poco mas las piernas de la ojiazul y moviéndose con mas ímpetu, pero las rodillas de Kasumi no soportarían más sentía su cuerpo como gelatina, una enorme adrenalina, un ardor inminente en su zona intima y su cuerpo demasiado sensible.
- Te follare tantas veces el día de hoy, Kasumi. Que ni siquiera recordaras tu nombre. – cada estocada era acompañada de una palabra obsecena del peliblanco. - ¿Te gusta?
Sintiendo mas de él dentro de ella grito mas fuerte hechando su cabeza hacia atrás, recargándola en el hombro de Satoru asintió.
- Si no hablas dejare de moverme.
- Mmmm…si me gusta Satoru…me gusta mucho…siento que…que.
Cuando sintió como la feminidad de Kasumi lo apretaba mas y se humedecía al mismo tiempo, una clara muestra que llegaría al orgasmo, así que rápido salió del interior de la joven ganándose un gemido de reproche y solo le sonrio antes de voltearla. Recostando su cuerpo por completo quedando ella boca arriba expectante mientras que él se volvía a acomodar, solo que tomaba una de sus piernas para alzarla que la pantorrilla de Kasumi descansara en su hombro y sin previo aviso volvió a penetrarla notando como los ojos azules de ella se nublaban de placer.
- Eres deliciosa, Kasumi-chan. – lamiendo un poco de su mejilla sudorosa y adoraba cuando estaban adornadas de ese característico color rojo en ellas. – Seres una madre perfecta y una esposa demasiado complaciente.
- ¿Eh? – con cada palabra de Satoru sentía que su burbuja donde se convertía en su esposa crecía, pero entonces sintió como llegaba a su orgasmo y antes de gritar el nombre de Gojou, la beso con mas necesidad ingresando su lengua sintiendo después como algo ingresaba en ella.
Gojou se encontraba fascinado, sintiendo como se derramaba por completo dentro de Miwa, permaneciendo mas minutos dentro de ella y extremadamente feliz porque finalmente su mayor deseo fue concebido. Porque Kasumi-chan, era el obsequio mas preciado que la vida le ofreció y estaba seguro que a partir de ahora cualquiera que la alejara de él. Conocería el verdadero infierno que el infinito puede mostrar.
- ¿Crees que Kasumi-chan se encuentre bien? – la voz preocupada de Momo saco de sus pensamientos a Mai que veía aburrida como caía la lluvia en su hogar. – Digo sabemos que el idiota de Gojou no se atrevería a hacerle daño, pero…
- Yo no me preocuparía porque Kasumi haya tenido sexo con ese imbécil. – inhalando un poco de su cigarrillo y después arrojándolo. – Sino las consecuencias de lo que eso traerá con ellos.
La rubia hechicera enarco una ceja sin comprender, hasta que el llanto de uno de los hijos de Naoya se escucho cayo en cuenta.
- Hablas de…
- Si Kasumi llegara a estar embarazada y en dado caso de que Kamisama no la tenga en estima dándole un varón, créeme Momo que la guerra entre los Clanes Zen´in y Gojou estará por comenzar.
Aquella afirmación solo erizo la piel de Momo sintiendo un enorme miedo del futuro de Miwa incluso Mai tenia miedo de lo que podía ocurrir y como los hijos de puta de los altos mandos reaccionarían ante un primogénito del hechicero con un poder descomunal pero en contra de sus ideologías respecto al mundo Jujutsu.
Vaya que me tarde en actualizar, pero siendo honesta no sabia como abordar a un Satoru medio tierno asi que procure detallarlo en su forma bromista e incluso empatico, agradezco cada muestra de su apoyo por sus reviews: Wandd, Moria13, luc1899vilsi y zulmajea. Ademas de todos los que leen la historia.
En el transcurso de la semana actualizare los demas fics, perdonen una que otra falta ortografica ya subi el capitulo medio tarde y mi excel es medio lento siempre me muestra las faltas ortograficos.
Muchas gracias, por tomarse el tiempo de leer.
Saludos y abrazos.
TheOtherDestiny ;)
