Confesiones Parte II
Las confesiones siempre son dolorosas en ocasiones tenemos siempre una venda en los ojos cuando no deseamos despertar de nuestra realidad afrontar lo que conlleva no solo los sentimientos de amor, amistad, compañerismo y empatía, sino que más allá de nuestra burbuja que nos vamos creando existen otros horizontes, metas y expectativas que para llegar a ellos siempre debemos de sacrificar algo corroborar que tan importante es en nuestras vidas cada uno de nuestros seres queridos o los que realmente apreciamos y protegemos como prioridad. Porque en esta vida existen una gran gama de colores y no solo los típicos blanco y negro para distinguir a las personas buenas o malas.
Eso mismo pensaba Gojou Satoru en aquella pequeña reunión que los sus compañeros organizaron a última hora, sospechando internamente que no solo es para conversar acerca de su vida como sensei o trivialidades, sino una donde seguramente discutirían los extraños sucesos que estaban aconteciendo en Tokyo.
- Es extraño que en toda la velada no hayas hablado demasiado, Satoru.
La voz burlona de Mei Mei hizo que volteara a verla notando que a pesar de los años seguía siendo igual de hermosa, pero también demasiado peligrosa incluso más que las maldiciones. Su cabello esparcido en su espalda le recordó a uno, pero de diferente tono más azul y profundo como el mar, además de que el aire que desprendía su compañera no se acercaba ni a los talones al de Kasumi.
- Simplemente me encuentro recargando baterías, ya que anoche fue demasiado agitada para mí. – su comentario provoco que Utahime y Nanami hicieran una mueca de asco divirtiéndolo.
- Por lo que veo sigues siendo el mismo gigolo, infiel y empedernido de siempre, idiota. – un poco más tomada Utahime comenzó a despotricar contra él. – Pff… porque no me extraña tú y Suguru eran completamente diferentes.
Ante la mención del pelinegro todos se quedaron callados recordando sus días de Colegio, donde el joven Getou Suguru era reconocido por su amabilidad y solidaridad ante los más necesitados creándolo como un ejemplo a seguir.
- Es difícil no. – Shoko fue la que rompió el hielo. – Cerrar los ojos y darnos cuenta que ni Getou ni Yu regresaran. – la mirada de Nanami se ensombreció ante la mención de su mejor amigo. - ¡Salud! Por aquellos que no están con nosotros y por tener por lo menos una semana más de vida.
- Vaya tu si sabes cómo entusiasmar a alguien Shoko. – se burló Gojou ante el intento de su amiga de aligerar las cosas. – Pero tienes razón ¡salud por seguir follando sin parar!
Su comentario provoco risa entre Mei Mei y Shoko conociendo el humor negro del peliblanco, en cambio Nanami…
- No deberías hacer esa clase de comentario Gojou. – levantando ligeramente sus anteojos. – Es desagradable conocer una de tus conocidas aficiones, además que decirlo es de pésimo gusto.
El peliblando miro detenidamente a Nanami percibiendo un ligero sonrojo por parte de este y estaba seguro que no era por el sake.
- Aww aun sigues siendo igual de tímido que hace diez años Nanami-chan. – el rubio deseaba arrancarle la cabeza a su compañero. – O será que… ¿acaso nuestro colega Nanami Kento por fin tiene novia?
El nombrado escupió su bebida tosiendo fuertemente junto con la risa estridente de Satoru al ver las reacciones de Nanami.
- Idiota, deja en paz a Nanami-san. – defendió Utahime. – Ademas ¿qué demonios te importa si tiene novia o no? A diferencia de ti él si fuera fiel a una sola mujer.
- Ay, pero no te pongas celosa Utahime, cuando quieras también tengo algo para ti. – alzando las cejas seductoramente y activando su infinito al ver como ella lanzaba la botella de sake. – Esta bien tranquilízate. – riendo infantilmente.
- ¡COMO SI TU FUERAS MI TIPO IDIOTA! – grito enérgicamente. – Compadezco a cada una de las mujeres que han pasado por tu redes, imbécil.
- Bueno entonces ya somos dos tu tampoco eres mi tipo. Ademas créeme que no tendrías nada que compadecerles. – decía apoyando su rostro en la palma de su mano. – Me gustan más jóvenes, sean una buena persona, tranquilas y tiernas.
La descripción de Gojou de su tipo ideal desconcertó un poco a Utahime recordando como ese idiota hace tiempo hizo el mismo cuestionamiento a sus alumnos e incluso él respondió con una contestación similar, pero lo que descoloco a la pelinegra fue…
- "La que parece buena gente. Esa. – vio aburrida a su compañero deduciendo que saldría con una estupidez al final. – La del flequillo peculiar.
- A Miwa. – respondió en automático al recordar cada una de las jóvenes de Jujutsu y al ver como asentía jugando, suspiro este idiota no tomaba nada en serio. "
- Y me imagino que deben de tener un flequillo peculiar. – termino la sensei de Kyoto viendo acusadoramente al ojiazul que amplio su sonrisa al comprender la referencia de su compañera.
- Hablando de flequillos peculiares, escuche que Miwa-san fue transferida a Tokyo hace unas semanas. – decía divertida Mei Mei. – Me imagino que dejo una huella muy grande con sus compañeros y no me refiero precisamente por destacar en sus técnicas.
Tanto Satoru como Utahime arrugaron el entrecejo en la forma despectiva en que Mei Mei se refería a Miwa.
- Por supuesto que Miwa-chan dejo un vacío muy grande en el Colegio incluso Gakuganji-sensei la extraña y desea que regrese pronto a Kyoto.
- Eso es obvio. – volteo los ojos fastidiado el peliblanco. - El viejo decrepito dejaba que se estancara con sus encargos estúpidos. – extrañamente la voz de Gojou se tornó seria. – Pero no se preocupen en Tokyo mis alumnos se han encargado de que se prepare adecuadamente como una hechicera de nuestra altura.
El tono orgulloso con el que hablaba acerca de sus alumnos hizo que los presentes lo vieran menos…menos egocéntrico de siempre.
- Bueno, pero no solo me refería a prepárala para las futuras maldiciones, sino que como dijiste Satoru todos tenemos derecho de follar y relacionarnos con quien queramos.
Gojou arrugo el entrecejo sin comprenderla, logrando que ampliara su sonrisa.
- Ustedes se olvidan que ellos siguen siendo jóvenes con hormonas. – tomo una fresa del delicioso pastel del hechicero más fuerte. – He visto como algunos de sus alumnos interactúan con los demás y puedo asegurarles quien está interesado en quien.
- ¿Ahora te dedicas a ser de cupido, Mei-san? – interrogo aburrido Nanami.
- Por supuesto que no, pero solo un ciego no se daría cuenta de que el recipiente de Sukuna está interesado en esa chica agresiva, o como Okkotsu en Zen´in Maki. – se rio divertida al decir la próxima pareja. – Ademas de ese joven que ha estado como alma en pena en cada rincón del Campus de Kyoto por la ausencia de Miwa.
Aquello había provocado que el hambre voraz de Satoru desaparecía al no comprender de quien se refería Mei, ¿había alguien más interesado en Kasumi aparte de Sukuna?
- Por favor Mei, ya hablamos de eso. Mechamaru es un mecanismo que controla Muta-san es imposible que genere sentimientos.
- Que ese joven controle un robot con su energía maldita no impide que en algún lugar desconocido ese alumno haya generado sentimientos hacia ella. – la peliazul arrugo el entrecejo. – Aunque la última palabra la tendría ella en aceptar una relación con ese tipo de persona, pero al parecer la pequeña Miwa si tiene expectativas demasiado altas.
Esto lo decía viendo fijamente a Gojou, intuía incluso que a través de esa venda en sus ojos se encontraba arrugando el entrecejo por la línea delgada en su boca.
- En eso tiene razón Mei. – Shoko encendió un cigarrillo. – Que no conozcamos personalmente a ese joven, no quiere decir que no se pueda enamorar como otro estudiante o tener otros sentimientos. – miraba aburrida su bebida. – Aunque si fuera incomodo tener sexo con una máquina.
Las mujeres comenzaron a imaginarse tal escenario escandalizándose incluso Mei en tan desagradable imagen, Nanami pensó como habían terminado hablando en la vida sexual de unos jóvenes y Gojou Satoru por primera vez en su vida sentía unas inmensas ganas de reclamar a ese joven o lo que fuera que sea en pensar en su kasumi de esa forma.
Detuvo abruptamente su bebida en la forma en que nombro a Kasumi en su cabeza, negó repetidas veces, no podía estarse confundiendo lo único que existía entre él y la joven estudiante era una atracción mutua. Una que en la última semana repetían en su departamento comenzando a jugar y recompensarla por sus misiones con éxito, además de ir averiguando más sobre esa sacerdotisa Cian.
- "Entonces ¿porque siento esta rabia al imaginarla con ese joven o si quiera con Sukuna?". – lo mejor era olvidarlo y disfrutar de esa salida, sin darse cuenta que las piñas coladas que solicitaban tenían una pequeña porción de alcohol y que al parecer esa noche sería demasiada larga.
Nobara miraba una y otra vez como se divertían Fushiguro e Itadori con esa película de terror, aunque sea este último el que gritaba emocionado o asustado ante cualquier escena grotesca. Su mirada miel se ensombreció al recordar hace poco un suceso que la desconcertó y a la vez despertó sus sentidos acerca del recipiente de Sukuna, volviendo a cuestionarse esa debilidad que fue generando por este.
"Iba caminando en el centro de Tokyo en compañía de Miwa, descubriendo que la chica era demasiado agradable al grado de comprender perfectamente porque Panda decía que no era como los locos y maniáticos de los demás estudiantes de Kyoto.
- "Aunque no le gusta gastar demasiado". – pensó al recordar como la joven había dejado una camisa preciosa color beige, pero demasiado costosa. – "Según recuerdo ella y Fushiguro no tuvieron una cita, sino que coincidieron en un lugar en específico y el único sitio que el siempre frecuenta es…". – El hospital.
Termino la frase abriendo sus ojos y comprendiendo que seguramente Miwa Kasumi era una chica como cualquier otra, sin embargo, por lo que ha escuchado es responsable de su familia.
- ¿Dijiste algo Nobara-san? – la miro extrañada Kasumi degustando su helado de vainilla.
Sin embargo, Nobara negó restándole importancia a sus pensamientos, en eso los ojos azules de Miwa vieron como una joven temblorosa se acercaba hacia ellas.
- Un…disculpa, pero…- ambas hechiceras concentraron su mirada en la joven de cabello castaño. – ¿Creo que te vi con Itadori?
Ante la mención del joven tanto Miwa como Nobara se miraron desconcertadas y más aún al ver como la mirada de esa joven cambio con solo nombrar a su amigo, provocando que la peli naranja comenzara a sentirse enferma y extremadamente furiosa.
- ¿Huh? – fue lo único que salió de la boca de Kugisaki, activando el sentido común de Miwa y comenzar una conversación con la extraña chica.
- Hola mucho gusto, creo que si has visto a mi compañera con Itadori y es porque vamos en el mismo Colegio.
La chica se sintió más segura con la peculiar chica.
- Si gustas puedes acompañarnos a comer, así nos cuentas de donde conoces a Yuuji. – la castaña asintió siguiendo a ambas, comenzando le hechicera de primer año en murmurar.
- No sé porque la invitaste a nuestra comida, no sabemos quién demonios podría ser. – refunfuño cruzándose de brazos logrando que Miwa riera.
- No me parece alguien peligroso, además creo que en el fondo tu deseas saber qué relación tiene con Yuuji, ¿verdad, Nobara-san?
La ojimiel volteo el rostro ofendida y así siguió hasta que llegaron a su destino sentándose tanto ella como Miwa en un extremo y esa joven en otro.
- ¿Y bien no nos has dicho tu nombre? – rompió el hielo Kasumi. – Mucho gusto mi nombre es Miwa Kasumi y mi amiga es Kugisaki Nobara ambas vamos a la misma escuela que Yuuji.
Yuko se sonrojo ante la cálida sonrisa que enmendaba la joven, pero eso quedo en segundo plano al ver la familiaridad en que ella hablaba de su excompañero.
- El gusto es mío Miwa-san, Nobara-san. – haciendo una leve reverencia. – Mi nombre es Ozawa Yuko y solía ir a la secundaria con Itadori-kun.
- "Es bonita, pero se viste como una anciana". – pensó Kugisaki al verla de arriba abajo, desinteresadamente. – Entonces solo eres una ex compañera de Itadori.
La joven asintió, mientras buscaba un su bolso una antigua fotografía que al encontrarla se las mostro a las chicas, provocando que un enorme signo de interrogación apareciera en ellas.
- Esta soy yo cuando me gradué en la escuela media. – los ojos de las chicas se ampliaron tornando su mirada de la fotografía hacia la delgada joven frente a ellas.
- ¡¿PERO QUE TE PASO?! – cuestiono impresiona Nobara y es que por más dietas que intentaba nunca lograba bajar de peso. - ¡Eh! ¿En serio? Solo han pasado seis meses.
Kasumi se encontraba igual de impresionada que Nobara solo que ella simplemente se mantuvo callada, Ozawa rio nerviosamente ante los "halagos" de la joven que seguramente era la novia de Itadori y es que en aquella ocasión que los vio, noto un brillo especial en los ojos marrones de él al ver a la joven conocida por Kugisaki Nobara.
- Bueno es que me pegue un estirón de 15 cm. y con el ajetreo de mudarme a Tokyo, logre verme así.
- ¡GUAU! – notando que en la fotografía estaba Itadori un poco más enano y al lado de la joven "regordeta". – Pero mira es Itadori.
- Por lo que se ve en su fotografía Itadori y tu eran muy buenos amigos. – Miwa tomo la fotografía notando que su amigo se veía un poco incomodo en la foto y la joven sumamente nerviosa.
- No precisamente. – agacho la mirada. – El día de la graduación reuní todo mi coraje y le pedí una fotografía. – sonrió como su fuera ayer, logrando incomodar a Nobara y Kasumi solo veía sus reacciones. – En realidad también me habría gustado pedirle su número de teléfono, pero…
Aquello descoloco a las jóvenes y más al notar que sus sospechas eran ciertas, esa joven estaba interesada románticamente en Itadori Yuuji.
- Ya había decidido mudarse a Tokyo y claro…Cuando lo vi hoy en la mañana…tal vez mi yo de ahora decida…
Ahora si ambas estaban en shock al comprender que….
- ¡¿EH?! Yuuko no me digas que…o sea es "eso". – dijo Nobara sincronizando su mirada con la chica que asentía dedicada.
- ¡Si! Es "eso".
Inmediatamente Kugisaki saco su teléfono celular marcando sorpresivamente a…
- ¿Ah, Ijichi? ¿Fushiguro, todavía está contigo? – cuestiono desesperadamente. – Te voy a enviar la dirección donde nos encontramos, ¿podrías traerlo? – viendo como asentía. – Muchas gracias de verdad. – sin más colgó aun sintiendo ese malestar en el pecho y más al ver que esa tal Yuko era demasiado bonita, alta y seguramente tenía las proporciones que al tarado de Yuuji le gustaría. – "Al parecer existen muchas señales de que "estos sentimientos" deben de parar". – pensó suspirando derrotada.
Sin embargo, la joven sintió una mano tomando la suya debajo de la mesa, mirando sorprendida a Kasumi, la cual le regalaba una sonrisa de empatía."
Kasumi se encontraba caminando rumbo al Colegio en compañía de Mechamaru, el cual simplemente se quedaba viéndola, transmitiendo esa imagen de la chica sonriente a Muta Kokichi. Quien simplemente notaba lo hermosa que era y la pureza que transmitía la joven peliceleste, cuestionándose si fue completamente sincera en su respuesta de hace unos momentos en el restaurante.
- "Anda vamos Mechamaru. – insistía Momo tratando de empujarlo para que salieran. – Te aseguramos que no te arrepentirás de ir con nosotras.
El nombrado no creía nada, ya que normalmente tanto la hechicera rubia como Mai lo usaban para cargar sus compras excesivas. Momo se iba a rendir hasta que la voz de Mai se escuchó detrás de ellos.
- Deberías escuchar a Momo. – caminando lentamente hacia ellos. – Hoy no iremos de compras, sino que cenaremos con Miwa. – tomando una manzana. – Aunque no lo creas no eres el único que la extraña.
Se sentía sorprendido por las palabras de Mai, aunque también un poco avergonzado por ser tan obvio en que la ausencia de Miwa lo afecte al grado de que sus compañeras quieran ayudarlo a convivir más con la chica despistada.
- Andando, no me gusta tardarme. – caminando hacia la salida y sonriendo al ver como Mechamaru se levantaba de su asiento. – Para que veas que no soy tan malvada investigaremos si Miwa está saliendo con alguien de los perdedores de Tokyo.
Esos sorprendió tanto a Mechamaru como a Momo.
- ¿Y con quien precisamente saldría Miwa-chan? – enarco una ceja. – Sabemos que con Fushiguro no, si se acerca a Itadori seguramente la pelinaraja la asesinaría y no creo que tenga tendencia zoofílica o descifrar lo que dice Inumaki. – hizo una cara de asco al mencionar a estos dos últimos.
- Nunca dije que sería un alumno, precisamente. – murmuro la Zen´in para que sus amigos no la escucharan.
Pero lo que no tomo en cuenta, es que en ocasiones el mecanismo de Mechamaru eran más agudo que los demás. Escuchando claramente lo que su amiga dijo y deduciendo de quien específicamente hablaba Mai: Gojou Satoru. A su mente venían aquel partido de beisbol donde su mecanismo analizo las miradas que el sensei de Tokyo le regalaba a Miwa, percibiendo que algo había sucedido entre ellos, además de que ella no podía verlo directamente a los ojos sin verlo sonrojada y con una extraña mezcla de ¿vergüenza? Lo que haya sucedido esa tarde antes del juego cambio en ellos.
- "Solo espero que no se encuentre jugando con Miwa". – el verdadero Muta apretó los puños ante la sola idea. – "Miwa es la persona más inocente y suceda lo que suceda su felicidad siempre será prioridad para mí".
Fue sacado de sus pensamientos al escuchar la alegre voz de aquella persona que robaba sus pensamientos, encontrándola aún más linda. Extendiendo su mano al aire en ese restaurante, su cabello se encontraba suelto, pero extrañamente desbordaba demasiada energía maldita y pudo percibir algo diferente en su mirada, un brillo peculiar.
- ¡Vaya que bueno que viniste, Mechamaru! – soltó alegre Kasumi al ver a su compañero. – Es bueno verlos después de casi un mes de no hacerlo.
Iban adentrándose en el restaurante de clase media según comentarios de Mai, pero suponía que Miwa haría algo como eso, además para economizar por la situación con sus hermanos.
- Y bien Miwa, ¿Cómo te ha ido con los perdedores de Tokyo? – decía divertida Mai al verla como sus mejillas se sonrojaban y sonreía alegre.
- Todos son muy amables siendo honesta, aunque aún es extraño no verlos a ustedes. – sonrió. – Pero es lo mismo de siempre las clases, entrenamientos y misiones.
- Así que nada fuera de lo normal o interesante. – bufo Momo esperándose que su amiga al menos hubiera conocido a alguien. - ¿Y los chicos? Hay que reconocer que los estudiantes de Tokyo a pesar de ser unos perdedores tienen lo suyo. – dirigió su mirada azul a.. - No te ofendas Mechamaru seguramente quien te controla es un joven demasiado apuesto.
Pero el joven no escuchaba a Momo, sino que veía fijamente como los ojos azules de Miwa se abrieron y comenzó a balbucear nerviosa, captando la atención de sus amigos.
- A decir verdad, no me he fijado en la apariencia de mis compañeros. – rascándose nerviosamente la nuca. – "Al menos no en ellos". – pensó al recodar sus encuentros con Gojou-sensei y como unas simples caricias podían transmitirle tanto placer.
- Cuando era niña me gustaba Megumi. – contesto Mai sorprendiendo a Kasumi y Mechamaru. – Su aire de misterio como de aburrimiento siempre logro hipnotizarme, aunque al parecer él fijo sus ojos en alguien más desde antes.
Sonrió amargamente al recordar a cierta castaña que capturaba todos los pensamientos del nombrado y que a pesar de la situación en la que se encontraba Fushiguro Megumi seguía amando a…
- Te refieres a Tsumiki. – respondió en automático Miwa y al ver como Mai asentía se sentía mal por su amiga. – El día que fui por medicamentos por mi hermano, él me acompaño y me sorprendió verlo pegado a la habitación de ella. – recordó la impotencia que reflejaba el azabache. – Realmente la ama. – inmediatamente se tapó la boca ante el desliz que dijo. – Perdón Mai, no era mi intención..
- Despreocúpate, a fin de cuentas, no hubiera sucedido nada entre nosotros. – se encogió de hombros. – Como dije Tsumiki llego a la vida de Megumi antes.
- Espera un momento. – hablo por primera vez Mechamaru. – La joven que se refieren no es…la propia hermana de Fushiguro-san.
Eso sorprendió a Kasumi, ¿Cómo era posible eso? ¿Acaso Megumi-san estaba enamorado de su propia…?
- Hermanastros. – completo Momo aburrida de la conversación. – Al parecer el padre de Fushiguro se casaba con una mujer para que lo mantuviera, se casó con la madre de esa chica, para después ambos abandonarlos. Hasta que el pervertido de Gojou Satoru se hizo responsable de ellos, todo para joder al Clan Zen´in.
La peliceleste ahí comprendido porque el joven no hablaba libremente de su afecto hacia la chica, probablemente por los malentendidos que muchos interpretarían al ver que ellos son hermanastros y su amor sea algo prohibido.
- Uno no escoge de quien enamorarse. – dijo en voz alta Miwa absorta aun en sus pensamientos y recordando la sonrisa infantil de Satoru.
Estando sus amigos más que de acuerdo con ella, sobre todo Mechamaru comprendiendo que esas palabras salieron de la boca de Miwa, porque seguramente su corazón tenía dueño. Rezando para que su presentimiento fuera erróneo y Miwa Kasumi no haya destinado su amor a alguien tan egoísta como…"
- Gojou Satoru.
- ¿Eh? ¿Dijiste algo, Mechamaru? – se detuvo Miwa al escuchar de los labios de su amigo el nombre del hombre que rondaba sus pensamientos.
- Nada, me preguntaba ¿Cómo era Gojou Satoru siendo sensei? – vio como su amiga sonreía hermosamente ante la sola mención de ese sujeto. – Si te soy honesto no imagino alguien como él enseñando.
Aquello sorprendió a Kasumi, sabía que para muchos la actitud un poco soberbia e incluso egoísta de Gojou Satoru no era bien recibida por muchos hechiceros. Hasta Utahime-sensei descontrolaba su tranquilo carácter ante cualquier comentario del peliblanco, pero hasta el momento el chamán más fuete ha sido un apoyo respecto a sus nuevos poderes, así como ayudarla a descubrir acerca de esa sacerdotisa llamada Cian, por eso le molestaba como se referían a él.
- No sé porque no podrías imaginártelo, Mechamaru. – deteniéndose en la entrada del Campus. – Gojou-sensei es una gran persona, se preocupa por sus alumnos. Nos da ánimos para que mejoremos en nuestras técnicas, además de que…
- Aun sigues idolatrándolo. – finalizo derrotado al ver como ella defendía a un sujeto como ese. – A veces debemos de separar la admiración con la atracción Miwa.
La joven abrió ligeramente la boca, pero rápido cambio su postura. Nadie debía de enterarse de lo que sucedía entre ella y Gojou-sensei, sabía que perjudicaría a ambos y seria mal visto en el mundo jujutsu como el normal, pero hace tiempo fue clara con sus sentimientos reconociendo que no solo sentía una enorme admiración por Gojou Satoru, sino que lo quería demasiado. Amaba cada faceta que iba conociendo de él por muy extraño que se escuchara, desde su sonrisa infantil, sus palabras de aliento, su comprensión y como el aseguraba que gustaba de ella. Tal cual era sin importar esas cicatrices que aun marcaban no solo su cuerpo sino su alma.
- Desde hace tiempo comprendí en separar mis sentimientos Mechamaru. – fijo su mirada. – No se que ideas te estés formulando, pero no existe nada entre Gojou-sensei y yo. – se sentía incomoda ante la situación. – Así como el aprecio que les tengo a cada uno de ustedes. – sonrió. – Les estoy eternamente agradecida por ser mis amigos, porque eso es lo que son Momo, Mai, tu y los demás son unos amigos muy queridos.
Esas palabras fueron como dagas para Muta Kokichi, sabia desde el principio que no podía estar como quisiera con la persona que amaba, pero escucharlo de los propios labios de Miwa era otra cosa.
- Creo que el Torneo de las escuelas hermanas, así como mi traslado nos ha ayudado a convivir mas con nuestros compañeros. – rio. – Por eso mismo si algo nos llegara pasar a uno de nosotros seria demasiado doloroso, porque de forma inconsciente somos una familia o por lo menos así lo veo yo.
- Tienes razón Miwa. – tenia que aceptarlo tarde que temprano. – También me dolería si algo llegara a sucederte. – vio como ella enarcaba una ceja. – A ti, a las chicas y a los demás, ustedes también son lo mas cercano que tengo a una familia.
Eso era cierto, porque no tendría ningún otro motivo de estar cometiendo lo que estaba haciendo sino fuera para protegerlos…para proteger a Miwa.
- Espero algún día ir a visitarte en persona. – esas palabras por parte de ella lo sacaron de sus pensamientos. – Algún día deberíamos de ir a visitarte tanto las chicas como yo, quien sabe capaz que los demás se nos unen.
- Si. – respondió simplemente. – Creo que es demasiado tarde lo mejor es que descanses, Miwa.
- Tienes razón. – rio angelicalmente. – Ademas no deseo que pierdas el ultimo tren, Mechamaru. – abrazándolo rápido. – Que tengas buen viaje y muchas gracias por animarme junto con Momo y Mai.
Alzo la mano al aire al ver como su amigo se alejaba lentamente del Campus y al ver como este desaparecía suspiro nostálgica hace casi un mes que era alumna del Campus de Tokyo, aun no se acostumbraba a la rutina, pero no se podía quejar esto le ayudaba para sus entrenamientos, tener la oportunidad de conocer a sus demás compañeros y…
- De estar cerca de Satoru. – sonrió al recordarlo.
Pero desapareció lentamente al recordar las palabras de sus amigas respecto a la fama de mujeriego que tenia.
- "Hombres como Gojou Satoru es mejor mantenerse al margen o simplemente dejarse guiar por el momento. – escucho a Mai. – Si mezclas tus sentimientos con tipos de su calaña siempre una saldrá lastimada, ese hombre desprende sexualidad, pero un cinismo de que al obtener lo que quiere se olvida de ellas."
Acerco su puño a la altura del pecho sintiendo como era apretado su corazón, imaginando un escenario donde Satoru la dejaría en cuanto ellos hicieran el amor o como solía decir follar.
- Aunque probablemente sea lo único que pueda obtener de él. – con esos pensamientos fatalistas sin darse cuenta estaba frente a la puerta de su habitación. – Es irónico que sea tan parecido a su técnica infinito, tan cercano y lejano a la vez.
Deseaba llorar, pero no podía o más bien no debía de permitírselo. Porque ella tenía claros sus sentimientos por el portador del infinito, pero ¿Qué sentía él por ella? ¿Por qué perder el tiempo con una chica tan sosa e insignificante como ella teniendo a millones de mujeres mas bellas?
- Soy tan inútil y patética. – susurro cerrando la puerta de su habitación.
Pero de pronto sintió como unos brazos la rodeaban en un posesivo abrazo por detrás, además de la respiración cerca de su oído que erizo su piel, porque conocía perfectamente de quien se trataba por su fragancia a dulce, pero lo que extraño a la joven fue el perceptible olor a alcohol.
- No entiendo por que sigues pensando eso de ti, kasumi-chan. – su voz fue ronca mientras descubría el cuello de la chica. – Si sigues con esa actitud no lograras nada.
- Sa-Satoru, ¿Q-Que haces aquí?...ah. – gimió suavemente al sentir como este besaba su cuello junto con su lengua, así como sus manos se adentraron a su blusa comenzando a tocar sus senos descaradamente. – E-Espera…
- Shhh. – la silencio. – Aquí le pregunta no es ¿Qué hago aquí? Sino ¿Dónde estabas a estas horas?
Sus ojos celestes veían hipnotizado el rostro sonrojado de Kasumi, así como mordía su labio inferior para no escuchar sus tímidos gemidos. Saco su mano derecha para tomar el mentón de ella y poder observarla mejor, acercando sus labios a centímetros y sin más preámbulos la beso adentrando su lengua posesiva siendo correspondido al instante por ella.
Siempre las caricias y besos de Satoru la transportaban en una burbuja donde solo estaban ellos dos, por eso mismo agradecía que sus encuentros fueran en el departamento de este, ya que le avergonzaba los sonidos que salían de sus bocas. Ademas de no desear ser descubiertos por alguien, gimió entre el beso al sentir que la mano izquierda de Satoru descendía al botón de su short comenzando a desabrocharlo.
- Y bien kasumi-chan, ¿me vas a responder? – separo sus labios de ella viendo como estaban rojos y con un pequeño hilo de saliva en la comisura.
- Fui a cenar con Mai, Momo y Mechamaru. – cerro los ojos al sentir como sus dedos jugaban con el borde de sus bragas, pero los volvió a abrir al ver como detenía sus movimientos. - ¿Satoru?
Al estar su habitación en penumbras no podía observarlo completamente, además de que su cabello ocultaba su mirada. Iba a volver a nombrarlo hasta que sintió repentinamente como era lanzada a su cama y sin recuperarse de la conmoción vio como Gojou abría a la par sus piernas posicionándose entre ellas, sintió un escalofrió recorrer su columna vertebral al ver como este se quitaba su costosa camisa dejando al descubierto su bien trabajado torso y desabrochaba el botón de sus pantalones, así como deslizar el cierre del mismo. Kasumi gimió al sentir como esta bajaba sintiendo como sus senos se apretaban al pecho de él y como la estaba besando de una forma demasiado hambrienta, cuestionándose, ¿Qué le ocurría de Gojou-sensei para reaccionar así? ¿Por qué estuvo tomando si el no tolera el alcohol? Pero la mas importante era… ¿el querría finalmente terminar lo que siempre posponían por su miedo a la primera vez?
- Eres tan preciosa, Kasumi. – gimió Satoru alzando la playera de ella, sacándola en su camino y notando el brasier color rosa que portaba. – Siempre reaccionan a mi toque. – dijo burlo apretando con ambas manos los montes de ella, y sin esperarla comenzó a desabrochar la prenda.
- Satoru… ¿estás bien? – cuestiono a pesar de estar sumergida ante las caricias del mayor, percibiendo la hombría de este mas necesitado de lo normal. - ¿P-porque estuviste tomando?
- Fui a comer y beber un poco con los demás. – saco su lengua para comenzar a lamer un pezón de Miwa, mientras su mano se encargaba del otro de reojo vio como Kasumi mordía su mano para que la escucharan arrugo el entrecejo. – Realmente quiero estar dentro de ti.
La declaración de Satoru le erizo la piel y comenzó a sentir mas nerviosismo de lo acostumbrado, sabia que tarde o temprano se entregaría a él siendo la única persona del sexo opuesto que realmente ha logrado engancharla al grado de olvidar incluso su propio nombre, las reglas del Jujutsu incluso los momentos malos de su pasado. El no deseaba que ocultara sus deliciosos gemidos, sino que esto que estaba por hacer fuera placentero tanto para ella como para él. Pero debía de reconocer que jugar dentro del Campus era tan excitante como peligroso, y era un riesgo que no debía de permitirse, aunque lo más importante ahora era…
- Ka-Kasumi. – se encontraba demasiado excitado y ansioso tanto que incluso ella lo noto. - ¿Quieres que me detenga?
Realmente deseaba estar con ella, como la necesidad que tenia de adquirir sus apreciados dulces y postres, porque ahí frente a ella comprendió ese malestar que sintió cuando Mei Mei dijo sobre los sentimientos de ese joven hacia Kasumi. Recordando aquel "alumno" nunca dejo de mirarla en el encuentro de los Campus, sintiendo nuevamente ese malestar al ver que Kasumi estaría bien al lado de un joven que la proteja, la cuide, la ame y sobre todo sea de su misma edad; pero de nuevo venia a él ese deseo egoísta de tenerla, de ser el primero en la vida de ella. De descubrir mas acerca de esa sacerdotisa y sin darse cuenta de protegerla de Sukuna, de ser él precisamente el hombre que un ser tan puro y lleno de luz como Kasumi necesite, por eso cuando encontró sus respuestas que hasta el más idiota comprendería eran: unos enfermos celos de imaginar a la joven peliceleste con ese Mechamaru y Sukuna, porque Miwa Kasumi era de él; él la descubrió primero, él fue quien descubrió sus miedos, sus lugares mas placenteros, sus anhelos y porque sin darse cuenta Miwa Kasumi comenzaba a gustarle mas de la cuenta al grado de asustarse de sus propios sentimientos.
- No, Satoru. – escucho la firma voz de Kasumi bajando su mirada a la sonrojada de ella. – No quiero que te detengas, realmente quiero estar contigo. – sonrió como un ángel a punto de conocer el pecado.
Sonriendo victorioso Gojou bajo nuevamente hacia los labios de ella besándolos con extrema suavidad y sin esperar mas tiempo los transporto a su departamento.
Por fin! Jajaja perdonen la demora en actualizar la verdad me he encontrado demasiado saturada de trabajo al grado de solo comer y dormir, espero tener mas oportunidad en este nuevo proyecto que entrare el lunes, además de ir actualizando mis otras dos historias: "Destinos entrelazados" y "Mis dos pequeños problemas" aunque este ultimo ya esta por la recta final.
Mil gracias por sus muestras de apoyo en mis historias, en tomarse el tiempo de leerlas y dejar un review realmente me motiva en seguir escribiendo, ademas de continuar con mas historias. Bueno espero actualizar por lo menos el siguiente fin de semana prometo recompenzarlos con el siguiente capitulo, ya que al parecer habrá escenas subidas de tono, sin mas me despido.
Perdonen si hay uno que otro error ortográfico.
Espero actualizar pronto.
Besos y abrazos.
TheOtherDestiny ;).
