¡Saludos, queridos lectores!

Tal como se los he prometido en el prólogo, esta historia tiene su primer capítulo dentro de los temas del evento n.n

Este año aún no he podido completar el calendario completo, pero espero poder conseguirlo en lo que transcurre el mes. Eso sí, la primera semana la tengo cubierta y por mis ocupaciones, no estoy segura si estaré subiendo las historias en un sólo día por semana o diario.

Sinceramente, quisiera hacerlo diario, y haré el intento de que así sea. Hasta ahora, siendo el quinto día, es probable que algunas veces actualice de madrugada y otras por la tarde, dependerá de mis labores y otros factores, pero si en algún momento me siento rebasada en cansancio o actividades, y no ven actualizaciones, en más de tres días seguidos, es probable que termine por hacer las actualizaciones el fin de semana.

Este año, tenemos dos calendarios, uno hecho por nuestro grupo de facebook y otro propuesto por una usuaria asiática en twiter.

Anteriormente les comenté que casi tengo completado el calendario, y para aclarar, me refiero al realizado en facebook, el cuál pueden consultar en mi página SaKaSu Fanfics o en el grupo de facebook SasuKarin Month Noticias. Ahí mismo también encontrarán la segunda propuesta. En cuanto al segundo calendario, sólo tengo algunos temas para poder actualizar varios capítulos de las historias nuevas.

Comunicándoles que esta historia, corresponde indirectamente al Día 5: Tesoro del calendario 1 del SasuKarin Month Junio 2024, los dejo con la lectura, la cuál espero que les guste n.n


Pasada media hora de convivio, Fugaku y su gente se veían inquietos, pues no era normal que en una audiencia política, se celebrara un convivio sino hasta después de una negociación exitosa.

De hecho, Fugaku, a sabiendas de lo impredecible que podía ser el Emperador Orochimaru, ya preveía incluso que pudieran ser envenenados o drogados.

—¿Le gustaría acompañarme a la habitación de al lado? —el Emperador se levantó del trono dirigiéndose a Fugaku— Será un lugar más tranquilo y apropiado para negociar.

Fugaku asintió y se puso de pie.

—Padre…

—Por supuesto —hizo una seña para indicarle a su hijo y su gente que se quedaran.

En cuanto ambos líderes se retiraron sin nadie que los siguiera, ni siquiera un sirviente, los Uchiha se pusieron en alerta esperando lo peor, de modo que a los pocos minutos, cuando la oficial Ni-ka no se puso de pie, todos los extranjeros se pusieron tensos.

—¿Le molesta si me siento aquí? —la joven le preguntó al hijo del líder del clan y él, confundido no pudo responder de inmediato— Le prometo irme si le incómodo.

La pelirroja no esperó respuesta y se sentó a lado de él a una distancia muy corta para las costumbres del país de los extranjeros, lo que los ponía más en alerta.

—Está muy cerca —comentó el varón incómodo, pero no lo quiso demostrar.

—Lo siento, he leído sobre sus costumbres, pero las descripciones "muy cerca" o "muy lejos", no son nada precisas. ¿No le parece, señor? —respondió ella riendo, pero no se alejó, aunque tampoco se acercó más— Aquí, estar así de cerca, es querer ser amistosos, aunque también es porque con el ruido, es difícil oír al otro estando más lejos.

—Quizá no debería estar aquí si estamos divididos —sugirió el joven.

—En realidad, la división sólo es para la comida, pero al momento de querer hablar con alguien del otro lado, puedes cruzar y sentarte sin problemas. ¿Por qué cree que hay más asientos en ambas partes?

Sasuke ya había notado ese detalle, e inicialmente había pensado que fue porque no sabían cuántas personas de su clan asistirían, pero del lado de los anfitriones, también habían cojines de más, lo cual no tenía sentido porque deberían saber cuántos oficiales anfitriones asistirían.

—Es la única que vino a hablar —señaló el joven, pues el resto de los ministros hablaban entre ellos.

—Esos cinco son muy cerrados. No les gusta hablar con desconocidos. Incluso, Kimimaru, rara vez habla con nosotros —hizo una señal a una de las sirvientas para que les sirviera a ambos una copa y se volvió al resto de los Uchiha— Si les interesa hablar con alguno de ellos, sólo vayan. Aunque no quieran, les seguirán la plática.

—No…

—Beba una copa conmigo —ella tomó la copa e invitó al joven a tomar la que la sirvienta le ofrecía.

El varón dudó porque no estaba acostumbrado a ver a una mujer beber alcohol, y también recordó las advertencias de su padre sobre una posible trampa de veneno.

—Lo siento, no puedo beber mientras estoy en misión —la rechazó educadamente sospechando de la bebida.

—¿Misión? ¡Qué serio! —la joven se rió para luego beber de su copa— Y también muy guapo.

—Es muy directa —comentó el joven nervioso.

—Señorita, no queremos ser groseros, pero actuar de esa manera, no es bien visto por nosotros —habló el hombre que había sido presentado por Fugaku como su consejero— Sabemos que aquí es diferente, pero sería bueno que se mantenga al margen para no incomodar.

—¿Le incomodo, señor… Sasuke? —la fémina miró al aludido— Prometo no ofenderme si dice que sí.

El joven se sintió descolocado con la acción de la chica, pues usualmente y a pesar de ser un Príncipe, al ser el hijo menor, quedaba a la sombra de su hermano y el resto de los funcionarios, por lo que incluso con los extranjeros, quedaba invisibilizado. Sin embargo, aquella chica había ignorado al consejero de su padre para preguntarle directamente a él las cosas.

—Me desconcierta —respondió sincero y notó que Baru, el consejero de su padre, no estaba contento con la situación.

—Debe ser muy extraño para todos ustedes ver a una mujer comportarse como yo. ¿Verdad? Tengo entendido que en su país, las mujeres se dedican únicamente al hogar y los hijos —la pelirroja reía porque le parecía divertido ver las expresiones inquietas de los extranjeros— Lamento decirles que tendrán que acostumbrarse, especialmente si quieren formar alianzas aquí. También si han considerado al país de Yuki, donde la Emperatriz es quien gobierna.

—Sabemos lo que hay que hacer —comentó Baru indignado.

—Tu pareces menos terco que él, así que mantente firme cuando veas algo que sepas que él no está haciendo bien —Karin se dirigió a Sasuke fingiendo hablar en secreto, pero evidentemente quería que el consejero y los demás la oyeran— La Emperatriz Koyuki no es tan amable como Orochimaru-sama, así que tengan cuidado con cómo se comportan.

—Qué atrevida —comentó alguno de los Uchiha.

—Lo suficiente para dar la cara —contestó Karin orgullosa, pues le parecía cobarde que quien fuese que dijo eso, no se lo dijera de frente— Como sea, estoy hablando con el señor Sasuke, así que déjenos hablar —se dirigió al resto de los extranjeros para luego mirar al aludido con una sonrisa— ¿Podría hablarme de su país, señor Sasuke?

Definitivamente era extraño interactuar con una mujer que se comportaba de esa manera y no estaba muy seguro de cómo lidiar con ella, ya que aquella visita era un asunto diplomático, así que debía ser cuidadoso con evitar ofender a sus anfitriones.

—Es un país boscoso con una enorme ciudad al centro —describió de forma muy concreta.

—¿En serio? Creí que el país era únicamente la ciudad —ella rió y dió otro trago a su copa— Cuénteme más, por favor, hace mucho que no salgo del país como turista y tengo curiosidad.

No supo cómo responder, pues aunque el joven no era tímido, rara vez alguien con un rango político le dirigía la palabra para preguntar sobre algo que no fuera por el paradero de su padre o de su hermano, así que no sabía por dónde empezar.

—La capital es una ciudad pequeña, pero con edificios altos.

—¡Oh! ¿Eso quiere decir que hay gente viviendo en el bosque?

—Sí. Hay pequeñas aldeas de cazadores.

—Suena interesante. ¿Usted caza?

—A veces.

—¿Qué…?

—Karin-chan, ven aquí —Orochimaru había salido de la habitación en la que había entrado con Fugaku, llamando la atención de los extranjeros.

—Sí, Majestad imperial —la joven se puso de pie, aunque al principio había hecho un puchero y después de dirigió al azabache— Lamento dejar nuestra charla, espero que podamos retomarla cuando vuelva —ella le sonrió antes de mirar al resto de los acompañantes— No sean tímidos.

Sasuke no lo notó, pero sus mejillas tomaron un ligero color carmín cuando ella le sonrió, y a pesar del tono de burla con el que se dirigió a su gente, no pudo evitar seguir con la mirada la delicada figura de la chica que vestía un hermoso kimono verde con bordados dorados que hacían resaltar con creces su cabello rojo adornado con algunos colgantes de oro y jades.

—Cuidado, creo que le gustas a esa chica —dijo uno de los jóvenes de la comitiva mientras se sentaba dónde ella había estado— ¿Y será que él sentimiento es mutuo?

El joven Uchiha no volteó a ver a la persona que le hablaba, sino hasta que la puerta por dónde ella se perdió, se cerró, y retomando su actitud normal, respondió.

—Sólo se está divirtiendo con nosotros —aseguró Sasuke, sin estar seguro de qué le había pasado a él en ese momento— No hay que darle gusto reaccionando.

—Recuerden que deben tener cuidado. Estamos en posible territorio hostil —Baru les recordó a los jóvenes— Hasta que nuestro Rey no salga de esa habitación y estemos fuera de este país, no podemos bajar la guardia —le dirigió una mirada de reproche a Sasuke— Mucho menos por una cara bonita que busca distraer. ¿Entendido?

Las palabras del consejero de su padre lo irritaron, pues él no estaba bajando la guardia, y mucho menos por "una cara bonita", simplemente no podía ignorar a la chica que parecía tener un rango importante aunque no entendieran cuál era exactamente su función. Podría ser más desastroso no responderle.

—¿Qué más da? Si alguno de nosotros conquista a esa chica o a la de allá —el joven junto a Sasuke se refería a la otra ministra femenina que parecía descontenta mirando a los músicos— Podríamos conseguir una alianza más sólida por matrimonio. ¿No?

—Aparentemente las mujeres con rango de ministro, son las mujeres más importantes del país, y con esos cargos, no querrán dejarlas venir con nosotros para casarse —comentó el consejero— Alguien de menor cargo, quizá no sea digna de casarse con alguno de nosotros y los matrimonios con civiles no sirven para concretar una alianza confiable.

—Supongo que tiene razón, Baru-san —respondió el joven Uchiha para luego darle unas palmadas en el hombro a Sasuke— Lástima, tendrás que buscar novia en otro lado.

—Deja de molestar al Príncipe, Ren —otro de los miembros de la comitiva le llamó la atención al joven.

—Compórtense. Estamos llamando la atención —Baru llamó la atención del grupo y al poco se oyó un grito femenino dentro de la habitación. Era evidente de quién venía.

—¡¿Está hablando en serio?! —exclamó Karin sorprendida y un poco molesta.

—No tienes que hacerlo si no quieres, Karin-chan, no te preocupes, no te obligaré —respondió Orochimaru con una sonrisa e hizo un gesto con la mano para indicarle que volviera a su asiento, pues ella había dado un salto por la impresión. El Emperador miró al extranjero— Me parece que no podrá haber una alianza adecuada si Karin-chan se rehúsa.

—Tiene que haber otra forma de concretar la alianza —habló Fugaku sin expresar su enfado de que el hombre dejara en manos de esa chica el destino de su gente.

—Pienso lo mismo. Tiene que haber otra forma —apoyó la pelirroja.

—No podemos casarlo con Tayuya-chan, ella ya tiene un harem muy grande y no creo que a Su Alteza le agrade la idea —contestó Orochimaru— Por eso tu eres la más indicada para la tarea. Además, no es del tipo de Tayuya-chan y podría ser problemático en su casa.

—Mi hijo no causará problemas sea donde sea —señaló Fugaku muy serio.

—Podría haber otra forma de que se cumpla la alianza. No es necesario que sea por matrimonio, podríamos…

—Ya pasamos por esto, Karin-chan —Orochimaru la interrumpió— Sólo responde. ¿Él te gusta?

—Sí, pero…

—Entonces hagamos la alianza —no la dejó continuar y miró a Fugaku— ¿Tiene alguna objeción con esto?

—No. Estoy de acuerdo —respondió el hombre sin dudarlo.

—¿Y qué hay de él? —preguntó Karin.

—¿Le gustaría que llamemos a su hijo para preguntarle? —propuso Orochimaru.

—No es necesario. Él hará lo que sea necesario por beneficio de nuestro país.

—Perfecto. Por supuesto, tenemos que hablar de algunas condiciones, para evitar malos entendidos —la sonrisa de Orochimaru pareció estirarse más a pesar de que desde el principio, su boca parecía no poder hacerlo más— Ya sabe, como nuestros países tienen costumbres diferentes, podrían haber pequeñas confusiones.

—Entiendo —respondió Fugaku sin poder ocultar, aunque lo intentaba, su disgusto, pues estaba seguro que le pedirían cosas que podrían no ser gratas, pero mientras no rebasaran ciertos límites, podría aceptar las condiciones.

Tardaron al menos una media hora en negociar las condiciones, principalmente porque Orochimaru no puso demasiadas y Fugaku se vio obligado a acceder, dada la situación de su país.

Karin, por otro lado, no dijo demasiado, pues si bien su Emperador no le dijo nada directamente, ella sabía que la decisión ya estaba tomada por él, y que no importaba lo que dijera, se debería de acatar su plan, o habría consecuencias. Eso sí, sabía que las peores se las llevarían los extranjeros, pero eso no la libraba a ella de algún castigo.

—¡Perfecto! Ya que hemos llegado a un acuerdo, creo que podemos convertir la reunión en una fiesta de compromiso.

—¿No sería mejor sólo festejar la alianza? —intervino Karin— Necesito tiempo para preparar los obsequios.

—No tienes que poner excusas para prolongar el tiempo antes de la boda, Karin-chan. Puedes decirme si en realidad no quieres casarte.

Esas palabras eran mentiras. Karin lo sabía, pero tampoco estaba prolongando lo inevitable, sino que estaba ganando tiempo para que al chico le dieran la noticia y no tuviese que enterarse en medio de la celebración. Es decir, su padre había dicho que él aceptaría y no daría problemas, pero si el hombre sólo lo había dicho porque no le importaba la opinión de su hijo, se arriesgaban a que el chico hiciera alguna escena y las cosas no saldrían bien.

¿El motivo?

Orochimaru ya tenía un plan, eso era innegable incluso para el extranjero que apenas conocían, pero lo que él no sabía y ella sí, es que si las cosas no iban como él quería, se arriesgaban a que el Emperador ordenara un guerra contra ese pequeño país.

No, la pelirroja no era una persona que pudiera considerarse "buena", así que su miedo no radicaba del todo en que la enviaran a ella, porque sabía que ese sería el mandato, de ir a exterminar el pequeño país de los Uchiha, sino en que el chico realmente le gustaba.

Ella se había acercado a él esperando conocerlo y ver qué pasaba, pero casarse con él por razones políticas no había sido su plan, y prefería celebrar una boda que masacrar un país.

—Nosotros también debemos mostrar amabilidad a nuestros futuros aliados y por ende, no podemos tener una celebración sin seguir la etiqueta, porque nos veríamos poco atentos.

Fugaku, inicialmente iba a alentar a que se hiciera la celebración de compromiso, le apremiaba conseguir un aliado fuerte, pero optó por permanecer callado, no sólo para defender su orgullo esperando un poco de respeto, sino porque recibir obsequios de la Ministra más importante de un país tan grande, pues ya le habían explicado el título que ostentaba, debería ser beneficioso para su casa.

—De acuerdo, tienes razón, querida. No por nada eres mi Ministra Ni-ka no —comentó Orochimaru riendo. Era más que notorio que disfrutaba la situación— En compensación a las premuras, podrías regalarles un par de tesoros.

Karin se mordió la lengua, pues no podía contradecir la orden indirecta y definitivamente a Fugaku le complacía oír la palabra "tesoros" que irían a su casa como parte de los regalos para la boda.

—De ser así, avisaré a mi gente de la alianza y podemos celebrarla. Celebraremos el compromiso en mi país, al recibir los obsequios de compromiso.

—Por desgracia, Karin-chan tiene un trabajo que hacer fuera, así que no podrá unirse a la celebración, pero enviará un representante con los obsequios.

—Que no estén ambos novios en la fiesta de compromiso no…

—La tarea que tiene que realizar, no se puede cancelar y si quiere que ella esté presente en la fiesta de compromiso, entonces tendrá que esperar a su regreso, por tanto habrá que cambiar la fecha de la boda —señaló Orochimaru fingiendo tristeza.

No, retrasar la boda, y con ella, la solidificación de la alianza, sería perjudicial para su país, así que Fugaku no podía darse esa libertad aún si aquello iba en contra de las tradiciones. No podía permitirse ese lujo.

—Si estará en la fecha acordada de la boda entonces celebraremos la fiesta de compromiso sin la novia.

—Pero…

—Ya tendrás tiempo de conocer al Príncipe cuando estén casados. Debido a la importancia del matrimonio, te daré tres meses de vacaciones —el Emperador de Oto interrumpió a Karin esbozando una sonrisa— Claro que se alargarán tus vacaciones si sucede un milagro, pero lo principal de esos tres meses, es que tú y el Príncipe estrechen lazos.

—Lo entiendo, pero…

—Estoy seguro que Neji lo entenderá. Sabía que algo así podía pasar desde el principio.

Karin aún tenía muchas objeciones, pero sabía que no tenía caso seguir intentando decirlas, y sólo le quedó resignarse y seguir el plan del Emperador.


¿Cómo se tomará Sasuke el compromiso con aquella extra mujer sin que le hayan consultado previamente? ¿Qué tipo de tesoros Karin dará como regalos de compromiso? ¿Sasuke y Karin tendrán la oportunidad de interactuar antes de la boda? ¿Qué le preocupaba a Karin del compromiso? ¿Qué papel juega Neji en la situación? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus dudas, teorías y respuestas en los comentarios n.n

Como pueden ver, no sólo subí el primer capítulo de esta historia, sino que tenemos portada, la cuál, la comisioné a un chico en facebook, de la escuela Sketch Wolves. Personalmente me pareció hermosa y con pocos detalles que le he dado, siento que ha dado en el clavo para reflejar la esencia de la historia. Por otro lado, una vez más, ManaKarin me ha hecho una portada para la misma historia, sólo que en fanfiction no se visualizará, sin embargo, en Wattpad (y aún no descubro su podré hacer los mismo en Inkkit), podrán verla como portada de cada capítulo.

ManaKarin, te agradezco mucho tu tiempo y esfuerzo, pues los separadores también han sido obra tuya n.n. Principalmente gustó mucho la portada, pues tenemos al harem de Karin en la historia y espero que esta historia te guste tanto como a mí me gustó la portada n.n

¿Recuerdan que compré comisiones que quiero compartir con ustedes y que algunas son 18+? Pues bien, la portada de esta historia tiene una versión sin censura, así que es una de las imágenes que compartiré. Por ahora las subiré a X (Twiter), pero cuando tenga más tiempo, abriré una cuenta en Devianart para subirlas en ambas plataformas por si quieren descargarlas. Eso sí, es probable que cuando suba la historia, aún no haya subido nada al X (Twiter) por cuestiones de tiempo, pero en cuanto me sea posible, la podrán encontrar ahí n.n

Pueden buscar mi cuenta de X (Twiter) como arroba SasuKarinSui, donde tengo como imagen de perfil, una imagen de Sasuke, Karin y Suigetsu gennin en blanco y negro n.n

Teniendo en cuenta que manejaré dos calendarios, aún si no completaré el segundo, puedo asegurarles que tengo más de treinta capítulos SasuKarin, los cuales, espero disfruten mucho este mes. Sin embargo, este año también contribuiré con algunas imágenes, pues he comprado algunas comisiones. En algunas plataformas no se podrán visualizar, como en fanfiction, pero muchas de las imágenes podrán verlas en mi página de facebook SaKaSu Fanfics, el grupo de facebook SasuKarin Month Noticias, y aquellas comisiones 18+, buscaré el lugar adecuado para poderlas compartir.

Sin más por el momento, me despido n.n

¡Hasta la próxima actualización!